Chicas de armas tomar

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Chicas de armas tomar
Por Natalia Tellechea
“Podemos adivinar que sos una mujer, ya que la mayoría de los
estudiantes de arte han sido del sexo femenino por décadas.
Prepárate para trabajar más duro y por menos reconocimiento
que los chicos que están a tu lado. Si eres una artista de
color, multiplica esas dificultades.” Frida Kahlo y Kathe
Kollwitz, sin anestesia, presentan el escenario futuro para el
cual una estudiante de arte debe prepararse. Este es el
valioso consejo que le regalan a la joven artista del libro
‘Cartas a un joven artista’ (Ediciones del Ciprés).
No es que Frida ni Kathe contesten cartas desde el más allá,
sino que un grupo de mujeres con máscaras de gorilas
decidieron hace tiempo apropiar sus nombres (entre otros
muchos de mujeres artistas) para dar voz a un reclamo
feminista que se propone dilucidar por qué hay mas obras de
arte de hombres que de mujeres en el mundo y la historia del
arte. Ellas son conocidas como las Guerrilla Girls.
Para las Guerrilla Girls todo comenzó allá por 1985 cuando el
Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó una muestra que
pretendía mostrar la cream de la cream del arte internacional
contemporáneo. Para sorpresa de este grupo de mujeres, y para
las que no eran parte de ningún grupo, de 169 artistas
elegidos, solo 13 eran mujeres. Este dato pudo ser pasado por
alto, pero para las entonces futuras Guerrillas Girls esa
situación generó una pregunta básica: ¿Por qué? Y fue esa
pregunta el germen de lo que se convirtió en una de las voces
más ruidosas del arte femenino y feminista del mundo del arte
contemporáneo. Armadas de pancartas, posters y stickers
cargados de cifras, máscaras de gorilas y pseudónimos de
reconocidas mujeres artistas, las Gorilla Girls escracharon
opennings, galerías de arte, museos, a críticos de arte, a
artistas
hombres,
a
coleccionistas
y
a
cuanta
persona/institución involucrada en el sistema del arte hubiese
responsable de ‘escribir’ la historia del arte.
“¿Tienen las mujeres que estar desnudas para estar en el Met.
Museo? Menos del 3% de los artistas en la sección de arte
moderno son mujeres, pero el 83% de los desnudos son
femeninos” fue una de las campañas de 1989; la premisa fue
simple, contar la cantidad de obras de arte, comparar y sacar
conclusiones. Podría decirse que las Guerrilla Girls son
positivistas y que creen en la lógica de las ciencias duras. Y
es que este método de trabajo las distancia de clichés y
estereotipos al rededor del universo del ‘ser mujer’. Por
ejemplo, han elegido llamarse chicas (girls); este ‘chicas’
aplicado a mujeres y artistas es en cierta forma despectivo ya
que denota todo lo opuesto a un ser maduro y adulto; pero las
Guerrilla Girls decidieron apropiarse de ese término
precisamente para que ese ‘chicas’ no pueda ser utilizado en
su contra. Podría decirse también que proponen
“desmitologizar” el lugar de la mujer en el mundo del arte.
Con ese propósito, editaron en 1998 “Historia del Arte
Occidental: La guía de cabecera de las Guerrilla Girls”, en el
cual se preguntan ¿por qué más mujeres no han sido
consideradas Grandes Artistas en la historia del arte
occidental?’ En esta obra concluyen que la Historia del Arte
Occidental se reduce a unos pocos nombres de artistas hombres
y sus grandes obras, nótese que las autoras no reniegan de
esos artistas, ellas solo piden que dejen un poco de lugar
para las artistas mujeres.
Muchos han retrucado desde aquella muestra en 1985 que el
simple hecho de que no hubiese más mujeres artistas
representadas por galerías y museos se debe a una mera
cuestión de calidad y no de discriminación. Sin embargo las
Guerrilla Girls cuestionan este mito y declaran que la excusa
de la ‘calidad’ se usa para mantener a las mujeres artistas
fuera de escena. Y lo hacen, nuevamente, con cifras: “¿Cuántas
mujeres tuvieron una muestra exclusiva en los museos de Nueva
York el año pasado?: Guggenheim 0, Metropolitan: 0, Modern: 1,
Whitney: 0.” (1985).
Las Guerrilla Girls se preguntan en su libro “Confesiones de
las Guerrilla Girls” si “el éxito en el mundo del arte es una
combinación de suerte, estar en el lugar adecuado en el
momento adecuado, ser buen artista y tener talento, ¿cómo es
posible que los hombres parecen tener toda la suerte?”. No se
trata simplemente de ser ricas y famosas sino de poder ser
parte. Para las Guerrilla Girls la cultura y el género del
artista son elementos que también nutren a la obra de arte,
por lo tanto un arte en el cual los hombres (blancos, agregan)
lideran las muestras y museos dan cuenta solo de una parte de
la historia.
Mucha
agua
ha
corrido
ya
bajo
el
puente
del
arte
contemporáneo, cada día más mujeres artistas son representadas
en grandes galerías, museos y Bienales, las Guerrilla Girls
fueron parte de la Bienal de Venecia en el 2005. Sin embargo
aún cuando 25 años han pasado de aquella primera pregunta que
generó la (re)acción de las Guerrillas Girls, ellas siguen
activas hasta hoy. Asistiendo a conferencias, creando más
posters y denunciando la desigualdad entre artistas hombres y
mujeres en el mundo del arte. El grupo original se ha
desmembrado y nuevas Guerrilla Girls surgen en diferentes
partes del mundo, pero es en esta capacidad de multiplicarse,
que da el anonimato, en donde radica la fuerza del grupo.
Porque para ellas, todas las mujeres hemos nacido Guerrilla
Girls, es solo cuestión de darnos cuenta de ello.
¿Cómo ser una Guerrilla Girl?
Investiga cómo mujeres y personas de color son discriminadas
en tu ciudad, tu museo, tu escuela, tu lugar de trabajo, tu
familia, tu habitación. Señala y humilla a los responsables.
Diseña posters. Haz teatro callejero. Piensa en las paredes de
los baños como hojas en blanco. Bombardea a tus enemigos con
e-mails. Declara una campaña de “Sábados sin sexo”, rehúsate a
tener sexo con tu pareja hasta que se convierta al feminismo.
Amenaza por teléfono. Usa la culpa como un aliado. Sé
graciosa. Disfruta de lo que hagas. Y no te olvides de
escribirnos para contarnos como te fue.
Guerrilla
Girls:
[email protected]
www.guerrillagirls.com
Fotos: www.guerrillagirls.com
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