trébol subterráneo

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Nún^. 3-69 - H
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^ii^,
Siembra de praderas
de secano con
trébol subterráneo
José Luis Bellot de la Peña
Ingeniero Agrónomo
MINISTERIO DE AGRICULTURA
Siembra de praderas de secano
con trébol subterráneo
La fácil c^»nercialización alranra^la eT, lus últiill^^s ai^^^s
^^or el trigo ^ cei-eales en g^ener^l, así c<^i^^^^ otras raz^^ries
que n^^ s^^n <iel cas^^ analizar, ha Ile^-a^l<^ a l^^s agricult^^res
del secano a r^rturar tierras antes sujeta^ a l^ast^^reo }- acortar la stil^erñrie ^íe «p^^^sí^^» ^^ erial a l^ast^^s que constituía
la fase entre los cirl^^s ^íe cultivu, tra^^et^^l^^ c^^nlo a^nsecuencia el due h^^^^^ existan e^tensas z^,na^ ^le suel^^^ pobres ^^
degrada^los ^x^r 1^^ crosi<m.
i^Turhas de estas tierra^ cstán h^^^- tan empobreciclas,
qtle ni aun el atrayelite l^re^^i^^ ^Ie l^^s cere^ales hac.e qtte stt
cultivo sea ^^a re^itable.
1'or ^^tra 1,arte, ante la creciente ^leman^la de carne l^or
el amstuni^l^>r naci<m^il ^- estranjer^^, las actividades gana^leras se im^xmen ^- extien^len nlás ^- inás, pei-o pai-a ell^^
(s^m raz^mes eambmicas) se hare necesario c^^ntar con
grancles canti^la<les ^le aliment^^s ^;-rc^ser^^s (heno, hierba ver^le) que abaraten el coste <le I^r^^^lucción del kil^>gram^^ cle
carne.
^f^sta es la causa jx^r la ^jue ha}- due 1>ensar en un cultiv<^ que, sin ^lesterrar ^^or coml>let^ al cereal, inejore las
c^m^liciones de fertili^ía^l de lc^s suel^^s ^leg-radados ^ detenga la acción destructiva cie la er<^sión, I^r^^j^^^rcionando a la
vez alimento en cantida^í }- calidad suficientes al ganad^.
1'ara ^lcanzar rá^^i^lamente una mej^^ría cle la estructura ^- fertilidad ^le clich^>s suel^^s es pi-eris^^ cjtte el stiel^^ n^^^
quede s^nneti^lo a una fre^^uente m^^^-ilización, ^- estr^, a nues-
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Fig. 1.-Trzfolium subterra-neum. Planta ^C 1; F= flor X
X 4; C== cáliz fructífero X 4. (Según J. Ruiz del Castillo ).
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tro juicio, no lntede alcanzarse si no es con el I^rado temI^oral.
En los casos de sttelos naturalmente fértiles, profunclos
}^ bien drenados, puede pensarse ett una alternativa n7ás intensa de cei-eal con foi-raje anttal : ti-ébol de ^^lejandi-ía, ^eza
o trébol persa, según el terrcn^^.
En el resto de los casos, des^raciaclamente los más ^etleralirados, habi-á qtte pensar en leg-ttminosas ant:ales c^^n
capacidad de autorresienibra en asociaciones eon g^rasníneas. Iatas leg^ttininosas son lus tr ^boles (7^r•ifoliiatrt c-laei•lE'i'1, 1. O10^1^{ZB/"(lÍl^!-111^, Í. j2ll'tlflll. f. SIf17fL'1'3'Q9^1Plf'lIL ^" T. 19lCCll'-
^ta^trr^ra), en suelos ácicl^^s, ^^ l^,s carretones (Mec^icago tribi^loi^des, M. sc^r^tellata ^^ 117. ri^^ic^^r^,la), en los suelos calizos.
I)e t^xlas ellas, ^- sobre tod^^ en las conclici^mes de sttelo ^^
clima del titul^^este eslrtti^>l, s^^l.^resale sin ^hula, por stts esl^eciales características, el tréhol subterránec^ (Trifolirr^nt
sirhtE^rr^ayrc^l^^ia^ ).
Labores preparatorias.
"Cres casus i un^lainentales l^ue^len I^resentarse en cttant^^ ^l l^reharacibn ^lel terrenu, ;caítn el estacl<^ en dtte éste
se enrnentre:
L°
2.°
O_tte est^ ^le barberh^^.
O_ue. estuviera scn^bracl^^ ^le cercal.
.^ .^^
^lle tie^l j)^ltit(^^ ll^itill"<l^.
I^n el I^rimer ca^^, el suel^> sbl^^ necesitará cle 1<^s g^ra<le^,s que se jttzg-tten ol^^^rtttn^^s I^ara clejarlc^ libre de terr^^iie^, mulli^lc^ _^- esponj^^s^^ ron anteriuricla^l a la ^iembra.
I;n el se^ttn^l^^ ras^^ hahrá caue le^-antar el rastr^^jc^ c^^n
anteri^^ri^lacl, I^ara ^lesl^ués ^larle i^lénticas lab^,re^ ^_^ne en
el }^rimer cati^^.
Para el c^ts^^ últiin^^, la ttnira ^literencia n^^tab]e c^msi^te
en realizar c^m inás tiemjx^ l^ lah^^r cle alzar el pastc^ natural esi^tente, cle tal f^,rma c^tte al men^^s se haga ttn me^lio
harbech^^.
E'ig. 2. - Pradera de trébo] subterráneo pastada directamente por gw
nado ovino.
I'reviamelite al íiltilno graclco se esl>a]-ci]-án los aboncls,
<lue ^c enterrarán a^u clicha laU^^r.
llelltr^^ ^le l^^ ^x^sible se usarán al^er^ls que remu^^^an el
te]-ren^] sin vc^ltea]-lo : gradas cle ^liscus, esc^lrificad^lres, etr.
I,as laU^^res ten^lrán ttlla j^r^^fttn^li^lacl cle 10-1 ^ rertímet^^u^.
I;n tin, el te]-rcn^^ clebe qtie^lar r^m^^^a^^t^l^l^^ en el f^mcl^^
^^ muv bien ]^^ullid^^ _v espcmj^ls^^ en la sullerficie Ilara recihir la semilla.
^^ilv^^ en c^ls^^s e^:cel^ci^^nales ^le sttelr^s mal ^lrena^íos,
muti' c^^mllart^^s ^- c^^ln rapa ilnjlermeable a l^^^ca l^rofunclicla^l, n^^ vem^^s 1^1 rlecesi^lac^ ^le hacer stib,^^la^l^^. Nr^ se ^^lvi^le ^lue tal lalxlr es c^ara.
La siemhr^i Ilue^le hac:erse ^in lah^^r 1^revia alñttna, ,al-
-svo dar un ^as.e de gi-ada de cliscus que arañe lig-eramente el
suelo, aunque en alg^uno^ casos, operando de este modo, el
estableciu7iento normal de la pradera pudiera verse conl^roinetido.
Abonado.
I^l tl-ébul stibtei-ráneo es planta de tei-i-enos áciclos, I^er^
veáeta uiejoi- en suelos cu^-o I>FI oscila entre ^,^ ^- 7. L'or
ell^^, en aquellos suelus cuvo hE^ es infei-i^^r a>,^ debería
hacerse una corrección con dulomita o cal, o auuientar hasta 30U-60U kilos ^^oi- hectárea la dosis de carbonato cálcico
a emplear.
.^h0/1Q[t^) tO.SfÚi'1CO.
La r.anticlad cle abono fosfóric<:^ a eiuhlear depende
del c^^nteniclo en el sttelo cle este elemento, así como de la
canticlacl <le lluvia anual. 1'ara nuestras tierras e^treineñas,
la canti^la<1 inecli^ ^ie stiheriusi-ato c^scil^^r<í ali-ededoi- cle
250-350 kilos hor hectárea, aunque en suelc^s Ix^bres en e>te
eletilcnt^^ h^tbr^i ^lue cltihlicarla.
C^^nviene em^^lear el sttherf^,^[at^^, l^u^liendo sustituirse
la nlitacl en tierras e^cesivainente áciclas (l^i^ men<^r de >)
I^ur el e^jllivalente erl e5^^^^rías "I'h^mlas. I_st^^ se clebe a la
necesida^l ^le aznlre ^luc, I^ara c^^mse^^uir una i^erfecta _^activa n^^^lulación, tiene el tréb^^l stlbterráne^^.
A6oriad^^ f^ot^rsico.
Al igual ^^ue j^ara el alxmaau f^^s{óric^^, habrá de tene^^,e
en cuenta el c^^Titeni^l<^ ^le ^x^tasa en el suel^^.
1'orn^alinente, nue^tr<^s stiel^^^ est^ín ^ne^lianailleilte dota^l^^s de I^ot<^sa; n^^ ^,bstante, es aconsej^ble uz^ ap^^rte de
100-170 l:il^^s ^^<^r hectárea. I_sta^ cantidades se entiende
qtte son ^le suli ato ix^t^ísico. I_l eml^leo del sttltato en lugar
del clorttr^^ es j^ot- i^l^ntica razón que la e^j^uesta en el caso
del abonado t^sfóricc^ ^^, adein^ís, horque el cloruro produce
ttna decalcificación ^ic los ^ttel^^s ácidos.
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Aboriacio ^Tit^^oye^^aado.
^alvo cas^s mu}- e^ce^ci^nales, no creelnus ^^hortuno el
etnl^le^^ cle abon^^s nitr^^genaclos.
^iend^^ la base ^le la pradera una leguminosa, al p^rlerle
a disl^osición un nitróg^enc^ f^cilmente asimilable, dan^os lugar a que ésta nc^ tenga unas noclulaciones lo suficientelnente
activas ^- desarrolladas para fijar el nitrógeno atmosiérico.
I^n el tnej<^r cle lc^s casos, pagaríamos por alg^o que el tréb^^l nos pr^^clnce g-ratuitainente.
^egún cl^^n Víctor Moreno M^írqnez, «g^racias a 1^^^ nó^lul^^s la vegetación del trébol subterráneo se i-efnerza ; p^^r
ell^^, tcxlc^ lo qne tienda a disnzinuii- el talnaño }^ número cle
tuber^^sidades l^erjudicará a esta planta».
l^.n nuestra ol^inión, debiera emplearse sieml^i•e semilla
Fig. 3.-Pradera de trébol subterráneo. ubsérvese su desarrollo comparado con el paquete de tal^aco.
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inoculacla cc^n la eshecie de I21ai^ obi^T^l^, aprohiacla, altamente
efectiva en la fijación tlel nitró^;^eno atmosiérico _^- ron eleva^l^^ Ix^der ^le ^^ei-sistencia en el sttelo.
.^bona^^^o rrr^^^z^iico.
In^liscutiblenlente, el estiérc<^1 tavurece el desarrollo ^lel
tréb^^l sttbterráneo, l^er^^ razones eam^5micas iml^i^len que
su emhleo se ^eneralice. Por otra parte, los restos veg^etales ^le la praclera ^- ]as de^eccic^nes de los animales en j^astore^> aportai-án la sttficiente cantidad para un buen deserlv^^lvimient^^ y para enriquccer el suelo.
( -nlcio.
]^l calcic^ es iinprescinclible I^ara la formación y actividacl ^le los n^^^lnlos clel trébol subterráneo, pues se ha com1>r^^baci^^ que la careucia cle este elenlent^^ puede acarrear
la ^lesintegración de nódulos ^- raíces ^-, en consecuencia, la
mtterte de la ^^lanta.
I'^^r ell^^, se hará un aporte nlínimo de 100 kilos hor hertárea de carU^^natc^ cálcico, finamente dividido, l^arte clel
cual puede ir mezclaclo a la semilla y el resto se v^lea una
vez clispue.sto el terreno para ^la sien^bra, antes ^ después
<le lanzada aquélla, enterrándolo juntamente con ella.
También j^uede emplearse con btienos i-esultacl^s, com^^
fuente de calcio, la clolomita, ctue pi-opoi-ciona al stielo ma^nesi^>, del que j^uede estar necesitado.
Ati ra^ f re.
Es imt^rescindible para el trébol subterráneo. Tanto e^
así, que nluchos de los fracasos de establecinlient^ pue<len
ser ^lebidos a carencia cle azufre. No cbstante, c^n el azufre
^7ue alx^rtan el superf^^sfato ^^ sulfat^ potásico nc^ s^m de temer, normalmente, fall^^^ debi^l^^s a él.
11^7icroelerrt^yatos.
El trébc^l l^^s reqtiiere en ^^equeñísiinas canticlacles, per^^
>u falta ^ escasez puede poner en peli^r^^ la l^radera. C^^m^^
Máquina escarificadora
para s e m b r a r directamente, sin labor prevía
alguna sobre el rastrojo.
Primer año de una pradera de trébol subterráneo
e.n el mes de diciembre.
Alfondo puede observarse el aspecto que presenta la vegetación natural
en la misrna fecha.
Pradera de trébol subterráneo de dos años.
^Iuiera ^lue l^^s atiálisi^ c^^rrientes cle tieri-a ^1^^ clan sti a^i^terii^l^^ en 1<^s suelos, es muy recomen^lable la adici^ii c;e :
nu^libden^^, en iorma de ó^ido o trióaiclo (20-^0 g^r/Ha. );
^nan^aneso, eil j orma cle sttl f at^^ (1,2 - 1,7 hg^ % I-Ia. ); cinr,
cotil^^ sultato (1-1,^ Itig^/F^Ia.); cobalto, co^l^o sttliat<^
(20-30 g^r/Ha. ); b^^r^^, c^nn^^ b<^ratu ^le sodi^^ ^- bóra^
(1,2--^ hg/f^a.). Tamhién el hierro es necesario, l^cr^^ al
^^^^erar en terren^^s ácicl<^s su rare^icia es n^ás clifícil.
1'odos estos nlicr^^eleinent^^s ^^, al menos, ui^a inerrla ^lc
aqttell^s cuti^a i^tilta ^^ escasez sean cle l^rever (^F-6 h^;. ), se
alx^i-tarán a la tierra en el ul^^inento ^le la sieinbra ^^ l,^^ifacili^lacl cle rehart^^ se niezclar^n con la se^nilla, hero teilíendo btieii cuiclad^^ de hacer la mezcla en el mc^ment^; de
la siembra ^^, c^^n^^^ m^íxinlo, c^m veinticuatro ric^ras de antela^^i^m. _^^^i ^^tte ^ll ser t^í^ic<^^ ^^ara la semilla, jx^^lrían a^ectarl^t.
Semilla a emple^r.
Yar^^ la elección ^le las variedades de tréb^l sui^terráneo
habrá que tener en cuenta el til^o de sttelo, pluvitnnetría y
clima de la z<^^na cl<m^le ^e piense establecer la ^^radera. T^^das ellas ^e adaptan bien ^i l^^s sttelos ^ícid^^s ; sin embarg<^,
alg^unas encuentrar^ su mejur aplicacióti en con liciones muy
características de estc^s suelos. Así, por ejempl^^, la varieclad Yarloop es la m^ís indicacla t^ara terren^^s ench^rca^lizos, por tener su si^tema raclicttlar n1^s suj>erficial. I.a ^•ariedacl Clare se a^lal^ta me.jor qtie ning-una ^^tra a terren^^s
menos ácicl^^s c^ i»cltis^^ alcalinos, hoi- ser ca^^az de eztraer
de ellos mang-anesu r cinc más i^ácilmente que las otras ^-,
aden7ás, parere ser que neresita men^^i-es cantidacles cle est^^s
elcme^it^^s.
I?aiste t^ula una ^;^ama ele varie^lades de tr ^b<^1 suhterráne<^ de may^^r a meiloi- precoci^lad, entre las que Ixxlrem^^s
eleg^ir las m^ís al^rol^iadas a ttnas c^ndicic^nes climáticas ^letermina<las (canti<lacl v 1>erí^^^l^^ de ]luvia arltial, teu^l^eratura, etr. ).
l'nr^ie^dnc^es terii^^•azt^is: ll^^^al^;^anup, Gcraldt^m _^- 1"arl^x^l^.
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Las clos ^rimeras necesitan unos 350-450 milímetrus de
llttvia amial; 1a ítltiina, de 400 a 500.
T'^^r-iecfade.c seirii-te^t^Upranas: Clare, Bacchus Nlarsh. I^st^is necesitan un^^s 500 milímetros de ]luvia anual.
I'a^^iE^da^^^E^s ^^e ^^^ze^^ic^ esfaciós^: EI^^^^-arcl ^- l^I^ttnt-Barl:er.
1\^ecesitan ^le 500 a 750.
T'nrre^^a.des ta^rdías: Tallarcx^k. Requiere más de 500 niilíi»etrc^s.
Pai-a asegui-ai-n^^s una i-eg^ttlaridacl v honi<^geneidacl ^le
masa verde I^r-esente, así coino para alai-gar el pei-íod^^
anual de j^astoreo, cleben sembrar^e tres ^^ cuatro de estas
variedades, eligiendo tempranas, medias y tardías, si bien
usancl^^ en ma^-^^r hroporción aqttellas que convengan a
nuestr^^ suel^^ ^ clima particular.
I:n terren<^^ mu^- Ix^k^t-es ptteclen asociarse al ti-ébol suhteri-áneo el Tyifn^lit^^ra cherleYi, 7'yifol,iu^m lairti,^,tn (tréb^^l
r^^sa) c^ T. c^lr^^^rierat^^rn (t^^dos anuales), especies qtte siendo más rítsticas actuarán cle I^ioneras en e1 establecinliento
de ]a l^ra^lera.
I^n terrenos de ine^liana fertilidacl puede entrar a formar harte ^le la niezcla de semillas el tréb^l encarnado (TYifolir^^ii izrcar•yT^itrr.7iz) (anttal).
I^n a^Ittell^>s sttel^^s i11ás cotnhact^^s, con ^-i-an fei-tilicla^l
tresc^^s,
Inie^le as^^ciarse al trébol subterráneo el trébol
}íresa (T. tra^^^ifer^rru). I:n I^^s n^luti {értiles }- frescos ^- men^^s ácicl<^s p^xlría iiiclus^^^ a^ociarse e1 tréb^^l blanco (T. ref^en.c j.
Las g-ramíneas en qtte pue^ie l^eilsai-^e ha1-a as^ciarlas
a los ti-éboles sor^ :
I_^^lirrnt ri^^i^^r^nt (Ra^-g^rás ^^'imniera). I^ara tei-renos mu^pobres ; dactil^^, festuca arundinácea o Festuca c^rrz^ila, para
suel^s cle fertilidacl un I^c^co más elevada, }- Plaalaris trrhe^•o,ca _^- festuca hratetlse, en tei-i-enos encharcadizos ^- féi-tiles.
I_il suel^^s inu^- fértiiles, bien drenados, frescos ^- al^^^
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menos ácidos, pueden emplearse c^on éxito en la mezcla el
raygrás inglés, el italiano o el híbriclo.
En la n^ezcla de semillas (unos 10-12 kilos por hectá-
Fig. 4.-Trijuliu^n subterraneurn., L. Plá,ntula y 1; semilla X 10.
rea), los tréboles entrarán en la l^rr^l^ure^ión cle un 60-^U
l^or 100. 1^1 resto serán gramíneas.
I^n terrenc^s cle pH sul^^erior a 6-^^.^ lnieden elnl^learsc
algnn^^, rarretones; entre ell^^s, Mecli^a ^/c^ t^^i-hlr^lo^idcs, 1^7E^di^-c^c/^^ .cctlt^^llatcr^ ^^ lllcc^icn^^^n rir^idrrla
Fig. 5.-Es conveniente mezclar una gramínea con el tréboI si la pradera
ha de ser pastada, directamente.
Lpaca de siembs^A.
Creemos aconsejable hara realizar ésta, esperal- las 1^1-ilneras llttvias ^>tol^lales, aunqtte se efectuará lo antes I^osil^le
(I^erí^lclo c^ue va clel 1^ dc selltiembre al 1^ de octubre ), c^^íl
el fin cle <jue, a] lle;;al- 1^>s i^rí^^s, las 111antas e5tén lc^ sttlicieíiteu^ente cíesarr^^lla^la^ I^ara n^ c^^ln^lr^lmetel- su estahle^
cimient^^.
1Vlétodos de siembra.
^'ari^^s son l^s métc^d^ls a seguir, eligien^l^^ cacía cual
aduel que le sea más factible ^le acuerdc^ c^^n la maquinal^ia ^le que clis^x^nga.
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Sicr^abya a^faazto vnle^iic^o la senr.illa^.
a) Si z1^o se dis/^r>^le ^ie ^nr.lo nca^rala^to. En este casu
Se mezclará la senlilla, ccm un^^s á0 kilos cle superi=osl^at^^
c^ílcico _^- 70 l:iios ^le carlxmato cálcia^; tanlbién huede emj^learse arena, ceuiza u cual^luier ^^tra materia inerte par^
larilitar el rel>art^^. h.^st^ mezcla, a^lemás cle efectuarse c^nc^ienzu^lamente, deberá realirarse in^necliatamente antes cle
ejecutar la siembra, para que ésta quede hecha I^ más ttnif^^rmei»entc pcsible. ^^'oleada la semilla, se }^roceclerá a enterrarla me^liante ramajes, cadenas ^^ rastra, en cu^-os
^lientes se entrelazarán ram^jes Par^ evitar quc entreri a
^lemasiada ^^r<^funcli^la^l. lleslniés se pasará un rulo lis^.
li) Si se^ disf^^^zte cle r^tfln a^arrada^^o. I^^n este cas^^ se
dar^í un I^ase c^m ^lich^^ ntl^^. lleslntés se volean las semillas, que caer^n a1 fonclo ^le los I^ecjtteñ^^s sttrcos qtte el rul^^
i^^rin^^. t'^^^teri^^riliente se j>^^sará transvers^lmente tin tahl^^n, rastra, ramaje ^^ rttl^^ c^^rriente ^hte tle^hana l^^s l^nn^>s,
clue^lan^lc^ enterra^la la semilla.
.Si^^^rihj^a cn^^ ser^LFir^^dr,^ra ^^c ^^c^r^c^^ilc^.c n ^ho^^nc^o^-n ^E^li^Yl f 1(lJ(l.
^i n^^ se tiene l^ráctica, este tiistema encierra ciertas <lificulta^les ix^r re^ttlaci^^n de las sali^las, atasc^^s e irre^;ular
rej^art^^ cle ^;ramíneas ^- le^tin^in^^sa^, l^er^, ^>resenta la Ix^sihilida^l cle realizar ^^arias ^^j^eraci^me^ a la vez ^le nianera
mecánica. I_mplean<3^^ semill^l et, «^^íl^l^^ra» ^lesal^arerei^ ]a^
anteri^^re^ ^lificultacle^.
Con ^n^rqr^i7rn sc^nahr^r^lr>r•a ^/c ^r^c1tE^^rsE^.c.
I^.s el mét^xl<^ i^leal. ^ól^, ha^^ ^Itte tener ctlida^l^^ c^n la
j^r^^funcli<la^l <le siemhra _^- l^! canti^la^l rel^^irtida, I^ara l^> que
5e re^ular^í l^revia^»erlte la máduina.
.S1C'lJlhl'C7 ('O11 ('('/"C(Il.
^^^ arcm^ejam^s efeetttar este ti^x^ cle siembra, ^^^r 1as
múltil^les c<n^^i^etencias due se establecen entre rereal r le-
guminosas, todas ellas perjudiciales para el trébol (luz, elementos nutritivos y ag^ua, etc. ).
lle todas :formas, si al fin se decide hacer este tipo cie
siembra ha de ser a condición de aprovechar el cereal en
cuanto haya cumplido su misión protectora, tras cesar el
período de fríos invernales y tantas veces coino sea necesario, y bajo ningún concepto recogerlo como graiw.
Se siembra primero el cereal (trigo, cebada, centeno 0
avena) al modo usual, bajando, si acaso, la dosis de semilla
en un 20-30 por 100. llespués se entierra y se allana el suelo, sembrando a continuación la mezcla de pratenses seg^ún
cualquiera de los métodos anteriores.
Advertencias importantes.
1." I^ar los suficientes gradeos para ^lejar el terreno
bien preparaclo en superficie.
2.° Realizar concienzudamente la mezcla ^le semillas
y la de éstas con la arena o parte de los abonos que se emplean para repartirla.
3." I'oner^ sumo cuidado al enterrar la semilla, de forma que la protundidad de siembra nc pase de 2-3 centímetros, como máximo.
4.^ Ls muy recomendable el pase de rulo una vez repartida la semilla.
5.a
^lbonar y corregir convenientemente el suelo.
6.` ^mplear una mezcla de semillas de áarantía, adecuada a las concliciones de clima y suelo.
7.'
Semb^-ar lo más p^-onto posible.
Resumen ordenado de operaciones para la siembra.
P^rej^ara^^•ió^z del terre^ao:
F3arbecho o labor de alzar.
Gradeos.
Abonados.
I^nterra^lo del abono con g-rada de discos.
-- 15 -
.Sienrhr^ca a. ^^oler^:
^^as^^ 1.,^
^l^ iVlezcla heriecta cle Ia^ semillas ^le ^ramíneas ^- le^ttmin^^^<ls.
h) i^1 ezcla ^^el- t ecta de estas semillas c^m ^0 kil<^s de
^ttl^eri<^siat^^ ^- 70 kil^^s ^le rarbonat^^ c^^lcir<^, c^ c^^n arena
u ^^tro n^<tterial inel-te.
r) ^^^^le^^ cle la ^emill^ ( amelgar el terren^^ Ilara facilitar el rel^art<^).
d)
I^_nterrarla me^liallte un ^^ase ^le ran^ajes, ca^lenas
^^ rastra.
^^ ^
1'ase <le rtll^, lis^^.
E'ig. 6.--Una buena pradera es el resultado de haber preparado bien el
terreno, de haber realizado una buena siembra y de darle los cuidados culturales necesarios.
- 16 -
Caso 2.°
a) Realizar operaci^^nes de mezrl^ ^le la semilla cumo
en el caso anteri^^l- (c^heraci^^nes a_^- b).
b) Pase de rulo acal ^alado.
c)
^^^^le^ de la mezcla de senlillas.
d)
I'ase de ra^naje, cadenas, rastra ^^ rtil^^.
.Siernt^r^a cozr senab^^^^dor^ n aborladnra:
a) i^iezcl^ l^eriecaa de las clistintas semillas.
h^ N'Iezcla I^erfecta de las semillas c^m las ^^anti<la^les
^le alx^n<^ <^ ai-ena hrecisas.
r/ Rel^artc^ cle semilla r<^ll la máquina (si se eml^lea
sembrad^^ra de cereales, quitar l^,s tubos u b^^tas ^- culocar
una tabla horiz^ultal <leba_j^^ ^le las b^^cas ^le sali^la; c^^n el
m^wimient^^ la semilla se rel^artil-á más uni f<^rmemente ).
d)
I'<lse cle rul^^, rastr^, ramajes o r.adenas.
^egttn l^^s ctiida^í^^s que recit^a, el trélx^l stibtet-ráne<^
Inte^le ^^ern^anerer más u men^^s tieml,^^ en la I^ra^lera, r^m^Ix^rtáncl^^se c^^m^^ temlxn-al c^ l^erman^nte. I)e ahí el imlx,rtante I^^lj>el qtte I^ttecle jttg^al- e] tréb^^l ^ubterráne^^ en las ^l^^s
i^leas ^Itte a c^^r^tinttacióll exjx^nelr^^^s.
1.^' IZe^lttcir el cultivo cle rereal a las tierra^ aral^les
(aclttellas en las que las lab^^res Inte^lerl hacerse ec^^nómicamente c^m me^li^^^ mecánic^^s), aunque dentr^^ cle un sistema en el ^^ue el cerea? alterne r^m l^^s I^ra^l^^^ sembracl^^s en
alternativas de ruatr^^-seis añ^^s.
2.^' Recuperar me^liante siembra, hara I^^ra^l^^ l^ermanente, t^^^la la sul>erfirie n^^ arable, ^alv^^, clar^^ e^tá, aquella
que Ix^r su naturaleza ha^-a cle ser ^lestina^l^l a lx^sque.
PUBLICACIONES DE CAPACITACION AGRARIA
Bravo Murillo, 101, Madrid-20.
I)^^^(^:a^>
Se autoriza la reproducción ínteyra
de esta publicación mencionando su
origen, «Hojas Divulgadoras del Ministerio de Agricultura».
le^;al,
^^I.
3.lOP 1U55.
Gr:íficas L'KUina.
P1eléndez Vuldés. 7.
Madrid. 19fi9.
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