PODER OTORGADO EN EL EXTRANJERO. MANDATO

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Derecho civil
PODER OTORGADO EN EL EXTRANJERO. MANDATO OTORGADO
EN EL EXTRANJERO. SUCESIONES. PROCESO SUCESORIO.
Resumen
El poder para pleitos otorgado en el extranjero para actuar en el Uruguay se regula en cuanto a su forma por la Convención Interamericana en Régimen Legal de
Poderes para ser Utilizados en el Extranjero, quedando sujeto a la ley del Estado
donde este se ejerce. No es asimilable la pretensión de solicitar la declaratoria de
herederos con la aceptación de la herencia. Para promover el proceso sucesorio no
es necesario un poder especial y expreso sino que es suficiente un mantado concebido en términos generales.
Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, tomo 97, jul. - dic. , 2011 — Consultas técnicas
CONSULTA 37
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I.
Consulta
Se consulta si el poder general para pleitos que a continuación se transcribirá, presenta facultades suficientes para tramitar una sucesión, y en
segundo lugar, si en ejercicio del mismo, el letrado podría aceptar la herencia bajo beneficio de inventario en representación de su cliente radicado en
Alemania. A continuación se transcribe el poder para pleitos: “la poderdante
confiere poder general para pleitos en los términos de los arts. 39 y 44 del
CGP (de cuyos contenidos y alcances ha sido debidamente instruida) a las
doctoras JJ e YY, para que en forma conjunta o indistinta, la representen
ante cualquier autoridad jurisdiccional, judicial, administrativa, y de lo
contencioso administrativo en todo asunto que tuviera pendiente, haya de
iniciar o se le promueva en lo sucesivo, tanto en jurisdicción contenciosa
como voluntaria, y ya sea en calidad de actor, demandado, tercerista,
peticionante, denunciante o cualquier otro título […]. Amplitud: dado
que la enumeración realizada en este instrumento no es taxativa y que
la poderdante no se reserva facultad alguna, deberán considerase a los
apoderados ampliamente facultados para otorgar y realizar toda clase de
actos, declaraciones y gestiones que convengan a los intereses de la poderdante y/o aseguren el buen cumplimiento de este poder, aun cuando la
legislación aplicable exija facultades expresas, debiendo tenerse el presente
como conferido en tales términos”.
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Ver informe elaborado por la Comisión de Técnica Notarial Procesal publicado en
p. 617.
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II. Relación de hechos
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El 8 de abril de 2010, en autos tramitados ante el Juzgado Letrado de
Familia se decretó la apertura judicial de la sucesión del causante XX,
la que fuere oportunamente solicitada por la cónyuge supérstite en representación de sus dos hijas menores de edad. A lo que la Sede dispuso:
“[...] Montevideo, 8 de abril de 2010. Decrétase la apertura judicial de la
sucesión de XX, citándose y emplazándose a todos quienes se consideren
con derechos en la misma, a deducirlos en forma dentro del término legal.
Expídanse los edictos para las publicaciones”.
Con fecha 21 de setiembre de 2010 comparecen otros dos hijos mayores de
edad del causante. Uno de ellos con residencia en Alemania, Munich, quien
es representado por abogado según poder general para pleitos otorgado en
aquel país, traducido legalmente y protocolizado. A dicha comparecencia
recayó el Decreto 5083/2010 de fecha 13 de octubre de 2010 disponiendo
lo siguiente: “Por presentados, acreditada la representación invocada y
constituido su domicilio, anotándose. A los otrosíes, téngase presentes.
Pasen a la Sr.a Alguacil a efectos de practicar el inventario dispuesto”. No
realizando la sede ninguna observación al poder en cuestión.
Con fecha 18 de noviembre de 2010 se celebró ante el alguacil de la sede,
audiencia de inventario a la que posteriormente bajó el siguiente decreto: “Decreto: 6045/2010. Montevideo, 24 de noviembre de 2010. Téngase
presente el inventario practicado y póngase el mismo de manifiesto por
el término legal. Notifíquese personalmente”. Posteriormente, la cónyuge
supérstite en representación de sus dos hijas menores de edad solicita
ampliación del inventario practicado. A dicho escrito se dispone: “Decreto: 857/2011. Montevideo, 9 de Marzo de 2011. Atento a lo que surge de
autos, respecto de la ampliación solicitada, óigase al Ministerio Público”.
Acto seguido, el 11 de marzo de 2011, la fiscalía en lo Civil se pronuncia
de la siguiente forma: “El poder obrante a fs. 47 y siguientes, no contiene
cláusula alguna para tramitar sucesiones y aceptar herencias”. Y, posteriormente, la sede dispuso: “Decreto: 1080/2011. Montevideo, 21 de Marzo
de 2011. Del dictamen fiscal vista a los interesados”. Al evacuar la vista
fiscal, se explica que el poder contiene facultades suficientes para tramitar
sucesiones, a lo que existe un segundo pronunciamiento de dicha fiscalía,
reiterando el informe fiscal.
Con la sucesión de hechos y actos que se transcribieron se quiere precisar
que las opiniones son dispares: por un lado el magistrado actuante (que
fueron hasta el momento dos en virtud de que actuó un subrogante) no lo
objetó, pero sí lo hicieron dos fiscales en las dos oportunidades relacionadas.
De más está decir, que el aspecto en discusión paralizó las actuaciones y
que ninguno de los peticionantes representados por distintos letrados han
objetado el poder en discusión.
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III.Normativa aplicable
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El poder para pleitos otorgado en Alemania para actuar en Uruguay se
regula en cuanto a su forma por la Convención Interamericana sobre Régimen Legal de Poderes para ser Utilizados en el Extranjero (Rev. AEU,
tomo 74, n.° 1-6, 1988, p. 201). Es así que el art. 5.° de dicha Convención
establece que los efectos y el ejercicio del poder quedan sujetos a la ley
del Estado en donde este se ejerce, y el artículo 12 establece que el Estado requerido (en nuestro caso Uruguay), podrá rehusar el cumplimiento
cuando este sea manifiestamente contrario a su orden público. Los aspectos
formales se cumplieron en un todo, ya que el poder fue debidamente traducido, legalizado y protocolizado. El punto en discusión es de naturaleza
intrínseca, esto es, que el poder en cuestión carece de facultades suficientes
para tramitar una sucesión y aceptar herencias.
En sede de poder para pleitos es de aplicación lo dispuesto por el art.
39.1 del CGP, que establece que tal poder “se entiende conferido para todo
el proceso, sus diversas instancias, recursos, incidentes y etapas, incluyendo
las preliminares, las de ejecución y el cobro de multas y daños y perjuicios
emergentes del litigio y habilita al apoderado para realizar todos los actos
procesales, salvo aquellos que la Ley reserva a la parte. En todo caso se
requerirá autorización expresa para realizar actos de disposición de los
derechos, tales como el desistimiento o la transacción”. Y continúa diciendo
el art. 39.2: “Del poder otorgado en el extranjero, se presentará copia de su
protocolización, que deberá haber sido legalizada y traducida, si correspondiere”. En tal sentido se ha pronunciado esta comisión en Rev. AEU, tomo
92, n.° 7-12, 2006, pp. 375 y 376 y tomo 78, n.° 7-12, 1992, pp. 327 y 328.
Del expediente resulta que el Magistrado hizo lugar al poder, habiendo
dictado en tal oportunidad el Decreto 5083/2010 de fecha 13 de octubre de
2010 transcripto precedentemente. Sin embargo, la Fiscalía en lo Civil
de 8.° turno se pronunció en forma opuesta. La cuestión es: ¿existe
una norma que indique que tratándose de procesos sucesorios o
de aceptación de herencias se requiera poder especial y expreso?
El legislador cuando así lo entendió oportuno, en tal sentido se
pronunció. Tal es el caso de la transacción o el desistimiento por
ejemplo. Si hubiera entendido que tal requisito es indispensable
o necesario, así lo hubiera hecho.
“El régimen en esta materia es libre; se consagra la regla, ya elaborada
por la doctrina nacional, de que todo acto del proceso puede realizarse
por representante; sin perjuicio de la asistencia letrada preceptiva, de la
representación judicial de los abogados, de la comparecencia personal de
las partes a la audiencia preliminar y de la facultad del juez de ordenar la
comparecencia personal de la parte asistida por su abogado en cualquier
otra circunstancia (CGP- Comentado, Anotado y Concordado. tomo 2. Arts.
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INFORME
Montevideo, 19 de julio de 2011. La Comisión de Derecho Civil, integrada
por los Escs. Cristina Amorín, Enrique Arezo, Miguel Burdín, Guiselda
Castillo, Daniella Cianciarulo, Cristina Croce, Adriana Inciarte, Fátima
Izaguirre, Mónica Jover, Jorge Machado, María del Rosario Marchese,
María Laura Peré, María Alejandra Portillo, Margarita Puertollano,
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31 a 116. Enrique Vescovi, Margarita De Hedegus; Selva Klett, Raquel
Landeira, Luis. M. Simón y Santiago Pereira, editorial Ábaco. Y a fojas 69,
los citados autores continúan diciendo, en cuanto al alcance del poder: “Se
lo considera conferido para todo el proceso, aclarándose en el texto que
ello supone las diligencias preliminares, la ejecución, cobro de multas,
daños y perjuicios. El apoderado puede realizar todos los actos procesales
salvo los que la ley reserva a la parte. En ciertos casos, además de los ya
mencionados, se exige la comparecencia personal v. gr., divorcio por sola
voluntad o mutuo consentimiento (art. 187, incs 2º y 3º, Cód. Civil); absolución de posiciones (art. 151.1 CGP) y la demanda debe ser notificada
personalmente al demandado […]. Es necesaria autorización expresa para
los actos que importan disposición de los derechos de las partes, como el
desistimiento y la transacción”.
La Fiscalía informó que el poder no contiene facultades para tramitar sucesiones ni aceptar herencias. Está claro que el poder para pleitos
puede conferirse a fin de que un abogado o un procurador, inscripto en
la matrícula que lleva la Suprema Corte de Justicia, actúe en asuntos
jurisdiccionales, sean estos contenciosos o voluntarios. Los procesos voluntarios y contenciosos son el género, y demás está decir que el proceso
sucesorio es una especie dentro del género de los voluntarios. El poder
para pleitos deberá conferirse en forma expresa cuando la legislación así
lo dispone, y en caso de entenderse que la aceptación de herencia sea un
derecho personalísimo, aspecto que no es de recibo legal, no podría en tal
caso conferirse poder alguno.
Por su parte, el Tribunal de Apelaciones de Familia de 1.er turno en
sentencia 167/00 de fecha 23 de agosto de 2000 (Monserrat —r—, Battistella, Martínez —c.s—) LJU, caso 14.108, tomo 123, año 2001 (citas on
line: UY/JUR/123/2000) concluye que para promover el proceso sucesorio
no es necesario poder especial y expreso: “No puede asimilarse la pretensión formulada para que se tramite el proceso voluntario sucesorio,
incluyendo la solicitud de declaratoria de herederos, con la aceptación de
la herencia. Por ello se entiende que, para promover el proceso sucesorio,
no es necesario un poder especial y expreso, sino que es suficiente a tales
efectos, un mandato concebido en términos generales”.
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Derecho civil
María Ritacco, Estela Sarachu, Mildred Secondo, Adriana Silva Fierro,
Silvia Vázquez, Jimena Viana y Juan Pablo Villar, aprueba el informe
que antecede.
Escs. Enrique Arezo y Roque Molla
Coordinadores alternos
(Aprobado por la Comisión Directiva Nacional de la AEU
el 3 de octubre de 2011. Expediente 825/2011).
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PROPIEDAD HORIZONTAL. GARAJE. REGLAMENTO DE COPROPIEDAD.
BIENES COMUNES.
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Resumen
Si en el reglamento de copropiedad no se estableció ningún uso exclusivo de
lugares en el garaje (bien común) a ninguna unidad, este es de uso de todos los
copropietarios.
Los usos exclusivos de los bienes comunes no son prescriptibles por lo cual no es
posible tampoco dicha solución.
En consecuencia, siendo el garaje un bien común, es de uso de todos los copropietarios quienes deberán decidir —en lo posible modificando el reglamento de
copropiedad— el uso que darán al mismo.
CONSULTA
I.Hechos
1955: se construye un edificio de propiedad horizontal —Ley 10.751— habilitado el 5 de mayo de 1955.
El mismo se rige por el reglamento de copropiedad otorgado el 6 de
octubre de 1955, debidamente inscripto.
Del referido plano surge que el garaje AS1 es un bien común y no figura
que se dé uso exclusivo de ninguna unidad, al igual que en el reglamento
de copropiedad.
Documentos relacionados
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