235 CAOS, ORDEN Y DESORDEN EN EL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL Jorge Enrique Bueno O.* José Jesús Borjón 2002 * El movimiento aparentemente caótico que registra cualquier partícula pequeña en el agua o en el gas, debido a una fuerza desconocida, llamó en 1827 la atención del científico británico Robert Brown. Cuarenta años después se postuló que tal movimiento podía ser originado por colisiones casuales de partículas invisibles más pequeñas llamadas átomos. Lo anterior pasó a conocerse como el movimiento browniano, considerado al lado de los trabajos del matemático francés Jules Henri Poincaré sobre ecuaciones diferenciales y en diferencia, especialmente en lo relativo a las condiciones iniciales y los efectos de las perturbaciones posteriores, como los orígenes de la teoría del caos. El concepto de caos es definido de muchas formas, pero existe consenso en que tiene por lo menos las siguientes características: comportamiento determinista pero no lineal, impredecible, aperiódico y dinámico, ajeno a las Economista, Universidad del Valle. Especialista en Finanzas, Universidad ICESI. Magíster en Administración Universidad ICESI. Docente de planta Universidad Autónoma de Occidente. Correo-e: [email protected] REVISTA DE ECONOMÍA & ADMINISTRACIÓN, VOL. 3 NO. 1. ENERO - JUNIO DE 2006 236 JORGE ENRIQUE BUENO O. tradicionales relaciones causa-efecto, con un mecanismo endógeno de retroalimentación que puede generar resultados aparentemente aleatorios, pero donde los conceptos de orden, desorden y reordenación son complementarios y con muchas aplicaciones en diferentes campos de la ciencia, la industria y la técnica. En los aspectos económico, monetario y financiero, la teoría del caos se ha aplicado en estudios para determinar el tipo de cambio y en ejercicios de prospectiva para eplicar los auges y las crisis financieras. El texto del profesor José Jesús Borjón Nieto es una valiosa contribución al ejercicio académico de aplicación de la teoría del caos y la de los sistemas dinámicos complejos y sus postulados al caso concreto de la crisis financiera que experimentó México en los primeros años de la década de los noventa. En el primer capítulo se hace una introducción teórica y metodológica del tema, con una amplia revisión bibliográfica de autores que han abordado tópicos financieros desde la óptica de la teoría del caos, y se aclaran algunos conceptos inherentes a tal teoría como la dimensión fractal (figuras complejas, detalladas, autosemejantes e irregulares, pero replicables) que influye en la irregularidad y asimetría de los mercados; el atractor o elemento de equilibrio en el sistema no lineal (por ejemplo, un prestamista de última instancia en una crisis financiera); la bifurcación, es decir, cuando ocurre la transición de un sistema ordenado a uno caótico, y las rutas hacia este último se duplican o cuadruplican (un símil podría ser el efecto contagio de los mercados). Igualmente el autor presenta su tesis central, en donde frente a la idea de que el universo responde a leyes de causalidad predeterminables emerge la importancia de la complejidad, la no linealidad y los procesos de orden a través de la fluctuación endógena. El segundo capítulo recrea al lector en un viaje histórico acerca de los diversos matices que ha tenido el concepto de caos en la cultura de los pueblos a partir de los conceptos de cosmología y cosmogonía, para concluir que en casi todos los tiempos se asoció el caos con un desorden que se convierte en orden cuando se dispone de habilidad, destreza y voluntad para realizar la transición. El capítulo tercero hace una caracterización de la teoría del caos y sus elementos esenciales, el determinismo y la impredecibilidad, junto con sus propiedades de ubicuidad, universalidad y estructura fractal, para concluir que la teoría del caos tiene todas las características para ser catalogada como ciencia. En el capítulo cuarto el autor analiza los conceptos de orden y desorden complementándolos con el de reordenación y contrastándolos con sus equivalentes en las ciencias sociales, a saber: equilibrio, desequilibrio y estabilización o recesión, crisis y recuperación, con la afirmación de que así como hay un orden oculto en el REVISTA DE ECONOMÍA & ADMINISTRACIÓN, VOL. 3 NO. 1. ENERO - JUNIO DE 2006 CAOS, ORDEN Y DESORDEN EN EL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL caos, también hay un caos oculto en el orden. Destaca que en esta transición juegan papel importante no solo la racionalidad del ser humano (homo economicus) sino también su intuición y creatividad. El capítulo quinto lo dedica el autor a la relación entre caos y mercado de capitales, apoyándose en los trabajos de caólogos como Edgar Peters, Dimitris N. Chorafas y Richard J. Bauer, quienes rechazan dos postulados sobre los cuales la economía por muchos años ha soportado sus análisis, a saber: la hipótesis de la eficiencia del mercado y el equilibrio natural, por su naturaleza lineal y determinista. En contraste, la teoría del caos ofrece a los analistas elementos conceptuales para innovar, renovar y revolucionar el mercado de capitales. También en este capítulo se ilustra la contribución de Joel Kurtzman en lo referente a la economía electrónica y su contribución a la desestabilización de los mercados. El capítulo sexto se dedica a explicar cómo se aplica la teoría del caos y los sistemas dinámicos complejos no lineales al estudio del sistema monetario internacional, a través de una comparación entre la economía tradicional y tales paradigmas alternativos. El capítulo séptimo versa sobre la relación entre caos y sistema financiero internacional, partiendo de la diferen- 237 ciación de éste con el sistema monetario internacional, por considerar que tienen características estructurales diversas ya que aquél se refiere a la intervención de la función financiera en la economía en las últimas décadas. El autor plantea su punto de vista de que los mercados financieros, por ser no lineales, son aptos para ser analizados desde la teoría del caos, a través de un proceso inter y transdisciplinario que involucre materias afines como la teoría de la complejidad, las matemáticas fractales, los algoritmos genéticos, la simulación estocástica, la inteligencia artificial, etc. para encontrar posibles explicaciones a las alzas y bajas de los precios de las acciones, bonos, opciones, tasas de interés y de cambio. Finalmente, el capítulo octavo está dedicado a aplicar los conceptos de la teoría del caos a la situación de México y sus crisis monetarias desde sus orígenes, a principios de los años setenta del siglo pasado, su agudización en 1982 y su estallido en 1994, para culminar con el apoyo financiero por más de $US 50.000 millones concedido por el gobierno de los Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y destaca el concepto de caos-orden al cual se llega a través de diferentes bifurcaciones que llevan los procesos monetarios y financieros a situaciones caóticas. REVISTA DE ECONOMÍA & ADMINISTRACIÓN, VOL. 3 NO. 1. ENERO - JUNIO DE 2006