14 Expansión Miércoles 13 noviembre 2013 Cómo gestionar a un socio capitalista sin perder el control La importancia de un inversor en la puesta en marcha y consolidación de una empresa viene marcada por sus conocimientos y su asesoría. La toma de decisiones debe ser patrimonio de sus creadores. Montse Mateos. Madrid Las opiniones, los conocimientos y la experiencia son bien recibidas por los emprendedores que deciden contar con la ayuda de un socio capitalista que dé un impulso a su start up. Sin embargo, los nuevos empresarios se muestran tajantes cuando se trata de manejar el rumbo de la empresa: “Las decisiones las debe tomar quien de verdad esté involucrado al cien por cien en el negocio. Contar con una opinión externa es muy positivo, pero creo que disponer una u otra estrategia debe ser responsabilidad nuestra”. Quien hace esta afirmación es Damiá Castells, uno de los artífices de Balckpier, una sastrería online que se ha hecho realidad gracias a la aportación de los socios –cuatro en total–, un préstamo Enisa, la aceleradora Mola.com y un business angel privado. Castells considera que la asesoría y la confianza que han depositado éstos dos últimos en el futuro empresarial de su negocio está siendo básica para seguir adelante. “También ha sido clave que nos hayan dado la independencia necesaria para que las cosas funcionen”, apunta. Diversidad Elena Gómez del Pozuelo es presidenta de Adigital –Asociación Española de la Economía Digital– y participa en once start up. Su experiencia le dice que “la aportación económica de un socio capitalista en un negocio es muy importante, aunque no tanto como sus contactos y conocimientos empresariales”. Por este motivo, esta emprendedora señala que “corresponde al emprendedor tener informado al inversor de la marcha del negocio y meterle en el equipo. El respeto mutuo es clave. También resulta imprescindible consultarle cualquier acción que se vaya a lle- La confianza en el empresario es clave para garantizar su independencia en la toma de decisiones EL ACUERDO Escoge aquel inversor que cumpla con tus expectativas en cada fase de desarrollo de tu empresa. Analiza qué te puede aportar y, en todo momento, pon negro sobre blanco hasta dónde llega su implicación en la toma de decisiones. BLACKPIER De izquierda a derecha, Damià Castells, Sergio Luaces y Robert Cabrera, socios junto con Joel Joli de esta sastrería online en la que la aceleradora Mola.com y un ‘business angel’ privado han aportado un capital de 70.000 euros. var cabo. Aunque la toma de decisiones recae en los fundadores, el socio capitalista tiene que notar que su opinión se tienen cuenta y se valora”. Gómez del Pozuelo considera además muy positiva la diversidad en el consejo de administración: “Los conocimientos deben complementarse para obtener una visión global que permita adaptar el negocio a las necesidades del mercado”. Lo que parece definitivo para que la relación entre emprendedor y socio capitalista fluya como el agua es que la mayoría de la acciones estén en manos de los fundadores. Juan Luis Salcedo, creador de Aprendum –marketplace especializado en formación que ADIGITAL Elena Gómez del Pozuelo preside la Asociación Española de la Economía Digital. ofrece cursos en España y Latinoamérica–, explica que “si los inversores te dejan manejar tu negocio y te aportan ideas, el tándem es perfecto. La mayoría entiende de métricas y de tracción del negocio y, a diferencia de sus homólogos británicos o israelíes, son más conservadores y apuestan por modelos de negocio más consolidados”. Faraday Venture Partners y Mola Factory son los inversores capitalistas de Aprendum. Su participación conjunta no llega al 50% del total de la empresa. Víctor Sánchez, fundador de Onbile –plataforma para crear web adaptadas al móvil que cuenta con un business angel entre sus accionistas– Todo por escrito La confianza y la camaradería de los socios puede pasar a segundo término si por medio existen intereses económicos. Elena Gómez del Pozuelo, presidenta de ADigital, recomienda “pactar como enemigos para seguir siendo amigos. Hay que prever todo tipo de situaciones para evitar conflictos. Se debe predecir qué funciones va a tener el consejo y el papel de cada uno de sus miembros. Lo ideal es negociar las condiciones de su incorporación con el nuevo accionista. Por eso es clave la asesoría de un abogado”. Entre los elementos básicos que debe incluir este contrato están las cláusulas de confidencialidad, la de competencias y las opciones sobre acciones. También es conveniente contemplar el ‘tag along’ –derecho de acompañamiento–, que permite a los socios minoritarios vender su parte, si el mayoritario toma la decisión de vender; y el ‘drag along’ –derecho de arrastre–, por el que los accionistas mayoritarios arrastran a los minoritarios, de manera que si deciden salir de la sociedad, se venda el cien por cien. Los socios que se requieren en la fase inicial difieren de los que se necesitan en la consolidación matiza que a la hora de contar con un socio capitalista hay que hacer una valoración: “Además de la cuestión económica se debe tener en cuenta las carencias del negocio que puede cubrir, desde el aspecto financiero al técnico o si está preparado para reforzar la estrategia del producto. Optar por uno u otro inversor está también relacionado con el momento que vive el negocio: no se necesita lo mismo en la fase de lanzamiento que en la de consolidación”. Sánchez advierte de que “existen socios capitalistas que, con un porcentaje muy pequeño, meten el dedo en la llaga si el negocio no marcha, y otros con más participación te dejan hacer”. Y confiesa que en la elección de uno u otro inversor opta por aquel con el que tiene más feeling. Por otra parte, Salcedo destaca que también conviene actuar con cautela en la elección de una aceleradora. Cree que su papel en la creación de empresas es muy valioso, pero que “antes de decidirse por uno de ellos hay que conocer su experiencia real y los mentores que pueden aportar”. El emprendedor debe informar al inversor sobre la marcha del negocio y pedir su consejo Para crecer, pisa el acelerador La aceleradoras no son socios capitalistas al uso. Estas plataformas ofrecen unas prestaciones a las empresas en su fase inicial, como un espacio de trabajo físico, en el que fomentan el ‘networking’ con otras firmas afines, y un programa –de tres a seis meses de duración– que potencia su desarrollo. Su estrategia se basa en validar la idea y modelos de negocio de una forma rápida y con una inversión mínima. Conocerlas te darán algunas pistas antes de decidirte. Samba Health. Experta en proyectos de tecnologías aplicadas a la salud, comenzó a operar a finales de 2012. Es la primera aceleradora en España que actúa en este área y trabaja sobre cuatro pilares: tecnología, mercado, equipo y financiación. Mola. Focaliza sus esfuerzos en empresas tecnológicas en fase semilla. Cuenta con un patrimonio neto de 6 millones de euros y participa aproximadamente en 69 empresas, en las que ha invertido un total de 15 millones de euros en colaboración con otros inversores. Intelectium. Especializada en facilitar el acceso a la financiación y la optimización de modelos de negocio. También busca, selecciona y presenta a firmas de ‘venture capital’ y ‘family offices’ proyectos que previamente ha analizado. ‘Plug and Play’. Centrado en compañías tecnológicas, su programa de aceleración consta de varias sesiones formativas, asesoramiento y, además, el acceso a su red consolidada de inversores, empresas y, lo que ellos denominan “otros jugadores de Silicon Valley y España”. Zarpamos. Experta en proyectos de ‘software’, en el ámbito de Internet, sobre web y apps para móviles. Destaca su grupo de expertos en diseño gráfico, programación, márketing online, desarrollo de contenidos, asesoría legal y estudio de mercado para la internacionalización.