Alegato corto sobre la doctrina de inmunidad condicionada La inmunidad calificada es una doctrina de génesis judicial. Constituye una defensa afirmativa que protege a los funcionarios y empleados públicos, en su carácter personal, de los daños que causen al ejercer funciones discrecionales. Romero Arroyo v. E.L.A., 127 D.P.R. 724, 745 (1991); De Paz Lisk v. Aponte Roque, 124 D.P.R. 472, 495 (1989). Esta defensa tiene dos aspectos: (1) el funcionario o empleado gubernamental que no actúa de buena fe, esto es, sin malicia, es responsable y, aun cuando medie buena fe, responde si actuó irrazonablemente o debió saber que su conducta era ilegal; y (2) el servidor público no responde de reclamaciones por alegadas violaciones constitucionales, a menos que la norma violada haya estado claramente establecida, esto es, cuando sus actuaciones no violen derechos civiles o derechos claramente establecidos por la Constitución o la ley, de los cuales cualquier persona razonable hubiera tenido conocimiento. Acevedo v. Srio. de Servicios Sociales, 112 D.P.R. 256, 262 (1982). Aun cuando debe resolverse si aplica la referida defensa afirmativa antes de celebrarse el juicio, si existe controversia sobre los hechos, ésta debe resolverse por el juzgador luego de adjudicar cuáles son los hechos que fueron probados. Id., a la pág. 263. Véanse además: Kelley v. LaForce, 288 F. 3d 1, 7 (1st Cir. 2002); Swain v. Spinney, 117 F. 3d 1, 10 (1st Cir. 1997). En el caso en que unos apelantes presentan una acción en la que reclaman daños y perjuicios por, entre otras razones, violación a sus derechos constitucionales, discrimen por matrimonio, discrimen por sexo, discrimen en empleo, represalias y responsabilidad civil extracontractual no procede el planteamiento de inmunidad cualificada. Máxime cuando la acción es contra los apelados Universidad de Puerto Rico y varios de sus altos funcionarios. Esto es así ya que la defensa de inmunidad calificada no aplica cuando las actuaciones del funcionario público violen derechos civiles o derechos claramente establecidos por la Constitución o la ley, de los cuales cualquier persona razonable hubiera tenido conocimiento. Además en el caso de existir controversia de hechos, no debe prosperar esta defensa como fundamento de la desestimación si de la demanda surgen alegaciones de violación de sus derechos constitucionales y estatutarios. Como se ha visto existen controversias de hechos que requieren la celebración de un juicio. Por lo tanto, comete error el TPI al adoptar el reclamo de inmunidad calificada sin antes considerarse y adjudicarse en un juicio plenario.