SÍLICE Y SILICIO
Características generales
Es el segundo mineral más abundante en la corteza terrestre (28%). Su forma más
frecuente es la sílica (óxido de sílice), que se encuentra en el cuarzo, en la arena y en
muchas rocas. También el feldespato lo contiene en gran medida.
Es muy abundante en el reino vegetal donde forma el esqueleto que da rigidez a la
planta. La cola de caballo y el bambú son especialmente ricos en silicio.
Nuestro organismo contiene unos 250 mg. de sílice. Se encuentra en la composición
de todas las células y es especialmente abundante en el cerebro y en el tejido
conjuntivo, en el colágeno y en las fibras elásticas de: tendones, ligamentos, cartílagos
y paredes artificiales; es, también, abundante en los dientes, piel, cabellos y uñas, en
la córnea y en la esclerótica. Es poco abundante en las vísceras.
Desde el punto de vista terapéutico la estructura que más nos interesa es el Silicio
Orgánico, que posteriormente analizaré.
Fuentes dietéticas
Se encuentra ampliamente distribuido exclusivamente en los alimentos vegetales.
Cereales integrales: en la levadura, en el germen de trigo y en los salvados.
Legumbres, en las hortalizas (especialmente en las raíces) y en los germinados.
En las sandías y en la calabaza (especialmente en las semillas).
Especialmente en la cola de caballo y el bambú.
La carencia en Silicio se relaciona con
Alteraciones en el metabolismo del calcio: raquitismo, retrasos del desarrollo,
osteoporosis, artrosis.
Debilidad del tejido conjuntivo: flemones difusos.
Trastornos tróficos de la piel: abscesos, fístulas.
Signos de linfatismo: adenopatías, forunculosis, escrofulismo.
Tendencia a conjuntivitis, orzuelos, blefaritis, supuraciones en los oídos.
Arterioesclerosis, envejecimiento prematuro.
Las necesidades diarias no están claramente establecidas y parece que se cubren sin
problemas con la dieta. No obstante, la suplementación con Silicio Orgánico puede
estar muy recomendada como veremos en determinados trastornos.
Funciones
SILICIO Y TEJIDOS
Los tejidos conjuntivos no sólidos (piel, ligamentos, tendones), cartilaginosos
(articulaciones) y óseos constituyen la trama del cuerpo humano. Se construyen según
un mismo modelo: unas células (fibroblastos y condorcitos u osteoblastos) y una
matriz extracelular (MEC).
La MEC está formada por colágenos, proteínas de sujeción y elásticas, y por
proteoglicanos, macromoléculas cuya síntesis depende del silicio; el silicio es por lo
tanto esencial a la matriz extra celular, asegurando cohesión, tonicidad y flexibilidad a
los tejidos.
SILICIO, HUESOS Y CARTÍLAGO
El silicio estimula la formación y la mineralización de la trama ósea y favorece la
flexibilidad de las articulaciones, origen de su efecto reparador en algunos procesos
artrósicos u osteoporóticos.
SILICIO Y DOLORES
La experiencia indica que el silicio, dadas sus características antes mencionadas,
ayuda a recuperar la movilidad y como consecuencia el anquilosamiento y hasta el
dolor articular.
SILICIO Y PIEL-FANERAS
La relación entre la presencia de silicio y la elasticidad, flexibilidad e hidratación de la
piel está claramente establecida por numerosos estudios. Por otro lado, el silicio
estimula el crecimiento de las uñas y el cabello. Estas características lo hacen muy
interesante en las terapias antiaging, ya que es capaz de mejorar considerablemente
la imagen del cabello y las uñas.
Recomendaciones tradicionales
En caso de rigidez, dolores y trastornos osteo-articulares. También para la
recuperación postraumática, las tendinitis, las contracturas musculares y siempre que
se quieran optimizar la hidratación y la elasticidad cutánea (interno y externo).
Por experiencia he comprobado que el Silicio Orgánico funciona mejor cuando va
asociado a otros oligoelementos, tales como el magnesio, el zinc, el cobre o el selenio.
Extraído del libro “Antienvejecimiento con nutrición ortomolecular”, de Felipe
Hernández Ramos.