La OMS insta a los gobiernos a que aumenten la inversión para hacer frente a las enfermedades tropicales desatendidas La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los países afectados a que amplíen la inversión para combatir 17 enfermedades tropicales desatendidas, con el fin de mejorar la salud y el bienestar de más de 1500 millones de personas. Esa inversión no representaría más que el 0,1% del gasto sanitario interno actual de los países afectados de ingresos bajos y medianos durante el período 2015-2030. Las enfermedades tropicales desatendidas son causa de ceguera, desfiguración, discapacidad permanente y muerte, en especial entre los pobres. En el nuevo informe de la OMS sobre cómo invertir para superar los efectos de las enfermedades tropicales desatendidas, titulado Investing to Overcome the Global Impact of Neglected Tropical Diseases, se exponen una serie de argumentos que justifican la inversión y se presenta un conjunto de medidas esenciales para combatir esas enfermedades. Progresos realizados El informe destaca los progresos realizados en los últimos años, atribuidos en gran medida a una ampliación de las intervenciones de control para llegar a la población más pobre. Así, por ejemplo, solo en 2012, más de 800 millones de personas recibieron tratamiento contra al menos una enfermedad tropical desatendida. En 2014 únicamente se declararon 126 casos de dracunculosis, frente a los 1800 casos notificados en 2010 y los 3,5 millones registrados a mediados del decenio de 1980. La erradicación de esta enfermedad puede alcanzarse si se sigue actuando e invirtiendo. Aumentar las metas de inversión nacionales El informe establece objetivos de inversión específicos para muchas de las 17 enfermedades. También destaca que los países deben asumir compromisos presupuestarios firmes de manera sostenible para poder cumplir con los objetivos de la OMS y acelerar el avance. Inversión: Es necesario realizar una inversión anual de US$ 2900 millones hasta 2020 (incluida la lucha antivectorial) para alcanzar los objetivos fijados en 2012 en la hoja de ruta de la OMS para 2015-2020. Durante los 10 años siguientes (2021-2030), las necesidades de inversión se reducirán a US$ 1600 millones por año. Las inversiones anuales seguirán disminuyendo a medida que las enfermedades vayan decayendo o eliminándose. Esto asciende a una inversión total de US$ 34 000 millones (a lo largo de 16 años), sin contar el costo de los medicamentos donados y otras contribuciones en especie. Efectos: En 2017, el número de personas a quienes se administre tratamiento preventivo contra al menos una de estas enfermedades debería ascender a 1500 millones. A medida que las enfermedades vayan decayendo o eliminándose, el número de personas que necesite y reciba tratamiento irá disminuyendo. La detección precoz de algunas enfermedades tropicales desatendidas permitirá que un número mayor de niños pueda seguir yendo a la escuela y que más adultos puedan seguir trabajando; además, podrá reducirse el gasto asociado al tratamiento de formas más avanzadas de estas enfermedades. La implantación de la cobertura sanitaria universal asegurará a toda la población acceso a servicios de salud preventivos y curativos contra las enfermedades tropicales desatendidas, sin que los pacientes tengan que correr el riesgo de padecer las dificultades económicas que han de afrontar cuando son ellos quienes sufragan ese gasto. Fuente: Organización Mundial de la Salud. www.who.int