Utilizar el suelo según su vocación y aplicar un turismo sostenible, principales retos para el ordenamiento de la región de la Cordillera Central Así lo manifestó Juan Antonio Nieto Escalante, director general del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) en el foro “Conflictos de uso en la región de la Cordillera Central”, realizado en la ciudad de Armenia. Según Nieto Escalante, en los últimos años, departamentos como Tolima y Caldas perdieron el 66 y 55 por ciento de población respectivamente. “Esto indica que varios de los municipios se están marchitando y perdiendo habitantes, por lo cual se deben realizar estudios de fondo y tomar decisiones adecuadas”. La región Central de Colombia, que alberga a los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y Huila, cuenta con un tercio de tierras para conservación, un tercio con condiciones adecuadas para la producción agrícola y otro tercio más que requiere un manejo para su aprovechamiento por estar sobreutilizado. Sumado a esto, sus más de 11 hectáreas albergan a la cuarta parte de la población del país, representan la quinta parte del PIB Nacional y cuentan con variados cultivos, actividades agrícolas y zonas netamente urbanizadas. Según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, estos factores han hecho que la planificación y el ordenamiento territorial se hayan tornado demasiados complejos en la zona, razón por la cual decidió “desnudar” los pros y contras de la región y así poder a empezar a ordenar la casa. En el foro “Conflictos de uso en la región de la Cordillera Central”, en el cual se dieron cita expertos, académicos, políticos y ambientalistas, Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC, afirmó que los principales retos que debe afrontar esta región para lograr el ordenamiento territorial están relacionados con el uso del suelo según su vocación y utilizar el turismo de una forma sostenible para el medio ambiente. “El ordenamiento en la región implica garantizar que se utilice el suelo de acuerdo con su vocación, evitando al máximo la subutilización y la sobreutilización. La región de la Cordillera Central enfrenta retos muy grandes, ya que de los 11 millones de hectáreas que posee, hay explotación agrícola en 1 millón de hectáreas, las cuales no todas cuentan con condiciones óptimas para ello. A su vez, hay 3 millones de hectáreas con vocación agrícola, que actualmente se utilizan para otro tipo de explotaciones, como la ganadería”. Nieto Escalante manifestó que otro de desafíos es aplicar el turismo como nueva fuente de desarrollo, pero el cual debe garantizar la sostenibilidad ambiental y canalizarse de forma adecuada para que no se convierta en un factor depredador del territorio. “La planeación con enfoque territorial debe ocupar un papel primordial para orientar la gestión pública y privada en el inmediato futuro. Ello significa que los proyectos y las acciones estatales deberán considerar las necesidades y posibilidades locales y regionales y no sólo los intereses sectoriales”. Los municipios se están marchitando El director del IGAC llamó la atención sobre el marchitamiento de muchos municipios y de sus poblaciones de la región, por lo cual se deben adelantar estudios a fondo y tomar decisiones adecuadas. En 1985, la región contaba con 262 municipios que tenían una población de 8 millones de habitantes. Para 2014, la población pasó a 11.4 millones, pero 103 de esos municipios perdieron habitantes, al pasar de 1.7 millones personas a 1.4 millones, es decir, una pérdida de 300 mil habitantes. En Tolima perdieron población el 66% de los municipios, en Caldas el 55%, en Antioquia el 38%, en Quindío el 33%, en Risaralda el 21% y en Huila el 5%. “Uno de los factores que explica esta situación es el orden público y los procesos de desplazamiento, pero en el fondo parecen existir también dinámicas sociales y económicas que la provocan. Frente a este hecho surgen preguntas como las siguientes: ¿se van a dejar marchitar estos municipios o por el contrario es conveniente que se fortalezcan?, ¿cuál es la magnitud del esfuerzo para repoblarlos?, y ¿cómo se deben fortalecer las cabeceras municipales para que se conviertan en hábitats atractivos que impidan la excesiva concentración en unas cuantas ciudades?”, apuntó Nieto Escalante. Tres conclusiones del Foro Nieto Escalante destacó tres conclusiones sobre los estudios realizados por el IGAC en esta zona del país. Primero, que las fuertes pendientes y la fragilidad de algunos de sus suelos es la principal limitante de uso en esta parte de la Cordillera Central, por lo cual se requiere una planificación, un ordenamiento y un manejo riguroso, para que las actividades agropecuarias se realicen en forma acorde con esta característica. En segundo lugar, se deben adelantar inventarios más detallados de suelos y ahondar su conocimiento científico para la ordenación y la planeación económica, regional y local, como se ha venido haciendo en el departamento del Quindío. Finalmente, que la planeación del desarrollo debe considerar los significativos cambios demográficos, la reducción de la actividad agrícola, la aparición de nuevas actividades económicas, la “urbanización”, el ecoturismo, los conglomerados productivos y, en general, la denominada “nueva ruralidad”. 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