7.1 La relación entre la empresa y la sociedad

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7.1 La relación entre la empresa y la sociedad
Para las cuentas nacionales, una empresa es una unidad
institucional, en otras palabras, un agente económico
independiente que dispone de poder de decisión, cuyo objetivo
es producir bienes y servicios para el mercado. La palabra
"mercado" es muy importante, pues significa que los productos
se
venden
en
el
mercado
a
precios
económicamente
significativos. Uno de los criterios utilizado por los
contables nacionales a fin de determinar si una empresa vende
sus productos a un precio económicamente significativo es ver
si el valor de sus ventas es equivalente a más del 50% de sus
costos de producción.
Una sociedad es una forma de empresa que tiene una identidad
legal separada de sus propietarios. Esta separación da a los
propietarios de la empresa la importante ventaja de que, en
el caso de fracaso, su responsabilidad hacia los acreedores
de la empresa, está limitada a las cantidades que han
invertido en el negocio y no se extiende a su bienes
personales
(excepto
en
el
caso
de
un
delito,
como
malversación de fondos, pero esa es otra historia). En el
caso de empresas no constituidas en sociedad, no hay
distinción jurídica entre la empresa y sus propietarios, y
estos son personalmente responsables de todas las deudas en
caso de fracaso empresarial. Para convertirse en una
sociedad, una empresa tiene que presentar un cierto número de
condiciones jurídicas, algunas de ellas costosas, y esto
explica por qué los propietarios de las empresas muy pequeñas
no se acogen a estas ventajas.
Uno de los principales requisitos legales para las sociedades
es la publicación de un conjunto completo de cuentas donde se
registre el monto de su riqueza: activos financieros y no
financieros al inicio del período (se habla de un "balance de
apertura") y al final del período (" balance de cierre"), así
como de los ingresos y los pagos realizados entre estas dos
fechas.
El período es generalmente un año y, a menudo, se corresponde
con el año civil. Estas son la fuente de las cuentas
nacionales
que
permiten
calcular
los
agregados
macroeconómicos y las cuentas del sector de las sociedades.
Por el contrario, la mayoría de las empresas no constituidas
en sociedad no tienen juegos completos de cuentas. Algunas de
las transacciones no pueden ser separadas de las de sus
propietarios en su calidad de hogares. Es por esta razón que
las cuentas nacionales las incluyen en el sector de los
hogares.
Es de anotar:
 Algunas de las sociedades no financieras pueden ser
total o parcialmente propiedad del Estado (u otros
niveles de las administraciones públicas). Estas son
conocidas como las empresas públicas. Incluso así, no
están clasificadas en las administraciones públicas, ya
que venden sus productos a precios cercanos a sus costos
reales. Sin embargo, hay un problema para los analistas
en la medida en que estas a veces pueden comportarse de
forma distinta a las empresas privadas. Por ejemplo,
ciertas empresas públicas tienen una llamada “función de
servicio público” que a menudo les impide cobrar a sus
clientes sobre la base de sus costos marginales. Por
esta razón, el SCN 93 recomienda construir cuentas
separadas para el subsector de las empresas públicas.
 En principio, la distinción crucial entre las sociedades
y empresas no constituidas en sociedad radica no tanto
en su situación jurídica, sino en si publican o no un
conjunto completo de cuentas. Un cierto número de
grandes unidades no están legalmente constituidas como
sociedades, pero, sin embargo, publican sus cuentas de
balance y de sus transacciones. Estas unidades son a
veces descritas como "cuasi sociedades" y se clasifican
en el sector de las sociedades.
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