El Ccfilip de 1949

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HACIA UN SUBSISTEMA COMPARADO HISPANO-FILIPINO
DENTRO DE LA FAMILIA ROMANO-GERMÁNICA-CANÓNICA
TO A HISPANIC-FILIPINO COMPARED SUBSYSTEM INSIDE THE
ROMAN-GERMANIC-CANONICAL FAMILY
Rev. boliv. de derecho nº 18, julio 2014, ISSN: 2070-8157, pp. 64-75
Gabriel
GARCÍA
CANTERO
ARTÍCULO RECIBIDO: 7 de enero de 2014
ARTÍCULO APROBADO: 1 de febrero de 2014
RESUMEN: El Ccfilip de 1949 posee igual estructura y aproximadamente un 40% de preceptos
iguales del Ccesp de 1889, otro tanto modificados (en parte recogiendo jurisprudencia del
TS español), y el resto procede de instituciones propias y del Derecho anglonorteamericano.
Hoy se ignoran pese a que por ello aquél está relacionado con buena parte del Derecho
iberoamericano. La ponencia propone algunos temas de tratamiento comparativo.
PALABRAS CLAVE: Sistemas y familias comparativos, Civil Law y Common Law, Sistema de
Países ibéricos, Cc español, Cc filipino, Temas a comparar.
ABSTRACT: The Civil Code of the Philippines of 1949 has the same structure as the Spanish
Civil Code of 1869 and shares 40% of its initial precepts and some of its modified precepts
(partly those reflecting the Spanish Supreme Court jurisprudence). The rest of its precepts
come from Philippine institutions and from the Anglo-American Law.This similarity between the
Philippine and the Spanish Codes has been largely ignored although it links the former to a large
part of the Ibero-American Law.The aim of this paper is to propose some topics in comparative
perspective.
KEY WORDS: Comparative systems and families, Civil Law y Common Law, System of Iberian
countries, Spanish Civil Code, Civil Code of the Philippines, topics to compare.
Rev. boliv. de derecho nº 18, julio 2014, ISSN: 2070-8157, pp. 64-75
SUMARIO: I. Una ojeada al Derecho comparado, como ciencia y como método.- II Escasa
presencia de lo ibérico en las iniciales clasificaciones comparativas.- III. Cambio de orientación
en la reciente Manualística comparativa.- IV. El Cc filipino de 18 junio 1949 y su inclusión en los
sistemas y familias comparativas.- V. Posibles temas o aspectos de estudio comparativo.
I. UNA OJEADA AL DERECHO COMPARADO, COMO CIENCIA Y COMO
MÉTODO.
Como se sabe, el Derecho comparado como ciencia es de fundación reciente
pues se la sitúa en el año 1900 con ocasión de la celebración en París de un
Congreso Internacional que acogió a juristas europeos y americanos interesados
en el tema. Si bien hubo entonces idealistas que propugnaban inicialmente como
meta a alcanzar un Derecho privado de dimensión universal, aduciendo que la
naturaleza humana es idéntica en todos los países del mundo, pronto se advirtió que,
de momento, tal objetivo resultaba utópico y que lo más realista era únicamente
tratar de aproximar o acercar a los distintos ordenamientos jurídicos vigentes en
los diferentes países, analizando sus parecidos y diferencias, y obtener conclusiones
de la comparación. La primera generación líder indiscutible de comparatistas fue,
obviamente, la constituida por autores galos, nacida y desarrollada en torno al Institut
du Droit Comparé de la Universidad de Paris, cuyos trabajos se daban a conocer en
la emblemática Revue International de Droit Comparé; aunque no debe olvidarse
que en otros países (Alemania, Italia, USA, España, Portugal) existían cultivadores
del Derecho comparado que habían dejado huella a lo largo del siglo XIX y
proyectaron su influencia al pasado siglo. En la Universidad de Madrid a mediados
del siglo XIX se había creado una cátedra de Legislación extranjera desempeñada
por juristas de gran prestigio, que alcanzaron notoriedad y lograron transmitir
su preocupación científica también a la Universidad de Barcelona. En el ámbito
europeo va surgiendo gradualmente otra generación de comparatistas alemanes,
con sólida formación, en torno al Instituto de Derecho Comparado de Hamburgo;
escuela comparatista que, poco a poco, sucederá a la francesa. Luego se interfiere
un hecho novedoso y, al mismo tiempo, trágico: La emigración forzada de profesores
germanos de origen judío, debido a la persecución hitleriana, la cual va a permitir
un transplante de ideas comparatistas a las Universidades estadounidenses, dando
así origen a la denominada Edad de oro del comparatismo norteamericano y, en
consecuencia, a que se intensifique la difusión del conocimiento y de la aplicación del
• Gabriel García Cantero
Catedrático de Derecho civil. Emérito de la Universidad de Zaragoza (España). Presidente de la Asociación española de
Derecho Comparado. Ha cultivado científicamente muchas parcelas del Derecho civil, pero se ha especializado en las
siguientes materias: Derecho de familia: matrimonio, filiación, tutela. Derecho de obligaciones y contratos: Parte general,
compraventa, arrendamiento, obra, Derecho de protección de consumidores. Derecho Europeo: trabaja activamente
en el Proyecto de contratos europeo dirigido por el Prof. Gandolfi. Derecho comparado: Sistemas jurídicos en general,
“Civil Law” y “Common Law”, Derecho escandinavo, Derechos comunistas, Derechos de China y Japón. Miembro de
la Asociación de Privatistas Europeos de la Academia de Pavía.
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García, G. - Hacia un subsistema comparado Hispano-Filipino...
método comparativo respecto a los países pertenecientes al sistema del Common
Law. Iniciado ya el siglo XXI se está haciendo presente una nutrida generación
de comparatistas italianos que están recibiendo la antorcha de sus predecesores,
constituida por juristas cuya formación ha sido favorecida por la implantación de
inteligentes planes oficiales de estudio de las Facultades de Derecho en los que
el Derecho Comparado ocupa un lugar destacado, tanto como materia troncal
como optativa. Una vez celebrado el centenario del Congreso de Paris (con otro
Congreso internacional reunido en la Louisiana en 2000), puede concluirse que el
Derecho comparado, tanto como ciencia como método jurídicos, está sólidamente
arraigado en la mayoría de los países occidentales y, a su imitación, en otras partes
del mundo. Hay revistas comparativas de gran difusión en varios idiomas, y también
cátedras, masteres y grados, Institutos, seminarios y congresos a todos los niveles;
está difundida la convicción de que todo jurista (no sólo el privatista) debe poseer
una formación comparatista, que le permita utilizar habitualmente el método de
la materia correspondiente, tanto a nivel de enseñanza como de aplicación del
ordenamiento respectivo; fenómenos tales como la globalización obligan a muchos
profesionales del Derecho (jueces, notarios, registradores de la propiedad, abogados
en ejercicio) a interpretar normas procedentes de ordenamientos diferentes al suyo
propio, para lo cual resultan indispensables poseer conocimientos comparativos;
los cuerpos legislativos de muchos países llevan bastante tiempo haciendo uso no siempre acertado, hay que constatarlo - del método comparativo o de algún
sucedáneo; sin olvidar el aspecto cultural que también representa el conocimiento
de derechos extranjeros, lo que contribuye eficazmente a crear relaciones pacíficas
entre los pueblos.
En su evolución progresiva la Ciencia del Derecho comparado ha acuñado una
serie de conceptos instrumentales que la doctrina ha ido difundiendo normalmente.
Resulta fundamental la diferenciación entre los diversos Sistemas jurídicos, apareciendo
en primer término el Civil Law, inicialmente desarrollado en buena parte del
continente europeo con fundamento en el jus commune, con base en los códigos
civiles modernos que arrancan del Code civil français o Código de Napoleón (1804),
de gran difusión dentro y fuera de Europa, no sólo en el siglo XIX, sino incluso en
otros continentes (Centro y Sudamérica, África y Asia francófonas), se prolongan en
el BGB (1896-1900), CCS (1911), segundo Ccit de 1942, segundo Ccport 1967, y
nuevo CcHol 1992. Por su parte el sistema del Common Law, nacido en Inglaterra
con ocasión de la invasión Normanda en 1066, se expande ulteriormente por los
Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y antiguas colonias inglesas en
África, Asia y Oceanía.
Dentro de cada sistema jurídico suele utilizarse la noción de familia jurídica,
resultado del fenómeno de la imitación o circulación de modelos codiciales. Dentro
del Civil Law es bastante numerosa la familia de países cuya legislación civil se
inspira directamente en el Ccfr: así el primer Cc de la Louisiana 1825, CcHol 1837,
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CcRum 1865, Ccital 1865, Ccport 1867, Ccesp 1889; a ellos deben agregarse la
primera generación de los códigos hispanoamericanos (especialmente el chileno y
el argentino), los africanos promulgados en el s. XX al independizarse las antiguas
colonias francesas, y algunas legislaciones asiáticas (como la de Vietnam). Dentro
del Common Law hay diferencias importantes entre diversos países (el primigenio
sistema inglés difiere en puntos importantes del norteamericano, y también el
australiano del neozelandés o canadiense). No se olvide la existencia de sistemas
mixtos que muestran rasgos tanto del Common como del Civil Law (como ocurre
en Puerto Rico y Filipinas, como luego expondré).
El factor religioso agrupa a los países cuyas legislaciones se inspiran directamente
en la Revelación divina, como Israel y la mayoría de países islámicos (sólo Turquía
emprendió con Ataturk la secularización de su ordenamiento jurídico, empresa no
totalmente culminada), sin perjuicio de que la Religión suele estar presente, de una
u otra forma en la legislación de los países occidentales (así Gran Bretaña y las
monarquías escandinavas son confesionales; en Alemania las distintas confesiones
religiones poseen incluso un status constitucional; en España hay separación entre
la Iglesia y el Estado - aconfesionalidad - pero la Constitución prevé la colaboración
del Estado con las diversas confesiones reconocidas; en todos ellos se reconoce el
derecho individual a la libertad religiosa, que en Francia se combina, sin embargo,
con un laicismo oficial).
La doctrina marxista inspiraba, quizá un tanto forzadamente, un subsistema del
Civil Law, pero hoy se encuentra en el mundo en franca regresión. Después de la
caída del Muro de Berlín, la URSS se ha transformado en la República Rusa que
podemos decir se encuentra todavía en búsqueda de ubicación adecuada dentro
de las anteriores clasificaciones comparativas expuestas. Cabría decir que lo eslavo,
presente en la historia de Europa en diversas facetas de la vida pública, sobre todo
desde la era moderna en adelante, no ha logrado perfilar del todo su propio sistema
jurídico (ha firmado un Tratado de asociación con la UE y recibe ayuda financiera
para europeizar su ordenamiento, al tiempo que trata de conservar todavía su
puesto de gran potencia mundial), mientras que China se ha embarcado en un
fascinante viaje económico hacia el capitalismo, distanciándose cada vez más de las
doctrinas maoístas e inspirándose en el modelo alemán para su nuevo Derecho
privado. Quedan todavía: por un lado Cuba (que debe adscribirse, curiosamente, a
un sistema mixto hispano-marxista), y por otro Corea del Norte y Vietnam (del que
puede decirse: e pur si muove).
II. ESCASA PRESENCIA DE LO IBÉRICO EN LAS INICIALES CLASIFICACIONES
DE LOS SISTEMAS COMPARATIVOS.
Hay que reconocer que, pese a haber existido a lo largo del siglo XX una pléyade
ilustre de comparatistas españoles y portugueses, con participación efectiva en los
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García, G. - Hacia un subsistema comparado Hispano-Filipino...
Congresos internacionales de Derecho comparado, y actividad más o menos intensa,
según las épocas, de los Institutos específicos de Madrid y Barcelona, la familia ibérica
de códigos civiles apenas si ha llamado la atención de la doctrina comparatista fuera
de nuestras fronteras. A ello han contribuido, en mi opinión, diversos factores:
a) Los códigos civiles de España (1889) y Portugal (1867) se ha dicho que
pertenecen, sin más, a la familia francesa, pero sin aclarar que no eran una mera
copia del napoleónico y poseían caracteres propios.
b) Durante la hegemonía francesa del Derecho comparado, las referencias a
nuestro Derecho eran elementales, a veces erróneas, y sin actualización en sucesivas
ediciones de los Manuales.
c) Dada la temprana independización de las colonias españolas, una vez alcanzada
y cuando se dispusieron a legislar por cuenta propia, en el caso español aquéllas no
pudieron tomar en cuenta como modelo o inspiración el Cc de 1889 (aunque sí lo
hicieron con el Derecho histórico, especialmente las Partidas).
d) Ciertamente los dos códigos ibéricos del siglo XIX pueden calificarse de
segundo rango.
e) Portugal en 1966 cambia de modelo para su segundo Código civil, y debido
a la formación pandectística de su inspirador, el Prof. Antunes Varela, la doctrina
lusa posterior prescindirá en sus trabajos de la doctrina francesa y derivada de ella.
Por otro lado, la doctrina civilista española, en la segunda mitad del siglo pasado, ha
diversificado sus fuentes de inspiración (sigue siendo fuerte la orientación italiana,
no ha desaparecido la influencia germana y últimamente se desarrolla con fuerza
el modelo anglosajón, quedando en segundo término las doctrinas francesa o
portuguesa).
III. CAMBIO DE ORIENTACIÓN EN LA RECIENTE MANUALÍSTICA
COMPARATIVA.
En contraste con las breves referencias de los primeros Manuales, a finales
del siglo XX se empiezan a publicar en Europa obras generales que prestan una
atención algo más precisa y actualizada al ordenamiento jurídico de los países que
ocupan la península ibérica. En el gran Tratado de Derecho comparado, dirigido por
Sacco1, se encuentran desarrolladas por su discípulo Gambaro, con acierto, ideas
sobre la tradición y la modernización del Derecho en la península ibérica, con
tratamiento separado de España y Portugal, completado con una amplia descripción
de los sistemas jurídicos latino-americanos. No se olvida de consignar también que la
1
Sacco, R. Trattato di Diritto Comparato, en el vol. de Gambaro,A. y Sacco, R. Sistemi giuridici comparati. Torino (1996):
Utet, parte a cargo especialmente de A. Gambaro, 397 ss.
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idea de la modernización del Derecho civil español sólo parcialmente se ha llevado
a cabo con la codificación al no poder superarse la resistencia de los Derechos
forales, aunque sí se ha logrado en materia mercantil con los sucesivos códigos de
1829 y 1885 (a lo que debe añadirse el anteproyecto que este mismo año 2013
ha sido elaborado por la Comisión General de Codificación). Señala igualmente
el impulso reformador que ha supuesto la Constitución de 1978, sobre todo en
materia de Derecho de la persona y de la familia, inspirándose en los nuevos
principios democráticos y en una doctrina muy abierta a las influencias de los países
europeos más avanzados, mutando così la fisonomia tradizionale dell’ordinamento
spagnolo. Portugal, en cambio, posee una larga tradición de derecho unitario (por
ej. las Ordenanzas Alfonsinas), que inevitablemente desemboca en el siglo XIX, en
la codificación civil de 1867 y mercantil de 1883, ambas de inspiración francesa, si
bien actualizada; se hace notar así que la materia familiar y sucesoria reproduce
más bien la tradición nacional lusa que la gala. En el siglo XX se va a producir en
Portugal una recepción tardía del BGB, con base en la ya superada pandectística,
aunque modernizada rápidamente a partir de 1975. En relación con los sistemas
jurídicos latino-americanos, si bien dice que naturalmente se plasman siguiendo los
modelos de los dos países colonizadores, el que se toma en cuenta en España
es el derecho de Castilla y León, y las posteriores Leyes de Indias adaptadas a las
características de los territorios descubiertos. A partir de la emancipación las nuevas
naciones iberoamericanas adoptan Constituciones propias con regímenes diversos
(a excepción del Imperio brasileño entronizado con la casa portuguesa de Braganza,
serán de naturaleza republicana, y en algunos casos federal -así Argentina, Brasil,
Méjico y Venezuela-). Gambaro2 describe las sucesivas etapas en que se promulgaron
las primeros códigos civiles latino-americanos. El Cc chileno de 1855, obra del jurista
venezolano Andrés Bello, de notable influjo en el continente (lo imitan inicialmente
Ecuador, Colombia, Nicaragua, Honduras y Salvador). El Cc argentino de 1869,
redactado por Vélez Sarsfield, inspirado en gran medida en el Ccfr, aunque también
con materiales históricos españoles, Código prusiano de 1794, austriaco de 1811,
Louisiana de 1825, italiano de 1865 y también del chileno. Acaso las vicisitudes más
notables se produjeron en la codificación brasileña, pues inicialmente se encarga
a Augusto Teixeira de Freitas redactarlo, elaborando un Esbozo de 4900 artículos
que nunca fue aprobado, y finalmente a fines del siglo XIX el gobierno encargó su
redacción a Clovis Bevilacqua, quien redactó un texto que entró en vigor en 1917,
inspirado parcialmente en el derecho francés y, sobre todo, en el BGB. En 2002 se
ha aprobado un nuevo Cc brasileño con inspiración todavía más amplia. Concluye
GAMBARO3 que esta fragmentación operada en los códigos latino-americanos ha
sido menos perjudicial, por menos intensa, que la producida en Europa dada la
común inspiración de todos ellos. Personalmente señalaría cierta incomunicabilidad
entre sí, salvo los no infrecuentes casos de copia del modelo. También es de notar el
olvido generalizado, u omisión, del Cc filipino de 1949.
[70]
2
Gambaro, A. y Sacco, R. Sistemi giuridici comparati, cit., 401 ss.
3
Gambaro, A. y Sacco, R. Sistemi giuridici comparati, cit., 402.
García, G. - Hacia un subsistema comparado Hispano-Filipino...
Por su parte, Zweigert y Kötz4 comienzan afirmando sin duda alguna, al tratar de la
recepción del Ccfr, que los sistemas legales de España y Portugal deben reconocerse
aún como miembros de la familia jurídica romana. Coincide con Gambaro en que
lo más sorprendente del desarrollo del derecho en España es la permanencia y la
vitalidad de los fueros, si bien en el texto de las Siete Partidas del siglo XIII se aprecia
una marcada influencia de las fuentes romanas. El propósito de crear en el siglo XIX
un derecho unificado nacional, estimulado por la monumentalidad del código francés,
no se logró por la resistencia de las provincias forales. En el Ccesp de 1889 es grande
la influencia francesa en materia de obligaciones, mientras que en las áreas familiar
y sucesoria contiene muchas instituciones del antiguo derecho castellano. Pero este
Manual parece desconocer la importante reforma del Tít. preliminar del Cc en 1973,
así como el impacto en este de la Constitución de 1978. En cuanto a la codificación
portuguesa, afirman los autores que el Cc de 1966 plantea la duda de si el derecho
privado portugués debería seguir incluyéndose en la familia legal romana. Por otro
lado lo califica de producto retrógrado y conservador5, desconociendo las reformas
introducidas después de la llamada Revolución de los claveles. Al describir el contenido
de dicho cuerpo legal los autores no dejan de alabar, sin embargo, una admirable y
extensa protección de la personalidad individual contra invasiones a la personalidad
y la publicación de imágenes y cartas privadas; así como de reconocer en el mismo
una influencia del Ccital de 1942 al tratar de las relaciones entre acreedor y deudor
en general. Los autores prestan también atención a la codificación latinoamericana6,
explicando que la adopción mayoritaria en su primera fase del Ccfr no representaba
ningún rompimiento con las instituciones jurídicas de los colonizadores españoles
y portugueses; si bien la influencia francesa disminuyó durante el siglo XX, ya que
los legisladores acudieron a fuentes italianas, alemanas y suizas y, en algunos casos,
al Common Law como la introducción del fideicomiso angloamericano7. Pero su
conclusión no deja lugar a dudas: En la actualidad, en lo que se refiere al derecho
privado, los estados de Centro y Sudamérica pertenecen a la familia jurídica romana.
IV. EL CC FILIPINO DE 18 JUNIO 1949 Y SU POSIBLE INCLUSIÓN EN LOS
SISTEMAS Y FAMILIAS COMPARATIVAS.
Pese al sorprendente olvido en que propios y extraños han incurrido respecto
al ordenamiento jurídico de las Islas Filipinas8, hoy cabe afirmar que, por razones
históricas el Cc de 1949 deriva inmediata o mediatamente del Ccesp de 1889,
4
Zweigert, K. y Kötz, H. Introducción al Derecho comparado (trad. esp. de A. Aparicio Vázquez de la 3ª ed. inglesa de
1998). México (2002): Oxford University Press México, 113 ss.
5
Zweigert, K. y Kötz, H. Introducción al Derecho comparado, cit., 118.
6
Zweigert, K. y Kötz, H. Introducción al Derecho comparado, cit. 123 ss.
7
Zweigert, K. y Kötz, H. Introducción al Derecho comparado, cit. 123.
8
Son de reciente publicación, por obra de varios autores, las Lecciones de Derecho Comparado. Castellón (2002), y
en ella, al describir la codificación francesa y los sistemas influidos por ella (p. 39 ss.) guardan absoluto silencio
a propósito del Cc filipino.
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si bien puede considerarse en realidad como un sistema mixto ya que- debido
probablemente a la influencia norteamericana - ha modificado expresamente el
sistema de fuentes admitiendo el stare decisis (art. 8)9.
Históricamente hay que partir el hecho indiscutible de que el Cc de 1889
entró a regir en las Islas Filipinas con anterioridad a la ocupación norteamericana,
conservando su vigencia las autoridades de ocupación, situación que se prolongó
hasta que el país logró su independencia después de la IIª GM. Mientras tanto se
produjo una relación fluida entre los Tribunales Supremos de España y Filipinas, de
modo que estos últimos conocieron y aplicaron la doctrina jurisprudencial española.
Durante la cuarta sesión de la primera legislatura del Congreso de la República de
las Islas Filipinas, se aprobó la Ley nº 386, de 18 junio 1949, estableciendo The Civil
Code of the Philippines. Consta de 2275 arts. divididos en cuatro Libros, que tratan
respectivamente, de las siguientes materias: I. Persons. II. Property, ownership, and its
modifications. III. Different modes of acquiring ownership. IV. Obligation and contracts.
El texto legal contiene una guía de abreviaturas harto ilustrativa: La letra n
significa que se trata de un artículo, sección, capítulo o título que no figuran en
el old civil code. La letra a significa que ha sido objeto de enmienda. Mientras que
si al final aparece el número de un artículo del Cc español, ello significa que se le
ha conservado literalmente. Compruebo así, a modo de ejemplo, que en el Título
preliminar, cap. 1º, dedicado al efecto y aplicación de las leyes hay cinco arts. nuevos,
tres de igual redacción y diez que suponen modificaciones. Las referencias se hacen
a la redacción original del Cc de 1889, de modo que la reforma española de 1973
no está por razones cronológicas recogida. Elijo, al azar, la institución de la novación
(arts. 1203 a 1213 del Cc esp. no modificado nunca, y arts. 1291 a 1304 del Ccfilip),
con el siguiente resultado: hay cuatro arts. nuevos, seis arts. modificados y cuatro
de igual redacción; la conclusión es que en una materia clásica de obligaciones, las
novedades legislativas absolutas no llegan a la tercera parte de la normativa, siendo
ampliamente mayoritario (10 de 14 preceptos) el origen directo o indirecto en el
modelo español.
El ordenamiento civil filipino tiene raíces en el sistema español (permitiendo ello
ser calificado de subsistema) y, por tanto, motivos para pertenecer a la amplia familia
romano-germánica-canónica. Al mismo tiempo ha recibido, además de su derecho
primigenio, el impacto del Common Law durante la ocupación norteamericana, por
lo que ha de calificarse también de sistema mixto, al igual que ocurre con otros
países (Puerto Rico, Québec, Louisiana). Esa posición, en cierto modo intermedia, le
otorga sin duda un privilegiado observatorio jurídico para elegir lo mejor, a la hora
de legislar para el futuro.
9
[72]
Judicial decisions applying or interpreting the laws or the Constitution shall form a part of the legal system of the
Philippines.
García, G. - Hacia un subsistema comparado Hispano-Filipino...
No creo necesario extenderme más. Mi propósito es llamar la atención sobre
ese gran desconocido Cc filipino que adoptó como modelo el nuestro en 1949, y no
ha renunciado al mismo, y convocar singularmente a los civilistas de ambos países
(y a todos en general) a un eventual trabajo comparativo10. Los beneficios pueden
ser recíprocos. Previamente habrá que dar a conocer en cada uno el ordenamiento
jurídico del otro, con ineludible extensión a la doctrina y a la jurisprudencia respectiva,
establecer vínculos universitarios, con intercambio de profesores y alumnos. Por otra
parte y a través de España, el Derecho comunitario puede ser más accesible para
las Islas Filipinas, sin perjuicio de las relaciones jurídicas internacionales que este país
mantenga con los países de su entorno.
V. POSIBLES TEMAS DE ASPECTOS O ESTUDIOS COMPARATIVOS.
El cap. 2º del Título preliminar, bajo el enunciado de Human Relations, trata en
realidad de la materia de los derechos de la personalidad y, con mayor amplitud,
de los Derechos de la persona humana. El Ccfilip en cierto modo fue un código
precursor. Cabría comparar los resultados de su aplicación jurisprudencial en Filipinas
con los obtenidos en España después de la entrada en vigor de la Constitución de
1978 y su Tít. I, que originó una legislación específica y amplia jurisprudencia del TC
y del TS.
En materia de Derecho de Familia, pueden seleccionarse muchos temas:
Sistema matrimonial (art. 92 Ccfilip);
Régimen económico matrimonial (Tít. VI, Libro I, arts. 118 ss.);
Paternidad y filiación (Tít.VIII, Libro I. Ccfilip);
Alimentos (Tít. IX libro I Ccfilip);
Patria potestad y protección y cuidado de los menores (Tit. XI y XII, Ccfilip);
Adopción (arts. 334-348 Ccfilip);
El Registro Civil ha sido profundamente reformado en España en 2011, mediante
una ley que entrará en vigor en junio 2014. Puede interesar en Filipinas conocer el
nuevo sistema que se va a estrenar en la península, resultado de la aplicación de
nuevas tecnologías.
En materia de contratos en particular pueden elegirse como temas de estudio
comparativos los de mayor importancia, doctrinal y práctica, en ambos países (ad
exemplum: compraventa, arrendamiento, préstamo, mandato, sociedad civil, etc).
Especialmente el llamado Derecho de protección de consumidores que interesa
transversalmente al Derecho civil y también al mercantil, administrativo etc. Puede
10 Mientras existió en Madrid el Instituto de Cultura Hispánica, hubo un flujo constante de Licenciados en Derecho
filipinos que se doctoraron en la Universidad Complutense. Ignoro si sigue habiéndolo todavía al desaparecer
aquél.
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ser útil para las Islas Filipinas conocer el nacimiento, desarrollo y estado actual del
Derecho de consumo comunitario, aplicado y desarrollado plenamente en España.
El campo de la responsabilidad civil extracontractual (Quasi-delictis, arts. 21762194), aunque se conservan en mayor o menor medida los arts. 1902, 1903,
1905, 1907, 1908, 1909 y 1910 del Ccesp, es quizá una de las materias civiles
más desarrollada en España mediante una interpretación judicial progresiva, con
frecuencia ratificada por nuevas normas especiales, y apta para comparar decisiones
avanzadas.
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