III EL SERVICIO DE AERONAUTICA MILITAR Su nacimiento y estructura los dos años de funcionamiento de la Escuela de Cuatro Vientos. un gobierno liberal presidido por el Conde de Romanones y en el que ocupaba el Ministerio de la Guerra el general Luque. presentó a la firma del Rey un decreto que en su parte expositiva decía: "El servicio de Aviación. que hasta ahora no ha pasado del periodo experimental por falta de recursos, podrá, en breve, adquirir mayor desarrollo, tanto por existir ya algunos pilotos, como por disponer de material adecuado para maniobras y operaciones en campaña ". "Es indudable que el aeroplano, aun cuando ha de sufrir modificaciones que atenúen sus defectos. ya que por la naturaleza del medio en que se mueve, quizá no sea nunca posible dotarle de estabilidad absoluta, constituye un A elemento importante para el servicio de exploración y podrá, con el tiempo, ser susceptible de otras aplicaciones que ya se inician, pero que no resultan todavía prácticas". Seguían otras consideraciones y terminaba sometiendo a la aprobación del Rey la creación del Servicio de Aeronáutica Militar. al que serviría de base el Servicio de Aerostación, "al cual sustituye". Este acto administrativo. que constituye la partida oficial de nacimiento de la Aviación Militar Española, lleva fecha de 28 de febrero de 1913. El Servicio de Aeronáutica Militar comprendía las ramas de Aerostación y Aviación. siendo su cometido "la adquisición del material y la instrucción del personal afecto a ambas ramas". El nuevo organismo dependería directamente del ministro de la Guerra. pero, como el anterior, seguiria vinculado a la Sección de Ingenieros "mientras no adquiera mayor des- El coronel Vives y otras autoridades reciben al piloto inglés Harry Busteed, en Cuatro Vientos, al regreso de su vuelo a Guadalajara, que nos relata el capitán Barrón en el capitulo anterior. HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA 57 arroilo". Como órgano consultivo se creaba la Junta Técnica del Servicio, compuesta por un reducido número de jefes y oficiales de ambas ramas nombrados por el Director "entre los de mayores conocimientos y práctica, que residan precisamente en la localidad donde esté radicada la Dirección ". Su rama de Aerostación seguiría con su plana mayor en Guadalajara y la de Aviación se situaría en Cuatro Vientos. Comprendería aquella todo lo referente a observatorios aéreos cautivos ya fueran más ligeros que el aire (globos), o más pesados (cometas), a los globos esféricos libres y a los dirigibles. La de Aviación, todos los medios de locomoción aérea por aparatos más pesados que el aire. Ambas funcionarían con completa independencia una de otra. sin más lazos de unión que la dirección del Servicio, para ocupar la cual fue designado el 18 de abril el coronel Vives. Para el mando de la Aerostación fue nombrado, con atribuciones el jefe de batallón en lo referente al personal y jefe de Escuela práctica en lo relativo a instrucción, el comandante Antonio Cué Vidaña. y de Aviación. con las prerrogativas de jefe de Cuerpo, el capitán Kindelán. Dos días antes del nombramiento de Vives se promulgaba, también por decreto. el Reglamento del Servicio, en el que se especificaban minuciosamente las funciones y atribuciones de la Dirección y de sus ramas de Aerostación y Aviación y se concretaba que en ejercicios, maniobras y campaña se pondrían a las órdenes de los Capitanes Generales. Comandantes Generales y Comandantes en Jefe, pero en la parte técnica seguirían dependiendo del Director del Servicio. En Aerostación el personal se clasificaba en pilotos de esféricos y dirigibles y mecánicos de estos últimos, y el material en tres grupos: el de las tropas -globos cautivos con sus accesorios, carruajes y cilindros de gas-; el de las unidades de aerostatos para ascensiones libres y dirigibles; y el de estaciones, almacenes y talleres. También se daban normas sobre sus funciones. las escuelas prácticas destinadas a la formación de pilotos y observadores y la aplicación de la aerostación a la guerra en sus variantes de campaña, fortaleza y costa. Los cursos seguían abiertos a personal del Ejército y la Armada y se preveía la formación de pilotos de dirigibles. La Aviación. antes hermana menor de la aerostación, adquiría decididamente la primacía aunque no fuera todavía excesiva la fe de los dirigentes políticos y militares en el novísimo medio de locomoción aérea. Su personal navegante, que podría ser de tropa o ''paisanos que presten sus servicios al Ejército", se eligiría entre el de todos los Cuerpos del Ejército y la Armada pero "se procurará que haya suficiente número de oficiales de Ingenieros, con objeto de que exista personal en condiciones de desempeñar los cometidos en que se exija esta procedencia". Era una última concesión al Arma en cuyo seno se gestó la Aviación y al deseo de dar un carácter facultativo a la que ya se perfilaba como una nueva corporación militar. La unidad aérea elemental sería el avión. que podría ser de enseñanza o experímentación, estar asignado a los pilotos sin formar parte de las escuadrillas. o formar parte de estas unidades tácticas que contarían con un escalón volante y otro de tierra. este último servido por tropas de 58 Ingenieros cuyo mando recaería en un oficial piloto "escogido entre los mejores y de mayor práctica". Para cuando se puso en marcha esta organización ya habían llegado a España nuevos aviones, algunos de procedencia inglesa, y con ellos profesores de vuelo de esta nacionalidad, que sustituyeron con ventaja a los franceses, y se encontraba en marcha el 4Q curso de pilotaje. El reglamento normalizaba las pruebas a que debían someterse los aspirantes al título. en sus dos categorías de elemental y superior o de guerra. Para obtener el primero se mantenían las exigencias de 1911: efectuar dos recorridos de más de cinco kilómetros sin tocar tierra entre dos postes indicadores, cambiando de mano en cada vuelta, es decir. describiendo un ocho, y una prueba de altura consistente en elevarse cuando menos a 50 metros. Ambas pruebas podrían realizarse simultáneamente y debían darse fin parando el motor antes de tomar tierra y deteniendo el avión a menos de 50 metros en un punto prefijado. Para conseguir el de piloto superior era preciso aprobar un curso de perfeccionamiento y efectuar un vuelo de más de 60 kilómetros con regreso al punto de partida y otro, a una altitud superior a los 300 metros, en circuito cerrado sobre itinerario prefijado con desarrollo poligonal no inferior a 100 kilómetros. Estas pruebas, que hoy nos parecen rudimentarías, no pudieron efectuarse hasta la llegada, en 1913, de la segunda generación de aviones importados. los monoplanos Nieuport con motor de 80 cv. y los biplanos Maurice Farman con motor de 70 caballos. Kindelán fue el primero en conseguir este nuevo título. que le fue otorgado el 19 de mayo de 1913. Comenzaron entonces los vuelos fuera del aeródromo y en el otoño ya existían del orden de 30 aviones, de los cuales 17 eran "de primera línea". Para tripularlos, y una vez que salió la cuarta promoción. había 43 pilotos. de los que 14 procedían de Ingenieros, 8 de Infantería, 6 de Caballería, 3 de Estado Mayor, 2 de Artillería, otros 2 de Sanidad, 1 de Intendencia, otro de la Guardia Civil y 6 de la Armada (5 del Cuerpo General y 1 de Infantería de Marina). Sus primeros pasos en Marruecos A aviación marcial, que en todo el mundo era el elemento dinámico en el desarrollo y progreso de la Aeronáutica, apenas había tenido ocasión de poner a prueba su capacidad como instrumento bélico. Sólo había sido utilizada por italia que la empleó en misiones de reconocimiento y bombardeo en su campaña de Libia de 1911/1912, aunque sin llegar a usar bombas especialmente diseñadas para ser lanzadas desde el aire o visores específicamente construídos para conseguir que dieran en el blanco. Sería a España a quien correspondería abrir este campo en el que la Aviación llegaría a alcanzar un terrorífico poder. El 27 de noviembre de 1912, el Ministro de Estado Manuel García Prieto había firmado en nombre del Rey el Convenio hispano-francés por el que España aceptaba la responsabilidad de ejercer el Protectorado sobre la zona de L HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA El dia 22 de octubre de 1913 embarcaba en ferrocarril, para su traslado a Marruecos, la primera expedición de aviones. La columna de transportes pasó por la Puerta del Sol de Madrid camino de la estación de Atocha. f infiuencia española en el norte y sur de Marruecos, regiones que continuarían bajo la autoridad civil yreligiosa del Sultán, pero administradas con la intervención de un Alto Comisario español por un Jalifa que el Sultán escogería entre dos candidatos propuestos por el gobierno español. Designado Alto Comisario el General José Marina Vega jefe de las fuerzas mUitares españolas. éste emprendió una serie de operaciones al objeto de someter a la kábilas rebeldes a la autoridad del Sultán, al que no reconocían. Para participar en ellas quiso contar con la cooperación del Servicio de Aeronáutica y en agosto de 1913 el coronel Vives viajó a Tetuán para estudiar la posibilidad de iniciar acUvidades aéreas en apoyo de las tropas. Inmediatamente aviadores y aerosteros se prepararon para intervenir en el sector de Tetuán. donde el Jalifa estableció su sede. y cuyo prestigio había que sostener. . Los aerosteros cuya actividad decrecía aunque hablan realizado durante el año una serie de vuelos libres. llevados a cabo por el teniente coronel García del Campo, el comandante Cué, los capitanes Kindelán, Jiménez Millas. Gautier y Castrodeza y los tenientes Arenas y Reixa en los globos Saturno, Neptuno y Sirio (recientemente adquiri?~l. mantenían su popularidad al ser frecuentemente noticla que hallaba eco eq las páginas de los periódicos y revistas. De esos hombres, algunos. especialmente Kindelán, pasaban decididamente a Aviación. pero otros seguían sentimental y prácticamente unidos a sus globos, y unos y otros se dispusieron al comenzar el otoño a trasladarse a Marruecos y demostrar allí que los globos seguían siendo útiles y que los aeroplanos lo eran ya. HISTORIA DE IA AVIACION ESPAÑOIA Los aerosteros organizaron una unidad que en octubre salió para Tetuán al mando del capitán Jiménez Millas. cabeza de una importante y entrañable familia de aviadores militares y de los tenientes Maldonado y Gautier y allí permaneció hasta febrero de 1914, después de participar en las operaciones en curso. En el mismo mes el Servicio de Aviación constituyó una escuadrilla al mando de Kindelán e integrada por 9 pilotos -capitanes Barrón y Bayo y tenientes Don Alfonso de ürleáns, Moreno Abella. Espín. ülivié, Ríos. Alonso, y el médico Cortijo- 6 observadores -capitanes Castrodeza, Cifuentes y Barreda, tenientes Arcante y ü'Felar yalférez de navío Sagasta- y el personal de tropa preciso para mantener los doce aviones de que disponía la unidad y que se dístribuyeron en tres secciones: una equipada con biplanos Maurice Farman, otra con monoplanos Nieuport y la tercera con biplanos Lohner Pfeil (con motor de 90 cv.). La escuadrilla se desplazó por ferrocarril desde Madrid hasta Algeciras y de allí en barco a Ceuta. acompañada por el propio coronel Vives, que en varias ocasiones actuó como observador. Los reconocimientos empezaron inmediatamente y en uno de ellos resultaron heridos el teniente pUoto Ríos Angüeso y su observador el capitán Manuel Barreiro Alvarez, que consiguieron salvar el aeroplano y tomar tierra junto a un campamento del Ejército, próximo a Tetuán. Era el 19 de noviembre y la primera sangre derramada por aviadores españoles en campaña. Ambos oficiales fueron condecorados con la Cruz Laureada de San Fernando. Las dos primeras que conseguía el Servicio. En el curso de ~as operaciones que siguieron, un avión 59 LOS AEROPLANOS EN LA GUERRA La agresión al capitán Btureiro Y al teniente Ríos e l1IIB carta del día 19, remitida por el capitán de la E8cuela Superior de Guerra selÍor Aymat, dlrigida a 8U familia, que aplica, con detJilles. la atresión de que liJe objeto el aeroplano tripulado por los heroicos capItán Btureiro Yteniente Ríos: "Hoy ha ocurrido un lance emocionante. Hora. las ocho u ocho y diez; suenan dos tiros muy cerca. ¡Sopla!... Porque un tiro se escapa; pero dos indican intención deliberada de tirar. ¡Quizás haya sido en el Dersa! ¡Br... Ahora lo ocurrido: Porla mañana salió un biplano Farman, tripulado por un capitán de lngenieros, como observador. y el teniente de lnfantería Ríos, como piloto. Pasaron por encima del Mogote, y luego por el monte Cónico, a 900 metros sobre el nivel del mar, y por consiguiente, a unos SOO sobre el suelo. Luego se sintieron herídos; dicen que el capitán se desmayó, y entonces pensó Ríos aterrizar cerca del Mogote; pero luego creyó más prudente hacerlo en el campamento, para tener cerca médlcos: por eso, br... bru! ¡Bru... br... bru! Un aeroplano. ¡Que cae! ¡Que cae! ¡Por encima, tocando casi las tiendas! Me asomo: a unos tres metros por encima de ellas, y muy cerca de la mía pasa un biplano y cae... ¿Si habrán sido los tiros?... Deja el campamento casi rozando por un ángulo S. W Gira a la izquierda bajando. ¡Aterrizará en el río! Tres cuartos de vuelta ala derecha y se eleva algo. ¡Pues no cae! Bravo, bien dirígido. Muy junto al campamento áesparece. ¡Aterrizó!¿Pero dónde? En un suelo malJsimo. Me visto... ¡Dos heridos! ¡Rediós! Habrán sido del público que corría a ver caer el aparato. ¡Heridos de bala! ¡Son los del aeroplano! ¿Es posible? ¡Ylos dos! Uno por su pie: la pelliza de capitán de Estado Mayor, que lleva barba. ¡Castrodera! Otros dicen si será un coronel de Estado Mayor. llevado entre cuatro; con perílla ¿Bazán? ¿Marenco? ¿Barrera? No puede ser. ¡Les han tirado desde el monte Cónico! Por fin se sabe que son un capitán de lngenieros y el teniente de Infantería Ríos. Al cabo de un rato sé que mi coronel, en la puerta de la chabola al verse venir el biplano encima, se tuvo que meter dentro. Veo pasar una camilla un gorro de Infantería que lleva en la mano un soldado y un capote. ¡Es del Mogote! ¿Otro?, no: es el aviador Ríos... Eso, las impresiones. muy bajo, junto al río, vino desde aJlí; luego pasó por encima del campamento. se elevó, giró e hizo la maniobra que he descríto. Ríos, que iba dirigiendo el aparato, tuvo dos balazos, uno en un testículo, la bala qu~a en un muslo, y otros, superficial, en la espalda. El capitán, uno que, entrando por el centro de la espalda y sale por entre costillas, interesa pulmón e hígado: es grave. Ycosa notable. ¡las alas no tienen un balazo! Es una fatal casualidad, rarísima, que casi parece imposible, y luego hay que contar con la velocidad. Todo el mundo cree que se han ganado la laureada, sobre todo Ríos, que además, en cuanto aterrizó, al ver que 10 hacía sin novedad. exclamó: -Menos mal, que no hemos roto nada'. Yhay que ver que. a no conservar esa enorme serenidad. hubiera añadido víctimas entre las tropas del campamento. al aterrizar. Es bríllantísima la página con que inauguran estos muchachos la historia de la Aviación militar. Ya veremos cómo se porta la opinión. Los buenos españoles deben enorgullecerse de Ríos. En fin. sintiendo el percance, estoy. sobre todo. satisfechísimo." (Publicado en el periódico uLa Tribl1llB", OP1AJlOS a continuadón tripulado por los capitanes Barrón yCifuentes realizó, el 17 de diciembre, el primer bombardeo específicamente aéreo de la historia aeronáutica mundial, al utilizar para efectuarlos bombas de diseño especial para aviación y rudimentarios visores de procedencia austriaca adquiridos por el Infante Don Alfonso en Alemania. El coronel 60 Vi~es recibe al Jalifa en su el día 24 de noviembre de 1913) En la primera fase de la campaña la escuadrilla utilizó el aeródromo de Sania Ramel, un terreno inmediato a Tetuán, pero para proporcionar apoyo aéreo a las tropas de la Comandancia General de Larache hubo que habilitar un segundo campo en Arcila, al que se desplazaron, al mando del capitán Bayo, los biplanos Maurice Farman. ~Islta al aeródromo de Tefuán. HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA LOHNER PFEILFLlEGER E STE notable aparato austriaco de 1913 fue el primer biplano tractor de nuestra Aeronáutica Militar, y era un diseño avanzado en aquel año. Representaba la configuración aerodinámica que habla de imponerse por muchos años, desterrando alos propulsores del género Farman y ala mayoria de los monoplanos, puesto que la hora de estos últimos no llegaría, en rigor, hasta los años treinta. Aeronáutica Militar adquirió seis Lohner en primavera-verano de 1913, y cuatro de ellos formaron parte de la primera escuadrilla establecida en Tetuán en octubre. Uno de ellos era pilotado por el Infante don Alfonso de Orleans. Otro, tripulado por los capitanes Barrón y Cifuentes, efectuó el 17 de diciembre el primer bombardeo aéreo de la historia con auténticas bombas de aviación. Los Lohner continuaron en servicio en Cuatro Vientos hasta 1917 al menos. Siendo el tipo más satisfactorio disponible, sirvió de base a Barrón para el desarrollo del Flecha (1915). TETUAN P RIMER aeródromo español en Marruecos, Sania Ramel fue activado en octubre-noviembre de 1913, siendo base de los primeros tanteos bélicos de nuestra Aviación Militar, incluido el primer bombardeo de la historia con verdaderas bombas de aviación. Terminada la Primera Guerra Mundial, Tetuán fue progresivamente potenciado para cubrir las necesidades de la campaña de pacificación. A pesar de su tendencia ainundarse en invierno, lo que obligó alguna vez a llevar las escuadrillas aLarache, Tetuán fue pieza fundamental para la acción de Aviación Militar hasta el fin de fas hostilidades. Cabe destacar algunos momentos de tremenda tensión, evocados por los nombres de Coba Darsa, la retirada de las posiciones en otoño de 1924 y Cuida Tahar. Años después de la Guerra Civil se construyó una pista pavimentada, sirviendo Sania Rameltambién como aeropuerto de Tetuán. Los primeros pasos de la aviación en Marruecos desperlaron la lógica expectación. En la fotograf~a se recog.e fa /legada de fa escuadrilla "ARTAL oo. Puede verse un "Morane Saulnier" en vuelo y un "Lohner Pfeilffleger" en t,erra. HISTORIA DE LAAVIACION ESPAÑOLA 61 El teniente Ortiz Echague ante un "Lohner Pfeil/lieger". La fotografia fue tomada en Cuatro Vientos, en 1915. 62 HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA A pesar de la enorme importancia histórica de estos acontecimientos los servicios de los aviadores eran todavia poco apreciados y éstos se las veían y se las deseaban para conseguir ser tomados en serio. pero sus proezas les iban dando el prestigio que merecían. Así tuvo resonancia el vuelo efectuado el 14 de febrero de 1914 por el capitán Herrera, que había sucedido a Kindelán en el mando del aeródromo de Tetuán. y el teniente Ortíz Echagüe desde la capital del Protectorado a Sevilla a bordo del Nieuport número 6. lo que suponía la primera travesía aérea del Estrecho de Gibraltar. La acción española en Marruecos optó por la línea de penetración pacífica y el plan del general Marina consistía en irradiar su influencia desde las Comandancias Generales de Larache. Ceuta y Melilla. tres enclaves costeros cuya seguridad había que garantizar protegiendo sus comunicaciones internas. En cada uno de ellos una fracción de la aviación debía auxiliar a las tropas de la guarnición y de ahí que a los aeródromos de Sania Ramel yArcila se uniera en junio de 1913 el de Zeluán. a unos 24 kilómetros de Melilla, en el que se instaló una escuadrilla de monoplanos Nieuport. inicialmente al mando de Herrera. sustituido en Tetuán por Barrón. y que prestó su colaboración a la campaña que por tierras de Kert. Beni Bu Gafar y Beni Salém desarrolló el general Gómez Jornada La escuadrilla fue temporalmente disuelta en el otoño y reactivada en abril de 1915. cuando ya había comenzado hacía meses la que se llamó Guerra Europea o Gran Guerra y que hoy conocemos como 1 Guerra Mundial. Durante ella las operaciones del Ejército de Marruecos se redujeron al mínimo para evitar cualquier incidente que pudiera poner en peligro nuestra neutralidad. pero los tres aeródromos permanecieron activos con unas pequeñas dotaciones de personal y material aéreo. que siguieron realizaron misiones de reconocimiento y. esporádicamente. algún bombardeo. En Arcila continuaron los Maurice Farman hasta 1919 yen Tetuán y Melilla los viejos Lohner y Nieuport fueron sustituidos por los Flecha, de fabricación nacional. a partir de 1917. La ENA Yla Aeronáutica civil STOS balbuceos de la Aeronáutica militar tuvieron su reflejo en el mundo civil y Rafael Gasset. Ministro de Fomento. en cumplimiento de lo dispuesto en la ley de presupuestos para 1913. promovió la fundación de la Escuela Nacional de Aviación, que habría de instalarse en Getafe, donde anteriormente González Camó había dirigido una escuela sin resultados prácticos. Para ponerla en marcha se había comisionado a Francia, en 1911-1912. a cuatro ingenieros industriales. donde adquirieron el titulo de pilotos a fin de actuar como profesores. La Escuela se inauguró el2ü de septiembre de 1913 y.lamentablemente. su efectividad fue muy escasa. De los profesores iniciales sólo Adaro y Menéndez Valdés mantuvieron una dedicación regular y los títulos que otorgaron no pasaron de cinco al año. El aislamiento que produjo la Guerra Mundial repercutió tanto en el campo civil como en el militar y al hacer prácticamente imposible la renovación del material aéreo impuso la casi total paralización de las actividades. Esta circunstancia hizo que también desaparecieran las exhibiciones y festivales que tan frecuentes habían sido en E El piloto santanderino Salvador Hedilla, vencedor de la Copa Montañesa, disputada en 1914. HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA 63 Después de u/ilizar ~arios Blério/s, e/ también santanderino Juan Pombo dispuso en 1916 de un biplano Morane-Saulnier traido de Francia como prototipo para la serie que fabrlcaria la empresa CECA en la capital cántabra. los años inmediatamente anteriores. Todavía en 1914, Roland Garras efectuó demostraciones de acrobacia aérea al igual que el piloto belga Hanouille, que se mató en una de ellas, celebrada en San Sebastián en marzo. Más cerca aún del comienzo de las hostilidades, se celebró en Granada durante el mes de junio un concurso en el que participó, por primera vez en pruebas de este tipo, el piloto santanderino Salvador Hedilla, que figuraría entre los más brillantes pioneros de nuestra aviación, y ya en los umbrales de la conflagración se disputó la Copa Montañesa, en la que venció Hedilla con un arriesgado vuelo de Santander a Angulema, en Francia, con dos etapas intermedias, aunque no consiguió su propósito de continuar a París en el mismo día. Al estallar el conflicto el número de pilotos civiles en activo ocon posibilidades de estarlo, apenas llegaban a una docena y entre ellos destacaban Heraclio Alfara, que en agosto vólo desde Madrid a Salamanca en un avión proyectado y construido por él; Juan Pamba Ibarra, que en enero de 1916 vólo en solitario desde Santander a Colmenar Viejo sin escalas, y el propio Hedilla. En este panorama el RAeCE vio decrecer sus posibilidades y la inactividad y la indiferencia obligó al Club a derivar hacia otros fines sociales y para obtener algún dinero montó un Casino en sus nuevos locales madrileños de la calle de Alcalá núm. 16 y con ese atractivo consiguió ampliar notablemente el número de asociados y una base económica sólida En 1914 había aparecido la filial granadina, organizadora del concurso de aquel año, que caería víctima del marasmo que originó la guerra. Mejor suerte tuvo el Real Aero Club de Cataluña, filial del RAeCE que logró sobrevivir a la contienda. 64 También los aerosteros sufrieron el impacto negativo de lo que sucedía al otro lado de los Pirineos y su material, sin posibilidad de reposición, se fue agotando. Por añadidura, en 1915 la aerostación militar sufrió la tragedia del globo Alfonso XIII, que se incendió el 9 de agosto causando la muerte de un cabo y heridas de mayor o menor consideración a dos oficiales y 26 soldados. El hecho desencadenó una serie de protestas y los críticos clamaban por la creación de una industria que independizara a la aerostación del exterior. Todos consideraban que la causa del accidente no había sido otra que el acusado desgaste del globo, adquirido en 1~09 y veterano de las campañas de 1912 y 1913. La Dirección de Aeronáutica compró en 1917 para sustituirle un globo cometa norteamericano que recibió la denominación de e 12 y al año siguiente el Parque de Guadalajara construyó el e 13 pero este producto nacional adoleció de graves problemas de impermeabilidad y resistenCia, lo que obligó a seguir dependiendo del extranjero. En este campo de los más ligeros que el aire la falta de material, unida a la ausencia de protección oficial y al claro declive que padecía, hicieron que su vida resultara tan lánguida que más parecía una extinción. El impacto de la 1Guerra Mundial IENTRAS en España las aeronáuticas civil y militar llevaban una vida puramente vegetativa como consecuencia de la contienda, en los países beligerantes se asistía a un desarrollo enorme del avión, que de ser una máquina con escasísimas posibilidades en cuanto a veloci- M HISTORIA DE I..A AVIACION ESPAÑOI..A Juan Pombo Ibarra, fundador de una importante dinastia de aviadores, en la epoca de su vuelo a Madrid. GETAFE ETAFE entró en la historia aeronáutica al alegirse este camfo como meta para la carrera aérea Par!s-Madrld, e.n may.o de 19 1, G ganada por el famoso francés Jules Vednnes. Dos anos mas tarde se creó en Getafe la Escuela Nacional de Aviación (civil, del ministerio de Fomento), que fue transferida a Guerra en 1917. . A partir de entonces, y por largos años, Getafe tuvo .un status ml~to. Por una parte, aeródromo militar asignado a la B~se Aerea de Madnd y posteriormente cabecera de la Escuela de Madnd, y.por otra, campo del Real Aero Club de España y aeropuerto de Madnd. usado por las lineas aéreas desde 1927. La parte civil paso aBarajas cu~ndo e! nuevo aeropuerto se abrió en 1932. Por otra parte, en Getafe se Instalo en los años veinte la primera y principal factoría de la empresa CASA. . Después de la Guerra Civil, el camp.o de vuelo fu~ muy. ampliado, apareciendo años después la pista pavimentada. Vanas unidades han tenido su base en Getafe desde 1939, destacando el Ala de Transporte Número 35, que continúa en esta bllse aérea. HISTORIA DE LAAVIACION ESPAÑOLA dad, altura y autonomía, multiplicaba todas estas caracteristicas y llegaría a alcanzar velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora, alturas por encima de los 7.000 metros y autonomía que le permitía cubrir sin escalas etapas hasta 4.00e> kilómetros. Esta enorme progresión se debió a la importancia creciente de la aviación. La. primera impresión de que el aeroplano no serviría más que como plataforma móvil desde la que poder observar los movimientos del enemigo. para facilitar información al mando propio, fue modificándose hasta dar lugar a la concreción de una doctrina de empleo de la aviación basada en su carácter decisivo para la resolución de la batalla de superficie. En un primer tiempo, el aviador que observaba tuvo que defenderse del que trataba de impedirle que lo hiciera y en esa dialéctica el aeroplano adquirió constantes mejoras para permitirle mayor potencia, mayor velocidad ascensional, mayor maniobrabilidad y mayor capacidad de carga para poder aumentar su armamento defensivo y ofensivo y de bombardeo y, poco después, de transporte. La. primera reflexión que se hizo el aviador al enfrentarse con otro enemigo fue: "si ataco por la cola, zona muerta, al piloto enemigo le resultará muy difícil venne cuando me acerco; si además puedo hacerlo desde arriba, a favor del sol, la probabilidad de derribarle aumentará grandemente". De la explotación de este pensamiento nacieron los aeroplanos de caza, claramente diferenciados de los de reconocimiento. La. creciente demanda de apoyo aéreo por parte de los ejércitos hizo que se prestara una atención preferente al nuevo medio de combate y que los gobiernos invirtieran en el desarrollo aeronáutico fuertes sumas que bien empleadas por investigadores. inventores e industriales hizo posible un constante incremento de la potencia de los motores, del peso en el despegue de los aeroplanos yde su fabricación en series que se midieron por millares de ejemplares de cada modelo. El avión había dejado de ser aquel juguete que se sostenía en el aire de milagro y que apenas tenía otra utilidad que demostrar lo que el hombre era capaz de hacer y se había convertido en un instrumento de insospechadas posibilidades. La. rapidísima progresión en el diseño y fabricación de aviones y en su carga útil permitió la aparíción de los aviones de bombardeo. El primero en atisbar esta posibilidad fue un oficial de artillería italiano, Giulio Douhet, nacido en Caserta en 1869, que comenzó a elaborar una doctrina de empleo de la aeronáutica en la tempranísima fecha de 1909. cuando los pocos aviones existentes apenas podían sostenerse en el aire. Mirmó entonces que "el aeroplano debería ser el tercer hennano del Ejército y de la Armada y que vendrían días en que miles de aviones militares surcarían los aires bajo un ministerio del Aire independiente". Para él "los dirigibles y otros vehículos más livianos que el aire darían paso a la superioridad del aeroplano". Tan cumplida profecía le dio el suficiente prestigio como para que al año siguiente. cuando ya era oficial de Estado Mayor, se le destinara al Battaglione Aviatori del Ejército y con él intervino en la guerra de Libia. En 1913 y siendo ya jefe del famoso batallón. fue apartado de su puesto por su intransigente defensa del bombardero Caproni 300 y al comenzar la 65 guerra era jefe del Estado Mayor de una División de Infantería Se le consideraba como un loco perturbador y como tal fue tenido cuando en el otoño de 1916 propuso el bombardeo de las ciudades austriacas con una masa de 500 aviones. Al ver rechazadas sus ideas se dirigió directamente al Gobierno. lo que le valió comparecer ante un consejo de guerra que le condenó a un año de prisión. Luego, cuando la realidad pareció darle la razón, aunque todavía se estuviera muy lejos del avión de bombardeo que él preconizaba. fue rehabilitado y se le nombró Director de los Servicios Técnicos del Comísariato d'Aeroná u tíca, del que también se vio obligado a dimitir por su radicalismo. El punto clave del pensamiento douhetiano estaba en la importancia decisiva del bombardeo como expresión del poder aéreo y chocaba con la idea generalmente aceptada de que el avión no pasaba de ser una especie de artillería con mayor alcance. Cualquier manifestación en el sentido de que la aviación podía quebrantar la capacidad de resistencia del enemigo hasta hacerle capitular sin necesidad de que sus ejércitos fueran derrotados era considerada como una herejía que debía ser corregida severamente. Fueron probablemente los alemanes los primeros que comprendieron las posibilidades que ofrecía el empleo masivo de una fuerza aérea y así utilizaron su aviación en la ofensiva de marzo de 1918. que no pudo ser rechazada hasta que los aliados concentraron un poder aéreo superior. que consiguió la supremacía sobre el frente de combate. Los principios de primacía de las operaciones previas para la conquista de la superioridad aérea y de concentración masiva del poder aéreo empezaban a establecerse y a aceptarse. También se iban abriendo camino las tesis sobre el empleo estratégico y con carácter independiente del bombardeo aéreo. Los franceses habían atacado algunas industrias alemanas en enero de 1915. pero lo que realmente dio que pensar, sobre todo en Gran Bretaña, fueron los bombardeos de Londres efectuados por los Zepelines alemanes y, muy especialmente, el que el 13 de junio de 1917 protagonizaron 17 aviones bimotores Ghota G IV; que lanzaron 500 kilos de bombas. Como reacción, el gobierno británico constituyó un comité presidido por el primer ministro Lloyd George y del que fue ponente el general sudafricano Christian Smuts, quien elaboró un informe basado en la siguiente idea: "No está lejano el día en que las operacíones aéreas, con su desvastacíón del territorio enemígo y destruccíón a gran escala de sus centros índustriales y de pob1acíón. puedan llegar a constituir las misiones fundamentales de la guerra, quedando subordinadas o convertídas en secundarias las antiguas formas de operacíones terrestres y navales". En consecuencia recomendaba la creación de una fuerza aérea única. resultado de la fusión del Royal Naval Air Service (RNASl y el Royal F1ying Corps (RDCl. que desaparecerían, y de una fuerza de bombardeo independiente, que se crearía para atacar objetivos en Alemania A pesar de las fuertes protestas que originó el informe. el proyecto se hizo realidad yelide abril de 1918 nacieron la Royal Air Force (RAFl y el ministerio del Aire. Sin embargo, la recién nacida RAF continuó actuando el resto de la guerra en apoyo del Ejército y de la 66 Marina y su personal siguió usando los uniformes de sus Armas de procedencia. Esta iniciativa británica no tuvo eco en las restantes potencias. que mantuvieron su organización de una aviación subordinada, aunque creciente. Las unidades aéreas se asignaban a las grandes unidades terrestres y la reserva afecta a los Cuarteles Generales no tenía el carácter de una fuerza de ataque independiente. sino el de una masa dispuesta a apoyar a la Gran unidad sobre la que recayera el esfuerzo principal. Vives y Kindelán abandonan la Aeronáutica Militar IENTRAS en el mundo en guerra la aviación adquiría la importancia que hemos visto, en España no se seguía con atención este desarrollo y nos permitíamos el lujo de prescindir de Vives y Kindelán. En la primavera de 1915, y para premiar su actuación en Marruecos, fueron ascendidos por méritos de guerra los capitanes Herrera y Bayo, pero no Kindelán. que sólo había estado tres meses en el Protectorado. Ello le situó en una incómoda posición, al quedar como subordinado de los que anteriormente estaban a sus órdenes, y el día 1 de junio abandonó el Servicio y fue nombrado Director de la Escuela Nacional de Aeronáutica de Getafe. Allí se le unieron, poco después, Alfaro yUrrizburu, pero ni aún con estos refuerzos se logró la revitalización de la Escuela, que siguió una vida lánguida. En el bienio 1916/1917 instruyó cinco pilotos extranjeros y para asegurar su supervivencia, en mayo de 1917 pasó a depender del Ministerio de la Guerra; el aeródromo de Getafe se convirtió en militar, si bien con la obligación de atender a la instrucción de pilotos civiles. Como material de vuelo siguieron utilizando los Deperdussín que, infinitas veces reconstruídos, se mantuvieron en servicio hasta 1919. En aerostación, en 1914 y 1915, destacan el capitán de Ingenieros Dávila, ganador en ambos años de la Copa Granada y el capitán Jiménez Millas que, por su parte. ganó en 1915 la Copa de Distancia del RAeCE. al recorrer 370 kilómetros. A partir de 1916 languidece la actividad aerostera. A la marcha de Kindelán, sustituido en Aviación por el recién ascendido Herrera y muy poco después por Bayo -aquel renunció a su nuevo empleo fiel a la tradición de los componentes del cuerpo de Ingenieros-, siguió la del propio coronel Vives, en desacuerdo con los criterios que habrían de imperar en la remodelación del Servicio, que el 1 de octubre cesaba en la Dirección de la Aeronáutica para desempeñar el cargo de Comandante General de Ingenieros de la IV Región Militar. Se cancelaban así 19 años de dedicación a la Aeronáutica que se iniciaron cuando, con el empleo de comandante, fue nombrado Jefe del Parque Aerostático y de la Compañía de Aerostación en 1896. Su salida fue seguida de la reorganización del Servicio y en virtud de ella la rama de Aviación pasó a depender de la Sección de E.M. y Campaña del ministerio, en tanto Aerostación continuaba subordinada a la Sección de Ingenieros. Se mantenía como nexo de unión la Dirección del Servicio de Aeronáutica, que estuvo vacante hasta que M HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA El capitán Kindelán, jefe de la Escuela Nacional de Aeronáutica de Getafe, atiende al Rey Alfonso XIII durante su visita asus instalaciones en noviembre de 1915. en febrero de 19161a ocupó el coronel Rodríguez Mourelo, anteríor Jefe de la Comisión de Experiencias, quien tomó el mando en un momento difícil. Durante los 14 meses que duró la que seria su primera etapa al frente de la Aeronáutica, se esforzó por mantener la mayor actividad que permitiera la escasez de medios de que dispuso. Caben destacar el vuelo desde Cuatro Vientos al recientemente creado aeródromo de Los Alcázares, (1) efectuado en mayo de 1916 por dos escuadrillas, una con aviones Maurice Farman y otra mixta de Lohner y F1echas, pocos de cuyos aparatos completaron el viaje y únicamente el Flecha del Infante Don Alfonso logró hacerlo sin escalas; el que ~n octubre protagonizó una escuadrilla Farman que se habla organizado en Guadalajara y que realizó un viaje hasta Vitorla, lleno de incidencias soportadas con buen humor por los protagonistas; y el que a fines de este mes efectuaron tres hidros Curtiss, que consiguieron volar sin contratiempo desde Los Alcázares hasta Alicante. Estas proezas insignificantes, en relación con las que ya realizaban habitualmente las aviaciones de los países beligerantes, (1) El cuarto aeródromo de la Rama de Aviación fue el de los Alcázares. cuyo emplazamiento fue elegido por Vives en 1915 para Instalar la primera base de hidros española a causa de las excepcionales condiciones ofrecidas por el murciano Mar Menor. En Los Alcázares. que también tenía un campo para aparatos terrestres. operaron los ya mencionados Curtlss de ruedas yde flotador central desde principios de 1916. Algunos de los pilotos a1ll destinados eran oficiales de la Armada que se hablan hecho pilotos en Cuatro Vientos. HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA servían para adiestrar a los aviadores familiarizándoles con los problemas y adversidades de la profesión. Contrastaba la penuria de aeroplanos y sobre todo de motores que se padecía en España, con la abundancia en los frentes franceses de los Hispano-Suiza de ascendencia española, que habían alcanzado un notable renombre al ser elegidos para equipar a los aviones de caza galos. Para tratar de paliar todas estas deficiencias, Rodríguez Mourelo viajó a París con el objeto de consegUir información sobre el Spad que volaban los cazadores del vecino país e intentar copiarlo en España. Simultáneamente prestaba su apoyo al nacimiento y crecimiento de una industria aeronáutica, libre de la competencia extranjera sin necesidad de medidas proteccionistas. La guerra. al cerrar los mercados exteriores ofrecía esa oportunidad. La aviación civil también intentó sacar cabeza en tan difícil coyuntura y en marzo de 1916 se inauguró en el Hipódromo de Casa Antúnez de Barcelona una Escuela de Aviación organizada por la firma Pujol, Comabella y Cía., de la que se encargó Salvador Hedilla que el 2 de julio voló desde la Ciudad Condal a Palma de Mallorca en el monoplano Pujol-Hedilla, Monocoque Il, un avión de su invención equipado con motor Le Rh8ne de 80 cv. La que se llamó Escola Catalana de Pujol pasó en septiembre a un nuevo aeródromo, el de La Volatería, situado en el término municipal del Prat del Llobregat. que terminaría siendo la base fundamental de la aviación en Cataluña. El número de 67 sus alumnos fue, sin embargo, aún más escaso que en la ENAy únicamente se titularon tres en 1917, uno en 1918 yotro en 1919, ypor ello no es de extrañar que desapareciera a finales de este año, Como la ENA, fue víctima de la escasa demanda de sus servicios y de los efectos negativos de la guerra, que produjeron graves problemas de material y una crítica escasez de gasolina. Por añadidura Hedilla, su disponía en España de algunos, pocos, motores HispanoSuiza, con los que se dotó a los F1echas fabricados en Zaragoza. Con ellos se pudo organizar una escuadrilla en Tablada -un nuevo aeródromo, el quinto de la avíación militar española, cuya construcción en Sevílla fue objeto de la última orden que como Director de la Aeronáutica dio el coronel Vives- que relevó en Tetuán y Zeluán a los VIAJE DE UNA ESCUADRILLA EN 1916 De Guadalajara a Vitoria y regreso os 10 relata en un Iibro de memorias -del que ha sido tomado- el N entonces teniente Gómez Lucia, que era uno de los componentes de la escuadri11a y protagonista del viaje. "En el ano 1916, se constituyó en la Península la primera escuadrilla de Aviación que tenía las características de unidad militar, es decir, uniformidad de material, plantilla de personal y ubicación. Su residencia fue Guadalajara; su campo de vuelo un triángulo de 400 metros de altura y 100 de base, comprendido entre la vía férrea y la carretera; su material volante siete aviones Farman, con equilibrador; su personal, un jefe (comandante observador Zamora y cinco pilotos, Riano, Balseyro, Sandino, Montero y yo), una plantilla de mecánicos y un hangar que difícilmente cobijaba a los siete aviones. " "Nuestra idea fue desde el primer momento hacer viajes radiales e incluso en cadena. o sea en varios tramos;fero para comprender bien su dificultad debo comenzar por describir e avión que se puede ver hoy únicamente en el museo de Aviación de Washington. Piloto y observador iban montados al aire, y era obligatorio llevar el famoso casco que nosotros llamábamos escafandra. La velOcidad del avión era de 80 a 100 kilómetros hora, pero despegaba ya a 50 kilómetros por hora y aterrizaba si tenía uno manitas, casi verticalmente. El motor era propulsor y para ponerle en marcha se tenía que dar vueltas a la hélice hasta que arrancaba. Esta maniobra se haCÍa metiéndose en un 'patio' de cana que formaban dos triángulos que unían las alas (era biplano) con la cola Tenía un equilibrador aelantero que se movía con palanca de mando y equivalía al timón de profundidad, alerones que se movían también con la palanca y timones de dirección que se movian con los pies. El motor se manejaba con dos palanquitas sobre un sector dentado que adelantaban o retrasaban el encendido la una y admitían más o menos gases la otra. Tenía un cuenta vueltas, un altímetro y un indicador de velocidad o anemómetro, o E. T.B que consistía en una plaquita que por la presión del aire movía una aguja que marcaba en sector graduado la correcta posición del vuelo, la caida de pico o la pérdida de veracidad. Este (ángel de la guarda) iba colocado en el triángulo que unía el equilibradar situado a tres metros del piloto con una de las alas. Se volaba siempre con mucho frío; por hiperestesia, como decíamos, mirando el cuenta vueltas y al terreno para saber dónde se tiraría uno si se paraba el motor." Emprendieron primero un viaje a Cuenca, que un avión terminó en Priego y otro en Moratilla de los Meleros, y d=c::t:a:: atrevieron con Talavera de la Reina Y Aranda de Duero, c . dolos con bito reI.tivo. Eno les "decidió a hacer un viaje en cadena. Uno hasta Soria y otro de allí a Vitoria, No nos paramos a considerar que habíamos elegido lo más difícil, ya que la cordillera lbérica era muy fuerte para saltarla Tos Farman, pero nos animaba el pensar que Vitoria había sido cuna de la Aviación por ser la capital que más aviadores había dado hasta entonces y porque contaba con un campo de vuelo señalado en el mapa Aterricé el primero en un campo elegido por mí desde el aire, casi metido en la ciudad de Soria y me siguieron los números dos y tres pero el cuarto y el quinto no tenían sitio materialmente para aterrizar y rompieron animador, que había ganado en octubre de 1917 el concurso Volateria-Tíbídabo con su Monocoque 11, perdió la vída una semana después en Barcelona. Para entonce~ Rodríguez Mourelo, que al ascender a general en abril de 1917 había dejado la Dirección de la Aeronáutica Militar, estaba de nuevo a su frente. En el intervalo su puesto fue ocupado por el coronel de ingenieros Rafael Moreno y Gil de BoIja, Cuando se hizo cargo ya se 68 seriamente sus aviones que no pudieron continuar viaje", Quedaban tres aviones. "Como todos teníamos mucho interés en ir a Vitoria, los dos pilotos de la rotura desalojaron a los mecánicos de dos aviones y ocuparon su sitio y me dejaron a mí con el mecánico que acampanaba con lo que se reían del peón de confianza'. Llegamos los tres a Vitoria habiendo uno tomado por el puerto de OnciJa otro por el del Madero yyo por el de Piqueras. Los tres puertos se veían perfectamente claros al salir de Soria, un poco tarde (once de la manana) pues hubo necesidad de retirar los aviones rotos para tener sitio de rodar, lo que no pudimos hacer al mismo tiempo. Como no tomaban altura los tres aparatos al unísono, cada cual se fue por el púerto que le convino: Los tres llegamos a Vitoria, cuyo campo estaba entre altos árboles, por lo que Riano, que era vitoriano, rompió su avión", Y quedaban dos. '1\ la mananá siguiente, salimos Montero con Riano de observador y yo con mi mecánico, al que no volví a ver hasta hace cinco anos, dedicado por cierto, a una profesión que nada tiene que ver con Aviación pues era encuadernador. En la proximidad del puerto de Piqueras se me rompió el altímetro y el mecánico me insistió mucho en que tomáramos tierra y lo arregláramos. Lo dudé bastante pero me decidí a seguir su consejo y me puse a espiralear encima de Logroño donde me había dirigido. Tomé tierra en una isla que forma el Ebro, cerquísima de la ciudad, donde un relojero me arregló sin cobrar nada el altímetro. Me agasajaron los campaneros del 13 Regimiento ligero de Art1l1ería, vi chicas guapísimas en el paseo del atardecer en un sitio que no sé cómo se llama y recibí por telégrafo la noticia de que Montero había roto el avión al aterrizaren Soria". Sólo quedaba uno, el de Gómez Lucís. "Riano me esperaba con prisa y salimos para Guadalajara dejando en tierra al mecánico. Pasamos mucho miedo al volar sobre el pinar de Almazán, tan grande que no se puede rodear ni tiene un hueco donde meter el avión si se para el motor. Al llegar cerca de Jadraque empezó a ratear el motor. Riano dijo que no teníamos gasolina yyo me acordé de que en Soria, con las prisas de la salida no había hecho el lleno de gasolina Me acerqué ala vía férrea que nos aseguraba una rápida retirada y auxilio pero rompí el avión al chocar con un roble jovencito. No medio mucha rabia y casi me alegré porque me parecía mal ser el único que regresaba con el avión a Guadalajara." Fue Gómez Lucia a la estación férrea y puso un telegrama al jefe de Av.iBción, comandante Bayo, que decia así: "Excuadrilla extinguióse, Punto. Ex-pilotos experan exprés. Punto. Excribo extenso". "La escuadrilla se había extinguido efectivamente. Rehacer los cinco aparatos llevaba un tiempo casi infinito, el fracaso había sido rotundo y luego... mi telegramita. Nos encontramos todos destinados'a otro sitio: Bafseyro y yo a Cetafe, Montero y Riano a Cuatro Vientos, etc... " '1\/ presentarme me enseñaron el telegrama en la secretaría de la dirección. Tenía una firma que había puesto Riano por su cuenta diciéndole al telegrafista que me había olvidado de poner mi apellido que era Esopo oo. Otras versiones dicen que la palabra agregada a la firma por el capitJúJ fue ~utúpidoH. agotados Lohner y. Nieuport. Nuevos motores Hispano permitieron equipar a los Barrón W, fabricados en Cuatro Vientos, que dotaron a la fscuadrilla de Madrid y. más tarde, a la de Tetuán. La industria aeronáutica comenzaba a rendir sus frutos yaunque la falta de gasolina había hecho que el número de horas de vuelo se redujeran en 1918 casi en un 50% respecto al año anterior, el porvenir se presentaba alentador. HISTORIA DE lA AVIACION ESPAÑOlA La demanda, aunque escasa, había hecho aparecer una infraestructura industrial a la que se podía augurar un futuro prometedor. Una incipiente industria intenta cubrir el vacio ocasionado por la guerra D URANTE la Guerra Europea se fabricaron en nuestra Patria unos 120 aeroplanos, de los que aproximadamente la cuarta parte se construyeron en los talleres financiero santanderino, y el ingeniero suizo, nacido en Ginebra, Marc Bikgigt, que durante más de 30 años fabricar.on automóviles de alta calidad, autocares ycamiones. En septiembre y octubre de 1914, en contacto con el Servicio de Aeronáutica militar, proyectaron un motor de W de ocho cilindros que se fabricó en Barcelona en febrero de 1915. Tenía 140 caballos de potencia y ensayado en vuelo por Barrón en Cuatro Vientos logró un éxito tan espectacular que pronto se fabricó en Francia, donde se había establecido una sucursal de la casa matriz barcelonesa. Su triunfo fue clamoroso y el número de ejemplares que de este motor se El trio "B.C.D." -Barca/a, Cierva y Diaz- ante su avión B.C.D. 2. En la cabina el pi/oto Adara. que tenía Aviación Militar en Cuatro Vientos ylos restantes en las empresas civiles Pujol, Comabella y Cía. de Barcelona; Carde y Escoriaza de Zaragoza; Compañía Española de Construcciones Aeronáuticas CECA de Barcelona y Santander; La Hispano de Guadalajara y ENA de Getafe. Sin embargo, la más importante contribución española al desarrollo de la aviación, se debió a la empresa HispanoSuiza, nacida en 1904 al servicio de la industria del automóvil, que pronto pasó a desarrollar motores de aviación. Los fundadores de la entidad fueron Damián Mateu, -industrial y financiero catalán-, Francisco Aritio, HISTORIA DE LAAVIACION ESPAÑOLA fabricaron durante la guerra por los distintos países que adquirie'ron su licencia se acercó a los 50.000, aunque muy pocos en España, dónde sólo quedó el 20% de la producción propia. En el campo del avión no quedamos totalmente ausentes del esfuerzo universal por desarrollarlo. En España se proyectó bastante y algunos compatriotas figuran con derecho propio entre los más imaginativos de los inventores aeronáuticos. Con el trío B.C.D., que en 1913 lanzó su monoplano B.C.D. 2 y continuó sus trabajos hasta que sus padres les cortaron el apoyo financiero, sobresalieron muy 69 El presidente del Gobierno, don Eduardo Dato, contempla interesado las e~oluciones del a~lón de Acedo. Junto a él, el Ingeniero Sr. Acedo. destacadamente Heraclio Alfara, que en 1914 construyó el Alfara 2, su segundo prototipo con el que voló en junio en Lacua y posteriormente en Madrid, adonde lo trasladó por ferrocarril para hacer una demostración de sus características ante el Presidente del Consejo de Ministros Don Eduardo Dato, vitoriano como él (fue éste el avión que voló desde la capital hasta Salamanca y se averió cuando desde esta ciudad pretendía seguir viaje a Valladolid y Vitoria); Luis Acedo Pérez, ingeniero industrial al que se debe un modelo totalmente original; los españoles residentes en París, César A de Candé y Eugenio Alvarez Hemández, que desarrollaron un modelo de hidroavión; yel capitán Barrón, el más prolífico en esta época, al que se deben numerosos tipos de aviones. Al comenzar la guerra el total de aviones no pasaba de la treintena y su origen era francés, británico, austriaco, alemán y español: los Alfara 11 y Acedo 1. En esta situación, el capitán Barrón, que entonces mandaba el aeródromo de Tetuán, fue destinado a Cuatro Vientos y ell de septiembre de 1914 se hacía cargo de los talleres allí establecidos, con la misión de construir un aeroplano que permitiera mantener en servicio a las escuadrillas, cuyo material envejecía rápidamente. Como de momento lo más sencillo y seguro era reproducir uno de los tipos disponibles, Barrón eligió el Lohner, introdujo en él algunas modificaciones y el resultado fue el Flecha, que voló por primera vez el 3 de abril con el mismo motor que sus hermanos ITlayores. Se fabricaron en Cuatro Vientos seis y se les equipó con motores Austro-Dairnler, salvo uno al que se dotó de un Hispano-Suiza. El 27 de julio fueron presentados ante el Rey y Barrón recibió como premio la Orden de Carlos III. Visto su buen comportamiento se 70 encargó una serie de doce a Carde y Escoriaza de Zaragoza y todos sus aparatos recibieron motores Hispano-Suiza. El Infante Don Alfonso voló habitualmente en uno de estos aviones, el que en 1916 recibió un motor Mercedes de 100 caballos. Fue el que pilotó en el vuelo que, compuesto de cuatro aviones, efectuó e127 de mayo de 1916 desde Cuatro Vientos a Los Alcázares y en el que únicamente el suyo, llevando como observador al capitán Fanjul, logró llegar a su destino sin escalas. A sugerencia del Rey, que expresó su deseo de que se fabricara un aeroplano especialmente diseñado para el motor Hispano-Suiza, Barrón proyectó un biplano, el \v, totalmente original, aunque también influido por el Lohner: paradójicamente, cuando lo terminó no había en España ningún motor de esa marca y hubo que instalarle un Curtiss OX de 90 caballos. Efectuó su primer vuelo el 4 de octubre de 1915, sólo dos meses después de la petición real, lo que da idea de la celeridad con que se cumplió su deseo. Este modelo no logró disponer del motor Hispano-Suiza de 140 caballos, para el que fue proyectado, hasta diciembre de 1916, momento en el que se ordenó la fabricación de una serie de doce en los talleres de Cuatro Vientos, donde se dio cumplimiento a la tarea a lo largo de 1917. Además de estos modelos, que prestaron servicio en la escuadrilla de Tetuán, Barrón realizó dos prototipos experimentales con uno de los cuales sufrió el 20 de julio de 1916 un accidente en el que resultó herido aunque, afortunadamente, de poca gravedad. El otro, al que llamó Delta, terminó satisfactoriamente sus pruebas elide octubre de 1916 y recibió el mote de Conejo porque tenía dos alerones verticales que le hacían semejante a este roedor. En 1917 construyó un nuevo avión, un triplano sin montante, fórmula que gozó de cierto auge por su excelente maniobrabilidad y, sobre todo, por ser la usada por el famoso as alemán Van Richthofen. El infatigable Barrón siguió su actividad de proyectista y en 1917 supervisó la construcción en Barcelona de la copia del Spad 7que quería Rodríguez Mourelo. Requerido por la industria privada, que le encargó la dirección de la Sección de Aviación de la fábrica que La Hispano estableció en La Reina Victoria saluda al Infante Don Alfonso y a Julio Ríos ante a~iones "M. Farman" y"Barrón Flecha". HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA Biplaza de reconocimiento Barrón constuido por La Hispano de Guadalajara para el concurso de 1919. BARRON FLECHA E L comienzo de la Primera Guerra Mundial obligó al Servicio de Aeronáutica a abordar la fabricación nacional de aeroplanos y motores. El capitán Barrón proyectó en Cuatr? Vientos un desarrollo del Lohner que debía equiparse con el motor Hispano-Suiza d~ 1.40 C,v creado en Barcelona en 1914-15. El primer Flecha, que se dlstlngUla exteriormente del Lohner sobre todo por el tren de aterrizaje, voló en abril de 1915, al parecer con un motor.A~stro-~aimler de 90 CV como su antecesor austriaco. En julio se realizo el primer vuelo experimental del nuevo motor Hispano-Suiza sobre una célula de Flecha, pero la serie de seis fabricada en Cuatro Vientos tuvo que conformarse inicialmente con motores austro-Daimler y Mercedes, p~r no dispo~erse de los Hispano hasta 1916 ó 1917. Carde y Esconaza prodUjO en Zaragoza doce Flechas-Hispano. .. . Los Flechas con motor Hispano entraron en servicIo, ademas de en Cuatro Vientos, en Sevilla, Tetuán y Zeluán en 1917, siendo dados de baja en la primavera de 1919. HISTORIA DE LAAVIACION ESPAÑOLA , Guadalajara, le sustituyó en Cuatro Vientos el teniente de Ingenieros y aviador militar Luis Sousa Peco, y a él se debe un aparato llamado Mixto, dotado de un motor HispanoSuiza BAb de 180 caballos, que muy posiblemente volara ya en 1918, pues entró en servicio en los aeródromos de Tetuán y Zeluán en el otoño de 1919. Esta actividad oficial, y la demanda del Ejército. impulsó el desarrollo de una industria civil, en la que destacaron los ya citados aviadores Juan Pombo !barra y Salvador Hedilla Pineda, y Jorge Loring Martínez, pioneros en el aire y en la fabricación de aviones. Pombo, fundador de una larga y gloriosa estirpe de aviadores, piloto desde febrero de 1913, construyó en 1915 un monoplano, "con arreglo a las líneas generales del antiguo Bleriot". Fue con el que voló desde su Santander natal hasta Colmenar Viejo. Lo llamó San Ignacio, pero muy frecuentemente se le conoció como Bleriot por su gran parecido con el que le había servido de modelo. El también santanderino Hedilla, igualmente titulado en Francia en 1913, construyó en 1915 un monoplano de diseño propio y totalmente de madera al que bautizó Hedilla Monocoque. Le equipó con un motor Rhone de 80 caballos. lo probó el 7 de octubre de aquel año en Getafe y le rebautizó Salvador. Poco después se trasladó a Barcelona para dirigir la Escuela y los talleres de Pujol-Comabella y Cía. El tercero, Jorge Loring, también cabeza de una estirpe aeronáutica selecta, compró a Pombo su San Ignacio y fundaría años después en Carabanchel la empresa que 71 El avión Barrón "Delia", llamado "Conejo" por los dos alerones verticales que reforzaban su estabilidad. llevó inicialmente su nombre y más tarde el de Aeronáutica Industrial, SA -AISA-, que aún perdura. De profesión ingeniero de Caminos se hizo piloto en la ENA en octubre de 1916 y se asoció al año siguiente con Pujol creando la firma Loring, Pujol y Cía (heredera de Pujol, Comabella y Cía, desaparecida a poco de la muerte de Hedilla el 30 de octubre de 1917), que perduró hasta 1918. Construyeron doce aviones del tipo España, que fueron entregados en 1919 ó 1920 por sus continuadores. talleres Hereter. La otra gran empresa española de aquellos primeros tiempos fue la Compañía Española de Construcciones Aeronáuticas (CECA). constituída el 8 de febrero de 1915 con capital proporcionado por accionistas de HispanoSuiza de Barcelona. A ella se debe la adquisición de unos terrenos en La Albericia, próximos a Santander yel encargo a la casa francesa Morane-Saulnier del proyecto de un aparato. Dirigió la factoría Juan Pamba y los talleres Luis Acedo. Rayrnond Saulnier proyectó para CECA un biplano biplaza parecido al modelo BB usado por los británicos durante la guerra y que se construyó en sus talleres de Barcelona. pués aún no habían comenzado las obras de la fábrica de La Albericia. El Servicio de Aeronáutica pidió doce de estos biplanos. cuyo prototipo francés era habitualmente volado por Pamba. quien lo bautizó con el nombre de San Ignacio Uf. Los aparatos debían tener defectos de importancia pues el Servicio. cuando los recibió en Cuatro Vientos a mediados de 1917. los rechazó y este descalabro dio fín a la actividad de la empresa. A estas industrias aeronáuticas hay que unir Carde y Escoriaza, entidad zaragozana dedicada a la construcción de material ferroviario, que al estallar la guerra de 1914 creó una sección de aviación que recibió varios contratos 72 del Servicio de Aeronáutica. Inició su actividad con la entrega de doce Maurice Farman MF 7. avión de escuela normal hasta 1919. y siguió con la seríe de doce Flechas. con los que se equiparon a medias los aeródromos de Tetuán y Ze1uán y el sevillano de Tablada Dirigía la fabricación José Ortíz Echagüe. ya capitán. Por último la ENA estableció un taller en el que se realizaron grandes reconstrucciones y algunos aeroplanos originales. En industrias auxiliares hay que citar la que estableció en Getafe Amalio Díaz -hermano de Pablo. el tercer componente del grupo B.C.D.-, una fábríca de hélices de madera. en la que en 1917 se construyó el biplano de caza de Julio y con anterioridad el gracioso biplano de José del Perojo (motorizado en Pujol. Comabella y Cía) y quizás el Monocoque de Hedilla. El avión "Hispano Barrón" de caza, vencedor en el Concurso anunciado en septiembre de 1918. HISTORIA DE LAAVIACrON ESPAÑOLA Al terminar la Guerra Europea y verse inundado el mercado por aviones sobrantes de ella, se abandonaron los proyectos de construcción de aviones eincluso se dieron de baja algunos en servicio, como el Barrón Flecha de la fotografia. La Sección de Aeronáutica UANDO la Guerra Europea tocaba a su fín. una Real Orden de 19 de julio de 1918 creaba en el Ministerio de la Guerra la Sección y Dirección de Aeronáutica, con lo que el Servicio se independizaba definitivamente del Cuerpo de Ingenieros, elevando su rango al mismo nivel que el de las Armas generales. La Sección tenía que mandarla un oficial generéll y esta fue la razón de que regresara al frente de la Aeronáutica Rodríguez Mourelo, nombrado Jefe de la Sección y Dirección recién creada. Días más tarde, el 24. se hacían públicas las plantillas y organización y el nuevo director se lanzaba decidido a la renovación de todo el material aéreo, escaso y envejecido. A su iniciativa se debe el concurso anunciado el 5 de septiembre de 1918 para seleccionar los tipos de avión de reconocimiento, caza y bombardeo que habrían de equipar a las escuadrillas del Servicio. Inventores, proyectistas e industriales se· lanzaron a un denodado esfuerzo para ofrecer prototipos nacionales que nos liberaran de la servidumbre que nos mantenía en una posición de dependencia, y resultado de ese esfuerzo fue la construcción de varios prototipos que se exhibieron en las pruebas que se celebraron en Cuatro Vientos en los meses de marzo y abril de 1919. Talleres Hereter. SA, empresa heredera de Loring, Pujo} y Cía. presentó el TH de caza -Alfaro 8- y el TH de reconocimiento, proyectado por Loring. Amalio Diaz procedió a preparar un biplano de caza con motor Hispano-Suiza 8Ab, que voló inicialmente José Piñeiro y en l,as prueba~ oficiales el francés Papey. En la Hispano. Barron proyecto dos aviones para el concurso, un biplaza de reconocimiento C HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA con motor Hispano-Suiza de 220 caballos y un monoplano de caza de 180 caballos. Por último. Juan de la Cierva. que entonces comenzaba el último curso de la carrera de Ingenieros de Caminos, presentó un trimotor de bombardeo con las tres hélices tractoras, fórmula inhabitual entonces. pero que se universalizaria. Dada la premura de tiempo, entre la convocatoria y la exhibición apenas transcurrieron cinco meses. los modelos que se construyeron no pudieron ser debidamente ensayados y en casi su totalidad volaron por primera vez en el curso de las pruebas. lo que no era lo más recomendable. Sin tiempo para corregir los defectos y anomalías de los prototipos, éstas se pusieron de manifiesto y únicamente fue seleccionado y proclamado ganador el caza biplano proyectado y construido por Eduardo Barrón. En la categoria de reconocimiento no hubo vencedor. porque ninguno cumplía una condición muy estricta de visibilidad impuesta por el servicio, pero también destacó el biplaza de Barrón. El Alfaro 8, que no había sido volado anteriormente, sufrió una rotura del tren de aterrizaje por lo que no se clasificó y suerte parecida padeció el Loring de reconocimiento, el otro producto de Talleres Hereter. El avión de caza de Amalio Díaz fue rechazado por no cumplir todas las especificaciones. pero fue premiado con 12.500 pesetas, mitad del segundo premio que quedó desierto. El bombardero trimotor de La Cierva. tal vez el más atractivo de los modelos presentados -financiado por don Juan Vitórica. conde de los Moriles. que montaba motores Hispano-Suiza de 220 caballos-o sufrió un accidente en el que quedó destruído. El 8 de julio de 1919 el gran biplano de 5 toneladas de peso al despegue y 25 metros de envergadura. se dispuso a emprender el vuelo pilotado por Julio Ríos 73 Angüeso, pero poco después de despegar entró en pérdida y se estrelló; Ríos salió indemne, pero el aparato quedó destrozado. Este lamentable accidente, unido a la enorme oferta de material sobrante de guerra que se produjo por aquel entonces, dieron el golpe de gracia al intento del general Rodríguez Mourelo de establecer una industria nacional a base de prototipos españoles. La guerra había terminado el 13 de noviembre de 1918 y su final trajo consigo una avalancha de material extranjero que se ofrecía por los vencedores a muy bajo precio. Esa baratura, más que ninguna otra consideración, produjo el colapso de nuestra naciente industria aeronáutica. Se compraron aviones Ansaldo, Breguet y DH 4, se abandonó la idea de construir en serie el avión de Barrón, vencedor en el concurso, yla de mejorar y fabricar los que entonces causaron buena impresión o los que luego se diseñaron, como el biplano de Luis Sousa Peco Mixto, aunque éste sí se fabricó en número de unos 12 y equipó a las escuadrillas de Tetuán y Melilla en los años 1919 Y1920. Los magníficos aviones ingleses y franceses ofrecidos a precio de saldo fru~taron una ocasión única y fueron causa de que entonces, o más tarde, abandonara España Alfaro, que con su cerebro marchó a los Estados Unidos, y La Cierva, que no tardaría en emigrar a Inglaterra. Quedaron Herrera, Barrón, Sousa y Ortíz Echagüe, pero el esfuerzo de los constructores españoles no produciría el fruto deseado, pues en aquella primavera llegaron a España algunos ejemplares de los mejores aparatos empleados por los aliados en la guerra y por añadidura el 12 de mayo perdieron la vida en Tetuán al estrellarse con un biplano Flecha los capitanes Zubia y Rodríguez Echagüe, accidente que produjo un gran revuelo y que fue tomado como índice del enorme contraste que existía entre el vetusto material volante español y los flamantes De Havilland, Bristol y Handley Page, recién llegados de Gran Bretaña con tripulaciones de la RAF, y el bimotor de bombardeo Farman F-50, adquirido por el Servicio de Aeronáutica y traído en vuelo por los franceses. Al día siguiente al del accidente de Tetuán se celebró en Cuatro Vientos un festival aéreo en el que el único aparato español exhibido, el Hispano-Barrón de caza, realizó una brillante exhibición acrobática. Pero la avalancha procedente del exterior era demasiado intensa y ni el caza de Barrón, aunque vencedor en el concurso, ni ninguno de los otros aviones que se presentaron, se fabricarían en serie. Los Flechas fueron dados de baja y sustituidos inmediatamente en Tetuán por algunos Barrón WPara colmo ni un sólo motor de aviación se produjo en ese periodo y hasta los Hispano-Suiza se importaron, aunque al final la aviación militar tramitara con esta empresa un contrato por cien motores de 300 cv., que permitiría la reanudación de su fabricación en Barcelona No todo fueron, sin embargo, males. La aviación militar puso en este tiempo en funcionamiento el Laboratorio aerodinámico de Cuatro Vientos, cuyo espíritu creador y motor fue Herrera, de nuevo ascendido a comandante, al que el general Rodríguez Mourelo encargó a fines de 1918 que organizara ese centro del que era pieza esencial el túnel aerodinámico que había proyectado. 74 El túnel, cuya sección de ensayo de tres metros de diámetro era la mayor en Europa, describía .(un circuito cerrado, con el retorno por el piso alto de' un edificio especial de 32,5 metros de largo por 15,5 de ancho y 14 de alto, y quedó definitivamente listo en 1921. El ventilador, de cuatro palas de madera, lo movía un motor de explosión de 700 cv. a través de una transmisión por cadena, que más tarde fue sustituido por uno eléctrico de 500 IDN. En la cámara de ensayos el aire alcanzaba una velocidad de 200 kilómetros/hora. EMILIO HERRERA LINARES (1879-1967) G RANADINO, salió teniente de Ingenieros en 1901. Estando destinado en Melilla, asistió en Guadalajara ala Escuela Práctica de Aerostación en 1903. En 1905 se hizo piloto de globo libre y desde 1906 estuvo destinado en Aerostación, siendo uno de los concursantes más activos en España y en el extranjero. Capitán en 1907, marchó a Africa en 1909 con la Compañía de Allros· tación, y al año siguiente se hizo piloto de dirigible. Alumno del primer curso de pilotos de aeroplano de Cuatro Vientos (1911), fue en los años siguientes profesor sobre mono· planos Nieuport. Creado en 1913 el Servicio de Aeronáutica, fue nombrado jefe del aeródromo de Cuatro Vientos, y en enero de 1914 sustituyó a Kindelán en Tetuán. En febrero efectuó la primera travesia aérea del Estre· cho de Gibraltar y en mayo tomó el mando del nuevo aeródromo de Zeluán (Melilla). En diciembre de 1918, ascen· dido a comandante, fue retenido en Aviación para que estableciera el Laboratorio Aerodinámico de Cuatro Vientos. Este centro, ter· minado en 1921, contenia el gran túnel aerodinámico proyectado por el mismo Herrera, que conti· nuó a su frente hasta 1926. Su· cesivamente jefe de Instrucción y jefe de Material, y ya teniente coronel, fue nombrado en 1929 director de la Escuela Superior Aerotécnica, que él organizó y que fue inaugurada en 1930. En este cometido continuó hasta la Guerra Civil. En 1932 había sido nombrado académico de Cien· cias. Por estos años proyectó una ascensión a la estratosfera en globo con barquilla abierta que fue abortada por la guerra. En el conflicto, Herrera pero maneció fiel al Gobierno de la República, desempeñando el caro go de jefe de Instrucción y Servi· cios Técnicos. Exiliado en París al terminar la guerra, subsistió con sus trabajos técnicos en diversas publicaciones y trabajó brevemente en la ONERA en la postguerra mundial. Continuó vi· viendo muy modestamente en Paris hasta su muerte, a los 88 años, en Ginebra. Como era normal en las creaciones de Herrera, el túnel incorporaba algunos dispositivos de trabajo también debidos a él mismo. La bal?Ilza de medida -proyectada por el capitán de Ingenieros y piloto aviador, Genaro Olivier Hermida. colaborador suyo- estaba ingeniosamente diseñada y ofrecía directamente la resultante de las fuerzas aerodinámicas, trazando la curva polar. El laboratorio, que no era únicamente aerodinámico, llegó a contar más adelante con un túnel de cuatro metros de diámetro para hélices. laboratorios de ensayos de HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA resistencia de materiales y metalográfico, una sala de dibujo y otras dependencias. Para las pruebas en vuelo, de la que era responsable, se le afectó una Escuadrilla de experimentación. Otra aportación importante de Rodríguez Mourelo fue la creación, en noviembre de 1918, de la Comandancia Exenta de Ingenieros, organismo responsable de las obras de infraestructura. La Rama de Aviación, a pesar de todas las dificultades con que tropezó, relegó a un muy segundo plano a la de Aerostación, que en los últimos años de la década apenas Los orígenes de la aviación comercial española pesar de la escasa actividad aeronáutica significativa, en 1918 comenzó a pensarse en la conveniencia de establecer líneas aéreas postales o comerciales. El comandante Herrera estudió detenidamente un proyecto para unir con dirigibles Europa y América, y Loring consideraba en Barcelona la conveniencia de establecer un enlace con hidroaviones entre la Ciudad Condal y Palma de Mallorca. La primacía, sin embargo, la alcanzó el hombre de negocios e industrial francés Pierre Latécoere, que llegó a A .' Sala de pruebas de hélices del Laboratorio Aerodinámico de Cuatro Vientos proyectado por Herrera. tuvo actividad, a pesar de que en 1919 se establecieron por primera vez normas sobre luces y señales diurnas y nocturnas, y circulación de globos y dirigibles en nuestro espacio aéreo de acuerdo con las especificaciones de la Comisión Internacional de Navegación Aeronáutica. Afectaban tanto a los dirígibles que utilizaran su motor, como a los remolcados, los sin gobierno, los amarrados y a los globos libres y cautivos. En 1920 se, fijaron las marcas de matrícula y nacionalidad que teman que ostentar los globos y dirigibles militares, a continuación de ~as cuales debían llevar una escarapela con los colores naCIOnales. HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA Barcelona el día de Navidad de 1918 con la intención de establecer una línea aeropostal que uniera Toulousse con Casablanca, con escalas en España. Poseía en la ciudad francesa una fábrica de aeroplanos y sus ideas eran muy claras. así que su proyecto no tardó en hacerse realidad; la línea postal Toulousse-Rabat, y no Casablanca, se inauguraría ell de septiembre de 1919, operada por la Compagnie Generale d'Entreprisse Aeronautique, más conocida como Ligne~ Airennes Latécoere. En marzo realizaron un viaje experimental con escalas en Barcelona, Alicante -donde se pernoctaba- y Málaga, y a partir de entonces se efectuaron 75 dos viajes de ida y vuelta semanales. En Barcelona usaron inicialmente el aeródromo de La Volateria, propiedad de Talleres Hereter. Así estaban los asuntos de la aeronáutica española cuando en julio de 1919 permutaron sus puestos los generales Julio Rodríguez Mourelo y Francisco Echagüe Santoyo; éste. que era ayudante de Su Majestad el Rey, pasó a la Jefatura de la Sección y Dirección de Aeronáutica Militar y aquel le sustituyó como ayudante del Rey. Con Echagüe la Aviación española iniciarla una nueva y esencial etapa de su andadura histórica. El pensamiento aéreo al finalizar la guerra europea y su reflejo en España A L finalizar la contienda los aviadores de todo el mundo y muy especialmente los que habían luchado en la guerra tenían unas ideas no muy claras, pero firmes, sobre el porvenir que se le deparaba a la aviación y muy especialmente en el ámbito militar, donde ponían su fe en el poder aéreo como elemento fundamental en antigüedad de 1917, siguió chocando con un ambiente hostil, que le obligó a abandonar el servicio activo para dedicarse a defender sus ideas en la prensa. El punto clave de su doctrina era el de que la Aviación tenía capacidad suficiente para obligar a capitular a un enemigo sometido a incesante bombardeo. Este pensamiento básico, que afectaba a la naturaleza misma de la guerra y que se apartaba de la doctrina tradicional de Clausewitz de que el fin político que se persigue en toda guerra sólo puede alcanzarse mediante la derrota de los ejércitos enemigos en el frente de batalla no era fácilmente aceptado en los medios militares. siempre muy conservadores y reacios a aceptar novedades que no hayan sido debidamente contrastadas por los hechos ya Dohuet le fue muy difícil nadar contra corriente. Pensaba el general italiano que lo importante no era destruir a los ejércitos contrarios sino derrumbar su moral de resistencia después de privarles de sus recursos, lo que llevarla al colapso toda su organización social ypolítica. Propugnaba un ataque aéreo que haciendo uso de los principios de masa y concentración, y anticipándose al contraria, decidiese la guerra en pocos días. Una idea muy parecida defenderia años después Llddell Hart, en En aquella epoca las maniobras de los a~iones en tierra eran extraordinariamente laboriosas, como muestra esta lologralia, en la que un a~ión "Sa/mson-2" emprende el despegue para cubrir su servicio Toulouse-Rabal. cualquier confrontación futura. Fueron años de intensa reflexión a lo largo de los cuales se establecieron las bases doctrinales del empleo de la fuerza aérea y sé enunciaron los principios que habrian de ser puestos en práctica durante la II Guerra Mundial. En este sentido 1921 fue un año crucial. Durante él se publicó Jl Dominio dell'Aría. Saggio Sull'Arte della Guerra Aérea, libro en el que Dohuet defendía su famosísima teoria sobre el poder aéreo. Apesar de haber sido rehabilitado, de que fuera anulada la sentencia que le fue impuesta en 1916 y de que fuera ascendido a general de brigada con 76 1925, en su libro París; o el futuro de la guerra. Ambos ejercieron notable influencia entre los aviadores de todo el mundo y muy especialmente entre los norteamericanos. En los Estados Unidos las nuevas ideas encontraron su portavoz en el general Mitchell, que al final de la Gran Guerra siendo Jefe del Cuerpo Aéreo Expedicionario, había llegado a proyectar un desembarco aéreo en la retaguardia alemana empresa sumamente difícil con los medios de la época, pero cuya simple programación dice bien a las claras su confianza en las posibilidades de la Aviación. Adiferencia de Douhet no era un doctrinario. sino un pragmático, HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA cuyas ideas se basaban en sus experiencias de guerra. Aunque se había hecho aviador cuando ya tenía 36 años. su aspiración inmediata no era otra que la de conseguir una Aviación independiente del Ejército y la Marina y con capacidad para hacer efectivas sus potencialidades teóricas. Entre 1921 y 1923 demostró la eficacia de la aviación contra los navíos de guerra -mediante el hundimiento de cuatro de ellos- pero ni esto le librarla de un Consejo de Guerra en 1925. ALFREDO KINDELAN DUANY (1879-1962) ACIDO en Santiago de N Cuba, Kindelán salló de teniente de Ingenieros en 1899. En 1901 se hizo piloto de globo libre en el Servicio Aerostático. Destacado entre los aerosteros, el capitán Klndelán acompañó al coronel Vives en su histórica comisión de 1909 por Europa. En 1910 se hizo piloto de dirigible y al año siguiente fue nombrado "encargado" del Aeródromo de Cuatro Vientos, obteniendo el primer lilulo de piloto de aeroplano allí concedido. En 1913 fue nombrado jefe de Aviación al crearse el Servicio de Aeronáutica Militar, asumiendo en octubre el mando de la primera escuadrilla española en Marruecos. En marzo de 1915 salió del Servicio, volviendo a él, ya comandante, en 1919. En 1921 creó en Los Alcázares la que se Ilamaria Escuela de Combate y Bombardeo, y al año siguiente llego a Melilla como jefe de las Fuerzas Aéreas de Africa, ascendiendo a teniente coronel en 1923. En el combate de Tizi Asa, volando de observador, fue herido. Fue nombrado jefe de Instrucción y en 1925 mandó la Escuadra Expedicionaria en las operaciones de Alhucemas. En abril de 1926 fue nombrado jefe superior de Aeronáutica y en junio se confirmó su ascenso a coronel por méritos de guerra (al que habia renunciado). Ya general de brigada. fue cesado en su destino al caer la Dictadura en enero de 1930. Al proclamarse la República, pidió el pase a la reserva. En el bando de Franco, durante la Guerra Civil. fue pronto nombrado jefe de los Servicios del Aire. ascendiendo a divisionario en 1937. Al crearse en 1939 el ministerio y el Ejército del Aire, Kindelán fue prácticamente excluido, quedándose en el Ejército de Tierra, donde llegó a teniente general en 1940. Marginado por sus ideas monárquicas y posteriormente rehabilitado, pasó a la reserva en 1949. En 1961. cincuentenario de Cuatro Vientos, recibió el titulo de marqués, muriendo al año siguiente. Mejor fortuna tuvo el general Trenchard -primer Jefe de la Fuerza Aérea Independiente y Mariscal y Jefe de Estado Mayor de la RAF después- quien pudo desarrollar ampliamente-sus ideas, plasmadas en la última fase de la guerra. en la que. a pesar de la modestia de las operaciones realizadas. sacó la conclusión de que sus bombarderos bien empleados podrían resultar decisorios. Su opinión quedó establecida en el Reglamento de la RAF: "El objetivo de la Fuerza Aérea es quebrantar los medios de resistencia del enemigo, mediante ataques a objetivos elegi~os po~ l~ mayorprobabilidad que presenten para consegUir este fIn . HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA España. aislada de los grandes conflictos mundiales y sin una base científica e industrial suficiente. era difícil que generase una doctrina propia Ello concede un mayor mérito a las aportaciones de un puñado de profesionales que fueron capaces no sólo de asimilar las ideas vigentes ~n el exterior. sino de adelantarse a ellas en ocasiones. defendiendo conceptos originales deducidos de la mínima y limitada experiencia que adquirieron en sus vuelos de adiestramiento y la que acumularon en Marruecos en una guerra con las características propias de una contienda colonial sin enemigo aéreo. Destaca con luz propia Kindelán, cuyas ideas estratégicas se forjaron durante los años en que el avión era un vehículo que apenas podía levantarse del suelo y mantenerse en el aire unos minutos a escasa altura. En febrero de 1911, cuando aún no había comenzado la instrucción de pilotos en España, escribió al Rey: "Vuestra Majestad, a quien un feliz destino ha colocado en el trono de España en momentos en que ésta, recogida en sí misma después de liquidada su epopeya americana, siente anhelos de regeneración y síntomas de un potente resurgimiento. encuentra, al salir apenas de su adolescencia, un nuevo elemento. la navegación aérea. que ha de ser clave de nuestro progreso y base de nuestro puesto en el concierto de las naciones civilizadas. Propenso nuestro carácter a laborar para un futuro inmediato, sin preocupamos de aquello que no llama con las perentorias voces de 10 inaplazable. hay que luchar con energía contra esta cualidad ingénita. y para ello hay que organizar. Nuestra aviación. apenas nacida. está pidiendo ya ser organizada. antes de que los intereses creados y la rutina tuerzan el brillante camino que le está reservado". Esta excelente visión, realista y sincera, tuvo su antecedente inmediato en la Real Orden que aprobaba la experimentación de aeroplanos. en la que se decía: "Dado el estado actual de la aviación y el objetivo que se persigue, es absolutamente indispensable proceder con una I!randísima prudencia y con absoluta disciplina, para que ya que no se pueden eliminar en absoluto los riesgos que provienen de las deficiencias de los aeroplanos. se eliminen, por 10 menos, los no menores derivados del mal empleo de éstos. tanto en relación con el estado del tiempo. como en 10 que afecta a querer realizar vuelos con preparación insuficiente". Estas ideas fueron concretándose y en las disposiciones que dieron vida y norma al Servicio de Aeronáutica Militar, en 1913, ya se pusieron de manifiesto con sorprendente claridad unos avanzados conceptos aeronáuticos. aunque la postración económica. la falta de incentivos para la investigación y el desarrollo, y la escasa penetración del pensamiento aeronáutico en la sociedad española, a contracorriente del curso de los tiempos. serían rémoras constantes y. con algunos altibajos. marcarlan el pobre desarrollo de la aviación en España. Sin embargo. Kindelán luchaba incansable. En 1912 y siendo presidente del Aero Club. dirigió al conde de Romanones, a la sazón Jefe del Gobierno. una exposición a la que pertenecen los siguientes párrafos: "Nao puede ocultarse a la clarividencia de VE. que Espana. por sus condiciones y por su privilegiada situación 77 geográfica, ha de ver cambiada la faz de muchos de sus problemas nacionales por el advenimiento y progreso de la Navegación Aérea. y debe prepararse para el momento. ya inmediato, en que ésta tome espléndido desarrollo". .....pero. para que todas estas energías dispersas rindan con eficacia al fin deseado. precisa coordinarlas mediante una previsora organización. ahora fácil de realizar. pero' quizás no tan hacedera si se deja para más adelante 10 que tiene ahora su momento". Esbozaba después su plan y terminaba: ''Abrigamos convencimiento tal del desarrollo que ha de adquirir esta rama del progreso, que no dudamos en calificar de importancia no inferior a la de reorganización de nuestra escuadra el orientar y dar vida amplia y vigorosa a la navegación aérea en nuestro país, teniendo en cuenta que las caracteristicas del acorazado moderno miran tan sólo a su aspecto militar. y, en cambio. las del buque aéreo de combate son concurrentes con las de las aplicaciones industriales. 10 que asegura el mayor rendimiento de éste en beneficio nacional", Esto. que se escribía en 1912, tuvo su continuación en una serie de artículos escritos en 1916 y en los que Kindelán expuso sus ideas de cómo debía organizarse "nuestro poder aéreo". De ellos destacamos algunos párrafos que su propio autor consideraba sobresalientes: 'Toda invención transcendental tropieza en sus comienzos con una hostilidad más o menos enérgica de la masa social; la inercia de las células cerebrales se opone al progreso humano, y por ello es necesario, antes de que un nuevo descubrimiento pase a ser práctico y corriente. realizar el trabajo preliminar de darlo a conocer, de vencer inercias espirituales. de crear ambiente, en una palabra. Este ambiente no existe aún en nuestro país para la navegación aérea, Por razones varias: nuestra situación geográfica, que nos mantiene alejados del movimiento europeo, nuestras preocupaciones económicas, la mala orientación seguida por la Gran Prensa en general, no dando importancia mas que a los accidentes aéreos. o por otras muchas causas, el hecho es que el ambiente no existe hoy. y a crearlo y desarrollarlo debemos dedicar atención preferente cuantos hemos llegado a adquirir el convencimiento de la importancia capital que para nuestra patria tiene el problema aéreo. Que no se haya desarrollado aún en las masas españolas el ambiente aeronáutico no quiere decir que la semilla no esté echada en el surco. con grandes probabilidades de lozana germinación. Un selecto grupo de sembradores de la nueva invención han comprendido ya su importancia trascendental, y aquí y allá han expuesto sus opiniones y optimistas profecías; sin citar más que a los principales he de recordar las frases de don Amós Salvador en su reciente discurso. afirmando y demostrando que la guerra futura se ha de resolver por el aire y que la Aeronáutica volverá por los fueros del art~ militar, hoy de luto; las del general Luque, recordando sus iniciativas en materia aeronáutica y declarándose decidido partidario de la Quinta Arma. como ha acreditado con hechos... y coronando todas ellas la entusiasta profecía, llena de ardien te patriotismo y de juvenil impetuo78 sidad. de que es de tal importancia para España la navegación aérea que dentro de 10 años el presupuesto de Aeronáutica será superior al de Guerra y al de Marina. Me ha de ser permitido mantener en el incógnito el autor de esta audaz afirmación", Este augurio. que debió haberse hecho realidad en la época señalada por el que lo lanzó, lamentablemente no es todavía un hecho, Hacía notar Kindelán que la Guerra Europea "llegó demasiado pronto para el arma aérea"y que ello se tradujo "en indecisiones y perturbaciones en los primeros días de la guerra. los más útiles eimportantes para la aplicación de los servicios aéreos y, sobre todo, quedó evidenciado en que ninguno de los ejércitos beligerantes poseía. ni con mucho. la flota aérea que le correspondía y necesitaba". En esta vena de aciertos y cuando trataba de aplicar sus pensamientos al problema de la defensa de España. decía "pero si brillante es el papelllamado a desempeñar en todas partes por las flotas aéreas. en nuestro país es excepcional la importancia del problema aéreo, Las naves submarinas. las minas, los aeroplanos y los dirigibles han convertido en un problema de posible realización el antes insoluble de la defensa nacional. sin peligro de ruina económica, Es España un gran campo atrincherado con una línea de fuertes; las plazas marítimas y fronterizas. y tres obras destacadas: Baleares, Canarias y el Norte de Africa. Las tres citadas obras destacadas -el ahora famoso eje estratégico en el que se basa toda nuestra defensa-. necesitan comunicación con el hipotético reducto central. y ésta sólo puede ser aérea". En su opinión, la vigilancia de los espacios entre las plazas fuertes debía de ser desempeñada por el arma aérea y hacía hincapié en que realizaría esta misión con mucha mayor eficacia ya menor coste que las fuerzas de superficie terrestres y navales. Hablando de nuestro contencioso marroquí. puntualizaba: "En Africa habrá, quizá por mucho tiempo, tres o cuatro divisiones de nuestro Ejército; en caso de guerra estas fuerzas necesitan o repatriarse o aprovisionarse y municionarse; todo ello sólo podrá realizarse por vía aérea. y el estudio del problema demuestra que es soluble". Al meditar sobre las ideas contenidas en esos artículos, Kindelán. diez años después, decía que formaban "las sólidas bases de mi ideario en materia aeronáutica; sólo detalles no suscribía yo en aquellos trabajos. yello prueba que o mi espíritu se estanca o las orientaciones iniciales eran acertadas y no han sufrido desgaste al contrastarse con la piedra de una realidad. no siempre fácil ni agradable ya veces cruenta y dolorosa". Este era el pensamiento predominante entre los asviadores españoles cuando la guerra europea finalizó y cuando Rodríguez Mourelo cedió su dirección a Echagüe. con el que se iniciaría un auténtico renacimiento de la Aeronáutica Lo que sucedía en Europa no era desconocido en España y entre nuestros aviadores comenzaba a germinar la semilla que habían lanzado mentes extranjeras y alguna española, que lograron entrever el futuro de un arma que en la guerra había logrado un fabuloso incremento, que hacía presagiar logros aún más importantes y rápidos en el futuro. HISTORIA DE LA AVIACION ESPAÑOLA