La caja de música; Costa Gravas

Anuncio
1. ¿PUEDE UNA SOCIEDAD MORALMENTE SANA PERMITIR QUE SUS MIEMBROS SE
COMPORTEN COMO LO HIZO EL PADRE DE LA PROTAGONISTA? ¿POR QUÉ?
Una sociedad moralmente sana no puede permitir que sus miembros se comporten como lo hizo el padre de la
protagonista de la película ya que si esta acción sucediese, los principios morales de la humanidad tales como
la igualdad, la solidaridad o el respeto, se estarían eliminando de la sociedad actual. Si se diese la situación en
la que se cometiesen diversos crímenes de guerra a personas inocentes que no son las culpables de la guerra
entre países que no saben resolver sus diferencias si no es por medio de la violencia, se estaría tratando a las
personas como simples objetos, a los que se les puede hacer realizar cualquier acción sin temor a que
repliquen, pues si lo hacen, con pegarles o dispararles estará todo solucionado.
Si bien es cierto que en todas las guerras muere una numerosa de cantidad de personas inocentes que no tienen
la culpa de que estos conflictos sucedan, no hay derecho que los soldados que participan en estas ofensivas se
aprovechen de los ciudadanos pobres indefensos que no pueden defenderse de las amenazas de estos
conflictos. No es justo que los ciudadanos indefensos paguen con su cuerpo y en muchos casos, con su propia
vida, las injusticias de una guerra que en la mayoría de las veces, se ha producido porque los diferentes países
no saben resolver sus diferencias externas si no es mediante bombas, asesinatos y la muerte de centenares de
personas.
En mi opinión, una sociedad moralmente sana debe castigar a aquellas personas que actúen contra los
principios morales de las personas que viven en un entorno social determinado. Todos los individuos del
mundo tenemos el derecho a la vida; nadie nos la puede arrebatar y menos por alguien que se divierte en una
guerra haciendo sufrir a los demás mediante violaciones, mandándoles hacer flexiones encima de una ballesta
2. ¿QUÉ PRINCIPIOS MORALES ESTABAN EN JUEGO CUANDO SE ACUSÓ ANTE LOS
TRIBUNALES A UNA PERSONA CUYAS FECHORÍAS HABÍAN SIDO COMETIDAS MUCHOS
AÑOS ATRÁS?
Realmente no tiene mucho sentido acusar ante los tribunales a un hombre cuyas fechorías han sido cometidas
muchos años atrás, ya que lo hecho hecho está y no se puede echar atrás en el tiempo para no realizar diversas
acciones de las que nos arrepentimos en el presente por haberlas cometido. Por otra parte, si bien es cierto que
aunque castigando a la persona que cometió en el pasado acciones tales como crímenes de guerra, no se
consigue que la gente que murió por su culpa o que sufrió un daño psicológico y físico de por vida, reviva o se
recupere de secuelas que permanecerán en su memoria o en su cuerpo para el resto de su vida, para los
familiares y amigos de estas personas inocentes da un sentimiento de satisfacción y de logro, que el autor de
estas penurias e injurias se encuentre entre las rejas de una cárcel. Por esta razón, los principios morales que
entran en juego cuando se acusa ante las autoridades a una persona cuyas fechorías habían sido cometidas
años atrás serían: encontrar la verdad acerca de unos actos que sucedieron tiempo atrás al presente y castigar a
la persona o personas que cometieron estos hechos haciéndoles sufrir tal y como ellos lo hicieron en su
momento con aquella gente que soportó las penurias de una sociedad a la que no le importaba los principios
del respeto, la solidaridad, y la igualdad entre razas, culturas, sexos o religiones.
El holocausto judío se cobró la vida de millones de personas inocentes y centenares sufrieron las secuelas
físicas y psicológicas de los campos de concentración. Las que sobrevivieron a los trabajos forzados y a las
injusticias por parte de los alemanes en los campos de concentración, el recuerdo en su mente de estos lugares
y del genocidio nazi, les acompañará durante toda su vida; de igual manera, una mujer que ha sido violada de
joven, tendrá siempre en su memoria la cara de aquellos hombres que se aprovecharon de su condición de ser
más débil y de no poderse defender.
El dilema ético que plantea esta película es el de escoger entre el hecho de no sacar a la luz pruebas
1
irrefutables de culpabilidad debido al aprecio que se tiene hacia una persona y a las consecuencias que se
acontecerán hacia las personas próximas al culpable, y al hecho de hacer lo que es justo y decir la verdad
destruyendo de este modo la vida del ser que ha sido siempre querido y de quienes lo rodean. En general, el
dilema ético sería la pregunta de qué poner por delante, la verdad o el amor y cariño que se siente hacia
alguien. Este es el principal problema ético que plantea la película y la respuesta es que se debe poner la
verdad por delante del amor y cariño hacia las personas que queremos. La protagonista acaba por dar a
conocer las fotografías que declaraban culpable a su padre y escribe una carta al juzgado para hacer saber las
nuevas evidencias que harán que su padre sea condenado a muerte. De este modo, la protagonista acaba
escogiendo entre lo que es únicamente decente y correcto, ya que en caso contrario, estaría encubriendo a un
criminal y permitiendo que un terrible asesino no cumplieses su determinada condena, quedando así libre
como si no hubiese hecho nada.
3. ¿QUÉ PRINCIPIOS MORALES MUEVEN A LA PROTAGONISTA EN CADA UNA DE LAS
FASES DE LA PELÍCULA (ANTES Y DESPUÉS DE DESCUBRIR LA VERDAD)?
La protagonista se encuentra durante toda la película en una situación difícil de afrontar. La primera decisión
difícil que debe tomar es la de defender o no a su padre como abogada; se da cuenta de que no va a ser
totalmente objetiva porque los sentimientos de afecto que tiene hacia su padre le harán incomprensibles
algunas cosas. Finalmente decide aceptar.
Al principio de la película, la protagonista se guía por los principios morales del cariño que siente hacia su
padre, y de la fe que tiene de que él nunca pudo cometer tales crímenes de guerra de los que se le acusan; pero
también al decidir ser su abogada, se enfrenta con la tarea de demostrar que realmente su padre no cometió
tales hechos. A lo largo del juicio ve y escucha entes acerca de su padre y sobre Miska, el nombre con el que
se designó a su padre durante la guerra según justifican los testigos llevados al juicio, que le hacen daño lo
que le hace dudar sobre la verdad. Cuando una multitud de gente acude a la puerta de su casa y le acusan de
asesino dice sentirse avergonzada de ser húngara en referencia a la actitud de este pueblo hacia los judíos,
refiriéndose al holocausto que se cobró la vida de millones de personas judías en la 2ª Guerra Mundial. Es un
sentimiento extraño y nuevo para ella.
Al investigar sobre su padre para defenderlo ante la justicia descubre muchas cosas; entre ellas lo del pago de
una gran cantidad de dinero a Tibor (el hombre de la cicatriz en la cara). Por eso cuando llega a Budapest
decide ir a visitar a su hermana para descubrir por qué su padre le había dado tanto dinero. La hermana de
Tibor le entrega un recibo de algo que había sido empeñado en EE.UU. El juicio se da por terminado y Miska
es declarado por el juez como inocente sin cargos.
Cuando su hija va con el recibo a recoger lo que fue empeñado en EEUU, el dependiente de la tienda le
entrega una pequeña caja de música. La protagonista la hace sonar, y descubre unas fotos de personas de la
Sección Especial, un comando que mataba judíos durante la 2ª Guerra Mundial, entre las que se ve a Miska y
a Tibor. Decide hablar con su padre, y tras una difícil conversación le dice que es culpable pero que ahora
nadie le va a creer. Su padre no confiesa nada de lo que la hija le dice, por el contrario, muestra una actitud de
enfado y de indiferencia ante lo que esta le cuenta.
Es en ese momento cuando entra un dilema moral: entre cumplir con la ley o con lo que le dicen sus
sentimientos. Su padre ha sido encontrado inocente y ella se había sentido totalmente feliz; pero en realidad
era culpable y sigue en liberta a pesar de haber cometido una cantidad elevada de crímenes de guerra
cobrándose la muerte de un número elevado de personas inocentes. La protagonista le quiere como hija, pero
no entiende el por qué de todo aquello. Resulta incomprensible para ella.
Tras mucho pensar decide dejarlo en manos de la justicia y entrega las fotos de Miska y Tibor a un periódico,
que las publica unos días después. Miska es considerado culpable pero para su hija le resultó difícil entender
el porqué de todo aquello, de matar a personas inocentes sin ninguna razón o motivo determinado,
2
simplemente por la diversión de unos cuantos hombres que se encontraban en una guerra.
4. ¿QUÉ PODRÍA DECIRSE DE LA MADUREZ MORAL DE LA PROTAGONISTA?
La protagonista alcanza la verdadera madurez moral al final de la película, cuando se da cuenta de que vale
más descubrir la verdad acerca del caso que ha tenido que defender ante las autoridades, que el cariño y afecto
que siente por su cliente en el juicio, su propio padre.
La madurez moral es un proceso que comienza con la heteronimia moral y finaliza con la autonomía moral.
Al principio, las personas se dejan llevar por sus impulsos egocéntricos y no son verdaderamente dueñas de su
propio comportamiento. Entienden por justo lo que les conviene en cada momento. La protagonista tiene unos
ideales guiados por el amor hacia su padre, que le obligan a defenderle durante el juicio sin la total objetividad
que tiene que tener un caso de semejantes características. Ella cree y está segura de que su padre no puede
haber cometido en el pasado los hechos de los que se le acusan. Pero a medida que va avanzando el juicio y
empiezan a surgir pruebas evidentes que le hacen dudar acerca de si realmente tiene razón con pensar que su
padre es inocente de los cargos de los que se le acusan. La protagonista encuentra pruebas irrefutables de la
culpabilidad de su padre respecto a los crímenes de guerra de los que se le acusan, pero en este momento no
tiene claro que es lo que debe hacer, si desvelar la verdad acerca del caso o ocultarla por el amor y cariño que
siente hacia un ser querido. Su padre ha sido considerado inocente pero las pruebas muestran que es culpable,
y que por su culpa murieron multitud de personas, además de las que sufrieron daños físicos y psicológicos.
Este paso se conoce como un grado intermedio de madurez moral, las personas consiguen adaptar sus
impulsos egocéntricos para adaptar su comportamiento a lo que se espera de ellas en la sociedad que les
rodea. Se muestran capaces de regir su comportamiento conforme a las normas del orden social establecido.
Tienen por justo lo que se considera normal en su sociedad.
Finalmente, la protagonista decide descubrir la verdadera realidad acerca de los crímenes de guerra de los que
se le acusa a su propio padre. Renuncia al cariño y amor que siente por un ser querido del que siempre creyó
saber todo, por desvelar la verdad acerca de su pasado, acerca de unos crímenes de guerra que él mismo
cometió años atrás y que se saldaron con multitud de víctimas inocentes. En el juicio, el padre ha sido
declarado inocente por el juez al no haber pruebas suficientes con las que justificar su culpabilidad; pero su
hija viaja a Budapest para averiguar por qué un amigo suyo le dejó tal cantidad de dinero. Al hablar con la
hermana de este amigo, descubre que éste último era el hombre de la cicatriz en la cara del que hablaron los
testigos en el juicio. La hermana también le dice que recoja por ella algo que se empeñó en EEUU. La
protagonista halla una caja de música que fue empeñada después de la guerra; al escucharla, descubre unas
fotos que muestran la culpabilidad de su padre. Tras hablar con su padre acerca del acontecimiento acaecido y
de las fotos encontradas, decide desvelar la verdad del caso mandando las fotos a un periódico y escribiendo
al juzgado para que sepan las novedades del caso, para que se haga justicia y que pague por lo que hizo años
atrás. Este es el último grado de madurez, las personas razonan con los esquemas del nivel postconvencional,
son autónomas. Rigen su comportamiento por los principios que su propia conciencia reconoce como
universalmente vinculantes. Lo justo es la decisión razonable y bien meditada que adopta la perspectiva del
respeto por la igual dignidad de todos los seres humanos, superando cualquier discriminación que se
encontrase aceptable en el nivel anterior.
Además de progresar en los valores de la justicia, la persona moralmente madura ha de progresar también en
los valores del cuidado. Por tanto, la madurez moral es desarrollar un sentido de la compasión y de la
responsabilidad por quienes necesitan ayuda, empezando por los más cercanos. Si bien es cierto que en el caso
de nuestra protagonista, su padre necesitaba su ayuda porque era la persona más cercana que se encontraba
ante el problema de la acusación por parte de la justicia de crímenes de guerra, no era justo que por el amor de
una hija hacia su padre, un terrible asesino de vidas humanas quedara en libertad y no fuera ajusticiado por
actos que realmente cometió, como si no hubiera hecho nada. Multitud de personas sufrieron las injusticias de
unos hombres que se divertían en una guerra matando y torturando a gente inocente que no era la culpable de
que en el mundo no existieran los valores éticos y morales como el respeto a las vidas humanas y el derecho
3
de la igualdad y solidaridad a toda la gente del mundo, sean pobres o ricos, judíos o cristianos, de raza blanca
o de raza negraetc.
5. ¿QUÉ PODRÍA DECIRSE DE LA FILOSOFÍA MORAL DEL ACUSADO? ¿SE LE PUEDE
CLASIFICAR EN ALGUNA DE LAS TEORÍAS ESTUDIADAS (RELATIVISMO, SUBJETIVISMO,
ESCEPTICISMO, EMOTIVISMO, ÉTICAS DE LA JUSTICIA, ÉTICAS DE LA FELICIDAD, ETC.?
En mi opinión, la actitud del acusado no es propia de una persona con una cierta madurez moral. En principio,
no debía de haber cometido aquellos crímenes de guerra de los que se le acusan en la película, ya que está
demostrando que no respeta los derechos de las personas del respeto, solidaridad e igualdad entre seres
humanos de una sociedad. Todos somos diferentes pero a la vez iguales en el mundo en el que vivimos.
Algunos somos ricos y otros pobres, algunos somos judíos y otros cristianospero todos tenemos el derecho a
la vida, nadie nos puede arrebatar la existencia ya que si alguien nos permitió vivir en este mundo, debemos
aprovechar al máximo esa oportunidad y hacer realidad nuestros sueños e ilusiones en medida de nuestras
propias posibilidades.
Al descubrirse la verdad sobre el acusado por parte de la protagonista de la historia, el padre no muestra
ningún arrepentimiento ni tristeza al saber que toda la verdad puede ser sacada a la luz y él ser condenado a
muerte. Al contrario de esto, muestra una actitud de enfado y de indiferencia ante lo que le cuenta su hija. Su
cara muestra un sentimiento de que lo que realizó años atrás en la 2ª Guerra Mundial lo hizo con un
determinado fin y que en esa acción no había nada de malo, que no importaba si las personas a las que
maltrataba sufrían o no, pues él junto a sus amigos lo pasaba bien viéndolas como las otras personas padecían.
La filosofía moral del acusado se puede englobar en la teoría del emotivismo, según la cual, las afirmaciones
morales sólo pretenden expresar emociones y sentimientos. La maldad o bondad de un acto se percibe por el
sentimiento que experimentamos ante él. El acusado no muestra ninguna actitud de arrepentimiento ante el
acto del que se le acusa ante los tribunales de la justicia americana, por el contrario, se enfada con su hija y
muestra una actitud de indiferencia cuando esta le dice que sabe toda la verdad acerca de su pasado. Además,
en las fotos de los crímenes cometidos que encuentra la protagonista en una caja de música empeñada en
EEUU al finalizar la guerra, se observan que Miska, Tibor y los demás soldados que mataron y torturaron a
tantas personas, disfrutaban viendo cómo aquella gente sufría mientras ellos les atormentaban.
4
Descargar