97-96 camara de familia de la seccion del centro: san salvador, a

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97-96
CAMARA DE FAMILIA DE LA SECCION DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS
NUEVE HORAS DEL DIA TREINTA DE OCTUBRE DE MIL NOVECIENTOS
NOVENTA Y SEIS.
El presente Recurso de Apelación fue interpuesto por el Lic. (***), como apoderado del
señor (***), mayor de edad, Trabajador Social, del domicilio de Toronto, Canadá, de la
Sentencia Interlocutoria que declara improcedente la solicitud de Adopción dictada por el
Lic. (***), Juez de Familia de San Marcos, de este Departamento, en las diligencias de
Adopción promovidas por el Apelante.
Sobre la admisibilidad del presente Recurso esta Cámara considera que se han llenado los
requisitos formales mínimos de su interposición, en tiempo y forma por la parte legitimada
para hacerlo; se ha cumplido el requisito de la fundamentación, la cual se analizará más
adelante. En cuanto a la precedencia, consideramos que, aunque no está contemplada
expresamente en el Art. 153 L. Pr. F., entre las que admiten apelación, por tratarse de una
providencia interlocutoria con fuerza de definitiva, que pone término al juicio y hace
imposible su continuación, de conformidad al Art. 984 Pr. C. en relación con el Art. 218 L.
Pr. F.; es apelable y por tanto, se admite el presente recurso. a esta Instancia no ha
comparecido el apelante ni el apelado.
I.- Que el Lic. (***) como apoderado del señor (***), presentó solicitud en la cual expuso
que su poderdante desea adoptar a dos hermanos suyos, (***) y (***), ambos de apellido
(***), de dieciocho y diecisiete años de edad respectivamente, estudiantes y del domicilio
de San Marcos. Que el primero es mayor de edad y dará su consentimiento y el segundo,
por ser menor, dará su consentimiento el padre biológico, el señor (***). Que la madre de
los referidos jóvenes ha fallecido y ha sido el hermano mayor (***) quien les ha
proporcionado el apoyo económico, moral, cultural, como un verdadero padre espiritual,
por lo que esa relación es estable, respetada y reconocida en el ámbito familiar y social; que
dichos jóvenes residen junto con su tía materna, (***), que el solicitante tiene los medios
económicos suficientes para proveer en forma efectiva a la educación, formación moral y
espiritual de los expresados jóvenes, por lo que pidió se autorice a su poderdante para que
adopte a sus hermanos (***) y (***), ambos (***).
Que a fs. 20 de la pieza principal, a las catorce horas y treinta minutos del día nueve de
octubre de este año, el Juez a quo, declaró improcedente la solicitud relacionada por no
llenar las condiciones de la diferencia de edades entre el solicitante y las personas a ser
adoptadas, es decir, porque no se cumplen los requisitos que estipulan los Arts. 173 y 182
Nº 3 C. F. y con fundamento en el Art. 180 C. F.. No conforme con dicha resolución el Lic.
(***) interpuso Recurso de Apelación, según libelo de fs. 22 de la pieza principal,
fundamentándolo en síntesis así: Que es procedente admitir la solicitud de adopción, pues
el fundamento del Art. 173 C. F. es el vínculo de sangre que une al adoptante con los
adoptados, por lo que al tomar en cuenta el inciso primero del mismo artículo quedaría sin
efecto dicha disposición, siempre y cuando se observe la objetividad de la interpretación
analógica que beneficie a la familia. Que el Art. 182 número 3 C. F. abona la solicitud de
las diligencias de adopción, debido que están incorporadas las certificaciones de la
Procuraduría General de la República y del Instituto Salvadoreño de Protección al Menor,
las cuales han dado un fallo favorable y también han hecho una interpretación objetiva y
práctica de las disposiciones que rigen la materia. Que el Art. 165 C. F. regula la finalidad
de la adopción, la cual es brindarle a los adoptados aquellos beneficios y derechos que los
progenitores no les pudieron dar. Que esta adopción es un caso especial de éstas. Que el
Art. 173 Inc. 1º C.F. al exigir la diferencia de edades, es decir quince años entre el
adoptante y adoptado, éste es un requisito de forma, al darle una interpretación analógica de
conformidad a los Arts. 8 y 9 C. F., por lo cual pidió se revoque la resolución de primera
instancia y se declare la admisibilidad de las diligencias de adopción.
II.- Para dilucidar el caso planteado es necesario fijar el marco jurídico sustantivo y
procesal aplicable. En efecto el Art. 165 C. F. la adopción es una institución de protección
social a la familia, establecida en interés superior del menor, para proporcionarle una
familia que asegure su bienestar y desarrollo social, permitiéndose la adopción de mayores
de edad llenándose los requisitos del Art. 182 Nº 3 C. F., es decir, cuando hubieren estado
bajo el cuidado personal del adoptante y existieren entre ellos lazos efectivos semejantes a
los que unen a hijos y padres. En el presente caso se trata de una adopción individual,
siendo el adoptante el hermano mayor, quien pretende adoptar a dos de sus hermanos
menores que él, uno de diecisiete y otro de dieciocho años. A este respecto cabe acotar que
el fundamento moderno de la adopción es proporcionar a los menores un hogar y familia de
la que carecen, para integrarlos a ella a fin de que se les proporcione un desarrollo integral
de su personalidad; físico, psíquico, intelectual, moral, social, cultural y espiritual. Pero el
fundamento filosófico de la institución es el mismo del derecho romano antiguo, según el
cual "la adopción debe imitar a la naturaleza"; por ello el Art. 167 C. F. consagra lo que en
la doctrina se conoce como adopción plena, descartándose en nuestro sistema legal la
adopción simple que rigió hasta el treinta de septiembre de mil novecientos noventa y
cuatro, al entrar en vigencia, el primero de octubre del mismo año, el Código de Familia.
Según el expresado artículo, el adoptado entra a formar parte de la familia del adoptante, en
calidad de hijo, desvinculándose en forma total de su familia biológica, respecto de la cual
deja de tener Derechos y deberes, salvo los impedimentos matrimoniales que por razón de
parentesco establece el mismo Código. Como puede verse de este concepto, que sigue la
orientación "Imitatio naturea", es decir, imitar la naturaleza, se trata de dos familias
extrañas, no unidas con lazos de parentesco, salvo las excepciones establecidas en los Arts.
176 y 181 Inc. 2º, ambos del Código de Familia, pero cuyo parentesco al no definirlo ha
quedado a la jurisprudencia interpretarlo y los tribunales extranjeros admiten esta clase de
adopción sólo con relación a parientes más o menos lejanos y la rechazan tratándose de
hermanos y parientes más cercanos. En relación a los mayores de edad, la ley, aunque no lo
dice expresamente en el número tres del Art. 182 C. F. contempla en el número uno. Desde
luego estas circunstancias y el tiempo de permanencia deben establecerse en el respectivo
procedimiento.
Los requisitos exigidos al adoptante, son los establecidos en los Arts. 171 y 173 C. F. Este
último concretamente ordena que el adoptante debe ser por lo menos quince años mayor
que el adoptado y que en la adopción conjunta, que es aquella en que los adoptantes son
cónyuges entre sí, esa diferencia se determina en relación al adoptante lo establece el ya
citado Art. 181 C. F., en cuyo inciso segundo prescribe que la edad de cada adoptante no
puede exceder en más de cuarenta y cinco años a la del adoptado, salvo los casos
siguientes: a) La del hijo de uno de los cónyuges; b) La de un pariente en segundo grado de
afinidad; c) La de un pariente en cuarto grado de consanguinidad, de cualquiera de los
cónyuges adoptantes; d) Del menor que hubiere convivido con los adoptantes por lo menos
un año, si la adopción es conveniente al interés del adoptado. No citamos el marco jurídico
procesal, ni el de adopción por extranjeros por no ser objeto de debate por el apelante.
El fundamento del requisito de la diferencia de edades, deriva del concepto tradicional de la
adopción que la concibe como imagen de la paternidad natural, concepción que fue
consagrada desde la época de los romanos en las "Institutas de Justiniano", por ello se exige
modernamente en el Código de Familia según el documento base o exposición de motivos,
que "...entre el adoptante y el adoptado que exista la suficiente diferencia de edad como
para que aquél pueda ser progenitor de éste, con el objeto de que la maternidad o paternidad
no parezca inverosímil y para que la adopción cumpla sus fines específicos".
En el presente caso, el adoptante tiene treinta años y los adoptados tienen diecisiete y
dieciocho años, lo que hace una diferencia de trece años para uno y doce años para el otro,
con lo cual, objetivamente no se cumple el requisito de la diferencia de edad entre el
adoptante y adoptado que exige el Art. 173 Inc. 1º C. F..
Las excepciones al requisito de la diferencia de edades previstas en el Código de Familia,
sólo se refieren a la adopción conjunta que hacen los cónyuges, cuando teniendo más de
cinco años de convivencia, quieren adoptar a un menor, pero cumpliéndose además el
requisito del límite máximo para adoptar, que no es el caso. Aún cuando la valoración
judicial sobre la conveniencia de la adopción debería hacerse una vez concluido el trámite
de las diligencias, en la sentencia definitiva, también es procedente hacer el análisis de los
requisitos que debe llenar la solicitud para su admisión y tramitación, en este caso el
requisito de la diferencia de edades, exigido conforme el Art. 42 letra i) L. Pr. F., según la
cual toda demanda o solicitud debe llenar los demás datos y requisitos, de acuerdo a la
naturaleza de la pretensión, en este caso la adopción. No debemos perder de vista que la
función del juez en las diligencias de adopción, consiste en valorar no sólo si se cumple el
principio del interés superior del menor, sino además si se realizan los valores que la
Constitución de la República establece.
Por lo demás, la conveniencia del menor no es una regla absoluta, porque debe estar en
armonía o satisfacer además el orden público familiar y el principio del bien común; según
los cuales en el caso de la adopción, debe respetarse el principio de "Imitatio naturae" y el
de la protección de la familia fundada según los valores constitucionales. Por esas
consideraciones el legislador ha establecido ciertas limitaciones en el conjunto de normas
que constituyen el Instituto de la Adopción; las cuales son de carácter imperativo, dentro de
las cuales se encuadra el interés superior del menor, sin rebasarlas de manera absoluta, a fin
de resolver los problemas concretos que puede plantear la filiación adoptiva. En conclusión,
el interés superior del menor no puede aplicarse con olvido del principio del bien común de
la sociedad, la cual para preservar las buenas costumbres, exige el respeto de la ley en su
letra y en su espíritu rectamente interpretados. También corresponde al Juez de Familia en
esta clase de diligencias, controlar la legalidad de fondo y del procedimiento de adopción,
lo que se hace en esta oportunidad, para evitar una sentencia inhibitoria como lo manda el
Art. 7 letra e) L. Pr. F., porque las razones de conveniencia se deben dar en la resolución
final, cuando se han cumplido los requisitos sustantivos y procesales objetivamente
comprobables y en el caso sub judice comprobados con los instrumentos públicos que se
acompañan con la solicitud.
En consecuencia y con base en los Arts. 165, 167, 171, 173 Inc. 1º, 176, 181 Inc. 2º y 182
Nº 3 C. F.; Arts. 7 Letra e), 42 Letra i), 153, 160, 161 y 218 L. Pr. F.; Arts. 417 y 984 Pr.
C., esta Cámara RESUELVE: Confírmase la interlocutoria apelada. Devuélvanse las
diligencias originales con certificación de esta resolución al Tribunal remitente.
Notifíquese.
PROVEIDA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS.
AFS09796
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