Medidas normativas para combatir la morosidad

Anuncio
Contabilidad
Medidas normativas para
combatir la morosidad
El problema financiero que plantea la morosidad en España se ha tratado de
solucionar mediante la aprobación de la Ley 15/2010 que modifica parcialmente
la legislación de 2004 e introduce nuevos artículos que la complementan y
actualizan. Este trabajo analiza las soluciones planteadas por la nueva
normativa y las posibles consecuencias de su aplicación
018_a_Julian_231.indd 18
22/03/2011 19:45:04
Julián González Pascual
Universidad de Zaragoza
L
a actividad económica de cualquier empresa debe tratar de alcanzar unos índices de rentabilidad aceptables para
conseguir la creación de valor perseguido en sus planes estratégicos como finalidad
de la empresa. Dicha actividad debe transcurrir además por unos cauces financieros que
permitan su desarrollo equilibrado. Cualquier
circunstancia imprevista que altere este cauce puede interferir negativamente en el desarrollo del negocio hasta el punto de desequilibrarlo no solo financiera sino económicamente. Por tanto, cualquier negocio basará su
gestión en una adecuada planificación que
procure ambos cometidos a la vez: velar por
el desarrollo económico futuro y no perder de
vista las condiciones financieras del mismo.
La morosidad, entendida según el art. 2
de la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la
que se establecen medidas de lucha contra
la morosidad en las operaciones comerciales, como el incumplimiento de los plazos
contractuales o legales de pagos es un hecho inesperado en la vida de la empresa que
trastoca las expectativas de cobro eliminando
entradas previstas de tesorería, lo que contribuye a disminuir la liquidez y la capacidad de
pd
018_a_Julian_231.indd 19
afrontar obligaciones de pago, y dando origen a situaciones de insolvencia en la empresa acreedora.
La morosidad va asociada al crédito aunque ambas magnitudes evolucionan en sentido
CONSULTE
En el área de
recursos de
www.partidadoble.es,
los Resultados de la
encuesta de morosidad
FICHA RESUMEN
Autor: Julián González Pascual
Título: Medidas normativas para combatir la morosidad
Fuente: Partida Doble, núm. 231, abril 2011
Resumen: La morosidad distorsiona las expectativas de cobro de las empresas y pueden provocar
su insolvencia. En Europa se ha intentado solucionar este problema con la aprobación de la directiva
2000/35/CE del Parlamento europeo. En España se ha aprobado recientemente la ley 15/2010 que
modifica parcialmente la ley 3/2004 sobre morosidad. El objetivo perseguido es conseguir que el
tejido empresarial español adopte la costumbre de utilizar plazos cortos para pagar sus operaciones
comerciales y afronte el pago de sus deudas en los plazos pactados. El objetivo de este trabajo es
analizar la normativa recientemente aprobada y las consecuencias de su aplicación.
Palabras clave: Contabilidad. Morosidad. Solvencia. Plazos de pago. Intereses de demora. Gastos
de cobro.
Abstract: The late payments distorts expectations of companies and can lead to its insolvency.
Europe has tried to solve this problem with the adoption of the Directive 2000/35/CE of the
European Parliament. Spain has recently adopted the Law 15/2010 which partially amends Law
3/2004 on late payment. The objective of this law is to get the Spanish business community to
adopt the habit of using short term to pay their business operations and carry out the payment of
its debts by the agreed deadlines. The objective of this paper is to analyze the recently passed
legislation and the consequences of application.
Keywords: Accounting. Late payments. Solvency. Term to pay. Interest delay. Collection cost.
pág
www.partidadoble.es
19
22/03/2011 19:45:05
contabilidad
nº 231
abril 2011
contrario. La experiencia ha demostrado que
cuando el ciclo económico es expansivo el crédito aumenta y la morosidad disminuye, ocurriendo lo contrario cuando el estamos atravesando la parte recesiva del ciclo. Por tanto, es
necesario ser conscientes del ciclo económico
que estamos atravesando en estos momentos
para saber que no podemos perder de vista el
fenómeno de la morosidad que está alcanzando cotas muy elevadas y no conocidas desde
hace más de 15 años, así como sus consecuencias directas e indirectas
La morosidad, por tanto, es un fenómeno
perverso que no debemos obviar, puesto que
en estos momentos está latente en cualquier
sector de la economía, acechando con bastante peligro y poniendo en riesgo la continuidad de cualquier negocio.
EL PROBLEMA FINANCIERO
DE LA MOROSIDAD
Las condiciones financieras que deben
imperar en el desarrollo del proceso productivo vienen definidas por varios factores; uno
de los que resultan más importantes es el periodo de maduración, integrado por una serie
de plazos relativos a los subperiodos en los
que dividimos el proceso productivo (almacenaje materias primas, fabricación, almacenaje
de productos terminados, cobro a los clientes
y pago a los diferentes suministradores de inputs productivos). Se trata de etapas de un
mismo proceso que se gestionan de diferente
forma y cuyos resultados responden a comportamientos dispares e independientes.
Desde un punto de vista financiero, la
conjunción de todos los subperiodos permite
que el desarrollo y las circunstancias desfavorables en uno de ellos pueda neutralizarse
por los resultados favorables alcanzados en
otros; sirva como ejemplo que la negativa
prolongación en el periodo de almacenaje de
productos terminados puede verse compensada por la reducción del plazo de almacenaje de materias primas o del cobro a clientes.
El plazo de cobro, como hemos señalado,
es uno de los plazos que conforman el periodo de maduración técnico y financiero. Las
circunstancias negativas, internas o del entorno, que lo entorpezcan o ralenticen pueden,
en cierta medida, soportarse mientras el colchón que proporcionan los demás subperiodos, dentro del juego de flexibilidad que acapág
20
018_a_Julian_231.indd 20
bamos de mencionar, lo permitan. Esta flexibilidad no es absoluta sino que se verá limitada por la capacidad de elasticidad que proporciona el conjunto de subperiodos.
El ciclo económico recesivo que estamos
viviendo en estos momentos no es una excepción al comportamiento del crédito y morosidad apuntados; se caracteriza por una
reducción considerable del crédito, derivada
de la política restrictiva que las entidades financieras vienen aplicando así como por altos índices de morosidad. Ambos aspectos
constituyen las dos caras de un mismo fenómeno y están íntimamente ligados entre sí,
hasta tal punto que la disminución o falta de
crédito para financiar las infraestructuras
productivas o la propia actividad provoca
una carencia de liquidez que se convierte en
causa e incentivo del retraso en el pago de
las deudas a su vencimiento.
Cuando esto ocurre, el acreedor en estas
operaciones ve cómo se prolonga inesperadamente el plazo de cobro que conduce a un
aumento considerable del periodo de maduración de su empresa, lo que provoca dos
efectos que convergen en un mismo problema: un aumento de la estructura circulante
que conlleva un crecimiento de las necesidades de financiación, y, a su vez, una falta de
liquidez.
Por tanto, la prolongación del plazo de cobro por razones de mora, retraso infundado o
cualquier otra razón, suponen una merma de
las posibilidades de hacer tesorería que se
derivan de la capacidad económica de la actividad; constituye la explicación a la paradoja
que se produce en muchas empresas cuya
actividad es generadora de recursos económicos pero no de tesorería.
La utilización de largos plazos en el pago
es algo que se viene generalizando en el ámbito empresarial español en períodos de crisis fundamentalmente, y la Administración
Pública no es ninguna excepción cuando hablamos de prontitud y puntualidad en satisfacer las obligaciones de pago. Es evidente
que el retraso generalizado en el pago de los
entes que conforma la Administración Pública
ha puesto en serio peligro a multitud de empresas suministradoras de bienes y servicios
a los mismos. El serio aprieto financiero a
que se ven sometidas las empresas que contratan con el sector público, muchas de ellas
pd
22/03/2011 19:45:06
Medidas normativas para
combatir la morosidad
contratistas de obra civil que requieren grandes inversiones, ha llevado a algunas de
ellas a situaciones de insolvencia e incluso al
concurso de acreedores. Es lamentable esta
situación de abuso de plazos de pago, sobre
todo teniendo en cuenta que la administración pública debería ser un ejemplo de comportamiento para el resto, así como las nefastas consecuencias en contratistas cuya
supervivencia depende del cumplimiento del
plan financiero elaborado.
Cualquier medida que persiga la reducción del plazo de pago debe ser acogida con
satisfacción generalizada puesto que reducirá
en los acreedores las inversiones circulantes
en derechos de cobro, las necesidades de financiación del ciclo productivo y aumentará,
por el contrario, la generación de tesorería
dentro de los límites marcados por la capacidad económica de sus negocios.
SOLUCIONES NORMATIVAS
Para regular el problema de la morosidad,
deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos básicos:
a) Los plazos de pago que deben regir las
operaciones comerciales.
b) Los intereses de demora cuando no se
cumplen los plazos de pago.
c) Si la regulación afecta a todas las operaciones o se va a posibilitar los pactos entre partes contratantes, permitiendo que
ellas sean las que fijen libremente los plazos de pago e intereses de demora.
d) Posibilidad de denunciar abusos relativos
a los dos primeros apartados para tratar
de corregirlos y evitarlos en el futuro.
Solución europea
El problema financiero de la morosidad no
es un problema español sino que afecta a
cualquier empresa sea del país que sea, por
lo que todos los países deben tratar de dar
una respuesta a este problema de la forma
más eficaz posible. Además, debería procurarse que la respuesta de todos los países
europeos fuese encauzada con las mismas
orientaciones, ya que si se permite el trato diferente en cada país, estaríamos poniendo
cortapisas al deseado correcto funcionamien-
pd
018_a_Julian_231.indd 21
to del mercado interior europeo al afectar a la
competencia entre empresas.
En la Unión Europea se tomó una medida
comunitaria tratando de atajar el problema
con la aprobación de la Directiva 2000/35/CE
del Parlamento Europeo y del Consejo de 29
de junio de 2000 por la que se establecen
medidas de lucha contra la morosidad en las
operaciones comerciales. Todo ello fue acometido después de no haberse conseguido
los efectos que pretendía la recomendación
de la Comisión del 12 de mayo de 1995 en la
reducción de los plazos de pago. Hay que reconocer que el primer paso solo trataba de
ser una recomendación.
La Directiva europea se planteó con tres
objetivos claros:
1. Establecer, como medida coercitiva, unos
tipos de interés de demora muy por encima del precio oficial del dinero cuando no
fuesen atendidos los créditos a sus vencimientos. Con ello la financiación del deudor utilizando la mora en momentos de dificultad se convierte en una medida mucho más cara que la financiación directa
bancaria, lo que la convierte en una tentativa financiera nada aconsejable.
2. El acreedor podrá resarcirse de los costes
del cobro moroso mediante la repercusión
de dichos costes al deudor quien deberá
afrontarlos necesariamente.
3. Instaurar procedimientos judiciales más
rápidos (90 días de duración como máximo) y ágiles tratando de buscar la eficacia
en la lucha contra la morosidad para llevar
a cabo el cobro cuando se utiliza la vía judicial, respondiendo de esta forma a una
de las recomendaciones de la Comisión
Europea encaminada a la necesidad de
disponer de un sistema judicial eficaz pero
al mismo tiempo rápido.
Con fecha 23 de febrero de 2011, ha sido
publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea la directiva 2011/7/UE sobre medidas de
lucha contra la morosidad en operaciones comerciales, entrando en vigor 20 días después
de su publicación. Se abre un plazo para llevar
a cabo la trasposición de esta directiva a la
normativa española que termina el 16 de marzo del 2013, debiendo limitarse dicha trasposición solo a las disposiciones que constituyan
pág
www.partidadoble.es
21
22/03/2011 19:45:06
contabilidad
nº 231
abril 2011
una modificación sustantiva respecto a la directiva 2000/35/CE hasta ahora vigente.
Para que podamos apreciar los cambios
que se avecinan en nuestra normativa española a medio plazo, destacamos los aspectos
más importantes de la directiva:
1. Plazos de pago:
Solución española
a) Operaciones entre empresas. Los estados miembros velarán porque el plazo de pago fijado en contrato no exceda de 60 días
naturales. Se admite pacto expreso en contrario que deberá ser recogido en contrato y
no deberá ser manifiestamente abusivo(1) para
el acreedor.
Todos los países de la Unión Europea deben trasladar al ordenamiento jurídico nacional las orientaciones marcadas por cada directiva ya que la propia directiva no tiene capacidad de obligar directamente a las empresas o particulares.
b) Operaciones entre empresas y poderes
públicos. Cuando el deudor sea un poder público el plazo de pago no superará los 30 días
naturales, después de la fecha en que el deudor haya recibido la factura o una solicitud de
pago equivalente. No obstante los Estados
miembros podrán ampliar este plazo hasta un
máximo de 60 días en determinados casos
contemplados en el art. 4.4 de la Directiva(2).
2. Intereses de demora. En el caso de operaciones entre empresas y entre empresas y poderes públicos se tendrá derecho,
sin necesidad de aviso de vencimiento, a
partir de los 30 días de fecha de recepción de factura o plazos similares a percibir intereses de demora.
3. Posibilidad, de conformidad con la normativa nacional de pactar expresamente
cláusula de reserva de dominio.
(1) Para determinar si una cláusula es manifiestamente abusiva, se tendrán en cuenta todas las circunstancias del caso,
incluidas:
a) Cualquier desviación grave de las buenas prácticas comerciales, contraria a la buena fe y actuación leal.
b) La naturaliza del bien o del servicio.
c) Si el deudor tiene alguna razón objetiva para apartarse
del tipo de interés legal de demora, del plazo de pago estipulado en el art. 3, apartado 5, el artículo 4, apartados 3, 4 y
6, o de la cantidad fija a la que se hace referencia en el artículo 6, apartado 1.
pág
22
018_a_Julian_231.indd 22
4. Compensación por costes de cobro. Se
establece el derecho a obtener del deudor
una compensación por los costes de cobro. Esta compensación tendrá una cuantía fija y mínima de 40 euros, que se superará en los casos cuyo que se justifique
un coste superior.
España debió trasponer la Directiva europea sobre morosidad antes del 8 de agosto
de 2002; sin embargo, esta preceptiva adaptación sufrió un retraso considerable. Transcurrido el plazo límite de trasposición y a la
vista del prolongado retraso, la Comisión de
las Comunidades Europeas interpuso un recurso el 12 de septiembre de 2003 ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas solicitando que se declarase el incumplimiento de obligaciones de trasposición de la
mencionada directiva. Finalmente España llevó a cabo la trasposición obligatoria de dicha
directiva mediante la promulgación de la Ley
3/2004(3), que pretendía básicamente los mismos objetivos y orientaciones que la directiva
europea. Esta trasposición se llevó a cabo de
forma completa(4) con bastante retraso(5) respecto a la fecha límite.
Antes de la aprobación de esta Ley ya
disponíamos de medias particulares contra la
morosidad mediante la Ley 7/1996, de 15 de
enero, de Ordenación del Comercio Minorista,
en la que se establecía un interés de mora de
1,5 puntos por encima del tipo de interés oficial. Esta Ley surge primordialmente con el
objetivo de fomentar una mayor transparencia
en la determinación de los plazos de pago en
(3) BOE 314 de 30 de diciembre de 2004. Esta norma entró
en vigor al día siguiente de su publicación.
(2) a) En el caso de los poderes públicos que realicen actividades económicas de carácter industrial o mercantil y entreguen bienes o presten servicios en el mercado y que, en su
calidad de empresas públicas, estén sometidos a los requisitos en materia de transparencia recogidos en la Directiva
2006/111/CE de la Comisión, de 16 de noviembre de 2006,
relativa a la transparencia de las relaciones financieras entre
los Estados miembros y las empresas públicas, así como a
la transparencia financiera de determinadas empresas.
(4) Parcialmente ya lo había hecho al recoger la ley 47/2002
de 19 de diciembre de reforma de la ley 7/1996 de 15 de
enero, de ordenación del comercio minorista, la penalización
de intereses por mora que estableció la Directiva 2000/35/
CE, y para determinar unos requisitos mínimos a cumplir por
las cláusulas de reserva de dominio que puedan haber sido
estipuladas en la forma prevista por esta misma Directiva.
b) Entidades públicas que presten servicios de asistencia
sanitaria y que estén debidamente reconocidas para ello.
(5) Retraso de 28 meses aproximadamente, puesto que debería haberse aprobado a primeros de agosto del 2002.
pd
22/03/2011 19:45:06
Medidas normativas para
combatir la morosidad
las transacciones comerciales, así como de
su cumplimiento.
El objetivo básico de esta norma era reducir la morosidad y eliminar retrasos abusivos
en el pago de deudas.
Los puntos más importantes de esta ley
fueron:
•
Establecer un plazo de pago 30 días.
•
Intereses de demora elevados.
•
Derecho a reclamar indemnización por
gastos de cobro.
•
Posibilidad de pactar cláusulas de reserva
de dominio.
•
En ciertos productos del comercio minorista, se establecían plazos de pago obligatorios, desapareciendo en estos casos la
libertad de contratación.
•
Declaradas nulas las prácticas abusivas.
Es de destacar que tanto la exigibilidad de
la deuda como la cuantificación del tipo de interés de demora son de aplicación en defecto
de pacto entre las partes que, caso de existir,
prevalecería sobre lo establecido en la ley.
Críticas a la ley
Destacamos como más destacables dentro de este apartado los siguientes aspectos:
•
Esta ley no ha sido conocida de forma generalizada, lo que ha contribuido sobremanera a su falta de aplicación generalizada(6).
•
Aplicación a un porcentaje muy reducido
de empresas fundamentalmente por el
desconocimiento generalizado apuntado.
Incide también en este bajo índice de aplicación el miedo que pueden sentir algunos acreedores a utilizar los instrumentos
que proporciona la ley por temor a represalias o pérdida de clientela.
(6) Esta norma sólo fue aplicada por un 16% de las empresas, según un estudio realizado por la Plataforma multisectorial contra la Morosidad, en gran medida por el desconocimiento de la norma así como por el posible temor a represalias comerciales de clientes cuando se trata de reducir la ventaja financiera que supone la prolongación de
vencimientos.
pd
018_a_Julian_231.indd 23
Esta circunstancia, punto clave a la hora
de buscar una solución para la aplicación generalizada de una norma de este tipo, debería
solventarse mediante la instauración de un
mecanismo coercitivo ajeno al propio acreedor,
que es el verdadero perjudicado con la mora,
que facilitase la represión de prácticas moratorias y sancionase a quienes incumplen sin que
los intereses futuros del acreedor resulten dañados por ello. Si esto no se aborda de esta
forma resulta normal plantearse como acreedor que debido a los inconvenientes de ejercer
personalmente los derechos que confiere la
norma sea preferible soportar la mora.
Han sido varios los autores que sugieren
la creación de un órgano oficial de control de
plazos que además de comprobar objetivamente el cumplimento de plazos fuese quien
instase la apertura de expedientes disciplinarios en aplicación de la normativa vigente.
Llama la atención que nuestra normativa
sobre morosidad no disponga nada sobre la
necesidad, preconizada por la directiva europea, de disponer de un mecanismo judicial rápido y eficaz para llevar a cabo las reclamaciones de deuda y posterior cobro de las mismas, a pesar de ser este uno de los objetivos
de la Directiva europea que dio origen y sentido a la Ley española 3/2004.
Quizá, en el fondo de esta laguna normativa que supone la no aplicación del art. 5 de
la Directiva europea, está la existencia de un
procedimiento monitorio, implantado por la
nueva Ley de Enjuiciamiento Civil de 2000,
que vendría a suplir esa carencia mediante
la aplicación de un procedimiento judicial
que nació con el propósito de solucionar los
cobros de reducida dimensión de deudas
vencidas y documentadas. Quizá el legislador entendió que la existencia de esos procedimientos hacía innecesario establecer
otro mecanismo jurídico que, con otra denominación, tratase de cubrir los mismos objetivos dentro del ámbito de créditos comerciales y/o financieros.
En este ámbito judicial, hay quien quiere
llegar más lejos y propone que se aproveche
la existencia de los juzgados de lo mercantil,
instaurados por la Ley 22/2003, de 9 de julio,
para implementar el campo de actuación de
los mismos establecido en los art 8 a 12 de la
mencionada ley mediante la incorporación en
su ámbito jurisdiccional de los juicios instados
pág
www.partidadoble.es
23
22/03/2011 19:45:06
contabilidad
nº 231
abril 2011
Proceso monitorio
Comentamos brevemente las peculiaridades de este proceso que surge, tras el éxito alcanzado en otros países, como mecanismo
moderno y rápido para el cobro de deudas y
que es necesario tener en cuenta dentro del
escenario de la morosidad. Por tanto, se trata
de un instrumento con el que hay que contar
para conjugar la problemática de la morosidad.
Uno de los grandes éxitos que tuvo la Ley
1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, se consiguió con la aparición del llamado
procedimiento monitorio, regulado en los artículos 812 a 818 de la citada ley. Debemos
señalar que sus antecedentes inmediatos(7)
están en el proceso monitorio establecido en
el art. 17 de la Ley de Propiedad Horizontal
después de la reforma que la citada norma
tuvo por la Ley 8/1999.
para cobrar las deudas nacidas en operaciones comerciales. La verdad es que esta opinión debe ser sopesada con cierta calma, valorando las actuales circunstancias puesto
que en estos momentos hay una sobrecarga
en los actuales juzgados de la mercantil debido al crecimiento y elevado número de concursos que se tramitan en estos momentos, e
incrementar su carga competencial en momentos de crisis y restricción presupuestaria
no sería bien acogido.
La Ley contiene un aspecto que ha permitido los abusos de empresas grandes con el
consiguiente perjuicio financiero para proveedores de pequeño tamaño (pymes), consiguiendo que se produzca el efecto contrario
al objetivo fundamental de la ley; la posibilidad de pactos entre partes tanto para fijar los
plazos de pago como los intereses de demora
ha relegado la aplicabilidad del contenido de
la ley solo a los casos en los que no exista
pacto entre partes. Las pymes se ven obligadas en muchas ocasiones a pactar condiciones perjudiciales para ellas con la finalidad de
mantener la relación comercial evitando cualquier denuncia de abuso por temor a represalias que afectasen a la continuidad comercial
con el cliente.
pág
24
018_a_Julian_231.indd 24
El Proceso Monitorio(8) es un tipo de juicio
para reclamaciones de cantidad que no exceda
de 250.000(9) euros, sin necesidad de abogado
ni procurador(10) y siempre que se trate de una
reclamación de deudas de dinero, que hayan
vencido y que se acompañe de una documentación que lo acredite.
Se fundamenta en dos premisas:
1. Emisión de una orden de pago por el Juez
a la vista de la solicitud unilateral del
acreedor que deberá presentarse en un
Juzgado de Primera Instancia(11) (art. 813
Proyecto Ley Enjuiciamiento Civil).
2. El deudor tiene la obligación de oponerse a
la ejecución, ya que la falta de oposición va
a suponer la constitución de un título inmediato de ejecución susceptible de abrir la
vía de apremio. Mientras que la oposición
del deudor transforma el proceso en declarativo ordinario; en ese caso, el acreedor
(7) Los antecedentes remotos se fijan en el siglo XIII instaurado entre los comerciantes italianos.
(8) Este vocablo procede de la raíz latina “monitorius” que
significa amonestar. Es un procedimiento que sirve de aviso
o advertencia.
(9) Art. 812 de la LEC según su nueva redacción dada por la
Ley 13/09 de 3 de Noviembre de Reforma Procesal para la
implantación de la nueva Oficina Judicial.
(10) Aspecto este duramente criticado por algunos colectivos profesionales, por los riesgos de conlleva la medida.
(11) Que también tendrá competencia para resolver sobre
sus incidencias, llevar a efecto las providencias y autos que
dictase, y para la ejecución de la sentencia o convenios y
demás que aprobara.
pd
22/03/2011 19:45:06
Medidas normativas para
combatir la morosidad
deberá presentar nueva demanda en el
plazo de un mes debidamente suscrita en
esta ocasión por Abogado y Procurador
Por tanto, el deudor demandado sólo tiene dos salidas: pagar u oponerse. La postura
intermedia de no hacer nada le supondría
convertir a la demanda en un título susceptible de abrir la vía de apremio.
La oposición deberá ir firmada por abogado y procurador cuando su intervención fuere
necesaria por razón de la cuantía, según las
reglas generales.
ACTUALIZACIÓN NORMATIVA
Las normas se elaboran para dar respuesta a una situación del entorno determinado;
por eso, para entenderlas, hay que circunscribirse al entorno socioeconómico del momento
en el que aparecieron. Esa situación del entorno está sometida a cambios que, en algunos
momentos y dependiendo de la materia que
se trate, pueden producirse de forma acelerada. Entonces, las normas deben adaptarse a
las circunstancias cambiantes del entorno con
la misma celeridad. Veamos los cambios planteados en la materia que nos ocupa.
Retomando el principio filosófico de adaptarse al medio como medida eficaz para sobrevivir sean cuales fueren las circunstancias
del entorno, pensemos que en estos momentos la situación nacional e internacional es difícil, lo que aconseja adaptar criterios y procedimientos al momento actual. En este sentido,
y entre otras modificaciones necesarias, debemos citar las que se acaban de producir
con la reciente aprobación de la Ley 15 /2010
de 5 de julio, de modificación de la Ley
3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales.
aprobando una serie de enmiendas a la reforma de la Ley contra la morosidad que previamente había aprobado el Congreso de los
Diputados el 23 de marzo:
1. Obligación societaria de incluir en la Memoria anual los plazos de pago a proveedores.
2. Apertura de una línea de financiación ICO
para los Entes locales que tengan como
objetivo satisfacer deudas pendientes
hasta la fecha.
3. Se amplían determinados plazos de pago;
concretamente, se amplían, en el sector
construcción de obra civil, durante el periodo transitorio, a 120 días máximo hasta
31/12/2011; 90 días máximo de 1/1/2012 a
31/12/2012; 60 días máximo de 1/1/2013 a
31/12/2013; 30 días máximo desde
1/1/2014.
4. Adaptación de contratos actuales: tres
meses desde la entrada en vigor.
El pasado 17 de junio se acordó por unanimidad en el Congreso de los Diputados la
aprobación de la reforma de la Ley contra la
morosidad.
Se anula definitivamente la perniciosa libertad de acuerdo entre las partes contratantes, tan perversa al derivar con frecuencia
esa libertad hacia abusos de posición dominante. Se fijan, por fin, plazos máximos de
cobro irrevocables.
El pasado 9 de junio, el Pleno del Senado
da luz verde a la reforma(12) de la Ley 3/2004,
Consideramos que esta modificación es
oportuna puesto que la generalizada práctica
de forzar el retraso o retrasar incesantemente los pagos se ha convertido en una costumbre que plantea un verdadero problema financiero que se ha enquistado en nuestro
sistema empresarial y que provoca una gran
cantidad de insolvencias. Los efectos generales de esta modificación a medio plazo,
mediante la reducción en el plazo de pago,
producirán una mejora sustancial en las condiciones financieras para el desarrollo económico de las empresas que indudablemente
contribuirá al saneamiento financiero de las
mismas. Sin embargo, los efectos concretos
inmediatos son difíciles de cuantifica(13).
(12) En opinión de Brachfield (2010 a), esta reforma va a
dar “una inyección de vitaminas con una dosis de caballo a
nuestra anémica ley antimorosidad”.
(13) La Plataforma Multisectorial contra la Morosidad ha
cuantificado los efectos de la aplicación de esta norma en la
inyección de cerca de 10.000 millones de euros a las
pymes, pudiendo salvar 600.000 puestos de trabajo.
Esta Ley es la culminación de un proceso
que comenzó cuando el 23 marzo 2010 el Congreso de los Diputados aprobó la proposición
de Ley presentada por Convergència i Unió
(CIU) para la modificación de la Ley 3/2004.
pd
018_a_Julian_231.indd 25
pág
www.partidadoble.es
25
22/03/2011 19:45:06
contabilidad
nº 231
abril 2011
La Ley 15/2010 incluye una definición
de plazo de pago que establece que se
contarán los días naturales, sin que
puedan saltarse periodos vacacionales
Al hilo de la reciente aprobación de la Directiva 2011/7/UE a la que nos hemos referido
anteriormente, es de esperar que la Ley española, que ahora presentamos como novedad
reciente, sufra algún cambio en el proceso de
adaptación a esta directiva, que deberá producirse antes del 16 de marzo del 2013.
LEY 15/2010 DE 5 DE JULIO
El título completo de la norma es Ley
15/2010 de 5 de julio, de modificación de la
ley 3/2004, de 29 de diciembre, por el que se
establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales.
Introducción
Esta Ley contiene cinco artículos más tres
disposiciones adicionales, tres transitorias, una
derogatoria y una final. Su título nos puede resultar confuso en cuanto al alcance pretendido, puesto que su contenido es mucho más
ambicioso que lo que en principio podríamos
deducir del título. Para empezar, solamente el
artículo 1 se ocupa de modificar parcialmente
la Ley 3/2004 quedando el resto de artículos
para otras regulaciones complementarias. Si
se trata de una modificación parcial de la Ley
3/2004 debemos entender que siguen vigentes
los artículos no modificados de esta última. Esto va a suponer que tendremos que manejar
ambas disposiciones para conocer la regulación correcta del problema de la morosidad.
En segundo lugar, esta Ley, a través de su
artículo tercero, modifica también la Ley
30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del
Sector Público.
Por último, contiene otros tres artículos
que regulan aspectos diversos de nueva implantación. Todo ello, junto con las disposiciones adicionales, transitorias derogatoria y final, y sin olvidar los vigentes artículos de la
Ley 3/2004 completan una nueva regulación
pág
26
018_a_Julian_231.indd 26
sobre el problema de la morosidad, de una
forma más completa y rigurosa que hasta la
fecha para tratar de alcanzar el vigente objetivo que se arrastra intacto desde la Ley
3/2004 al no haber sufrido modificación, de
combatir la morosidad en el pago de las deudas dinerarias y el abuso, en perjuicio del
acreedor, en la fijación de los plazo de pago
en las operaciones comerciales.
Alcance
La presente Ley, al igual que la que pretende modificar, va a ser aplicable a los pagos de contraprestaciones en las operaciones
comerciales realizadas entre empresas, o entre empresas y la Administración Pública, de
conformidad con lo dispuesto en la Ley
30/2007(14), de 30 de octubre, de Contratos del
Sector Público, así como las realizadas entre
los contratistas principales y sus proveedores
y/o subcontratistas. Coinciden también ambas
normas en señalar que no será aplicable a:
•
Los pagos efectuados en las operaciones comerciales en las que intervengan
consumidores.
•
Los intereses relacionados con la legislación en materia de cheques, pagarés y letras de cambio y los pagos de indemnizaciones por daños, incluidos los pagos por
entidades aseguradoras.
•
Las deudas sometidas a procedimientos
concursales incoados contra el deudor, a
las que se les aplicará lo establecido en
su legislación especial.
Destacamos que la Ley 15/2010 establece una definición de Administración Pública,
en sus alusiones a la misma, vinculada ahora
al contenido del art. 3.3 de la Ley 30/2007 de
contratos del sector público en lugar de al
Real Decreto Legislativo 2/2000 del mismo título, como lo hacía la Ley 3/2004.
Añade también la nueva norma una definición de “plazo de pago” para cuya determinación establece que se contarán todos los días
naturales, sin que puedan saltarse en su cómputo los periodos considerados vacacionales.
(14) Esta referencia obligada a la Ley 30/2007 es la única
modificación introducida respecto a la Ley 3/2004 que señalaba “de conformidad con lo dispuesto en el texto refundido
de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas”.
pd
22/03/2011 19:45:06
Medidas normativas para
combatir la morosidad
Según disposición transitoria primera de
la Ley 15/2010, se aplicará a todos los contratos celebrados con posterioridad a su entrada
en vigor (7 de julio de 2010).
Filosofía financiera
El contenido de la nueva regulación se
asienta en los siguientes principios básicos:
8. La transparencia permitirá por último un
control de aquellas empresas o sectores
que sobrepasan los límites máximos de
pago, función que debe llevarse a cabo en
el ámbito corporativo y no particularmente.
a) Determinación del plazo máximo de
pago
La nueva redacción del art. 4 es taxativa;
1. Para evitar la morosidad, se deben establecer plazos máximos de pago que regirán siempre el límite a incluir en los contratos entre comprador y vendedor, contemplándose taxativamente que no podrán
pactarse plazos superiores.
1) Los plazos establecidos son:
•
2. Rigurosidad en la aplicación de plazos.
3. Impedir cláusulas abusivas derivadas de
una posición de poder de grandes empresas en detrimento de las pymes.
4. Establecer como medida de coacción para quienes incurran en demora unos tipos
de interés elevados (bastante por encima
de los precios de mercado) de exigibilidad
inmediata y segura. Se trataría de desincentivar al deudor en el uso de la morosidad como alternativa de financiación (cara) frente a la financiación bancaria (más
barata). Se persigue que, ante una situación de dificultad, el deudor recurra a la financiación bancaria en lugar de provocar
situaciones de morosidad con sus deudas.
5. Posibilitar denuncias de casos abusivos.
6. Protección del pequeño empresario que
hasta la fecha se ha visto obligado a admitir plazos de pago excesivos y desproporcionados de algunos clientes, y que
por temor a represalias comerciales han
sido incapaces de denunciar o exigir plazos de pago más racionales.
7. Transparencia informativa, con el claro objetivo de hacer pública y dar a conocer la
información sobre plazos de pago individuales y sectoriales que hasta la fecha
eran desconocidos, y así facilitar la adopción de decisiones financieras más eficientes en la política financiera de la empresa.
Esta nueva filosofía va a hacer cambiar y
mejorar indudablemente la gestión financiera del ciclo corto y el razonamiento del
mismo.
pd
018_a_Julian_231.indd 27
60 días para los pagos entre empresas
con la excepción, señalada en la disposición adicional primera, de que las entregas de bienes se refieran a productos de
alimentación frescos o perecederos(15), en
cuyo caso será de 30 días.
Se ha querido reconocer una especificidad
para el sector de distribución de libros; en la
disposición adicional segunda, se señala que
reglamentariamente podrá determinarse un
régimen especial de pagos para este sector
en razón a sus ciclos de explotación, rotación
de stocks y régimen de depósito de libros.
•
30 días en los pagos a efectuar por la Administración (según la modificación introducida por el art. tercero de la Ley
15/2010 en el apartado 4 del art. 200 de la
Ley de Contratos del Sector Público. Este
plazo se contará a partir de la fecha de
expedición de las certificaciones de obra o
de los correspondientes documentos que
acrediten la realización total o parcial del
contrato.
2) Los plazos se deben contar desde la fecha de recepción de la mercancía o prestación de servicios, y no desde la fecha o
recepción de la factura. Se evitan de esta
forma posibles maniobras(16) para prolongar el plazo de pago. En este sentido, la
factura o solicitud de pago equivalente deberá hacerse llegar a los clientes antes de
(15) Se entiende por producto de alimentación fresco o perecedero, según la disposición adicional primera, aquellos
que por sus características naturales conservan sus cualidades aptas para comercialización y consumo durante un plazo inferior a 30 días o que precisan de condiciones de temperatura regulada de comercialización o transporte.
(16) Como ocurriría, si se contase desde fecha de factura,
cuando una empresa compradora estableciese como sistema de seguridad el envío de una factura o albarán previo
para que el proveedor la devuelva conformada como paso
previo a elaborar la factura definitiva.
pág
www.partidadoble.es
27
22/03/2011 19:45:06
contabilidad
nº 231
abril 2011
los 30 días de recepción de mercancía o
prestación de servicio.
Agrupación de facturas
Podrán agruparse facturas a lo largo de un
periodo no superior a 15 días, mediante una
factura, pudiendo emitirse una sola factura
comprensiva de todas las entregas realizadas
a lo largo de un periodo no superior a 15 días,
o emitir factura resumen periódica o agrupación de varias en un único documento a efectos de facilitar la gestión de su pago, siempre
que se tome como fecha de inicio del cómputo
del plazo de pago, la fecha correspondiente a
la mitad del periodo de la factura resumen y el
plazo de pago no supere los 60 días.
Transitoriedad en la aplicación de
los nuevos plazos
Esta Ley entró en vigor al día siguiente de
su publicación, es decir, el 7 de julio. La aplicación de los nuevos plazos sólo es inmediata
en el caso de los productos de alimentación
frescos y perecederos. En los demás, la efectividad de los nuevos plazos se conseguirá a
partir del 1 de enero de 2013. Mientras tanto,
desde la entrada en vigor de la nueva ley (7
de julio de 2010) hasta la mencionada fecha
se irán implantando paulatinamente de acuerdo al siguiente calendario.
a) Pagos de la Administración Pública: hasta
el 31 diciembre de 2010 a 55 días; durante el año 2011 a 50 días; durante 2012 a
40 días y 30 días a partir de primeros de
2013.
b) Pagos entre empresas: 85 días hasta finales de 2011, 75 días durante 2012 y 60 días
a partir de primeros de 2013.
Caso especial
Las empresas constructoras de obra civil
que mantengan vivos contratos con la Administración Pública, de forma excepcional y durante dos años a contar desde la entrada en
vigor de la Ley 15/2010 (7 de julio de 2010)
podrán acordar con sus proveedores y/o subcontratistas el siguiente calendario de pagos:
120 días hasta finales de 2011, 90 días durante 2012 y 60 días a partir de primeros de 2013.
Respecto a la eficacia de esta regulación, nos
cabe el recurso de la duda por cuanto se trata
de una opción y no de una obligación.
pág
28
018_a_Julian_231.indd 28
Eliminar posibilidad de pactos
diferentes a los de la norma
Hasta la entrada en vigor de la Ley
15/2010, eran posibles pactos entre partes
contratantes que debían ser respetados. Únicamente, cuando no se pactaban plazos de
pago e intereses de demora, había que aplicar el contenido de la Ley 3/2004.
Sin embargo, en la Ley 15/2010, encontramos tres referencias que dejan claro la imposibilidad de pactar plazos superiores a los
contemplados en la norma.
a) El nuevo apartado 1 del art. 4 de la ley
3/2004 modificado por la Ley 15/2010 tiene dos referencias a esta cuestión. Por un
lado, señala que “el plazo de pago que
debe cumplir el deudor será el siguiente:…” eliminando del texto inicial el término permisivo “a falta de pacto entre las
partes”. Por otro lado, y con una mayor
contundencia, señala a continuación que
“este plazo de pago no podrá ser ampliado por acuerdo entre las partes”.
b) La redacción nueva del apartado 1 del art.
9 de la Ley 3/2004 establece que “serán
nulas las cláusulas pactadas entre las partes sobre la fecha de pago o las consecuencias de la demora que difieran en
cuanto al plazo de pago y al tipo legal de
interés de demora…”
Indemnización de costes
Se sigue manteniendo en la Ley 15/2010 el
mismo derecho y condiciones del acreedor reconocidas por la Ley 3/2004 a reclamar al deudor una indemnización por todos los costes de
cobro con la condición de que estén debidamente acreditados y hayan sido sufridos como
consecuencia de la mora del deudor. Estos
costes estarán limitados al 15% de la deuda
cuando la misma supere los 30.000 euros; hasta ese importe no tendrán límite que les afecte.
Cláusulas abusivas
Según redacción del modificado art. 9 de la
Ley 3/2004, serán nulas las cláusulas pactadas entre las partes, referidas a plazos (fijados
subsidiariamente en art. 4.1), tipo de interés de
demora (art. 7.2) y requisitos para exigirlo (art.
6) que tengan un contenido abusivo en perjuicio de acreedor, y esto ocurrirá siempre que
pd
22/03/2011 19:45:06
Medidas normativas para
combatir la morosidad
los pactos sobrepasen los límites establecidos
en la norma. No obstante, la redacción del art.
9 de la ley 3/2004 modificado por la Ley
15/2010 contiene unas observaciones que
plantean más dudas que aclaración, puesto
que lejos de la contundencia de otros artículos
parece incorporar cierta permisividad en la fijación de cláusulas excesivas basados en la justificación. En este sentido, se señala que, para
determinar si una cláusula es abusiva para el
acreedor. se tendrá en cuenta, entre otros factores, si el deudor tiene alguna razón objetiva
para apartarse del plazo de pago y del tipo legal del interés de demora dispuesto en el artículo 4.1 y 7.2 respectivamente, y si la cláusula
sirve para proporcionar al deudor una liquidez
adicional a expensas del acreedor, o si el contratista principal impone a sus proveedores o
subcontratistas unas condiciones de pago que
no estén justificadas porque él mismo sea beneficiario o por otras razones objetivas.
Destaca la idea del nuevo artículo 9: “No
podrá considerarse uso habitual del comercio
la práctica repetida de plazos abusivos”.
Protagonismo de asociaciones y
corporaciones empresariales y
profesionales
La Ley 15/2010 ha conferido una importante relevancia a las asociaciones, federaciones de asociaciones, corporaciones de
empresarios, profesionales, trabajadores autónomos y agricultores(18), Cámaras Oficiales
de Comercio, Industria y Navegación y colegios profesionales legalmente constituidos.
Estas entidades son la que pueden personarse ante órganos jurisdiccionales o administrativos para ejercer acciones de cesación y retracción cuando existen cláusulas abusivas o
para emprender acciones frente a empresas
incumplidoras de plazos.
Se ha tratado de evitar las mismas acciones hechas de forma individual que podrían
no promoverse en muchos casos ante el
miedo a la posible represalia comercial del
cliente. De esta forma, el anonimato y la
confidencialidad harán factible con regularidad el ejercicio de denuncia de abusos o
incumplimientos.
Intereses de demora
El apartado de intereses de demora contemplado en el art. 7 de la Ley 3/2004 es uno
de los que no ha sido alterado por la Ley
15/2010, por lo que sigue en vigor.
Así pues, la Ley 3/2004 establecía que “el
tipo legal de interés de demora que el deudor
estará obligado a pagar será la suma del tipo
de interés aplicado por el Banco Central Europeo a su más reciente operación principal de
financiación efectuada antes del primer día del
semestre natural(17) de que se trate más siete
puntos porcentuales… El tipo de interés de demora, determinado conforme a lo dispuesto en
ese aparado, se aplicará durante los seis meses siguientes a su fijación.
(17) La resolución de 30 de junio de 2010 de la Dirección
General del Tesoro y política financiera estableció que a
efectos de lo previsto en el artículo 7 de la Ley 3/2004, de
29 de diciembre, y en cumplimiento de la obligación de publicar semestralmente en el Boletín Oficial del Estado el tipo
legal de interés de demora, esta Dirección General del Tesoro y Política Financiera hace público:
1. En la última operación principal de financiación del Banco
Central Europeo en el primer semestre de 2010, efectuada
mediante subasta a tipo fijo que ha tenido lugar el día 29 de
junio, el tipo de interés aplicado ha sido el 1,00 por 100.
2. En consecuencia a efectos de lo previsto en el artículo 7
de la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, el tipo legal de interés
de demora a aplicar durante el segundo semestre natural de
2010 es el 8%.
pd
018_a_Julian_231.indd 29
Transparencia y comprobación
de la eficacia de la Ley
El legislador ha querido primar la transparencia, para lo cual, en el artículo 2 de la Ley
15/2010 ha establecido que se efectuará un
seguimiento sobre la evolución de plazos de
pago y morosidad con la participación de las
asociaciones multisectoriales que se plasmará en un informe anual a remitir a las Cortes
Generales que permita analizar la eficacia de
la Ley.
Los criterios de transparencia y control
también se han extendido al ámbito de la
Administración Pública (artículo 4). Tanto el
Interventor General del Estado como las Comunidades Autónomas y las corporaciones
locales elaborarán trimestralmente un informe sobre el cumplimiento de plazos de pago
previsto en la Ley 15/2010, informes que deberán remitirse a los órganos competentes
del Ministerio de Economía y Hacienda y a
los de las comunidades autónomas, dentro
de sus respectivos ámbitos territoriales.
(18) Que estatutariamente tengan encomendada la defensa
de los intereses de sus miembros.
pág
www.partidadoble.es
29
22/03/2011 19:45:07
contabilidad
nº 231
abril 2011
Deber de información
En la Memoria de las Cuentas Anuales, se
entiende que, tanto en la normalizada como
en la abreviada, deberá aparecer un nuevo
epígrafe en el que se informe de los plazos
de pago a proveedores. Esta es una información nueva que no figura entre los contenidos
mínimos establecidos por la normativa mercantil. Por tanto, para que resulte efectiva esta obligación, se establece que el ICAC deberá resolver sobre la información concreta a incorporar a la Memoria a partir de las cuentas
anuales del ejercicio 2010 y así la Auditoría
Contable pueda acreditar que los plazos de
pago están por debajo de los límites legales
establecidos.
30
018_a_Julian_231.indd 30
Para no volver en el futuro a una situación
de endeudamiento y morosidad como la actual,
la Ley 15/2010 ha añadido un nuevo artículo en
la ley 3/2004 que establece que las Administraciones Públicas promoverán la elaboración de
Códigos de buenas prácticas comerciales.
Línea de Crédito para entes locales
Resolución de conflictos
En la actualidad, la Administración Pública
se ha caracterizado por tener el triste record de
ser la que paga con mayor retraso. Eso ha producido una acumulación en el pasivo de deudas pendientes de pago que ha elevado el nivel de endeudamiento a límites alarmantes. La
entrada en vigor de la Ley 15/2010, que obliga
a reducir progresivamente los plazos de pagos
hasta primeros de 2013, momento a partir del
cual deben pagar a 30 días, va a requerir en la
mayoría de entes que conforman la Administración Pública de unas cantidades elevadas
es
de efectivo que en estos
momentos no tiepo
nen, lo que puede poner
en entredicho, al
m
menos
transitoriamente, la eficacia de esta
norma en la aplicación de estos plazos
por la Administración
Pública. Estos entes
n pueden cumplir esno
ta obligaciones si no
tas
s instaura un mecase
n
nismo
de financiación
tr
transitoria
que les perm ponerse al día en
mita
u plazo razonable.
un
En el nuevo art. 11 de la Ley 3/2004 se establece que las Administraciones Públicas promoverán la adopción de sistemas de resolución
de conflictos a través de la mediación y el arbitraje. Este tema queda pendiente de desarrollo.
Consciente del prob
blema,
el legislador ha
e
establecido
en su disposición adicional
c
cuarta
que el Gobierno
in
instrumentará
a través
d ICO una línea de
del
c
crédito
directa, en cond
diciones
preferentes, y
pág
dirigida a los entes locales para que paguen la
deuda contraída con empresas y autónomos
anterior al 30 de abril de 2010. Se trata de una
solución parcial que aliviará las arcas de muchas de estos entes, a la vez que facilitará indirectamente el saneamiento financiero de muchas empresas y autónomos condenados en
estos momentos a situaciones de precariedad
financiera por haber contratado con los entes
locales.
Futuro
Esperemos que la contundencia con que
se trata de regular el problema de la morosidad, así como las medidas contempladas en la
Ley 15/2010 relativas a plazos máximos, intereses de demoras, transparencia y control, introduzcan un factor de estabilidad financiera
en la gestión del circulante de las empresas.
Posiblemente tengamos que adoptar algún
cambio en un futuro próximo producto de la
nueva Directiva europea sobre morosidad a la
que indudablemente tendremos que adaptarnos. El tiempo lo dirá.
CONCLUSIONES
La actividad económica de cualquier empresa debe discurrir por unos cauces financieros que permitan su desarrollo equilibrado.
Cualquier circunstancia inesperada que altere
este cauce puede interferir negativamente en
su desarrollo y desequilibrarlo financiera y
económicamente. Y la morosidad es un hecho
inesperado en la vida de la empresa que trastoca las expectativas de cobro, lo que contribuye a disminuir la liquidez y la capacidad de
afrontar obligaciones de pago.
Se trata de un problema generalizado al
que, desde Europa, se trata de dar solución
pd
22/03/2011 19:45:07
Medidas normativas para
combatir la morosidad
con la aprobación de la Directiva 2011/7/UE
sobre medidas de lucha contra la morosidad
en operaciones comerciales.
La trasposición a la Directiva de 2000 se hizo en España mediante la Ley 3/2004 de medidas contra la morosidad, posteriormente modificada por la Ley 15 /2010, de 5 de julio. Sus
puntos básicos son:
•
Determinación de un plazo máximo de pago para operaciones entre empresas y otro
para pagos de la Administración Pública.
•
Transitoriedad en la aplicación de los nuevos plazos hasta que el 1 de enero de
2013 entre en plena efectividad.
•
Eliminar posibilidad de acordar pactos diferentes a los contenidos en la norma.
•
Indemnización del deudor al acreedor por
todos los costes de cobro.
•
Fijación de intereses de demora.
•
Reconocer un mayor protagonismo a las
asociaciones y corporaciones empresariales y profesionales en las medidas de lucha contra la morosidad.
•
Transparencia y comprobación de la eficacia de la Ley.
•
Obligación de incorporar en la Memoria de
las Cuentas Anuales un nuevo epígrafe en
el que se informe de los plazos de pago a
proveedores.
•
Instrumentar a través del ICO una línea de
crédito directa, en condiciones preferentes,
y dirigida a los entes locales para que paguen la deuda contraída con empresas y
autónomos anterior al 30 de abril de 2010. 
COMENTEESTEARTÍCULO
En www. partidadoble.es
BIBLIOGRAFÍA
CANTALAPIEDRA ARENAS, Mario (2008): “La
decisión de conceder crédito comercial”. Estrategia
Financiera, nº 253.
LEY 3/2004 de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las
operaciones comerciales. BOE 314, 30/12/2004.
BRACHFIELD, Pere J. (2008): Memorias de un
cazador de morosos. Editorial Gestión 2000,
Barcelona.
LEY 47/2002 de 19 de diciembre, de reforma de la
ley 7/1996, de 15 de enero, de ordenación del
comercio minorista, para la transposición al ordenamiento jurídico español de la Directiva 97/7/CE,
en materia de contratos a distancia, y para la
adaptación de la ley a diversas Directivas comunitarias. BOE 304, 20/12/2002.
BRADIN J.A. (1998): “Como prevenir situaciones de
morosidad e impago” Estrategia Financiera, nº 141
DIRECTIVA 200/35/CE del Parlamento Europeo y
del Consejo de 29 de junio de 2000 por la que se
establecen medidas de lucha contra la morosidad
en las operaciones comerciales.
LEY 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento
Civil. BOE 7, 8/01/ 2000
DIRECTIVA 2011/7/CE del Parlamento Europeo y
del Consejo de 16 de febrero de 2011 por la que
se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales.
LEY 13/2009, de 3 de noviembre, de reforma de la
legislación procesal para la implantación de la
nueva Oficina judicial. BOE nº 266 de 4 de noviembre de 2009
GOSENS DUCH, A. (1996): “La morosidad, ¿es
como los incendios que han asolado nuestro
país?; ¿se propaga?” Técnica contable nº 569
RESOLUCIÓN de 30 de junio de 2010 de la
Dirección General del Tesoro y política financiera
por la que se publica el tipo legal de interés de
demora aplicable a las operaciones comerciales
durante el segundo semestre natural del año 2010.
GRAU CASTELLO, V. y DE LA CHICA CAMÚÑEZ,
J. (1995): “Estrategias para combatir la morosidad”
Estrategia Financiera, nº 12, noviembre.
DE JAIME ESLAVA, José de (1992): CÓmo cobrar
y no perder el cliente. MENTAT, Madrid.
LARRAN JORGE, M. (1999): “El análisis de la
información contable para la toma de decisiones
crediticias” Boletín AECA nº 48.
LEY 15/2010 de 5 de julio, de modificación de la
Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las
operaciones comerciales. BOE 163. 6/7/2010.
pd
018_a_Julian_231.indd 31
LEY 22/2003, de 9 de julio, Concursal. BOE núm.
164, de 10 de julio de 2003.
NUÑEZ RAMOS J. (1999):”La morosidad: causas
y efectos”. Estrategia Financiera, nº 153.
PEREZ DE AYALA P. (1998): “Sistema de prevención de riesgos de cobro”. Estrategia Financiera
145.
SANTANDREU, E. (1993): Gestión de créditos,
cobros e impagados. Ediciones Gestión 2000
S.A. Barcelona.
pág
www.partidadoble.es
31
22/03/2011 19:45:07
Descargar