liberal, en la que el pueblo pueda elegir libremente a sus

liberal, en la que el pueblo pueda elegir libremente a sus representantes. (... ) F.l r y
habló de un futuro, del que nadi sabe lo lejos que está. Los ministros arrojnn el 1;17(>
n dirección a la oposición d izqui rda, para suj tar y asegurar !'e futuro . L:t
pr gunta es si pi nsan todos n un futu1'o s riamente democrfltico y si xisten condiciones que conv nzan a la oposición de que pu d integrarse túcitmncnt . n e l pr()(' t·~o
de reforma. La s gunda. part de la pr gunta pucd cont starsc rápidamente. l.a<~
detenciones y prohibiciones de los pasados días han demostrado qu la ofNta drl
pacto no pu de s r a tualrnente digna d cr · dito. El cur o de reforma sigue slrndo
todavía tan ambiguo corno hac mcsrs. Léls palabras del rey pueden hab r sido
pronunciadas con sinceridad. Pero la vida cotidiana política en Espai'ia ofrec un
aspecto diferente. La policía sigu dctrni ndo; la oposi ión se guarda muy blrn dr
ca r n la trampa. La tolcr01ncia, la ,.libertad de opinión", que conc de el mini ~ tro
de la Gobernación, l\lanu 1 Fraga Triharne, nmascara n muchos casos arbitr;Jrit•d:Jd
jurídica. on su proceder, la polida sigue poniendo en t la de juicio el rréditu dr Jos
reformistas. Un ,pacto nacional" aprna pu d Jlroducirse mientras qu la Guardia
i\'il siga torturando cn 1 País \ 'ast•o . O, ¡,céuno ha de produ ir. e tal pactn, l-1 la
policía detiene precisamente a un homhre d contacto de los socialistas con rl n·~·
.Juan arios, a Luis olana, acusado de propaganda il gal? (... )
La ,nueva Espai1a." tiene que s r primero una realidad
,.The Washington Post", 5./6. 6. 1976
(\Vashingtl•lll
(.,Das ,neue Spanien' mul3 erst Wirklichkeit werd n')
Editorial. - La isita d •1 r y Juan Carlos marca un paso importante n 1 sendl'r
que España está emprendiendo, vacilante, hacia la superación de su oscuro p:~ ~n du
franquista. (... ) La buena voluntad qu los norteamericanos observan hacin F.!' p: trta
ha sido evidcn1
n la r e •pción dada al r y en Washington por el Congr so y la
Casa Blanca. Sin embargo, quisi ; ramos cs¡,crar que Juan Carlos no . e lh·,·ao,r la
impresión d que de pué · dr ratificado el nuevo tt·ataclo, lo E. tado Unidos ddar.ín
d int r sar
por su país. l..a d claración d aliento a la d mocracia en 1-:.,r,aai:l.
ai1adida al tratado en el cnaclo, d muestra todo lo contrario. E paiia ha cstahlt•d11n
un cal nclario de lec iones y · mue\' cautclo ament ha ia un ingr so en el :\trrcado 'omún y n la OTAN. Pero todavía no orrc pond a módulo aceptabll's clr una
democracia occid ntal. (... ) El apoyo d los Estados Unidos a la .. nue,·a F:~p:ui:l"
aumentará en la medida rn que llc~ul' a rr realidad la ,.nuc,·a Espaiía".
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