¿PUEDEN SUSTITUIR LAS EXPERIENCIAS DE LÁPIZ Y PAPEL A SU REALIZACIÓN PRÁCTICA? Juan de Dios Jiménez-Valladares , [email protected] I.E.S. “Cerro de los Infantes”. Pinos Puente (Granada) F. Javier Perales-Palacios, [email protected] Dpto. Didáctica de las Ciencias Experimentales. Universidad de Granada INTRODUCCIÓN Interrogarse sobre esta cuestión parece baladí, siempre será preferible la realidad a su representación en un papel. Sin embargo, si observamos con imparcialidad el mundo de la enseñanza de la ciencia encontraremos que la ficción gana a la realidad durante la mayor parte del tiempo, lo habitual es que alumnos y profesores pasemos las horas frente a una pizarra. Sin poder entrar aquí en los motivos de esta situación, hemos querido estudiar los efectos de los dibujos en las tareas de resolución de problemas en aras de reivindicar una mayor atención a los procesos de interpretación de esos signos y dibujos que, con tanta profusión, ofrecemos a nuestros pupilos. Para ello hemos centrado nuestra investigación en la enseñanza de la mecánica elemental (Jiménez, 1998, Jiménez y Perales, 2001), un área de investigación muy activa estos últimos años dentro del movimiento de las “ideas previas” de los alumnos y que ha hecho de las pruebas de lápiz y papel su instrumento predilecto (Finegold y Gorsky, 1991; Cooke y Breedin, 1994; Galili y Kaplan,1996) La abundancia de investigaciones basadas en pruebas escritas sin ningún otro soporte material queda reflejada en un amplio metaestudio publicado por Jiménez-Gómez y colaboradores (1997) y del que se desprende además un notable estancamiento en esta área de investigación. De dicho estudio nos llamó la atención esta predilección por el papel que muestra la mayoría de los investigadores, un hecho que parece haber pasado inadvertido, de modo que, sin poner en duda la validez de las investigaciones realizadas, quisimos comprobar si una situación física dada puede ser sustituida siempre por su representación gráfica cuando es sometida al juicio de los alumnos. DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA. Seleccionamos tres situaciones físicas en las que intervienen unos objetos que interactúan entre sí. Estos objetos son elementos sencillos y fáciles de dibujar, como por ejemplo un muelle, una pesa o un recipiente con agua. La tarea propuesta a los alumnos consistió en hacer una predicción razonada acerca del comportamiento esperable en cada una de las situaciones. Se confeccionó la prueba en dos formatos, en el primero de ellos se utilizaban los objetos reales y las preguntas se presentaban en un papel sin ningún dibujo. En el segundo no se utilizó ningún objeto y toda la información provenía de la hoja de papel con sus correspondientes dibujos. La prueba se pasó a dos grupos de alumnos de 4º curso de ESO del IES Cerro de los Infantes de Pinos Puente (Granada) que hasta la fecha no habían recibido formación específica sobre la temática objeto de la investigación. El grupo con el que se utilizaron dispositivos reales, al que llamaremos a partir de ahora grupo experimental, estaba formado por 25 alumnos frente a 22 del grupo que denominaremos control y que utilizó la prueba con dibujos. En las tres situaciones los alumnos deben predecir el comportamiento del sistema. Seleccionamos una tarea de predicción en lugar de una explicación porque la predicción es más exigente debido a que fuerza a los alumnos a movilizar sus ideas con un objetivo muy concreto, lo que les lleva a extraer la información más relevante en cada caso. En todos los casos se les pidió que justificaran su predicción. Las respuestas cuantifican el grado de competencia de cada indivíduo mientras que los argumentos aportados como justificación nos dan pistas sobre qué procedimientos han empleado y, sobre todo, qué ha llamado su atención. DESCRIPCIÓN DE LAS SITUACIONES UTILIZADAS. El primer experimento consiste (fig. 1) en la suspensión de dos muelles idénticos, uno entre dos pesas iguales y otro entre dos pesas desiguales apoyando la mayor de las pesas en una mesa. Se pregunta cuál de los dos muelles estará más estirado. A B FIG. 1. Esquema representativo del primer experimento. En el segundo experimento se sitúa sobre una balanza de cocina un taco de madera con forma de U invertida junto a un trozo de gomaespuma situado verticalmente, posteriormente se muestra sólo el referido trozo comprimido sobre la balanza con la mano y, finalmente, se sitúan sobre aquélla la gomaespuma y el taco de madera, de forma que aquella esté comprimida por el taco hasta la misma longitud que cuando era la mano quien la comprimía (fig. 2). Se pide que prevean lo que marcará la balanza en este caso. ? ? ? FIG. 2. Esquema representativo del segundo experimento. El tercer experimento muestra un vaso con agua sobre una balanza en el que se introduce una bola de acero suspendida por una cuerda. Se pide una comparación entre lo que marcará la balanza en esta situación y lo que marcaba antes (fig. 3). A B C FIG. 3. Esquema representativo del tercer experimento. Puesto que los alumnos apenas si conocían el tema de fuerzas se emplearon los gramos como unidad de “peso” en aquellas circunstancias que lo requirieron. En los tres casos la respuesta exige evaluar la información suministrada por los objetos y sus relaciones. Tanto dichas respuestas como sus justificaciones por los alumnos nos informan de cuáles fueron sus prioridades en su razonamiento. RESULTADOS OBTENIDOS. En la Tabla I se muestran los valores de “Chi cuadrado” y los niveles de significación de la diferencia de frecuencias entre el grupo de control y el grupo experimental respecto a sus predicciones del resultado de los tres problemas que constituyen la prueba. Posteriormente se recogen los resultados en valores absolutos así como los argumentos que emplearon para justificar sus respuestas. PROBLEMA 1 2 3 χ² 11,48 14,413 2,128 p 0,0032 0,0132 0,1447 TABLA I. Valores de Chi cuadrado (χ²) y niveles de significación (p) de las diferencias de frecuencias en las respuestas dadas por los alumnos del grupo de control y experimental a los tres problemas de la prueba. Como cabe observar en la Tabla anterior, en los dos primeros problemas existe una diferencia significativa en las respuestas de los alumnos del grupo de control y del grupo experimental, lo que no ocurre en el tercero. Los resultados del primer experimento se recogen en la Tabla II, la respuesta mayoritaria en ambos grupos fue que el muelle situado entre las dos pesas que cuelgan se estiraría más. Ningún alumno del grupo de control fue capaz de reconocer que se estirarían por igual, en cambio, y esta es la diferencia entre los dos grupos, un 25 por ciento de los del grupo experimental sí lo hizo, argumentando que la pesa mayor tiraría igual que la pequeña por estar apoyada en la mesa. RESPUESTA CONTROL EXPERIMENTAL TOTAL Se estira más el muelle A 15 17 32 Se estira más el muelle B 7 1 8 Se estiran igual 0 7 7 Total 22 25 47 ARGUMENTOS DADOS PARA LAS RESPUESTAS MAYORITARIAS. GRUPO CONTROL Respuesta Argumento GRUPO EXPERIMENTAL Frec. Respuesta Argumento Frec. El muelle A La pesa grande no tira 5 El muelle A Las dos pesas en A tiran por igual de los dos lados 16 El muelle A Las dos pesas en A tiran por igual de los dos lados 9 Igual La pesa grande tira igual que la chica al estar apoyada 6 El muelle B Tira un peso mayor 7 El muelle B Tira un peso mayor 1 TABLA II. Respuestas en valor absoluto a la primera prueba y argumentos esgrimidos. Por el contrario, la segunda respuesta mayoritaria en el grupo de control expone que la pesa grande tirará más y, como consecuencia, el muelle B estará más estirado. El papel desempeñado por la mesa aparece así menoscabado en la representación gráfica, mientras que adquiere mayor relevancia cuando se muestra una mesa real con todo el dispositivo sobre ella. Por lo que se refiere al segundo experimento (Tabla III), las respuestas aparecen completamente polarizadas. Para el grupo experimental la respuesta mayoritaria indica la conservación del peso sobre la balanza (700), con independencia de que la gomaespuma esté comprimida o relajada. Por el contrario, el grupo de control suma la fuerza ejercida sobre el plato de la balanza y el peso de la madera, sin tener en cuenta que la gomaespuma empuja también hacia arriba (1000). LECTURA DE LA BALANZA CONTROL EXPERIMENTAL 1000 15 300 1 500 1 600 0 700 5 900 0 Total 22 ARGUMENTOS DADOS PARA LAS RESPUESTAS TOTAL 5 1 0 1 17 1 25 CONTROL 20 2 1 1 22 1 47 EXPERIMENTAL MAYORITARIAS Respuesta Argumento 1000 700 700 Frecuencia Frecuencia Se suma el empuje de la madera y la gomaespuma Hay los mismos objetos sobre la balanza 12 5 5 15 La goma espuma empuja hacia arriba y hacia abajo 0 2 TABLA III. Respuestas en valor absoluto a la segunda prueba y argumentos esgrimidos. En el tercer experimento, la situación anterior se invierte y ahora el grupo experimental es el que generó más predicciones erróneas, aunque a un nivel estadísticamente no significativo (Tabla IV). RESPUESTA CONTROL EXPERIMENTAL TOTAL Marcará igual 6 12 18 Marcará más 16 13 29 Total 22 25 47 ARGUMENTOS DADOS PARA LAS RESPUESTAS CONTROL EXPERIMENTAL MAYORITARIAS Respuestas Argumento Frecuencia Frecuencia Marcará igual La bola no “hace peso” en el agua 5 0 Marcará igual La bola no toca las paredes 0 8 Marcará más El agua sube al entrar la bola 8 5 Marcará más La bola empuja al agua 2 2 La bola aumenta el peso del vaso 1 8 TABLA IV. Respuestas en valor absoluto a la tercera prueba y argumentos esgrimidos. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS. Investigaciones realizadas a propósito de las concepciones de los alumnos respecto a la naturaleza corpuscular de la materia (Benarroch,1998) han evidenciado que existe una competencia entre los mecanismos lógicos y perceptivos desplegados a la hora de interpretar el mundo físico. Pensamos que los resultados obtenidos permiten extender ese “conflicto” a cualquier situación que obligue a interiorizar el mundo físico para responder a un problema. Tal y como sospechábamos, la utilización de los dibujos altera la percepción de la situación física al presentarla a través de un modelo esquematizado. En el primer experimento, el dibujo de la pesa grande alimentó una interpretación errónea en el grupo control (se estira más el muelle próximo a la pesa grande) que, salvo en un caso, no aparece en el grupo experimental, donde una fracción importante del alumnado centró su atención en la mesa real que observaban, percatándose de que “sujetaba” a la pesa grande, información que les valió dar una respuesta correcta. Sin embargo, el estímulo que representa la observación de las dos pesas colgando son un elemento perceptivo tan fuerte que sugiere un mayor estiramiento del muelle A independientemente de si se trata de un dibujo o de la realidad. El segundo experimento muestra cómo la imagen de la madera presionando sobre la gomaespuma dirigió la atención de los alumnos del grupo de control sobre el empuje que la gomaespuma realiza sobre la balanza, sin considerar que aquella también empuja, en sentido contrario, a la madera. Al presentar dos dibujos, en uno la mano que empuja a la gomaespuma mientras que en el otro lo hace la madera, se alimentó la interpretación en el grupo control de que eran dos situaciones análogas sin serlo. Sin embargo, el grupo experimental utilizó mayoritariamente un procedimiento distinto apoyado en el esquema de conservación. A pesar de que se manipuló delante de ellos la gomaespuma comprimiéndola sobre la balanza, predijeron que la situación de aquella no alteraría la lectura de la balanza. Este efecto compensador de los esquemas lógicos sobre los perceptivos, se observa mucho mejor en el tercer experimento. El esquema de conservación, ligado a la percepción del aumento de la cantidad de materia situada sobre la balanza, incluida la observación o predicción del aumento del nivel de agua, suministra una explicación que satisface a la mayoría de los alumnos. No obstante, la predicción realizada por ocho alumnos del grupo experimental (30 por ciento) denota la inestabilidad de las respuestas. Antes de introducir la bola en el agua, y debido a las preguntas de los alumnos del grupo experimental, tuvimos que aclarar que la bola no iba a tocar el vaso, información que fue utilizada para justificar una respuesta errónea. En cambio, ningún miembro del grupo de control hizo mención alguna a las paredes del vaso como argumento, aunque el dibujo mostraba con claridad que la bola no las tocaba. CONCLUSIONES Respecto a la enseñanza, las consecuencias que se derivan son relevantes porque es muy frecuente que las imágenes sustituyan a la experimentación, u observación directa de fenómenos, en los libros de texto y en los dibujos que hacemos los profesores en la pizarra. La presentación del mundo a través de la rejilla que suponen las imágenes altera la relación entre los alumnos y los fenómenos que estudian, reduciendo la riqueza de dicha relación e induciendo interpretaciones que pueden solapar las ideas de los alumnos. Esta consideración también es aplicable a la investigación didáctica cuando se utilizan pruebas de diagnóstico que incluyen dibujos. Los resultados nos sugieren que no es posible asegurar que las respuestas de los sujetos objeto de la investigación no vayan a estar influidas por la representación gráfica que se utiliza, por sencilla que esta sea. Una consecuencia que se deriva de estas conclusiones es que en el diseño de pruebas, tanto para la investigación como para la evaluación de los aprendizajes, debe tenerse en cuenta lo que el propio dibujo dice a los alumnos. BIBLIOGRAFÍA BENARROCH, A. (1998). Las explicaciones de los estudiantes sobre las manifestaciones corpusculares de la materia. Descripción, análisis y predicción de características y dificultades. Tesis Doctoral. Universidad de Granada. COOKE, N.J. y BREEDIN, S.D. (1994). Constructing naives theories of motion on the fly. Memory & Cognition, Vol. 22, nº 4, pp. 474-493. FINEGOLD, M. y GORSKY, P. (1991) Students´ concepts of force as applied to related physical systems: A search for consistency. International Journal of Science Education, Vol. 13, nº 1, pp. 97-113. GALILI, I. y KAPLAN, D. (1996). Students´ Operations with the Weight Concept. Science Education, Vol. 80, nº 4, pp. 457-487. JIMÉNEZ-GÓMEZ, E., SOLANO, I. y MARÍN, N. (1997). Estudio de la progresión en la delimitación de las "ideas" del alumno sobre fuerza. Enseñanza de las Ciencias, Vol. 15, nº 3, pp. 309-328. JIMÉNEZ, J.D. (1998). Los medios de representación gráfica en la enseñanza-aprendizaje de la Física y la Química. Tesis Doctoral. Universidad de Granada. JIMÉNEZ, J.D. y PERALES, F.J. (2001). Graphic representation of force in secondary education: analysis and alternative educational. Physics Education, Vol. 36, pp. 227-235.