concepto estratégico del jefe de estado mayor de defensa

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STATO MAGGIORE DELLA DIFESA
CONCEPTO ESTRATÉGICO DEL JEFE
DE ESTADO MAYOR DE DEFENSA
1
ÍNDICE
1.
INTRODUCCIÓN
Premisa
Propósito
Objetivos
2.
CUADRO DE REFERENCIA
Tareas y Misiones de las Fuerzas Armadas
Consideraciones estratégicas generales
Áreas de interés
Implicaciones Militares
3.
OPERACIONES FUTURAS, LAS FUERZAS, LOS CONCEPTOS DE EMPLEO Y LAS
CAPACIDADES
Las Operaciones
Las Fuerzas
Los conceptos de empleo/uso
Las Capacidades
4.
LA TRANSFORMACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS (FAS)
Generalidades
Objetivos continuos
Objetivos a largo plazo
Objetivos a breve y medio plazo
ANEXOS
-
Anexo 1: Capacidades Operativas Fundamentales y Requisitos Generales
2
1. INTRODUCCIÓN
PREMISA
La misión esencial/fundamental de las Fuerzas Armadas (FAS) es la defensa del Estado
y la salvaguarda de las instituciones públicas de cada posible amenaza. Sin embargo, la
naturaleza de tal misión, significativamente cambiada en el curso de los últimos años,
continuará siendo caracterizada por un elevado dinamismo, desconocido en la época de
la "Guerra Fría", en relación a la evolución del escenario internacional. La amenaza
global del terrorismo, el potencial empleo de armas de destrucción masiva, la
inestabilidad regional y el posible riesgo de los intereses vitales nacionales, también
fuera del territorio del Estado, constituyen los grandes desafíos/retos de la seguridad en
el siglo 21°.
Para enfrentar esta dinámica se impone un proceso continuo de adaptación de las
fuerzas, de la doctrina y de las capacidades expresables de las FAS, en estrecha
coherencia con los procesos análogos puestos en marcha en el ámbito de OTAN y UE y
de las Naciones con las que Italia mantiene lazos mas estrechos de colaboración, para
poder responder a desafíos futuros sin interrupción y de modo inmediato y eficaz.
La tipología y la imprevisibilidad de amenazas futuras, ante todo la terrorista y aquellas
ligadas a "failing states", requieren el desarrollo de una capacidad de prevención y—de
ser necesario—de intervención eficaz e inmediata, aún a grandes distancias de la
madre patria. Es decir que, a diferencia con el pasado, la contribución militar a la
seguridad nacional no puede basarse exclusivamente sobre la capacidad de vigilancia y
defensa estática de las áreas metropolitanas ("Homeland Defense"), sino debe
desarrollar medios adecuados de enfrentar dinámicamente la amenaza donde esta se
fomente, si y cuando así se ordene.
Los requisitos claves para esta nueva capacidad se basan sobre una estructura sólida,
fuertemente integrada de mando e información, sobre una elevada rapidez de
intervención al más nivel de menos intensidad posible, con decisiva precisión de acción
y plena superioridad operativa y tecnológica sobre el posible adversario. En resumen,
se necesitan Fuerzas Armadas de estructura "net céntrica" donde se combinan
elevadas capacidades de vigilancia, mando y control con la pronta disponibilidad de
fuerzas flexibles y sustancialmente “expeditionary”, adiestradas y culturalmente
preparadas, listas a operar conjuntamente según doctrinas de empleo “effect-based.”
Prepararse par tal desafío requiere una visión clara e innovativa, con proyección hacia
la próxima década, que guíe la transformación de la estructura, de las capacidades y de
los conceptos de empleo de las fuerzas, con pragmatismo y coherencia.
PROPÓSITO
El propósito de este documento es proveer una visión estratégica del contexto de
seguridad militar, de definir los elementos de referencia conceptual que conducirán el
proceso de continua transformación del Fuerzas Armadas y de indicar/identificar, en fin,
los objetivos generales de lograr a breve, medio y largo plazo.
OBJETIVOS
Dentro del cuadro de un estrecho enlace con los procesos de transformación en curso
en el ámbito OTAN y UE, los objetivos que se intenta lograr son:
-
definir la tipología de las operaciones, los conceptos de empleo, las capacidades y
la estructura de las Fuerzas de que la Nación deberá dotarse para absolver con
éxito las misiones/tareas asignadas en los próximos 15 años;
3
-
proveer una base conceptual sólida para guiar el proceso de planificación general y
las decisiones de acuerdo a las inversiones para la modernización y la renovación
de las FAS;
-
sostener el proceso de transformación del Mecanismo, indicando las prioridades
claves para el desarrollo de la estructura de las Fuerzas, de los conceptos de
empleo y las capacidades correlativas, ante a los previsibles recursos humanos,
financieros y legislativos que la Nación considere proporcionar para tal proceso;
-
proveer un cuadro de referencia para desarrollar nuevos conceptos y capacidad
dentro del cual se enfoquen las actividades de investigación y desarrollo;
-
sustentar el desarrollo de una cultura militar coherente y común, sea a través del
trabajo en el ambiente de fuerzas conjuntas y multinacionales, sea estimulando el
debate al externo e interno de las Fuerzas Armadas con particular "focus" sobre la
transformación actual y futura.
2. CUADRO DE REFERENCIA
DEBERES Y MISIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS
Quedan inalterables los deberes de las Fuerzas Armadas establecidas por el cuadro
legislativo nacional y las misiones indicadas en las Normas Ministeriales, indicadas a
continuación en orden de importancia estratégica, que no refleja necesariamente la
probabilidad de que ocurran:
-
defensa de los intereses vitales del País contra cada posible agresión, para proteger
la integridad del territorio nacional-entendido como plataforma terrestre, aguas
territoriales y espacio aéreo-la seguridad e integridad de las vías de comunicación,
la seguridad de las superficies de soberanía nacional y los compatriotas en el
extranjero, en todo sitio donde sea se encuentren amenazados;
-
protección de los espacios euro-atlánticos, en el cuadro de los intereses estratégicos
e/o vitales del País, por medio de la defensa colectiva del OTAN;
-
contribución a la gestión de las crisis internacionales, a través de la participación en
operaciones de prevención y gestión de las crisis, para garantizar la paz, seguridad,
estabilidad y el derecho internacional, además de la afirmación de los derechos
fundamentales del hombre, en el espíritu e la Carta de las Naciones Unidas, en el
ámbito de organizaciones internacionales – ante todo la OTAN, la UE y la ONU – e/o
de acuerdos bi y multilaterales, con particular consideración a la capacidad
autónoma europea de gestionar las crisis;
-
asistencia para la protección instituciones y desarrollo de tareas específicas en
circunstancias de desastre público y en otros casos de extraordinaria necesidad y
urgencia.
La misma Norma Ministerial indica, como común denominador para las cuatro misiones
delineadas, la exigencia prioritaria de extender la acción de las FAS los más recientes
tipos de conflicto asimétrico, en particular en la lucha contra el terrorismo internacional y
la proliferación de las armas de destrucción masiva.
En el plan conceptual, las cuatro misiones no deben ser consideradas separadamente,
sino hay que considerarlas desde un punto de vista integral, en cuánto contribuyen
sinergicamente para garantizar la seguridad y la defensa del Estado. Pues, la
planificación y preparación de las FAS tendrán que ser desarrolladas con visión unitaria
4
y responder a criterios de flexibilidad para permitir un eficaz empleo de las FAS cuando
sea necesario.
CONSIDERACIONES ESTRATÉGICAS GENERALES
La evaluación del contexto general de seguridad no puede prescindir de la constatación
que, en el futuro, persistirá un notable nivel de incertidumbre sobre las potenciales
amenazas militares y la manera en que se podrían manifestar amenazas y ataques a la
seguridad nacional también por actores no militares.
Los recientes episodios de terrorismo internacional, a través del uso, de hecho bélico,
también de medios no militares, han demostrado que es posible esperar cambios
rápidos e imprevistos en los riesgos a contrarrestar. Si a esto se suma que las nuevas
tecnologías pueden revolucionar las reglas de la competición política, económica y
militar y que existen otros potenciales factores de desestabilización, ligados a
fenómenos de tipología político social – tales como la inmigración o el tráfico ilegal – es
evidente que la tipología de los posibles conflictos y amenazas sea destinado a sufrir
cambios relevantes e imprevisibles. Tales cambios significan ajustes importantes a la
tipología de las fuerzas y las doctrinas de empleo, sobre todo en términos de flexibilidad
y diferenciada capacidad de reacción, adecuada a los objetivos a lograr.
Los aspectos relacionados a la seguridad y defensa nacional están, además, siempre
más íntimamente ligados y esa estrecha conexión constituye uno de los factores de
innovación que mayormente condicionan la elección de la definición de las FAS.
Si bien es posible afirmar, con un adecuado nivel de confianza, que no existe en un
futuro próximo una plausible amenaza de tipo tradicional a la integridad territorial de la
Nación, el contexto geopolítico internacional en rapidísima evolución no permite
descuidar la posibilidad de insurgencia de cualquier forma de amenaza dirigida al
territorio nacional o de compromiso de intereses vitales, asimismo más allá de los
límites.
En particular, los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001 y el 11 de marzo de
2004 han demostrado que ningún estado se puede considerar libre de un posible
ataque dirigido a su población, al territorio o a sus infraestructuras. Además, un número
siempre mayor de estados está adquiriendo – o, potencialmente, está en condiciones de
adquirir--capacidad de conducir ataques misilísticos de tipo convencional o con misiles
dotados de cabezas NBCR.
El OTAN garantiza un elevado nivel de estabilidad y seguridad en Europa, pero en otras
áreas, aún limítrofes, existen condiciones de inestabilidad política y social
potencialmente en grado de determinar situaciones de crisis y amenaza contra intereses
nacionales específico, o bien de arriesgar los equilibrios estratégicos regionales. Italia,
en particular, continuará dependiendo en el próximo futuro, de los recursos energéticos
provenientes del Golfo Pérsico y del África septentrional, áreas caracterizadas por
particular inestabilidad y de las cuales diversas naciones, paralelamente a un continuo
incremento de las fuerzas convencionales, desarrollan o ambicionan desarrollar armas
de destrucción masiva y capacidad balística misilística. Algunos de estos países,
además, no intervienen decisivamente para contrarrestar las organizaciones terroristas
internacionales.
La ausencia, en muchos países dentro de las áreas de interés estratégico, de
estructuras democráticas consolidadas puede originar un terreno fértil para reforzar
organizaciones criminales o terroristas internacionales y el desarrollo de actividades
ilícitas, tales como el tráfico de drogas, de armas y de clandestinos. La incapacidad de
algunos Estados de impedir o prevenir la utilización del propio territorio, de los mismos
recursos económicos y estructuras sociales de parte de organizaciones terroristas o
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criminales – o aún más, el encubrimiento, apoyo y protección ofrecidas a tales
organizaciones mediante la participación directa de las mismas fuerzas militares,
servicios secretos o aparatos institucionales presenta una seria amenaza a la
estabilidad internacional y a la paz en general.
Finalmente, va considerada la mayor complejidad de los factores y las relaciones de
causa/efecto que determinan una crisis, lo que torna difícil prever con suficiente
anticipación la insurgencia de situaciones de conflicto. La complejidad de las relaciones
internacionales, acrecentada notablemente en los últimos años con el proceso
progresivo de globalización de las economías y con el incremento de la interacción
cultural, de hecho, hace muy difícil el análisis de los acontecimientos y la consiguiente
identificación precisa de las posibles situaciones de crisis. Aún más difícil es su
“aislamiento geográfico" en áreas claramente circunscribibles. Igualmente compleja es
la determinación de los efectos derivados directa o indirectamente sobre los intereses
nacionales y de las alianzas de las que Italia es parte.
ÁREAS DE INTERÉS NACIONAL
Las áreas de "interés nacional" son aquellas zonas geográficas en las cuales y verso las
cuales es posible que la autoridad Política decida emprender iniciativas, también de
carácter militar, para salvaguardar los intereses del país, eventualmente también en el
ámbito de las organizaciones internacionales de las cuales forma parte.
Tales áreas representan un factor condicionante para la planificación de las fuerzas y la
determinación de las capacidades de la estructura de las FAS. Estas se subdividen en:
-
áreas de "Interés Estratégico" que, en el momento, comprenden el territorio nacional
y las áreas contiguas, el área del Tratado Atlántico, el área de la Unión Europea, los
Balcanes, la Europa Oriental, el área caucásica, el África Septentrional y el Cuerno
de África, el próximo y medio Oriente y el Golfo Pérsico. Se trata de áreas en las
que es más probable que se pueda desarrollar una acción de la Autoridad Política
orientada a salvaguardar los intereses vitales y/o estratégicos del País (Anexo 1);
-
"otras Áreas" o bien zonas geográficas en las cuales la Autoridad Política puede
decidir intervenir expresando una voluntad contingente. Entre éstas aparece
principalmente previsible una posibilidad de intervención para operaciones que
gestionen crisis, de baja y media intensidad o de carácter humanitario, en el área del
Continente africano.
La "Visión Estratégica" del OTAN y la unión europea, ambas caracterizadas por un
proceso progresivo de ampliación con significantes repercusiones sobre el orden
geoestratégico del continente europeo, no definen más confines o delimitaciones
geográficas de una eventual intervención. Ello no significa que la OTAN y la UE estén
listas para intervenir en cualquier parte del mundo, sino que serán la situación
estratégica precisa, las evaluaciones y el consenso político del momento a determinar, a
su vez, el radio de acción.
IMPLICACIONES MILITARES
En respuesta a los desafíos del nuevo contexto estratégico, las FAS tienen que adoptar
un criterio holístico (global, integrado, interdisciplinario) destinado a desarrollar, en
ámbitos multidisciplinares, conjuntos y multinacionales, capacidades operativas
fuertemente sinérgicas idóneas a ejecutar un espectro amplio de misiones, que abarcan
de las operaciones humanitarias, a la prevención y a gestión de crisis, y conflictos de
alta intensidad. Las Fuerzas Armadas nacionales obrarán predominantemente en
contextos multilaterales y en estrecha cooperación y coordinación con organizaciones
internacionales, nacionales y no-gubernativas. Las operaciones militares futuras, por lo
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tanto, serán cada vez más estrechamente conexas a otras iniciativas de naturaleza
política, diplomática, económica, social, legal e informativa, que requerirán ser
ejecutadas de modo sensato, coordinado y cooperativo.
La acción militar tiene que entenderse, por lo tanto, un elemento importante de un
amplio arco de intervenciones a nivel nacional e internacional, en un contexto
interdisciplinario dentro del cual el componente militar tiene que estar capaz de unirse
de modo flexible y sin interrupción, también para otorgar, con capacidades calificadas y
posibilidades operativas diversas, el marco de seguridad necesario, la credibilidad y
disuasión indispensables a favor de los otros componentes.
Algunas operaciones de gestión de crisis y soporte de paz, requieren un conjunto de
capacidades operativas análogas a las necesarias para un conflicto a alta intensidad.
Sin embargo, no hay que excluir la posibilidad que se conduzcan operaciones en un
contexto multilateral o de Alianza, en parte o predominantemente, a alta intensidad por
protección de intereses vitales o estratégicos. Asimismo no puede ser excluido a priori,
en tiempos a más largo plazo, que surjan amenazas de tipo militar tradicional contra el
territorio nacional o las Alianzas. Por tales razones, aunque la respuesta a las
amenazas de naturaleza asimétrica, la gestión de las crisis y las actividades de
estabilización post conflictivo podrán constituir las formas más recurrentes de
intervención, las FAS tienen que mantener la capacidad de conducir, en el ámbito de
aparatos de coalición, operaciones a alta intensidad con fuerzas idóneas a contrarrestar
también amenazas cuantitativamente y cualitativamente significativas.
La gestión de “información" - no sólo en la más manera más tradicional de colección,
análisis y distribución "intelligence", pero también la capacidad de sacar provecho, en el
ámbito de una estructura fuertemente interconectada, el conjunto de datos disponibles
para enfocar, de modo innovativo y sinérgico, la acción militar sobre los objetivos a
lograr – constituirá un elemento crítico para anticipar, prevenir o contener las amenazas
futuras. Tal criticidad requiere incrementar y asegurar en tiempo el nivel de integración
de las capacidades nacionales con aquellas aliadas, además de conseguir la mayor
eficiencia y velocidad del proceso decisorio.
Las futuras misiones requieren fuerzas entrenadas para ser rápidamente configurables
por sus diferentes tipologías, proyectables, móviles, sostenibles a través del tiempo,
sumamente interoperables y flexibles. Es decir, capaces de eficazmente contrarrestar
también estrategias y capacidades operativas imprevisibles y distintas de posibles
adversarios.
3. OPERACIONES FUTURAS, LAS FUERZAS, LOS CONCEPTOS DE EMPLEO Y LAS
CAPACIDADES
LAS OPERACIONES
Las operaciones futuras tienden a ser más complejas y multidimensionales y requieren
una fuerte capacidad de adaptación al mutarse los escenarios operativos, desde los a
más alta intensidad hasta los de estabilización post conflictivos y para el mantenimiento
de la paz.
Los desafíos que las FAS tendrán que afrontar requieren, ante todo, un aproche
innovador a los conceptos tradicionales del empleo de las Fuerzas. La planificación y la
guía de las operaciones futuras exigen aún más una orientación "joint" y "combined."
Por lo tanto, no solo requiere ello una mayor coordinación e integración entre todos los
componentes del Fuerzas Armadas nacional, sino también una siempre mayor
interoperabilidad con las Fuerzas Aliadas.
7
Además de tal peculiar capacidad de acción, las fuerzas tendrán que estar listas para
introducirse con rapidez, eficacia y en forma continua en escenarios complejos,
caracterizados por la coexistencia de actores, organizaciones y realidades civiles y
militares multinacionales y diversas.
La capacidad de recoger, administrar y compartir la información adquirida, a través de
un sistema C4I robusto de carácter net-céntrico, hará posible la transformación de las
estructuras organizativas de las unidades, de las formaciones y de los Mandos para
rendirlas más idóneas a enfrentar las operaciones futuras.
Uno de los elementos claves de éxito se basa, por lo tanto, sobre completa explotación
de las oportunidades que pueden ofrecer tecnologías emergentes, como multiplicadores
de fuerzas y medios para la veloz reconfiguración de las disposiciones, para mantener
una clara ventaja tecnológica y operativa capaz de producir el efecto deseado en el
momento requerido.
Para cumplir las misiones asignadas, las FAS tienen que estar preparadas a conducir
operaciones capaces de prevenir y contrarrestar una amenaza militar improvista pero
previsiblemente de limitada importancia contra el territorio nacional, aún siendo de
naturaleza terrorista. Es necesario por lo tanto contar con capacidad de presencia y
vigilancia, adecuadamente acompañada de capacidad de reacción inmediata y flexible,
aún a distancia, de cualquier forma ligada al deber constitucional de defensa de la
Patria. Se incluyen en este contexto las actividades más específicas relacionadas a la
así llamada "Homeland Security" que postulan un elevado nivel de integración e
interdisciplina sea a nivel nacional que al multinacional (vigilancia y protección de áreas
y objetivos sensibles, control/represión de tráfico ilegal, antiterrorismo y contra
terrorismo, contención de la proliferación de armas de destrucción masiva, etcétera).
A eso se suman la contribución, previstas por normas legales, puesta a disposición de
las entes públicas nacionales responsables de las áreas sujetas a la soberanía
nacional, relativas a la salvaguardia de las instituciones públicas, en caso de calamidad
pública o aquellas relacionadas a la utilidad pública, atribuibles la así llamada "Función
Externa", o sea a la contribución militar a la comunidad civil.
Fuera del territorio nacional, sea para tutelar los intereses nacionales o sea dentro del
contexto de coaliciones o alianzas, las FAS deberán estar en condición de desempeñar
diversas obligaciones relacionados a las operaciones de sostén de la acción
diplomática, gestión de crisis o post-conflictivas de baja o mediana intensidad a nivel
global, previendo además la disponibilidad de un contingente de fuerzas de respuesta
inmediata y con adecuada capacidad "combat" para operaciones más breves e
intensas, desde las fases iniciales de eventuales crisis. En el primer caso, el énfasis
será puesto en medida menor sobre las capacidad más específica de "combat" y en
mayor medida sobre las de "combat support", "combat service support" y, además,
sobre la disponibilidad de estructuras adecuadas de mando para sostener la gestión de
operaciones de larga duración a nivel multinacional. Por el contrario, en el segundo
caso, el énfasis deberá ser puesto en la constitución de paquetes completos de
capacidad, de dimensiones limitadas, con niveles elevados de prontitud y operatividad,
en grado de conducir operaciones multinacionales de proyección de "early effect" y alta
intensidad, en un contexto C4-ISTAR particularmente complejo y articulado.
LAS FUERZAS Y EL PERSONAL
Las fuerzas futuras tendrán que ser proyectadas de naturaleza ágiles, "joint" y
"expeditionary", idóneos de operar en contextos "net-céntricos" en todo el espectro de
los conflictos, rápidamente desplegables y sostenibles a través del tiempo mismo a
grandes distancias de la madre patria. El "core" de tales fuerzas tendrá que poseer un
nivel tecnológico de excelencia, en el ámbito de un alto nivel general de calidad de las
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FAS. La estructura de las fuerzas deberá, además, poseer una flexibilidad intrínseca (o
más bien, la habilidad de adaptarse rápidamente al cambiarse las circunstancias) y una
caracterización capacitiva derivante de la peculiaridad de los presumibles escenarios de
empleo.
Para sostener tales fuerzas es necesario contar con un conjunto de Oficiales,
Suboficiales y Personal de Tropa sumamente motivados, de adecuado nivel cultural,
formados y entrenados continuamente en ámbito nacional o internacional. Al personal
militar se aúna el personal civil de la Defensa que tendrá que adquirir capacidades
nuevas y más articuladas, participando activamente en los ciclos formativos e
integrándose sinergicamente con el personal militar.
Finalmente, no tendrá que ser descuidada la necesidad de encontrar un nuevo sistema
de compleción de las fuerzas, con particular énfasis a las así llamadas reservas,
capaces de reemplazar la existente basado sobre el reclutamiento, llegada a su
suspensión justo a partir del 2005.
LOS CONCEPTOS DE EMPLEO
En el desarrollo de los nuevos conceptos de empleo se deben tener en consideración
múltiples vínculos y factores condicionantes, pero se deberá priorizar el enfoque y la
valorización de la capacidad de generar "resultados" o los "efectos" esenciales para
lograr los objetivos. Por tal razón, el Fuerzas Armadas tendrá que predisponerse
doctrinalmente, procesalmente y tecnológicamente, en la conducción de las
operaciones, la utilización integral de todos los medios disponibles, a fin de favorecer el
logro de efectos inmediatos funcionales al obtenimiento de los resultados deseados,
EBO: "Effect Based Operations".
El desarrollo de operaciones "effect-based" tiene como fin la obtención de un objetivo
estratégico preciso mediante la realización de diversas actividades durante todas las
fases posibles de una operación (pre-crisis) "combat", post-conflictivo, etcétera. En cada
fase, el logro de los efectos requeridos precisará de la identificación de los puntos
vulnerables más importantes del adversarios y el uso de los instrumentos más idóneos
contra la amenaza, que podrían ser también no militares. En substancia, las
operaciones futuras serán enfocadas más hacia los resultados que se desean obtener
que sobre los sistemas y medios disponibles para conseguirlos y la doctrina "netcéntrica" representará el vehículo conductor de esta nueva formulación conceptual. La
interconexión en red de sensores, elementos planificadores, decisorios y actuadores
permitirá el concentrar los efectos, más que las fuerzas, en un "continuum" espacio
temporal que permitirá conseguir los mismos resultados con estructuras dispersas por
ende menos vulnerables y logísticamente menos complejas. Dentro de esta lógica, por
ejemplo, por las situaciones más de "combat" el énfasis no será más sobre la cantidad,
sino sobre la "calidad" e "idoneidad" de las fuerzas para lograr una clara superioridad a
travéz la aplicación en ámbito "joint" y "combined" de conocimiento, velocidad, precisión
y eficacia en la actuación.
En el ámbito de situaciones post-conflictivas, en cambio, una más sobresaliente aptitud
de las fuerzas a compenetrarse en el tejido social de las áreas de crisis junto con las
instituciones locales y con las organizaciones gubernativas internacionales y no,
producirá ciertamente un efecto positivo hacia objetivos de estabilización.
LAS CAPACIDADES
Las FAS deben por lo tanto demostrar capacidades operativas precisas cualitativamente
comparables con aquellas de los mayores Países aliados, también aceptando niveles
cuantitativos más contenidos. Entre estas capacidades, asumen relevancia particular
aquellas consideradas "fundamentales" y prioritarias para llevar a cabo el espectro
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entero de las misiones confiadas a las FAS y para garantizar, a la vez, la más amplia
flexibilidad de empleo.
Las Capacidades Operativas Fundamentales son: el C4-ISTAR, el despliegue y la
movilidad – o sea la rapidez de intervención y acción – la precisión y la eficacia de
acción, la supervivencia y la protección de las fuerzas, el apoyo logístico y general.
Estas representan las capacidades reales y propias habilitantes de referencia para el
desarrollo de las FAS y el logro de los objetivos del proceso de transformación
encaminados.
A tales capacidades habilitantes, se adosan tres Requisitos Generales aplicables a
todas las Fuerzas y funcionales al pleno logro de la propia capacidad operativa. Ellos
son: la rápida disponibilidad de las fuerzas, la integración entre ellas y la
interoperabilidad multinacional, y la interdisciplinariedad (Anexo 2).
La conducta de operaciones "effect based" en adherencia a los susodichos conceptos,
sin embargo, requiere precisar mejor las líneas de dirección según las cuales, estas
capacidades operativas deberán, en armonía con nuestros aliados, ser perseguidas, o
bien los efectos estratégicos que el logro de tales capacidades deberá garantizar, y
precisamente:
-
la superioridad de decisión, o sea aquella condición en la que las decisiones son
tomadas, sobre la base de mejor información, más velozmente que lo que el
adversario pueda reaccionar permitiendo, a nivel de componente, conjunto e/o de
coalición, una más consciente y eficaz gestión de las situaciones de crisis y las
operaciones;
-
la capacidad de operar eficazmente, o sea la condición en la que todos los
componente están en grado de integrar, a nivel nacional y a multinacional, sus
respectivas capacidades para el logro coherente de los resultados operativos
deseados;
-
despliegue y apoyo, o sea la condición en la cual el Fuerzas Armadas puede
desplegar, emplear y sostener en un Teatro, cuando y como requeridos y en un
contexto "Joint" y "Combined", fuerzas de la calidad adecuada justa para cumplir la
misión asignada.
4. LA TRANSFORMACIÓN DE LAS FAS
DATOS PERSONALES
La evolución de las FAS nacionales ha logrado varios objetivos importantes durante los
últimos años, tales como la completa profesionalización de las fuerzas, la reforma de los
Vértices militares, la centralización de la dirección de operaciones y la unificación de la
inteligencia técnico-militar. La aparición de los nuevos riesgos y amenazas y la
evolución de las políticas de seguridad y defensa del OTAN y la UE, solicitan sin
embargo, una ulterior, continua transformación de las FAS y los conceptos de empleo
con el fin de estar listo para operar exitosamente dentro de los contextos operativos ya
delineados.
El proceso de transformación que deseo perseguir tiene que necesariamente
desarrollarse en estrecha correlación al esfuerzo tan oneroso al cual es llamado, día
tras día, a afrontar para la guía de las operaciones reales de las FAS. Dentro de este
cuadro, el empeño militar nacional tendrá que ser valorado constantemente para
hacerlo coherente con las exigencias efectivas y la transformación de las situaciones.
La programación y el desarrollo de la transformación no deben incidir negativamente en
las capacidades operativas existentes, pero deben contribuir a incrementarlas mediante
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una integración continua y progresiva de las nuevas capacidades adquiridas con
aquellas existentes ("operating while transforming").
Eso requiere una obra de revisión progresiva de la estructura actual de las fuerzas, de
perseguirse gradualmente y con una proyección definida. En tal ámbito, la integración
entre fuerzas constituye el meollo del proceso de transformación de nuestras Fuerzas
Armadas: el objetivo es aumentar substancialmente el grado de aptitud global a través
de la integración sinérgica de las especificidades operativas de los cuatro componentes,
desarrollando contemporáneamente una siempre mayor interoperabilidad con las
Fuerzas Armadas de los otros Países del OTAN y de la UE. Tal proceso tiene que ser
sustentado de un gran empeño en el desarrollo de los conceptos y las capacidades
"net-céntricas" que constituyen un multiplicador excepcional de fuerzas, y representan
prerrequisito de la interoperabilidad multinacional y de la individualización de nuevos y
más eficaces conceptos de uso operativo.
OBJETIVOS CONTINUOS
Los objetivos continuos de este proceso permanente de "transformación" son:
-
la operatividad de las FAS, que debe ser garantizada durante el proceso;
-
la integración entre fuerzas;
-
el interoperabilidad
multinacionales;
-
la connotación "expeditionary" o bien la capacidad intrínseca de proyectarse y
operar con continuidad en Teatros externos y lejanos;
-
las capacidades "net-céntricas" y la capacidad de innovar continuamente las
doctrinas y conceptos de empleo de las Fuerzas sobre la base de las nuevas
posibilidades ofrecidas por la tecnología.
o
bien
la
capacidad
de
integrarse
en
despliegues
En este cuadro, la acción de los Comandantes a todo nivel tendrá que ser dirigida
prioritariamente a lograr:
-
la continua y plena operatividad de las FAS o sea cohesión y preparación del
personal de acuerdo a la eficacia de las capacidades disponibles, factores que
producen el resultado real de la acción;
-
la plena realización y la constante verificación, también a través de un específico
entrenamiento, del proceso de integración entre fuerzas y de precisa
interoperabilidad multinacional;
-
la realización de un proceso de innovación permanente, capaz de crear y mantener
paquetes de capacidad de elevada calidad en términos de movilidad, C4-ISTAR,
protección, supervivencia, precisión de acción y apoyo logístico. Tales paquetes
tendrán que poder obrar en contextos multinacionales particularmente avanzados,
tal como el OTAN "Response Force" (NRF) fuertemente orientado hacia las nuevas
doctrinas de empleo (EBO) y la correspondiente tecnología de apoyo, NEC.
OBJETIVOS A LARGO PLAZO
El objetivo de largo término es la realización de unas FAS de calidad y capacidades
operativas conformes a las exigencias del contexto de seguridad, equilibrado en sus
componentes y pecuniariamente sostenible. Tal objetivo tiene que ser logrado
combinando con una constante y creativa producción de pensamiento con líneas de
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acción coherentes con el fin de anticipar las exigencias que serán requeridas, antes que
seguir las necesidades contingentes.
En la realización práctica del proceso de transformación, necesariamente de mediolargo plazo, quiero actuar de modo progresivo sobre las tres dimensiones
características de las FAS: cantidad, calidad y capacidad.
El punto de referencia para la dimensión cuantitativa esta constituido por el modelo
profesional a 190.000 que logrará un correcto balance de sus componentes – Oficiales,
Suboficiales y Tropas – sólo a largo plazo. Es una dimensión proporcionada al nivel de
ambición de un País que quiere mantener un papel destacado en el contexto
internacional. El desarrollo de tal referencia configura sin embargo un sustancial,
progresivo incremento de los costos relacionados al personal y a las obras de
infraestructura y logísticas de apoyo necesario. Este aspecto tendrá que ser objeto de
constante atención, ya que, en función de los recursos disponibles, tal nivel cuantitativo
podría resultar incoherente con las otras dos dimensiones que quiero prioritariamente
obtener: calidad y capacidad.
Las FAS, llamadas a obrar en los contextos multinacionales ya delineados puede
expresar concretas capacidades operativas ("usability"), sólo si puede disponer de
medios y sistemas de calidad comparables con aquellos requeridos de los otros Países
de la alianza. La incapacidad de alcanzar tal objetivo cualitativo implicaría la
imposibilidad de desarrollar un papel destacado dentro de coaliciones e/o alianzas,
relegando las Fuerzas Armadas nacionales a un papel secundario.
Para lograr este objetivo, aquel de la calidad, que considero fundamental y prioritario,
además de valorar con atención los aspectos cuantitativos del Mecanismo, se tendrán
que estudiar, dentro de lo posible, otras racionalizaciones y sinergias de las áreas de
apoyo a las fuerzas operativas y de las estructuras territoriales.
La dimensión capacitiva requiere la inmediata disponibilidad de un conjunto de fuerzas
de diferenciada tipología operativa y distinta rapidez, de donde derivar "paquetes"
completos y homogéneos, de elevado nivel cualitativo, de emplear para exigencias
nacionales o poner a disposición como contribución a operaciones de la coalición. La
dimensión capacitiva, sin embargo, no es limitada solo a la adquisición de medios
específicos o sistemas, sino implica también la doctrina, el entrenamiento, el
mantenimiento a través del tiempo de las capacidades, el liderazgo de los
Comandantes, etcétera, so pena de una reducida capacidad efectiva del Fuerzas
Armadas en presencia de consistentes inversiones. En tal sector, quiero encaminar un
proceso de armonización y racionalización para maximizar la rendición de aquellas
áreas de capacidad, comunes o peculiares al componente, de mayor valor para todo el
Mecanismo. Contextualmente, entiendo identificar otros sectores de capacidad para
configurar, tales como aquellas áreas de excelencia nacional, de rendir disponibles en el
ámbito del proceso de la organización de coaliciones multinacionales.
Fuertemente conexo a la dimensión capacitiva y elemento principal de referencia de
perseguir en el proceso de transformación de las FAS es, además, el concepto de
"utilidad" de las fuerzas, entendiendo por esto la capacidad de utilizar efectivamente, en
los modos y en los tiempos requeridos, los varios paquetes de fuerzas predispuestas,
en su totalidad y sin fallas que puedan comprometer su empleo.
Tales acciones, junto a una correcta identificación y a un coherente balance de las
"áreas de excelencia" y el "nivel" de ambición nacional, son la llave del momento para el
desarrollo de unas FAS confiables y sostenibles en el tiempo, frente a los recursos
concretamente supuestos hipotéticos.
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El proceso de transformación de las FAS solicitará de actuar al mismo tiempo sobre
todas las tres "palancas" anteriormente ilustradas, mediante una calibrada redirección
de los recursos. En la consiguiente predisposición de la planificación integrada de largo
término entiendo, por tanto, dar prioridad a las capacidades:
-
integradas de Mando, Control, Comunicación, Inteligencia, Vigilancia, Adquisición de
los Objetivos y Reconocimiento, el asi llamado C4-ISTAR que constituye el "core" de
cualquier sistema net-céntrico;
-
fuerza conjunta "expeditionary", basada sobre la contribución sinérgica e integrada
de los cuatro componentes, persiguiendo el balance entre un alícuota de fuerzas de
mayor rapidez y con más extremas capacidades de "combat" y una optimizada para
operaciones de sustentación de segundo tiempo o de menor intensidad. Las fuerzas
proyectadas, en particular, deberán disponer de elevada capacidad de protección y
eficaz inserción en el sistema net-céntrico;
-
de vigilancia y defensa de los espacios nacionales, adecuándolas a los nuevos
riesgos y a las nuevas amenazas, entre ellas "en primis" aquellas del terrorismo, las
armas de destrucción masiva y los correspondientes vectores de transporte.
En resumen, la planificación a largo plazo tendrá que ser orientada sobre una reducción
calibrada de la dimensión cuantitativa de la estructura de las fuerzas, un marcado
incremento de la dimensión cualitativa y la optimización de la dimensión de
capacitación, enfatizándola eficiente utilización de las FAS (“usability”).
OBJETIVOS A BREVE Y MEDIANO PLAZO
Se trata de objetivos descendientes de la reciente Norma Ministerial, coherentes con el
proceso de transformación ilustrado, que se colocan en continuidad a las acciones ya
encaminadas.
En particular, por lo que se refiere al sector de mando y control:
-
el inicio de la realización de un sistema de fuerzas conjuntas de vigilancia y mando,
JSCS-“Joint Surveillance and Command System", en clave "net-céntrica" y
perfectamente interoperable sobre el plan multinacional, con el objetivo de realizar
una mejor capacidad nacional de prevención y gestión de las crisis en las áreas de
interés estratégico;
-
la consecución de la plena operatividad del COI también "Operation Headquarter"
europeo y de una interacción "net-céntrica" más sinérgica con los Mandos y Centros
Operativos de las Fuerza Armadas. Se tendrá que paralelamente perseguir la
capacidad "Joint Force Command", JFC, proyectable, de lograr, en primer lugar,
mediante de la evolución de capacitación de los Mandos de los componentes
existentes.
Por cuánto concierne al sector de la planificación de las fuerzas, la prioridad se dará:
-
a lograr mejores capacidades en el sector de la movilidad estratégica (aérea y
marítima);
-
a la potenciación de las Fuerzas Especiales, incrementándoles la consistencia y
obteniendo la plena operatividad del Mandos de las Fuerzas Conjuntas para las
Operaciones de las Fuerzas Especiales (COFS);
-
a la mejoría del orden "expeditionary" de los Departamentos de las Fuerzas
Armadas, en particular de aquellos con características de de proyección más
marcadas;
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-
a la disponibilidad por los NRF de estructuras de mando y fuerzas capaces de
operar segun la evolución doctrinal del OTAN, con particular énfasis al "Combat
Support" y al "Combat Service Support", a la capacidad de proyección y
sostenibilidad de las fuerzas;
-
a la concretización de la contribución nacional a las fuerzas de respuesta rápida
europea ("EU Military Rapid Response Concept");
-
a fomentar en sentido de fuerzas conjuntas de la capacidad de proyección anfibia;
-
a la valorización de las potencialidades de la “Multinational Specialized Units”
(Unidades Multinacionales Especializadas), de las capacidades de interacción civilmilitar de las unidades COCIM (Cooperación Civil Militar) de encuesta y defensa
NRBC (nuclear, radiológico, biológico y químico) y del Cuerpo de Ingenieros;
-
a la mejoría de la eficacia del aparato de seguridad del territorio nacional,
incrementando las capacidades de vigilancia de los espacios aéreos y marítimos, de
defensa aérea y de asistencia al "Homeland Security", también contra amenazas no
convencionales y misilísticas. La predisposición de las fuerzas requiere un proceso
de entrenamiento cada vez más exhaustivo y completo que aumente las
capacidades de los departamentos y los miembros individuales para operar
contextos de fuerzas conjuntas y multinacionales y dentro una filosofía operativa
"net-céntrica" y "effect-based." En este contexto, la fase de entrenamiento de base
("single service") tendrá que ser integrada por momentos de entrenamiento más
complejos conjuntos y multinacionales, durante los cuales los distintos componentes
de los paquetes operativos de empleo tendrán que amalgamarse y adquirir una
intrínseca aptitud y familiaridad para operar en forma integrada. Esta fase tendrá
que preceder el despliegue en los teatros operativos y ser conducida con la
prominente participación del Mando Operativo de las Fuerzas Conjuntas (COI).
El paso al sistema profesional requiere la adopción rápida de procesos modernos de
gestión y evaluación del personal sea militar sea civil, en cada fase del servicio, incluso,
la reintegración en la sociedad civil del personal militar al completar el servicio. Por lo
tanto, énfasis particular, tendrá que ser dado a la formación de una mentalidad entre
fuerzas más extrema y a la mejoría de la calidad de liderazgo, reforzando el sentido de
pertenencia a la institución, la motivación, la cohesión y el espíritu de cuerpo. Dentro de
tal cuadro, quiero elaborar y proponer medidas específicas para mejorar el bienestar del
personal, dado el aumento de exigencias de movilidad y empleo en teatros lejanos.
Al nivel de organización, hará falta continuar el proceso de reorganización ya
comenzado, para optimizar y racionalizar, también en una visión conjunta, las
estructuras territoriales y de apoyo para ventaja de los componentes más operativos,
según un modelo conceptual que privilegie la simplificación de las estructuras, la
eliminación de repeticiones y redundancias y la sinergia de fuerzas conjuntas. Pienso, a
tal fin, verificar la validez de los procesos, de las interrelaciones y de los procedimientos
en acto, individuar las soluciones más idóneas para adecuarlas a las exigencias de
mayor función y, por fin, valorizar las ventajas.
Por lo que se refiere a la infraestructura, deseo proceder con prontitud y con
determinación para individuar las exigencias conexas a la nueva realidad
completamente profesional de las FAS y a aquellas de apoyo del instrumento operativo,
concentrando los recursos en la evaluación de las mejores estructuras y procediendo
contextualmente a la reorganización del existente patrimonio inmobiliario que tiene que
ser rápidamente proporcionado a las necesidades efectivas, a través de un proceso
activo e incisivo de cesiones.
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En fin, en línea con un objetivo general de favorecer una cultura nacional superior por lo
que se refiere a los temas de defensa y seguridad, y en relación a la evolución de un
mayor interés y profundización de los temas estratégicos y más específicamente
profesionales de interés militar, la transformación de las FAS tendrá que encaminarse
hacia la capacidad de respuesta del sistema militar a las exigencias de la opinión
pública, facilitando los procesos de comunicación, de promoción de la imagen y
valorización de lo hecho.
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Anexo 1
CAPACIDADES OPERATIVAS FUNDAMENTALES
Las Capacidades Operativas Fundamentales ilustradas a continuación constituyen los
elementos necesarios para satisfacer plenamente la tipología de Misiones confiadas a las FAS
y garantizar, contemporáneamente, la eficacia y el uso más amplio. Las Capacidades
Operativas Fundamentales son: el C4-ISTAR, la formación y movilidad—en términos de rapidez
de intervención y acción—la precisión y eficacia de reclutamiento, la supervivencia y protección
de las fuerzas, el apoyo logístico y general. Ellas representan las reales capacidades
principales de referencia para el desarrollo de las FAS y el logro de los objetivos del proceso de
transformación encaminados.
1. C4I-STAR (MANDO, CONTROL, COMUNICACIÓN, CONSULTA, "INTELLIGENCE", "VIGILANCIA",
"ADQUISICIÓN DE OBJETIVOS" Y "RECONOCIMIENTO").
La capacidad total de dirigir y coordinar las fuerzas y comandancias empleadas en cumplir
las misiones y tareas asignadas, para permitirles a los Comandantes con distintos niveles
de responsabilidad, en operaciones conjuntas y multinacionales, de contar con un sistema
de Mando y Control incisivo, proyectables, interoperables y con un alto nivel de
supervivencia.
2. FORMACIÓN Y MOVILIDAD.
La capacidad de concentrar las fuerzas y las relativas capacidades de acción cuando y
dónde sea necesario de modo rápido, eficaz y eficiente.
3. PRECISIÓN Y EFICACIA DE ACCIÓN.
La capacidad de actuar y atacar selectivamente al objetivo para lograr los efectos
deseados.
4. SUPERVIVENCIA Y PROTECCIÓN DE LAS FUERZAS.
La capacidad de proteger al propio personal y los otros equipos requeridos para ejecutar las
tareas asignadas. Una adecuada protección se alcanza mediante la selección y la adopción
de medidas activas y pasivas de varios niveles juntadas, con un nivel de riesgo aceptable.
5. APOYO LOGÍSTICO.
La capacidad de apoyar una fuerza militar de modo eficaz y eficiente, donde y cuando
necesario, para asegurar satisfacer las exigencias conexas a lograr los objetivos a varios
niveles.
6. APOYO GENERAL.
La capacidad de apoyar una fuerza militar de modo eficaz y eficiente, cuando y donde
necesario, proveyendo a asegurar de ello la satisfacción de las exigencias financieras y
legales, de entrenamiento y valoración, infraestructurales y otras, relacionadas a lograr los
objetivos a todo nivel.
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Sigue Anexo 1
LOS REQUISITOS GENERALES
A las capacidades operativas fundamentales tienen que ser añadidos tres ulteriores Requisitos
Generales aplicables a todas las Fuerzas y funcionales al pleno logro de las mismas
capacidades operativas. Estos son: la oportuna disponibilidad de las fuerzas, la integración de
fuerzas conjuntas y la interoperabilidad multinacional, y la interdisciplinaridad. Son aplicables a
todas las Fuerzas y actúan al pleno logro de las Capacidades Operativas Fundamentales.
1. OPORTUNA DISPONIBILIDAD DE LAS FUERZAS.
Capacidad de garantizar, en base a rapidez operativa, las fuerzas necesarias a
contrarrester los desafíos resultantes del cambio del entorno estratégico, asegurando la
rotación de aquellos en operaciones.
2. INTEGRACIÓN DE FUERZAS CONJUNTAS E INTEROPERABILIDAD MULTINACIONAL.
Capacidad de los componentes diferentes de las Fuerzas Armadas de obrar conjuntamente e
integrarse eficazmente en un Fuerza multinacional dentro de una estructura de coalición o
alianza.
3. INTERDISCIPLINARIDAD.
Capacidad de integrar al componente militar en un cuadro más amplio de intervenciones
administradas por distintos Ministerios.
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