SECCIÓN I. EL LÁSER DE FEMTOSEGUNDO EN LA CIRUGÍA DEL CRISTALINO Capítulo 4 Nanocirugía del cristalino para la presbicia con láser de femtosegundos Rafael I. Barraquer, Pablo Loza-Álvarez, Omar E. Olarte, David Merino, Gustavo Montenegro, Ralph Michael INTRODUCCIÓN La cirugía de la catarata asistida con láser ha pasado en poco tiempo de ser casi una leyenda –originada en los intentos infructuosos de hace más de una década–, a ser una realidad práctica hoy día. Tal cambio se debe a la introducción de los láseres de femtosegundos (LFs), capaces de realizar disecciones en los tejidos con precisión y seguridad antes inalcanzables. En el procedimiento de la catarata, los LFs solamente realizan por ahora algunos pasos y facilitan otros, pero se ha planteado ya su aplicación en el tratamiento de la presbicia. Aunque las experiencias con LFs en este campo siguen en fase preliminar (1), al menos hemos superado un cierto tabú: realizar cirugía en el cristalino con finalidad distinta de la de extraerlo parece ya dentro de lo factible. Sin embargo, independientemente de si con ello se logrará o no restaurar eficazmente la función acomodativa, quedará la cuestión crucial de la posible inducción catarata (2,3), cuya exclusión requerirá en todo caso estudios clínicos a largo plazo. Esto justifica el interés de indagar la posibilidad de usar los propios LFs en otras modalidades de aplicación menos invasivas sobre el cristalino, para ejercer cambios en sus propiedades mecánicas u ópticas –en particular en lo que concierne al proceso de la acomodación y la presbicia–, actuando a una escala muy inferior de la de sus actuales aplicaciones quirúrgicas. De ahí el término de nanocirugía. ANTECEDENTES: ACCIONES DE LOS LFS Los LFs se caracterizan por su modo de acción ultrarrápido, en una escala temporal del orden de cientos de femtosegundos (un femtosegundo = 10-15 segundos) y el empleo de fluencias bajas (del orden de decenas de micro-Julios/cm2), pero que al ser concentradas en un periodo de tiempo tan corto resultan en potencias cercanas al billón (1012) de Watt/cm2. Esta brevedad permite ritmos de repetición elevados, desde decenas de miles hasta casi un centenar de millones de veces por segundo (104 – 108 Hz). Y debido a su naturaleza de onda en el infrarrojo cercano, los LFs clínicos se transmiten muy bien a través del agua y los tejidos transparentes o semitransparentes (de hecho, mejor que la luz visible), lo que permite su acción sobre estructuras intraoculares como el cristalino. En el modo habitual en cirugía, los LFs actúan por fotodisrupción, es decir, creando una nube microscópica de plasma que se expande a velocidad supersónica y forma cavidades o «burbujas» en el tejido por efecto tipo onda de choque -una especie de microexplosión. Tal acción es similar a la de los láseres de nanosegundos como el de Nd:YAG en modo Q-switched, pero a una escala menor, logrando cavidades muy pequeñas, de 1 o pocas mm de diámetro. De ahí se deriva la gran precisión y seguridad que ha permitido, en primer lugar en cirugía corneal, realizar «cortes» o planos de disección con diferentes morfologías que hoy día son práctica habitual en procedimientos refractivos, implantes intracorneales y trasplantes de córnea. Acciones del mismo tipo se están empleando en cirugía de la catarata para realizar las incisiones de entrada, la capsulotomía circular y series de planos de disección en su seno para facilitar su extracción. Sin embargo, la fotodisrupción no es el único modo de acción posible de los LFs. Empleando otros parámetros de apertura, energía y repetición pueden obtenerse efectos distintos de la formación de cavidades. Los LFs pueden usarse como fuente de 44 4. Nanocirugía del cristalino para la presbicia con láser de femtosegundos luz para un instrumento de observación (microscopio), permitiendo obtener imágenes de estructuras de otra forma difícilmente visibles. Esto se ha aplicado, por ejemplo, en el estudio de la estructura fina tridimensional del colágeno corneal (4,5) o de la capa de fibras nerviosas de la retina (6). También pueden producir, en un material o tejido, cambios de distinta naturaleza y a una escala mucho menor que con los LFs en uso clínico. Una reciente aplicación de LFs en esta línea ha permitido modificar el índice de refracción del material acrílico de las lentes intraoculares, abriendo el camino para un ajuste postoperatorio generalizado de su poder refractivo.7 POSIBLE PAPEL DE LOS LFS EN EL TRATAMIENTO DE LA PRESBICIA Los LFs se han usado en cirugía de la presbicia en primer lugar en la córnea, en general con el objeto de crear una superficie dióptrica multifocal, sea mediante queratotomías intraestromales (Intracor) o como asistencia en una técnica de ablación con láser de excímeros (presbyLASIK). Sin embargo, la multifocalidad no es sino una forma de pseudoacomodación, es decir, no se restaura el verdadero mecanismo acomodativo. Para lograr esto último debemos actuar sobre el órgano que, según la teoría de Helmholtz de la acomodación –la más sólidamente basada en las evidencias científicas disponibles–, sería el principal responsable de la pérdida de esta función: el cristalino. Existen varias maneras en que los LFs podrían participar en la corrección de la presbicia actuando sobre el cristalino: – Como asistentes en una cirugía de substitución del contenido del cristalino mediante su relleno con un gel óptico capaz de restaurar la acomodación (phaco-ersatz). Los LFs permitirían realizar con precisión y seguridad las capsulorrexis de tamaño mínimo (<1 mm), necesario para respetar las propiedades elásticas del saco capsular. Además, su capacidad para fragmentar o «ablandar» el material nuclear haría factible su aspiración por tales vías submilimétricas. El principal problema de este tipo de planteamiento sigue radicando en la prevención de la opacificación capsular. – Realizando intervenciones a escala micrométrica sobre el material del cristalino, como cavitaciones, microperforaciones, cortes o planos de deslizamiento, que genéricamente han recibido la denominación de lentotomías. Este concepto data al menos de la última década del siglo pasado8, aunque incluye a menos dos posibles tipos de acción: (1) inducir un colapso dentro del material del cristalino que daría lugar a un cambio en la curvatura de su superficie anterior (creando así una especie de cristalino multifocal) (fig. 1), o bien (2): modificar las propiedades mecánicas o viscoelásticas de la estructura de fibras del cristalino (mejorar su elasticidad o permitir un mejor deslizamiento entre sus capas), para devolverle la capacidad acomodativa9. Realizando intervenciones a escala nanométrica sobre el material del cristalino. Esto supondría dos posibles tipos de acción: (1) modificar las propiedades ópticas (el índice de refracción) del material cristaliniano, dando lugar a una óptica multifocal dentro del cristalino (por medios diferentes del método antes citado de cavitación-colapso), o bien (2) modificar las propiedades mecánicas (viscoelásticas) del cristalino, como en la lentotomía pero a una escala mucho menor y por tanto con menor riesgo de inducir catarata. Nuestra investigación actual se enmarca en esta última vía de actuación. LENTOTOMÍA MICROMÉTRICA CON LFS COMO TRATAMIENTO DE LA PRESBICIA: MECANISMO Y RESULTADOS Las experiencias que emplean la lentotomía con LFs para tratar la presbicia se basan, en primer lugar, en el concepto de que la acomodación depende ante todo de cambios en la forma del núcleo del cristalino –y secundariamente de sus superficies externas– pero no de cambios en la forma del córtex (10). En segundo lugar, las propiedades viscoelásticas del núcleo y Fig. 1: Primeras experiencias de cavitación con láser del cristalino (Myers y Krueger, 1998). 4. Nanocirugía del cristalino para la presbicia con láser de femtosegundos del córtex difieren entre sí y en función de la edad. En los jóvenes el córtex es de hecho más rígido que el núcleo –en términos de módulo de cizallamiento–. A lo largo de la vida ese módulo va aumentando tanto en el córtex como el núcleo, pero más en éste, de forma que la diferencia se va acortando y se invierte a partir de la edad en que se inicia la presbicia. A partir de los 60 años el núcleo llega a ser 10 o más veces más rígido que el córtex (11,12). Este incremento en la rigidez nuclear se ha atribuido a una disminución en los niveles de la cristalina alfa soluble, a medida que esta proteína pasa a formar parte de los agregados insolubles de alto peso molecular (13). En consecuencia, para recuperar la acomodación, el núcleo debe hacerse más «blando» que el córtex. A tal fin se han realizado lentotomías de diversos tipos, con LFs en la misma modalidad que se aplica en cirugía de cataratas, la cual produce cavitaciones de escala micrométrica (que se agregan en planos de escala milimétrica). Teniendo en cuenta la teoría de la acomodación y presbicia antes citada, para ser efectivas, las lentotomías deben situarse en el núcleo -aunque respetando el eje visual. El grupo de Schumacher, Lubatschowski y colaboradores realizaron con LFs, en ojos humanos de banco y en conejos in vivo, series de 8 cortes radiales anteroposteriores en la periferia del núcleo, los cuales gene- 45 rarían «planos de deslizamiento» reduciendo así su rigidez. Mediante el test de centrifugación de Fischer demuestran un aumento del 16% en la capacidad de deformación del cristalino a 1.620 rpm (fig. 2) (14). Las opacidades creadas por las lentotomías en conejos no parecen progresar en el curso de 6 meses de postoperatorio (9). Se están llevando a cabo, en México y Filipinas, ensayos clínicos de lentotomías en humanos que emplean una de las plataformas comerciales de LFs para cirugía de la catarata (LenSAR Inc., Orlando, Florida). Se trata de crear planos anteroposteriores forma de retículo sobre la periferia del núcleo respetando un área central de sección cuadrada. Los resultados preliminares indican que las opacidades visibles en el postoperatorio inmediato tienden a atenuarse en curso de la primera semana, aunque sin desaparecer del todo. Por otro lado, no se ha podido demostrar por ahora una mejoría clínica en la capacidad acomodativa de estos pacientes (15,16). En cualquier caso, es bien sabido que el cristalino tiende a comportarse como un sistema cerrado con alto grado de «memoria». Esto hace que incluso un traumatismo limitado pueda a la larga dar lugar a la formación de una catarata. Por ello, demostrar que un procedimiento de lentotomía con LFs es seguro y no induce cataratas, o que las pequeñas opacida- Fig. 2: Experiencias de lentotomía radial y demostración del incremento en la deformación del cristalino por centrifugación (Lubatschowski et al., 2010). 46 4. Nanocirugía del cristalino para la presbicia con láser de femtosegundos des creadas directamente por las cavitaciones relativamente cerca del eje visual no causan alteraciones visuales, probablemente requerirá un seguimiento a largo plazo. NANOCIRUGÍA DEL CRISTALINO CON LFS El problema de la seguridad a largo plazo de las lentotomías micrométricas con LFs nos lleva a preguntarnos si existiría una forma mantener las ventajas de la energía de los LFs minimizando al mismo tiempo los riesgos de inducir una catarata, incluso sin inducir ningún tipo de opacidad clínicamente significativa en el cristalino. Para ello hemos iniciado un estudio de nanocirugía experimental en cristalinos humanos ex vivo. Incluye dos aspectos: (1) la creación de diversos patrones de ablación a escala nanométrica en el cristalino, y (2) la medición de los cambios en las propiedades biomecánicas del cristalino mediante un dispositivo de simulación de la acomodación por estiramiento del complejo ciliozónulo-cristaliniano. Nuestro sistema quirúrgico (fig. 3) se basa en una estación de trabajo de microscopía multifotón, adaptada sobre un sistema confocal comercial (Nikon Eclipse C1Si). Esto permite dos tipos distin- Fig. 3: Estación de trabajo para microscopía multifotón confocal (TSIL, TPEF) y ablación con láser de femtosegundo. tos de microscopía confocal: (1) la de transmisión por barrido de luz infrarroja (TSIL, por Transmitted Scanned Infrared Light), y (2) la de fluorescencia por excitación mediante dos fotones (TPEF, por Two Photon Excitation Fluorescence). La ablación se realiza mediante un láser de femtosegundos Mira 900f, con longitud de onda de 860 nm, duración de pulsos de 150 fs y repetición de 76 MHz, lo que da lugar a una potencia de 90 mW en el plano de la muestra. Se han empleado objetivos de 20x, con apertura numérica (NA) = 0,4 y distancia de trabajo (DT) = 16 mm; de 40x con NA= 0,6 y DT = 3,2 mm; y de 60x, de inmersión en aceite, con NA = 1,4 y DT = 0,11 mm. Este sistema permite al mismo tiempo realizar las intervenciones y observar sus efectos a la escala nanométrica. Es importante recordar el papel de la NA en la forma de aplicación y el efecto de los LFs. La NA se relaciona de forma directa con el ángulo (m) que forma el cono de luz que pasa por una lente al focalizarse sobre un punto, según la expresión: NA = (n) * sin (m). Esto implica que cuanto mayor sea NA, mayor el ángulo m y por tanto menor la distancia de trabajo (fig. 4). Así una NA = 0,12 corresponde a un ángulo de 7º, NA = 0,34 a uno de 20º y NA = 0,87 a uno de 60º. Por otra parte, la NA también supone la relación entre la anchura del haz de láser (w) antes de pasar por la lente o sistema óptico y la distancia focal (f), según la expresión: NA = w/f. Esto significa que, con una NA baja, el láser se enfocará más lejos y de forma menos precisa, es decir, en un volumen mayor, necesitando más energía y creando más daño colateral. En cambio, con una NA alta se enfocará más cerca y de forma más concentrada, con lo cual se necesitará menos energía para alcanzar un cierto umbral, en un menor el volumen y con menor daño colateral (fig. 5). En un primer ensayo realizamos ablaciones simples lineales, de cara a valorar el efecto de las distintas NA. Constatamos que el mayor efecto se lograba con la mayor de las tres ensayadas (NA = 1,4). Con ésta, la ablación nanométrica es visible tanto en microscopía TSIL como en la TPEF –aunque más aparente en esta última–. Con los objetivos de NA = 0,6 y 0,4 no se aprecian cambios en la imagen por TSIL y no hay señal TPEF (fig. 6). Estos resultados se confirman al realizar ablaciones en patrón con estructuras complejas como líneas entrecruzadas o círculos; de nuevo sólo son visibles mediante TPEF (fig. 7). En la actualidad estamos pendientes de ensayar ópticas que, manteniendo una NA alta, alcancen distancias de trabajo mayores que nos 4. Nanocirugía del cristalino para la presbicia con láser de femtosegundos 47 Fig. 4: Relación entre apertura numérica (NA), ángulo óptico (µ) y distancia de trabajo. permitan trabajar a mayores profundidades dentro del núcleo del cristalino. MEDICIÓN DE LAS PROPIEDADES BIOMECÁNICAS DEL CRISTALINO Fig. 5: Relación entre la apertura numérica (NA) y concentración de la energía en un láser de femtosegundos. Para medir los efectos de las intervenciones sobre las propiedades mecánicas del cristalino, hemos desarrollado un aparato de recreación o simulación biomecánica ex vivo de la acomodación (ASBA). Basado en diseños previos de Fischer, Fig. 6: Efecto de la apertura numérica (NA) sobre la ablación lineal nanométrica con láser de femtosegundo en cristalino humano, así como de la observación mediante TSIL o TPEF. 48 4. Nanocirugía del cristalino para la presbicia con láser de femtosegundos Fig. 7: Creación de patrones de ablación con estructuras complejas en cristalinos humanos con láser de femtosegundo. Se confirma la mejor visualización mediante TPEF en comparación con TSIL. Campbell, Parel y Glasser (17-19), nuestro aparato consiste en un banco de trabajo rígido que permite sostener y aplicar tracciones sobre secciones coronales de globo ocular (zona ciliar incluyendo el cristalino). La tracción radial, ejercida por una serie de hilos de sutura fijados a la pieza anatómica, se genera mediante un motor de pasos (stepper) unido a un tornillo micrométrico (Palmer), lo que permite medir con precisión las distancias y desplazamientos lineales. Una balanza digital situada en serie con el sistema de tracción permite medir las cargas aplicadas. Todo el sistema se contro- la a través de interfaz digital mediante rutinas de MathLab (figs. 8 y 9). Prueba de simulación de la acomodación con el ASBA con una sección de ojo humano de 90 años. Con el ASBA hemos comprobado el ciclo de simulación de la acomodación en secciones de ojos humanos ex vivo (fig. 9), con rangos de desplazamiento y tensiones aplicadas dentro de los valores fisiológicos, lo que lo valida como instrumento para la medición de los posibles efectos de intervenciones como la lentotomía sobre las propiedades biomecánicas del cristalino. 4. Nanocirugía del cristalino para la presbicia con láser de femtosegundos 49 Fig. 8: Aparato para la simulación ex vivo de la acomodación y medición de las propiedades biomecánicas del cristalino. Fig. 9: Prueba de simulación de la acomodación con el ASBA con una sección de ojo humano de 90 años. BIBLIOGRAFÍA 1. Reggiani Mello GH, Krueger RR. Femtosecond laser photodisruption of the crystalline lens for restoring accommodation. Int Ophthalmol Clin. 2011 Spring; 51(2): 87-95. 2.Krueger RR, Kuszak J, Lubatschowski H, Myers RI, Ripken T, Heisterkamp A. First safety study of femtosecond laser photodisruption in animal lenses: tissue morphology and cataractogenesis. J Cataract Refract Surg. 2005 Dec; 31(12): 2386-94. 3. Ackermann R, Kunert KS, Kammel R, Bischoff S, Bühren SC, Schubert H, Blum M, Nolte S. Femtosecond laser treatment of the crystalline lens: a 1-year study of possible cataractogenesis in minipigs. 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