RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN DE PESQUERÍAS POR CUOTAS

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RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN DE PESQUERÍAS POR
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES DE CAPTURA
Un marco normativo para la explotación sustentable
de los recursos vivos del mar
CAT. OPP/CAG/2011-14
NOVIEMBRE DE 2011
REGIMEN DE ADMINISTRACION DE PESQUERIAS POR
CUOTAS INDIVIDUALES TRANSFERIBLES DE CAPTURA
Equipo
AG Mónica HOBERT (Coordinadora)
AG Ana MERINO
AG María Eugenia MICHLIG
AG Alicia SAAB
AG Norberto PEREIRA
Este documento fue producido por integrantes del Area Temática “Políticas de Pesca”
del Observatorio de Políticas Públicas del Cuerpo de Administradores Gubernamentales de la Jefatura de Gabinete de Ministros en el año 2011. Las opiniones expresadas
corresponden pura y exclusivamente a los autores, y de ninguna manera, bajo ninguna
circunstancia, podrán ser interpretadas como que establecen una posición oficial del
Editor.
El Observatorio de Políticas Públicas del Cuerpo de Administradores
Gubernamentales inició sus actividades en el año 2002 en jurisdicción
de la Coordinación General del C.A.G., sus documentos son publicados
en el sitio WEB oficial de la Secretaría de Gabinete de la Jefatura de
Gabinete de Ministros.
AG Lic. V. Daniel Piemonte
Coordinador General del
Cuerpo de Administradores Gubernamentales
AG Ing. Guillermo J. Alabés
Coordinador Ejecutivo del
Observatorio de Políticas Públicas
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ÍNDICE
Resumen Ejecutivo
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Introducción
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1.- De “los recursos inagotables del mar” a la “utilización racional de los
recursos naturales…”.
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2.- De la “pesca olímpica” a las Cuotas Individuales Transferibles de Captura
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3.- El Régimen Federal de Pesca – Su implementación en un contexto de
emergencia.
4.- El Régimen General de Cuotas Individuales Transferibles de Captura
(CITC) y regímenes específicos por especie.
4. a.- Régimen de Transferencias de Cuotas Individuales Transferibles de
Captura.
4. b.- Régimen específico de CITC de polaca (Micromesistius australis)
4. c.- Régimen específico de CITC de merluza negra (Dissostichus
eleginoides)
4.d.- Régimen específico de CITC de merluza de cola (Macruronus
magellanicus)
4. e.- Régimen específico de CITC de merluza común (Merluccius hubbsi)
4. f.- Medidas de administración para la especie merluza común (Merluccius
hubbsi)
5.- Primer año de aplicación del Régimen de Cuotas Individuales
Transferibles de Captura.
5.1.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de la
especie polaca.
5.2.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de merluza
negra.
5.3.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de merluza
de cola.
5.4.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de merluza
común.
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RESUMEN EJECUTIVO
El presente trabajo busca reflejar el marco normativo para la explotación sustentable
de los recursos vivos del mar vigente y el desarrollo de acuerdos y negociaciones que
llevó a este logro.
El primer punto expone la evolución de la normativa que reguló la actividad pesquera
en nuestro país hasta la reforma de la Constitución Nacional y el cambio de criterio
legislativo respecto de los recursos naturales.
El segundo describe el proceso de negociaciones y discusiones que precedió a la
sanción del Régimen Federal de Pesca.
El tercer capítulo refiere el proceso de implementación de la Ley y la puesta en
marcha del “Régimen de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC)”.
Por último, se expone el Régimen de Cuotas Individuales Transferibles de Captura
actualmente en vigencia.
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Introducción
La Ley N° 24.922, Régimen Federal de Pesca, contempla en su artículo 27 una
modificación sustantiva en el régimen legal de la pesca en la República Argentina al
establecer el “Régimen de Administración por Cuotas Individuales Transferibles de
Captura (CITC)” en reemplazo del sistema tradicional de acceso olímpico al recurso
que regía hasta el dictado de esta norma.
Esta modificación, que es una figura jurídica novedosa para nuestro país, es
considerada un marco más racional para la explotación sustentable de los recursos
vivos del mar, y deriva en la transformación completa de los sistemas de
administración, fiscalización y control de la actividad pesquera, que pasan a tener
como objetivo la preservación de las especies y la transparencia de la actividad, sin
perder de vista sus fines económicos y sociales.
Cabe recordar que, si bien la ley fue promulgada en los primeros días de 1998,
recién casi once años después, el 17 de noviembre de 2009, la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner anunció la reglamentación del artículo 27 de la Ley Federal de
Pesca que fijaba cuotas individuales transferibles de captura de merluza hubbsi por 15
años a partir del 1 de enero de 2010, una medida que también alcanzaba a las
merluzas denominadas de cola y negra y la especie polaca, lo que convertía a la fecha
del anuncio, utilizando su propia definición, en un "día histórico" para la actividad
pesquera de la Argentina.1
En su discurso, la presidenta sostuvo que la reglamentación de la ley se
alcanzó a partir del consenso logrado por "las cuatro patas básicas" con intereses en
el tema: los trabajadores, las empresas, las provincias con litoral marítimo y la Nación.
De acuerdo a la normativa aprobada, la Cuota Individual Transferible de
Captura (CITC) consiste en una concesión temporal del Estado a favor del titular de un
permiso de pesca, que habilita a la captura de un porcentaje de la Captura Máxima
Permisible (CMP) de una especie determinada y cuya magnitud, expresada en
toneladas, quedará establecida cada año en función de la antedicha CMP. A partir de
su puesta en vigencia, los permisos de pesca pasaron a ser habilitaciones otorgadas a
los buques para acceder al caladero. Para ejercer la pesca comercial en aguas
marítimas argentinas se requiere contar con cuota de captura asignada o autorización
de captura, además del indispensable permiso de pesca.
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Resoluciones Nº 20, 21, 22 y 23/2009 del Consejo Federal Pesquero
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El sistema de cuotificación ha sido utilizado por las principales potencias
pesqueras del mundo. Entre otras ventajas, otorga seguridad jurídica a las empresas
y, por ende, les da la posibilidad de planear su actividad a más largo plazo. En el
mediano plazo, permite conocer de antemano cuáles serán los volúmenes de captura
con los que contarán los operadores para administrar la actividad industrial. De esta
manera se alientan las inversiones y el crecimiento de las empresas, se apunta a la
disminución del empleo informal, se facilitan los controles de todo tipo y se
transparenta la actividad.
En los países donde la explotación de los recursos marinos siguió una
trayectoria ascendente, el régimen regulatorio transitó senderos similares al que las
circunstancias impusieron al nuestro.
Inicialmente la regulación del esfuerzo pesquero se fue haciendo de manera
indirecta, mediante la limitación de los permisos a los buques y la regulación de las
tecnologías empleadas para restringir el esfuerzo pesquero potencialmente aplicable.
Con el incremento de la explotación se pasó a medidas de control directo de
las capturas mediante el establecimiento de cuotas globales, que daban lugar a cierre
de temporadas y vedas temporales de pesca al alcanzarse la captura máxima
establecida por la autoridad pesquera.
El régimen fue evolucionando desde las cuotas globales a las cuotas
individuales debido al efecto no deseado que tienen las medidas que definen un
volumen global de captura porque desatan una carrera por pescar que atenta contra la
discriminación de las capturas y crean un círculo vicioso que lleva a la depredación.
A efectos de mostrar esa evolución, el primer punto de este trabajo expone un
bosquejo, bastante condensado, de la evolución de la normativa que reguló la
actividad pesquera en nuestro país hasta la reforma de la Constitución Nacional y el
cambio de criterio legislativo respecto de los recursos naturales.
En el segundo punto se describe el proceso de negociaciones y discusiones
que precedió a la sanción del Régimen Federal de Pesca en diciembre de 1998 y su
posterior promulgación en enero de 1999.
El punto tres refiere las peripecias para la implementación de la Ley, proceso
que comenzó en un contexto de crisis económica aguda, hasta llegar a noviembre de
2009, momento en que recién se pudo perfeccionar su implementación con la puesta
en marcha del “Régimen de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC)”.
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Mediante el cuarto punto se expone el Régimen de Cuotas Individuales
Transferibles de Captura actualmente en vigencia.
Dado que se ha cumplido más de un año de la implementación del régimen, y
se cuenta con la información para ello, el quinto y último punto expone la normativa
específica y los datos que permitirán evaluar, para cada una de las especies que han
sido cuotificadas, el primer año de vigencia de la norma (enero – diciembre 2011) a
través de los resultados de las operaciones realizadas.
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1.- De “los recursos inagotables del mar” a la “utilización racional de los
recursos naturales…”.
A pesar de los buenos ingresos que producía, durante mucho tiempo la pesca
no fue considerada como una actividad económica estratégica para la Argentina.
La política de regulación de la actividad estaba concebida sobre la base del
modelo clásico de recurso natural renovable sin dueño, de acceso abierto e irrestricto,
sujeto de apropiación. Ni el gobierno ni los actores privados pensaron nunca en
restringir las capturas. Por el contrario, casi hasta la década del 90 la política consistió
en dar incentivos para que se pescara, y se exportara, todo cuanto fuese posible con
la idea de que eso era beneficioso para la economía.
Las primeras medidas para regular la actividad pesquera en nuestro país se
dictaron con la idea de establecer un ordenamiento y distribuir un usufructo que se
suponía que era fiable y prácticamente ilimitado, y no para gestionar sistemas
biológicos complejos e impredecibles en épocas de escasez y de crisis. El concepto de
“los recursos inagotables del mar” no era tomado solamente como una figura literaria.
Una de las primeras normas al respecto se promulgó en 1821. Por ella se
fijaban derechos de pesca en la costa patagónica, requiriéndose el pago de un peso
para buques extranjeros. Fue derogada en 1880 por la Ley Nº 1.055 que prohibía la
pesca en costas argentinas sin permiso del gobierno.
Más adelante, el Código Rural de los Territorios Nacionales, Ley Nº 3.088,
sancionado en 1894, reglamentó, entre otras, la actividad de la pesca.
Por sendos decretos, en 1898 y 1899 se regularon los permisos de pesca en
aguas de jurisdicción nacional y se fijaron condiciones de la concesión para la pesca
en costas argentinas.
Ya en 1914 mediante la Ley Nº 9.475 se dividió a las actividades pesqueras en
marítimas y costeras, se prohibió la pesca por parte de buques extranjeros en aguas
argentinas y se tomaron disposiciones acerca de las artes de pesca permitidas y
prohibidas.
Las primeras reglamentaciones permitieron la extracción de los recursos
ictícolas y la comercialización de productos pesqueros. A comienzos del siglo pasado
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se comenzaron a exigir porcentajes mínimos de trabajadores de nacionalidad
argentina, que luego se confirmaron y ampliaron a finales de la década del 30.
En 1940 se reglamentó la pesca en aguas de uso público en los territorios del
sur y se establecieron las primeras vedas.
El Registro Nacional de Pesca y Caza Marítima fue creado en 1943.
En 1944 se proclamó la jurisdicción nacional sobre la plataforma continental y
las aguas que las cubren a las que se denominó mar epicontinental argentino y en
1946 se consagró la soberanía nacional dejando a salvo la libertad de navegación por
terceras banderas.
Finalmente, en el año 1966 la Ley Nº 17.094 proclamó la soberanía de
Argentina sobre el mar hasta las 200 millas marítimas. En ese mismo año se autorizó
al Comando de Operaciones Navales a otorgar permisos de pesca más allá de las 12
millas.
En 1967 se sancionó la Ley Nº 17.500, Ley de Pesca, por la que se declaró la
propiedad del Estado Nacional sobre los recursos del Mar Argentino, permitiendo la
concesión de su explotación de acuerdo a las reglamentaciones vigentes. Se
establecieron normas de concesión de la explotación de los recursos, su
administración y conservación. Se fijó una franja de 12 millas desde la costa exclusiva
para embarcaciones de pabellón nacional y se generó una base de soporte para el
sector con un criterio diferenciado que otorgaba mayores beneficios a las empresas
que se instalaran al Sur del Río Colorado. Sin embargo, en ese mismo año se
sancionó un Decreto que permitió el ingreso de buques españoles, japoneses y
soviéticos en las zafras del Calamar Illex.
Posteriormente, en 1969, la Ley Nº 18.502 estableció la jurisdicción marítima
provincial hasta las tres millas a partir de la costa incluyendo los golfos,
correspondiéndole al gobierno nacional la administración del resto hasta las 200 millas
de Zona Económica Exclusiva.
En 1971 se promulgó la Ley Nº 19.000 y sus normas complementarias,
destinada a aprovechar la situación favorable mencionada. Nuevamente se otorgaron
incentivos, tales como desgravaciones impositivas, financiamiento a bajo costo,
eliminación de aranceles a la importación de buques y subsidios para la construcción
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en el país. En este período comenzó a consolidarse el sesgo netamente exportador
del sector.
En 1973 se firmó con la República Oriental del Uruguay el Tratado del Río de la
Plata que creaba una zona común de pesca entre ambos países. En ese tratado, que
continúa en vigencia, se asignaron amplias zonas del litoral bonaerense para la
explotación mancomunada, en pesca costera y de altura, con vedas alternadas para la
captura de la merluza común.
Ese mismo año la Ley Nº 20.136 (Régimen de sanciones) declaró que los
recursos del mar sólo podían ser explotados por embarcaciones de pabellón argentino
que contaran con el correspondiente permiso de pesca.
En 1977, a través de la Ley Nº 21.514 se autorizó a convenir con empresas
extranjeras la explotación experimental al sur del paralelo 40ºS.
Desde 1976 y hasta 1981, el modelo del sector pesquero se encuadró dentro
del concepto de “intereses marítimos” y la ocupación de territorio (presencia en el mar)
únicamente como planteo de criterio geopolítico y aprovechamiento máximo de un
recurso ilimitado. Internacionalmente se consolidó el derecho patrimonial sobre las
aguas jurisdiccionales hasta las 200 millas marinas desde la costa.
Durante el gobierno militar se creó la Subsecretaría de Pesca y el Instituto
Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), basado en el anterior
Instituto de Biología Marina de Mar del Plata.
La Ley de Inversiones Externas de 19762 permitió la conformación de
empresas con participación de capital extranjero, como así también la inversión
extranjera en empresas argentinas ya existentes y la fusión de empresas ya
establecidas las que fueron beneficiadas por una demanda internacional sostenida
(congelados). La flota industrial aumentó en más de un 30%, con un incremento
significativo en los buques con capacidad de procesamiento y congelado a bordo. En
todos los casos este tipo de negociación contó con el apoyo decidido de los medios
oficiales de los países involucrados y del gobierno nacional. Para el caso particular de
la pesca la participación del capital extranjero en estas empresas, no podía superar el
49%.
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Ley Nº 21.382
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El marco de fomento básico estuvo dado por la continuidad de la Ley Nº
19.000, que permitía el otorgamiento de licencias arancelarias para la importación de
buques pesqueros (Decretos Nº 440/71 y Nº 2529/77).
En el año 1979 se creó el Fondo Nacional Pesquero para promover al
desarrollo de la actividad pesquera (Ley Nº 22.107), ese mismo año se alcanzó una
captura total de 550.000 toneladas, llegando las exportaciones a US$ 214 millones.
En 1982 la Convención de los Derechos del Mar (CONVEMAR), otorgó a los
países ribereños jurisdicción sobre la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas.
Después de la guerra de las Malvinas, Gran Bretaña estableció ilegítimamente
una zona de exclusión en torno a las Islas y otorgó licencias pesqueras para buques
extranjeros. Argentina firmó los acuerdos marco con la URSS y Bulgaria mientras el
Reino Unido declaraba una Zona de Administración y Conservación Pesquera. Las
flotas de España, Japón, Corea, Taiwan y Polonia operaban en la milla 201
capturando polaca y calamar. También se conformaron empresas mixtas con capital
extranjero (joint ventures) y entraron en crisis varias de las marplatenses tradicionales.
En 1986 un informe del INIDEP que realizaba una evaluación sobre el período
1966-1983, sostenía en sus conclusiones que el recurso merluza común se
encontraba en el nivel de rendimiento máximo sostenible.
En ese contexto, la autoridad pesquera nacional suspendió el otorgamiento de
nuevos permisos para langostino y se excluyó a la merluza común y a la merluza
austral de los proyectos que incluyeran incorporación de buques, ante una flota que ya
manifestaba sobrecapacidad de pesca frente a estas especies.
Un hecho particular de este período que tiene consecuencias legales de
relevancia fue el establecimiento del carácter definitivo de los permisos de pesca a
través de los cuales comenzaron a ponerse limitaciones a las capturas de diversas
especies.
Se firmaron acuerdos marco con la URSS y Bulgaria. 40 buques factorías de
más de 3.000 toneladas, pescarían al Sur del Paralelo 47, hasta el año 1992. Así se
sobrepescaron las especies merluza común, polaca y el bacalao australes, en
completa ausencia de controles. De ese año en adelante, los informes técnicos del
INIDEP, van revelando un progresivo deterioro de los stocks, desaconsejándose el
ingreso de nuevos buques.
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La Resolución Nº 956/88 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca
establecía que, a partir de ese año, las licencias nuevas no podrían incluir la captura
de merluza común.
La década del 90 se caracterizó fundamentalmente por una actividad pesquera
(esfuerzo de pesca) que excedió la capacidad de renovación del recurso. Con la
necesidad de mejorar las exportaciones y obtener mayores recursos económicos, el
Estado decidió explotar sus recursos pesqueros a su máximo nivel.
La necesidad de exportar más coincidía con el objetivo de la entonces
Comunidad Europea de deshacerse de capacidad pesquera excedente y de acceder a
nuevos recursos en otras partes del mundo. En ese contexto, la Comunidad subsidió
el ingreso de sus buques a través de joint ventures con empresarios argentinos. Para
ello, se firmó un convenio para el establecimiento de sociedades mixtas en 1992, que
posteriormente se continuó con el Acuerdo de Pesca de 1994.
Entre 1989 y 1998 la flota industrial prácticamente se duplicó, pasando de 222
a 411 buques, con un incremento más significativo en aquellos que contaban con
capacidad de procesamiento y congelamiento a bordo. Este período está encuadrado
en el proceso internacional de la globalización económica y financiera.
En el periodo que va de 1991 a 1996, las provincias patagónicas pasaron del
38% de las capturas totales al 56,33%. La potencia de la flota en HP creció a razón de
28.000 HP anuales.
Desde 1992 a1993 la producción total de la actividad pesquera pasó de
700.000 toneladas a 950.000, con un aumento de capturas superior al 30%.
Hasta 1998, la regulación pesquera argentina consistía básicamente en realizar
una combinación de controles directos e indirectos. Preveía la regulación del esfuerzo
pesquero con el otorgamiento de permisos de pesca, la determinación de artes de
pesca obligatorios, la prohibición para utilizar ciertos métodos de pesca y la restricción
de acceso a zonas determinadas.
Mediante el Decreto Nº 2236/91 se actualizó el ordenamiento legal y mediante
el Decreto Nº 1493/92 y distintas resoluciones de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación, se estableció el sistema de "charteo" mediante el
cual se permitió a los armadores argentinos arrendar a casco desnudo buques poteros
extranjeros para la captura del calamar. Para la pesca debían tener aprobado un
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proyecto pesquero (lo que daría el permiso de pesca al barco charteado). A estos
barcos "se les otorgaba el derecho de ser considerados como de bandera nacional a
todos los fines de la navegación, comunicación, comercio de cabotaje e internacional".
La norma inicial preveía una vigencia de 3 años y luego fue prorrogada. De las casi
200 mil toneladas de calamar capturado en total en 1995, el 50 % fue capturado por
los 71 buques charteados ese año.
El otorgamiento de permisos de pesca se basaba en la presentación de
"proyectos" de explotación pesquera evaluados por la entonces Secretaría de
Agricultura Ganadería y Pesca. El proyecto debía presentar una descripción de la
actividad a realizar, aspectos técnicos del buque y la acreditación de capacidad
técnica y económica del titular. Junto a la solicitud se abonaba un arancel de entre 500
y 10.000 dólares (Resolución Nº 408/92). La aprobación de los proyectos quedaba
supeditada a la factibilidad técnica y a que se respetara el límite de captura máxima
permisible.
Los permisos de pesca tenían un carácter definitivo para cada buque. Se
podían transferir permisos a otras unidades de capacidad de pesca equivalente, previa
autorización de la autoridad de aplicación. La suspensión de los permisos estaba
prevista por razones de preservación o racionalización de los recursos. También
podían revocarse por inactividad injustificada, quiebra del titular o incumplimiento de
las obligaciones impositivas. A los proyectos se les asignaba un puntaje para priorizar
la adjudicación de excedentes disponibles, evaluando antecedentes, artes de pesca,
especies a capturar, importancia económica y modernización de los buques.
El desembarque de la producción sólo podía realizarse en puertos argentinos o
zonas habilitadas. Se prohibieron, entre otras cosas, redes de deriva, explosivos,
doble copo, equipos acústicos, sustancias nocivas, devolución al mar de pescados y
mariscos y toda práctica que provocara estragos o depredación de recursos.
Entre las medidas tendientes a limitar el esfuerzo pesquero se establecieron
restricciones en la utilización de tecnología, se decidió la suspensión transitoria de
proyectos para determinadas especies, la prohibición de transbordos, vedas
temporales de captura y, como se dijo, se prohibieron algunas artes de pesca
consideradas predatorias.
En lo que respecta a las regulaciones sobre las actividades económicas en
general, que enmarcaban las de la pesquería, las inversiones extranjeras fueron
reguladas por la Ley Nº 21.382 y su Decreto reglamentario Nº 1853/93. Se
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equipararon los derechos de inversores extranjeros con los nacionales, tanto en la
libertad de radicación como en la repatriación de capital y en las utilidades. El régimen
impositivo para extranjeros se igualó al de los inversores argentinos.
Se posibilitó que cualquier inversor extranjero creara una subsidiaria con
personería jurídica propia o participara en una sociedad mixta de capital extranjero o
nacional. También se creó la figura de "empresa local de capital extranjero",
domiciliada en Argentina, en la cual personas físicas o jurídicas con domicilio en el
exterior fueran titulares de más del 49 % del capital. La inversión extranjera podía ser
tanto monetaria como en bienes de capital. La legislación pesquera nacional
comprendía diversas normativas sin haberse sancionado una ley única para
reglamentar todos los aspectos atinentes a la actividad pesquera.
El 6 de mayo de 1994, como resultado de dos años de negociaciones, se firmó
el Acuerdo sobre las Relaciones en Materia de Pesca entre La Unión Europea (en ese
momento todavía Comunidad Económica Europea) y la República Argentina, que el
Congreso Nacional aprobó bajo el número de Ley Nº 24.315. Este Acuerdo tenía una
vigencia por cinco años, renovables por dos años automáticamente salvo denuncia de
alguna de las partes. El convenio pesquero otorgó a la Comunidad un cupo anual de
250.000 toneladas de pescado durante un período inicial de 5 años y la posibilidad de
formación de sociedades mixtas o totalmente europeas a cambio de contribuciones
financieras y ventajas arancelarias. Se formaron empresas mixtas y joint ventures, se
expandió la flota congeladora y factoría, ingresaron los poteros extranjeros para la
captura del calamar y comenzó a superarse el límite de captura máxima permisible de
la merluza común (hubbsi). Dentro de los volúmenes comprendidos se incluyeron
120.000 toneladas anuales de merluza común, cuya captura sólo podía llevarse a
cabo con permisos de pesca ya emitidos. El convenio surgió por la necesidad europea
para resolver la crisis del sector pesquero, especialmente la de los armadores
españoles que carecían de caladeros donde realizar sus capturas, quedan
interrogantes importantes en relación con el impacto de su implementación en la
capacidad y la sostenibilidad de la actividad y el cumplimiento del objetivo de
renovación y reconversión de la flota, es de suponer que por éstas y otras
consideraciones Argentina denunció oportunamente el Acuerdo y éste dejó de regir a
partir del 28 de mayo de 1999.
Para Argentina, la apertura económica se reflejó, dentro de otras variables a
considerar, en un incremento significativo de las exportaciones. Las empresas
comenzaron a diversificar capturas, producción y mercados, incorporándose buques
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con características diferenciadas: arrastreros con capacidad para producción de
“surimi” (sobre la base de capturas de polaca y merluza de cola), poteros para
calamar, palangreros para merluza negra, tangoneros para langostino. Al menos en
los tres últimos casos, se incorporaron tecnologías de capturas selectivas.
Japón, España, Brasil y Estados Unidos se convirtieron en los destinos más
importantes de las exportaciones y el filete de merluza común congelado, el calamar y
el langostino en los principales productos que se comercializaron.
El doble objetivo gubernamental (aumentar las exportaciones y el prestigio del
gobierno) tuvo como consecuencia la duplicación del esfuerzo pesquero en el Mar
Argentino y el establecimiento, en 1997, del récord de exportaciones de productos
pesqueros por un valor de 1000 millones de dólares. La captura total de la flota
argentina superó el millón trescientas mil toneladas, casi triplicando la captura
registrada en 1988.
Lamentablemente, esto marcó el punto de partida del vertiginoso descenso en
las poblaciones de las pesquerías y, por lo tanto, en el nivel de capturas, lo que fue
llevando a dificultades en el sector. No hubo una política de promoción responsable de
las exportaciones. Al no tener en cuenta la explotación racional de la pesquería dentro
de esta estrategia, el boom exportador desembocó, en el transcurso de un año, en la
mayor crisis del sector pesquero de la historia Argentina algunas de las especies más
comerciales, en especial la merluza común ó Merluza Hubbsi, fueron sobrepescadas y
se desató una crisis en el sector que creó incertidumbre acerca del sostenimiento de la
actividad a largo plazo. El modelo de regulación tradicional, de fácil acceso al
caladero, resultó desacertado y las autoridades se vieron obligadas a introducir
cambios fundamentales.
En agosto de 1994 el sistema jurídico argentino tuvo una importante
modificación en su base jurídica, la Constitución Nacional, a la que se incorporó la
noción de desarrollo sostenible, instalada en la que se ha llamado cláusula ambiental,
es decir el artículo 41 que consagra expresamente la protección del medio ambiente y
obliga a “la utilización racional de los recursos naturales…”.
En 1995 se aprobó el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). A
través de ese convenio, los 53 países (entre ellos el nuestro) que cuentan con una
flota pesquera nacional se comprometieron a tomar medidas para rescatar los bancos
de pesca. La FAO informó que en esa época el descarte de pescado ascendía al 30%
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de las capturas totales mundiales y que la degradación ambiental afectaba
principalmente a las zonas costeras.
Hasta ese momento, los incentivos del Estado habían sido claramente
comerciales y la conservación del recurso simplemente no había sido percibida como
algo importante o simplemente necesario, a pesar de que las primeras advertencias
del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) acerca de la
sobreexplotación de la merluza común, habían comenzado en 1988.
Recién a partir de 1995, y dado el espectacular incremento de buques
congeladores que se había experimentado en los últimos años, se empezó a pensar
en un marco regulatorio general.
Para esa época, y en el marco de la nueva Constitución Nacional, comenzó a
gestarse la Ley Federal de Pesca (Ley Nº 24.922), que tendría su aprobación final en
el Congreso a fines de 1997, y que contemplaba el establecimiento de Cuotas
Individuales de Captura, instrumento novedoso en la normativa argentina, del cual se
esperaba que regulara y ordenara el caladero.
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2.- De la “pesca olímpica” a las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura
La elaboración de una ley que regulara en forma integral y sistemática la pesca
en la República Argentina cuenta con muchos y variados antecedentes presentados
para su discusión en el Congreso, algunos de los cuales ni siquiera llegaron a su
consideración en comisiones.
Sobre la base de dos de estos proyectos (presentados por los senadores
Ludueña y Mac Karthy uno y por los senadores Moreau y Melgarejo el otro) , una vez
logrado un consenso básico en lo referente a los puntos considerados fundamentales,
las Comisiones intervinientes (de Pesca y de Ecología y Desarrollo Humano)
propusieron un proyecto que, en principio, no contemplaba el tema de cuotas
individuales (ver Diario de Sesiones, Senadores, 1996, pp. 7458/7466; el proyecto de
los senadores Ludueña y Mac Karthy se lee en pp. 7466/7475, y el de los senadores
Moreau y Melgarejo en pp. 7475/7486).
La falta de introducción de un régimen de cuotas individuales motivó la crítica en una inserción- del Senador Melgarejo (ver, en especial, pp. 7494/7496). Entre las
ventajas del régimen propuesto en disidencia, señalaba: la tendencia de los
empresarios a exigir mayores controles que no decrezca el valor de sus cuotas
individuales, la planificación –anual- de la actividad y la dirección de las capturas a los
ejemplares adultos como resultado de la pérdida de interés en la carrera por la pesca,
la intervención eventual del Estado para compensar los imprevistos biológicos o
comerciales, la mayor facilidad para el acceso a créditos bancarios, la promoción del
aprovechamiento de pesquerías poco explotadas, entre otras.
En los fundamentos de la Ley Federal de Pesca se puede observar la
preocupación de los legisladores provinciales con litoral marítimo con respecto a la
situación de los recursos pesqueros nacionales. Debido a que la notable expansión de
las capturas producidas desde el año 1991 había sobrepasado el doble de la captura
promedio de la década del 80. La situación que prevalecía al momento de la sanción
de la Ley con respecto a las especies con mayor valor comercial era de una intensa
explotación, con inquietantes evidencias de que se había sobrepasado el límite
tolerable de sustentabilidad biológica a largo plazo.
En el momento de la sanción de la Ley la preocupación de los legisladores se
centraba en los recursos emblemáticos de la pesquería nacional, fundamentalmente el
recurso merluza común, que debido a políticas nacionales desregulatorias, acuerdos
con la Unión Europea, y centralidad en su desarrollo, así como un bajo nivel de control
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pesquero había quedado prácticamente en peligro de extinción comercial. Para tener
una idea aproximada de la situación, durante el año 1995 se había capturado un millón
cien mil toneladas de la especie merluza común, dejándola al límite de la
sustentabilidad biológica.
Las provincias con litoral marítimo, afectadas directamente por las políticas
nacionales deseaban crear una institución interjurisdiccional que les permitiera discutir
y acordar las políticas pesqueras en un plano de igualdad con la Nación de acuerdo
con el espíritu del Artículo 124 de la Constitución Nacional.
En este sentido y con el objeto de articular los intereses nacionales y
provinciales la Ley Federal de Pesca establece que las políticas pesqueras son
resortes exclusivos del Consejo Federal Pesquero, el que se integra con
representantes de cada una de las provincias con litoral marítimo y diferentes
miembros de la Nación.
La Ley Federal, sancionada en pleno auge del neoliberalismo desregulatorio,
regula la propiedad común del mercado, considerando que la conservación no puede
lograrse de manera espontánea. Si no existe una propiedad común sobre el stock
pesquero no capturado, en la medida que el esfuerzo de pesca aumenta, se
incrementa directamente el incentivo para capturar la renta presente, generando un
camino inexorable hacia la depredación.
Con esta idea, los legisladores consideraron imprescindible la aplicación de
medidas de control de carácter directo, y se basaron en la experiencia de catorce
países que habían adoptado la aplicación total o parcial de regímenes de cuotas
individuales que, al otorgar un tipo de derecho de propiedad sobre el stock futuro,
brindan un incentivo a las conductas conservacionistas que permite la reconciliación
del interés individual con el estatal.
Si bien existen diferencias entre las cuotas globales y las individuales, ambas
tienen en común la necesidad de ejercer un estricto control de los desembarcos y
mayor capacidad de investigación para determinar las Capturas Máximas Permisibles
con la mejor precisión posible.
Al ser tratado por la Cámara de Diputados (Diario de Sesiones, Diputados,
1997, 4388) el texto sufrió algunas modificaciones en su redacción. Los de mayor
trascendencia fueron las inserciones que efectuó esta Cámara, a propuesta de la
Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios, con los textos
que, finalmente, fueron sancionados como los Arts. 27 y 28 de la actual Ley Nº 24.922.
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Sobre las características del permiso, se expresó que “ahora el permiso no es
más que la habilitación comercial de funcionamiento. El valor está en la cuota de
captura; esto es lo que realmente dará contenido al funcionamiento en cuanto a la
extracción del producto” (ídem, p. 4398). También que “la cuota de captura no
constituye concesiones definitivas, sino temporales, porque ella significará que se va a
otorgar mientras exista la especie” (Dip. Castillo, ídem, p. 4400).
La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley con algunas modificaciones
añadidas en el recinto a las que ya había recibido en la Comisión.
El mismo, con las modificaciones introducidas en la Cámara de Diputados, fue
tratado nuevamente en el Senado, que solamente insistió en la redacción original de
los artículos 3, 5, 42 y 65 (los dos últimos, con la numeración definitiva 73 y 74).
Así fue que, diciembre de 1997 se sancionó y en enero de 1998 se promulgó,
la actualmente vigente Ley Nº 24.922, “Régimen Federal de Pesca”, que introdujo
profundas modificaciones en el esquema institucional de la administración pesquera.
Por ella se creó el Consejo Federal Pesquero, conformado por cinco
representantes de la Nación y cinco representantes de las provincias con litoral
marítimo (uno por cada una de ellas). El Consejo Federal Pesquero es responsable del
establecimiento de la política pesquera, de la política de desarrollo y de la de
investigación, establece las Capturas Máximas Permisibles por especie basadas en
las recomendaciones realizadas por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo
Pesquero (INIDEP), las cuotas anuales de captura por buque, especies, áreas de
pesca y tipo de flota, aprueba los permisos de pesca comercial y experimental,
asesora a la autoridad de aplicación en las negociaciones internacionales, establece
los derechos de extracción y regula el sector de pesca artesanal a través del
establecimiento de una cuota de reserva para este grupo. Asimismo, la Ley dispone
que el Consejo es quien otorga las Cuotas Individuales Transferibles de Captura a
cada permiso de pesca.
Este Consejo es un instituto particular y único dentro de la legislación
argentina, ya que siendo interjurisdiccional y por lo tanto realmente federal, maneja su
propio presupuesto y no tiene dependencia de otro organismo dentro de la
administración pública. Los recursos de reconsideración se resuelven definitivamente
en el Consejo, sin la posibilidad de “recurso jerárquico en subsidio”, o sea, el siguiente
paso posible es recurrir a los tribunales.
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El Consejo establece las políticas pesqueras a seguir y dicta, por medio de
Resoluciones o de Actas (según lo establecido por su Reglamento Interno) la
normativa de base que regula la actividad pesquera en la República Argentina.
La Autoridad de Aplicación, sobre la base de lo dictado por el Consejo
reglamenta, administra y controla esa actividad.
De este modo la Ley ha establecido una división de funciones que requiere de
un entendimiento armónico de ambos organismos para obtener los mejores logros,
conforme a las necesidades del conjunto de actores que integran el sector.
De acuerdo a lo establecido en la norma, las provincias de Buenos Aires, Río
Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur
tienen el dominio y ejercen jurisdicción sobre los recursos vivos que pueblan sus
aguas interiores y mar adyacente hasta las 12 millas medidas desde las líneas de
base, a través del marco federal que establece la norma. Son de dominio y jurisdicción
exclusivos de la Nación los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la Zona
Económica Exclusiva argentina (200 millas) y en la plataforma continental argentina, a
partir de las 12 millas indicadas.
Como ya se ha dicho, la norma ha introducido una modificación sustantiva en el
régimen legal de la pesca al establecer el Régimen de Administración por Cuotas
Individuales Transferibles de Captura (CITC) en reemplazo del sistema de acceso
olímpico que regía hasta entonces. Ha restringido la anterior concepción de los
“permisos de pesca” y los ha vinculado con las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura (CITC) o bien con las Autorizaciones de Captura para aquellas especies que
no se encuentren cuotificadas. El permiso de pesca resulta ser únicamente una
habilitación para acceder al caladero, siendo necesario contar con una cuota de
captura asignada o una autorización de captura por especie para estar en condiciones
de realizar actividades de pesca. En otras palabras, no autoriza “a pescar”. Esto recién
se obtiene con la Cuota Individual Transferible de Captura (CITC) o la Autorización de
Captura, una vez adicionada al permiso. Esta medida importa la transformación del
sistema de administración, fiscalización y control de los permisos de pesca vigentes.
El Régimen que regularía el Sistema de Cuotas, está referido en el artículo 27
de la Ley, que primeramente dispone facultar al Consejo Federal Pesquero “para que
reglamente y dicte todas las normas necesarias para establecer un régimen de
administración de los recursos pesqueros mediante el otorgamiento de cuotas de
captura por especies, por buque, zonas de pesca y tipo de flota.”
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A efectos de evitar concentraciones monopólicas, se indica que las cuotas de
captura serán concesiones temporales que no podrán superar por empresa o grupo
empresario aquel porcentaje que fijará el Consejo Federal Pesquero sobre la Captura
Máxima Permisible por especie.
Asimismo se define que las cuotas de captura serán total o parcialmente
transferibles y se determina específicamente que no se permitirá la transferencia de
cuotas de capturas de buques pesqueros fresqueros a congeladores o factorías.
La Ley 24.922 tuvo una sola observación por parte del Poder Ejecutivo
Nacional, el que mediante Decreto Nº 6/98 vetó el artículo 6º, que creaba la Secretaría
de Pesca. Al momento de definir el órgano de aplicación que la reemplazaría, se dictó
el Decreto Nº 214/98 que en su artículo 1º enunciaba: “La Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación del Ministerio de Economía y Obras y Servicios
Públicos, será la Autoridad de Aplicación de la Ley N° 24.922.”
Más adelante, la mayor parte de las funciones establecidas por la Ley para la
Autoridad de Aplicación en al artículo 7º, excepto las correspondientes al inciso j):
“Intervenir en negociaciones bilaterales o multilaterales internacionales relacionadas
con la actividad pesquera conforme la política pesquera nacional”, fueron delegadas a
la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura mediante la Resolución SAGPyA Nº 27/2003.
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3.- El Régimen Federal de Pesca – Su implementación en un contexto de
emergencia.
Si bien la preocupación mostrada por las provincias y sensibilizado el espectro
político de ambas cámaras permitió la sanción de la Ley Federal de Pesca con la
importante novedad de la creación de las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura, el caladero se encontraba en riesgo inminente y la administración tenía
muchas dificultades para convertirse rápidamente en el organismo de control que las
circunstancias estaban demandando.
El país se encontraba en medio de una fuerte recesión y el Estado había
realizado un intenso ajuste del gasto público, lo que imposibilitaba en la práctica la
realización de los controles indispensables y el seguimiento de la flota. Paralelamente,
los datos de la realidad pusieron en evidencia que caía de modo alarmante el nivel de
capturas, se comenzó a percibir que el recurso estaba en una situación crítica y que
era urgente hacer algo al respecto.
Como ocurre siempre que se afectan intereses, apenas sancionada la norma,
se habían generado respuestas adversas tanto por parte de ciertos sectores
empresarios y sindicales como de algunos políticos y organizaciones ecológicas.
Uno de los temores que se plantearon fue el de que la "transferibilidad" de las
cuotas llevara a una concentración de su posesión (las grandes empresas, a pesar de
la atomización del sector, podrían adquirir las cuotas de las chicas, aunque la Ley
prohíbe expresamente la transferencia de fresqueros a congeladores y pone límites al
porcentaje que puede poseer una misma persona jurídica) y la teórica imposibilidad
del fuerte control que debería realizar el Estado para el efectivo cumplimiento de la
cuota por parte de cada buque, así como las otras medidas de conservación. Así la
implementación efectiva de este punto de la Ley recién se pudo concretar más de diez
años después, a fines de 2009.
Ante las restricciones que planteaba un escenario de muy limitada
disponibilidad de los recursos pesqueros y una flota de pesca sobredimensionada, a lo
que se agregó la necesidad de facilitar la operatoria del Acuerdo con la Unión
Europea, la administración pesquera nacional fue dictando en forma desordenada una
gran cantidad de normas, algunas de ellas contradictorias entre sí, y de distinto nivel
de legitimidad. Hasta se crearon distintas categorías de permisos de pesca en relación
con las especies a capturar y se otorgaron autorizaciones particulares a ciertos grupos
de flota fuera de las especies que estaban habilitados a capturar. Todo esto generó
CAT.OPP/CAG/2011-14
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bastantes complicaciones, sobre todo al momento de considerar el modo de poner en
funcionamiento el sistema de Cuotas Individuales Transferibles de Captura.
El 21 de mayo de 1998 se integró el Consejo Federal Pesquero y dio inicio a su
primer período de sesiones, procediendo a organizarse y dictar su Reglamento
Interno. Ya el 1º de julio de ese mismo año, mediante la Resolución Nº 4/98 el Consejo
declaró en emergencia al recurso pesquero de la especie merluza hubbsi, o merluza
común.
Solamente la reglamentación del Régimen Federal de Pesca, que llegó con el
Decreto N° 748 dictado en julio de 1999, llevó poco más de un año y medio. Este
decreto contiene apenas alguna aclaración en materia de Cuota Individual Transferible
de Captura y establece en su artículo 17 que: “los permisos de pesca y los permisos
temporarios de pesca son habilitaciones otorgadas a los buques de pesca al sólo
efecto de acceder al caladero, conforme lo previsto en el Artículo 28, primer párrafo,
de la mencionada ley”.
El panorama se agravó durante el año 1999. Los recursos pesqueros seguían
debilitándose, las políticas restrictivas que se fueron tratando de imponer sufrieron el
límite impuesto por amparos judiciales que iban poniendo en condiciones dispares a
los miembros de las flotas pesqueras. La recesión no cedía y se avecinaban las
elecciones nacionales para las que se que anunciaba cambio de presidente y de signo
político.
El año 1999 fue el más difícil en relación con la situación de la merluza común
y dio lugar en junio de ese año al dictado por parte del Poder Ejecutivo del Decreto Nº
591/99 por el que se declara la emergencia de la especie “hasta tanto se asignen
Cuotas Individuales de Captura”. Los informes emitidos por el INIDEP manifestaban
que el efectivo de merluza común al sur de los 41º S se encontraba en estado de precolapso biológico y con proyecciones que indicaban posible agravamiento del estado
poblacional para los años inmediatos subsiguientes con un alto grado de incertidumbre
sobre su recuperación.
Ya en abril de 1999, como medida de emergencia, el Consejo Federal
Pesquero había dispuesto la veda total para la captura de merluza común y sus
miembros propiciaron un proyecto de Ley que declarara la emergencia pesquera para
el recurso merluza hubbsi hasta el 31 de diciembre de 1999, momento en que las
nuevas autoridades nacionales y provinciales nombrarían a sus representantes en el
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Consejo y se podría retomar legítimamente la implementación de la Ley Federal de
Pesca y poner en práctica el sistema de Cuotas Individuales Transferibles de Captura.
Este proyecto fue aprobado y sancionado como la Ley Nº 25.109, de
Emergencia Pesquera, en junio de 1999. Por ella se suspendió hasta el 31 de
diciembre la asignación de cupos por la cuotificación establecida en la Ley Nº 24.922
para la merluza común, se trasladó la operatoria de la flota congeladora al Sur del
Paralelo 48 y fuera de las 200 millas marinas y se adjudicó la captura de merluza
común disponible a la flota fresquera.
La Ley fue reglamentada a través del Decreto Nº 792/99, norma que generó un
sinnúmero de discusiones en el seno del Consejo, debido que disponía una cuota
global adicional de 50.000 toneladas a las ya habían sido habilitadas por el propio
Consejo Federal Pesquero al determinar la Captura Máxima Permisible de la especie
para ese año y el organismo no estaba de acuerdo con esta nueva asignación.
También se estableció que la flota “congeladora” debía operar al sur del paralelo 48º
de latitud Sur.
Consecuentemente, con el objeto de propiciar medidas que garantizaran un
uso adecuado de elementos de control, seguimiento y selectividad, que mitigaran la
sobrepesca se fueron sancionando distintos tipos de normas protectoras respecto de
las artes y modalidades de pesca, y la obligación de la presentación de partes de
pesca con distinta periodicidad según el tipo de flota.
Como la mayoría de las limitaciones que se trataban de imponer a la pesca, las
medidas de emergencia que se implementaron originaron numerosos conflictos
judiciales y medidas de amparo que no permitieron lograr el resultado esperado.
La situación coincidía con el momento de retirada del entonces Gobierno
Nacional. Las decisiones tomadas hasta entonces y la emergencia planteada hasta el
31/12/1999 configuraron una herencia bastante pesada para la gestión siguiente.
Un día antes de que la Ley 25.109 caducara, el gobierno que asumió el 10 de
diciembre de 1999 (o sea, transcurridos 20 días de la asunción del mismo), declaró
mediante Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 189/99, que derogaba el Decreto Nº
591/99, la emergencia del recurso merluza común, sacándolo del ámbito de regulación
del Consejo Federal Pesquero, y poniéndolo en cabeza de la Autoridad de Aplicación,
que en ese momento era la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentación. Era una medida momentánea que suspendía durante su vigencia todas
las normas de la Ley 24.922 que se opusieran a la misma.
CAT.OPP/CAG/2011-14
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El decreto fue dictado previendo que, como estaba por ocurrir un recambio
simultáneo de autoridades en todas las jurisdicciones, el Consejo Federal Pesquero
pudiera quedar sin quórum y no hubiera autoridad competente para administrar el
recurso en emergencia, lo que era totalmente razonable. Transcurrido el tiempo, como
tantas otras cosas, la norma se transformó en permanente y recién fue derogada más
de diez años después al momento de implementarse la Ley 24.922 en su totalidad con
las normas que definían el sistema de Cuotas Individuales Transferibles de Captura.
Como vemos, fue la crisis de la merluza común, cuya emergencia fue
declarada en 1999, la que produjo, en primera instancia, la mayor dificultad en relación
con la implementación del Régimen de Cuotas. Durante los tres años anteriores se
había producido un exceso notable en las capturas respecto de las Capturas Máximas
Permisibles establecidas y la discusión estaba centrada en la reducción de capturas y
su impacto sobre algunas flotas como la flota fresquera de Buenos Aires y la flota
amarilla de Rawson (Chubut). Esta situación motivó que no se pudiera llegar un
acuerdo y fue la primera traba importante para la aplicación de ese punto del régimen.
En este contexto, muchos armadores, como una forma de evadir a las
disposiciones que se habían ido dictando para restringir cada vez más la captura de la
especie merluza iniciaron juicios contra la Administración Nacional, posicionándose en
forma diferenciada por medio de medidas de amparo.
El año 2000 no resultaba mejor en cuanto a las perspectivas para la pesca y en
especial para el recurso merluza común, la Autoridad de Aplicación incorporó medidas
de selectividad como la obligatoriedad de uso de los sistemas selectivos DEJUPA para
la pesquería de merluza y DISELA para la pesquería de langostino, el seguimiento
estricto de la flota mediante la exigencia de la presentación de partes de pesca cada
72hs., lo que ya se había impuesto a los buques factorías y/o congeladores que
realizaban actividades de pesca al Sur
del paralelo 48º Sur. Esto provocó que
numerosas empresas iniciaran amparos judiciales contra la medida. Además se creó
un corredor para fuera el único camino en los desplazamientos entre Sur y Norte, se
diferenciaron los stocks Sur y Norte del paralelo 41º Sur, y se determinó la necesidad
de las paradas biológicas diferenciándolas por tipo de flota, asimismo se crearon las
áreas interjurisdiccional de esfuerzo restringido y el área de manejo conjunto de
langostino y merluza.
Transcurriendo el mes de marzo del año 2000 se normalizó la situación
funcional dentro del Consejo Federal Pesquero y, casi inmediatamente, se comenzó a
trabajar sobre los procedimientos de base que debían servir para la implementación
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del régimen general, sobre sus condiciones y el modo en el que se iba a desarrollar el
proceso de cuotificación de acuerdo a lo instruido por el Congreso Nacional.
En primera instancia se abordó el tema desde tres ejes principales: La forma de
recolección de los datos necesarios para la cuotificación; la revisión de los permisos
de pesca (decisión adoptada en 1999) y el Régimen General de CITC.
Una vez que se decidió cuáles serían las especies a cuotificar en primera
instancia, a saber: merluza común, polaca, merluza negra y merluza de cola, para
proceder a la recolección de datos, para ello el Consejo dictó la Resolución CFP Nº
4/2000 por la cual se solicitaba a las empresas información sobre mano de obra,
producción e inversiones. También se solicitaba información sobre capturas a la
Autoridad de Aplicación para la publicación de los datos de captura histórica.
En cuanto a la revisión de los permisos de pesca, había sido encomendada a
través de la firma de un Convenio de Asistencia Técnica entre la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación y la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires en el mes de mayo del año 2000. A fines del año 2000 la
Universidad de Buenos Aires entregó el Informe Final del trabajo realizado para la
revisión solicitada. Este documento fue objeto de numerosas objeciones y discusiones.
El Consejo trató de obtener alguna propuesta consensuada por parte de los
diversos actores del sector dando lugar a numerosas reuniones las distintas partes
que finalmente, resultaron infructuosas en su cometido. Finalmente se tomó la decisión
de suscribir directamente la Resolución CFP Nº 2/2001, por la que se aprobaba el
“Régimen General de Cuotas Individuales de Captura (CIC)” con las definiciones
fundamentales su reglamentación.
Durante este tiempo la Administración fue suministrando los datos de captura y,
sobre esa base, el Consejo Federal Pesquero dictó la Resolución Nº 23/2001 en la
que publicaba el detalle de los permisos de pesca vigentes de cada buque hasta el 31
de diciembre de 1996 y las capturas suministradas según registros de la Autoridad de
Aplicación y establecía un plazo de quince días corridos a partir de su publicación en
el Boletín Oficial para que los administrados efectuaran las observaciones a que se
considerasen con derecho, acompañadas de la correspondiente documentación. Esta
norma fue posteriormente rectificada por la Resolución CFP Nº 2/2002. Ambas fueron
sujeto de numerosas impugnaciones.
En forma simultánea el Consejo Federal Pesquero, trabajaba también en la
elaboración de otras normas de base con definiciones que facilitarían el proceso de
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cuotificación y de cumplimiento de lo establecido por la Ley Nº 24.922. En este marco
se dictaron, entre otras normas, las siguientes Resoluciones: Res. CFP Nº 3/2000 de
“Definición de la Pesca Artesanal”, Res. CFP Nº 4/2000 de definición de “Grupos
Empresarios” y Res. CFP Nº 7/2000 de “Excepción a los propietarios de buques de
rada o ría y artesanales a las presentaciones exigidas por la Res. Nº 4”.
Como un primer intento para dar inicio al proceso de otorgamiento de cuotas
para la explotación de los recursos pesqueros la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentación publicó en diciembre del año 2000 la Resolución Nº 965/2000
mediante la cual se establecían diferentes zonas de captura por tipo de flota y se
permitía la captura máxima semestral y máxima bimestral para los buques
específicamente autorizados para la pesca de merluza común medidos en cajones de
pesca. Esta norma fue muy mal recibida por los armadores de congeladores que, una
vez más, recurrieron a la justicia con el objeto de mejorar la situación relativa de sus
buques pesqueros.
Mientras se tramitaban las impugnaciones de los datos de capturas, se dictó la
Resolución CFP Nº 4/2002 que cerró los parámetros de la cuotificación referidos a
mano de obra, producción e inversiones. También ésta tuvo impugnaciones que fueron
respondidas y, una vez efectuadas las correcciones pertinentes, se consignaron los
datos en una base definitiva para la cuotificación.
Ante la imposibilidad de cerrar esta base de datos sobre capturas por las
continuas modificaciones que se iban sucediendo sobre los datos publicados, y dado
que toda la información estadística sobre la operatoria de la flota pesquera obraba en
poder de la Autoridad de Aplicación, el Consejo Federal Pesquero solicitó, mediante
Resolución CFP Nº 10/2002, que dicha Autoridad publicara los datos y diera un cierre
a la captura legal, definida en las Actas CFP Nº 3/2001 y Nº 11/2001, con un listado de
los buques pesqueros que incluyera sus respectivas capturas legales totales
definitivas de las cuatro especies a cuotificar, obtenidas entre los años 1989 y 1996,
incluidas las transferencias de los permisos de pesca que hubiera recibido cada
buque.
Recién en marzo de 2003 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentación dictó la Resolución Nº 258 determinando el volumen de captura legal de
las cuatro especies definidas, también del resto de las especies y del total de ellas,
obtenidas entre el 1º/01/1989 y el 31/12/1996, con el detalle de las capturas históricas
y totales de los buques que hubieren transferido sus permisos de pesca con
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posterioridad al 14/06/2001 y los casos con reclamos pendientes de resolución en
sede administrativa o judicial.
Regresando a la administración nacional en el año 2001, mientras la situación
económica seguía agravándose, la recesión y la desocupación se encontraban en el
límite de lo tolerable. La situación imperante en el sector pesquero provocó casi la
inmediata abrogación de la anteriormente descripta Resolución SAGPyA Nº 965/2000,
mediante la Resolución Nº 73/2001 que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca
y Alimentación dictó en febrero de ese año. La norma fue rectificada modificando la
lista de buques autorizados a la pesca de merluza común, así como el límite de
cajones semestrales permitidos, mientras que se sostuvieron medidas de selectividad
y diferenciación de flota. Se crearon diferentes autorizaciones para la pesca en las
zonas de esfuerzo restringido.
Estas medidas y otras que se fueron dictando posteriormente formaron parte
del proceso que llevó años hasta llegar a la institucionalización del Sistema de Cuotas
Individuales Transferibles de Captura.
Podemos describir el contexto de la época mencionando la extrema
vulnerabilidad económico – social que caracterizó los años de recesión económica,
acompañada de la crisis de representación política que culminó en diciembre de 2001
con el consecuente estallido social y, en el tema que nos ocupa, con un deterioro de la
actividad pesquera que no podía encontrar el rumbo posible para el equilibrio
necesario entre sustentabilidad y desarrollo económico.
Coincidentemente, en el plano económico nacional, se verificaba la caída del
modelo de la convertibilidad.
En ese escenario, las Capturas Máximas Permisibles establecidas para ese
año fueron sobrepasadas sin que se pudiera hacer nada al respecto. La mitad de la
flota había judicializado sus pretensiones y, en diciembre de 2001, la recién asumida
Autoridad de Aplicación se vio en la necesidad política de derogar urgentemente la
Resolución Nº 285/2001 dictada por la gestión anterior, por la que se establecía cuales
buques pesqueros fresqueros podían salir a la pesca la merluza común y se establecía
un cronograma de capturas máximas bimestrales, mediante la Resolución Nº 1/2001
que también asignaba el cupo de captura para el 1º bimestre del año 2002.
La crisis se aceleró políticamente a tal punto que en el término de diez días el
país tuvo cinco presidentes. Es de destacar que todos ellos resultaron designados por
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los instrumentos constitucionales legales y legítimos y no mediante algún tipo de golpe
de estado cívico militar que históricamente se habían dado en el país. En medio de
esa situación, el Consejo Federal Pesquero se mantuvo con la mayoría de sus
integrantes, que continuaron en funciones representando a las provincias y a la
Nación, sosteniendo un nivel de continuidad y reconocimiento institucional tal vez
mayor que el de la propia Autoridad de Aplicación que era responsable, por el Decreto
de Necesidad y Urgencia Nº 189/99, que continuaba en vigencia, de la administración
de los recursos pesqueros, en particular la merluza hubbsi.
Durante ese período la Autoridad de Aplicación, que tenía asignada la
responsabilidad de disponer los instrumentos adecuados para salvaguardar al recurso
en peligro, no pudo contar con el respaldo institucional necesario para dictar las
medidas políticas necesarias que permitieran encauzar el recupero de la especie ni
para imponer las instituciones ya creadas a esos efectos.
Aún no se había cerrado la grieta creada por la crisis de representatividad
cuando se realizaron las elecciones del año 2003. La fórmula que accedió al gobierno
de los destinos nacionales quedó en segundo lugar en la primera vuelta electoral y
terminó asumiendo por renuncia a la segunda vuelta de la fórmula que se había
impuesto en primera.
Durante los años 2000, 2001, 2002 y hasta mayo de 2003 las relaciones entre
el Consejo Federal Pesquero y la Autoridad de Aplicación presentaban algunas
dificultades debido a los enfrentamientos políticos de las diferentes instancias de
gestión y los consiguientes problemas de representación institucional. Estos
problemas llevaron en algún punto a que el Consejo se hiciera cargo de algunas
responsabilidades correspondientes a la administración y se produjeran nuevos
retrasos en las tareas de cuotificación. Se trataban constantemente temas urgentes y
coyunturales y quedaban postergados los temas importantes. Se trabajaba en un clima
de conflicto y tirantez. Durante el año 2003, prácticamente no se dictaron medidas de
manejo de merluza salvo las reglamentarias de la emergencia. En diciembre de 2003
se iniciaba otro proceso diferente, la salida de Eduardo Duhalde del Gobierno y el
ingreso de Néstor Kirchner, con la habitual transición con dudas y expectativas que
genera todo cambio de conducción.
El aparato estatal, que sufrió las políticas de ajuste y achicamiento del Estado
durante la larga década de neoliberalismo de 1990 al 2001, había quedado sujeto a
proceso de desinstitucionalización que fue acompañado por un permanente castigo a
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la clase trabajadora estatal a la que se estigmatizó, se le imposibilitó el acceso a la
capacitación, al desarrollo de carrera y se precarizó mientras se le recortaba el salario
y no se le otorgaban las herramientas materiales para desempeñar las funciones
mínimas requeridas para cumplir con las obligaciones impuestas por el legislador. En
el ámbito de la administración de pesca, todo esto se tradujo en que al 2003 existía
apenas una más que mínima planta de personal, complementada con una cantidad de
personal contratado en condiciones precarias, espacios de trabajo escasos y poco
adecuados y casi ningún equipamiento ni sistemas informáticos para dar apoyo a las
tareas de registro y control que había que llevar a cabo.
Con esta situación de extrema vulnerabilidad institucional se encontró quien
asumió como Subsecretario en 2003, Gerardo Nieto, quien cumplía anteriormente
funciones como representante de la provincia de Santa Cruz en el Consejo Federal
Pesquero desde su creación y debido a eso tenía un claro y definido criterio de cuáles
eran las fortalezas y debilidades del sector. El nuevo funcionario conocía no solamente
los tiempos políticos sino además, cuáles eran las posibilidades reales de implementar
en su totalidad la Ley Federal de Pesca. También contaba con el consenso de los
demás integrantes del Consejo, alguno de los cuales lo acompañó desde el primer
momento en la gestión.
A partir del inicio de esa gestión, la actividad de la Subsecretaría de Pesca y
Acuicultura
a su cargo buscó conciliar, a través de un manejo adecuado de las
pesquerías, la sustentabilidad biológica de las poblaciones que constituyen los
recursos pesqueros, la actividad económica relacionada con el uso de estos, y el
soporte de la consecuente ocupación laboral genuina y estable. Esto se vio facilitado
por un funcionamiento muy armónico con el Consejo Federal Pesquero, que en tanto
se implementaban normas de transición hacia la cuotificación, se dedicó a la
elaboración integral del régimen en sí, en una actividad de apoyo mutuo e intercambio
ágil de información que resultó muy provechoso en los resultados obtenidos. Esta
vinculación permanente entre los dos organismos permitió salvar muchos de los
problemas que se habían generado anteriormente y unificar las posturas.
La mejora en las relaciones político-institucionales entre el Consejo Federal
Pesquero y la Subsecretaría disminuyó la vulnerabilidad ante las presiones que el
sector pesquero venía ejerciendo alternativamente ante uno y otro organismo.
En principio se optó por una transformación gradual del sector. Durante el año
2003, se dejó que se mantuviera el anterior uso de la “pesca olímpica”, regulando
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30
solamente las áreas de veda por especie y flota, y restableciendo la exigencia de uso
de los sistemas de selectividad y aumentando gradualmente los controles sobre esos
temas.
Las primeras discusiones se centraron en la posibilidad de incorporar a la
totalidad de los buques pesqueros al sistema de Posicionamiento Satelital, el que a la
sazón se aplicaba únicamente a los buques de mayor porte y además se encontraba
efectivamente suspendido por falta de pago a los dadores del sistema. Para eso
primero hubo que recrear las condiciones objetivas para conseguir reinstalar el
sistema caído y posteriormente extenderlo a toda la flota pesquera nacional, incluida la
flota de barcos de rada o ría.
El 9 de enero de 2004, a propuesta del Subsecretario, la Autoridad de
Aplicación dictó la Resolución SAGPYA Nº 73/2004, que asignaba volúmenes de
captura de merluza común, distribuyéndolos directamente como si fueran cuotas,
aplicando de dos parámetros principales de ponderación: historia de capturas 1989/1996- y mano de obra empleada. La norma se elaboró en el marco del Decreto
189/1999, aplicando las facultades que este le adjudicara, con el objeto de generar un
sistema confiable que permitiera el sostenimiento del recurso y la actividad de la flota y
de las empresas productivas vinculadas, procurando preservar el empleo en las zonas
de costeras nacionales. Aún cuando no se contaba con datos para fijar una Captura
Máxima Permisible anual por que el INIDEP todavía no había elaborado el informe
que permitiera establecerla, sí se tomaron en cuenta las capturas máximas de sostén.
Esta norma preveía la utilización de cupos anuales por mes, con la posibilidad de
transferencia, diferenciación de los stocks Norte del Paralelo 41º Sur
y
Sur del
Paralelo 41º Sur. Para la flota arrastrera, se hizo un trabajo de depuración,
incorporando buques que no se encontraban en anteriores resoluciones y se
eliminando otros que sí se encontraban en ella. Asimismo se impuso la utilización del
sistema de Posicionamiento Satelital para toda la flota de más de 25 metros de eslora,
incluida la flota tangonera cuya especie objetivo es el langostino, porque la zona de
pesca del langostino patagónico es área de cría de ejemplares juveniles y de desove
de la especie merluza común. También se otorgaron cuotas de captura a las
provincias para morigerar los efectos socioeconómicos que se produjeran. Como toda
norma que procura dar un mejor ordenamiento y tiende a reducir el beneficio de
algunos, ésta fue muy resistida por parte de la flota nacional, por lo que se debió dar
marcha atrás con la misma. Es de tener en cuenta que la mayoría de los buques
congeladores de la flota merlucera había presentado recursos de amparo.
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31
Mediante la Resolución SAGPyA Nº 114 de fecha 22 de enero de 2004 se
suspendieron los alcances de la Resolución Nº 73/2004. Además se efectuaron las
reuniones con las autoridades pesqueras de las provincias con litoral marítimo y con
las diversas cámaras empresarias del sector pesquero, atendiendo a los muchos
planteos efectuados.
Así, el 4 de mayo de 2004 la Autoridad de Aplicación sobre la base del informe
técnico del INIDEP que permitió establecer la Captura Biológicamente Aceptable para
el año 2004, para el stock al Sur del Paralelo 41° Sur de la especie merluza común
(Merluccius hubbsi), restando contar con el correspondiente informe para el stock al
Norte del Paralelo 41° Sur, eleva el proyecto de lo que sería la Resolución SAGPyA Nº
484/2004. Esa norma otorgaba volúmenes de captura por un trimestre a los buques
designados en la misma. Por ella se determinaba un ancho de CINCO (5) millas
náuticas de los límites Norte, Este y Sur de la zona de veda creada por la Resolución
SAGPyA Nº 265/2000 y modificada por la Resolución SAGPYA Nº 74/2004, en la que
no podrían operar los buques congeladores especificados en el Anexo II de la
resolución, por primera vez diferenciados en una norma posterior a la declaración de
emergencia del recurso merluza hubbsi. Se especificaba en el Anexo III la flota que
tenía permitido operar en el Área Interjurisdiccional de Esfuerzo Pesquero Restringido.
En esta norma también se otorgaban volúmenes de captura a las provincias con litoral
marítimo para morigerar posibles efectos socioeconómicos. A pesar de continuar con
varios buques congeladores cuyos armadores habían presentado recursos de amparo,
esta resolución llegó aplicarse en su totalidad. Es de señalar que tanto con la
Resolución 73/2004 como con la posterior 484/2004, al otorgar asignaciones en
función de la historia de capturas, se comenzó instalar la noción de volumen anual de
captura, medido en toneladas, en los armadores. La normativa anterior siempre había
otorgado las capturas medidas por período, por cajones, por viaje, etc. Con el paso del
tiempo, este enfoque abrió una nueva posibilidad para ordenar la administración del
recurso, se fue superando poco a poco la negatividad inicial y se consolidaron los
aspectos positivos y las ventajas de la decisión.
Con el objeto de dar continuidad a la actividad pesquera hasta el 31 de
diciembre de 2004 o hasta la definitiva instrumentación del Régimen de Cuotas
Individuales Transferibles de Captura establecido por la Ley Nº 24.922, el 4 de agosto
de 2004 la Autoridad de Aplicación dictó la Resolución SAGPyA Nº 675, que
establecía la obligación de realizar paradas biológicas para toda la flota con
volúmenes de captura de merluza hubbsi. La norma fijaba límites a las transferencias
de volúmenes de captura entre los distintos buques de la flota autorizada para la
CAT.OPP/CAG/2011-14
32
pesca de merluza hubbsi. Asimismo incluía la obligación de informar a la Autoridad de
Aplicación acerca del volumen de procesamiento en planta de los productos
pesqueros alcanzados por la norma y asigna volúmenes de captura a las provincias
para morigerar los posibles efectos socioeconómicos.
Como primera norma de alcance anual, el 29 de diciembre de 2004 se dictó la
Resolución SAGPyA Nº 1388, que establecía las condiciones de captura para la
especie merluza hubbsi para todo el año 2005. Esta Resolución se cumplió durante la
totalidad del plazo y finalizado el mismo ya no quedaban armadores de buques
congeladores con recursos de amparo en trámite, habiendo aceptado toda la flota las
condiciones de administración del recurso merluza común de acuerdo con lo que fue
estableciendo la Autoridad de Aplicación.
En el dictado de esta resolución, podemos observar por primera vez una
articulación normativa que permite un análisis de la misma dividiéndola por conceptos.
Se establece el prorrateo de la captura para los buques pesqueros que inician su
operatoria en el año 2004 y la concluyen en el año 2005. Se disponen paradas
biológicas obligatorias, se regulan las actividades en la Zona Común de Pesca. Se
divide el cupo anual en cupos trimestrales, agrupados en semestres, pudiéndose
acumular los cupos del primer al segundo trimestre y del tercero al cuarto. Se
establecen áreas restringidas y procedimiento de transferencias. Se establecen
prohibiciones y sanciones. Se otorgan cupos a las provincias para ser distribuidas
entre los buques pesqueros que éstas designen, a efectos de morigerar los efectos
socio-económicos que pudieran originarse.
El 27 de diciembre de 2005 se publicó la Resolución SAGPyA Nº 90, que
regulaba la captura anual de 2006, con las mismas características de la norma para el
año 2005, realizándose algunos ajustes sobre ciertas condiciones de manejo gracias a
la experiencia adquirida con la aplicación de la normativa anterior. Por primera vez se
abandona el uso de la frase “volumen de captura” y se determina el concepto de
“Asignaciones de Captura” que se ha seguido utilizando hasta la actualidad.
El 26 de diciembre de 2006 se sanciona la Resolución SAGPyA Nº 920, en la
misma línea de las anteriores, que incorpora además de las asignaciones de captura
trimestrales agrupadas en semestres para el año 2007 una asignación no transferible
para los buques fresqueros con plantas en tierra, lo que permite una mejor distribución
del recurso.
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33
El 28 de diciembre de 2007, siguiendo lo que ya se había convertido en buena
práctica, se dictó la Resolución SAGPyA Nº 65 que incorporaba como novedad a las
anteriores que la administración otorgada por el Consejo Federal Pesquero en la
Resolución Nº 48 de 2007 por la norma sería por 5 años o hasta que se eliminaran las
condiciones de precariedad que hicieran que el recurso merluza común fuera
declarado en emergencia y se establecieran las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura. Además se creaba el Fondo de Reasignación para las capturas no utilizadas
lo que permitiría a la Autoridad de Aplicación redistribuir capturas durante los períodos
asignados. En lo general, se continuaba con las condiciones de administración y
manejo establecidas en las normas anteriores.
La continuidad que fue llevando a lo establecido en la última norma de
distribución de Asignaciones de Captura fue lo que permitió crear las condiciones
objetivas para que tanto la Autoridad de Aplicación, como los armadores titulares de
asignaciones de captura de merluza hubbsi pudieran transitar el camino que los
familiarizara con la futura institución de Cuotas Individuales Transferibles de Captura,
que en todas sus normas recoge la experiencia adquirida durante los años exitosos de
distribución de captura del recurso merluza hubbsi que se iniciaron en 2004.
En noviembre de 2008, después de la renuncia de Gerardo Nieto, asumió como
Subsecretario de Pesca y Acuicultura el Sr. Norberto Yauhar, designado mediante
Decreto Nº 1894/2008.
El 11 de noviembre de 2009 mediante Resolución SAGyP Nº 33 se retrotrajo el
recurso Merluccius hubbsi a la aplicación del Régimen de Cuotas Individuales
Transferibles de Captura, Después de 10 años en estado de “emergencia pesquera”
en lo referido al recurso merluza común, mediante la aplicación del marco normativo
específico dictado por el Consejo Federal Pesquero para los recursos merluza hubbsi,
merluza negra, polaca y merluza de cola, que es el resultado de un proceso de
continuidad institucional de suma relevancia en el desarrollo de un sistema de
administración de las pesquerías que se ajusta a la Ley, sin dejar de contemplar los
cambios de criterio ocurridos y la experiencia adquirida en el lapso que llevó su
implementación. Con la puesta en práctica este nuevo Régimen, por fin se ha logrado
que la Ley Federal de Pesca se perfeccione, implementándose en su totalidad. Como
ya se ha dicho, el 17 de noviembre de 2009, la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner lo anunció en Casa de Gobierno, como un "día histórico" para la actividad
pesquera de la Argentina.
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34
4.- El Régimen General de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC) y
regímenes específicos por especie.
Como ya se ha dicho, desde su integración el Consejo Federal Pesquero ha
venido trabajando en la elaboración de todas las reglamentaciones y normas
necesarias para establecer el Régimen General de Cuotas Individuales Transferibles
de Captura (CITC) lo que finalmente se concretó a través de la Resolución Nº 10/2009
del 25 de agosto de ese año, que actualizaba y modificaba lo que había establecido en
su momento mediante la Resolución CFP N° 2/2001.
Su implementación definitiva fue la culminación de un largo proceso iniciado
con la sanción de la Ley Nº 24.922.
La Resolución CFP Nº 10/2009, aprueba el Régimen General de CITC, adjunto
a la misma como ANEXO I.
El Régimen comienza precisando las siguientes definiciones:
 Captura Máxima Permisible (CMP): Las máximas capturas anuales por
especie autorizadas por el Consejo Federal Pesquero en concordancia con el
objetivo de alcanzar el máximo rendimiento sustentable de los recursos
pesqueros y optimizar los beneficios sociales y económicos inherentes a la
actividad pesquera.
 Reserva de Administración (RA): El porcentaje de la CMP que anualmente
el Consejo Federal Pesquero determine en cada régimen específico para la
administración anual de la pesquería.
 Reserva de Conservación (RC): El porcentaje de la CMP que el Consejo
Federal Pesquero establezca en cada régimen específico bajo un criterio
precautorio.
 Reserva de Cuota Artesanal (RCA): El porcentaje de la CMP que
anualmente el Consejo Federal Pesquero determine de acuerdo a lo dispuesto
en el artículo 9º, inciso k), de la Ley Nº 24.922.
 Reserva Social (RS): El porcentaje de la CMP reservado para ser asignado,
según lo determine el Consejo Federal Pesquero, a los sectores de máximo
interés social. Este interés social será determinado por cada una de las
jurisdicciones.
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 Cuota Individual Transferible de Captura (CITC): Concesión temporal del
Estado a favor del titular de un permiso de pesca, que habilita a la captura de
un porcentaje de la CMP de una especie determinada y cuya magnitud,
expresada en toneladas, quedará establecida cada año en función de la CMP.
Las CITC estarán sujetas al régimen de administración de cada especie.
 Fondo de Reasignación de Cuotas (FRC): Estará integrado por la porción de
la CMP que no haya sido inicialmente asignada o reservada y las CITC que
por cualquier causa sean recuperadas total o parcialmente por la
Administración, las que serán anotadas en Consejo Federal Pesquero por el
Registro de la Pesca y podrán ser asignadas por el Consejo.
 Grupo Empresario (GE): Se entenderá de pleno derecho que existe grupo
empresario cuando se acreditaren algunas de las siguientes circunstancias: 1.
Vinculación societaria entre dos o más empresas, tanto en partes de interés,
cuotas o acciones, de por lo menos un 25% del capital social y de los votos,
conforme surja del estado consolidado; debidamente certificado por Contador
Público Nacional y legalizado por el Consejo Profesional de Ciencias
Económicas de las respectivas jurisdicciones. 2. Identidad de socios o
accionistas entre dos o más empresas, de al menos un 51% del capital social
o del capital accionario y de los votos. Solo se considerarán integrantes de un
grupo empresario, aquellas empresas que incluyan en su objeto social la
extracción, procesamiento o comercialización de productos pesqueros.
 Zonas de Pesca y Tipos de Flota. Los conceptos de Zonas de Pesca y Tipo
de Flota podrán ser definidos en cada régimen específico.
Una vez definidos los términos a utilizar, el Régimen fija las siguientes reglas
para las CITC:
 El
Consejo
Federal
Pesquero
determinará
las
especies
cuyo
aprovechamiento quedará sometido al Régimen de Administración por CITC
y dictará las normas aplicables en cada caso.
 Sólo podrán ser titulares de CITC los titulares de permisos de pesca
debidamente inscriptos en el Registro de la Pesca.
 La concesión de una CITC habilita a su titular para capturar un porcentaje
determinado de la CMP según lo establecido en este régimen general y en el
régimen de cada especie. Además, deberán contar con la habilitación de la
CAT.OPP/CAG/2011-14
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jurisdicción que corresponda y cumplir con las normas de carácter general
que se establezcan.
 El plazo de vigencia de la concesión de la CITC, será de QUINCE (15) años
a partir de la puesta en vigencia de cada régimen específico.
 Las CITC se inscribirán en el Registro de la Pesca una vez concedidas por el
CONSEJO FEDERAL PESQUERO.
 El ejercicio de los derechos de captura que confiere la CITC estará sujeto al
pago del Derecho Único de Extracción.
 Se enuncian las causas de extinción del la CITC y se establece que la
extinción de la CITC determina su ingreso al FRC.
 Ninguna persona física o jurídica o grupo empresario podrá acumular CITC
por encima del porcentaje máximo que a tal efecto establezcan los
Regímenes Específicos de CITC. Cuando esta situación se verifique luego
de su asignación inicial, la Autoridad de Aplicación procederá a reajustar la
alícuota porcentual de la persona o grupo y el excedente pasará a integrar el
FRC.
 Las CITC serán divisibles y transferibles total o parcialmente, en forma
definitiva o transitoria, en las condiciones generales que establezca el
CONSEJO FEDERAL PESQUERO.
 Por la transferencia deberá abonarse un Derecho de Transferencia que
ingresará al Fondo Nacional Pesquero.
 La asignación inicial de las CITC será a favor de personas físicas o jurídicas
titulares de uno o más permisos de pesca, inscriptos en el Registro de la
Pesca, de acuerdo con el procedimiento que fije el CONSEJO FEDERAL
PESQUERO en el Régimen de cada especie.
 La Autoridad de Aplicación emitirá los certificados de la titularidad de las
CITC.
 Los certificados, sus modificaciones y transferencias serán inscriptos en el
Registro de la Pesca.
 La Autoridad de Aplicación publicará anualmente la titularidad de las CITC.
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 Toda limitación que pese sobre las CITC deberá ser puesta en conocimiento
de la Autoridad de Aplicación y tendrá efecto a partir de su inscripción en el
Registro de la Pesca.
Posteriormente, a través del Acta CFP Nº 49/2009, el Consejo fijó, en el marco
de la política de administración de los recursos pesqueros, pautas para: la
metodología general de asignación de las CITC, las Reservas de Administración y de
Conservación, la forma de fijar los porcentajes máximos de concentración, la Reserva
Social, la Reserva Artesanal, el cálculo de las CITC y para la implementación de los
regímenes específicos de CITC para las especies Polaca (Micromesistius australis),
Merluza negra (Dissostichus eleginoides), Merluza de cola (Macruronus magellanicus)
y Merluza común (Merluccius hubbsi) aprobando al mismo tiempo las resoluciones
CFP Nros. 20/2009, 21/2009, 22/2009 y 23/2009 que disponían los respectivos
regímenes específicos.
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4.a.- Régimen de Transferencias de Cuotas Individuales Transferibles de
Captura.
Resolución CFP Nº 24/2009
De acuerdo a lo fijado por la Ley 24.922, las cuotas individuales de captura
serán total o parcialmente transferibles de conformidad con las condiciones que
establezca el Consejo Federal Pesquero, que fijará un Derecho de Transferencia a
cargo del cesionario, en relación al volumen de captura y al valor de la especie que la
cuota autoriza a capturar.
En ese marco, el Consejo ha dispuesto que toda transferencia definitiva de
CITC, sea parcial o total deberá ser sometida a su aprobación.
En cuanto a las transferencias temporarias sólo podrán tener por objeto el
volumen correspondiente al año de la solicitud de transferencia.
Las transferencias temporarias están sujetas al pago de un Derecho de
Transferencia cuyo valor fija el Consejo, excepto que se realicen entre buques del
mismo titular de CITC en cuyo caso están exentas de ese pago.
El Derecho de Transferencia definitiva de CITC será equivalente al valor de la
transferencia temporaria multiplicado por la cantidad de años que restan de vigencia
de la Cuota Individual Transferible de Captura (CITC), incluyendo el año de la solicitud.
El cesionario asumirá en forma solidaria con el cedente las obligaciones y
cargas derivadas del Régimen de Administración de CITC que pesaren sobre el titular
respecto de la cuota objeto de la transferencia bajo el presente régimen, las que se
trasmitirán en el estado en que se encuentran.
El cedente y el cesionario, al momento de la solicitud, deberán presentar el
contrato de transferencia definitiva de CITC, debidamente sellado en las jurisdicciones
correspondientes, y el certificado de libre deuda fiscal y previsional emitido por las
autoridades competentes.
CAT.OPP/CAG/2011-14
39
4.b.- Régimen específico de CITC de polaca (Micromesistius australis)
Resolución CFP Nº 20/2009
En este régimen se aplicó la metodología general de asignación de las CITC,
incorporando además la Reserva de Administración de la especie.
Para esta especie, el Consejo decidió asignar Cuotas Individuales Transferibles
de Captura (CITC) a los buques que registraran historia de captura de la especie
mayor al 1% del total de las capturas de la misma especie en el período establecido en
la Ley Nº 24.922, por el plazo previsto en el Consejo Federal Pesquero. Como Anexo
de la norma se publica el detalle de los buques que reciben las cuotas.
Los porcentajes de ponderación para la asignación se fijaron de la siguiente
forma: historia de captura en el 50%, mano de obra en el 30%, producción en el 15% e
inversiones en el 5%, detrayéndose por aplicación del ítem Sanciones el 1% de la
asignación que correspondiera por aplicación de los ítems anteriores.
Se fijó el porcentaje máximo de concentración permitido por empresa o grupo
empresario en el 40% de la Captura Máxima Permisible.
Se fijó la Reserva de Conservación en el 20% de la Captura Máxima Permisible
y se estableció una Reserva de Administración a conformarse con los excedentes del
porcentaje máximo de concentración y la detracción resultante de la aplicación del
ítem Sanciones. Esta reserva puede ser destinada a cubrir la captura incidental de la
especie y/o ser distribuida anualmente, en función de necesidades operativas de la
flota.
Es responsabilidad de la Autoridad de Aplicación inscribir en el Registro de la
Pesca, a solicitud del interesado, en los casos que corresponda, la asignación,
modificación, transferencia y extinción de las CITC, y de emitir las constancias
correspondientes. Asimismo deberá ajustar las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura que se asignan a los datos de buque y/o titular reemplazante que obren en el
Registro de la Pesca.
Se daba al titular original plazo hasta el 10 de diciembre de 2009 para solicitar
la inscripción, en forma total o parcial, de la asignación inicial de sus Cuotas
Individuales Transferibles de Captura, y aceptar expresamente todas las normas de
administración bajo el régimen de CITC, todo nuevo titular de cuotas deberá presentar
idéntica solicitud. Las asignaciones de Cuotas Individuales Transferibles de Captura
respecto de las cuales no se solicitara su inscripción en el plazo indicado se
agregarían al Fondo de Reasignación de la especie.
CAT.OPP/CAG/2011-14
40
La Autoridad de Aplicación, a través de la Dirección Nacional de Coordinación
Pesquera, deberá calcular y publicar anualmente, sobre la base de la Captura Máxima
Permisible establecida para ese año, el volumen en toneladas de cada Cuota
Individual Transferible de Captura.
La norma fija las causas por la cuales se extinguen o caducan las CITC y
establece que se deberá abonar un canon por la asignación del Fondo de
Reasignación o de la Reserva de Administración, fijando los parámetros para el
cálculo de ese canon.
4. c.- Régimen específico de CITC de merluza negra (Dissostichus eleginoides)
Resolución CFP Nº 21/2009.
Es un régimen mayormente similar al de la Resolución CFP Nº 21/2009 en el
que se aplica la metodología general de asignación de las CITC, incorporando además
la Reserva de Administración de la especie
Como situación particular, luego de un análisis del desempeño de la flota sobre
la base de la captura de la especie registrada en el período de la ley, se decidió no
asignar cuotas a los buques que integran la flota potera.
El tope máximo del 40% de concentración empresaria en esta pesquería tiene
su razón en la escasa cantidad de empresas o grupos empresarios que han tenido
como objetivo de pesca a dicha especie desde el año 1989 hasta la fecha. El tope es
coincidente con el fijado para las Autorizaciones de Captura previamente otorgadas
para la especie por su efectividad.
La norma asignó Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC) a los
buques que registran historia de captura de la especie mayor al 1% del total de las
capturas de la misma especie en el período establecido en la Ley Nº 24.922, con
exclusión de los buques pertenecientes a la flota potera, por el plazo previsto por el
Consejo Federal Pesquero. Como Anexo de la resolución se publica el detalle de los
buques que reciben las cuotas.
Los porcentajes de ponderación para la asignación se fijaron de la siguiente
forma: historia de captura en el 50%; mano de obra en el 30%; producción en el 15%;
inversiones en el 5%, detrayéndose por aplicación del ítem Sanciones el 2% de la
asignación que corresponda por aplicación de los ítems enumerados.
CAT.OPP/CAG/2011-14
41
Se fijó el porcentaje máximo de concentración por empresa o grupo empresario
en el 40% de la Captura Máxima Permisible.
Se estableció una Reserva de Administración fijada en el 15% de la Captura
Máxima Permisible a la que se agregan los excedentes del porcentaje máximo de
concentración y la detracción resultante de la aplicación del ítem Sanciones. Esta
reserva se podrá destinar a la captura incidental de la especie y a su eventual
asignación anual en función de necesidades operativas de la flota.
La Autoridad de Aplicación queda a cargo de inscribir en el Registro de la
Pesca, a solicitud del interesado, en los casos que corresponda, la asignación,
modificación, transferencia y extinción de las CITC, y de emitir las constancias
correspondientes. Asimismo deberá ajustar las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura que se asignan a los datos de buque y/o titular reemplazante que obren en el
Registro de la Pesca.
Se daba al titular original plazo hasta el 10 de diciembre de 2009 para solicitar
la inscripción, en forma total o parcial, de la asignación inicial de sus Cuotas
Individuales Transferibles de Captura, y aceptar expresamente todas las normas de
administración bajo el régimen de CITC, todo nuevo titular de CITC deberá presentar
idéntica solicitud. Las asignaciones de Cuotas Individuales Transferibles de Captura
CITC respecto de las cuales no se solicitara su inscripción en el plazo indicado se
agregarían al Fondo de Reasignación de la especie.
La Autoridad de Aplicación, a través de la Dirección Nacional de Coordinación
Pesquera, deberá calcular y publicar anualmente, sobre la base de la Captura Máxima
Permisible establecida para ese año, el volumen en toneladas de cada Cuota
Individual Transferible de Captura.
La norma fija las causas por la cuales se extinguen o caducan las CITC y
establece que se deberá abonar un canon por la asignación del Fondo de
Reasignación o de la Reserva de Administración, fijando los parámetros para el
cálculo de ese canon.
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4.d.- Régimen específico de CITC de merluza de cola (Macruronus magellanicus)
Resolución CFP Nº 22/2009.
En el caso de esta especie las CITC se asignan inicialmente, sobre una porción
de la Captura Máxima Permisible (CMP), que guarda proporción con las capturas de
los buques durante el período comprendido entre 1989 y 1996.
Otra porción de la CMP se destina al Fondo de Reasignación para ser
asignada a la flota que cuenta con historial de capturas de los últimos años de la
especie, con el fin de lograr los objetivos previstos en el artículo 1° de la Ley 24.922.
En este caso se ha aplicado un porcentaje de detracción del 2% por aplicación del
ítem sanciones.
En este régimen específico, debido a que la flota que opera sobre la especie es
más numerosa que la que opera en otras, como merluza negra o polaca, se tomado
como 15 % el tope máximo para evitar concentraciones económicas no deseadas.
La norma asigna Cuotas Individuales Transferibles de Captura, sobre el 25%
de la Captura Máxima Permisible, a los buques que registran historia de captura de la
especie mayor al 3% del total de las capturas de la misma especie, en el período
establecido en la Ley Nº 24.922, por el plazo previsto por el CONSEJO FEDERAL
PESQUERO, computado desde el 1º de enero de 2010.
Se establece la ponderación de los ítems del artículo 27 de la Ley Nº 24.922,
para la asignación de las Cuotas Individuales Transferibles de Captura previstas en el
artículo 2º, de la siguiente manera: historia de captura en el 50%, mano de obra en el
30%, producción en el 10%, inversiones en el 10%, detrayéndose por aplicación del
ítem Sanciones el 1% de la asignación que corresponda por aplicación de los ítems
anteriores.
También se dispone una asignación inicial del Fondo de Reasignación sobre el
57% de la Captura Máxima Permisible, correspondiente al Fondo de Reasignación, a
los buques operativos que registran capturas de la especie en todos los años en el
período comprendido entre los años 2004 y 2007, ambos inclusive, y un promedio
anual de capturas de la especie en el período comprendido entre los años 2000 y
2007, ambos inclusive, superior a 350 toneladas. Se establece que los porcentajes
para esta asignación serán tomados en proporción al promedio de los 2 años de
mayor captura de cada buque respecto del promedio de los 2 años de mayor captura
de todos los buques, durante el período comprendido entre los años 2000 y 2007,
ambos inclusive.
CAT.OPP/CAG/2011-14
43
Los buques a los que se haya asignado Cuotas Individuales Transferibles de
Captura por historia de capturas entre 1989 y 1996 tendrán el 25% de la proporción
establecida en el párrafo anterior.
Los buques que registran sanciones firmes en sede administrativa tendrán una
reducción del 2% en la asignación de sus Cuotas Individuales Transferibles de
Captura. El porcentaje correspondiente de esta reducción permanecerá en el Fondo
de Reasignación.
Como Anexo de la Resolución se publica el detalle de los buques que reciben
las cuotas, ya sea por historia de capturas entre 1989 y 1996 o por promedio de
capturas entre 2004 y 2007.
Como incentivo para el aprovechamiento de lo otorgado, se indica que en las
asignaciones futuras del Fondo de Reasignación se ponderará positivamente la
captura efectiva de las Cuotas Individuales Transferibles de Captura y de los
volúmenes asignados.
Se fija el porcentaje máximo de concentración por empresa o grupo empresario
en el 15% de la Captura Máxima Permisible.
Se fija la Reserva de Conservación en el 10% de la Captura Máxima Permisible
y una Reserva de Administración que se conformará con el 8% de la misma, al que se
le adicionarán los excedentes del porcentaje máximo de concentración y de la
detracción resultante de la aplicación del ítem Sanciones. Esta última reserva se podrá
destinar a la captura incidental de la especie y a su eventual asignación anual en
función de necesidades operativas de la flota.
Para solicitar asignaciones de la Reserva de Administración se deberá
acreditar, entre otras condiciones que podrá establecer el CONSEJO FEDERAL
PESQUERO, haber capturado con el buque titular de la CITC más del 80% del
volumen anual que tuviera asignado.
Es responsabilidad de la Autoridad de Aplicación inscribir en el Registro de la
Pesca, a solicitud del interesado, en los casos que corresponda, la asignación,
modificación, transferencia y extinción de las CITC, y de emitir las constancias
correspondientes. Asimismo deberá ajustar las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura que se asignan a los datos de buque y/o titular reemplazante que obren en el
Registro de la Pesca.
Se daba al titular original plazo hasta el 10 de diciembre de 2009 para solicitar
la inscripción, en forma total o parcial, de la asignación inicial de sus Cuotas
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Individuales Transferibles de Captura, y aceptar expresamente todas las normas de
administración bajo el régimen de CITC, todo nuevo titular de cuotas deberá presentar
idéntica solicitud. Las asignaciones de Cuotas Individuales Transferibles de Captura
respecto de las cuales no se solicitara su inscripción en el plazo indicado se
agregarían al Fondo de Reasignación de la especie.
La Autoridad de Aplicación, a través de la Dirección Nacional de Coordinación
Pesquera, deberá calcular y publicar anualmente, sobre la base de la Captura Máxima
Permisible establecida para ese año, el volumen en toneladas de cada Cuota
Individual Transferible de Captura.
La norma fija las causas por la cuales se extinguen o caducan las CITC y
establece que se deberá abonar un canon por la asignación del Fondo de
Reasignación o de la Reserva de Administración, fijando los parámetros para el
cálculo de ese canon.
Para esta especie en particular, se dispone que la flota fresquera que cuenta
con autorización para la captura de la especie otorgada por el CONSEJO FEDERAL
PESQUERO, y sin asignación de CITC, mantendrá la autorización para capturarla
como especie objetivo. A tal efecto, dicha captura será afectada por la Autoridad de
Aplicación a la Reserva de Administración y estará exenta del pago del canon por
asignación de la Reserva de Administración.
4. e.- Régimen específico de CITC de merluza común (Merluccius hubbsi):
Resolución CFP Nº 23/2009.
En esta norma se crea para la especie merluza común la Reserva Artesanal y
la Reserva Social. La Reserva Artesanal queda afectada a las capturas realizadas por
los buques que se encuentren inscriptos en el Registro Nacional de la Pesca
Artesanal. En cuanto a la Reserva Social, se fijan las reglas por las cuales se
determinará el “máximo interés social”. Es de tener en cuenta que esta especie es la
que genera mayor cantidad de empleos en las provincias con litoral marítimo, sobre
todo en la Provincia de Buenos Aires.
El consejo dispone asignar Cuotas Individuales Transferibles de Captura sobre
el 69,47% de la Captura Máxima Permisible a los buques que registran historia de
captura de la especie mayor al 0,5‰ del total de las capturas de la especie en el
período establecido en la Ley Nº 24.922, con exclusión de los buques pertenecientes a
la flota surimera, por el plazo previsto por el Consejo Federal Pesquero, de acuerdo
CAT.OPP/CAG/2011-14
45
con el detalle obrante en el ANEXO I de la Resolución, y establecer una Provisión
Administrativa del 0,25%.
Se establece la ponderación de los ítems del artículo 27 de la Ley Nº 24.922,
para la asignación de las CITC previstas en el artículo 2º, de la siguiente manera:
Historia de Captura en el 50%; Mano de Obra en el 30%; Producción en el 15%;
Inversiones en el 5%. Se detraerá por aplicación del ítem Sanciones el 5% de la
asignación que corresponda por aplicación de los ítems anteriores.
Se fija el porcentaje máximo de concentración por empresa o grupo empresario
en el 10% de la Captura Máxima Permisible.
Se fija el porcentaje correspondiente a la Reserva Artesanal en el 2,76% de la
Captura Máxima Permisible. La Reserva Artesanal queda afectada a las capturas de
los buques que se encuentren inscriptos en el Registro Nacional de la Pesca
Artesanal.
Se fija el porcentaje correspondiente a la Reserva Social en el 27,07% de la
Captura Máxima Permisible. El máximo interés social será determinado, según lo
establece el Régimen General, por parte de cada una de las jurisdicciones y por la
Autoridad de Aplicación de la Ley Nº 24.922, para la porción que le corresponde.
Se fija la Reserva de Administración que se conformará con el 0,45% de la
Captura Máxima Permisible. Esta reserva se destinará prioritariamente a la captura
incidental de la especie.
El Fondo de Reasignación se conformará con las Cuotas Individuales
Transferibles de Captura que se extingan de conformidad con lo establecido en el
Régimen General, los excedentes del porcentaje máximo de concentración y la
detracción resultante de la aplicación del ítem Sanciones.
Es responsabilidad de la Autoridad de Aplicación inscribir en el Registro de la
Pesca, a solicitud del interesado, en los casos que corresponda, la asignación,
modificación, transferencia y extinción de las CITC, y de emitir las constancias
correspondientes. Asimismo deberá ajustar las Cuotas Individuales Transferibles de
Captura que se asignan a los datos de buque y/o titular reemplazante que obren en el
Registro de la Pesca.
Se daba al titular original plazo hasta el 10 de diciembre de 2009 para solicitar
la inscripción, en forma total o parcial, de la asignación inicial de sus Cuotas
Individuales Transferibles de Captura, y aceptar expresamente todas las normas de
administración bajo el régimen de CITC, todo nuevo titular de cuotas deberá presentar
CAT.OPP/CAG/2011-14
46
idéntica solicitud. Las asignaciones de Cuotas Individuales Transferibles de Captura
respecto de las cuales no se solicitara su inscripción en el plazo indicado se
agregarían al Fondo de Reasignación de la especie.
La Autoridad de Aplicación, a través de la Dirección Nacional de Coordinación
Pesquera, deberá calcular y publicar anualmente, sobre la base de la Captura Máxima
Permisible establecida para ese año, el volumen en toneladas de cada Cuota
Individual Transferible de Captura.
La norma fija las causas por la cuales se extinguen o caducan las CITC y
establece que se deberá abonar un canon por la asignación del Fondo de
Reasignación o de la Reserva de Administración, fijando los parámetros para el
cálculo de ese canon.
4. f.- Medidas de administración para la especie merluza común (Merluccius
hubbsi):
Resolución CFP Nº 26/2009.
Con esta norma se definen medidas respecto de varios temas
Régimen de Capturas:
Se establece que las Capturas Máximas Permisibles (CMP) de la especie
merluza común (Merluccius hubbsi) se establecerán anualmente para el stock norte y
para el stock sur del paralelo 41º de latitud Sur.
Se otorga Autorización de Captura para pescar merluza común en el stock
norte del paralelo 41º de latitud Sur, a los buques fresqueros titulares de una Cuota
Individual Transferible de Captura para el stock sur del paralelo 41º de latitud Sur de la
especie, emitida por la Autoridad de Aplicación, limitada a un máximo de CUATRO (4)
viajes anuales por embarcación. Los buques deberán contar con un máximo de
CINCO MIL (5000) cajones por viaje cuando sean despachados a la pesca al área de
distribución del stock norte de la especie.
Podrán efectuar capturas de merluza común, en el stock sur del paralelo 41º de
latitud Sur, los buques que cuenten con Cuota Individual Transferible de Captura
(CITC) de la especie otorgada por el CONSEJO FEDERAL PESQUERO.
Durante el primer semestre del año, los buques podrán capturar hasta un
máximo del SESENTA POR CIENTO (60%) de la Cuota Individual Transferible de
Captura (CITC) anual que les hubiera sido asignada.
CAT.OPP/CAG/2011-14
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Las mareas de pesca deberán realizarse de manera completa y exclusiva en
cada uno de los stocks, ya sea norte o sur del paralelo 41º de latitud Sur.
Áreas de Veda:
Se definen las áreas para las que se prohíbe la pesca por arrastre para todo
tipo de buques, en forma permanente. La infracción a esta prohibición será
considerada falta grave y estará sujeta a las mismas sanciones establecidas para la
pesca en zona de veda.
El Consejo Federal Pesquero podrá ordenar la apertura y cierre de subzonas
de pesca dentro del Área de Esfuerzo Pesquero Restringido ubicada al Este del límite
de la jurisdicción provincial y designar la flota de buques autorizada para operar en el
área mencionada. Para ello podrá contar con el asesoramiento de la Comisión de
Manejo del Área de Esfuerzo Pesquero Restringido.
Se definen las áreas en las cuales no podrán operar los buques congeladores.
La infracción a esta restricción será sancionada.
Los buques que cuentan con planta productora de surimi sólo podrán realizar
operaciones de pesca exclusivamente al sur del paralelo 49º de latitud Sur.
Paradas Biológicas:
Los buques fresqueros habilitados a la captura de merluza común deberán
cumplir una parada efectiva en puerto, entre el 1º de enero y el 24 de diciembre de
cada año, por el término de 50 días, la que podrá dividirse en hasta 5 períodos de
duración no inferior a 10 días cada uno.
Los buques congeladores habilitados a la captura de merluza común deberán
cumplir una parada efectiva en puerto, entre el 1º de enero y el 24 de diciembre de
cada año, por el término de 75 días, la que podrá dividirse en hasta 5 períodos de
duración no inferior a 15 días cada uno.
En todos los casos, los armadores deberán informar por escrito a la
DIRECCION
NACIONAL
DE
COORDINACION
PESQUERA,
las
fechas
de
cumplimiento de las paradas establecidas. El incumplimiento de las paradas biológicas
será considerado falta grave y estará sujeto a las mismas sanciones establecidas para
la pesca en zona de veda.
CAT.OPP/CAG/2011-14
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La Autoridad de Aplicación, a solicitud de los armadores, podrá considerar el
cumplimiento de la obligación de paradas efectivas, en concepto de compensación de
períodos de inactividad del buque originados en forma fortuita por razones de fuerza
mayor.
Actividades en la Zona Común de Pesca - Ley Nº 20.645:
Los armadores podrán despachar los buques que cuenten con Autorización de
Captura de merluza común (, para operar en la Zona Común de Pesca determinada
por el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, suscripto entre la REPUBLICA
ARGENTINA y la REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, aprobado por la Ley Nº
20.645. El límite máximo de estas capturas quedará sujeto a la actualización de la
Captura Máxima Permisible en el área que oportunamente establezca la COMISION
TECNICA MIXTA DEL FRENTE MARITIMO.
Actividades fuera de la Zona Económica Exclusiva Argentina:
Las capturas efectuadas fuera de la Zona Económica Exclusiva Argentina por
los buques que posean Permiso de Pesca de Gran Altura que los habilite para ello, no
serán deducidas de las CITC, siempre que la marea se realice enteramente en dicha
zona. En caso de que un buque efectúe capturas dentro y fuera del área de
distribución del stock sur del paralelo 41º de latitud Sur de merluza común en una
misma marea, el total de la captura realizada será descontado de la CITC de la
especie que posea el buque.
Otras condiciones:
Será obligatorio del uso de dispositivos para el escape de juveniles de la
especie en las redes de arrastre conforme el plan de selectividad que oportunamente
establezca el Consejo Federal Pesquero. En función del plan de selectividad que se
establezca, a partir de lo dispuesto en el artículo anterior, se definirá el porcentaje de
ejemplares juveniles de merluza común (Merluccius hubbsi) del total de la captura de
ese recurso que podrá capturarse en cada marea.
Los buques habilitados a la captura de merluza común (Merluccius hubbsi)
deberán contar con la presencia de un inspector u observador a bordo, salvo expresa
autorización de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera. El costo del inspector
y observador estará a cargo de la empresa armadora.
CAT.OPP/CAG/2011-14
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5.- Primer año de aplicación del Régimen de Cuotas Individuales Transferibles
de Captura.
5.1.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de la especie
polaca.
Como ya se ha mencionado, las asignaciones de CITC de la especie polaca
fueron otorgadas por el Consejo Federal Pesquero mediante la Resolución CFP Nº
20/2009.
Para esta especie hubo una previsión inicial de Captura Máxima Permisible
(CMP) de 60.000 toneladas, la que se fijó por Resolución CFP Nº 17/2009. Ya
comenzado el ejercicio, y tomando como base el Informe Técnico
del Instituto
Nacional de Investigación Y Desarrollo Pesquero (INIDEP) Nº 24/2010: "Evaluación de
la abundancia de polaca (Micromesistius australis) en el Atlántico Sudoccidental para
el período 1987-2009", el valor de la CMP pasó a ser de 45.000 toneladas, lo que se
dispuso mediante la Resolución CFP Nº 14/2010.
Del mismo modo, el volumen en toneladas de cada asignación anual, que ya
había sido calculado y publicado para cada uno de los buques pesqueros que contaba
con CITC de esta especie, mediante la Disposición de la Dirección Nacional de
Coordinación Pesquera Nº 2/2009 debió ser modificada, lo que se llevó a cabo a
través de la Disposición DNCP Nº 103/2010.
En el gráfico 5.1.1.- podemos ver el porcentaje que representa la captura
efectivamente realizada de la especie, con respecto a la Captura Máxima permisible
dispuesta. Para esta especie en particular el valor de la captura apenas superó el 25%
de lo permitido, o sea, esta no es una especie muy demandada y su sustentabilidad ni
siquiera se aproxima a la situación de riesgo.
Grafico 5.1.1. Porcentaje de la captura total realizada con relación a la CMP 2010
ESPECIE
Polaca (Micromesistius australis)
CMP (Tn)
45.000
CAT.OPP/CAG/2011-14
CAPTURA (Tn)
11.561
PORCENTAJE (%)
25,69
50
Polaca
Captura Total sobre Captura Máxima Permisible
Disponible
Capturado
Fuente: datos de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera
En el gráfico 5.1.2.- se compara la captura efectivamente realizada de la
especie, por los barcos con CITC, sin tener en cuenta las capturas incidentales, con el
total de asignaciones otorgadas. Se mantiene el hecho de no llegar ni de cerca de los
valores permitidos, en este caso tenemos capturas apenas por encima del 30 % de lo
otorgado. En esta especie, las capturas incidentales no resultaron significativas.
Grafico 5.1.2. Porcentaje de la captura total realizada con relación a las asignaciones 2010
ESPECIE
Polaca (Micromesistius australis)
ASIGNACIONES (Tn)
35.694
CAPTURA (Tn)
10.977
PORCENTAJE (%)
30,75
Polaca
Capturas Buques con CITC sobre asignaciones recibidas
Disponible
Capturado
CAT.OPP/CAG/2011-14
51
5.2.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de merluza
negra.
Las asignaciones de Cuota Individual Transferible de Captura de Merluza
Negra fueron otorgadas por el consejo a través de la Resolución CFP Nº 21/2009 y
posteriormente, se calculó y publicó su volumen para el año 2010 mediante la
Disposición de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera Nº 3/2009 publicada
en diciembre de ese año sobre la base de una Captura máxima permisible de 2.500
toneladas siguiendo la instrucción del el Consejo Federal Pesquero emitida a través
del Acta Nº 54 de fecha 10 de diciembre de 2009 por la que se indicaba que, bajo un
criterio precautorio, se tomara en cuenta el mismo valor de Captura Máxima Permisible
fijado en la Resolución CFP Nº 17 de octubre de 2009, hasta tanto se contara con una
estimación actualizada del INIDEP.
Con fecha 1º de julio de 2010 el CONSEJO FEDERAL PESQUERO dictó la
Resolución Nº 10 por la que se fijó definitivamente la Captura Máxima Permisible para
el año 2010 de la especie merluza negra en 3.250 toneladas tomando en cuenta el
Informe Técnico Nº 19/2010 referido a la recomendación de captura biológicamente
aceptable correspondiente al año 2010 para el recurso merluza negra (Dissostichus
eleginoides) remitido por el INIDEP.
Por ese motivo, al igual que con la especie polaca, se debieron recalcular los
volúmenes correspondientes a las CITC, que se publicaron en agosto de 2010 a través
de la Disposición de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera Nº 75/2010.
En el gráfico 5.2.1.- podemos ver el porcentaje que representa la captura
efectivamente realizada de la especie por todos los buques de la flota, con respecto a
la Captura Máxima permisible dispuesta. Para esta especie, al contrario de la anterior,
se ha llegado muy cerca del límite y se requiere de controles muy estrictos para que
no se lo sobrepase.
Grafico 5.2.1. Porcentaje de la captura total realizada con relación a la CMP 2010
ESPECIE
Merluza Negra (Dissostichus eleginoides)
CMP (Tn)
3.250
CAT.OPP/CAG/2011-14
CAPTURA (Tn)
2.986
PORCENTAJE (%)
91,89
52
Merluza Negra
Captura Total sobre Captura Máxima Permisible
Disponible
Capturado
Fuente: datos de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera
En el gráfico 5.2.2.- se compara la captura efectivamente realizada por buques
con CITC, contra el total de asignaciones otorgadas. No se incluyen las capturas
accidentales de buques con otras especies objetivo. Se mantiene el hecho de estar
muy cerca del límite, ya que la merluza negra es un bien muy demandado por su gran
valor de venta.
Grafico 5.2.2. Porcentaje de la captura total realizada con relación a las asignaciones 2010
ESPECIE
Merluza Negra (Dissostichus eleginoides)
ASIGNACIONES (Tn)
2.939
CAPTURA (Tn)
2.822
PORCENTAJE (%)
96,02
Merluza Negra
Capturas Buques con CITC sobre asignaciones recibidas
Disponible
Capturado
CAT.OPP/CAG/2011-14
53
5.3.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de merluza de
cola.
Las asignaciones iniciales de la especie merluza de cola se realizaron a través
de la Resolución Nº 22/2009 del consejo Federal Pesquero y los volúmenes
correspondientes al ejercicio 2010 fueron calculados y publicados a través de la
Disposición de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera Nº 4/2009.
Posteriormente, se modificó el valor de la Captura Máxima Permisible de la
especie, por Resolución Nº 17/2009 del Consejo Federal Pesquero, que en sus
considerandos citaba el Informe Técnico Nº 25/2010: "Evaluación de la abundancia de
la merluza de cola (Macruronus magellanicus) en al Atlántico Sudoccidental. Período
1985-2009" del INIDEP, y disponía fijar el volumen de la CMP en 150.000 toneladas,
en lugar de las 170.000 que originalmente se manejaron como dato.
La Dirección Nacional de Coordinación Pesquera procedió a recalcular y se
publicó la Disposición DNCP Nº 102/2010 con los valores definitivos.
En el gráfico 5.3.1.- podemos ver el porcentaje que representa la captura
efectivamente realizada de la especie por todos los buques de la flota, con respecto a
la Captura Máxima Permisible dispuesta. Esta es una especie con mayor demanda
que la polaca, si bien no tan buscada como la merluza negra o la merluza hubbsi.
Grafico 5.3.1. Porcentaje de la captura total realizada con relación a la CMP 2010
ESPECIE
Merluza de Cola (Macroronus magallanicus)
CMP (Tn)
150.000
CAPTURA (Tn)
82.817
PORCENTAJE (%)
55,21
Merluza de Cola
Captura Total sobre Captura Máxima Permisible
Disponible
Capturado
Fuente: datos de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera
CAT.OPP/CAG/2011-14
54
En el gráfico 5.3.2.- se compara la captura efectivamente realizada por buques
con CITC, contra el total de asignaciones otorgadas. No se incluyen las capturas
accidentales de buques con otras especies objetivo.
Grafico 5.3.2. Porcentaje de la captura total realizada con relación a las asignaciones
2010
ESPECIE
Merluza de Cola (Macroronus magallanicus)
ASIGNACIONES (Tn)
129.690
CAPTURA (Tn)
78.274
PORCENTAJE (%)
60,35
Merluza de Cola
Capturas Buques con CITC sobre asignaciones recibidas
Disponible
Capturado
5.4.- Resultados de la gestión de administración sobre las CITC de merluza
común.
Esta es la especie cuya administración resulta ser más complicada, por una
parte porque el recurso está en riesgo y por otra parte no menos importante porque de
su pesca y comercialización depende el ingreso de muchas familias en las provincias
con litoral pesquero, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.
Es por eso que la normativa de administración de la especie crea para este
caso en particular, además de la Reserva de Administración y el Fondo de
Reasignación lo que se ha llamado Reserva Social, destinado a morigerar posibles
efectos morigerar los efectos socioeconómicos que puedan producir las necesarias
restricciones para la protección del recurso.
CAT.OPP/CAG/2011-14
55
La disposición del volumen de captura de la Reserva Social corresponde en
parte a las provincias con litoral marítimo y en parte a la Administración Nacional.
En la tabla siguiente vemos la distribución de la Captura Máxima Permisible de
Merluza Común para el año 2010, de acuerdo a lo dispuesto en la Resolución CFP Nº
23/2009.
Detalle de la asignación según Res. CFP Nº
Art.
Especificación
%
23/2009 (*)
Asignaciones CITC a buques pesqueros
2º
68,25
Provisión Administrativa
2º
0,25
Reserva Artesanal
5º
2,76
Reserva Social
6º
Total: 27,07%
Autoridad de Aplicación
12,45
Pcia. de Buenos Aires
7,56
Pcia. de Rio Negro
1,03
Pcia. del Chubut
4,31
Pcia. de Sta. Cruz
1,72
Reserva de Administración
8º
0,45
Fondo de Reasignación (*)
9º
1,22
TOTAL
100,00
(*) Las detracciones del ítem sanciones restan de las asignaciones de CITC y pasan al Fondo de
Reasignación.
De acuerdo a lo dispuesto por el Consejo Federal Pesquero, la Dirección
Nacional de Coordinación Pesquera dictó la Disposición Nº 5/2009, en diciembre de
ese año, teniendo en cuanta que el Consejo había fijado a través de la Resolución Nº
28 de fecha 16 de diciembre de 2009 una Captura Máxima Permisible para el año
2010 de la especie merluza común 290.000 toneladas para el efectivo Sur del Paralelo
41º Sur y 48.000 toneladas para el efectivo Norte del Paralelo 41º Sur.
Para esta especie, que tiene un seguimiento más estricto, no hubo
modificaciones y el valor se mantuvo a lo largo de todo el año.
CAT.OPP/CAG/2011-14
56
En el gráfico 5.3.1.- podemos ver el porcentaje que representa la captura
efectivamente realizada de la especie por todos los buques de la flota, con respecto a
la Captura Máxima Permisible dispuesta. Esta captura estuvo estrictamente
controlada, y los resultados se aprecian en que el total capturado quedó 15% por
debajo de la CMP.
Grafico 5.4.1. Porcentaje de la captura total realizada con relación a la CMP 2010
ESPECIE
CMP (Tn)
Merluza Común (Merluccius hubbsi)
CAPTURA (Tn)
290.000
246.121
PORCENTAJE (%)
84,87
Merluza Común
Captura Total sobre Captura Máxima Permisible
Disponible
Capturado
Fuente: datos de la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera
La captura total puede subdividirse de acuerdo al siguiente detalle:
Detalle
Buques Artesanales
Captura Incidental
Buques con cuota Social
Buques con CITC
Total
Toneladas
155,2
153,7
7.575,4
239.741,2
247.625,5
En el gráfico 5.3.2.- se compara la captura efectivamente realizada por buques
con CITC, contra el total de asignaciones otorgadas. Se incluyen solamente las
capturas realizadas por buques con cuotas asignadas. Se observa que, a pesar de la
demanda que existe sobre la especie, se capturó sólo cerca del 90% del tonelaje
asignado.
CAT.OPP/CAG/2011-14
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Grafico 5.3.2. Porcentaje de la captura total realizada con relación a las asignaciones 2010
ESPECIE
Merluza Común (Merluccius hubbsi)
ASIGNACIONES (Tn)
265.847
CAPTURA (Tn)
238.236
PORCENTAJE (%)
89,61
Merluza Común
Capturas Buques con CITC sobre asignaciones recibidas
Disponible
Capturado
CAT.OPP/CAG/2011-14
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FUENTES
a) Normativas
1) Boletín Oficial: http://www.boletinoficial.gov.ar
2) Infoleg: http://www.infoleg.gov.ar
3) Consejo Federal Pesquero www.cfp.gob.ar/
4) Subsecretaría de Pesca: http://www.minagri.gob.ar/site/pesca/index.php
5) Instituto
Nacional
de
Investigación
y
Desarrollo
Pesquero:
http://www.inidep.edu.ar/home.htm
6) Honorable Congreso de la Nación, Diario de Sesiones Senadores, 1996,
pp. 7458/7466; 7466/7475, y pp. 7475/7486
b) Bibliografía general en la materia
1) Filippo P. (2006). La legislación argentina en materia de ordenamiento y
operaciones pesqueras a la luz del código de conducta para la pesca
responsable de la FAO, Editado por la Fundación Vida Silvestre, Buenos Aires.
2) El desarrollo sostenible en Pesca:
http://www.farn.org.ar/newsite/wp-content/uploads/2011/06/19_ca%C3%B1ete_esain.pdf
Nuestro agradecimiento a:
Ing. Héctor Marcelo Santos
Sr. Juan José Buono (INIDEP)
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