“modelo” de medellín aurora: 37 años como madre sustituta del icbf

LA MAMÁ “MODELO” DE MEDELLÍN
AURORA: 37 AÑOS COMO
MADRE SUSTITUTA DEL ICBF
Medellín, 31 de julio de 2009.
En el barrio Pedregal de Medellín, vive Aurora Saldarriaga, una mujer de 72
años a quien el amor por sus 15 hijos, 22 nietos y 11 bisnietos le ha alcanzado
hasta para cuidar y proteger a 80 niños y niñas que han pasado durante 37
años por su casa, uno de los 726 Hogares Sustitutos del ICBF en el
departamento de Antioquia.
El Hogar Sustituto es una modalidad de atención en la cual una familia
seleccionada y capacitada según criterios técnicos del ICBF, acoge
voluntariamente y de tiempo completo a niños, niñas o adolescentes menores
de 18 años, por encontrarse en situación de abandono o de peligro. Su
permanencia se da hasta el momento en que se define el reintegro al hogar, la
adopción, el cambio o prórroga de la medida.
Aurora cuenta que empezó en este programa del ICBF por que le parecía muy
bonita la labor de ayudar a un niño o una niña cuya madre lo hubiese
abandonado. Por eso realizó la solicitud ante Bienestar Familiar para ser madre
sustituta, y rápidamente le entregaron la primera niña, quien tenía tan sólo un
día de nacida.
“La niña era ciega y discapacitada; yo le avisé a Bienestar Familiar que tenía la
idea que la niña era ciega, porque cuando la bañaba y la sacaba al sol, en vez
de cerrar los ojos, los abría, desesperada”. Durante los seis años que ella
estuvo con la niña la hizo bautizar y la cuidó como si fuera su propia hija, pero
el Defensor de Familia cambio la medida y la envió a una institución en donde
falleció a los tres meses por problemas de salud.
El amor que Aurora ha demostrado por los niños, es una vocación familiar,
pues una hermana, un hermano con su esposa, una prima y una hija tienen
cada uno Hogar Sustituto; dos hijas más son madres comunitarias y una nuera
es madre comunitaria Fami.
Aurora tiene en este momento bajo su cuidado a un niño de 15 años con
parálisis cerebral. Llegó a su casa cuando tenía dos años de nacido. Ella
recuerda que estaba desnutrido y tenía poca movilidad en su cuerpo.
“Hoy en día, el niño ya tiene más movilidad en su cuerpo y se da cuenta de
todo”, afirma Aurora. Siente el cariño que le expresan, reconoce a todos los
miembros de la familia; incluso intenta hablar por teléfono con sus hijos que
viven en el extranjero.
“Para mi ser madre sustituta ha significado mucho, pues la gente me admira
porque soy muy guapa, porque he sido capaz de cuidar a tantos niños, sin
importar que tuve muchos, propios”.
Vive en la actualidad con dos hijas. Cuando le preguntan por el esposo, se le
corta la voz al afirmar que el dolor más grande de su vida fue haberlo perdido
hace siete años, por causa de una embolia.
Para prestar los servicios de Hogar Sustituto, las personas deben inscribirse
ante el ICBF y pasar por un proceso de selección que está orientado a la
identificación y vinculación de familias idóneas a nivel moral, mental, físico,
social y económico, que garanticen las mejores condiciones socio- afectivas
para el desarrollo y atención de los niños, niñas y adolescentes ubicados en
Hogares Sustitutos.
En Antioquia el ICBF atiende a 1.512 infantes en 726 Hogares Sustitutos, de
los cuales 685 están dirigidos a niños y niñas en condiciones de amenaza o
vulneración y 41 por discapacidad o enfermedad de cuidado especial. Para
este año la inversión en estas dos modalidades supera los 6.977 millones de
pesos.
“Una madre sustituta tiene mucha responsabilidad con los niños: Cuidarlos
bien, darles amor y atenderlos como si fueran hijos propios. Este programa es
muy hermoso. ¿Qué sería de los niños abandonados sin el apoyo de Bienestar
Familiar?, por eso yo participé en este programa porque me parece
maravilloso. Los niños para mí lo son todo”.
Aurora dice hoy, sin ruborizarse, que es “la mamá modelo” de Medellín.
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