Análisis aproximativo al Mito

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Literatura Indígena Colombiana
Prof. Carlos Bernal Granados
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EL MITO DE YURUPARY
1
El mito de Yurupary se nos presenta como el ejemplo más típico de formalización
literaria en Colombia. Es una leyenda que ha andado por mucho tiempo de boca
en boca por las tribus y las malocas; en los caminos más oscuros de la selva. Su
origen es común a todas las tribus de la Amazonía colombo-brasilera (río Vaupés,
Isana y río Negro), principalmente en la región del Vaupés-Colombia.
La Leyenda de Yurupary es prueba de que nuestra cultura autóctona está aún
presente y viva, pues su culto se practica en numerosas tribus constituyéndose hoy
día en el gran mito, todavía vigente de los indígenas colombianos y por extensión,
latinoamericanos; además, es el único texto indígena de autor conocido.
Extraña la falta de interés que hasta la fecha ha existido por estudiar la leyenda de Yurupary
desde un punto de vista literario, lo cual no ocurre con otros textos amerindios como el notable
Popol-Vuh de los quichés de Guatemala. En realidad, las explicaciones que se intentan a este
respecto no parecen satisfactorias, aunque hay que tener en cuenta que el estudio de la
mitología indígena es un campo relativamente poco explorado y que las investigaciones sobre
literaturas amerindias están en su etapa preliminar2.
Este mito fue recogido a finales del siglo XIX por el indígena brasilero Maximiano
José Roberto, descendiente de indígenas manaos y tirianas, quien lo plasmó por
escrito en lengua franca o Nheengatú (derivada del tupí-guaraní); posteriormente fue
traducido al italiano por el Conde Ermanno Stradelli3 y publicado en 1891 en el
Bolletino de la societa geographica de Roma. (Serie III, Vol III, p.p. 659-689; 789835).
Pese a esta publicación, el mito siguió prácticamente ignorado no sólo por los
colombianos, sino también por los brasileros; hasta que en la década del cincuenta,
Don Pastor Restrepo Lince lo redescubrió; y con la asistencia de Américo
Carnicelli, lo tradujo del italiano al español. Javier Arango Ferrer tuvo conocimiento
de este hecho y fue el primero en divulgar públicamente en su ensayo Raíz y
desarrollo de la literatura colombiana4 la existencia de este documento. En la
actualidad, Héctor Orjuela con la colaboración de Susana N. Salessi y el Instituto
Caro y Cuervo, han publicado una nueva traducción del manuscrito de Stradelli al
español5.
1
BERNAL Granados, Carlos; et-al. Momentos de la Literatura Colombiana: Encuentro de dos culturas.
Tomo I. Bogotá: Universidad Santo Tomás; Siglo XXI Impresores, 1999. p. p.32-51.
2
.ORJUELA, Héctor H. "YURUPARY: Epopeya indígena suramericana". Bogotá, Instituto Caro y Cuervo,
Thesaurus. 1982, p. 4.
3
Ermanno Stradelli (1852-1926), natural de Piacenza, Italia.
4
ARANGO F, Javier. "Raíz y desarrollo de la Literatura Colombiana". En: Historia extensa de Colombia. Vol XIX.
Bogotá: Ediciones Lerner, 1965.
5
En lo sucesivo, para la confrontación y lectura del mito, ver: ORJUELA G, Héctor H. YURUPARY: Mito, leyenda
y epopeya del Vaupés. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1983, 276p.
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Síntesis del Mito de Yurupary
La leyenda de Yurupary es muy extensa, y tiene numerosas variantes6, según la tribu
o el sitio donde está propagada; pero, en resumen puede decirse que es un mito
religioso-agrícola que celebra la fertilidad y, al mismo tiempo, es un ceremonial
iniciático para los jóvenes, un rito encaminado a preservar del incesto, un culto a los
antepasados, un mito secreto masculino machista, y una exaltación de Yurupary,
héroe fabuloso, cuya presencia se invoca para renovar las creencias en sus leyes y
enseñanzas.
Sucintamente, Yurupary hace relación a un ser hermoso y extraordinario nacido de
una virgen, que quedó embarazada por haber comido de un fruto prohibido, y que
realiza hazañas asombrosas y tiene aspecto peculiar, porque su cuerpo irradia luz o
fuego, y está dotado de agujeros que producen sonidos musicales, o truenos, según
el caso. Es además un enviado del sol, y busca una mujer que no sea curiosa, ni
chismosa, ni libidinosa, y tiene una misión religiosa que cumplir. Así, luego de recibir
la piedra cilíndrica y emblemática de la luna, inicia su labor y dicta leyes, ordena
ayuno obligatorio, enseña a cultivar el maíz y establece cantos, bailes y ceremonias
rituales. Pero las mujeres quieren conocer los secretos del culto, que les están
vedados y espían a los hombres, por lo que Yurupary las castiga, convirtiéndolas en
piedras y devorando a sus hijos. Los ancianos entonces deciden darle muerte y
después de emborracharlo, lo arrojan a una hoguera; pero del cuerpo del héroe
brotan palmas que crecen rapidísimamente, y por ellas Yurupary trepa hasta el cielo.
En su ausencia, las mujeres, que han vuelto a la vida, se roban los instrumentos
sagrados, que son la voz de Yurupary, y esto da lugar a un cambio de status social,
en el que las mujeres predominan, se hacen cargo del culto, y los hombres en
cambio tienen que trabajar en las labores del hogar y sufren menstruación.
En este período, Yurupary se hace presente de nuevo, completa su misión
evangelizadora, restableciendo el predominio masculino, y conoce por primera vez el
amor humano; pero falla en la búsqueda de la mujer perfecta, que no puede
encontrar sobre la tierra. Entonces se despide de sus discípulos y desaparece
caminando siempre hacia el oriente.
Análisis del Mito de Yurupary
Héctor Orjuela7 propone diversos campos de interpretación para su análisis; veamos
algunos de ellos:
• Un mito religioso-agrícola de carácter cíclico o periódico que celebra las
cosechas, la germinación y el crecimiento de los frutos y la fertilidad de la
naturaleza.
6
Existen varias versiones que corresponden a diversas tribus de la amazonia: los ciclos Tukano y Arawak.
Siguiendo a Héctor Orjuela, la versión que merece ser estudiada desde lo literario, es la de Maximiano José
Roberto.
7
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 145.
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• Un ceremonial iniciático por el cual los jóvenes cambian de status y se vinculan
enteramente a la sociedad tribal, asegurando así la supervivencia de las
instituciones y la vida misma del grupo.
• Un mito ceremonial encaminado a preservar del incesto a los miembros de la
tribu.
• Un culto de los antepasados que celebra en especial la memoria de un héroe
mítico, líder religioso y legislador, cuya presencia se invoca para renovar las
creencias en sus leyes y enseñanzas.
• Un rito secreto masculino cuyo propósito es asegurar el predominio del hombre
sobre la mujer en la sociedad indígena.
Como objeto de análisis, el mito de Yurupary, posee las características narrativas y
los elementos literarios básicos tales como el manejo del tiempo, el espacio, lo
fantástico, la técnica narrativa, la relación entre los personajes y sus acciones, el
empleo del diálogo y otras técnicas literarias.
...el uso abundante del diálogo entre los personajes y las frecuentes arengas o sermones
de carácter moral que pronuncia Yurupary en su papel de legislador o líder religioso. Estos
rasgos, y el tono de relato legendario que se mantiene en la narración “literatulizan” el
texto, que en este sentido participa del elemento de creación que tiene toda obra literaria,
pero sin que por ello se desvirtúe su valor científico o documental.....el texto tariana de Max
J. Roberto, no sólo es el más completo sino el único que fue organizado en secuencias o
episodios por el autor del original y por su traductor, y que posee valor literario8.
Desde otro punto de vista, el mito de Yurupary mantiene una estrecha conexión con
la concepción del mundo, del hombre; con creencias de tipo religioso, económico y
político; además, con las relaciones de parentesco de los aborígenes; es decir, que
siendo el mito producto de la comunidad, no se puede separar de ella. Es evidente
que todo análisis debe estar más relacionado con la génesis colectiva del relato; sin
embargo, la gran dificultad con que tropezamos es la carencia de estudios e
investigaciones tanto en el campo antropológico como en el social de las
comunidades indígenas9.
Otro campo de análisis, se refiere al valor científico o documental que posee el mito
de Yurupary que como relato, permite seguir los lineamientos metodológicos de la
antropología estructural de Levi-Strauss y Kirk, G.S.10 y desde lo literario, las
propuestas de análisis de J. A. Greimas, Mircea Eliade y Luis Cencillo, entre
otros11.
8
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p.p. 146; 144.
Este es un buen ejemplo para el análisis del mito de Yurupary, pues como se observa, presenta un gran vacío,
quedando abierto el espacio para futuras investigaciones.
10
LEVI-STRAUSS, Claude. "La estructura de los mitos". En: Antropología estructural. Buenos Aires: Eudeba,
1977, p.p. 186-210; KIRK, G.S. El mito; su significado y funciones en las distintas culturas. Barcelona: Barral
Editores, 1973.
11
GREIMAS, A.J. El mito es una unidad narrativa con sus componentes estructurales. Estos son armazón, código
y mensaje. El armazón, además de ser el status estructural del mito, es un elemento invariante que da cuenta del
mito como unidad y del contenido manifiesto en él. El código es suministrado por el mismo relato mítico a través de
9
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Al respecto, es de advertir que las herramientas analíticas y metodológicas
tradicionales de la literatura occidental, pueden resultar inadecuadas e insuficientes al
aplicarse a la mitología indígena americana, por cuanto estas metodologías han sido
generadas paralelamente al desarrollo de la literatura a la cual se aplican y están
íntimamente relacionadas con ella al compartir un proceso cultural común, mientras
que obviamente, la literatura aborigen no ha desarrollado una metodología analítica
propia. Es por ello que puede existir la imposibilidad actual de trascender lo
meramente descriptivo al estudiar el relato, por cuanto la linealidad propia de su
discurso se refleja aparentemente en los elementos constitutivos del mismo, dándole
una falsa apariencia de simplicidad al ser analizado con la metodología disponible.
Para poder analizar los elementos literarios del mito de Yurupary, es necesario
aclarar la función que cumple el lenguaje dentro del relato indígena pues, es bien
sabido que la función mitológica sobrepasa la literaria; ésta última, está dada bajo los
parámetros de la cultura occidental:
Se considera el mito como relato, en la medida en que todo relato es mítico, en cuanto ambos
son productos ficticios, pero su eficacia y verosimilitud descansan en un punto de partida real.
En este sentido, se considera el mito como una clase de relato, que se define por su objeto, su
estructura y sus componentes, personajes y funciones12.
Lo anterior significa, que la formación del mito obedece a contextos culturales que
envuelven procesos diferentes. Así, es necesario hacer claramente la distinción entre
el lenguaje en su función básicamente literaria, que es el primer caso, y el lenguaje
como puente entre el hombre y la naturaleza, que es el caso del relato indígena.
En el primer caso, o sea en el del lenguaje literario dentro de la cultura occidental,
éste va más allá de su fase enunciativa, hace uso de la metáfora y la metonimia
como recurso poético; lo descriptivo y lo significativo superan la realidad en cuanto
plantean nuevas referencias a ella; es un discurso en el que se reordena el mundo,
liberándolo de la realidad inmediata. En una palabra, es plurisémico, su discurso no
es necesariamente lineal.
sus lexemas; finalmente, el mensaje es lo que en particular cada mito quiere significar para el respectivo grupo
social al que pertenece. Ver: "Elementos para una teoría de la interpretación del relato mítico". En: Análisis
estructural del relato. Madrid: Niebla, 1976; Mircea ELIADE, define al mito como el relato que cuenta una historia
sagrada, un acontecimiento que ha tenido lugar en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los "comienzos".
Dicho de otro modo: el mito cuenta, como, gracias a las hazañas de los seres sobrenaturales, una realidad ha
venido a la existencia, sea ésta la realidad total, el cosmos o solamente un fragmento: una isla, una especie
vegetal, un comportamiento humano, una intuición. Ver: Mito y realidad. Barcelona: Labor, 1983, 288p.; Luis
CENCILLO. Sostiene la función significativa del mito. Esta función es básica e impulsadora del vivir colectivo y
personal porque el mito es respuesta a las cuestiones más profundas y graves que un grupo humano se plantea;
además es el resultado de intuiciones privilegiadas que han descubierto conexiones insospechadas entre
realidades transempíricas. Ver: Mito, semántica y realidad. Madrid: B.A.C., 1970, 463p.
12
NIÑO, Hugo. 1978, Op. Cit., p. 22.
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Mientras que el lenguaje en el relato mítico es fundamentalmente el elemento que
establece el puente entre el hombre y la naturaleza, va íntimamente ligado a la
realidad y es dependiente de ella. La palabra y el concepto son inseparables de la
naturaleza y la realidad. Acá, el lenguaje cumple una función nominadora, es
mágicamente funcional13 y el plano de lo significativo está supeditado a lo
indispensable. Es un discurso fundamentalmente lineal.
Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, el intento de análisis se
desarrollará bajo los siguientes aspectos:
En primera instancia, se presentan las diferentes secuencias narrativas, las cuales
están dadas con un recuento de las acciones internas del relato en forma progresiva,
según el orden de aparición. Esto nos permitirá, en un segundo momento,
comprender mejor, por un lado, los ejes de relaciones alrededor de los cuales está
estructurado el relato y facilitar, por otro, la identificación de algunos elementos
literarios, proporcionándonos una visión más clara del mismo.
Secuencias Narrativas
i. El payé de la tribu de Tenui fecunda a las mujeres. Nace una nueva
generación. Entre los recién nacidos, nace Seucy (de la tierra). Esta es
fecundada por la fruta del árbol de Pihican. Naca Yurupary y es proclamado
como Tuixáua.
ii. División de la tribu de los Tenui en dos bandos: mujeres y hombres.
Desaparición de Yurupary (por un período de 15 años).
iii. Al regreso de Yurupary la tribu le ofreció los ornamentos de jefe (cacique).
Investidura de Yurupary con los ornamentos de jefe por parte de Renstalro
(nombre tariana de la luna). Yurupary instaura las leyes a su pueblo,
determinando las diferentes ocasiones en que las fiestas en su honor, deben
celebrarse. Prohibición a las mujeres de participar en las fiestas de los
hombres. Su madre y las demás mujeres desobedecen y Yurupary las
convierte en piedras.
iv. Yurupary manda construir a cinco viejos una casa lejos de la tribu (en las
riberas del río Aiaria) para celebrar sus reuniones, a la cual se le denomina
Yurupary-oca (casa de piedra). Los cinco ancianos entablan relación con la
tribu de los nunuibas. Las mujeres de la tribu creen que se está tramando una
traición contra ellas y deciden descubrirlos.
v. Las nunuibas (por intermedio de Diadue) logran su propósito a través del
anciano Ualri. (o Yurupary) quien devora a unos muchachos (curumy)
nunuibas por haber intentado matarlo sofocado bajo la acción del humo que
producía el asado de los frutos del árbol Vakú. El payé de la tribu descubre la
13
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 16
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afrenta e invitan a Ualri a una fiesta, y utilizando a Diadue lo emborrachan y lo
matan en las llamas. Los huesos de Ualri emiten la música de Yurupary.
vi. De los restos de Ualri crece una passyua (especie de palmera) que se eleva
hasta el cielo. Venganza de Ualri contra Diadue. Esta recibe una pedrada
quedándole desfigurada la cara; "se espantó de su propia fealdad que se
reflejaba en el agua, y desesperada se arrojó en los remolinos del río donde
desapareció para siempre"14.
vii. Enterado Yurupary de lo sucedido, convoca a los hombres a una reunión con
toda serie de precauciones para que las mujeres no se enteren. Les anuncia
la promesa que no sólo él sino todos los que tenían a sus madres convertidas
en piedra debían cumplir: de ir a llorar frente a sus cadáveres y de
enterrarlas.
viii. En el sueño, todos los hombres son transportados (abandonando a sus
mujeres) a las orillas del Aiaria sobre la Yurupary-oca. Yurupary los previene
contras las seducciones de las mujeres para que no se apoderen del secreto
que únicamente los hombres pueden conocer. Yurupary narra a sus hombres
dos historias: la primera, de Dinari y sus dos hijos, Pinon y Meenspusin; es
la historia de los orígenes. La segunda, (continuación de la primera) es la
historia de cómo se pobló la tierra.
ix. Con el tronco de la palmera nacida de las entrañas de Ualri, Yurupary fabrica
los instrumentos del culto. En la noche, traslada la Yurupary-oca a las orillas
del río Cayarí. Les enseña el nombre y la voz de cada instrumento, donde
cada uno por su forma, es la representación de una parte de su cuerpo
(piernas, pecho, brazo, muslo y tibia), o en su defecto del mismo Ualri, de una
mujer, del corazón de una muchacha, del payé, y del ladrón.
x. Yurupary instituye las costumbres y leyes que deben regir a la familia. Luego
celebran la fiesta, donde los hombres aprenden la música y el canto de
Yurupary. Conocen una nueva tribu, la de los ariandas. Yurupary entabla una
buena amistad con el Tuixáua arianda. Se celebran fiestas por tres noches y
tres días. Los hombres olvidan la ley y cometen excesos orgiásticos. Violación
de Curán (hija de Arianda). Obligan a Caminda a casarse con Curán.
xi. Los hombres tenuinas y ariandas se reunen en la casa de piedra para
celebrar las fiestas de Yurupary. Curán los espía y descubre la ley y aprende
la música y el canto de Yurupary.
xii. Yurupary regresa con sus hombres a la sierra de Tenui a cumplir su promesa,
creyendo que ya no tenía nada que hacer en la tribu de arianda. Se
encuentran con que las mujeres al verse abandonadas por los hombres,
habían huido matando a todos los niños varones y cortándose cada una el
14
STRADELLI, Ermanno. "La leyenda de Yurupary". En: ORJUELA, Héctor. Yurupary: Mito, leyenda y epopeya
del Vaupés. (Trad. Susana N. Salessi). Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1983, p. 202.
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cabello para no conservar el olor de los labios de los hombres, los cuales las
dejaron en la casa de Yurupary.
xiii. Para cumplir la promesa Yurupary mandó quemar todos los huesos y beber las
cenizas en el cachirí; para ocultarse de sus madres, confeccionó vestimentas
con los cabellos abandonados por las mujeres, así mismo, fabricó dos
instrumentos (uno para él y otro para Caryda) que debían llorar con ellos. Luego
entierran a sus madres.
xiv. Cumplida la promesa, Yurupary se enteró de que habían sido traicionados por
Curán, la cual reveló a todas las mujeres el secreto de Yurupary; se apoderaron
de los instrumentos con la ayuda de Cudeabumá (espíritu maligno). “La
posesión de los instrumentos por las mujeres da lugar a un cambio drástico en el
status social”15.
xv. Yurupary da a las mujeres las normas para su conducta. Curán desaparece
en la cascada de Nusqué-buscá.
xvi. Una nueva traición a las leyes de Yurupary se infringe por parte de los cuatro
ancianos en la maloca de los nunuiba que en un comienzo habían construido
la Yurupary-oca. Son objeto de persecución por parte de Yurupary y de
Caryda, quienes convierten a dos de ellos en piedra, a otro, en musgo, y al
último que transformado en Pirahíua (pez grande) muere clavado en la arena,
desesperado por el acoso de Caryda en su vientre convertido en puerco
espín.
xvii. Caryda, por órdenes de Yurupary, construye nuevos instrumentos con los
restos de los huesos de Ualri, los devuelve a los hombres e “hizo conocer
todos los mandamientos de su ley y enseñó la música y el canto de
Yurupary”16. Con ello se restablece el orden normal.
xviii. Yurupary “hace proselitismo e instruye a las gentes en sus ritos y leyes para
que se difundan por todas partes”17.
xix. Matrimonio entre Date y Naruna (Tuixáua de la tribu de los Naruna). Date
quiere establecer el orden en la tribu de acuerdo con las leyes de Yurupary.
En las fiestas del matrimonio, Carumá se enamora de Yurupary (conoce el
amor humano). Naruna es castigada por pretender ser la esposa de Yurupary
ya estando casada con Date.
xx. Yurupary cumpliendo sus últimas misiones, se despide de su amigo Caryda y
camina hacia el oriente con Carumá.
xxi. Yurupary convierte a Carumá en una gran montaña y sigue caminando hacia
el oriente.
15
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 108
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 255.
17
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 108.
16
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Estructuras del Mito
En general, observamos que el eje estructural del mito, es cerrado y se desarrolla en
dos planos, en tanto que la trayectoria mítica de Yurupary comienza y termina en la
Sierra de Tenui; el plano terrenal y el plano celestial le dan un sentido cósmico al
mito. En el primero, se origina la religión de Yurupary y el mito del héroe legislador.
"Después de diez lunas dio a luz un robusto niño que superaba en belleza a su
madre; se parecía al sol. Los tenuinas, apenas supieron el nacimiento del niño, lo
proclamaron Tuixáua y le dieron el pomposo nombre de Yurupary, es decir,
engendrado de la fruta"18. En el segundo, al final de la leyenda, se dirige al oriente
para subir hacia el sol. Es la vuelta a su lugar de origen, morada de los astros y de
las pléyades:
Cuando la noche llegue a su mitad debemos separarnos. Yo iré al Oriente, y tú, siguiendo
el camino del Sol, irás al Poniente.
Cuando surgió la luna del seno de la tierra, apareció en la superficie del agua una hermosa
mujer en quien caryda reconoció a Carumá.
Ella dejó oír el canto y la música de Yurupary con tanta dulzura, que Caryda se quedó
dormido, y cuando despertó, ya alta la noche, no vio a nadie.19
Entre los dos planos, Yurupary emprende varias expediciones a las tribus tenuina,
arianda, Naruna y nunuiba; alternativamente, va instaurando sus leyes en cada una
de ellas, fundamentadas en la música y el canto. Cuando Yurupary ve cumplida su
misión evangelizadora y civilizadora, exclama: "Ahora que ya no veo traidores sobre
la tierra, que puedan impedir que se cumplan los usos y costumbres de nuestras
leyes en todos los pueblos del sol, voy a descansar"20.
Desde un panorama amplio, Héctor Orjuela nos dice:
No hay en realidad un tema central en la leyenda, pero entre los diversos temas se destacan la
historia del héroe, el origen mítico de la tribu, el establecimiento de su religión y sus leyes, la
lucha entre el bien y el mal, la rivalidad entre los sistemas de matriarcado y patriarcado, la
traición, el amor, la debilidad connatural del ser humano, la relación entre el hombre y el
cosmos, el hombre y la naturaleza, etc.21
Así pues, desde un punto de vista específico, la estructura del mito de Yurupary
consta de dos partes, a saber:
a. Los episodios relativos a Yurupary, los cuales los podemos observar en las
secuencias narrativas: ii-vii; ix-xx.
18
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p 184.
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 265.
20
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 257.
21
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 146.
19
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b. Las dos historias (relatos dentro del mito) acerca de Pinón, que se refieren a
los orígenes míticos y, a los diversos núcleos de población. Secuencia
narrativa: viii.
Hay otros elementos que confluyen en la estructuración del mito, los cuales permiten
establecer la relación inmediata entre los personajes y sus acciones. De esta
manera, se comprenderán mejor los ejes de relación alrededor de los cuales está
estructurado. Por ejemplo, la concepción dualística del mundo, donde podemos
observar que Yurupary siendo un ser terrenal, al mismo tiempo es un ser astral; es un
ser vegetal, ya que es engendrado de la fruta y al mismo tiempo, es un ser
meteorológico porque produce lluvias, truenos y rayos; es hijo de Seucy (de la
constelación de las pléyades) y de Pinón (constelación de escorpión), pero también
es un ser natural ya que su madre terrenal es Seucy (de la tierra).
Pinón, padre astral de Yurupary, es un ser fecundante y fundador; pero por otra
parte, Yurupary es un legislador y un civilizador. Si la misión de Yurupary en la tierra
es de evangelizar y civilizar a los hombres, es la personificación del bien; por el
contrario, cuando se torna vengativo, en especial con las mujeres por violar las leyes
y costumbres22, es el símbolo del mal; de ahí que las mujeres lo designen con el
nombre de Buscan o corazón duro: "Después de un castigo tan riguroso, las
tenuinas, en vez de sentirse espantadas, se exasperaron aún más contra Yurupary, a
quien ahora llamaban Buscan, y juraban acabar con él para poder seguir gobernando
según su propio capricho"23.
Otro carácter dualístico se puede determinar a partir de Pinón y de Ualri en relación
con Yurupary. Pinón busca a su madre, Yurupary quiere llorarla y enterrarla; Pinón es
un hombre pájaro, Yurupary es un ser vegetal; Pinón fecunda a las mujeres y puebla
la tierra, Yurupary civiliza a su pueblo. En el caso de Ualri-Yurupary, se observa que
los dos personajes, en últimas, son una personificación del bien y del mal. Por
ejemplo, cuando Ualri es consumido por el fuego, de sus cenizas surgen animales
malignos que se esparcen por toda la tierra y al mismo tiempo, crece una palma, de
la cual se fabrican todos los instrumentos musicales que junto al canto y el baile,
servirán para rendir culto al rito de Yurupary. La palma también representa el vínculo
entre el cielo y la tierra, pues por ella, sube Yurupary al cielo. Además, los
instrumentos representan los huesos y la voz (canto) de Yurupary.
Existen otros elementos que ayudan a la conformación estructural del mito, los cuales
están dados a partir del personaje Caryda que enseña y divulga las leyes de
Yurupary; también por intermedio de los diferentes Tuixáuas y payes de cada una de
las tribus o malocas donde Yurupary impone sus leyes y costumbres, los cuales son
defensores y propagadores de las mismas.
22
Principalmente en el episodio en que Yurupary convierte en piedra a todas las mujeres (incluida su madre) de la
tribu tariana. Lo cual representa para Yurupary un sentimiento de culpa, obligándolo a cumplir la promesa de llorarla
y de enterrarla.
23
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p 190.
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En todo el mito se observa otro eje estructural importantísimo, que cumple una doble
función: el de los matrimonios entre las tribus; los ejemplos en el mito, están dados a
partir de la unión entre Caminda y Curán; Naruna y Date:
Entre los tenuinas había también un joven hermosísimo llamado Date. Cuando lo vio
Naruna le propuso que se casara con ella y que de esta manera se convertiría en el
Tuixáua de esta tierra.
Y fue así como le habló ella a Date:
-Quiero ser tu mujer, porque eres el joven más bello que se ha cruzado en mi camino hasta
ahora, y por eso tú me perteneces. Date, que no sabía qué hacer para cambiar las
costumbres del lugar, de acuerdo con las leyes de Yurupary, aceptó el ofrecimiento de
Naruna para así poder imponerlas mejor24.
Por un lado, éstos quieren enfatizar el hecho de que las mujeres siempre traicionan a
sus hombres y por extensión, a toda tribu. Por otro, la necesidad de la unión no
solamente sexual, sino social y política.
Las fiestas (ritos, cantos y bailes) que se celebran en los matrimonios, son momentos
propicios para que nuevas parejas se conozcan. Además, es una buena oportunidad
-ya que hay dos tribus reunidas- para enseñar las leyes de Yurupary.
Enfatizando un poco más en cuanto al eje de relaciones alrededor de las cuales está
estructurado el relato, observamos que en torno a Yurupary giran diferentes
personajes, ya sean personas, animales y objetos. Para ello y desde un plano
general, estas relaciones se determinan a partir de las cuatro expediciones que
Yurupary emprende a las tribus de los tenuinas, nunuibas, ariandas y naruanas. En
cada una de ellas se refleja una relación directa e indirecta -según el caso- de
Yurupary con los demás personajes, en especial con las mujeres:
Tribu de los tenuinas
Tribu de los nunuibas
Tribu de los ariandas
Tribu de los naruanas
: obtención del poder
: prohibición y castigo
: de la persuación al castigo
: el poder y el amor
Anteriormente mencionábamos que la misión esencial de Yurupary es la de cambiar
las costumbres en las tribus y por extensión a todos los pueblos. "Después de la
profanación de Curán, los tenuinas que se habían quedado en el pueblo de Arianda
partieron hacia diversos puntos de la tierra"25, e impusieron sus leyes a los hombres y
a las mujeres; con la diferencia de que el uso de los instrumentos musicales, el
sonido que emitían y el canto en honor a Yurupary, sólo estaba permitido
exclusivamente a los hombres.
24
25
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 255.
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 255.
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Es precisamente la relación de Yurupary con las mujeres y con la naturaleza, la
constante que con más énfasis quiere abarcar la estructura del mito. Otros
elementos, quedan abiertos para su análisis.
Relación de Yurupary con las mujeres
Una de las relaciones más significativas en el mito, es la de Yurupary con las
mujeres, pues éstas, al sentirse desplazadas del rito, están en un constante proceso
de inseguridad frente a la tribu y a los hombres, aunque obligatoriamente deban
cumplir las leyes que les son impuestas. Por eso, Yurupary previene a los hombres
contra las mujeres: "Pocos se resisten a ellas, porque sus palabras tienen la dulzura
de la miel de abejas, sus ojos la atracción de la serpiente, y todo su ser tiene
seducciones irresistibles que comienzan dando placer y terminan subyugando"26.
Esta inseguridad las lleva a la traición para conocer el secreto de los hombres,
aunque en últimas salen perdiendo y son castigadas. Lo anterior se puede
representar de la siguiente manera:
IMPOSICION DE NUEVAS
LEYES
TRAICION
CASTIGO
PROFANACION
DESPLAZADAS
ORDEN MORAL
Yurupary es consciente de que en todos los pueblos existe una carencia de
verdaderas leyes que rijan la conducta de los hombres: "Se sonrió pensando en los
engaños de las ambiciosas mujeres, dándose cuenta de que aunque la población
estaba compuesta de una buena cantidad de hombres, hermanos de la Seucy de la
tierra, no tenían sin embargo ningún poder decisorio, tanto se doblegaban a la
voluntad materna"27; es por esto que quiere civilizarlos e imponer el patriarcado pero
desplazando, por supuesto, a las mujeres en el conocimiento y uso de los
instrumentos del rito. Las mujeres deben obedecer ciegamente las leyes pero sin
preguntar nada:
Comenzó declarando que sus leyes durarían con el nombre de Yurupary mientras el sol
iluminara la tierra, y les prohibió terminantemente a las mujeres participar en las fiestas de
los hombres cuando estuvieran presentes los instrumentos especiales que debían
distribuirse en la próxima reunión inaugural.
La violación de esta proscripción sería condenada a muerte, y el castigo sería ejecutado
por quien primero tuviera conocimiento del delito, aunque fuera su padre, hermano o
marido28.
26
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 205.
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 187
28
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 188.
27
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La traición al rito de Yurupary se da por parte de las mujeres y de los cinco ancianos
que construyeron la Yurupary-oca, pasando por alto la advertencia que les había
hecho Yurupary. Todos sin excepción (incluida su madre) son castigados.
La primera traición se da cuando las mujeres tenuinas se ven desplazadas (pues
eran las "que dirigían los asuntos del pueblo") de la reunión convocada por Yurupary
a los hombres: "Durante el día las tenuinas trataron por todos los medios de
enterarse a toda costa, por medio de espías, de lo sucedido en la reunión secreta de
Yurupary. Con tal fin fueron elegidas las que no tenían niños pequeños"29. El castigo
de Yurupary fue el de convertir a las mujeres espías en piedra:
Al terminar la reunión el tuizáua Yurupary lloraba, pero nadie se atrevió a interrogarlo.
Cuando más tarde descendieron de la montaña, encontraron a lo largo del camino a las
mujeres que habían ido a espiar y las vieron transformadas en piedras.
Todas conservaban la apariencia que tenían cuando estaban vivas.
Quién las había reducido a tal estado? Jamás lo supo nadie exactamente. Lo cierto es que
allí quedó también la misma madre de Yurupary. Quedó con la cara vuelta hacia el oriente,
señalando con la mano del corazón en dirección del Lago Muypa y con la otra el árbol de
Pihycan, rejuvenecida, y con una sonrisa maliciosa en los labios30.
Yurupary se sentía triste ya que su obligación de imponer justicia lo obligaba a
castigar a su propia madre.
La segunda traición se da por intermedio del anciano Ualri, cuando en la tribu de los
nunuibas, "dejó escapar estas palabras: -Qué buena tierra es ésta donde las jóvenes
son todas hermosas como lo era nuestra Seucy! Pero quién sabe si mañana estarán
maldiciendo nuestra llegada a causa de la ley de Yurupary!"31.
Las mujeres comienzan a investigar y traman conocer los secretos de los hombres,
utilizando a Diadue:
Se trama una traición contra nosotras, -dijo una de las nunuibas-. Debemos tratar de
descubrirla pronto para tener el corazón tranquilo. Mañana cada una de nosotras, aquí o
en su casa, debe obligarlos a revelar lo que se trama contra nosotras, por medio de
seducciones o de sorpresas.
Y los viejos se calentaban con el juego, y Ualri, para quien el placer era más intenso,
comenzó a lamentarse de la rigurosa ley de Yurupary, hasta que poco a poco descubrió
todos los secretos.
Y así, a causa de la involuntaria revelación de Ualri, las nunuibas alcanzaron su
propósito32.
29
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 188.
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 190.
31
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 192.
32
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p.p. 192; 194.
30
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Yurupary tuvo conocimiento de la nueva traición, cuando "una mariposa negra se le
posó en la mano y le dejó una gota de sangre caliente; él sintió que de pronto perdía
el valor"33. El castigo a Ualri fue impuesto por la misma tribu de los nunuibas al
quemarlo vivo. Este a su vez, toma venganza de la traición de Diadue.
La tercera traición fue ejecutada por Curán (esposa de Caminda) de la tribu de los
ariandas, cuando espió la fiesta de Yurupary. Arianda, el Tuixáua de la tribu, mandó a
todas las mujeres a pescar cangrejos por tres días. "Curán fue la única que no fue
con ellas, protestando que estaba enferma"34 y en complicidad con Cudeabumá, "Un
día Curán reunió a todas las mujeres fuera de la maloca y les reveló el secreto de
Yurupary; les dijo cómo eran los instrumentos y cantó la música y el canto de
Yurupary"35.
Yurupary se dio cuenta de la traición, cuando sintió que en su maitiry algo se movía, y
exclamó: "-!Compañeros, somos traicionados! ...-No podrá existir jamás sobre la
tierra una mujer realmente de buen juicio?"36.
El castigo para Curán consistió en hacerla desaparecer en la cascada de Nusquébuscá donde la Gran Serpiente se la llevó al fondo, "...pero también cuentan que
desde entonces, en el centro de la cascada, aparece a medianoche una mujer
hermosísima de cabellos negros, que después de tocar y cantar la música y el canto
de Yurupary, desaparece entre las aguas"37.
La cuarta traición se da por parte de los cuatro ancianos, compañeros de Ualri.
Cuando Caryda fue atacado por dos tababá (grillos), alertaron a Yurupary de que
estaban siendo traicionados de nuevo por dos de los ancianos, en la tribu de los
nunuibas que tocaban y cantaban la música y el canto de Yurupary en medio de las
mujeres, entonces, emprende el viaje para castigar a los traidores; los cuales son
convertidos uno en piedra y el otro en musgo.
Las mujeres al ver que los ancianos habían desaparecido, recurrieron a "los otros
que quedaban, con toda clase de artificios, para que acabaran de enseñarles la
música y el canto de Yurupary. ...Cuando llegó la noche, todas las mujeres de la
maloca nunuiba estaban reunidas en la sala de la fiesta, y los dos viejos comenzaron
a tocar sus instrumentos con las mujeres y las que no tenían instrumentos
acompañaban con el canto"38. Los ancianos, intimidados por el paye de la tribu, el
cual les recordaba que no eran más que unos violadores de sus leyes y pagarían
cara su propia debilidad, huyeron ante el peligro de la amenaza del castigo de
33
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 202
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 237.
35
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 241.
36
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 240.
37
ORJUELA, 1983, Op. Cit., P. 246.
38
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 250.
34
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Yurupary. Uno de los ancianos fue convertido en piedra y el otro murió acosado por
un puerco espín (Caryda) en su vientre.
Desde otro punto de vista, en el mito hay otro síntoma de rebeldía por parte de las
mujeres de la tribu de los tenuinas, enlazándose perfectamente con la promesa que
Yurupary hace frente al cadáver de piedra de su madre.
En el primer caso, cuando las mujeres tenuinas se vieron abandonadas por sus
hombres, desesperadas porque no sabían hacia dónde se habían dirigido (a la
Yurupary-oca a orillas del Aiaria), tomaron la determinación de que:
Para que no se propague la raza de estos hombres sin amor, sin corazón, propongo
(arauyry) que se les dé muerte a todos los niños varones.
Y Pesparen agregó: -No sólo hay que matar a todos los hijos varones de estos hombres
ingratos, sino que además debemos cortarnos el cabello, que aún conserva de los labios de
los traidores, para guardarlo en la casa de Yurupary; después podremos buscar un nuevo
destino.
Nuré, que tenía más de un hombre, y entre ellos a Caryda, dijo: -Todo eso está bien, pero
para que no quede nadie, llevemos también a nuestras parientas de piedra y con ellas a
Seucy.
Saén, joven ardiente y exagerada, propuso en fin que mediante una operación, se
imposibilitara a las mujeres para que nunca más cedieran ante los hombres39.
Esta vez el castigo que Yurupary les concedió ante tal afrenta, fue el de ir a la deriva
por el río sin rumbo fijo y "sin más guía que la corriente".
El segundo caso se refiere a la promesa que Yurupary hizo frente al cadáver de
piedra de su madre Seucy: Llorarla y enterrarla. Esta, ante la determinación de su
hijo, se le aparecía en sueños con las otras víctimas, mofándose de él y escupiéndole
el rostro. Yurupary aceptaba con resignación:
Y ante tantas dificultades, Yurupary se sentía cada vez más desanimado, y un día casi
enloquecido se dirigió al lugar donde estaban sus víctimas y se arrojó gimiendo a los pies
de su desventurada madre; después se desvaneció.
Al volver en sí, el sol brillaba sobre el rostro de su madre; entonces recordó que tenía una
misión que cumplir.
Abrazó aquella fría mujer de piedra, hizo una promesa reafirmada por sus sollozos, y
descendió al poblado40.
Yurupary hace copartícipes de la promesa a los otros hombres que tenían a sus
mujeres convertidas en piedra. Al cumplir su promesa, "Yurupary tomó el cuerpo de
su madre, voló con él a la Sierra de Marubitena y allí lo dejó, diciendo: -Te dejo sobre
39
40
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p.p. 239-240.
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 203.
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esta montaña para que seas útil a todos y para que de tu cuerpo nazcan plantas que
sirvan para curar los amores infelices"41.
Otro aspecto significativo en la relación de Yurupary con las mujeres, lo constituye la
búsqueda de la mujer perfecta42. Sólo en el caso de Carumá, Yurupary conoce el
amor humano. En este sentido podemos afirmar que se humaniza.
Al alcanzar la luna el centro del cielo, Naruna ofreció el capy a todos los que danzaban y
cuando el último fue servido, rodeó al esposo con sus brazos.
Y todos la imitaron. Yurupary trató de retirarse, pero la maestra de ceremonias, que
vigilaba para que los usos fueran observados, lo obligó a someterse a su compañera
(carumá), que aún no conocía hombre.
Y Yurupary, gimiendo, cedió43.
Aunque Carumá no es la mujer perfecta, de todas maneras, al haber tenido
relaciones con ella, no debe ser vista ni tocada por ningún hombre: "Si yo hubiera
sospechado lo que me esperaba, no habría asistido al matrimonio de Date, ni hubiera
dado mi palabra de someterme a todas las costumbres de esta gente. Pero nadie
más verá a Carumá que desde hoy es mía, y la conduciré lejos de la vista de los
hombres para que no sea manchada la única mujer que he tenido"44.
En efecto, al final del mito, Carumá parte con Yurupary y Caryda rumbo al oriente,
"...hacia las orillas de un río de aguas blancas, y allí se elevaron hasta tocar el cielo,
dejando caer a Carumá desde arriba. A medida que el cuerpo de Carumá caía,
aumentaba de tamaño al aproximarse a la tierra, y cuando tocó tierra, se había
transformado en una gran montaña"45.
Quizás, cuando el hijo del sol encuentre la mujer perfecta, es decir, "que sea
paciente, que sepa guardar un secreto y que no sea curiosa"46, entonces las mujeres
podrán participar del rito de Yurupary y establecer un status social equitativo para la
convivencia entre las mujeres y los hombres y por extensión de todo el género
humano:
Si un día el sol, tú y yo nos encontramos en el mismo lugar, esto querrá decir que por fin ha
aparecido en el mundo la primera mujer perfecta47.
41
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 239.
Cuando Arianda le ofrece a su hija Curán en matrimonio, Yurupary le responde que no tomará una mujer hasta
tanto no cumpla su misión.
43
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 260.
44
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 264.
45
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 264.
46
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 265.
47
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 265.
42
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Relación de Yurupary con la naturaleza
Al comienzo del presente análisis, mencionábamos que en el caso del mito indígena,
hay una estrecha relación entre el hombre y la naturaleza. En el mito de Yurupary
cumplen un papel fundamental los animales, las plantas, los ríos, las montañas, el
cielo, la tierra, las fuerzas telúricas, en suma, toda la naturaleza en el sentido terrenal
y cósmico. Veamos un ejemplo:
Entre los recién nacidos había una espléndida niña, que por su belleza fue llamada Seucy.
La Seucy de la tierra era la réplica de la Seucy del cielo y creció hasta la edad de los
primeros amores tan pura como la estrella de la mañana.
Un día quiso comer de la fruta del pihycan y se internó en la selva. Fácilmente encontró la
fruta apetecida y no le fue difícil alcanzarla pues unos monos, antes de que ella llegara,
habían hecho caer algunas que frescas y apetitosas estaban aún en el suelo.
La bella muchacha eligió las más hermosas y maduras, y habiéndolas amontonado frente
a ella, comenzó a comerlas. Eran tan suculentas, que parte del jugo se le escurrió por
entre los pechos, mojándole las partes más ocultas, sin que ella diera a esto la menor
importancia.
Comió hasta saciarse y no regresó a su casa hasta la hora de las tristezas, contenta de
haber satisfecho un deseo nutrido por mucho tiempo.
Pero sentía los miembros entorpecidos por una extraña sensación jamás experimentada
hasta entonces. Movida por un instinto natural, se examinó atentamente y se dio cuenta
que su virginidad ya no existía y que en sus vísceras había algo desconocido.
Avergonzada, no dijo nada a su madre, y mantuvo celosamente el secreto, hasta que el
tiempo se encargó de hacer evidente su estado. Entonces, interrogada por los de la tribu,
que querían vengar la afrenta del violador, con la ingenuidad contó la historia del pihycan.
Después de diez lunas dio a luz un robusto niño que superaba en belleza a su madre; se
parecía al sol. Los tenuinas, apenas supieron el nacimiento del niño, lo proclamaron
Tuixáua y le dieron el pomposo nombre de Yurupary, es decir, engendrado de la fruta48.
Yurupary en su misión civilizadora por toda la tierra, o es águila, o es sol; es Icamy
(pájaro trompeta) o es instrumento musical; es jaguar o es un ser vegetal; es lluvia o
es trueno, etc.
Algunos animales están en contra o a favor. Los unos, por lo general, habitan las
entrañas de la tierra, o tienen una simbología maligna, son amigos de Cudeabumá:
murciélagos, lechuzas, gusanos, serpientes, sapos, cangrejos, el tapir. Los otros,
tienen una connatural disposición a la luz, a la libertad, a lo bello: las aves en
diferentes géneros: águila, guacamayas, periquitos, gavilanes, el caucao, entre otros.
En fin, como se puede observar, se podrían seguir mencionando muchos otros
elementos literarios en el mito. Estos valores intrínsecos de carácter estético y
estilístico que posee el mito, junto a el renombre que ha adquirido más allá de
nuestras fronteras, son mérito más que suficientes para estudiarlo -por supuesto
junto a otros mitos- como un material vivo y de excepción que ilustra y comprueba a
48
ORJUELA, 1983, Op. Cit., p. 183.
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la perfección que nuestra literatura colombiana encuentra en él sus más remotos
orígenes.
Prueba de lo anterior, es el reciente estudio del mito de Yurupary49, realizado por
Cecilia Caicedo. La motivación de la autora, con el ánimo de iniciar la reconstrucción
literaria del poema (teniendo en cuenta la importancia del mito de Yurupary desde el
campo literario, etnográfico y sémico), es simplemente dar un aporte a lo que con
seguridad, complementará la bibliografía sobre estudios e interpretaciones literarios
del mito de Yurupary:
Bajo esta premisa el lector encontrará alusiones metodológicas a diferentes marcos
conceptuales, porque lo que nos mueve no es la explicación rigurosa y asaz sistemática de un
modelo teórico, sino la aproximación, exploración y explicación de nuestra cultura aborigen,
más cuando la gran mayoría de los marcos, modelos y teorías literarias no han sido elaboradas
de manera específica para valorar la creación literaria de los pueblos indoamericanos50.
En suma, se propone dos cosas: a. Asumiendo la concepción del hecho literario
como un producto cultural al cual las coordenadas sociales lo modifican, sustentan y
explican y b. Desde la factura poética, verifica su estructura, tipo de composición,
niveles de recreación simbólica, recurrencia de leitmotive y explicación e
interpretaciones del mito central.
El viejo mundo y el nuevo mundo. Una confrontación perdurable
El Nuevo Mundo era en el momento del descubrimiento, un mundo ya viejo que tenía
el recuerdo de su prehistoria, de la existencia de culturas antiguas. Desde entonces, no con el criterio europeo como erradamente solemos llamar nuestra prehistoria- ese
mundo viejo se estaba integrando en grandes imperios indígenas desde el norte
hasta el sur de América, tenía plena conciencia de su propia historia, y la estaba
haciendo dentro de un propósito de integración cultural a finales del siglo XV cuando
irrumpió abruptamente el hombre europeo.
Las leyendas y mitos aborígenes recogían tradiciones de estas culturas antiquísimas
que no conocieron los aztecas, ni los mayas, ni los taironas, ni los incas, y las
consideraban su prehistoria, nuestra prehistoria.
Desafortunadamente, el hombre occidental no descubrió voluntaria o
involuntariamente estas maravillas del ser indígena, pues como todos sabemos, tenía
otros intereses. Al contacto con el "Viejo Mundo" (América), el español se
transformaba profundamente y dejaba de ser europeo para convertirse en un criollo
americano. En la mayoría de los conquistadores, existía la voluntad de evadirse del
49
CAICEDO de C., Cecilia. Origen de la literatura
Tecnológica de Pereira; serie Humanística N. 4, 1990.
50
CAICEDO, 1990, Op. Cit., p.8
colombiana: EL YURUPARY. Pereira: Universidad
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Viejo Mundo (occidente) y de crear nuevos reinos y nuevas culturas en una tierra
"que creían" virgen culturalmente.
Lo que se operó en últimas, fue la resultante de la descomposición de muchas
culturas, no sólo nuestros faustos imperios antiquísimos, sino las grandes
monarquías europeas51, dando origen a incipientes estados de dominación y de
dependencia. Nosotros fuimos el último capítulo de la historia del imperio español
que, como se sabe, comenzó con la toma de Granada y terminó con la
Independencia de América. La conquista del siglo XVI desplazó prácticamente a las
grandes culturas indígenas pero paralelamente las transformó mediante un proceso
"culturizador y evangelizador".
Consideraciones finales
1. La inclusión del capítulo Literatura Indígena colombiana en las letras
colombianas, no pretende ubicarse dentro de un contexto histórico. La
literatura viva aborigen no repercute en el proceso literario nacional. Sus
posibles influencias desde la tradición oral aún no son posibles de precisar.
2. La inclusión del Yurupary y de Primitivos relatos contados otra vez, están
inscritos dentro del objetivo de vincular la literatura colombiana con el
mundo indígena. Por otro lado, la presencia aborigen se ha mezclado con
nuevos elementos culturales. Es el mismo caso de la literatura indigenista
de José María Argüedas, aunque desde otro punto de vista, porque nuestro
gran maestro llega al mundo del indio a través de su interioridad. En
consecuencia, nuestros textos de estudio son referencias fundamentales
para acceder a la palabra creadora de los hombres primigenios. Por otro
lado, el libro de Hugo Niño tiene una validez demostrable como obra
literaria escrita en español.
3. la bibliografía sobre literatura indígena colombiana es reducida, por no decir
escasa. Estas lecturas sólo pretenden establecer algunas bases para iniciar
una profundización del tema mediante la investigación, la creación de obras
y la vinculación del propio indígena a nuestra cultura con la óptica de su
universo personal. Sobre tradición oral todo está por estudiarse.
4. la consideración de promover estudios indígenas desde el punto de vista
literario, incluye la consideración de publicar, en ediciones populares, El
Yurupary.
Finalmente, en una doble relación, entendiendo profundamente la expresión
aborigen, comprenderemos profundamente nuestras raíces. Ofreciendo a las
comunidades indígenas su independencia, ellas podrán comprender quiénes
somos y en qué medida, juntos podremos construir la historia del futuro. El
paternalismo, la manipulación, las políticas segregacionistas que marginan al indio
51
Al llegar los españoles a América dentro del contexto del Renacimiento, se comenzaban a insinuar ciertos
síntomas de decadencia. Políticamente Europa se estaba descomponiendo al poderoso impacto de la Reforma y la
Contra-reforma. Estaba saliendo de la Edad Media, y el fermento de las nacionalidades, promovido por el
protestantismo, erosionaba las bases de reinos y naciones que antes se concebían como miembros de un imperio
superior que era el de la iglesia católica.
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de nuestra cultura, no son más que estrategias necolonialistas que propician
nuestra destrucción. El ideal de recuperar el paraíso perdido precolombino, hoy
día parece una actitud de fuga ante la historia que avanza. Sólo estableciendo
relaciones creativas con los aborígenes, podremos enriquecer los perfiles de
nuestra expresión mestiza. Al fin y al cabo el indígena posee una de las tres
claves que definen nuestra existencia social y espiritual.
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