1 UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES DEPARTAMENTO DE POST-GRADO EQUIDAD Y GÉNERO EN LA POLITICA AMBIENTAL DE GUATEMALA MARIA TERESA RODRIGUEZ BLANDON CARNET No. 23221-83 ASESORA: DOCTORA MARCELA LAGARDE Guatemala, agosto de 1998. 2 INDICE Págs. 1. Introducción 3. CAPITULO 2 9. 10. 10. 11. 12. Los Diferentes Enfoques del Desarrollo 3.1 El Enfoque del Bienestar 3.2 El Enfoque de la Equidad 3.3 El Enfoque de la Antipobreza 3.4 El Enfoque de la Eficiencia 3.5 El Enfoque de la Administración y Generación del Poder CAPITULO 3 6. 6. 8. Perspectiva de Género 2.1 Condición y Posición de las Mujeres 2.2 Estrategias y Prioridades 2.3 Intereses y Necesidades 12. CAPITULO 4 Vínculos Existentes entre la Perspectiva de Género y el Medio Ambiente 14. 4.1 Cumbres Mundiales que han Abordado los Temas de Género y Ambiente de . Manera Específica. 15. 4.2 Desertificación y Género 19. CAPITULO 5 21. Sostenibilidad, Género y Desarrollo 5.1 Desarrollo Sostenible del Agua 23. CAPITULO 6 27. 29. Perspectiva de Género en la Política Ambiental de Guatemala 6.1 Iniciativa Centroamericana de Declaración de Política Ambiental 6.2 Estudio de Caso: Equidad y Género en el Cerro San Gil 33. CAPITULO 8 Reflexiones Finales. 3 35. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 38. ANEXOS * Mapa de las Comunidades del Estudio de Caso . * Declaración de Política Ambiental con Enfoque de Género en Guatemala * Declaración de Política Ambiental con Enfoque de Género en Costa Rica * Declaración de Política Ambiental con Enfoque de Género en El Salvador * Declaración de Política Ambiental con Enfoque de Género en México 4 “EQUIDAD Y GENERO EN LA POLITICA AMBIENTAL DE GUATEMALA” INTRODUCCION: Para la realización de este estudio, fue necesario recurrir a la investigación filosófica que ampliara la bases para la fundamentación de ideas centrales y despejara las interrogantes existentes. Como parte de este enriquecedor proceso, el darse el lujo de dudar, permitió hacerse una visión propia de las cosas. Bajo los principios de que solo quien es libre duda y decide, este estudio se enfocó en un principio, en la revisión de los contenidos de las corrientes ecofeministas existentes. De la filosofía ecofeminista es importante rescatar los elementos que conforman su política de la realidad actual: el análisis del poder, el desarrollo de un nuevo paradigma, el proceso analítico, el pluralismo, la empatía por la causa, el cambio en la praxis y la visión del futuro. Estos elementos, han sido desarrollados también por la cultura feminista como una crítica a la modernidad patriarcal. Las filosofías ecofeministas están fundamentadas sobre bases teológicas y en ellas se tiende a naturalizar todo lo que le pasa a las mujeres, todos sus fenómenos de salud y desarrollo, trasladando la subordinación de las mujeres al plano de la abstracción y la armonía. Al mismo tiempo, al asociar a las mujeres con el principio de la Madre Naturaleza, se proyecta la idea de “maternalizar el mundo” para ellas, como las cuidadoras de las otras y los otros y hasta de la naturaleza por la conexión directa que se construye filosóficamente. Cuando se escucha el término de ecofeminismo, se tiende a pensar que es la relación existente entre la ecología y la visión feminista, esto no es tan simple, resulta ser mucho más complejo, por lo que es importante que se destine un tiempo al estudio de esta filosofía para formarse un juicio propio. La cultura feminista es holística, su agenda política contempla una profunda preocupación por el medio ambiente y por la integralidad del mismo con los ejes fundantes del desarrollo. Es una construcción de procesos alternativos que consiste en eliminar todas las formas de dominación económica, social, política, cultural, nacional, étnica, clasista, religiosa, ideológica, militar y también ambiental. A criterio personal considero que no es válido etiquetar al feminismo, éste ya contempla una visión ambiental muy amplia. 5 Hay que recordar que la destrucción de la diversidad biológica y el deterioro de la calidad de vida avanzan paralelamente y que en nombre del "desarrollo" y el progreso, se está propiciando el deterioro y hasta la desaparición de los sistemas en los que se apoya la vida: los bosques, el agua y la tierra. En América Central, a diferencia de otras regiones de Latinoamérica, se ha venido gestando todo un movimiento para incorporar la temática de las mujeres en el uso y el manejo de los recursos naturales con características regionales. Anteriormente, el tema ambiental había sido enfocado y trabajado solo por los hombres ignorando las actitudes, incidencia de comportamientos y prácticas por parte de las mujeres. Existe un consenso cada vez mayor de que las mujeres por sus conocimientos, aptitudes y experiencias tradicionales deben ser consideradas no solo como las víctimas del deterioro ambiental, sino como elementos positivos para la gestión ambiental. La mayor parte de los esfuerzos que tienen como finalidad ubicar el tema de las mujeres dentro de los espacios más convencionales del desarrollo sostenible han sido en su mayoría realizados por mujeres, que introducen una perspectiva de género en sus investigaciones y favorecen la participación activa de los grupos investigados. Contrario a que la mayoría de las investigaciones referidas formalmente a medio ambiente o ecología se centran en aspectos físicoambientales y son dirigidas por varones. Se tiende a plantear los estudios ambientales como desligados de lo social, por lo que su campo de acción se ve restringido a aspectos físicos, flora y fauna. Es por ello que el término "desarrollo sostenible" motiva hacia una mayor apertura y deja por un lado el reduccionismo de medio ambiente o ecología. Esta investigación pretende apoyar los esfuerzos que contemplan la incorporación de la perspectiva de género a la gestión ambiental. En la actualidad, la falta de una política ambiental con una visión holística y equitativa en Guatemala, está influyendo de manera negativa en el impacto de las acciones emprendidas. Hay una desproporción en cuanto a los recursos que se asignan a las mujeres y a los hombres como partícipes de procesos de desarrollo sostenible. La falta de una concepción integradora en las tareas ambientales, está propiciando una visión reduccionista del tema y fraccionando las poblaciones al trasladar únicamente a los hombres todo el conocimiento y acceso a tecnologías necesarias para hacer frente a los fenómenos de degradación ambiental existentes. Para realizar esta investigación, fue necesario recopilar material bibliográfico sobre el tema a nivel mundial, regional y local. Se establecieron contactos en las esferas ambientales públicas y privadas del país y con algunas organizaciones ambientalistas de carácter internacional. 6 El estudio comprende una investigación bibliográfica y una fase de campo que se realizó a través de entrevistas y visitas directas con funcionarias(os) de la Comisión Nacional del Medio Ambiente –CONAMA- , la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales de Recursos Naturales y Medio Ambiente – ASOREMA- que reúne a las ONG’s ambientalistas, expertas en el tema a nivel local e internacional. De la misma manera, se contactó directamente a las personas encargadas del tema de género al interno de los distintos ministerios o secretarias de ambiente de El Salvador, Costa Rica y México con la intención de tener una lectura regional del tema. Se ubicó a nivel nacional, un estudio de caso que reúne las características de esta investigación en el departamento de Izabal, se procedió a realizar los contactos y entrevistas con las personas encargadas de este proceso. El estudio se realizó durante los meses de enero a julio del presente año. Como se verá en la presente investigación, los primeros capítulos contienen un marco teórico necesario para la fundamentación del estudio, se encontrará también en los Capítulos 4 y 5, la vinculación existente entre la perspectiva ambiental y la perspectiva de género y en el Capítulo 6 están contenidos los análisis y hallazgos del estudio y el estudio de caso identificado. Corresponde al Capítulo 7 la parte de las reflexiones finales a las cuales se llegó. CAPITULO 2: LOS DIFERENTES ENFOQUES DEL DESARROLLO: Las discusiones sobre la igualdad de oportunidades, los debates sobre los problemas del desarrollo y sus efectos sobre las mujeres según las diferentes experiencias mundiales, junto a los conflictos bélicos y políticos entre algunas naciones, configuraron un espectro de estrategias sobre el como enfocar y actuar en el terreno de la cooperación internacional y la formulación de las políticas para el desarrollo de las mujeres en el Tercer Mundo. Diversos estudios han abordado este tema y han sistematizado los énfasis de las políticas y estrategias, así como las críticas de sus alcances y limitaciones. (Buvinic, 1983-1986; Young, 1988; Moser, 1989; Portocarrero, 1990). El marco de análisis para dichas estrategias se basa en la noción de la división sexual del trabajo, la cual explica la esencia de las relaciones de subordinación de las mujeres con respecto a los hombres y los desbalances y asimetrías de poder que se establecen entre ambos. Asimismo y en particular Mosser (1989), evalúa las estrategias según el énfasis que le otorguen a los 7 roles de las mujeres y al tipo de necesidades -prácticas o estratégicas de género- hacia las cuales orientan sus respuestas. Para poder examinar la interrelación entre las políticas y las estrategias hacia las mujeres y las necesidades de género las autoras Buvinic (1986) y Mosser (1989) establecen una clasificación o tipos de enfoque. 2.1 El enfoque del bienestar Es uno de los enfoques más antiguos y todavía tiene vigencia en algunas esferas y países del Tercer Mundo. Se concretan a través de estrategias de acción de carácter residual para "grupos vulnerables" débiles y subfinanciados. La ayuda ha sido proporcionada a mujeres de bajos ingresos, privilegiando sus funciones reproductivas en calidad de esposas y madres. La creación de dos enfoques paralelos de ayuda para el desarrollo -por un lado la ayuda económica para el crecimiento económico y, por otro, la ayuda a los "grupos vulnerables"- tuvo consecuencias críticas para las mujeres de los países del Tercer Mundo. La cooperación para el crecimiento se dirigió fundamentalmente a incrementar la capacidad productiva de la fuerza de trabajo masculina y la ayuda para el bienestar de las familias se dirigía a las mujeres identificadas con personas minusválidas, enfermas(os) y niñas(os) como los grupos socialmente "vulnerables". • • • Según Moser (1989), el enfoque de bienestar se basa en tres supuestos: que las mujeres son receptoras pasivas del desarrollo que la maternidad es el rol más importante de las mujeres que la crianza y socialización de las y los niñas(os) es su rol más efectivo en todos los aspectos del desarrollo económico. Por aparte, hay dudas con respecto a quienes se benefician verdaderamente de los programas: son las mujeres, o más bien las y los niñas(os) la familia y la comunidad? 2.2 El enfoque de la equidad Con otro punto de partida y superponiéndose a las estrategias de bienestar, se mostraron evidencias de la importancia del rol productivo de las mujeres y de su rezago en términos de productividad en inserción en los sectores de "avanzada". Se planteó que las mujeres participaban fundamentalmente en los sectores de subsistencia e informales de las economías, señalando sus obstáculos para ubicarse en un trabajo remunerado. Este planteamiento puede identificarse con lo que sería el primer enfoque sobre la Mujer en el Desarrollo (MED), que impulsaron muchas agencias de 8 cooperación internacional y en especial en una primera etapa la Agencia de Desarrollo Internacional –AID-. Asimismo este enfoque incorporó aspectos que tuvieron que ver con la igualdad de oportunidades; vistas éstas en las relaciones entre mujeres y hombres en el mercado, o sea, en el mundo de lo público. Dio énfasis de manera muy importante a la independencia económica de las mujeres como sinónimo de igualdad. No obstante, la lógica oculta en este enfoque es que las mujeres han perdido terreno sobre los hombres y para mejorar su posición tienen que competir y desplazar las posiciones ocupadas por hombres con políticas positivas de discriminación en caso de ser necesario. 2.3 El enfoque de la antipobreza Se puede identificar como un segundo enfoque de la concepción sobre Mujer en el Desarrollo (MED). Plantea que la desigualdad económica entre mujeres y hombres está ligada a la subordinación sino a la pobreza, cambiando el énfasis de la reducción de la desigualdad entre mujeres y hombres a la reducción de la desigualdad de ingresos. El enfoque antipobreza se centra básicamente en el rol productivo de las mujeres, asumiendo que el alivio de la pobreza y la promoción de un crecimiento económico balanceado requiere de una mayor productividad de las mujeres en los hogares de bajos ingresos Moser(1986). En consecuencia, las intervenciones con esta concepción buscan incrementar las opciones de empleo y generación de ingresos de las mujeres, a través de un mejor acceso a los recursos productivos. Dado el énfasis que se le otorga al rol productivo de las mujeres, muchas veces las intervenciones ignoran su rol reproductivo y bajo el supuesto que las mujeres tiene mucho tiempo libre, se termina extendiendo exageradamente la jornada laboral. Más que generar ingresos para la autonomía, dicho enfoque generó fracasos y tensiones que descalificaban a las mujeres como productoras. Dentro de este esquema proliferaron los proyectos generadores de ingreso para las mujeres, los cuales fueron predominantemente concebidos de manera doméstica. El que se haya distinguido en proyectos de "microempresas" para los hombres y proyectos "generadores de ingreso" para las mujeres, fue un indicador del carácter secundario que se le otorga al trabajo productivo de las mujeres, considerado menos importante o asumiéndolo como "ingresos personales". 2.4 El enfoque de la eficiencia Podría señalarse como el tercer enfoque dentro de la concepción de Mujer y Desarrollo (MED) y es el que en los actuales momentos goza de mayor 9 popularidad y apoyo por parte de los organismos de cooperación y financiamiento internacional. El enfoque propone que una mayor participación económica de las mujeres en las iniciativas del desarrollo, favorece la unión de la eficiencia y la equidad. Con este planteamiento se observa un tránsito del enfoque de la equidad al enfoque de la eficiencia en el marco de la concepción global del MED. Dicho tránsito coincide con un marcado deterioro de la economía mundial y las medidas drásticas de ajuste estructural por las cuales han atravesado los países del Tercer Mundo. Se produce un desplazamiento del objetivo central: de las mujeres se traslada el énfasis al desarrollo; aspecto que tiene la virtud de reconocer que las mujeres son esenciales para el esfuerzo del desarrollo en su conjunto. Sin embargo, esto no derivó necesariamente que el desarrollo debía mejorar las condiciones para las mujeres. En la práctica, este enfoque ha significado un desplazamiento de costos de la economía remunerada a la sin paga, particularmente mediante el uso del tiempo sin salario de las mujeres. Se privilegia su rol reproductivo y de gestora comunal. Por esta razón ha ganado mucha popularidad en el marco de las políticas de ajuste de los países. A través de contar con el trabajo gratuito de las mujeres para actividades tales como el abastecimiento de combustible, autoconstrucción, procesamiento de alimentos, etcétera. Se pueden reasignar recursos para otras áreas y recortar gastos en servicios. Se asume entonces que muchos de los recortes, pueden ser amortiguados por la elasticidad del trabajo de las mujeres. 2.5 El enfoque de la adquisición y generación de poder Sus orígenes no son de ningún modo recientes y puede decirse que más que un enfoque, es una estrategia de intervención que se basa en una determinada concepción sobre el poder. Se le confundió en un inicio con la estrategia de la equidad pero difiere no sólo en sus orígenes sino también en la identificación de las causas de la subordinación de las mujeres. Esta estrategia cuestiona uno de los supuestos fundamentales sobre el poder implícito en los otros enfoques. Reconociendo la importancia de que las mujeres aumentan su poder, lo identifica menos en términos de dominación sobre otros y más en términos de la capacidad de las mujeres de incrementar su propia autoconfianza en la vida e influir en la dirección del cambio, mediante las habilidades de ganar y tener control sobre recursos materiales y no materiales. En escencia, reconoce el triple rol de las mujeres y plantea la necesidad de producir cambios en los factores que explican las condiciones de 10 subordinación de las mujeres. En este enfoque son esenciales los cambios de ley, cambios en los sistemas de propiedad, en el acceso y utilización de recursos por parte de las mujeres. Se busca un accionar de arriba hacia abajo a través de la fuerza y presión de las mujeres organizadas. Por ello busca movilizar y generar poder para el cambio a través de elevar la conciencia de las mujeres para desafiar su subordinación. CAPITULO 3: PERSPECTIVA DE GENERO: Como lo señala Marcela Lagarde, la perspectiva de género basada en la teoría de género, sintetiza una visión histórica específica acerca de la condición femenina y masculina y permite analizar las diversas situaciones vitales de las mujeres y los hombres. A la vez permite analizar la sociedad, el Estado y la cultura, como ámbitos en los que se desarrollan las relaciones sociales y políticas de género, así como las maneras en que se articulan con otras condiciones históricas (de edad, de clase, de etnia, etcétera). Los procesos históricos son otros en el campo teórico de género y los procesos políticos cambian tajantemente a la luz de la perspectiva de género. La perspectiva de género es sinónimo de enfoque de género, visión de género o mirada de género y contiene también el análisis de género. En algunos lenguajes tecnocráticos se llega a hablar de la variante género. Se le llama también el componente género y se le homologa al componente medio ambiente, al componente salud, etcétera.1 Herant A. Katchadourian2 trabajó con la intención de aumentar la comprensión pública sobre la sexualidad humana. La sexualidad y nuestra forma de expresarla debe ser vista como un proceso, ya que no son totalmente innatas, vamos construyendo nuestra sexualidad desde edades muy tempranas, la primera infancia, hasta que llegamos a la vejez, por eso es lento y dura toda la vida. Katchadourian define la sexualidad, el género y el sexo de la siguiente manera: Sexualidad: es una expresión personal que forma parte de nuestra identidad básica, es un proceso que está en constante evolución y tiene como punto de partida los aspectos psicosociales. La expresión de la sexualidad va de acuerdo al estilo de vida, a la manera que se tiene de manifestar como seres únicas nuestras emociones, afectos, comportamientos eróticos y los papeles en lo femenino y masculino. 1 Lagarde, M., 1997, Género y Feminismo, Desarrollo humano y democracia, 1a. ed. Madrid. pág. 84 La Sexualidad Humana, un estudio comparativo de su evolución. 1983, Fondo de Cultura Económica, México. 2 11 Es importante señalar el hecho que las feminidades y las masculinidades se forman sobre una compleja red de comportamientos, papeles y actitudes en un proceso constante de socialización. También influye el medio, el contexto social y cultural en el cual se desenvuelven las personas. Género: hace referencia a lo femenino y a lo masculino. Se deriva de la palabra "genus" que significa nacimiento u origen. Se conceptualiza como el conjunto de atributos asignados a mujeres y a hombres en la sociedad según sea su sexo, raza, edad, grupo étnico y clase social a lo largo de los procesos de socialización. Tiene que ver con la manera en que cada sociedad y cultura le asigna a las personas de manera diferenciada, su conjunto de responsabilidades, pautas de comportamiento, valores, gustos, temores, expectativas y todo el orden simbólico. Es importante agregar que el género también es histórico, es el reflejo de una realidad vivida por mujeres y hombres en distintas sociedades a través del tiempo. El género no es producto natural, viene de la construcción que se le da en las culturas y las sociedades. Cada persona es educada y formada en lo que en esa sociedad se considera que debe ser transmitido. Sexo: se refiere a los aspectos biológicos, se origina en el latin "sexus", sus mútiples usos y derivados: sexo, sexuado, sexual, sexualmente, sexualismo, sexualista, sexualidad, sexualizar y el más reciente sexista, permiten que haya una gran gama de significados y que se puedan agrupar bajo dos grandes categorías: a- el sexo como característica biológica o de la personalidad, según se es mujer o se es hombre con características estructurales y funcionales y que cuenta con los siguientes elementos: sexo genético, hormonal, gonádico, morfología de los órganos internos de la reproducción, morfología de los genitales externos. b- el sexo como comportamiento erótico que se refiere a lo que las personas realizan sexualmente, prácticas sexuales y es todo aquello que conduce al orgasmo. El sexo cambia toda la vida en sus componentes hormonales, fenotípicos, fisiológicos. La palabra sexo referida solo a las áreas anatómicas, deja de cubrir otras que se refieren al comportamiento, sentimiento, emociones y fantasía. Existe la corriente de los deterministas biológicos que trata de fundamentar que las divisiones de género en las sociedades tiene como base las diferencias biológicas. El determinismo biológico trata de exponer que las diferencias entre mujeres y hombres surgen como selección natural a consecuencia de los distintos papeles biológicos que se dan en los dos sexos en el campo de la 12 reproducción. Las diferencias y desigualdades no solo son inevitables sino que tienen una función. Gayle Rubin3 planteó en 1975 el sistema “sexo-género”, señalando que la subordinación de las mujeres es producto de las relaciones que organizan y producen la sexualidad y el género. Hizo un marcado rechazo a la hipótesis de que la opresión de las mujeres se debe a aspectos económicos, éstos son sin duda influyentes pero tiene un peso significativo toda la carga sociocultural asignada para darle validez a la subordinación imperante. Rubin sostiene que la organización cultural del género y los contextos políticos del género han sido estudiados en el trabajo de Whitehead y Ortner, donde explican que no todas las culturas elaboran nociones de masculinidad y feminidad en términos de dualismo simétrico. Introducen el término de “sistema de prestigio” como parte del orden político, económico y social. Este es el que afecta más directamente al género y a la sexualidad. El planteamiento del hecho que las variaciones de nuestros comportamientos sociales están mucho más allá de las diferencias biológicas fue ampliamente fundamentado por Teresita de Barbieri.4 Hay una referencia importante cuando señala que es preciso rescatar del pasado y del presente los aportes de las mujeres a la sociedad y a la cultura, que sean visibles en la historia, en la creación y en la vida cotidiana. Es de esta manera que nacen al interno de los distintos centros académicos y los programas y proyectos de las organizaciones no gubernamentales, los estudios sobre las mujeres. Se dice en plural por el hecho de que la mujer en singular hace referencia al eterno femenino, ahistorica pero si se nombran en plural, las mujeres, expresa la diversidad e historicidad de situaciones en que se encuentran las mujeres. Estos estudios sobre las mujeres, comienzan a extenderse por todo el mundo. Mencionemos las dos posturas diferentes que han acompañado a la investigación sobre las mujeres: a). la que centra el objeto de estudio en las mujeres, información sobre la condición de vida y trabajo de las mujeres, en fin, lo que se denomina la cultura producida por las mujeres. b). otra que privilegia a la sociedad como generadora de la subordinación de las mujeres. No es fácil para las dos posiciones el construir una teoría, se requiere de un proceso largo y lento, de una gran cantidad de información sobre hechos pasados y presentes. Las dos posturas trataban de ir dando explicaciones 3 El tráfico de Mujeres: notas sobre la “economía política” del sexo. Título Original en inglés: “The Traffic in Women: Notes on the “Political Economy of Sex”. Traducción de Stella Mastrangelo. Nueva Antropología, Vol. VIII, No. 30, México 1986. 4 Sobre la Categoría Género. Una Introducción Teórico-Metodológica. Isis Internacional,1992,Ediciones de las Mujeres No.17. 13 válidas sobre la sociedad dividida en sexos. Se señala la importancia de hacer estudios de la sociedades concretas y de que deben hacerse estudios en todas las líneas, relaciones mujeres-hombres, mujeres-mujeres y hombres-hombres, de lo contrario no se avanzará. Se puede hacer mención que en la actualidad estas líneas se están siguiendo. Vemos con mayor frecuencia que se está expandiendo el estudio de las masculinidades por parte de grupos de hombres en América Latina y algunos países desarrollados. De Barbieri señala como algunas y algunos autoras(es) hacen sustituciones de la palabra sexo por género, muchas veces sin emplear el contenido preciso para el fin que se está utilizando. Pasa lo mismo cuando género sustituye a mujeres, se cae en procesos de "mujerismo" académico y no es que esto esté del todo errado, lo que pasa, es que se tiene el peligro de caer en un reduccionismo del término género y sus significados. Es importante hacer mención de como en sociedades de dominación masculina hay una apropiación de las capacidades reproductivas, de la sexualidad y de la fuerza de trabajo de las mujeres. Controlar el cuerpo de las mujeres lleva a que se dirija el trabajo de las mujeres. 3.1 Condición y Posición de las Mujeres: Para Kate Young5, las causas de la constante preocupación de autoras y autores radica en la útil distinción entre condición y posición de las mujeres. Por condición se refiere al estado material en el cual se encuentran las mujeres: su pobreza, su falta de educación y capacitación, su excesiva carga de trabajo, su falta de acceso a tecnología moderna, instrumentos perfeccionados, habilidades para el trabajo, etc. La posición de las mujeres supone su ubicación social y económica respecto a la de los hombres. La importancia de aclarar si nos preocupa la condición o la posición de las mujeres y nuestros supuestos, se sustenta en que ellas guían tanto la formulación de las políticas como las estrategias a seguir. Muchos trabajos reconocen que mujeres y hombres tienen oportunidades de vida distintas y que la sociedad está estructurada de manera tal que produce una serie de desventajas evidentes para las mujeres. 3.2 Estrategias y prioridades De la mano con la construcción de una visión va la cuestión de las estrategias y prioridades que se deben adoptar. Debe ponerse énfasis en 5 Reflexiones sobre como enfrentar las necesidades de las Mujeres. Guzmán,Virginia, Portocarrero,Patricia y Vargas, Virginia (comp). Una nueva lectura: Género en el Desarrollo. Edición Dominicana. Ediciones Populares Feministas. Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), Colección Teoría 1992. 14 modificar las leyes (especialmente las referentes a la herencia y propiedad de los recursos valorados), en abrir todas las ramas de la educación a las mujeres, en alentar el ingreso de las mujeres a las profesiones masculinas, en garantizar que se las incluya en todas las decisiones clave en el más alto nivel del gobierno y del Estado; o en hacer que los hombres ingresen a las profesiones femeninas (enfermería, trabajo de oficina, educación primaria). Debe centrarse la atención en cambiar las relaciones interpersonales existentes, promoviendo la responsabilidad masculina con el hogar y el cuidado de las y los niñas(os), se debe asignar mayor retribución y valor social al trabajo que realizan las mujeres en la actualidad -trabajo doméstico y cuidado de las y los niñas(os), servicio y atención. En otras palabras, las estrategias se deben concentrarse en las estructuras, el comportamiento y la ideología. Evidentemente, deben diseñarse las estrategias en función de la situación concreta que enfrentan las mujeres en diferentes escenarios sociales y de la identificación de los intereses de género dentro de culturas específicas. Una apreciación inicial parecería sugerir que debe movilizarse rápidamente a las mujeres mismas para apoyar los cambios que mejorarán su posición en la sociedad. Pero, en realidad, la situación es mucho más complicada. Para Caroline Mosser6 es importante definir el triple rol de las mujeres: en la mayoría de hogares de bajos ingresos "el trabajo de las mujeres" no solo incluye el trabajo reproductivo (las responsabilidades de la maternidad y crianza de las niñas y los niños) necesario para garantizar el mantenimiento y reproducción de la fuerza laboral, sino también el trabajo productivo, generalmente en calidad de generadora secundaria de ingresos. En las áreas rurales, este toma usualmente la forma de trabajo agrícola, mientras que en las áreas urbanas, las mujeres trabajan frecuentemente en empresas del sector informal ubicadas en el hogar (a manera de subcontratación o trabajo a destajo) o en las diferentes vecindades. Además, las mujeres se involucran en trabajos de gestión comunitaria a nivel del asentamiento local en contextos tanto urbanos como rurales. Existe una modificación de actitudes dentro de las comunidades, tanto urbanas como rurales, frente a las mujeres que viven solas, especialmente evidente en las comunidades en conflicto, donde las mujeres forzadas a vivir por su cuenta han adquirido más confianza al afrontar las críticas a su status (Weeda, 1987). Se puede decir que hay un reconocimiento creciente de parte de quienes realizan tareas de planificación que implementan proyectos o formulan políticas y que ya no pueden ignorar a las mujeres jefas de familia si quieren tener éxito en su trabajo. 6 La Planificación de Género en el Tercer Mundo: Enfrentando las Necesidades Prácticas y Estratégicas de Género. Guzmán, Virginia, Portocarrero, Patricia y Vargas, Virginia(comp.). Una nueva lectura: Género en el Desarrollo. Idem. 15 Las condiciones económicas de los hogares encabezados por mujeres varían de manera considerable, dependiendo de factores como el estado civil de las mujeres, el contexto social de liderazgo femenino, su acceso a recursos productivos e ingresos y la composición de su hogar. Frecuentemente, estos hogares tienen un alto grado de dependencia y acceso limitado al empleo y servicios básicos. Como resultado, con demasiada frecuencia caen por debajo de la línea de pobreza y están representados de manera desproporcionada entre los más pobres de los pobres. Aunque las mujeres jefas de familia no constituyen una categoría por separado, se ve exacerbado su problema de la triple jornada, lo cual puede tener implicancias específicas para la formulación de políticas. Cuando las personas encargadas de realizar el trabajo de planificación y formulación de políticas públicas se ciegan ante el triple rol de las mujeres, y ante el hecho que las necesidades de mujeres y hombres no siempre son iguales, no reconocen la necesidad de relacionar las políticas de planificación con los requerimientos específicos de las mujeres. Puede decirse que las acciones del desarrollo están basadas en un enfoque sectorial que no ofrece las estrategias integrales que las mujeres necesitan. Por ejemplo, las facilidades de salud en áreas de bajos ingresos son frecuentemente subutilizadas ya que sus horarios son inapropiados para las madres trabajadoras. La incapacidad de hacer los ajustes necesarios no sólo pone en riesgo la implementación de políticas en favor de las mujeres con programas que frustran en lugar de satisfacer las necesidades básicas, sino que puede empeorar drásticamente la posición de las mujeres. Los intereses generales que las mujeres tienen en común, deben llamarse intereses de género para diferenciarlos de la falsa homogeneidad impuesta por la noción de intereses de las mujeres. Como afirma Molyneux (1985:232) : “los intereses de género son aquellos que las mujeres (o los hombres para el caso) pueden desarrollar en virtud de su ubicación social de acuerdo a sus atributos de género. Pueden ser estratégicos o prácticos: cada uno deriva de diferente manera y con diferentes implicancias para la subjetividad de las mujeres”. 3.3 Intereses y necesidades La distinción entre intereses prácticos y estratégicos de género es de importancia fundamental, como lo es la distinción entre necesidades estratégicas y prácticas de género. Es esencial clarificarlo para identificar parámetros realistas de los procesos del desarrollo así como las limitaciones de las diferentes intervenciones de políticas. Las necesidades estratégicas de género se formulan a partir del análisis de la subordinación de las mujeres en relación a los hombres, de donde se deriva la identificación de los intereses estratégicos de género para lograr una 16 organización más igualitaria y satisfactoria de las sociedades. Se identifican para superar la subordinación de las mujeres y varían según el contexto cultural y socio-político particular en el cual se formulen. Como ha identificado Molyneux(1985:223), pueden incluir todas o algunas de las siguientes: "la modificación de la división sexual del trabajo; el alivio de la carga del trabajo doméstico y el cuidado de las y los niñas(os); la eliminación de formas institucionalizadas de discriminación tales como el derecho a la tenencia de tierra o propiedad o el acceso al crédito; el establecimiento de una igualdad política; libertad de elección sobre la maternidad; y la adopción de medidas adecuadas contra la violencia y control masculino sobre las mujeres". Las necesidades estratégicas de género son frecuentemente identificadas como "feministas", como lo es el nivel de conciencia requerido para luchar efectivamente por ellas. En contraste, las necesidades prácticas de género se formulan a partir de las condiciones concretas de las mujeres en su posición como género dentro de la división sexual del trabajo, de las cuales derivan sus intereses prácticos de género por la supervivencia humana. A diferencia de las necesidades estratégicas de género, son directamente formuladas por las mujeres ubicadas en estas posiciones y no por intervenciones externas. Las necesidades prácticas, por lo tanto, son usualmente una respuesta a una necesidad inmediata percibida, que las mujeres identifican desde un contexto específico. La división sexual del trabajo dentro del hogar supone que las mujeres tienen responsabilidad principal no sólo por el trabajo doméstico, que incluye el cuidado de las y los niñas(os), la salud de la familia y la provisión de alimentos, sino también por la gestión de viviendas, los servicios básicos de la comunidad y los ingresos a través del trabajo productivo. Es por ello que en los términos de propuestas de políticas para enfrentar las necesidades prácticas de género, se deben enfocar el terreno doméstico, las actividades d e generación de ingresos, y también los requerimientos de vivienda y servicios básicos a nivel de la comunidad. En realidad, la comida, la vivienda y el agua son necesidades básicas de todas las personas, pero son identificadas específicamente como necesidades prácticas de género de las mujeres, no sólo por quienes diseñan las políticas, preocupadas(os) por alcanzar objetivos de desarrollo, sino también por las mismas mujeres. CAPITULO 4: SOSTENIBILIDAD, GENERO Y DESARROLLO: El paradigma del desarrollo humano, apoyado en sus principios de sustentabilidad, equidad, productividad y empoderamiento, implica aspectos que 17 deben ser ponderados a la luz de la perspectiva de género. Con la aplicación de la perspectiva de género se ha descubierto que el desarrollo no es neutro, depende de los procesos históricos que confluyen en él, del tipo de formación social y económica, del Estado y sus políticas, de su relación con la sociedad, así como de las características y el dinamismo de ambos y de la cultura que se despliega en ese mundo. Lagarde(1996: 104) Expresarse en términos de un desarrollo humano es algo relativamente nuevo para nuestra historia . Con anterioridad se ha catalogado a las personas y a las sociedades de acuerdo a su nivel de desarrollo y de esa manera vamos por el mundo con etiquetas de desarrolladas, subdesarrolladas, de medio desarrollo, en vías de desarrollo. De la misma manera los países y las regiones se clasifican según el bloque al que se pertenece, del Primer Mundo, Tercer Mundo, del Norte o del Sur. En el nuevo paradigma del desarrollo humano las políticas neoliberales no tienen cabida ya que éstas excluyen del centro del desarrollo a las personas, a las comunidades, a las grandes mayorías. Por el contrario, el eje principal del DH es la acción con los seres humanos, la democratización de sus espacios, la reparación de los daños y la resolución de los problemas causados con anterioridad al asociar al desarrollo con el progreso. Un nuevo paradigma es una nueva alternativa para reivindicar el derecho a una existencia plena, a generar mecanismos de redistribución de recursos, bienes y poderes, planteada desde diferentes grupos sociales organizados por móviles comunes como pueden ser entre otros: la reducción de los niveles de calidad de vida, la expropiación de sus territorios debido a los reordenamientos de la propiedad en las contrareformas agrarias, la pérdida del tejido social que antes guardaba un espacio para las personas de todas la edades, la deficiente alimentación en el mundo que está provocando la muerte, el avance acelerado de todas las formas de destrucción de los recursos naturales y la biodiversidad. El desarrollo humano sustentable se enmarca dentro de la filosofía humanista, si el desarrollo no tiene en el centro a lo humano, no puede llamarse desarrollo. Tiene principios metodológicos como la democracia, la seguridad y las condiciones de paz y convivencia solidaria. Por ser una alternativa a otros enfoques tradicionales, conjuga articuladamente cuatro componentes esenciales: -equidad: parte de identificar las diferentes formas de participar en los procesos, remite a la diversidad y además reconoce las enormes desigualdades actuales en la posibilidad de acceder a oportunidades para mejorar la vida. -sustentabildad: tiene una visión filosófica de trascendencia, de futuro y de solidaridad con las generaciones futuras, además implica la oportunidad de disfrutar por lo menos del mismo grado de bienestar del que se tiene en las condicines actuales. 18 -productividad y competitividad: la productividad en los modelos neoliberales de desarrollo ha dado como uno de los resultados más sofisticados la miseria. Hay enormes ganancias basadas en los bajos salarios y en la ausencia de los derechos laborales de las personas trabajadoras. En el nuevo paradigma del desarrollo humano, la productividad está conectada con la sustentabilidad intrageneracional, la equidad y el empoderamiento. -empoderamiento: Un componente fundamental del paradigma del desarrollo humano con perspectiva de género lo constituye el empoderamiento. Cada ser humano tiene poder que se traduce en el conjunto de los poderes para la vida, para la buena calidad de la vida, para tener un desarrollo digno y gozar del bienestar. Se trata de desmontar los poderes de dominio y autoritarios de los hombres para transformarlos en poderes personales positivos, se requiere de una transformación democrática global desde los lugares públicos hasta la casa. Se necesita de la equipotencia, la igualdad de los poderes, esta es una tarea urgente ya que los poderes de las mujeres se gestan en el espacio donde no hay capital, se necesitan poderes de ciudadanía plena, tener el reconocimiento jurídico y específico como mujeres. Aún cuando el desarrollo humano ya colocaba a las personas en su centro de acción, el desarrollo seguía siendo androcéntrico y de orden patriarcal. Con este enfoque se comenzó a producir desarrollo social, se tradujo que el ambiente es el espacio de lo humano al contrario de lo que sostienen algunas corrientes ambientalistas que tienen a la naturaleza en el centro del desarrollo sustentable. La perspectiva de género ha hecho la crítica al humanismo androcéntrico del desarrollo humano sostenible. Lo humano está constituído por las mujeres y los hombres en las condiciones actuales que se encuentran. En el enunciado de un desarrollo humano sustentable con perspectiva de género la idea es construir un conjunto de acciones, políticas, medidas para lograr el desarrollo humano de las mujeres y los hombres para superar las condiciones actuales de la opresión de género. Eliminar todas las formas de opresión existentes: expropiación, control, inferiorización, subordinación, dependencia vital, explotación, el uso de formas de violencia. También tiene que ver con eliminar las opresiones de clase, edad, raza y etnia. El desarrollo no es neutro, tiene géneros y esto se ha descubierto a través de la perspectiva de género, tiene que ver con los procesos históricos, con el tipo de formación social y económica, el tipo de políticas de los Estados, de la sociedad y de la cultura. Además de investigar y analizar los contenidos patriarcales concretos de la condición y la situación vital de las mujeres, el desarrollo humano con la perspectiva de género abarca también el análisis de la condición y situación vital de los hombres y sus masculinidades. 19 La finalidad de intervenir en el desarrollo con un sentido ético político feminista consiste en enfrentar los hechos de las condiciones de género que atentan contra la constitución de cada mujer y de cada hombre como seres en completud, cuya integralidad sea garantizada socialmente y cuya plenitud sea una posible realidad. Lagarde (1996:135). Desde la óptica del desarrollo humano con perspectiva de género, se puede hacer una clara diferenciación entre el medio ambiente natural y el medio ambiente social. La medida del desarrollo está en las condiciones de la vida humana y el medio ambiente, en el logro de la armonía entre todas las formas de vida en la tierra. Con una mirada feminista al DHS, se puede afirmar que las mujeres estamos siendo las protagonistas de una nueva cultura sin exclusión de ninguna clase. Dentro del marco del desarrollo humano sostenible se sitúa uno los temas fundamentales que conectan directamente el enunciado de las necesidades básicas con las estratégicas, con la salud y con la calidad de vida, y éste es sin duda el de género y agua. Alrededor del tema del agua se pueden construir y renovar las relaciones sociales ya que constituye un punto crítico en cualquier sociedad del mundo. 4.1 Desarrollo Sostenible del Agua El agua constituye uno de los sistemas en los que se apoya la vida. La débil discusión de “los usos del agua” en el Programa 21 conduce a la invisibilidad de las usuarias y usuarios del agua, esto da una impresión de que las intervenciones en la ordenación de los recursos hídricos son neutras en su impacto en mujeres y hombres. No hay una clara comprensión de las funciones, responsabilidades, acceso a la adopción de decisiones y a los recursos, las prioridades y necesidades de las mujeres y los hombres en relación a la ordenación de los recursos hídricos. Hay que hacer un llamado de atención a las personas encargadas de formular, planificar y poner en marcha las políticas en los gobiernos, organizaciones civiles y agencias de apoyo externo ya que aún se desconocen las metodologías y los instrumentos para integrar el enfoque de género en la elaboración de políticas y programas relacionadas con este tema. Algunas de las acciones que convendría llevar a cabo en los diferentes programas de Agua y Saneamiento7 para incorporar una perspectiva de género son: Planificación y toma de decisiones: • En los documentos de los proyectos debe especificarse el tiempo necesario, los fondos y las formas en que se fortalecerá la participación de las mujeres 7 Aguilar R., Lorena. Enfoque de Género en proyectos de Agua y Saneamiento. Unión Mundial para la Naturaleza-UICN- ORMA, 1998. 20 • • • Involucrar a las mujeres como planificadoras y agentes de cambio y no simplemente como audiencias pasivas Asegurarse, mediante canales y métodos de comunicación apropiados que la información del proyecto alcance a mujeres y hombres Si las mujeres no se involucran desde un principio, se dará la tendencia de “pasarlas por alto” en otras etapas de la iniciativa Mecanismos de Participación: • Las mujeres no necesariamente participan a través de las instancias de poder (organizaciones y asambleas). • Se necesita reconocer las estructuras de mujeres • Hacer los esfuerzos necesarios para integrar a las mujeres y otros grupos sin poder en las distintas actividades • Facilitar condiciones que permitan una mayor participación de las mujeres como por ejemplo: las guarderías, los horarios adecuados Recolección de Información: • La información debe desagregarse por sexo • Contar con grupos mixtos que permitan accesar a todas las personas • Reconocer las actividades en el espacio privado y público • Reconocer que mujeres y hombres tienen perspectivas, experiencias y necesidades diferentes Desarrollo de Recursos Humanos • Capacitar a las mujeres en temas no tradicionales • Los proyectos de salud permiten trabajar en campos no asignados previamente como femeninos o masculinos • Reconocer las limitaciones del tiempo y la movilidad de las mujeres Operación y Mantenimiento: • Fortalecer a las mujeres para que puedan participar a nivel de comités de agua • Asegurar que el crédito, los materiales y la capacitación estén disponibles para mujeres y hombres para hacer sus propias mejoras en el suministro de agua, saneamiento e higiene • Necesidad de que las personas “técnicas especialistas” mantengan un canal de comunicación de doble vía con el personal técnico local Monitoreo y Evaluación: • Indicadores para medir el impacto de la aplicación del enfoque de género • Ver la evaluación como un proceso participativo y no externo • Centrar el enfoque en variables intermedias (Ej. El funcionamiento de los sistemas y los cambios del comportamiento) 21 CAPITULO 5: VINCULOS EXISTENTES ENTRE LA PERSPECTIVA DE GENERO Y EL MEDIO AMBIENTE: La relación entre explotación de las mujeres y la explotación de la naturaleza fue ampliamente analizada por Carolyn Merchant quien indica: "Vivimos de acuerdo a una visión del mundo y a una ciencia que, al reconceptualizar la realidad como una máquina y no como un organismo vivo, justifica la dominación de la naturaleza y de las mujeres". Como crítica a la posición ambientalista tradicional, Penny Newman, activista y promotora de desarrollo ambiental en Estados Unidos, indica que las mujeres que viven en comunidades rurales se refieren al medio ambiente como "…el lugar en el cual vivimos, y significa todo lo que afecta nuestras vidas", por ello, Newman dice: "para las personas que están obligadas a beber agua contaminada, los daños en la capa de ozono no resultan ser una cuestión relevante, como tampoco lo es el efecto de invernadero para las madres de niñas y niños enfermas(os) de cáncer." Bella Abzug fue una luchadora internacional por los derechos humanos de las mujeres y por los problemas de decadencia ambiental, fundadora de WEDO Organización de las Mujeres por el Medio Ambiente y Desarrollo-con sede en Nueva York. En una de sus últimas declaraciones afirmaba "…No se trata de que las mujeres entren en el centro de una corriente contaminada. Se trata de limpiar los estanques pestilentes en aguas claras y fluídas" . Si nos preguntamos porqué los modelos de "desarrollo" imperantes en la región no han promovido la mejoría en las condiciones de vida de las mujeres, vale la pena que hagamos una revisión de los diferentes enfoques teóricos que han guiado el análisis de esta relación. En los años setenta, Boserup indicaba que una condición indispensable para el desarrollo era que las mujeres tuvieran acceso a la tecnología. Diez años más tarde, la perspectiva de género y desarrollo -GEDestableció un marco más complejo ya que resalta el papel de las relaciones de poder entre los géneros y de clase, raza, edad , etnicidad, nacionalidad, historia y todos los distintos patrones culturales en los procesos de desarrollo. Whitehead(1985). Hace poco, el análisis de los efectos de la crisis económica y ambiental sobre poblaciones enteras de los países en vías de desarrollo-que repercute especialmente sobre las condiciones de vida de las mujeres-, cuestionó los enfoques de Boserup y de GED, al argumentar que las mujeres no se han beneficiado con el modelo de desarrollo que está basado, en escencia, en la explotación de las mujeres, las razas y los países del Sur. Shiva(1988) Mies(1988). 22 La autora María Mies indica que la perspectiva ecológica ha demostrado que un modelo social basado en el desarrollo de las fuerzas productivas y el crecimiento ilimitado, destruye las posibilidades de construcción de un proyecto socialista. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo-CNUMAD-que adoptó el nombre de Cumbre de la Tierra, se realiazó en Río de Janeiro en junio de 1992, allí se dió a conocer el "desarrollo sustentable" como el nuevo paradigma de la humanidad y la Agenda 21 se definió como el Plan de Acción para lograrlo. La idea de sostenible es que las políticas produzcan los mecanismos de su continuidad y de esa manera lograr que se satisfagan las necesidades del presente sin comprometer la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras y esto se conoce como "Nuestro futuro común" de acuerdo con el Informe Bruntland. Con anterioridad en noviembre de 1991, se celebró en Florida, EEUU, el Congreso Mundial de Mujeres para un Planeta Saludable. En esta ocasión se dieron cita 1,500 mujeres de 83 países para trabajar en el Programa 21 de Acción de las Mujeres, un documento "sombra" del Programa 21 durante la Cumbre de la Tierra ' 92. El Programa 21 de Acción de las Mujeres refleja el compromiso de salvaguardar los sistemas de apoyo a la vida del mundo. Reconoce que esto conlleva un llamado a una profunda e inmediata transformación de los valores y actividades humanas. Este programa está basado en los principios de equidad mundial, ética en los recursos y potenciación de las mujeres, representa la base para el cambio paradigmático en el desarrollo y provee recomendaciones concretas y detalladas de cómo manejar los problemas. No se produjeron grandes divisiones entre países ricos y pobres, como en la CNUMAD. Varios de los capítulos del documento final de la CNUMAD, contienen reflexiones del Programa 21 de Acción de las Mujeres. 5.1 Cumbres Mundiales que han abordado los temas de Género y Ambiente de manera específica: En la relevancia de este tema, algunas Cumbres Mundiales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el DesarrolloCNUMAD- Río ’92 y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, China en 1995, han destinado capítulos específicos dentro de sus agendas para el tratamiento del tema de género. Los documentos guía de estas conferencias internacionales de la década de los noventa han señalado la necesidad de incluir a las mujeres y a los hombres en el desarrollo de políticas y programas ambientales. A partir de la realización de la CNUMAD, dentro del sistema de las Naciones Unidas, se tomaron mucho más en serio las críticas básicas al desarrollo relacionadas con el género y el desarrollo sostenible. 23 El documento de la Conferencia de Río ’92, Programa 21, contiene el capítulo 24 que se titula “Medidas Mundiales en Favor de la Mujer para lograr un Desarrollo Sostenible y Equitativo”. La Plataforma de Acción de la Conferencia de Beijing, tiene una sección destinada al tema, el Objetivo Estratégico K: “Mujer y Medio Ambiente” y sigue las directrices de manera similar de la CNUMAD. La ecología como bien se recuerda, no fue uno de los temas principales de la conferencia. A este respecto, lo que más se trabajó fue la lucha por los derechos de la herencia, en los cuales las delegaciones africanas, caribeñas y árabes defendieron su posición con fuerza. Los derechos de las mujeres a la tierra son una condición previa para el uso sostenible de la tierra, con énfasis en la seguridad alimenticia del hogar y para el desarrollo sostenible en general. Los contenidos del Objetivo Estratégico K son los siguientes:8 • Objetivo estratégico K.1: lograr la participación activa de las mujeres en la adopción de decisiones relativas al medio ambiente en todos los niveles • Objetivo estratégico K.2: asegurar la integración de las preocupaciones y perspectiva de género en las políticas y programas en favor del desarrollo sostenible • Objetivo estratégico K.3: Establecer o fortalecer mecanismos a nivel regional, nacional e internacional para evaluar los efectos de las políticas de desarrollo y medio ambiente en las mujeres. Sin embargo, esta investigación encontró reacciones de algunas expertas en el tema de género y medio ambiente que han señalado el inconveniente de haber dejado por un lado, el apartado de “Mujer y Medio Ambiente” tanto en el Programa 21 de Río como en la Plataforma de Acción de Beijing, ya que de esta manera resulta más fácil aislar el tema de los tópicos centrales de estas conferencias. Por el contrario, se identificó un tratado de carácter internacional promovido a raíz de la Conferencia de Río ’92 y cuya trayectoria ha sido enfocada desde una perspectiva de género, tanto en su planteamiento como en sus distintos planes de acción. Este documento es el llamado “Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación en particular en Africa”.9 En esta Convención Internacional, también se hace énfasis en la promoción de políticas ambientales con enfoque de género a nivel global, nacional y comunal. 5.2 Desertificación y Género 8 Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Plataforma de Acción, Objetivo Estratégico K: Mujer y Medio Ambiente, 1995. 9 Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por sequía o desertificación en particular en Africa. Secretaria Provisional de la CCD, Geneve. 24 La decisión de negociar la “Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en Africa”, mejor conocida como Convención contra la Desertificación (CCD), ha sido una de las principales iniciativas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992, lo que subraya el interés global en encontrar soluciones al problema de la desertificación. El fundamento de la CCD, firmada en París en octubre de 1994, es el compromiso que contraen los países para ejecutar Programas de Acción Nacional (PAN) destinados a prevenir la desertificación. Se conoce como desertificación a la degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, y que se origina por las actividades de agricultura y las variaciones climáticas. La CCD se diferencia de la mayoría de los convenios internacionales en el énfasis que da al enfoque de “abajo hacia arriba”, en el proceso de toma de decisiones. Se refleja una filosofía de participación local en el desarrollo, colocando a las comunidades locales sobre una base de igualdad con los otros actores, los gobiernos, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales (ONG’s). La desertificación, un flagelo que afecta directamente a más de 250 millones de personas, no es imputable a la extensión de los desiertos actuales y ocurre porque los ecosistemas de tierras secas - que cubren más de la tercera parte de las tierras firmes del mundo - son sumamente vulnerables a la sobreexplotación y el aprovechamiento inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el pastoreo excesivo y la prácticas deficientes de riego pueden agotar la productividad de la tierra. Por su parte, la CCD reconoce la importancia de las mujeres en la implementación de sus principios y hace referencia concreta a ellas en los siguientes artículos: En el preámbulo destaca “el importante papel desempeñado por las mujeres en las regiones afectadas por la desertificación o la sequía, en particular en las zonas rurales de los países en desarrollo y la importancia de garantizar a todos los niveles la plena participación de mujeres y hombres en los programas de lucha contra la desertificación y mitigación de los efectos de la sequía.” El artículo 5 párrafo d) establece entre las obligaciones de las Partes, la necesidad de “promover la sensibilización y facilitar la participación de las poblaciones locales, especialmente de las mujeres y los jóvenes, con el apoyo de las organizaciones no gubernamentales, en los esfuerzos por combatir la desertificación y mitigar los efectos de la sequía.” 25 El artículo 10 párrafo f) se refiere a los objetivos de los Programas de Acción Nacional, que entre otros aspectos, deben asegurar “la participación efectiva a nivel local, nacional y regional de las organizaciones no gubernamentales y las poblaciones locales, tanto de mujeres como de hombres, especialmente de las personas usuarias de los recursos, incluídas las(os) agricultoras(es) y pastoras(es) y sus organizaciones representativas, en la planificación de políticas, la adopción de decisiones, la ejecución y la revisión de los programas de acción nacionales.” El artículo 19 párrafo 1 a) que reconoce la importancia del fomento de las capacidades mediante “la plena participación de la población a todos los niveles, especialmente a nivel local, en particular de las mujeres y los jóvenes, con la cooperación de las organizaciones no gubernamentales y locales”. Las anteriores provisiones expresan la importancia que la CCD le otorga al papel de las mujeres en el control de la desertificación. La experta chilena Viviane Castro, de la Red de Acción por la Tierra, señaló en el Foro de ONG’s de Latinoamerica y el Caribe sobre Desertificación y Sequía realizado en la Habana, Cuba, en marzo de 1997, varios aspectos relativos a Mujeres y Desertificación que es preciso mencionar dada la importancia del tema: • • Las causas de fondo del porqué las mujeres son las que resultan más afectadas por la desertificación, y la manera en que deben abordarse las mismas La necesidad de reconocer que las mujeres, por su estrecha relación con naturaleza, poseen valiosos conocimientos y pericia en el manejo de problemas ambientales, conocimientos que deben aprovecharse al diseñar estrategias para combatir o mitigar el impacto de la desertificación • En el diseño de planes y programas de lucha contra la desertificación se debe tomar en cuenta que la participación de las mujeres está generalmente limitada por sus tareas domésticas y otras, por lo que debe hacerse todo lo posible para permitirles combinar sus roles en la esfera doméstica y como agentes del desarrollo • La necesidad de cuestionar los fundamentos mismos del papel subordinado de las mujeres en la sociedad; tales como el analfabetismo, las normas y prácticas de las costumbres y las restricciones socio-económicas, jurídicas; políticas y culturales. • El acceso desigual de las mujeres a los recursos, particularmente a la tierra y a los créditos y que constituyen una importante desventaja para su plena participación en iniciativas de desarrollo. 26 Las mujeres asistentes a las sesiones del Comité Intergubernamental de Negociaciones de la Convención de Lucha contra la Desertificación (CIND) comenzaron en 1993 a considerar la posibilidad de concentrarse de manera especial en los temas relativos a Mujeres y Desertificación, establecido así en 1995 Nairobi, Kenia, el grupo de trabajo sobre este tema específico. Este grupo se fijó como objetivo general el velar por la implementación del enfoque de género en la línea central del proceso de implementación de la CCD a nivel nacional (particularmente en los PAN), regional y global. Durante la 8o sesión del CIND, realizada en 1996 en Ginebra, Suiza, el grupo de trabajo identificó 5 áreas críticas de interés relacionadas con las mujeres y la desertificación: 1. 2. 3. 4. 5. mujeres, acceso, tenencia y propiedad de la tierra acceso de las mujeres a los créditos papel de las mujeres en la toma de decisiones creación y fortalecimiento de capacidades de las mujeres aumento de concientización e información En el Taller Internacional sobre Mujeres y Desertificación, realizado en Nairobi, Kenia del 7 al 10 de julio de 1998, con participación tanto de mujeres como de hombres, se trabajó en distintas sesiones plenarias y discusiones grupales sobre los 5 temas expuestos anteriormente con el fin de elaborar un plan de acción conjunto de lucha contra la desertificación y degradación de tierras, así como contra los prejuicios generalizados sobre la temática de género. Resulta importante destacar las discusiones y propuestas sobre el tema del papel de las mujeres, a partir de hipótesis analizadas para los niveles comunitarios, nacionales y globales en el proceso de toma de decisiones: a). a nivel comunitario se planteó lo siguiente: • Identificación de problemas 1. La marginación de las mujeres en los procesos políticos reduce su participación en la toma de decisiones (problema estructural) 2. El diseño del sistema de toma de decisiones afecta la habilidad de las mujeres para impactar en sus opiniones (problema de forma en que se toman las decisiones) • Objetivo Identificar y promover oportunidades para fomentar la participación de las mujeres en procesos políticos • Actividades a desarrollar 1. Sensibilización /educación: investigar y promover prácticas tradicionales que fomenten la participación de las mujeres en la toma de decisiones 27 2. Sistemas de capacitación: desarrollo de seminarios para sensibilización en el tema de género y desarrollo de manuales de capacitación 3. Cabildeo a nivel de autoridades políticas • 1. 2. 3. 4. 5. Obstáculos Voluntad política Actitudes/rechazo social Recursos financieros Sobrecarga de actividades de las mujeres Falta de expertas(os) y/o conocimiento sobre su existencia b). A nivel nacional: • Identificación de Problemas 1. Falta de comprensión del tema de género 2. Falta de una legislación y políticas apropiadas en relación con el proceso de toma de decisiones de las mujeres en cuanto al manejo de los recursos naturales 3. Falta de documentación sobre el tema de las mujeres y su contribución en el manejo de los recursos naturales • Objetivos 1. Establecer canales de discusión que promuevan la sensibilización sobre políticas de género y medio ambiente 2. Llevar a cabo estudios y recopilar documentación sobre la contribución de las mujeres al manejo de los recursos naturales • Actividades 1. Organización de mesas redondas sobre temas vinculados al género y el medio ambiente 2. Foros que integren la promoción de políticas de género c). A nivel regional y global: • Identificación de problemas 1. Falta de comprensión sobre las políticas de género 2. Ausencia de estrategias operacionales para canalizar las políticas de género a través de instrumentos legales • Acciones a cumplir 1. Cabildeo en las instituciones internacionales para que operacionalicen las políticas de género y las incluyan en sus estrategias 28 2. Conformar un Fondo Editorial que promueva la investigación sobre la temática de género y el manejo de los recursos naturales 3. Incorporar especialistas sobre el tema de género en el Panel de Expertos de la CCD así como en su Comité de Ciencia y Tecnología • Obstáculos a nivel internacional 1. Apoyo político/ compromiso por parte de las autoridades competentes al tema 2. Financiamiento 3. Falta de sensibilización sobre el tema de género y recursos naturales CAPITULO 6: PERSPECTIVA DE GENERO EN LA POLITICA GUATEMALA: AMBIENTAL DE “Se puede observar en nuestros días como lo social ha vuelto a ser el objeto primordial en la formulación de las políticas. La primacía de lo social no es únicamente, como algunos pretenden, el retorno del tiempo perdido de los nostálgicos de los sesenta. Lo social no es exclusivamente sentimiento o compunción por los pobres. Lo social es la condición de posibilidad de una economía de mercado y consumo, lo social es el motor de la equidad, lo social es el objeto de la política.”10 “Por ello las políticas tienen que replantear la inequidad e ineficiencia de las sociedades y del Estado. Tienen que poner en cuestión la concentración de la riqueza y las diversas discriminaciones de género existentes. Si las políticas pretenden ser democráticas, están obligas a enjugar la deuda social, a focalizar partidos, programas, burocracias, liderazgos, presiones y autoridad hacia la superación de las inequidades.”11 Las políticas públicas son mecanismos a través de los cuales se institucionalizan los procesos. Por medio de los organismos de planificación, los ministerios y los organismos rectores de la política económica, fiscal y de crédito, se articulan acciones que responden al modelo de desarrollo.12 Es a través de las políticas públicas que los gobiernos desarrollan programas y asignan recursos para corregir las desigualdades sociales y promover las mejoras en la calidad de la vida de las personas. Es preciso que las políticas públicas tengan una perspectiva de género ya que dentro de la 10 Sanín Javier. La Política Social: El Reto del Nuevo Milenio. Memorias del Seminario Internacional “Nuevas Tendencias en Política Social”. Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Universidad Javeriana. 1997, Santafé de Bogotá, Colombia. 11 Sanín Javier, Idem. 12 Paredes, Rosa. Políticas Públicas con Perspectiva de Género en Centroamérica. Proyecto Subregional Género, Mujeres y Desarrollo. 1994 29 sociedad, las mujeres y los hombres tienen condiciones de vida diferentes y tienen además problemas distintos y hasta el momento esto no se reconoce. La mayor parte de las políticas públicas se enfocan en los temas de igualdad, participación, educación, salud, trabajo, paz y situaciones de especial interés. Rara vez dedican algún capítulo a lo concerniente al medio ambiente como el espacio donde se mueve la humanidad. En los finales de los años setenta y ante los crecientes problemas que significan la erosión, la contaminación de los recursos naturales del planeta y el agotamiento de los mismos, comienzan a ocupar un lugar central en las discusiones acerca de los procesos vigentes del desarrollo, el equilibrio ecológico actual y la preocupación por contrarrestar los impactos derivados de los cambios ambientales sobre las sociedades humanas. La paradoja y la crisis del desarrollo provienen de la errónea identificación de la pobreza percibida culturalmente con la verdadera pobreza material, y la errónea identificación del crecimiento de la producción de mercancías con la mejor satisfacción de las necesidades básicas. Shiva ( 1995:44). De por si, hay menos agua, menos tierra fértil y menos riqueza genética como resultado del proceso de desarrollo existente. Como esos recursos naturales son la base de la economía de la naturaleza y de la economía de la subsistencia de las mujeres, éstas y los pueblos marginados resienten con mayor fuerza su reducción. "La vieja suposición de que con el proceso de desarrollo se aumentaría automáticamente la disponibilidad de bienes y servicios y se eliminaría la pobreza es en la actualidad seriamente cuestinada por las agrupaciones y movimientos ecologistas del Tercer Mundo, aún cuando sigue guiando las ideas acerca del desarrollo en los centros del poder patriarcal. La supervivencia se basa en la suposición de la santidad de la vida; el mal desarrollo, en la del carácter sagrado del "desarrollo". Gustavo Esteva afirma que hay que refutar el carácter sagrado del desarrollo porque amenaza la vida misma. "Mi pueblo está cansado de desarrollo" -dice- solo quiere vivir.”13 Como muchos otros países de América Latina, Guatemala sufre un acelerado proceso de deforestación y destrucción de sus ecosistemas naturales. Cada año, entre sesenta y ochenta mil hectáreas de bosques naturales son destruidos en el país. Si este ritmo continúa, se estima que para el año 2010 solamente el 2% del territorio nacional estará cubierto por bosques densos, mientras que esta cifra era del 77% en 1960. Se piensa que si esta tendencia prevalece, los bosques tropicales de Guatemala desaparecerán totalmente durante los próximos veinte años. Doce millones de hectáreas de bosques están eliminándose anualmente de la faz de la 13 Shiva, Vandana. Abrazar la Vida: Mujer, ecología y supervivencia. Título original: Staying Alive, Woman, ecology and survival. Editorial horas y Horas. 1995, San Crostóbal, Madrid. 30 tierra. De mantenerse los ritmos actuales de destrucción, para el año 2050 habrán desaparecido todas las selvas tropicales y con ellas la diversidad de la vida de la que son soporte. En Centroamérica y la Amazonía, la cría de ganado para producción de carne está exigiendo la destrucción de por lo menos 2.5 millones de hectáreas de bosque por año. La simpar diversidad de especies que albergan las selvas tropicales implica relativamente pocos individuos de cada una; de esta manera, cada tala altera sus ciclos vitales y los amenaza con una rápida extinción. Las estimaciones actuales indican que estamos perdiendo una especie viviente por día de los entre 5 y 10 millones que según se cree existen. En Guatemala, este fenómeno de deforestación es particularmente grave en el norte y en el noreste del país, en donde están localizados los últimos remanentes boscosos. Los departamentos de Petén, Alta Verapaz e Izabal están siendo aceleradamente deforestados bajo la presión de la ganadería, la extracción irracional de madera y la agricultura de tumba y quema. De la misma manera, las migraciones internas de otras regiones del país en donde los recursos naturales ya han sido agotados, están aumentando la presión hacia los remanentes boscosos de estos departamentos. Además, la destrucción y el uso irracional e incontrolable de los recursos naturales está lanzando al país a un verdadero círculo vicioso de empobrecimiento que repercute directamente en el nivel de la calidad de vida de mujeres y hombres habitantes de estas regiones. Para fines de esta investigación, dentro del contexto nacional resultó interesante observar que quienes participan en la mayor parte de actividades relacionadas al manejo y aprovechamiento de los recursos naturales son los hombres. La mayor parte de estas acciones se orientan solo a la población masculina y los paquetes de tecnología apropiada son pensados en función de la misma. Al visitar el Consejo Nacional de Áreas Protegidas-CONAP-se determinó como la administración de las mismas recae directamente en manos de los hombres. Es visible como una gran cantidad de esfuerzos está teniendo lugar con una concepción excluyente para las mujeres. El ente rector del medio ambiente en Guatemala es la Comisión Nacional del Medio Ambiente -CONAMA-. Participa conjuntamente con el Instituto Nacional de Bosques -INAB- y el CONAP en lo que concierne a la toma de decisiones sobre la gestión ambiental nacional. Durante las visitas realizadas a funcionarias(os) de la CONAMA, se determinó que existe una persona encargada del tema de género al interno de esta Comisión pero que al mismo tiempo debe cumplir con otras funciones lo 31 cual imposibilita que tenga un trabajo sistemático del tema. Además, no existe presupuesto disponible para las acciones de género de manera autónoma dentro de esa dependencia. Las organizaciones no gubernamentales ambientalistas se agrupan en la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales de Recursos Naturales y Medio Ambiente-ASOREMA-. Se identificó al mismo tiempo otra red de organizaciones ambientalistas alrededor de la Unión Mundial para la Naturaleza-UICN-(las instituciones son miembras de este organismo). Se pudo constatar que desde la sede para Mesoamérica de la UICN, en San José, Costa Rica, se están impulsando algunas acciones concretas para incorporar la perspectiva de género en el campo ambiental. En enero de 1998, la UICN aprobó su Política de Género en sus Programas y Proyectos a nivel mundial. En Guatemala con la nueva Constitución de la República en el año de 1985, se dio un innovador énfasis a la temática ambiental14. Antes de esto, existía toda una normativa integrada al marco general de los principios de organización del Estado que abordaban la temática ambiental pero no como un cuerpo de normas integradas. Es así como ya existía un sistema de derecho de aguas, legislación forestal, minera, petrolera, de regulación industrial, legislación y regulaciones municipales, etcétera. Estas disposiciones ambientales formaban parte de la tradición jurídica del país Dentro de los cambios introducidos a partir de 1985, están las consideraciones ambientales que expresamente exigen la elaboración de nuevas normas. Es de lamentar que sin tomar en cuenta la pre-existencia de un amplio sistema de normas ambientales y normas sobre la utilización de los recursos naturales, se han producido las nuevas leyes asumiendo que llenaban un vacío total. En vez de armonizar el marco institucional, las nuevas leyes se han impuesto sobre todas las anteriores y sobre los derechos pre-existentes, lo que ha generado numerosos conflictos y señalamientos de corrupción. Se señala una influencia foránea de esas leyes, virtualmente traducidas o copiadas de otros países con tradiciones jurídicas y administrativas distintas. El énfasis de muchas de esas nuevas leyes refleja una agenda ambiental ajena al medio guatemalteco, lo que ha hecho que los verdaderos problemas ambientales que afectan a la población no sean enfrentados La temática ambiental ha sido abordada a nivel internacional con dos filosofías distintas, lo que ha generado corrientes que generan normas distintas y agencias administrativas distintas. Una de ellas ha considerado que corresponde al Estado el control de los recursos naturales y su preservación, así como la obligación de brindar a las(os) ciudadana(os) el mayor bienestar en el goce y disfrute de todo lo que conforma 14 Estrategia de Desarrollo Económico y Social, inciso C “Política de Medio Ambiente”. Centro de Investigaciones Económicas Nacionales. 32 el medio ambiente. Esto conlleva a que todo se realice de manera burocrática, se centralicen las decisiones. Por otro lado, la teoría social y la experiencia de los países que han tenido esa tradición, se ha llegado a la conclusión de que el interés de largo plazo -elemento clave del interés ambiental- es sacrificado. La otra considera que las personas particulares, con un marco adecuado de incentivos, pueden hacer un mejor uso de los recursos naturales, conservarlos y mejorarlos para las futuras generaciones. También se reconoce el papel importante que juegan las comunidades intermedias en la gestión ambiental, sobre todo las corporaciones municipales en materia de saneamiento ambiental y administración del derecho de aguas, de la misma manera, el papel que juegan la organizaciones privadas de servicios-ONG’sAnte esta compleja situación, la definición de una política ambiental para el país, se enmarca en la conservación de los recursos naturales de manera aislada y con poco o ningún contenido de desarrollo humano sostenible. Existe la Política Nacional de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas, Plan de Equidad de Oportunidades 1997-200015, cuyos ejes de intervención y el plan son: • Situación de la educación de las guatemaltecas. Propuesta de equidad educativa • La salud de las niñas y mujeres guatemaltecas. Propuesta de equidad de salud • El impacto de las diversas formas de agresión y la violencia. El tratamiento de la agresión y la violencia • La situación socio-jurídica de las guatemaltecas. La equidad jurídica • Relaciones políticas y participación ciudadana • Situación económica de mujeres y niñas. Equidad económica y laboral • Estado de los Derechos Humanos Universales de las Guatemaltecas • Promoción y vigencia de los Derechos Humanos Universales de las Mujeres • La identidad cultural Como se puede apreciar, dentro de los ejes de esta política está ausente el tema del medio ambiente a pesar de que la base para la elaboración de esta política fue la Plataforma de Acción de Beijing ’95 y en ella se hace mención al tema de Mujer y Medio Ambiente como una de las esferas de especial preocupación. Además, esta plataforma es considerada como la Agenda Política de las Mujeres a nivel mundial. Se han comenzado a definir acciones para la formulación de políticas sectoriales con enfoque de género en distintas dependencias del estado, tal es 15 SOSEP, Política Nacional de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas. Plan de Equidad de Oportunidades 1997-2001. Gobierno de Guatemala 1997. 33 el caso del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación –MAGA- que se encuentra realizando un estudio para definir su política sectorial con enfoque de género. 6.1 Iniciativa Centroamericana de Declaración de Política Ambiental con Perspectiva de Género En la presente investigación, se encontró que al interno de la CONAMA se está gestando un interesante iniciativa impulsada a nivel de la región centroamericana y México por parte de la Unión Mundial para la NaturalezaUICN- y el apoyo financiero de la Fundación Ford. Esta iniciativa es llamada “Elaboración de Políticas de Equidad de Género en Instituciones Rectoras del Sector Ambiente en Mesoamérica”. El objetivo de esta acción es la elaboración de una Declaración de Política Ambiental con Enfoque de Género y un Plan de Acción para cada país en un proceso simultáneo en el área mesoamericana. Para los efectos de este estudio, se participó en el diseño de los contenidos de la Declaración de Política para la CONAMA, tomando como base los siguientes lineamientos16: • Un breve párrafo introductorio donde se hace un breve resumen de la política y su intencionalidad • Título de declaración • La misión u objetivo a largo plazo de la institución (la razón de ser) • Fundamento teórico donde la institución reconoce: -su mandato producto de Río ’92 –Agenda 21- y Beijing ’95 -que se entiende por género? -la relación entre la equidad de género para el uso, manejo y conservación de los recursos naturales -la relación entre la igualdad y la equidad de género como asuntos fundamentales de los derechos humanos -equidad al interno de las organizaciones rectoras del medio ambiente Al momento de aprobar una Declaración de Política, a través de los medios necesarios para su “legalización”, es preciso contar con un Plan de Acción para hacerla operativa. Este documento debe ser para dinamizar la Declaración y debe retomar las posiciones teóricas y de fundamento expresadas en la política. Contiene además una estrategia de cómo se pretende alcanzar lo expresado en la política. Sus metas u objetivos deben estar definidos según sean a corto, mediano y largo plazo. En el caso de la CONAMA, no es necesario que la Declaración se eleve al nivel de la Presidencia para su aprobación, basta con que el Consejo Técnico 16 Aguilar, Lorena. UICN-San José, Costa Rica. 34 Asesor de esa entidad la apruebe para que comience a regir en las acciones ambientales nacionales. Un argumento muy fuerte que se está manejando al interno de la CONAMA es el referido a la Convención Contra la Desertificación de las Naciones Unidas. Guatemala es país signatario de esta Convención que ya incorpora un fuerte contenido de género y es considerada como un instrumento de política ambiental con enfoque de género de carácter internacional. Como este proceso se plantea a nivel mesoamericano, durante este estudio se contactó además de Guatemala, a las personas responsables del tema de género en los distintos ministerios, secretarías o comisiones nacionales de El Salvador, México y Costa Rica. No se pudo establecer ningún contacto con Honduras ni con Panamá para fines de esta investigación. Para el caso de El Salvador con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para México con la Secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca y para Costa Rica con el Ministerio de Ambiente y Energía. El país que determinó un largo proceso en esta iniciativa fue México, debido a la dimensión de esa secretaría y a los canales burocráticos existentes. El Salvador y Costa Rica, al igual que Guatemala, confían en el trabajo de cabildeo que debe realizarse y en el buen ánimo por acoger la iniciativa por parte de las respectivas autoridades. Es necesario que las autoridades en cargos de decisión al interno de estas instancias se sensibilicen en cuanto al tema de género ya que están demasiado enfocados en una línea biocéntrica en la realización de su trabajo. Esto hace que las acciones no sean integradoras ni holísticas sino más bien sectoriales. Aún las personas encargadas de incorporar la perspectiva de género en estas instancias, reconocieron que deben profundizar más en la teoría de género ya que han llegado a ocupar esas posiciones con pocas y en algunos casos sin ninguna capacitación sistemática en el tema. También hicieron énfasis en la importancia de contar con sus propios recursos financieros y técnicos ya que esto les permitiría gozar de una mayor autonomía para la realización de sus acciones. Se anexan los documentos de las Declaraciones de Política de estos países, las mismas al concluir la presente investigación, se encontraban todavía en versión preliminar. A pesar de que la política ambiental en Guatemala no ha incorporado una perspectiva de género en sus acciones, se pudo constatar que existen algunos casos concretos de organizaciones no gubernamentales ambientalistas que ya están trabajando a nivel de políticas institucionales para la integración del tema ambiental con enfoque de género. 6.2 Estudio de Caso: 35 “Equidad y Género en el Cerro San Gil” Con un diagnóstico con enfoque de género sobre el uso de los recursos naturales y la manera en la que el deterioro de los mismos afecta de manera diferenciada a mujeres y a hombres, surgen las acciones que dan vida al proyecto: "Aliadas y Aliados en la Consevación: Hacia una Metodología para Incrementar la Sostenibilidad Social en Proyectos de Conservación de la Naturaleza". Este estudio, que también buscaba determinar las preferencias y preocupaciones ambientales por género, fue realizado con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer –UNIFEM-. Las otras agencias financieras que han intervenido a lo largo del proceso brindando el apoyo son: el Fondo para Pequeños Proyectos Ambientales de la Cooperación Holandesa y el Fondo de Equidad en Género de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional. El proyecto es ejecutado por la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación –FUNDAECO-, específicamente por el equipo de género y desarrollo sostenible de esa organización. A raíz de los resultados de este estudio, se comenzaron a diseñar las posibles esferas de acción del proyecto. Tomando en cuenta la definición de los intereses y necesidades vitales de las mujeres y los hombres participantes del diagnóstico, se establecieron cinco focos de atención: educación, salud para cada género, actividades visibles y remuneradas, participación en el gobierno comunal y comunicación. Todo el proceso se enmarcó en la puesta en marcha de un proceso de empoderamiento y autoestima a nivel individual y colectivo. Durante la etapa dignóstica se utilizó un instrumento que desde su creación ha llevado incorporado la perspectiva de género, La Tarjeta de Evaluación Comunal de WEDO(Organización de Mujeres para el Medio Ambiente y el Desarrollo). Esta tarjeta brinda una manera personal para poder llevar a cabo la evaluación del bienestar de la comunidad en cuatro áreas de la vida cotidiana: Medio Ambiente, Sistemas Políticos, Prioridades Sociales y Desarrollo Humano. El Cerro San Gil, localizado en el departamento de Izabal, al nororiente del país, constituye la parte más alta de las Montañas del Mico, que a su vez conforma las tierras altas sedimentarias de la vertiente del Mar de las Antillas. En este cerro se encuentran asentadas treinta y seis comunidades de las cuales trece son de origen Q’eqchí y el resto conformadas por migraciones en su mayoría del oriente del país. Aquí se localiza el último remanente de bosque tropical muy húmedo de Guatemala y alberga una riqueza de biodiversidad con algunas especies endémicas. Hace apenas año y medio, el 26 de noviembre de 1996, que fue declarado “Área de Protección Especial” por parte del Consejo Nacional de Áreas Protegidas-CONAP-. Este proyecto está siendo ejecutado en cuatro comunidades, San Carlos El Porvenir, La Cocona, La Nueva Palestina y La Frontera. Una de ellas 36 es totalmente de origen Q’eqchí y las otras tres con población mixta. En base a lo percibido en el diagnóstico, surgió la necesidad de concebir los problemas ambientales desde una perspectiva sistémica y holística, poniendo en evidencia las causas más profundas que sobrepasan la esfera puramente ecológica y que requieren de intervenciones socio-culturales adecuadamente diseñadas para cada caso en particular. De esta manera, surgió la necesidad de fortalecer la capacidad individual y colectiva de las personas en las comunidades para el manejo alternativo de conflictos y resolver sus propios problemas relacionados con la autoestima, el empoderamiento, la organización social, la carencia de servicios básicos como la salud, la falta de espacios de educación por grupos de edad, el ejercicio de la ciudadanía. Se implementaron acciones tendientes a abordar estas líneas de trabajo de manera sistemática y de acuerdo a un orden de trabajo que las propias comunidades fueron marcando, se ejecutaron las siguientes actividades: • Educación, interpretación, sensibilización y capacitación ambiental • Jornadas de construcción de autoestima para mujeres y para hombres porque se determinó que ellos también tienen grandes problemas con ello. • Salud integral, jornadas de papanicolau para prevenir el cáncer del útero y evidenciar como la contaminación de las fuentes de agua afecta directamente la salud de la mujeres al producirles graves infecciones. • Ciudadanía activa y jornadas de cedulización • Constitución de grupos de alfabetización para mujeres • Establecimiento de huertos familiares como ejercicios prácticos de empoderamiento. • Reflexiones sobre la masculinidad Estas actividades fueron realizadas en las cuatro comunidades con el apoyo directo de personas conocedoras del tema de género. Al cabo de tres años de trabajo y con una fuerte crítica a las acciones del proyecto por parte de algunas personas que constituían el personal de la organización, el proceso desemboca en la conformación de las Comisiones de Acción y Diálogo Ambiental –CADAS-. Las críticas se debían al hecho que los proyectos ambientales implementados hasta ese entonces por parte de la FUNDAECO, únicamente se referían al trabajo con la conservación de los recursos naturales y no a la transformación de actitudes por parte de las personas que participan en los proyectos y que habitan las comunidades del Cerro San Gil. Durante la realización de uno de los talleres de construcción de autoestima en la comunidad de La Cocona, algunas de las personas asistentes ventilaron un problema relacionado con el recurso agua, el tema del envenenamiento del Río San Carlos por parte de unos pobladores que estaban 37 utilizando barbasco y lannate, venenos naturales, con la intención de aniquilar a los peces y de esta manera contar con producto para la venta o para el propio consumo. Esto originó graves problemas de salud en la población, en su mayoría relacionados con las infecciones de la piel, los ojos y algunas muy graves de orden intestinal. La comunidad se encuentra situada en la parte media de la cuenca del río, las afecciones las padecían en mayor número las niñas y los niños por encontrarse la escuela próxima a las orillas del mismo. De la misma manera, las mujeres al tener que ir a realizar el lavado de la ropa, también comenzaron a padecer de afecciones en la piel y de algunas infecciones vaginales. Se planteó la resolución alternativa del conflicto a través de estas Comisiones de Acción y Diálogo Ambiental, estructuradas de manera tal que hubiera representación de mujeres y hombres de manera equitativa. Se conforman cuatro CADAS, en las comunidades por donde pasa el río e inician su camino en la gestión comunal. Se les proporcionó asistencia técnica directa por parte de dos personas técnicas de la organización y hasta la fecha, se les brinda capacitaciones sobre “técnicas de resolución alternativa de conflictos ambientales”. De esta manera, se inician los contactos con las autoridades locales para que se establezcan canales de comunicación entre ellas y las y los integrantes de las CADAS. La idea al interno de la CADA es que el ejercicio del poder sea de manera alternativa y rotativa, no concentrarlo en una sola persona. El hecho de que estén representadas las mujeres obedece a que de esta manera, las necesidades vitales de ellas también son escuchadas y analizadas. Por ejemplo, el problema del envenenamiento de las aguas (a consecuencia del veneno y desechos sólidos, heces, etc.) no es el único que les afecta sus vidas, las mujeres tienen una fuerte preocupación por la deforestación, principalmente en las riberas de los ríos o en las cuencas, les significa la escasez o la sequía progresiva y les afecta de forma directa su salud y la de sus familias y afecta también sus actividades domésticas relacionadas con el agua. Tienen el interés de sembrar árboles energéticos y productivos en las orillas de los ríos, nacimientos y cuencas. La metodología concreta en la formación de estos grupos pretende ser participativa, reflexiva, analítica, crítica, explicativa creativa, motivadora, no sexista y democratizadora de las formas organizativas comunales. Es democratizadora porque busca que se establezca un trato no sexista en esos espacios y busca la participación de las mujeres en otras esferas. Es innovadora porque está tratando de crear nuevas formas de relación entre los géneros y de organización comunal, encaminada al compromiso de mujeres y hombres en la protección de los recursos naturales de sus comunidades y como una necesidad básica y un interés por buscar las mejoras en su calidad de vida. 38 En definitiva, se están haciendo los esfuerzos por que esta sea una metodología con perspectiva de género, que busca romper con las jerarquías de poder patriarcal, en las que predominan las relaciones de dominio y subordinación. Todavía es una estructura en formación y en experimentación para estas comunidades. Es una metodología que contiene también una perspectiva ecológica integral y global ya que no se dirige o utiliza para tratar los problemas y conflictos ambientales de manera aislada y con una visión reduccionista y sesgada. En lugar de eso, analiza y trata dichos problemas y sus posibles soluciones como la parte de un todo, cuya interrelación entre lo natural, lo biológico, lo humano, lo social y lo cultural son interdependientes dentro de un “sistema”, cuyo equilibrio depende de las partes que lo conforman.17 El origen de estos problemas de contaminación ambiental, ha sido originado por la falta de información alternativa, por la falta de recursos económicos y productivos alternativos sosteniblemente, por los hábitos de vida provenientes de una cultura patriarcal destructiva y violenta.18 Es importante señalar que no todas las personas de las comunidades involucradas están participando del proceso, algunas no se han acercado demostrando falta de interés por las acciones de intervención externa que se están dando por parte de esta organización ambientalista. Otras personas han participado pero se han retirado del proceso ya que consideran que los cambios se dan pero a un plazo muy distante para sus necesidades más urgentes. Se han determinado impactos positivos y también negativos de las acciones en las comunidades involucradas, se ha podido observar el tránsito de personas, en especial de mujeres, por los caminos del empoderamiento positivo. En los aspectos negativos, los intereses de personas autoritarias en estas comunidades están siendo tocados y esto afecta sus patrones patriarcales fuertemente. La tarea que le queda a FUNDAECO y a su equipo de Género y Desarrollo Sostenible, es buscar las alternativas en las cuales este proceso sea sostenible. Las respuestas se deben buscar de manera conjunta, con las personas concretas que han participado de esta trayectoria. Este es un proceso que conlleva una metodología lenta en su implementación y efectividad ya que se está implementando dentro de un proceso de deconstrucción y construcción de modelos y relaciones humanas distintas.19 17 Lapeña, Ana. Directora de campo del Proyecto en mención de FUNDAECO. Santo Tomás de Castilla, Izabal. 1998. 18 Idem 19 Lapeña, Ana. Idem 39 CAPITULO 8: REFLEXIONES FINALES: Todo proceso es lento si busca de verdad una profunda transformación de actitudes. Se han encontrado bases sólidas para argumentar que no habrá conservación de los recursos naturales sin la transformación equitativa de las poblaciones. La ausencia de la perspectiva de género en las acciones ambientales hasta ahora implemetadas, ha desembocado en la pérdida de la calidad de vida de las personas y en el deterioro incontrolable de los recursos naturales. Se entiende que en un planeta saludable, las familias humanas viven en armonía con la naturaleza y con la gloriosa diversidad de recursos vegetales, animales y minerales. Se trata de que las mujeres y los hombres de esas familias vivan en situaciones libres de opresión. La relación con la naturaleza se construye en la cotidianidad, con las personas reales y sus modos y condiciones de vida. Las filosofías que tienden a unificar a la naturaleza con la humanidad, están trasladando a un plano abstracto las relaciones de poder existentes entre las mujeres, los hombres y la naturaleza. Es preciso desarrollar una ecología práctica y una nueva ética ambiental con contenidos filosóficos democratizadores, que conjuguen el bienestar, la calidad de la vida y el desarrollo. En el plano de reconocer que el ambiente es el espacio de lo humano, las mujeres y los hombres tienen el derecho a gozar de la armonía que proviene de la protección y desarrollo del medio ambiente. La construcción del nuevo paradigma del desarrollo no es sencilla, hay excelentes teorías que lo fundamentan pero el ejercicio de la práctica es sumamente complejo. Se debe tratar de armonizar las necesidades vitales de las personas con las intervenciones del desarrollo. Como se ha podido apreciar en la presente investigación, las políticas ambientales deben adaptarse a los cambios necesarios para el nuevo milenio, la transformación que se requiere no es tarea fácil para el movimiento ambientalista de Guatemala. Involucra el desprendimiento de formas de vida, la modificación del ejercicio del poder y el comenzar a pensar de manera integradora. La relación que los hombres mantienen con las carreras agrícolas, forestales, de agronomía, etcétera; se debe al patrón de uso de la tierra que ha prevalecido en nuestras culturas y sociedades. La exclusión en la propiedad y tenencia de la tierra para las mujeres, ha significado un profundo aislamiento de las tecnologías de conservación y manejo de los suelos. Si el tema ambiental se enfoca de manera holística, los resultados en el trabajo de conservación de la naturaleza se vuelven procesos participativos, de 40 toma de conciencia y lo más importante, se vuelven acciones legitimadoras del desarrollo. La iniciativa regional impulsada por la UICN que busca la elaboración de políticas y planes de acción para la incorporación de la perspectiva de género en los ministerios, secretarias o comisiones encargadas del sector ambiental, es un esfuerzo pionero que se enmarca en la construcción cotidiana de la equidad. La aplicación de la perspectiva de género al campo ambiental, implica la construcción de un modelo alternativo viable de desarrollo social, cuyo fundamento se basa en la integración de los campos estratégicos de la Agenda Política de las Mujeres, en donde el tema del medio ambiente se conjuga con el de la salud, alimentación, educación, vivienda, trabajo, participación, justicia, convivencia, vida comunitaria, relaciones sociales de cooperación, intercambio y apoyo. 41 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: - Aguilar, Revelo. Lorena. Enfoque de Género en Programas de Agua y Saneamiento. 1998. UICN. San José, Costa Rica. - Brasileiro, Ana María. Gender and Sustainable Development: a New Paradigm. Reflecting on Experience in Latin America and the Caribbean. 1996. The United Nations Development Fund for Women. Cazés, Daniel. La Perspectiva de Género. Guía para diseñar, poner en marcha, dar seguimiento y evaluar proyectos de investigación y acciones públicas y civiles. 1996. 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Estrategia para el Futuro de la Vida. 1991. Suiza. 44 - WEDO(Organización de Mujeres por un Planeta Sano). Weaving a Better Future. 1995. NGO Forum on Women, Huairou, China. 45 ANEXOS 46 (Versión preliminar a ser aprobada) DECLARACIÓN DE LA INTEGRACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO EN LA POLITICA AMBIENTAL DE GUATEMALA Esta declaración de la política se fundamenta en uno de los campos estratégicos y prioritarios a atender en el corto plazo mencionado tanto el programa de Gobierno como en el Plan de Acción de Desarrollo Social y Construcción de la Paz 1996-2000, que se refiere a Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. El desarrollo sostenible en Guatemala debe centrarse en el ser humano como elemento central, y en el nuevo paradigma del desarrollo con enfoque de equidad de genero y bajo los principios de equidad para la igualdad y de equidad como trato diferencial en condiciones de igualdad. La Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) hace un llamado a los diferentes actores de la sociedad para el cumplimiento del compromiso y participación responsable en la incorporación y aplicabilidad del enfoque de equidad de género en la gestión ambiental guatemalteca. DECLARACION DE INTEGRACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO EN LA POLITICA AMBIENTAL EN GUATEMALA La misión de CONAMA consiste en asesorar y coordinar todas las acciones en la formulación y aplicación de la política nacional, para la protección y mejoramiento del medio ambiente, que contribuyan a elevar la calidad de vida de la población. MARCO REFERENCIAL: CONAMA reconoce que tanto a nivel mundial, regional y local existen mandatos enmarcados en el tema de equidad de género y desarrollo sostenible cuyo cumplimiento es fundamental para el logro del desarrollo de nuestro país. Los temas más frecuentemente encontrados en la Declaración de Río (1992), resalta la participación de las ciudadanas y ciudadanos y la búsqueda de consenso en la planificación y ejecución del desarrollo sostenible (sección I, capítulo 8, sección III, capítulos 24 y 32). 47 Es importante resaltar que el principio 10 de tal Declaración, establece que los problemas ambientales son mejor manejados con la participación de todas(os) las(os) ciudadanas(os) involucradas(os) en todos los niveles. En el principio 20 se enfatiza que las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo. Es por tanto imprescindible contar con su plena participación para lograr el desarrollo sostenible. En la Cumbre de la Américas (Miami, 1994) el tema de la participación ciudadana fue tratado en su relación con el fortalecimiento de la democracia a nivel hemisférico y la definición de mecanismos para ampliar dicha participación. Por mandato de tales cumbres, la organización de los Estados Americanos, a través del Consejo Interamericano de Desarrollo Integral, está dando prioridad a la formulación y ejecución de una Estrategia Interamericana para la Promoción de la Participación Ciudadana en la Toma de Decisiones en el Desarrollo Sostenible. En la plataforma de acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la mujer (Beijing, 1995) en el Inciso K, se plasma el derecho de los seres humanos a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. Mencionando que la mujer debe crear modalidades de consumo y producción sostenible y ecológicamente racionales, así como métodos para la ordenación de los recursos naturales. A nivel Regional, en octubre de 1994, los jefes de estado de los países centroamericanos y Belice, mediante la subscripción de la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible, (ALIDES) avanzaron en la implementación de los compromisos asumidos en Río, mandando la creación de los Consejos Nacionales y el Consejo Centroamericano para el Desarrollo Sostenible con la participación del sector público y la sociedad civil. En Guatemala es importante mencionar que en el programa de gobierno 19962000 los Acuerdos de Paz y el Plan de Acción de Desarrollo Social y Construcción de la Paz, resaltan la importancia de la participación de la sociedad civil en el desarrollo sostenible del país. Así mismo, la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente en sus principios fundamentales y en el Plan de Acción Ambiental plantea la importancia de propiciar la participación del Estado, las municipalidades y los habitantes del territorio nacional en el desarrollo social, económico, científico y tecnológico que prevengan la contaminación del medio ambiente y mantengan el equilibrio ecológico. ENFOQUE DE GÉNERO EN EL DESARROLLO SOSTENIBLE: CONAMA comprende que el género se refiere a los atributos y oportunidades asociados con ser mujer y hombre y las relaciones socio-culturales entre 48 mujeres y hombres. Estos atributos, oportunidades y relaciones son socialmente construidos y se aprenden a través de procesos de socialización. Son específicos al contexto y cambiantes. En la mayoría de las sociedades existen diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres en cuanto a actividades realizadas, acceso, uso y control sobre los recursos y las oportunidades para tomar decisiones. El género es parte del contexto socio-cultural más amplio, mismo que también toma en consideración factores tales como clase, raza, situación económica, grupo étnico y edad. CONAMA entiende que la perspectiva de género promueve la participación ciudadana con derechos específicos y mejoras en las condiciones de vida. Implica que todos los esfuerzos se deben encaminar y asegurar a que todas/os las/os ciudadanas/os mujeres y hombres, están involucradas(os) en la toma de decisiones de carácter público, que fortalezca el rol de las poblaciones indígenas y que se refuercen las interrelaciones entre la sociedad civil y gobierno. La importancia de la participación de todos estos grupos, se ha hecho particularmente evidente en lo que concierne a temas ambientales y se ha constatado que los temas ambientales son poderosos catalizadores de participación cívica y excelentes motivadores de acción ciudadana y democracia responsable. CONAMA reconoce en ese sentido el derecho y acceso a la participación ciudadana en la definición e implementación de políticas de desarrollo sostenible, apoyando los esfuerzos de las/os ciudadanas/os, apoyando la organización y participación en forma efectiva y responsable, así como contribuyendo al fortalecimiento de la capacidad de las instituciones responsables de acoger, manejar e integrar los aportes de las /os ciudadanas/os en el ámbito ambiental. Vinculado a lo anterior, la política de equidad de género apunta a satisfacer las necesidades, privaciones y carencias de los seres humanos, por lo cual se debe lograr un proceso de empoderamiento de mujeres y hombres que consista en ir paso a paso construyendo poderes positivos para el bienestar, el desarrollo y la calidad de vida. Por consiguiente, CONAMA comprende que la adopción de una política de equidad de género significa concentrarse tanto en las mujeres como en los hombres y sus relaciones entre sí y los recursos naturales. Adicionalmente, también significa trabajar con una perspectiva nacional que permita apreciar la diversidad regional. CONAMA comprende, asimismo, que la integración del género significa crear un ambiente de trabajo capaz que atraiga y contribuya a retener personal sensible al enfoque de equidad de género. 49 ENFOQUE DE GÉNERO Y MEDIO AMBIENTE: CONAMA reconoce que la equidad e igualdad de género son asuntos fundamentales de los derechos humanos y la justicia social, y una pre-condición para el Desarrollo Sostenible y el logro de su Misión. En el uso, manejo y conservación de los recursos naturales y protección y mejoramiento del medio ambiente existen roles y responsabilidades diferenciales para mujeres y hombres, mismos que varían según la especificidad regional. A menudo, las mujeres realizan sus contribuciones a la familia, la comunidad y la sociedad con acceso desigual al control sobre y el uso de los recursos así como los beneficios. Frecuentemente, esta desigualdad existe en un contexto de discriminación y relaciones desiguales de poder. Por consiguiente, CONAMA comprende que las relaciones de género y el ambiente significan lograr un mejor análisis de los patrones de uso, conocimiento y destrezas relacionadas con la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales y su relación con los elementos socio económicos y culturales. Esta consciente además que el deterioro de los recursos naturales y problemas socioeconómicos y culturales afecta de manera diferenciada a mujeres y hombres. Y sólo a través de una perspectiva de género será posible construir un panorama completo de las relaciones humanas y los ecosistemas. CONAMA reconoce que trabajar con una perspectiva de género significa analizar y comprender los diferentes roles y responsabilidades, relaciones, necesidades y visiones de mujeres y hombres (así como otras diferencias pertinentes, tales como las encontradas entre los grupos étnicos, clases y edad). Además, trabajar con una perspectiva de género, también significa ir más allá del simple reconocimiento de las diferencias de género, dirigiéndose hacia relaciones más equitativas entre mujeres y hombres. El compromiso de CONAMA hacia la equidad e igualdad de género es nacional y constituye una parte integral de todas las políticas, programas y proyectos. INTEGRACIÓN TRANSVERSAL DEL ENFOQUE DE GÉNERO EN CONAMA: CONAMA comprende que la integración transversal de una perspectiva de género se logra a través de un proceso de evaluación de las implicaciones para mujeres y hombres de cualquier acción planeada, incluyendo políticas o programas, en cualquier área y a todo nivel. Este proceso convierte las preocupaciones y experiencias de mujeres y hombres en una dimensión integral en el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas y programas, en todas las esferas políticas, económicas y sociales, a fin de que mujeres y hombres se beneficien igual y equitativamente, y por ende, se evite la perpetuación de las injusticias y desigualdades. 50 CONAMA cree firmemente que la integración transversal de equidad de género debe ser acompañada de una eficaz Política de Igualdad de Oportunidades que incluya todos los asuntos de equidad e igualdad en políticas y prácticas dentro de las cuales el género constituya un elemento importante. La implementación de esta política de incorporación, conllevará implicaciones con respecto a prioridades y sistemas de manejo y administración, el proceso de descentralización, la estructura organizativa, cultura y comportamiento, programación y manejo de ciclo de los proyectos, el equilibrio entre políticas y programas nacionales y regionales, combinación de destrezas y asignación de recursos. CONAMA considera desafiante su compromiso con la incorporación transversal de género, para cuyo efecto dedicará todos sus esfuerzos. Conjuntamente con la adopción de esta declaración de política para la integración de equidad de género, se implementará el Plan de Acción desarrollado para incorporar el enfoque de género a CONAMA. El Coordinador Nacional de Medio Ambiente, Subcoordinador Nacional, Jefas y Jefes de Departamento, asesoras, asesores y personal administrativo asumen plena responsabilidad por su implementación. Asimismo, CONAMA comprende que la implementación total de la Política y el Plan de Acción requiere la participación y compromiso del personal de esta instancia del Estado y de que aquellas otras instituciones vinculadas a la gestión ambiental en el país. 51 (Versión preliminar a ser aprobada) DECLARACION DE POLITICA DE GENERO EN EL MINISTERIO DE AMBIENTE Y ENERGIA ( MINAE) -COSTA RICAEsta declaración responde a los compromisos adquiridos por nuestro país al suscribir las diferentes convenciones sobre el tema de equidad de género y Derechos Humanos que deben adoptar los Estados, con objeto de eliminar las distintas formas de discriminación hacia las mujeres y, adoptar políticas tendientes a impulsar la equidad de género. Algunos de esos compromisos son: la Convención sobre todas las formas de Discriminación contra la Mujer (1984), la Ley de Promoción de la Igualdad Social de la Mujer (1990), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (1992) y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995). De este marco internacional se derivan una serie de lineamientos en materia de género y ambiente que deben integrarse en las políticas, directrices, programas y proyectos del MINAE. LA INTEGRACION DE LA PERSPECTIVA DE GENERO EN EL ACCIONAR DEL MINISTERIO DE AMBIENTE Y ENERGIA (MINAE) Esta Declaración se inscribe en el contexto de la Misión General del MINAE, la cual plantea, la irreversibilidad del proceso de Desarrollo Sostenible y mejoramiento continuo de la calidad de vida, propiciando un nuevo paradigma en la medida en que la política de medio ambiente sea permeada en sus fundamentos y principios por la equidad de género, posibilitando que este nuevo enfoque sea parte integral del Plan Nacional de Desarrollo. NUESTRO CONCEPTO DE GENERO El género se refiere a la influencia determinante de las estructuras sociales, culturales y psicológicas, en la construcción de las identidades de hombres y mujeres. Asume, por tanto que los sujetos/as sociales somos construcciones históricas, es decir, somos producto de procesos de socialización en la familia, la escuela, la iglesia, y otras instituciones sociales. 52 El género conduce a un ordenamiento jerárquico y valorativo de las funciones y roles que desempeñan las personas, esto representa muchas veces situaciones de privilegio y dominación de los varones y posiciones subordinadas para las mujeres. Reconocer esta situación es un aspecto fundamental para orientar una política con equidad de género. El MINAE entiende la perspectiva de equidad de género como una reconceptualización de las relaciones entre mujeres y hombres, en la que se reconoce con especial énfasis el lugar y aporte de las mujeres en la toma de decisiones en las políticas gubernamentales que tienden a la protección del ambiente. Desde este punto de vista creemos que las políticas no deben corresponder solamente a un discurso, sino que deben expresarse en prácticas cotidianas que permitan a mujeres y hombres aprender a relacionarse de manera justa y equitativa entre sí y con la naturaleza. Asimismo el MINAE reconoce que en la sociedad existen condiciones desiguales entre los hombres y mujeres, en el acceso, uso y control de recursos como tierra, capital, insumos y otros, y en la oportunidad para tomar decisiones. Pese a que las mujeres siempre han jugado un importante papel en el ámbito ambiental, esto no se ha reconocido. Lo que se refleja al identificar la ausencia de estas como gestoras, beneficiarias y tomadoras de decisiones en las acciones gubernamentales y de grupos organizados de la sociedad. El MINAE reconoce que cuenta con un bajo porcentaje de funcionarias en relación con el número de hombres que laboran en la institución, quienes tienen poco acceso a los espacios formales de toma de decisión, promoción y capacitación. Por lo tanto el MINAE se compromete a orientar su accionar desde el enfoque de equidad de género, lo que implica el establecimiento de condiciones que propicien la equidad entre mujeres y hombres, al interior de la Institución. Asimismo se compromete a promover la equidad de género en todos aquellos espacios de decisión compartidos con la sociedad civil (Comisiones Regionales Ambientales, Comisiones Locales y otras). El MINAE reconoce que para introducir la perspectiva de equidad de género es indispensable analizar y comprender los patrones de uso, conocimientos, destrezas, roles y otras conductas relacionadas con la conservación y uso sostenible de los recursos naturales. Lo que conlleva necesariamente rescatar de manera diferenciada las visiones sobre el ambiente de mujeres y hombres. 53 Reconoce que para ser coherente con su Misión de buscar una mejor calidad de vida, el MINAE reconoce que la equidad e igualdad entre hombres y mujeres es un asunto fundamental de los derechos de los humanos y de las humanas. Solamente a través de la equidad de género se puede lograr una cultura de paz, indispensable para el desarrollo sostenible. LA INTEGRACIÓN TRANSVERSAL DE GÉNERO EN EL MINAE El MINAE se compromete con una integración transversal, la cual debe ser expresada en la atención constante en la equidad entre mujeres y hombres en las políticas, leyes, reglamentos, estrategias, estudios de impacto ambiental, procesos de planificación y en las diversas intervenciones de desarrollo y conservación que el MINAE promueve. Para ello el MINAE priorizará en la asignación de recursos humanos y financieros el componente de equidad de género. Asimismo para asegurar la transversalidad de la perspectiva de equidad de género, el MINAE se compromete a tener y apoyar dentro de su estructura, con un rango superior, la Oficina de Género y Ambiente, la cual tendrá a su cargo el seguimiento y monitoreo de las acciones del Plan de Acción que de esta política se desprenda. Este trabajo fue elaborado por: Guaria Vargas (MINAE) Gladys Jiménez (SINAC) Gilbert Canet Brenes (SINAC-DECAFOR) Magda Solís (FUNDECOOPERACION/Consultora) Rosario Zúñiga Bolaños (Oficina de Género y Ambiente-MINAE) 54 (Versión Preliminar) Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) Declaración de Política de Género El Salvador INTRODUCCIÓN Esta declaración de política hace un llamado a la promoción de la equidad e equidad como factor crucial para la sostenibilidad ambiental y una parte integral de los esfuerzos de conservación. Presenta las metas y los objetivos de equidad e igualdad en el contexto de la misión general del MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES, y proporciona un breve marco conceptual y el fundamento para la consideración de asuntos de equidad en la gestión ambiental del mismo. Además, hace un llamado a una estrategia eficaz para la integración dentro de la Política Nacional de Medio Ambiente, en programas, planes y Proyectos de esta Secretaría de Estado. INTEGRACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE UNA DECLARACIÓN DE POLÍTICA La misión del MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES (MARN) es recuperar y garantizar la calidad del medio ambiente y los recursos naturales nacionales como parte del desarrollo sostenible de El Salvador. Qué es Género EL MARN considera que el género se refiere a los atributos y oportunidades asociados con ser hombre y mujer y las relaciones socio-culturales entre hombres y mujeres. Estos atributos, oportunidades y relaciones son socialmente construidos y se aprenden a través de procesos de socialización. Son específicos al contexto y cambiantes. En nuestra sociedad existen diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres en cuanto a actividades realizadas, acceso y control sobre los recursos y las oportunidades para tomar decisiones. El género es parte del contexto socio-cultural más amplio, así como también 55 toma en consideración factores tales como clase, raza, situación económica, grupo étnico y edad. Por consiguiente, el MARN es consciente que la adopción de una perspectiva de equidad de género significa concentrarse tanto en las mujeres como en los hombres y sus relaciones entre sí y los recursos naturales, promoviendo la co responsabilidad de los géneros. Esto significa trabajar con una perspectiva integral que permita y valore la diversidad nacional y regional. El MARN asume que integrar el enfoque de género significa crear un ambiente de trabajo que facilite la aplicación del enfoque, promueva la sensibilización y capacitación de su personal ya existente, y considera como elemento vital en la contratación de nuevo personal: así como también valorar la formación en su recurso humano como una contribución más al logro de sus objetivos. Por qué la equidad de género es esencial para el uso sostenible, manejo y conservación de los recursos naturales El MARN en seguimiento al Plan de Gobierno de 1994 – 1999, en cumplimiento con la Política Nacional de la Mujer y en reconocimiento y atención a los compromisos adquiridos por el gobierno de El Salvador en foros internacionales tales como: la Convención sobre todas las formas de Discriminación contra la Mujer (1984), Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (1992), Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995) y la Convención de Lucha contra la Desertificación de la Naciones Unidas (1997) y de acuerdo a lo establecido a nivel nacional en la Ley de Medio Ambiente en su Considerando número IV. Con base en lo anterior, el MARN reconoce que la equidad e igualdad de género son asuntos fundamentales de los derechos humanos y la justicia social, y una pre-condición para el desarrollo sostenible y el logro de su misión. En el uso, manejo y conservación de los recursos naturales existen roles y responsabilidades diferenciales para hombres y mujeres. A menudo, las mujeres realizan sus contribuciones a la familia, la comunidad y la sociedad con acceso desigual al control sobre y beneficios de los recursos y el uso de los mismos. Frecuentemente, esta desigualdad existe en un contexto de discriminación y relaciones desiguales de poder. Por consiguiente, el MARN considera que las relaciones de género y el ambiente lleva consigo el hacer un análisis profundo de los patrones de uso, los conocimiento y destrezas relacionadas con la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales. Sólo a través de una perspectiva de género será posible construir un panorama completo de las relaciones humanas y los ecosistemas. 56 El MARN asume que trabajar con una perspectiva de género significa analizar y comprender los diferentes roles y responsabilidades, relaciones, necesidades y visiones de hombres y mujeres en el área urbana y rural. Además, trabajar con una perspectiva de género también significa ir más allá del simple reconocimiento de las diferencias de género, sino que propiciar los cambios necesarios para lograr relaciones más equitativas entre mujeres y hombres en el uso y beneficio de los recursos naturales y la toma de decisiones sobre los mismos. El compromiso de el MARN hacia la equidad e igualdad de género constituye una parte integral en todas sus políticas, programas, planes y proyectos, y en su actividad normativa y rectora de la gestión ambiental nacional. INTEGRACIÓN TRANSVERSAL DE GÉNERO EN EL MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES El Ministerio como ente rector y normador de la gestión ambiental define el componente de género como un eje transversal de su accionar a través del Sistema de Gestión Ambiental (SINAMA) como lo establece el artículo 6 de la Ley de Medio Ambiente. El MARN reconoce que la búsqueda de entendimientos y acuerdos entre los diversos sectores de la sociedad salvadoreña, se logra únicamente a través de la participación de hombres y mujeres en equidad, lo que garantiza la ejecución de las actividades de protección y recuperación ambiental. Con esta finalidad el Ministerio crea la Unidad de Género, Medio Ambiente y Desarrollo. El MARN comprende que la integración transversal de una perspectiva de género, se logra a través de un proceso de evaluación de las implicaciones para mujeres y hombres de cualquier acción planeada, incluyendo políticas o Programas y proyectos en cualquier área y a todo nivel. Este proceso convierte las preocupaciones y experiencias de mujeres y hombres en una dimensión integral en el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas, programas, planes y proyectos en todas las esferas ambientales (políticas, económicas, sociales y los recursos naturales), a fin de que mujeres y hombres se beneficien igual y equitativamente, y por ende, se evite la perpetuación de las injusticias y desigualdades. El MARN como institución rectora y normativa de la gestión ambiental considera que esta declaración de política sea parte de los fundamentos o principios de la Política Nacional de Medio Ambiente y a la vez se integre transversalmente en todos los componentes de la misma. La implementación de esta política conlleva dentro del Sistema de Gestión Ambiental (SINAMA), implicaciones con respecto a prioridades, sistemas de manejo y administración de éste, particularmente al: 57 a) Establecer los mecanismos de gestión ambiental en las entidades e instituciones del sector público, para implementar la dimensión ambiental con perspectiva de género en el desarrollo del país. b) Establecer la organización estructural y funcional de la gestión ambiental con enfoque de género en las entidades e instituciones del sector público c) Establecer los procedimientos para generar, sistematizar, registrar y suministrar de manera desagregada información sobre la gestión ambiental y el estado del medio ambiente como base para la preparación de planes y programas ambientales para evaluar los impactos ambientales de las políticas sectoriales y para evaluar el desempeño de la gestión ambiental de los miembros del Sistema Nacional de Gestión del Medio Ambiente; d) Establecer como responsabilidad propia de la dirección superior de cada entidad o institución del sector público la implantación, ejecución y seguimiento de la gestión ambiental con enfoque de género y e) Establecer las normas de participación y coordinación entre el SINAMA y el Ministerio Conjuntamente con la adopción de esta declaración de política para la integración de equidad de género, se implementará el plan de acción desarrollado para incorporar el género al MARN. Los titulares del ramo asumen plena responsabilidad por su implementación a través de la Unidad de Género Medio Ambiente y Desarrollo constituida para tal fin. Asimismo, el MARN comprenden que la implementación total de la Política y de una Estrategia de Trabajo o Plan de Acción requiere de la participación y el compromiso del personal de ésta Secretaria de Estado y de la población en general. 58 (Versión preliminar a ser aprobada) DECLARACIÓN DE POLÍTICA DE EQUIDAD DE GÉNERO EN LA SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE, RECURSOS NATURALES Y PESCA (SEMARNAP) Esta declaración de política es un llamado a incorporar la perspectiva de género en la política ambiental de la SEMARNAP, basada en el marco legal nacional y en los compromisos internacionales firmados por el gobierno mexicano. En ella se plantean los aspectos conceptuales que deberán ser considerados al momento de generar acciones Para cumplir con la misión de transitar hacia el desarrollo sustentable, la SEMARNAP lleva a cabo una política para contener las tendencias del deterioro del medio ambiente y de los recursos naturales, articulando los objetivos económicos y sociales con los ambientales. Las estrategias se basan en acciones que favorecen la equidad y la superación de la pobreza, así como el fomento de la participación social y la corresponsabilidad para la gestión ambiental. La SEMARNAP reconoce que la igualdad de derechos, oportunidades y obligaciones para hombres y mujeres en el manejo, aprovechamiento y conservación de los recursos naturales, son elementos fundamentales para alcanzar el desarrollo sustentable. La SEMARNAP está consciente que existen diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres respecto al acceso, control, uso y beneficio de los recursos y oportunidades para tomar decisiones, así como de sus responsabilidades respecto al desarrollo sustentable. Por ello, la SEMARNAP comprende que la adopción de una política ambiental con enfoque de género, significa concentrarse tanto en las mujeres como en los hombres y sus relaciones entre sí y con los recursos naturales. También significa actuar bajo una perspectiva global que considere en la diversidad nacional y regional, factores tales como clase, raza, situación económica, grupo étnico y edad. Contexto Nacional En el marco del Artículo 4º. de la Constitución Política de la República Mexicana se establece la plena igualdad jurídica del hombre y de la mujer; así mismo, en el Artículo 25 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente se señala que “las mujeres cumplen una importante función en la protección, preservación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y en el desarrollo. Su completa participación es esencial para lograr el desarrollo sustentable”. 59 Consecuentemente el Plan Nacional de Desarrollo 1995 - 2000 señala como una prioridad de la política social, promover la plena y efectiva participación de la mujer en la vida económica, social, política y cultural del país, lo que debe contribuir a consolidar las condiciones para que tome parte en las decisiones, responsabilidades y beneficios del desarrollo, en igualdad de condiciones con el varón. Un instrumento de la política nacional con carácter obligatorio para las dependencias federales es el Programa Nacional de la Mujer 1995 – 2000 Alianza para la Igualdad, el cual promueve “estrategias que persiguen cambios no sólo de índole material, sino también transformaciones en las actitudes, creencias, prácticas y conductas de hombres y mujeres, que posibiliten el fortalecimiento de una cultura de la igualdad que, al preservar lo mejor de nuestros valores y tradiciones, sea también fuente de renovación permanente de relaciones sociales e interpersonales más equitativas e igualitarias.” Marco Internacional En respuesta a los compromisos internacionales asumidos por el Gobierno Mexicano en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río de Janeiro, 1992) se retoman los lineamientos de la Agenda 21 respecto a la participación de la mujer en la ordenación nacional de los ecosistemas y la lucha contra la degradación del medio ambiente; la eliminación de la discriminación por motivos de sexo y garantizar el acceso de la mujer a los recursos de tierra, y otros recursos, a la educación y al empleo seguro y en condiciones de igualdad (Capítulo 24). El Gobierno Mexicano se compromete también en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Pekín, 1995) a realizar tareas encaminadas a reconocer y apoyar la participación de la mujer en la gestión de los recursos naturales, y la protección del medio ambiente, a través de su participación activa en la toma de decisiones; en la integración de la perspectiva de género en las políticas y programas a favor del desarrollo sustentable y la evaluación de los efectos de las políticas de desarrollo y medio ambiente en la mujer. En la Séptima Conferencia Regional sobre la Integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social de América Latina y el Caribe (Chile, 1997) México asume el compromiso de incorporar un enfoque de género en la planificación de medidas relacionadas con el medio ambiente, que asegure la participación de las mujeres en la toma de decisiones y en la evaluación del impacto de los desastres naturales, en vista de la importante contribución de las mujeres al desarrollo económico y social y a la protección del medio ambiente. 60 La perspectiva de género en la política ambiental En el uso, manejo y conservación de los recursos naturales existen roles y responsabilidades diferenciales para hombres y mujeres, mismos que varían considerablemente entre una región y otra. A menudo, las mujeres realizan sus contribuciones a la familia, la comunidad y la sociedad con acceso desigual al control, uso y beneficio de los recursos. Frecuentemente, esta desigualdad existe en un contexto de discriminación y relaciones desiguales de poder. La SEMARNAP reconoce que trabajar con una perspectiva de género significa analizar y comprender los diferentes roles y responsabilidades, relaciones, necesidades y visiones de hombres y mujeres. Además, trabajar con una perspectiva de género también significa ir más allá del simple reconocimiento de las diferencias de género, dirigiéndose hacia relaciones más equitativas entre mujeres y hombres. El compromiso de la SEMARNAP hacia la equidad e igualdad de género es nacional y constituye una parte fundamental de su política, que se refleja en sus programas y proyectos. El enfoque transversal de género La SEMARNAP comprende que la integración transversal de una perspectiva de género se logra a través de un proceso de evaluación de las implicaciones para mujeres y hombres de cualquier acción planeada, incluyendo políticas o programas en cualquier área y a todo nivel. Este proceso convierte las preocupaciones y experiencias de mujeres y hombres en una dimensión integral en el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de los proyectos de la institución. La SEMARNAP considera necesario fijar lineamientos de carácter técnico y administrativo, sistemas y procedimientos para llevar a cabo la integración transversal del enfoque de género en la institución, así como supervisar el cumplimiento de los objetivos, estrategias y metas que contribuyan a que hombres y mujeres participen y se beneficien igual y equitativamente de la política para el desarrollo sustentable. Conjuntamente con la adopción de esta declaración de política para la integración de la equidad de género, se implementará el Programa de Trabajo de la SEMARNAP donde se plasmarán las medidas institucionales, que en el marco de una política de género, llevará a actuar con mayor certeza para contrarrestar los rezagos económicos y sociales que hasta ahora mantiene la población femenina. Asimismo, la SEMARNAP comprende que la implementación de la política y programa de trabajo requiere de la participación y corresponsabilidad de la sociedad civil.