FISIOPATOLOGIA CARDIACA UNIVERSIDAD DEL MAR SEDE IQUIQUE “Insuficiencia cardiaca”

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UNIVERSIDAD DEL MAR SEDE IQUIQUE
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FISIOPATOLOGIA CARDIACA
“Insuficiencia cardiaca”
EQUIPO DE TRABAJO
- Marivett González
- Cristián Valdivia
- Verónica Marttell
- Marcela Contreras
- Carolina Cordero
- Arturo Robles
- Romina Quilamán
- Patricia Sariego
INDICE
Introducción
3
Generalidades del Aparato Circulatorio
4
Descripción y etiología de la insuficiencia cardiaca (IC)
6
Clasificación de la IC
7
Cuadro clínico (signos y síntomas)
9
Diagnóstico
13
Tratamiento
16
Algoritmo de manejo de la insuficiencia cardiaca
18
Conclusión
19
Bibliografía
20
2
INTRODUCCIÓN
La insuficiencia cardíaca (IC) constituye actualmente un importante problema de
salud pública, por ejemplo, en países desarrollados, la prevalencia e incidencia de esta
enfermedad ha aumentado en forma progresiva.
La IC se considera actualmente un prototipo de enfermedad crónica que afecta
principalmente a pacientes ancianos, que demandan habitualmente una atención
multidisciplinaria de distintos profesionales de la salud.
Por otra parte, la IC es uno de los síndromes cardiovasculares que más interés
ha despertado en las últimas décadas debido a su elevada y creciente prevalencia, a
los altos índices de hospitalización, invalidez y mortalidad y a los enormes costos que
ocasiona al sistema de salud. Todo esto, asociado con el escaso acceso a la atención
de salud por parte de amplios sectores de la población, lo cual hace esperar un
crecimiento epidémico de la IC.
En nuestro país no existe información sobre las características de los pacientes
hospitalizados por IC. Con el propósito de dar respuesta a estas interrogantes, la
Sociedad Chilena de Cardiología constituyó, el año 2001, un grupo de trabajo en IC
que, entre otros objetivos, se propuso analizar las características clínicas, tratamiento y
evolución intrahospitalaria de los pacientes ingresados en hospitales chilenos con el
diagnóstico de IC descompensada. Esta información ha contribuido a conocer la
realidad nacional e identificar aquellos aspectos concretos de nuestra práctica clínica
susceptibles de mejorar.
Desde enero de 2002, en 14 centros chilenos, se recolectó información de
pacientes hospitalizados por IC, lo cual indica que en Chile, la hospitalización por IC
ocurre en una población de edad avanzada, siendo las principales etiologías la
hipertensión arterial y la enfermedad coronaria, con una alta proporción de pacientes
mayores de 60 años, un leve predominio de sexo masculino y una elevada
concomitancia de otras enfermedades.
3
GENERALIDADES DEL APARATO CIRCULATORIO
El corazón está trabajando desde que comienza la vida en el vientre materno, y
lo sigue haciendo por mucho tiempo más, hasta el último día. Para que bombee sangre
hacia todo el cuerpo, el corazón debe contraerse y relajarse rítmicamente. Los
movimientos de contracción se llaman movimientos sistólicos, y los de relajación,
movimientos diastólicos.
El recorrido de la sangre comienza en el ventrículo izquierdo del corazón,
cargada de oxígeno, y se extiende por la arteria aorta y sus ramas arteriales hasta el
sistema capilar, donde se forman las venas que contienen sangre pobre en oxígeno.
Desembocan en una de las dos venas cavas (superior e inferior) que drenan en la
aurícula derecha del corazón.
La sangre pobre en oxígeno parte desde el ventrículo derecho del corazón por la
arteria pulmonar que se bifurca en sendos troncos para cada uno de ambos pulmones.
En los capilares alveolares pulmonares la sangre se oxigena a través de un proceso
conocido como hematosis y se reconduce por las cuatro venas pulmonares que drenan
la sangre rica en oxígeno, en la aurícula izquierda del corazón.
4
El corazón recibe mensajes del cuerpo que le informa cuándo bombear más o
menos sangre, dependiendo de las necesidades de una persona. Cuando estamos
durmiendo, bombea lo suficiente para proporcionar las menores cantidades de oxígeno
requeridas por nuestro cuerpo en reposo. Cuando estamos realizando ejercicios o
tenemos miedo, el corazón bombea más rápido para obtener más oxígeno para
nuestros cuerpos.
El corazón tiene cuatro cámaras que están rodeadas por paredes musculares
gruesas. Se encuentra entre los pulmones y apenas a la izquierda de la mitad de la
cavidad torácica. La parte inferior del corazón se divide en dos cámaras, denominadas
ventrículos derecho e izquierdo, que expulsan la sangre del corazón. Una pared
conocida como tabique intraventricular, divide los ventrículos.
La parte superior del corazón está formada por las otras dos cámaras del
corazón, denominadas aurícula derecha e izquierda. Las aurículas derechas e
izquierdas reciben la sangre que ingresa al corazón. Una pared denominada tabique
interauricular, divide las aurículas que están separadas de los ventrículos por las
válvulas aurículo-ventriculares. La válvula tricúspide separa la aurícula derecha del
ventrículo derecho y la válvula mitral separa la aurícula izquierda del ventrículo
izquierdo.
Otras dos válvulas cardíacas separan los ventrículos y los grandes vasos
sanguíneos que transportan la sangre que sale del corazón. Estas válvulas se
denominan válvula pulmonar, que separa el ventrículo derecho de la arteria pulmonar
que lleva a los pulmones, y válvula aórtica, que separa el ventrículo izquierdo de la
aorta, el vaso sanguíneo más grande del cuerpo.
Los trastornos del aparato cardiovascular son comunes en la actualidad y más
del 2% de población chilena posee algún tipo de problema cardíaco. Pero los
problemas cardiovasculares no sólo afectan a los ancianos; muchos problemas
cardíacos y del aparato circulatorio también afectan a adolescentes.
Los trastornos del corazón y circulatorios se agrupan en dos categorías:
congénitos, lo que significa que los problemas estaban ya presentes al nacer y
adquiridos, que significa que los problemas se desarrollaron en algún momento durante
la infancia o la adolescencia.
5
DESCRIPCION Y ETIOLOGIA DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA (IC)
La insuficiencia cardíaca (IC) es un síndrome fisiopatológico, que resulta de
cualquier trastorno, bien sea estructural o funcional del corazón, que cause la
incapacidad de éste de llenar o bombear sangre en los volúmenes adecuados para
satisfacer las demandas del metabolismo tisular o, si lo logra, lo hace a expensas de
una elevación crónica de la presión de llenado ventricular.
La insuficiencia cardíaca es una afección crónica y prolongada, aunque algunas
veces se puede presentar repentinamente. La enfermedad puede afectar únicamente
el lado derecho o el lado izquierdo del corazón y se denominan insuficiencia cardíaca
derecha o izquierda respectivamente. Con mucha frecuencia, ambos lados del corazón
resultan comprometidos.
La insuficiencia cardíaca ocurre cuando se presentan los siguientes cambios:

El miocardio no puede bombear o expulsar muy bien la sangre fuera del corazón
y se denomina insuficiencia cardíaca sistólica.

Los músculos del corazón están rígidos y no se llenan con sangre fácilmente.
Esto se denomina insuficiencia cardíaca diastólica.
Ambos problemas significan que el corazón ya no puede bombear suficiente
sangre oxigenada al resto del cuerpo, sobre todo cuando un individuo cualquiera hace
ejercicio o está activo.
A medida que se pierde la acción de bombeo del corazón, la sangre puede
represarse en otras áreas del cuerpo, produciendo congestión en los pulmones, el
hígado, el tracto gastrointestinal, al igual que en los brazos y las piernas. Como
resultado, hay una falta de oxígeno y nutrición a órganos, lo cual les causa daño y
reduce su capacidad para funcionar adecuadamente.
Quizás la causa más común de insuficiencia cardíaca es la arteriopatía
coronaria, un estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos que suministran
sangre y oxígeno al corazón.
La cardiopatía isquémica y la hipertensión arterial (HTA) son responsables, de forma
aislada o combinada, del 70% de los casos de IC crónica. A estas causas principales
les siguen en orden de frecuencia las lesiones valvulares o congénitas (10%) y las
miocardiopatías (10%). El otro 10% corresponde a: arritmias, trastornos de la
conducción, estados que cursan con alto gasto cardiaco (anemia, sepsis, tirotoxicosis,
Paget), fármacos (algunos quimioterápicos), toxinas (alcohol, cocaína), enfermedades
infiltrativas (sarcoidosis, amiloidosis), etc.
6
CLASIFICACION DE LA IC
La IC puede clasificarse de muy diferentes formas, más descriptivas que
diagnósticas, dependiendo del criterio utilizado. Según el tipo de presentación clínica
puede clasificarse en IC de nueva aparición, IC transitoria (aparece durante un
periodo limitado de tiempo) e IC crónica, que es persistente y con el tiempo llega a
hacerse refractaria a los tratamientos (IC terminal).
Según la alteración inicial de la función del músculo cardiaco puede
clasificarse en IC sistólica, en la que el fenómeno primario es la disminución del gasto
cardíaco por deterioro de la función contráctil y en IC con la fracción de eyección (FE)
conservada, antes llamada diastólica y en la que, como su nombre indica, la FE está
conservada (>40-50%). Sin embargo, en la mayoría de los pacientes con IC hay
evidencia de disfunción sistólica y diastólica, tanto en reposo como durante el ejercicio.
La IC diastólica y la sistólica no deben considerarse entidades separadas (ESC,
2008). Ambas clasificaciones tienen relativamente poca importancia a la hora de
diseñar un esquema de estudio y tratamiento escalonado del paciente con IC. El
manejo de la IC se realiza en función de la gravedad, para lo que se utilizan dos
clasificaciones:

Clasificación funcional de la New York Heart Association (NYHA): Establece
cuatro categorías en base a como la IC afecta a la actividad física del paciente.
La clasificación funcional tiene un importante valor pronóstico y se utiliza como
criterio decisivo en la elección de determinadas intervenciones terapéuticas,
tanto médicas como quirúrgicas. La evaluación periódica de la clase funcional
permite seguir la evolución y la respuesta al tratamiento.

Clasificación de la American College of Cardiology/American Heart
Association (ACC/AHA): describe distintos grados de IC basados en cambios
estructurales y síntomas. El estadio A en el que no hay aún síntomas ni se
conoce cardiopatía estructural ni funcional, nos permite dirigir nuestro esfuerzo
hacía la prevención de la IC en pacientes de riesgo como diabéticos o
hipertensos.
7
Clasificación de la IC según la gravedad (ACC/AHA, NYHA).
ACC/AHA
NYHA
Estadio A Pacientes asintomáticos con alto Clase I
riesgo de desarrollar insuficiencia
cardiaca, sin anomalía estructural
o funcional identificada.
Pacientes sin limitación de
la actividad física normal.
Estadio B Pacientes
asintomáticos
con Clase II
enfermedad cardiaca estructural
claramente
relacionada
con
insuficiencia cardiaca.
Pacientes
con
ligera
limitación de la actividad
física.
Estadio C Pacientes
con
insuficiencia Clase III
cardiaca sintomática asociada a
enfermedad
estructural
subyacente.
Pacientes con
limitación de la
física; cualquier
física provoca la
de los síntomas.
acusada
actividad
actividad
aparición
Estadio D Pacientes
con
enfermedad Clase IV Pacientes con síntomas de
cardiaca estructural avanzada y
insuficiencia cardiaca en
síntomas
acusados
de
reposo.
insuficiencia cardiaca en reposo a
pesar de tratamiento médico
máximo.
En sus lineamientos de 2001, el American College of Cardiology y el American
Heart Association, trabajando conjuntamente, presentaron cuatro estadios de la
insuficiencia cardíaca, relacionados con la evolución y progreso de la enfermedad.
La clasificación funcional clásica de la insuficiencia cardíaca es producida por la
New York Heart Association (NYHA). Este sistema de puntuación documenta la
severidad de los síntomas en un paciente cualquiera con insuficiencia cardíaca, y
puede ser usado para evaluar la respuesta al tratamiento aplicado, de estar el paciente
en una etapa terapéutica. Aunque su uso es muy amplio, la puntuación de la NYHA no
es fielmente reproducible de un individuo a otro y no es útil para predecir con certeza la
cantidad de la limitación a la actividad física de cada paciente con insuficiencia cardíaca
crónica (ICC), es decir, la distancia de caminatas o el grado de tolerancia al ejercicio en
las evaluaciones formales. La NYHA define cuatro clases de IC, sobre la base de la
valoración subjetiva que hace el médico durante la anamnesis (interrogatorio),
fundamentado sobre la presencia y severidad de la disnea.
8
CUADRO CLINICO (SIGNOS Y SINTOMAS)
La IC puede ser una enfermedad que no presente síntomas durante mucho
tiempo. Aun así, los síntomas predominantes son:

Cansancio anormal por esfuerzos que antes no lo causaban. La sangre no llega
adecuadamente a los músculos y se provoca una situación de fatiga muscular.

Respiración fatigosa por estancamiento de los líquidos en los alvéolos de los
pulmones. Incluso al estar acostado se puede presentar una sensación de ahogo
que obliga a levantarse y dormir sentado.

Tos seca y persistente motivada por la retención de líquido en los pulmones o
por el tratamiento con inhibidores de la enzima de conversión (B-bloqueadores).
Es este último caso, el especialista puede valorar un cambio de tratamiento.

La reducción del flujo sanguíneo al cerebro puede provocar sensaciones de
mareo, confusión, mente en blanco y breves pérdidas de conciencia.
9

La IC puede provocar que el flujo de sangre a los riñones no sea suficiente, y se
produzca retención de líquidos. Esta hinchazón suele localizarse en las piernas,
los tobillos o el abdomen.

Disnea de esfuerzo y mala tolerancia al ejercicio por fatiga.
La insuficiencia cardiaca es un síndrome clínico en el que los pacientes presentan las
siguientes características:
Síntomas típicos de insuficiencia cardiaca
(Falta de aire en reposo o durante el ejercicio, fatiga, cansancio, inflamación de
tobillos).
Signos típicos de insuficiencia cardiaca
(Taquicardia, taquipnea, estertores pulmonares, derrame pleural, elevación de la
presión yugular venosa, edema periférico, hepatomegalia).
Evidencia objetiva de una anomalía estructural o funcional del corazón en reposo
(Cardiomegalia, tercer sonido, soplos cardiacos, anomalías electrocardiográficas,
concentraciones elevadas de péptidos natriuréticos).
En general los síntomas y signos de la I.C. derivan de los siguientes trastornos
fisiopatológicos:





Aumento de las presiones venocapilares pulmonares y sistémicas,
Limitación y redistribución del gasto cardíaco;
Hiperactividad simpática;
Hiperactividad del sistema Renina - Angiotensina - Aldosterona;
Aumento de la volemia y del Na total.
Los siguientes son los principales síntomas de insuficiencia cardíaca:

Disnea
Es el síntoma más característico de la insuficiencia cardíaca pero puede estar
presente en muchas otras patologías. La definimos como una "sensación de dificultad
respiratoria". Los pacientes la describen como "falta de aire", "ahogo", "agitamiento",
"cansancio", etc. Se debe al aumento del trabajo respiratorio, que puede tener muchas
causas: aumento de la resistencia al flujo aéreo, trastornos de la mecánica respiratoria,
aumento de los estímulos del centro respiratorio, etc. En la insuficiencia cardíaca el
factor más importante es el aumento del contenido de líquido intersticial pulmonar,
debido a hipertensión de aurícula izquierda, lo que produce aumento de la rigidez
10
pulmonar y del trabajo respiratorio. Además, en casos más avanzados puede haber
compromiso de las masas musculares intercostales y disminución del flujo sanguíneo
muscular, lo que produce agotamiento muscular precoz. Habitualmente no se observa
déficit de la saturación de oxígeno y sólo discretos grados de hiperventilación.
El grado de Disnea permite clasificar la insuficiencia cardíaca, según la magnitud
del esfuerzo que la desencadena, en 4 grados de compromiso funcional: (Criterios de la
New York Heart Assoc.)





Capacidad Funcional I= Existe patología cardíaca, pero los esfuerzos físicos sólo
producen una disnea fisiológica. Sin limitación funcional.
Capacidad Funcional II= Aparece disnea con esfuerzos moderados y se
acompaña de una limitación funcional leve/moderada.
Capacidad Funcional III= Aparece disnea con esfuerzos menores, produciendo
una limitación funcional importante.
Capacidad Funcional IV= Hay disnea de reposo o con esfuerzos mínimos.
Limitación funcional máxima.
Ortopnea
Es la aparición de disnea en decúbito dorsal, que lleva al paciente a sentarse en
su cama. Se debe a que la hipertensión capilar pulmonar aumenta en la posición de
decúbito, al aumentar el volumen sanguíneo pulmonar. También influye el hecho de que
la mecánica ventilatoria es menos eficiente en esa posición.

Disnea Paroxística Nocturna
Son crisis de disnea durante el sueño, que obligan al paciente a tomar la posición
ortopneica. Se explica por varios factores: disminución de la actividad del centro
respiratorio durante el sueño, aumento del volumen sanguíneo y de la presión de
capilar pulmonar en decúbito y que se acentúa por reabsorción de edemas durante la
noche, mecánica respiratoria más pobre, disminución del tono simpático, etc. Puede
presentarse como tos nocturna y ocasionalmente como episodios de broncoespasmo
("asma cardíaca ") debido a edema bronquiolar.

Edema pulmonar agudo
Es la expresión más grave de la hipertensión capilar pulmonar. Se acompaña de
extravasación de sangre hacia los alvéolos y eventualmente hacia los bronquios,
produciéndose hemoptisis. Habitualmente se asocia a un deterioro del intercambio
gaseoso, con hipoxemia y gran aumento del trabajo respiratorio. Es una situación
clínica que tiende a su agravación y puede producir la muerte del paciente, por hipoxia
y agotamiento respiratorio, en pocas horas.
11

Edema periférico
Normalmente es de predominio vespertino y tiende a disminuir o desaparecer
durante la noche. Se ubica en las zonas de decúbito: región pretibial en sujetos
ambulatorios o región sacra en pacientes en cama. Su origen es multifactorial, siendo
los más importantes los aumentos de la presión venosa, del Na total y de la volemia.

Nicturia
Es el aumento de la diuresis nocturna, que se explica por reabsorción de
edemas.

Fatigabilidad.
Este síntoma es más inespecífico que la disnea. Se atribuye a disminución de la
perfusión muscular y a la atrofia muscular por reposo, lo que determina fatiga muscular
precoz.

Palpitaciones
Es la percepción del latido del corazón y se puede presentar en situaciones
normales. El paciente con insuficiencia cardíaca suele relatar que junto con la disnea
nota latidos cardíacos más rápidos.

Anorexia y malestar epigástrico
Suelen presentarse en los pacientes con congestión visceral por hipertensión
venosa.
12
DIAGNOSTICO
Los síntomas y signos de la IC son la clave para la detección precoz de la
enfermedad, pero la sospecha clínica debe ser complementada con la evidencia
objetiva de una anormalidad estructural o funcional del corazón. El diagnóstico debe
contemplar la búsqueda de factores etiológicos, precipitantes y pronósticos.
En la anamnesis puede haber disnea de esfuerzo, disnea paroxística nocturna,
tos nocturna, anorexia, pérdida de peso y nicturia. Deben valorarse además aspectos
relacionados con la sexualidad (puede haber disfunciones), el estado mental (en
ocasiones aparece confusión y somnolencia), la capacidad laboral (la intolerancia al
esfuerzo puede impedir el desarrollo de actividades) y los trastornos del sueño, incluso
preguntar por consumo de tabaco y alcohol.
Se debe revisar la toma de medicamentos que pueden exacerbar síntomas de
una IC o provocar alteraciones cardiacas.
En síntesis, el especialista debiera realizar una detallada historia clínica:











Factores de riesgo cardiovascular en el paciente.
Antecedentes de cardiopatía isquémica.
Hipertensión o diabetes.
Antecedentes familiares de miocardiopatías o enfermedades valvulares.
Infecciones recientes.
Síntomas relacionados con la tolerancia al esfuerzo.
Hinchazón.
Alteraciones del ritmo cardiaco.
Exploración física para comprobar la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.
Auscultación cardiaca y pulmonar.
Exploración abdominal.
En la exploración física podemos encontrar:











Edema de los miembros inferiores.
Ingurgitación yugular.
Estertores.
Cardiomegalia.
Edema agudo de pulmón.
Ritmo de galope (3º y 4º ruido).
Hepatomegalia.
Reflujo hepato-yugular.
Derrame pleural.
Taquicardia.
Aspecto piel (cianosis, sudoración).
13


Distensión y dolor abdominal.
Hemoptisis.
En algunos casos serán necesarias pruebas complementarias, como los rayos X,
el ecocardiograma o la prueba de esfuerzo. Por tanto, en todo paciente con sospecha
de IC no diagnosticada con anterioridad se deben realizar las siguientes pruebas:

Electrocardiograma (ECG): Los cambios electrocardiográficos son frecuentes
en los pacientes con sospecha de IC, de forma que si el ECG es completamente normal
debemos replantearnos el diagnóstico.

Radiografía de tórax (Rx): Es útil para detectar cardiomegalia, congestión
pulmonar o derrame pleural. Puede evidenciar la presencia de enfermedad o infección
pulmonar que podría causar o contribuir a la disnea.

Análisis de sangre y orina: Debe incluir hemograma y bioquímica básica
(glucemia, función renal, función hepática, perfil lipídico, iones y proteinograma),
hemoglobina glicosilada, hormonas tiroideas y sedimento urinario. El estudio de otras
pruebas más específicas estará indicado en función de los hallazgos del estudio clínico.

Los péptidos natriuréticos (ANP y BNP): se producen en las células del
miocardio y lo hacen en mayor o menor cantidad en función de las presiones
intracavitarias de aurículas y ventrículos. El aumento en sangre constituye un signo
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indirecto de aumento de presión en las cavidades cardíacas por lo que puede ser un
indicador de IC, entre otras causas.

Ecocardiograma: Es una técnica no invasiva y segura que proporciona
información muy fiable sobre la anatomía cardiaca, movilidad de las paredes y función
valvular. Es una prueba rutinaria en la evaluación de la IC ya que permite diagnosticar
anomalías estructurales y funcionales.

Resonancia Magnética Nuclear (RNM): Es una alternativa a la ecocardiografía
en los casos en los que ésta proporciona imágenes de baja calidad y en los casos en
los que el estudio del tejido miocárdico sea muy importante, como en las miocarditis o la
enfermedad infiltrativa.
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TRATAMIENTO
Existen tratamientos eficaces para retrasar la progresión de la IC, mejorar la
calidad de vida, la capacidad de esfuerzo y prolongar la supervivencia.

Los diuréticos mejoran los síntomas congestivos y rebajan la hinchazón o la
congestión pulmonar.

Los fármacos vasodilatadores (como los nitratos o los inhibidores de la enzima
convertidora de la angiotensina) reducen la carga con la que debe trabajar el
corazón, aumentan su rendimiento y rebajan la tensión arterial.

Los betabloqueantes disminuyen las pulsaciones.

La digoxina está indicada en pacientes con fibrilación auricular.
En todo caso, el enfoque inicial de cualquier tratamiento para la IC siempre debe
controlar la hipertensión o la diabetes y recuperar el caudal de riego sanguíneo.
Tipos de medicamentos se usan comúnmente para tratar la insuficiencia
cardiaca:

Inhibidores de la ECA. Los inhibidores de la enzima convertidor de
angiotensina, ECA ayudan a dilatar sus arterias y a disminuir su presión arterial
(sanguínea) mejorando el flujo de sangre.

Diuréticos. Los diuréticos con frecuencia se describen como "píldoras de agua"
puesto que éstos le hacen orinar con más frecuencia y ayudan a que no se
acumule líquido dentro de su cuerpo. Éstos también pueden disminuir la cantidad
de líquido que se acumula dentro de sus pulmones lo cual le ayuda a respirar
mejor.

Bloqueadores beta (o beta bloqueantes). Los bloqueadores beta pueden
disminuir la presión arterial y desacelerar un latido del corazón que está
acelerado. Estos también pueden ayudar a prevenir algunos problemas
relacionados con el ritmo cardiaco.

Digoxina. La digoxina, también conocida como digitalis, ayuda a que el corazón
bombee mejor fortaleciendo las contracciones del corazón
También es importante mencionar que algunas recomendaciones generales
constituyen una parte importante del tratamiento al contribuir de forma eficaz en la
estabilidad clínica del paciente y en la mejora de su calidad de vida. Entre los aspectos
de carácter general destacan los siguientes:
16

Educación del paciente y su familia: Los profesionales de salud deben
proporcionar información clara, práctica y sencilla al paciente y su familia sobre la IC. El
conocimiento de la enfermedad y su tratamiento es fundamental para favorecer el
autocontrol.

Ejercicio físico: La actividad física diaria, regular y moderada en los
pacientes con IC estable mejora su capacidad funcional. Sólo en los episodios de
descompensación se aconseja el reposo durante los primeros días e iniciar la
deambulación tan pronto como sea posible.

Dieta e ingesta de líquidos:
Se recomienda la restricción de la ingesta de
sal en la IC sintomática para prevenir la retención de líquidos. La restricción hídrica no
está indicada en pacientes con síntomas leves. Si la sintomatología es moderada se
debe restringir a 1.5 l/día. En pacientes con IC avanzada e hiponatremia, se debe limitar
más. Reducir la obesidad es otro objetivo fundamental.

Tabaco y alcohol: El consumo de tabaco y alcohol aumenta el riesgo de
múltiples reingresos hospitalarios.

Actividad sexual: Hay poca evidencia sobre la influencia de la actividad sexual
en los pacientes con síntomas leves o moderados. Se ha observado un ligero aumento
de riesgo de descompensación causado por la actividad sexual.

Vacunas:
contra la gripe.
Se considerará la vacuna contra el neumococo y la vacuna anual
17
ALGORITMO DE MANEJO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA
18
CONCLUSIÓN
A pesar de conocerse la Insuficiencia Cardiaca (IC) desde hace muchos años, su
prevalencia sigue aumentando y su mortalidad poco ha cambiado, en contraste con
otras frecuentes enfermedades cardiovasculares, como la cardiopatía isquémica (CI) y
la hipertensión arterial (HTA), de aparente surgimiento o reconocimiento más recientes,
en las cuales sí se ha logrado disminuir la mortalidad.
Sin embargo, en los últimos 20 años se ha avanzado aceleradamente en el
conocimiento fisiopatológico, diagnóstico y sobre todo terapéutico, de este complejo
síndrome que hemos presentado de forma resumida y actualizada.
La IC se interpreta actualmente como un síndrome que implica disfunción
cardiaca que produce mala perfusión de órganos periféricos en relación con la
demanda metabólica de los mismos, como consecuencia de trastornos funcionales o
estructurales que afectan, de forma primaria o secundaria, la capacidad del corazón
para llenarse o vaciarse adecuadamente.
Recientemente se ha dado a conocer una nueva clasificación de este síndrome
reconociendo que hay factores de riesgo para su desarrollo, que tiene fases
asintomáticas y sintomáticas y que existen intervenciones terapéuticas que pueden
disminuir la morbilidad y la mortalidad en cada una de ellas reconocidas en cuatro
estadios según el American College of Cardiology y el American Heart Association.
La clasificación funcional de la New York Heart Association (NYHA) es un útil
predictor de supervivencia y los incluye en algunas de estas cuatro clases que pueden
variar dentro de un mismo individuo con el tratamiento o la evolución de la enfermedad.
Detectar y valorar los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca, y actuar con
rapidez en los momentos críticos es fundamental en el accionar de enfermería, pero,
después de la crisis también es importante instruir al paciente sobre la importancia de
respetar rigurosamente las indicaciones médicas, la práctica progresiva de ejercicio
bajo control, el cumplimiento de la dieta y la restricción de líquidos. Además, enseñarle
a reconocer los signos y síntomas para que pueda requerir ayuda cuando lo considere
necesario.
Puesto que la población sigue envejeciendo y aumentan las expectativas de vida,
lo más probable es que también vaya en aumento el número de personas con esta
patología. La experta valoración y actividades de enfermería pueden ayudar a que los
años en los que el paciente deba convivir con la enfermedad sean lo más felices y
productivos posibles.
19
BIBLIOGRAFIA
Fisiopatología Médica: Una introducción a la medicina clínica
Autor: Stephen J. McPhee – William F. Ganong
Quinta Edición en Español
Editorial El Manual Moderno S.A. de C.V.
Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular
Web: http://www.sochicar.cl/
Sociedad Chilena de Enfermería en Cardiología y Cirugía Cardiovascular
Web: http://www.sociedadenfermeriaencardiologia.cl/
Guía de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC)
Diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardiaca aguda y crónica (2008).
Versión corregida 03/03/2010
Volumen 61, Número 12, Diciembre 2008
Departamento de Estadísticas e Información de Salud
Ministerio de Salud de Chile
Web: http://deis.minsal.cl/index.asp
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