se faculta al padre a decidir sobre tratamientos médicos de su hija

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PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN
ASISTENCIAS A DETENIDOS EN
SEDE POLICIAL
En la noticia anterior, «Novedades en la asistencia letrada al
detenido», publicada en este mismo espacio, comentábamos las
novedades que se han producido en la asistencia letrada al
detenido en virtud de las ultimas modificaciones habidas en la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Dado
el
interés que ha
despertado
dicha noticia,
me
parece
oportuno
compartir con
todos
los
lectores
de
este espacio
el «Protocolo de actuación en asistencias a detenidos en sede
policial», elaborado por el Consejo General de la Abogacía
Española, en el que se distinguen tres momentos:
I) CON ANTERIORIDAD A LA ASISTENCIA
1.º Derecho del detenido y de su abogado a ser informado de la
causa y de los hechos de la detención.
2.º Derecho del abogado a examinar los materiales del
expediente policial antes de la declaración del detenido.
Concretamente se solicitará examinar el atestado o diligencias
policiales, salvo los siguientes supuestos:
a) Que las mismas estén bajo secreto sumarial
b) Que la vista de los datos de las diligencias pueda dar
lugar a amenaza grave para la vida o derechos fundamentales, o
para defender un interés público importante.
Ante la negativa del examen del atestado policial previo a la
declaración, o cuando los motivos de ello generen dudas en el
abogado, hacer constar la protesta en diligencia previa a la
declaración y como parte integrante del atestado policial.
3.º Procedencia de asegurarse de que se trata de la primera
diligencia policial en la que intervenga el detenido a nivel
personal (que no cualquier otra relacionada con el delito
perseguido, tales como la información de derechos, prueba de
alcoholemia, diligencia de registro, etc..).
4.º Procedencia de asegurarse de que al detenido le han sido
leídos sus derechos y asesorarle sobre la conducta a observar
en los interrogatorios, incluida la de guardar silencio y
comunicar a un tercero su situación de privación de libertad
y, en caso de ser extranjero, a comunicarlo a las autoridades
consulares.
Asimismo el detenido tiene derecho a que se le entregue por
escrito una declaración de sus derechos, que la podrá
conservar en su poder.
5.º Derecho a entrevista antes de que el detenido o sospechoso
sea interrogado por la policía u otras fuerzas o cuerpos de
seguridad o autoridades judiciales.
6.º Derecho a intérprete en sede policial y judicial, incluso
en las entrevistas con el abogado, así como a la traducción de
materiales.
II) DURANTE LA ENTREVISTA
1.º Asegurarse, durante la declaración del detenido, de que
sus derechos constitucionales sean respetados, que no sufra
coacción o trato incompatible con su dignidad y libertad.
2.º Asegurarse de que se practique en la forma que menos
perjudique al detenido o preso en su persona, reputación y
patrimonio.
III)
UNA
DECLARACIÓN
VEZ
FINALIZADA
LA
1.º La detención no podrá durar más del tiempo estrictamente
necesario para la realización de las averiguaciones tendentes
al esclarecimiento de los hechos. La autoridad, sea esta quien
sea, tiene obligación de informar por escrito del tiempo
máximo que el detenido puede estar privado de libertad antes
de ser llevado a presencia judicial.
2.º
Derecho
a
comprobar, una vez
concluida
la
declaración
del
detenido, la fidelidad
de lo trascrito en el
acta de declaración que
se le presenta a la
firma.
3.º Derecho a que se haga constar en la declaración la
ampliación de los extremos que considere convenientes, así
como la consignación en el acta de cualquier incidencia que
haya tenido lugar durante su práctica. Derecho a obtener copia
del atestado al igual que el Ministerio Fiscal, para de esa
forma garantizar el principio de contradicción y de igualdad
de armas en el proceso.
4.º Derecho a entrevistarse reservadamente con el detenido al
término de la práctica de la diligencia en que se hubiere
intervenido.
NOVEDADES EN LA ASISTENCIA
LETRADA AL DETENIDO
El día 28 de octubre de 2015 entró en vigor la Ley Orgánica
5/2015, de 27 de abril, por la que se modifican la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de
julio, del Poder Judicial, para transponer la Directiva
2010/64/UE, de 20 de octubre de 2010, relativa al derecho a
interpretación y a traducción en los procesos penales y la
Directiva 2012/13/UE, de 22 de mayo de 2012, relativa al
derecho a la información en los procesos penales; mientras que
el día 1 de Noviembre de 2015 lo ha hecho la Ley Orgánica
13/2015, de 5 de octubre, de modificación de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal para el fortalecimiento de las
garantías procesales y la regulación de las medidas de
investigación tecnológica.
Ambas normas reforman la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Estas
dos leyes modifican profundamente el régimen de asistencia
letrada a las personas detenidas e imputadas (ahora
investigadas) para trasponer por fin las Directivas Europeas
sobre personas sospechosas y acusadas.
NOVEDADES EN LA ASISTENCIA LETRADA
AL
DETENIDO
O
INVESTIGADO
(Artículos 118 y 520 Ley de
Enjuiciamiento Criminal)
Desde ayer día 1 de Noviembre de 2015, las personas detenidas,
o que son objeto de una investigación penal, tienen derecho a
que se les informe, por escrito, en una lengua que comprendan
y de manera inmediata, de:
1.- Las causas de su detención.
2.- Los hechos que se le atribuyan, con un grado de detalle
suficiente para permitir su defensa.
3.- El plazo máximo legal de detención.
4.- Sus derechos a:
a)
Guardar
silencio,
no
declarar
o
contestar solo las
preguntas
que
desee;
a
no
declarar contra sí
mismo
y
a
no
confesarse
culpable.
b) Designar abogado (Excepciones en el artículo 527 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal. En caso de lejanía geográfica
podrá hacerse por teléfono o videoconferencia) y a
entrevistarse confidencialmente con él,incluso antes de
prestar declaración.
c) Acceder al atestado para poder impugnar la legalidad de la
detención.
d) Que se ponga en conocimiento del familiar o persona que
desee, el hecho de la detención y el lugar de custodia. Si
fuera extranjera, que se comunique a la Oficina Consular de su
país.
e) Hablar por teléfono con una persona que desee, en presencia
de funcionario.
f) Ser visitado por las autoridades consulares y a comunicarse
con ellas.
g) Ser asistido gratuitamente por un intérprete.
h) Ser reconocido por el médico forense.
i) Solicitar asistencia jurídica gratuita, procedimiento para
hacerlo y condiciones para obtenerla.
A PARTIR DE AHORA ¿EN QUÉ CONSISTE
LA ASISTENCIA DEL ABOGADO?
A partir de ahora, la asistencia del abogado al detenido
consiste en:
a) Solicitar que se informe a la persona detenida de todos
estos derechos.
b) Entrevistarse reservadamente con el detenido ANTES de la
declaración policial.
c) Intervenir en las diligencias de declaración de la persona
detenida, en las diligencias de reconocimiento, careos y en
las de reconstrucción de los hechos en que participe el
detenido. Consignar en las actas incidencias o ampliar
extremos.
d) Informar al detenido de las consecuencias de la prestación
o denegación de consentimiento a la práctica de diligencias
que se le soliciten (Declaración, reconocimiento, tomas de
ADN, etc).
Las comunicaciones
entre
persona
detenida/investigad
a y su abogado
son confidenciales.
Por supuesto, cada Letrado deberá hacer valer estos derechos y
a su criterio profesional quedará, en caso de vulneración de
alguno de estos derechos de los investigados o detenidos,
hacer constar en el acta tal vulneración, poner en
conocimiento de su Colegio profesional esa incidencia y, en su
caso, tomar las medidas legales que considere oportunas,
incluida la demanda de Habeas Corpus para la defensa de los
derechos violados.
Con
estas
modificaciones
de
la
Ley
de
Enjuiciamiento
Criminal los abogados dejamos de ser «convidados de piedra» en
comisaria o en el lugar donde se encuentra detenido nuestro
cliente, ya nos podemos entrevistar con el detenido antes de
que declare en sede policial y tener acceso al atestado.
Más información en:
Ley Orgánica 5/2015, de 27 de abril, por la que se modifican
la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la Ley Orgánica 6/1985, de
1 de julio, del Poder Judicial, para transponer la Directiva
2010/64/UE, de 20 de octubre de 2010, relativa al derecho a
interpretación y a traducción en los procesos penales y la
Directiva 2012/13/UE, de 22 de mayo de 2012, relativa al
derecho a la información en los procesos penales
Ley Orgánica 13/2015, de 5 de octubre, de modificación de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal para el fortalecimiento de las
garantías procesales y la regulación de las medidas de
investigación tecnológica
CONDENADA
POR
DENUNCIAR
«PORQUE SE LO CONTABA SU
HIJA»
Recientemente, en el despacho un padre me planteaba la
siguiente situación: según refiere mi hija –menor de edad-,
está siendo objeto de abusos sexuales por la actual pareja de
mi ex mujer, sin embargo, todas las exploraciones médicas y
psicológicas a que ha sido sometida la niña descartan la
existencia de abusos sexuales, ante todo ello ¿Qué puedo
hacer?
Sinceramente,
por duro que
pueda
resultar, mi
respuesta fue
decirle
que
sino hay una
minima prueba
o, al menos, indicio, no se puede hacer nada, es decir, por
mucho que le haya contado su hija, si todo apunta a que no
existen tales abusos, no se puede denunciar a nadie por abusar
sexualmente de alguien, mucho menos de una menor.
La sentencia que hoy comentamos, me ha recordado esta
situación tan reciente; en este caso una mujer denunció en
varias ocasiones a su ex marido y padre de sus hijas,
imputándole varios delitos, entre otros, los siguientes:
«lesiones o maltrato a las hijas menores, abusos sexuales a
éstas, amenazas, etc».
Esta mujer, presentó varias denuncias contra su excónyuge «sin
ver nada ni ser testigo de nada, simplemente porque se lo
contaba su hija».
Pues bien, por tales hechos, esta mujer fue condenada por
Sentencia, de fecha 19 de febrero de 2015, dictada por el
Juzgado de lo Penal n.º 1 de Badajoz, cuyo Fallo era el
siguiente:
«QUE SE CONDENA A Virginia como responsable criminal en
concepto de autor de Un Delito continuado de denuncia falsa ,
ya definido a la pena de 20 meses multa con cuota diaria de 6
€.
En concepto de responsabilidad civil , deberá indemnizar a
Cirilo en la cantidad de SEIS MIL euros (6.000 €). Dicha
cantidad devengará el interés legal de demora previsto en el
artículo 576.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Las costas procesales se imponen a la acusada.»
Contra dicha sentencia, la condenada interpuso recurso de
apelación que ha sido desestimado por Sentencia, de fecha 29
de junio de 2015, dictada por la Sección 1.ª de la Ilma.
Audiencia Provincial de Badajoz –cuya lectura recomiendo
encarecidamente– que, en su Fundamento de Derecho Segundo,
señala que: «el derecho a la denuncia asiste a todo ciudadano,
como emanación del derecho a la tutela judicial efectiva
reconocido en el artículo 24 CE, pero no existe el derecho a
la denuncia a cualquier precio. Contra esto el CP tipifica una
conducta como delito. Antes de denunciar hay que cerciorarse
de la existencia de un mínimo de verdad en los hechos que se
relatan».
El delito de
acusación
y
denuncia
falsa,
previsto
y
penado en el
artículo 456
del
Código
Penal contiene
un
elemento
intencional
que hay que admite el dolo eventual, es decir, esta mujer,
ahora condenada, «formuló la denuncia a sabiendas de que la
misma podría no ser cierta, o se representaba la posibilidad
de que no fuera cierta, lo que colma la exigencia del dolo o
elemento intencional esencial en este delito pero en el que no
se exige el dolo directo, bastando la concurrencia del dolo
eventual», es más «presentó varias denuncias contra su
excónyuge “sin ver nada ni ser testigo de nada, simplemente
porque se lo contaba su hija”, sic. En este ejemplo radica y
se concreta la existencia del dolo eventual.»
Por lo tanto, en casos como el que me planteaba mi cliente,
por muy creíble que pueda resultar lo que cuenta un hijo, sino
hay una prueba mínima, no se puede denunciar, lo contrario,
además de temerario, puede hacer que quien denuncie termine
condenado por acusación y denuncia falsa, como en el caso de
la sentencia que hemos comentado.
Más información en:
Sentencia, de fecha 29 de junio de 2015, dictada por la
Sección 1.ª de la Ilma. Audiencia Provincial de Badajoz
EL MALTRATO PSICOLÓGICO COMO
CAUSA
DE
REVOCACIÓN
DE
DONACIONES
Cada día con más frecuencia tenemos noticias de casos en los
que hijos maltratan a sus padres física y/o psicológicamente;
lo cual, como no puede ser de otra manera, debe tener
consecuencias para estos descendientes –ya que no merecen ser
llamados hijos-.
El caso que
hoy comentamos
es
el
siguiente: una
hija, a la que
sus
padres
habían donado
unos bienes,
con
posterioridad
a
dicha
donación tuvo
hacia ellos un
trato que, por
decirlo
de
forma sutil, calificaremos de ingrato –sin que por tales
hechos llegara a ser condenada penalmente-, por ello estos
padres desheredaron a su hija y revocaron la donación que
tiempo atrás le habían hecho, todo ello al amparo del artículo
648.1 del Código Civil.
El artículo 648.1 del Código Civil establece que «También
podrá ser revocada la donación, a instancia del donante, por
causa de ingratitud en los casos siguientes: 1.º Si el
donatario cometiere algún delito contra la persona, el honor o
los bienes del donante.»
Inicialmente, el Juzgado de 1.ª Instancia n.º 4 de Cuenca les
dio la razón a los padres, sin embargo, la Sección 1.ª de la
Ilma. Audiencia Provincial de Cuenca, mediante Sentencia, de
fecha 3 de abril de 2013, revocó la sentencia dictada en
primera instancia dando la razón a la hija, en base a que no
había sido condenada penalmente por tales hechos.
Contra la sentencia dictada por la Ilma. Audiencia Provincial
de Cuenca, los padres formularon recurso de casación, que ha
sido resuelto mediante Sentencia, de fecha 20 de julio de
2015, dictada por la Sección 1.ª del Tribunal Supremo.
El Tribunal Supremo ha hecho una interpretación extensiva del
artículo 648 del Código Civil, señalando que «Aunque las
causas de revocación de la donación sean únicamente las que
expresamente contempla la norma, esto no significa que los
elementos conceptuales contemplados por la norma, deban ser,
asimismo, objeto de interpretación rígida o sumamente
restrictiva» y añadiendo que «de acuerdo con los criterios
interpretativos de la realidad social del momento de
aplicación de la norma y su propia finalidad, el maltrato de
obra o psicológico realizado por el donatario debe quedar
reflejado como un hecho integrado en la causa de ingratitud
del artículo 648.1 del Código Civil.»
Concluyendo el Tribunal Supremo que la ley «debe interpretarse
con relación a todo posible delito por el que pudiera resultar
ofendido el donante en su gratitud, aunque no se haya
producido previamente una sentencia penal condenatoria.»
En este caso en el Fundamento de Derecho Primero de la
sentencia dictada por el Tribunal Supremo, se recoge lo
siguiente: «Está acreditado el maltrato de la hija hacia sus
padres mediante diversos episodios de trato despectivo y
humillante que culminaron con una bofetada e insultos e
injurias graves», por lo que, aunque no había una condena
penal, el maltrato de esta mujer hacia sus padres era un hecho
probado.
La Sala de lo Civil
del
Tribunal
Supremo concluye
que «Es causa de
revocación
de
donaciones
conducta
toda
socialmente
reprobable
que,
revistiendo
caracteres
delictivos, aunque
no
estén
formalmente
declarados como tales, resulte ofensiva para el donante.»
La importancia de dicha sentencia, radica en que estos
criterios, quizás se puedan aplicar en materia de pensiones de
alimentos, de forma que el hijo que maltrate psicológicamente
al padre pueda perder su pensión de alimentos, todo ello en la
línea de lo que en la noticia «Extinción de la pensión de
alimentos por falta de relación entre padre e hijo» comentamos
en su día.
Si un hijo/a no quiere saber nada de sus padres, allá él, pero
entonces lo más correcto es que tampoco quiera saber nada del
dinero de ellos.
Más información en:
Sentencia, de fecha 3 de abril de 2013, dictada por la Sección
1.ª de la Ilma. Audiencia Provincial de Cuenca
Sentencia, de fecha 20 de julio de 2015, dictada por la Sala
1.ª del Tribunal Supremo
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