consideraciones sobre la prohibición de asistencia financiera para

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La conversión de una sociedad industrial en sociedad holding como supuesto
generador del derecho de separación de socio
(Comentario a la sentencia del Tribunal Supremo, Sala de lo Civil,
de 10 de marzo de 2011)
Rafael Hidalgo Romero
Revista Aranzadi Doctrinal, nº 6/2011 (octubre)
RESUMEN
La Sentencia del Tribunal Supremo de 10 de marzo de 2011, junto con otra anterior de 30
de junio de 2010, vienen a sentar jurisprudencia sobre la existencia de derecho de
separación del socio disidente en los supuestos de modificación sustancial del objeto
social y fija criterios que han de utilizarse para calificar una determinada modificación
como “sustancial”. En particular, el Alto Tribunal considera que existe modificación
sustancial del objeto generador del derecho de separación cuando una sociedad industrial
se convierte en una sociedad holding.
ABSTRACT
The Supreme Court judgments of March 10, 2011, and June 30, 2010, have become
leading judgments regarding the right of shareholders to exit a company when there is a
substantial amendment of the corporate purpose for which these partners did not vote.
The Supreme Court considers that dissident shareholders are entitled to exit an industrial
company if the majority decides to transform the company into a holding company.
CONCEPTOS CLAVES
Modificación sustancial del objeto social.- derecho de separación de socios.- conversión de
una sociedad industrial en sociedad holding.- artículo 346.1.a) del Real Decreto
Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de
Sociedades de Capital.
KEYWORDS
Substantial amendment of the corporate purpose; right to exit the company;
transformation of an industrial company into a holding company; section 346.1.a) of
Royal Legislative Decree 1/2010, of 2 July, approving the Consolidated Text of the
Corporate Enterprises Act.
SUMARIO
I. INTRODUCCIÓN. PLANTEAMIENTO DEL CASO.- II. ANTECEDENTES FÁCTICOS
RELEVANTES.- III. DOCTRINA JURISPRUDENCIAL.- a) La exigencia legal de la
constancia del objeto social en la escritura de constitución. Finalidad del derecho de
separación. b) La modificación sustancial del objeto social como supuesto generador
del derecho de separación del socio disidente. c) La conversión de una sociedad
industrial en sociedad holding como presupuesto generador del derecho de separación
del socio disidente.- IV. CONCLUSIÓN. LA RECIENTE MODIFICACIÓN DE LA LEY DE
SOCIEDADES DE CAPITAL POR LA LEY 25/2011, DE 1 DE AGOSTO COMO
CONSECUENCIA DE LA NUEVA DOCTRINA JURISPRUDENCIAL
I.
INTRODUCCIÓN. PLANTEAMIENTO DEL CASO.
La Sentencia del Tribunal Supremo de 10 de marzo de 2011 ha venido a fijar, junto
con otra anterior de 10 de junio del año anterior, la doctrina jurisprudencial en relación
con el derecho de separación de los socios que no hubieran votado a favor del
correspondiente acuerdo en caso de modificación sustancial del objeto social. Ello supone
una ampliación del ámbito de aplicación de este derecho a supuestos que sin constituir
una “sustitución” del objeto social stricto sensu, tiene unas consecuencias análogas a
aquélla desde el punto de vista del socio disidente, por suponer una modificación en las
bases contractual en su momento determinantes de la affectio societatis. En particular, la
sentencia reconoce el derecho de separación en un supuesto en que la modificación del
objeto social operada tiene por finalidad convertir una sociedad industrial en una sociedad
holding o de cartera.
El presente comentario se centra en el Fundamento de Derecho Segundo de la citada
sentencia de 2011, en el que la Sala argumenta la generación del derecho de separación
en los supuestos de modificación sustancial del objeto social; define las premisas para
considerar como “sustancial” una determinada modificación del objeto social, y concluye
que es sustancial la modificación estatutaria que tiene por finalidad la conversión de una
sociedad industrial en una sociedad holding o de cartera.
II.
ANTECEDENTES FÁCTICOS RELEVANTES.
La parte recurrente en casación es un socio minoritario de una compañía
operadora en el sector eléctrico que, a su vez, es la parte recurrida.
El proceso resuelto en casación por la Sentencia comentada tiene su origen en la
modificación de la cláusula estatutaria relativa al objeto social de la sociedad recurrida. La
redacción de la cláusula anterior a la modificación era la siguiente:
“El objeto de la Sociedad queda constituido por la realización de las
siguientes actividades:
a) Directamente, la distribución de energía eléctrica.
b) Indirectamente, es decir, mediante la titularidad de acciones o
participaciones en otras sociedades, la producción de energía eléctrica de
origen térmico, hidroeléctrico o de cualquier otra naturaleza; la compraventa, arrendamiento y explotación de fincas rústicas, desarrollando en las
mismas toda clase de actividades agrícolas, forestales o pecuarias”.
Tras su modificación, tenía el siguiente tenor:
“El objeto de la Sociedad queda constituido por la realización de las
siguientes actividades:
a) Directamente o indirectamente, mediante la titularidad de acciones o
participaciones en otras sociedades, la distribución de energía eléctrica.
b) Indirectamente, es decir, mediante la titularidad de acciones o
participaciones en otras sociedades, la producción de energía eléctrica de
origen térmico, hidroeléctrico o de cualquier otra naturaleza; la compraventa, arrendamiento y explotación de fincas rústicas, desarrollando en las
mismas toda clase de actividades agrícolas, forestales o pecuarias”.
Con esta modificación estatutaria, que formalmente suponía la adición del
fragmento “o indirectamente, mediante la titularidad de acciones o participaciones de
otras sociedades”, se posibilitaba estatutariamente, conforme a lo previsto en el informe
de administradores, la conversión de una sociedad industrial dedicada exclusiva y
directamente a la explotación del negocio de la distribución eléctrica en una sociedad
holding o de cartera, mera tenedora de acciones o participaciones. El socio, que no votó a
favor del acuerdo de modificación, pretendió ejercitar el derecho de separación por
modificación sustancial del objeto social. El consejo de administración de la compañía
rechazó tal ejercicio, lo que motivó la interposición por el socio disidente de demanda en
la que entre otros pronunciamientos judiciales se solicitaba que se declarara judicialmente
que la modificación estatutaria acordada era una modificación sustancial del objeto social
que le daba derecho a separarse de la sociedad.
El proceso fue resuelto en primera instancia por sentencia del Juzgado de lo
Mercantil nº 1 de Sevilla, de 29 de diciembre de 2006. En ella se rechazó que la
modificación estatutaria acordada pudiera calificarse como modificación sustancial del
objeto social a los efectos de reconocer al socio disidente su derecho a separarse de la
sociedad. Sobre la base de una Resolución de la Dirección General de Registros y del
Notariado de 1 de diciembre de 1993, el Juzgado de Primera Instancia resuelve que “la
modificación realizada carece de relevancia, ya que la exigencia legal de que en los
Estatutos de las Sociedades Anónimas conste el objeto social, determinando las
actividades que lo integran –art. 9.b) de la Ley de Sociedades Anónimas-, no alcanza a la
necesidad de particularizar los modos a través de los cuales esas actividades puedan ser
desarrolladas y sin que tampoco, sea necesaria una previsión específica que ampare su
desenvolvimiento de modo indirecto a través de otras entidades de objeto similar”. La
sentencia de primera instancia añade que la legislación del sector eléctrico que le es de
aplicación a la sociedad no supone limitación alguna para el ejercicio indirecto de diversas
actividades relacionadas con el sector eléctrico.
La Sentencia dictada en grado de apelación por la Audiencia Provincial de Sevilla,
Sección 5ª, de 12 de septiembre de 2007, confirmó la de primera instancia y rechazó que
se hubiera “producido sustitución alguna del objeto social que sigue siendo el mismo: la
distribución de energía eléctrica. Lo que ocurre es que la modificación introducida va a
permitir a CECSA variar la forma en la que puede gestionar o desarrollar esta actividad de
distribución eléctrica, ya que hasta el momento de la alteración sólo podía hacerlo
directamente, y a partir de entonces podrá realizarlo de manera indirecta, es decir,
mediante la participación en otras empresas que realicen directamente la actividad de
distribución eléctrica. Lo que ocurre es que ahora tiene dos medios o formas de
desenvolverse para realizarlo, bien directamente, bien indirectamente a través de otras
compañías mercantiles. No estamos tan siquiera ante un cambio del objeto social, sino
ante una modificación de la forma de realizar el objeto social, que podrá ejecutarse en la
misma forma directa que ha sido tradicional en CECSA o en forma indirecta, pero siempre
con el objeto de distribuir energía eléctrica”. Aun cuando admite que tal modificación
puede posibilitar la conversión de la compañía en una sociedad holding o de cartera,
resuelve que no cualifica la modificación operada, como tampoco la cualifica el hecho de
que la sociedad sea cerrada o sometida al control y supervisión de la Comisión Nacional
de la Energía.
III.
DOCTRINA JURISPRUDENCIAL
El Tribunal Supremo casa la sentencia de apelación, y, entre otros pronunciamientos,
declara que la modificación del objeto social para convertir la sociedad, de carácter
industrial, en una sociedad holding constituye una modificación del objeto social
generadora del derecho de separación del accionista disidente.
La doctrina jurisprudencial sobre la materia objeto de este comentario se contiene
sustancialmente en el Fundamento de Derecho Segundo de la Sentencia.
a) La exigencia legal de la constancia del objeto social en la escritura de
constitución. Finalidad del derecho de separación
El alto tribunal parte, para resolver el litigio, de la existencia de un doble presupuesto
en esta materia:
Primero, la exigencia legal de constancia del objeto social en la escritura de
constitución -estatutos-. La Sentencia contiene un detallado análisis histórico de esta
exigencia legal.
Segundo, el reconocimiento legal del derecho de separación “como peculiar fórmula
de tutela de la minoría frente a la capacidad de los capitales de dominio para imponer por
el juego de las mayorías y sin necesidad de pacto con los minoritarios, la modificación del
objeto social”, autorizando a los disidentes “a romper el vínculo con quiebra de la regla de
la irreversibilidad de la inversión y del principio de integridad del capital social”
(Fundamento de Derecho Segundo, 2.2.). El derecho de separación se articula, pues,
como instrumento de tutela del socio minoritario ante la posición de la mayoría de
modificar las bases contractuales que determinaron su ingreso y permanencia en la
sociedad. En estos casos, no se puede exigir al socio que permanezca en la sociedad. El
socio minoritario no puede quedar vinculado a aquellas modificaciones sustanciales que
varíen significativamente las condiciones contractuales que determinaron su ingreso y
permanencia en la sociedad1.
b) La modificación sustancial del objeto social como supuesto generador del
derecho de separación del socio disidente
Sobre la base del doble presupuesto referido anteriormente, el Tribunal Supremo
resuelve que el derecho de separación del socio disidente no sólo surge en supuestos de
sustitución -entendida como reemplazo total y absoluto- del objeto social, sino también
en aquéllos otros en que, sin existir tal reemplazo total, el objeto social se modifica de
forma sustancial. El Alto Tribunal llega a esta conclusión sobre la base de dos premisas
esenciales, fijadas ya en su Sentencia de 30 de junio de 2010:
Primera, para interpretar la “sustitución del objeto social” en cuanto presupuesto del
derecho de separación del accionista disidente ha de atenderse como razón identificadora
del objeto social su sustancia, “que permite definirlo como tipo, poniéndola en relación
con el fin de la norma, que no es otro que respetar la voluntad del socio que ingresó en
una sociedad que explotaba un determinado negocio, admitiendo que condicione su
permanencia a la de la finalidad objetiva que fue la base de su relación con aquélla”.
Y, segunda, “no habrá sustitución cuando la modificación, por adición o supresión,
resulte intrascendente desde aquel punto de vista y, menos, en los casos de mera
concreción o especificación de las actividades descritas en los estatutos, pero sí cuando se
produzca una mutación de los presupuestos objetivamente determinantes de la adhesión
del socio a la sociedad, como consecuencia de la transformación sustancial del objeto de
la misma que lo convierta en una realidad jurídica o económica distinta: caso de la
eliminación de actividades esenciales, con mantenimiento de las secundarias; o de la
Así lo expone GALGANO “La società per azioni”, en Trattato di Diritto Commerciale e di Diritto
publico dell’economia, vol. 7, Padua, 1984, seguido por RODRÍGUEZ ARTIGAS, (“El cambio del
objeto social. En particular, el derecho de separación de socio”, en ALONSO UREBA y otros,
Derecho de sociedades anonima, III, Madrid, 1994, p. 171): “La evolución desde la teoría de las
bases esenciales hasta el reconocimiento de este derecho refleja un fenómeno más general cual es el
de la progresiva afirmación de la clase empresarial sobre otras clases detentadoras de la riqueza: el
interés del accionista ahorrador a que no se modifiquen las condiciones contractuales originarias, en
base a las cuales había realizado su inversión, se sacrifica; se hace prevalecer una exigencia
empresarial propia de los capitales de dominio: la de poder actuar, sin necesidad de tener que pactar
con la minoría, la constante adecuación del contrato social al cambio de las condiciones externas del
mercado o de las situaciones internas de la empresa. Y no importa si como consecuencia de estas
reiteradas modificaciones del acto constitutiva, el accionista termina encontrándose vinculado por un
contrato de sociedad distinto de aquel al que originariamente se había adherido (….) En la
actualidad y como consecuencia de esa evolución de la tutela de la minoría se realiza hoy en día
únicamente mediante el reconocimiento a los accionistas disidentes del derecho de separación de la
sociedad.”. V. también, ALFARO ÁGUILA-REAL, “Conflictos intrasocietarios (Los justos motivos
como causa legal no escrita de exclusión y separación de un socio en la sociedad de responsabilidad
limitada)”, RDM, núm. 222, 1996, p. 1108.
1
adición de otras que, por su importancia económica, vayan a dar lugar a que una parte
importante del patrimonio social tenga un destino distinto del previsto en los estatutos”2.
c) La conversión de una sociedad industrial en sociedad holding como
presupuesto generador del derecho de separación del socio disidente
Aplicada esta doble premisa a la modificación de la cláusula estatutaria relativa al objeto
social para posibilitar su ejercicio mediante toma de participaciones en otras sociedades,
el Tribunal Supremo distingue dos supuestos con diferentes consecuencias jurídicas:
1) No existe modificación sustancial del objeto social, sino meros actos de ejecución
de la actividad, en aquellos supuestos en que la sociedad procede a tomar participaciones
o realizar simples “inversiones en participación” en sociedades del mismo sector en que
actúa la sociedad inversora.
2) En cambio, “la sustitución de la explotación directa por la indirecta, mediante la
creación de un grupo de empresas con unidad de dirección, sujetando la dominada a la
dirección de la dominante, supone una «sustitución de actividad» de la sociedad aunque
el negocio se desenvuelva en el mismo sector de la industria o del comercio y, a la postre,
la «sustitución del objeto», con alteración de las bases determinantes en su momento de
la affectio societatis, ya que al no alterarse la estructura propia de la “sociedad isla”,
sustituir la “explotación directa” de una actividad industrial por la “explotación de
acciones y participaciones” sociales, de hecho supone la pérdida del poder del socio que
no participa en la gestión sin contrapartida alguna, hurtándole la posibilidad de impugnar
los acuerdos anulables de la participada por falta de legitimación, a tenor de lo que
dispone el artículo 117.2 de la Ley de Sociedades Anónimas -hoy 206.2 de la Ley de
Sociedades de Capital- al carecer de la condición de socio de la dominada, y comporta la
sustitución de reglas del juego que afectan a condiciones esenciales determinantes de la
adquisición de socio”.
En el caso objeto de la Sentencia comentada, la Sala llega a la conclusión de que, aun
cuando, en su literalidad, la modificación pueda parecer intrascendente (añadir, junto al
ejercicio directo, el indirecto de la actividad de distribución eléctrica mediante
participaciones en otras sociedades), el informe de los administradores pone de
manifiesto que tal modificación tiene por finalidad la conversión de una sociedad industrial
en la cabecera de un holding empresarial. “En el presente caso en el que pese a tratarse
de una sociedad anónima, la desinversión de los socios minoritarios está dificultada por
tratarse de una sociedad cerrada, la modificación estatutaria constituye una sustitución o
2
En este sentido, se ha pronunciado también la doctrina científica. Entre otros, BONARDELL
LENZANO y CABANAS TREJO (Separación y exclusión de socios en la sociedad de
responsabilidad limitada, Pamplona, 1998, p. 48) se refieren a la modificación sustancial como «un
cambio sustancial en la configuración del riesgo económico potencial asumido por los socios». En
esta línea, BROSETA PONT («Cambio de objeto y ampliación de operaciones sociales en la Ley
española de sociedades anónimas», en AA.VV., Estudios Jurídicos en homenaje a J. Garrigues, I,
Madrid, 1971, p. 64) afirma que el derecho de separación «se concede como recurso o remedio para
conciliar el interés que puede sentir la mayoría en modificar el objeto originario, y el legítimo interés
de la minoría en que no se le imponga sin su consentimiento alteraciones de las bases sociales
objetivas que motivaron su ingreso en la sociedad». GÓMEZ PORRUA (en JIMÉNEZ SÁNCHEZ,
Derecho Mercantil, Madrid - Barcelona, I, vol. 2º, 14ª ed., 2010, págs. 302-305) afirma que se
reconoce el derecho de separación cuando la modificación ha afectado a algunas actividades que,
hasta ese momento, podían considerarse como esenciales en la actuación de la sociedad, o cuando se
produce un cambio sustancial que por su envergadura económica «puedan suponer que una parte
importante del patrimonio social vaya a tener un destino distinto del que fue admitido por los socios
en el momento de la constitución de la sociedad (sustitución en sentido económico)».
reemplazo del objeto social como lo evidencia el «traslado de la rama de actividad de
distribución de energía eléctrica a una nueva sociedad», transformando una sociedad
industrial en una sociedad holding que de la explotación de una actividad industrial pasa a
administrar acciones o participaciones, sin que a ello sea obstáculo que la participada
desarrolle su actividad en el mismo sector del mercado, máxime cuando la singularidad
de la actividad es determinante de su sumisión a un control que se trata de eludir
precisamente mediante una alteración estatutaria cuya trascendencia permite calificarla
razonablemente de «sustitución del objeto» que no se ve difuminada por la existencia de
un objeto plural de escasa incidencia real en la actividad de la sociedad”.
En efecto, hay que coincidir con la Sentencia comentada en que la conversión de una
sociedad industrial en una sociedad holding ha de considerarse como una modificación
sustancial del objeto social generadora del derecho de separación3, ya que supone la
constitución de un grupo de sociedades en la que se producen una serie de peligros y
riesgos para los accionistas minoritarios, que precisan de una regulación específica
relativa a la actuación empresarial del grupo, al ejercicio del poder de dirección única
como actividad empresarial y a la tutela de la minoría -constitutiva del denominado
Derecho de grupos de sociedades- del que actualmente adolece nuestro Ordenamiento
jurídico. De ahí que los instrumentos instituidos para la tutela de la minoría en las
denominadas “sociedades-isla” (sociedades independientes o no integrantes de ningún
grupo), se revelen del todo insuficientes para tutelar a los accionistas minoritarios o
3
En este sentido se ha pronunciado un relevante sector de la doctrina científica. Así, ESTEBAN
VELASCO (“El objeto social: algunas consideraciones en torno a un libro reciente”, Revista de
Derecho Mercantil, núms. 196-197, p. 410) estima que la conversión de una sociedad industrial u
operativa en una sociedad holding o de cartera supone una “modificación de la organización de la
sociedad de tal relieve, en relación con los intereses de los socios y los terceros, que está justificado
que reciba la misma consideración que la propia modificación del objeto en sentido material”.
Siguiendo al autor anterior, RODRÍGUEZ ARTIGAS (“El cambio del objeto social. En particular, el
derecho de separación de socio”, Madrid, 1994, p. 167) afirma que la modificación del objeto social
que suponga la conversión de una sociedad operativa en una pura sociedad holding es “equivalente a
una sustitución del objeto social, puesto que la sociedad puede, en virtud de esa cláusula, convertirse
en una sociedad «holding» y dejar de desarrollar directamente las actividades que integran su objeto
social. Con la particularidad, además, de que el socio minoritario puede pasar a convertirse, dentro
del grupo formado como consecuencia del ejercicio indirecto del objeto de su sociedad, en un
accionista externo, que, en nuestro ordenamiento, carece prácticamente de protección. En estas
condiciones, si en el supuesto indicado, aunque no se trate estrictamente de una sustitución del
objeto, no se concede a la minoría el derecho de separación como consecuencia de una modificación
sustancial de las actividades sociales, es evidente que esa minoría puede quedar totalmente
desprotegida.”
externos, que ven sensiblemente debilitada su posición jurídica ante la existencia de un
grupo de sociedades4.
La conversión de una sociedad industrial en una sociedad holding debe considerarse,
pues, como una modificación sustancial del objeto social en cuanto supone, de un lado,
una profunda transformación de la realidad empresarial y jurídica de la sociedad (tanto
más en el presente caso, en el que la conversión supone que la actividad de la sociedad
deja de estar sometida al control y supervisión del regulador del sector eléctrico), que
alcanza una nueva dimensión, generadora de peligros para el accionista minoritario, sin
que nuestro ordenamiento jurídico tenga específica respuesta, lo cual no cabe duda que
incide sustancialmente sobre la base contractual que sustenta la permanencia del socio en
la sociedad y que justifica el derecho a separarse de ella en caso de conversión en una
sociedad holding.
La sentencia comentada pondera como circunstancia relevante para determinar el
presupuesto fáctico del derecho de separación el carácter “cerrado” de la sociedad, en
línea con lo que ya expresaba el legislador en la Exposición de Motivos (III) de la Ley de
Sociedades de Responsabilidad Limitada de 1995:“Entre las ideas rectoras de la Ley
destaca la de una más intensa tutela del socio y de la minoría. Esta tutela es
particularmente necesaria en una forma de sociedad en la que por su carácter cerrado,
falta la más eficaz medida de defensa: la posibilidad de negociar libremente en el
mercado el valor patrimonial en que se traduce la participación del socio. Este es el
sentido de la amplitud con que se admite el derecho de separación del socio”5. La
ausencia de mercado donde negociar libremente las acciones y la existencia de
restricciones a su transmisibilidad, son circunstancias relevantes que han de considerarse
para determinar la existencia del presupuesto fáctico para el ejercicio del derecho de
4
Así, MASSAGER, “La estructura interna de los grupos de sociedades (aspectos jurídicossocietarios), Revista de Derecho Mercantil, 191-192, 1989, p. 295, afirma que:
“La consecuencia de la formación del grupo de sociedades, en suma, es una
modificación del modelo de organización jurídico del tipo de empresa social
inicialmente escogido por los socios y, por otro lado, una reducción, siquiera potencial,
del contenido jurídico de la condición de socio. Estos fenómenos se dan en la sociedad
dominada como en la dominante”.
(....)La ejecución de la dirección del grupo, a su vez, debilita los derechos que integran
la condición de accionistas, pues se desvanece el derecho a intervenir en la decisión de
ciertas cuestiones y, paralelamente también quebranta las competencias de la junta
general de la sociedad dominante. Todo ello se traduce en un perjuicio efectivo de la
posición jurídica del accionista. En el momento de adquirir una acción, el accionista
pone en manos de la sociedad una parte del capital para que lo destine a la explotación
de la empresa social según la estructura de funciones y competencias legalmente
establecida y acepta los riesgos de la actividad empresarial así desarrollada. Si la
sociedad se convierte en cabecera de un grupo, sus accionistas se ven expuestos
también a los riesgos de explotación empresarial llevada a cabo a través de la sociedad
dominada –variaciones del valor de la acción como consecuencia de la suerte de la
explotación de la sociedad dominada y, en especial, como resultado de la
responsabilidad de la sociedad dominante de las deudas de la sociedad dominada-,
según un esquema de competencias que sustituye al existente en el momento de entrar
en la sociedad dominante”.
En este sentido, v. AGUILERA RAMOS “El derecho de separación del socio”, en RODRÍGUEZ
ARTIGAS y otros, Derecho de sociedades de responsabilidad limitada, II, Madrid, 1996, p. 1002;
VIERA GONZÁLEZ (“Las sociedades de capital cerradas y causas de separación y exclusión en la
SA y SRL”, Revista de Derecho de Sociedades, 2001-2, 17, p. 81.
5
separación del socio disidente, habida cuenta de las dificultades que, en estos casos, tiene
para salir de la sociedad.
IV.
CONCLUSIÓN. LA RECIENTE MODIFICACIÓN DE LA LEY DE SOCIEDADES DE
CAPITAL POR LA LEY 25/2011, DE 1 DE AGOSTO COMO CONSECUENCIA DE
LA NUEVA DOCTRINA JURISPRUDENCIAL
La doctrina jurisprudencial comentada ha ampliado el presupuesto del ejercicio del
derecho de separación a supuestos en los que sin sustituirse el objeto social -entendido
como reemplazo total- se modifica de forma sustancial. Existe modificación sustancial
cuando se produce una mutación de los presupuestos objetivamente determinantes de la
adhesión del socio a la sociedad, como consecuencia de un cambio sustancial de su objeto
que lo convierta en una realidad jurídica o económica distinta. La conversión de una
sociedad industrial en una sociedad holding ha de calificarse como modificación sustancial
del objeto en cuanto debilita sustancialmente la posición jurídica del socio y su relación
con la actividad empresarial que, al pasar a sociedades filiales, queda sustraída del
ámbito de su control. En definitiva, comporta la sustitución de las reglas del juego que
afectan a las condiciones esenciales determinantes de la condición de socio.
El legislador se ha hecho eco de la doctrina jurisprudencial comentada, y amplía el
presupuesto del ejercicio de derecho de separación a los supuestos de modificación
sustancial del objeto social, y ha procedido recientemente a la modificación del art.
346.1.a) de la LSC, mediante Ley 25/2011, de 1 de agosto, de reforma parcial de la Ley
de Sociedades de Capital y de incorporación de la Directiva 2007/36/CE, del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 11 de julio, sobre el ejercicio de determinados derechos de los
accionistas de las sociedades cotizadas, para añadir la “modificación sustancial” del objeto
social junto a su sustitución como causa de ejercicio del derecho de separación.
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