ÉPOCA DEL DOMINIO BABILÓNICO

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Marduk
Caldeos
Asurbanipal
Nabopolasar
Nabucodonosor II
(605 – 562 a. C.)
“Todos los reyes de
Hatti (Siria y Palestina)
vinieron a su presencia
y él recibió su enorme
tributo”
“He aquí que pienso movilizar a los caldeos, un pueblo
cruel y fogoso, que recorre las anchuras de la tierra,
para adueñarse de países ajenos. Es terrible y
espantoso, impone su ley y su poder; son más raudos
que panteras sus caballos, más ágiles que lobos
esteparios. Sus jinetes galopan, vienen de lejos sus
jinetes, vuelan como águila que se lanza a devorar.
Llegan todos para hacer violencia, son sus rostros
ardientes, como un viento del este, amontonan
cautivos como arena. Se burla de los reyes, los
soberanos le sirven de irrisión; se ríe de toda fortaleza,
levanta un terraplén y la toma”.
“[Ese Líbano], sobre la cual un enemigo
extranjero gobernaba y depredaba sus
riquezas: su pueblo estaba disperso, tras huir
lejos. Con la potencia de mis señores Nabu y
Marduk, yo organicé [mi ejército] para un[a
expedición] al Líbano. Hice feliz aquel país
arrancando sus enemigos arriba y abajo. A los
habitantes dispersos los reuní y volví a
establecerlos (...) Hice vivir a los habitantes del
Líbano con seguridad, a todos juntos, sin que
nadie los molestase”
Monarca
Inicio del reinado
Final del reinado
NABOPOLASAR
625 a. C.
605 a. C.
NABUCODONOSOR II
605 a. C.
562 a. C.
EVIL-MERODAK
562 a. C.
560 a. C.
NERIGLISAR
560 a. C.
556 a. C.
LABASHI-MARDUK
556 a. C.
NABÓNIDO
556 a. C.
539 a. C.
II Re 24,1
“En sus días,
Nabucodonosor, rey de
Babilonia, emprendió una
campaña y Joaquín pasó a
ser vasallo suyo por tres
años, pero luego cambió y
se rebeló contra él.”
II Re 24,12-16
“Entonces Joaquín, rey de Judá, se rindió al rey de Babilonia,
él, su madre, sus cortesanos, jefes y eunucos; el rey de
Babilonia lo hizo prisionero en el año octavo de su reinado. Se
llevó de allí todos los tesoros del templo de YHWH y los del
palacio real y deshizo toda la decoración de oro que Salomón,
rey de Israel, había hecho en el santuario de YHWH, como
YHWH había advertido. Deportó a todo Jerusalén, todos los
jefes y guerreros, diez mil deportados, y todos los herreros y
cerrajeros. No quedó más que la gente más pobre del país.
Deportó a Babilonia a Joaquín y llevó al destierro, de
Jerusalén a Babilonia, a la madre del rey y a las mujeres del
rey, a sus eunucos y a los notables del país. El rey de Babilonia
llevó deportados a Babilonia a todos los hombres pudientes,
en número de siete mil, entre ellos los herreros y cerrajeros
que hacían un millar, así como a todos los hombres aptos para
la guerra”.
II Re 25,5-7
“Las tropas caldeas persiguieron al rey y le
dieron alcance en las estepas de Jericó;
entonces todas sus tropas se dispersaron
abandonándolo. Capturaron al rey, lo
llevaron ante el rey de Babilonia, a Riblá, y
lo sometieron a juicio. A la vista de Sedecías
degollaron a sus hijos, a él le arrancaron los
ojos, lo encadenaron con una doble cadena
de bronce y lo condujeron a Babilonia”.
II Re 25,9
“…el templo de YHWH,
el palacio real y todas
las casas de Jerusalén;
puso fuego a las casas
de los altos personajes.”
II Re 25,22-24
“Nabucodonosor, rey de Babilonia, puso a Godolías, hijo
de Ajicán, hijo de Safán, al frente del pueblo que quedó
en el territorio de Judá.Cuando los jefes de las tropas y
sus hombres oyeron que el rey de Babilonia había hecho
gobernador a Godolías, se presentaron en Mispá ante
Godolías con Ismael, hijo de Natanías, Juan, hijo de
Caréaj, Serayas, hijo de Tanjumet el netofita, Jazanías
de Maacá, acompañados de sus hombres. Godolías les
tomó juramento, a ellos y a sus hombres, diciendo: «No
temáis a los siervos de los caldeos, quedaos en el país,
servid al rey de Babilonia y os irá bien.».”
Jr 40,9-10
“No temáis ser siervos de los caldeos.
Quedaos en el país y servid al rey de
Babilonia, y os irá bien. Por mi parte, aquí
me tenéis establecido en Mispá, para
responder a los caldeos que vengan a
nosotros; y vosotros cosechad vino, mieses
y aceite, metedlo en vuestras vasijas, y
vivid en las ciudades que hayáis
recuperado.”
Jr 42,10-16
“Si os quedáis a vivir en esta tierra, yo os edificaré y no os
destruiré, os plantaré y no os arrancaré, porque me pesa del
mal que os he hecho. No temáis al rey de Babilonia, que tanto
os asusta: no temáis nada de él - oráculo de YHWH - que con
vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano. Haré que
se os tenga compasión y él os la tendrá y os devolverá a vuestro
suelo. Pero si decís vosotros: «No nos quedamos en este país»,
desoyendo así la voz de vuestro Dios YHWH, diciendo: «No, sino
que al país de Egipto iremos, donde no veamos guerra, ni
oigamos toque de cuerno, ni tengamos hambre de pan, y allí nos
quedaremos»; ¡pues bien! en ese caso, oíd la palabra de YHWH,
oh resto de Judá. Así dice YHWH Sebaot, el Dios de Israel: Si
vosotros enderezáis rumbo a Egipto y entráis como refugiados
allí, entonces la espada que teméis os alcanzará allí en Egipto,
y el hambre que receláis, allá os irá pisando los talones; y allí,
en Egipto mismo, moriréis”.
Tres manifestaciones:
 Pérdida de fe – Retorno a las prácticas
paganas.
 Castigo merecido: YHWH rechazó a su
pueblo.
 Arbitrariedad por parte de YHWH: “Los
padres comieron uvas verdes y a los hijos les
duele los dientes” (Ez 18,2).
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