RESOLUCIONES DE JUSTICIA/ DGRN 2-2-2010 Y 1-3-2010 En esta resolución la Dirección General de los Registros y del Notariado se pronuncia sobre el recurso interpuesto por un notario contra la negativa del registrador de la propiedad a la inscripción de un acta para inscribir un exceso de cabida. EXCESO DE CABIDA: CONCEPTO DE DUDA RAZONABLE POR EL REGISTRADOR N el registro de la propiedad nº 13 de Madrid se presenta a inscripción acta de exceso de cabida autorizada por un notario de esta ciudad. La entidad instante declara ser propietaria de un edificio que, según la certificación registral, se asienta sobre un solar de 643 metros; según certificación catastral, su superficie es de 907 metros y, según el reciente levantamiento topográfico, visado, es de 898 metros. El notario, tras la práctica de las diligencias oportunas, declara la notoriedad. El registrador suspende la inscripción del exceso de cabida. El notario impugna la calificación alegando que la duda del registrador, basada en haberse practicado segregaciones, no es razonable, dada la precisión técnica de la certificación que se refiere ya a la finca resto de las segregaciones. Como se dice expresamente en la resolución, hay una cuestión previa y dos cuestiones de fondo. La cuestión previa es que el recurso se ha presentado fuera de plazo, esto es, fuera del que fija el artículo 326 de la Ley Hipotecaria. La resolución rechaza tal argumento pues el registrador no acredita la fecha en que el recurrente recibió la notificación. La primera cuestión de fondo es determinar si la duda del registrador es razonable. La resolución vuelve a exponer el tradicional y reciente criterio –resoluciones de 17 de octubre de 2006; 21 de septiembre de 2007; y 19 de febrero y 16 de diciembre de 2008– de que: a) La registración de un exceso de cabida stricto sensu, sólo puede configurarse “como la rectificación de un E 26 El Notariado INFORMA El notario impugna la calificación alegando que la duda del registrador, basada en haberse practicado segregaciones, no es razonable. erróneo dato registral referido a la descripción de la finca inmatriculada, de modo que ha de ser indubitado que con tal rectificación no se altera la realidad física exterior que se acota con la global descripción registral, esto es, que la superficie que ahora se pretende constatar tabularmente es la que debió reflejarse en su día por ser la realmente contenida en los linderos originariamente registrados”; b) Fuera de esta hipótesis el intento de modificar la cabida sirve sólo para encubrir el intento de aplicar el folio de una finca a una nueva realidad física. Esto último, añadir a la finca originaria una superficie colindante adicional, sólo puede conseguirse previa inmatriculación de la superficie colindante y su agregación a la finca registral preexistente; c) Finalmente, es pre- Las dudas deben de estar justificadas, ‘es decir, fundamentadas en criterio objetivo y razonado’ ciso para que pueda registrarse un exceso de cabida, que no existan dudas sobre la realidad de la finca como señala el artículo 298 del Reglamento Hipotecario. Estas dudas deben estar justificadas, “es decir, fundamentadas en criterio objetivo y razonado”. En el caso presente la resolución concluye que, dado que no se trata de una finca procedente de segregación, sino del resto de una finca en la que ya se han practicado dos segregaciones para dedicarlas a ampliar la vía pública, y dado que tal exceso aparece catastrado, “siendo la certificación catastral sensiblemente idéntica (…) a la descripción resultante”, debe entenderse que la duda del registrador no puede ser considerada como razonable. Cuestión distinta es el defecto señalado por el registrador consistente en la falta de notificación al Ayuntamiento. Tratándose de bienes de Administraciones Públicas, siendo bienes de dominio público, “debe extremarse el celo para evitar invasiones que históricamente han sido frecuentes. No hay ninguna norma que exceptúe de la notificación cuando se trate de bienes de dominio público; muy al contrario, el artículo 38 de la Ley de Patrimonio de las Administraciones Pública establece que cuando se inscriban en el registro exceso de cabida de fincas colindantes de otras pertenecientes a Administraciones Públicas, deberá ponerse en conocimiento de los órganos a los que corresponda la administración de ésta”. Requisito que no se ha cumplido en este caso. DGRN 2-2-2010 Y 1-3-2010 / RESOLUCIONES DE JUSTICIA EL CIERRE POR FALTA DE DEPÓSITO DE CUENTAS NO IMPIDE INSCRIBIR Esta resolución aborda el recurso interpuesto contra la negativa del registrador mercantil a inscribir una escritura de formalización de decisión de socio único (cese y nombramiento de administrador) y la declaración de unipersonalidad sobrevenida. N el Registro Mercantil de Barcelona se presenta escritura por la que se formaliza determinada decisión del socio único sobre cese y nombramiento de administrador y la declaración de unipersonalidad sobrevenida de tal sociedad limitada. El registrador mercantil suspende la práctica de la inscripción en base a dos razones: En primer lugar, hallarse cerrada la hoja registral de la sociedad por no haberse constituido el depósito de las cuentas anuales de la sociedad correspondiente al ejercicio 2005, 2006 y 2007, y no ser el documento ninguno de los exceptuados de dicho cierre: artículo 221 de la Ley de Sociedades Anónimas por remisión del artículo 84 Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada y artículo 378 del Reglamento del Registro Mercantil. En segundo, constar extendida nota marginal por haber causado baja en el Índice de Entidades Jurídicas previsto en la Ley del Impuesto de Sociedades. Interpuesto recurso por el socio único, la resolución tras hablar del “claro mandato normativo contenido en el artículo 221 de la Ley de Sociedades Anónimas”, así como del artículo 378 del Reglamento del Registro Mercantil, advierte que el cierre del registro se produce “salvo las excepciones expresamente previstas y entre ellas el cese o dimisión de administradores, aunque no el nombramiento de quienes hayan de E sustituirles en dicho cargo”. Por ello, la resolución entiende que el defecto no puede ser mantenido en los términos expresados en la calificación ya que según la doctrina del Centro Directivo, y se citan en los vistos numerosas resoluciones de los años 2003, 2005, 2006, 2007 y 2009, “la falta de depósito no puede constituir obstáculo alguno a la inscripción del cese del administrador ahora debatido, accediéndose así a una pretensión que tiene su fundamento en dicha norma legal y que es formulada por quien habiendo cesado previa aprobación de su gestión, está interesado en concordar el contenido de los asientos registrales con la realidad respecto de la publicidad de una titularidad –la de su cargo de administrador– que ya se ha extinguido”. La falta de depósito no puede constituir obstáculo alguno a la inscripción del cese del administrador La ley impone el cierre registral en caso de baja provisional de una sociedad en el Índice de Entidades. Sobre la segunda razón expresada, la resolución confirma dicho defecto conforme al artículo 131.2 del texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, Real Decreto Ley 4/2004, que impone un cierre registral prácticamente total en caso de baja provisional de una sociedad en el Índice de Entidades del que tan sólo excluye la certificación de alta en dicho Índice, criterio que el artículo 96 del Reglamento del Registro Mercantil “hace lógicamente extensivo a los asientos ordenados por la autoridad judicial”. La resolución concluye afirmando que “la distinta solución normativa respecto de los efectos del cierre registral por falta de depósito de cuentas y por baja en el índice de sociedades, en relación con el cese y renuncia de administradores, está plenamente justificada, dado que en el segundo caso se produce por un incumplimiento de obligaciones fiscales por parte de la compañía mercantil, acreditado por certificación de la Administración Tributaria, de las que puede responder el administrador, por lo que no debe facilitarse su desvinculación frente a terceros”. El Notariado INFORMA 27