1 PRISIÓN DOMICILIARIA: HACIA UN TRATO HUMANITARIO DE LOS ENFERMOS DETENIDOS Por Jorge Ignacio Rey Médico Psiquiatra y Legista I. La prisión domiciliaria es un instituto que constituye una alternativa a la ejecución de la pena privativa de la libertad en establecimientos penitenciarios. La prisión domiciliaria está fundadamentada en el principio del trato humanitario en la ejecución de la pena, que tiene en el ámbito de la República expresa consagración normativa. La redaccción actual de la Ley 24660, –Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad-, modificada por la Ley Nº 26.472- Publicada en Boletin Oficial el 20/01/2009-, establece en el artículo Nº 32: “El juez de ejecución, o juez competente, podrá disponer el cumplimiento de la pena impuesta en detención domiciliaria: a) Al interno enfermo cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no correspondiere su alojamiento en un establecimiento hospitalario. b) Al interno que padezca una enfermedad incurable en período terminal”. La redacción anterior de la Ley 24660 establecía, en su artículo 33º lo siguiente: “... el que padezca una enfermedad incurable en período terminal, podrá cumplir la pena impuesta en detención domiciliaria, por resolución del juez de ejecución o juez competente, cuando mediare pedido de un familiar, persona o institución responsable que asuma su cuidado, previo informes médico, psicológico y social que fundadamente lo justifique”. 2 Es evidente que no era razonable que la prisión domiciliaria recién se aplicara como sustituto de la prisión sólo en casos de muerte segura, cuando el condenado se hallase afectado por una enfermedad incurable, irreversible y terminal, como contemplaba la redacción anterior de la ley. La prisión domiciliaria no puede limitarse al traslado de una persona para que muera en el domicilio, ya que ello desnaturaliza el sentido humanitario que inspira la prisión domiciliaria como alternativa de la prisión. No sería ciertamente tampoco un trato humano proseguir la ejecución de la pena en prisión, cuando una enfermedad no le permita al interno soportar la privación de libertad sin riesgo para su vida o su salud física o psíquica, o cuando se pruebe que el encierro en un establecimiento sea susceptible de empeorar un delicado estado de salud. Debe destacarse aquí que el cumplimiento de una pena de prisión consiste precisamente en eso: privar al condenado del derecho a la libertad. No puede entonces, excediéndose de su esencia y alcances, convertirse aquélla en una pena corporal o privativa del derecho a la salud, que están constitucionalmente prohibidas. En efecto, si la pena cercenara el derecho a la salud del interno, implicaría de hecho la imposición de un suplicio no dispuesto por los jueces en sus sentencias, ni permitido en el ordenamiento jurídico penal, y por cierto expresamente prohibido por la Constitución Nacional e Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos de rango constitucional. En algunos casos la prisión, al privar al detenido de la asistencia médica que requiere su grave estado de salud, realmente transforma la pena privativa de libertad en pena de muerte, afectando el primero y más fundamental derecho: el derecho a la vida. Por otra parte, la prohibición de todo trato inhumano o degradante tiene un correlato positivo, que es la obligación de dispensar un trato humanitario. Tal el sentido de la prisión domiciliaria, que viene a morigerar la pena cuando ella afecta derechos constitucionalmente protegidos. 3 El valor que pretende tutelar el instituto de la prisión domiciliaria es la salud e integridad física y psíquica, del interno, derecho reconocido en los Instrumentos de Derechos Humanos de jerarquía constitucional. Cabe destacar que el derecho a la salud es general, y también alcanza a las personas internadas en establecimientos penitenciarios. Por lo tanto el Estado, a través de los servicios penitenciarios tiene la obligación de dar a quienes están cumpliendo condena o prisión preventiva, la adecuada custodia, que se manifiesta también en el respeto de sus vidas, salud e integridad física y moral. Por el hecho de que la propia detención impide el acceso del interno a servicios de salud, es sobre el propio Estado sobre quien recae la responsabilidad de garantizar el efectivo goce del derecho a la salud de los internos sometidos a su custodia. La respuesta punitiva tiene como límite cualquier peligro para la salud o la integridad física o psíquica que provenga de la ejecución penal. La prisión domiciliaria no implica eliminar la sanción penal en tales casos, sino que determina que ella se cumpla en el domicilio, de forma tal que la pena no se convierta en un trato inhumano o degradante de la persona que sufra una enfermedad o discapacidad grave, o en un daño concreto a su salud e integridad física o psíquica o que directamente le haga perder la vida. Los sujetos de aplicación del instituto de la prisión domiciliaria son las personas enfermas -terminales o no-, ancianos, embarazadas, discapacitados y las madres de niños pequeños, con el objeto de resguardar los derechos a la salud, la vida, el trato humanitario al condenado, y la tutela especial de embarazadas y niños, teniendo en este último caso presente que la pena no puede trascender de la persona del delincuente. 4 II. NORMATIVA 1. CONSTITUCIÓN NACIONAL Artículo 18º “Quedan abolidos para siempre... toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.” 2. INSTRUMENTOS JURÍDICOS INTERNACIONALES SOBRE DERECHOS HUMANOS DE JERARQUÍA CONSTITUCIONAL.(Adquieren jerarquía constitucional a partir de su inclusion en el artículo 75, inciso 22, de la Constitución Nacional, incorporado a la misma en el año 1994). 2.1. Sobre el Derecho a la Salud e Integridad física, psíquica y social: 2.1.1. Artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales: “ 1. Los Estados Parte en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. 2. Entre las medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin de asegurar la plena efectividad de este derecho, figurarán las necesarias para...d) creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad”. 2.1.2. Artículo 5º de la Convención Americana de Derechos Humanos: “Derecho a la Integridad persona: 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral”. 2.1.3. Artículo XIº de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre: “Derecho a la preservación de la salud y el bienestar: Toda persona 5 tiene derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales relativas a ...la asistencia médica...” 2.1.4. Artículo 25º de la Declaración Universal de Derechos Humanos : “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure...la salud y el bienestar, y en especial...la asistencia medica” 2.2. Prohibición de tratos inhumanos, crueles y degradantes. Trato humanitario en la ejecución de la pena. 2.2.1. Art. 7º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes...” . 2.2.2. Art. 10º , Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos: “1. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.” 2.2.3. Artículo 5º de la Convención Americana de Derechos Humanos –Pacto de San José de Costa Rica-: “1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. 2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente...” 2.2.4. Artículo 5º de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” 2.2.5. Art. XXVº, Declaración Americana de los Derechos del Hombre: “Derecho de protección contra la detención arbitraria: “...Tiene derecho también a un tratamiento humano durante la privación de su libertad”. 6 2.2.6. Art. XXVIº Declaración Americana de los Derechos del Hombre. “Derecho a proceso regular: “Toda persona acusada de delito tiene derecho a....que no se le impongan penas crueles, infamantes o inusitadas”. 2.2.7. Art. 16º Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes: “1. Todo Estado se comprometerá a prohibir en cualquier territorio bajo su jurisdicción otros actos que constituyan tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y que no lleguen a ser tortura tal como se define en el artículo 1, cuando esos actos sean cometidos por un funcionario público u otra persona que actúe en el ejercicio de funciones oficiales...” 3. INSTRUMENTOS JURÍDICOS VIGENTES EN LA REPÚBLICA ARGENTINA DENTRO DEL SISTEMA INTERAMERICANO 3.1. Art. 10º. Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (“Protocolo de San Salvador”): “Derecho a la Salud. En vigor desde 23/10/2003“1. Toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social. 2. Con el fin de hacer efectivo el derecho a la salud los Estados Partes se comprometen a reconocer la salud como un bien público y particularmente a adoptar las siguientes medidas para garantizar ese derecho:...b. la extensión de los beneficios de los servicios de salud a todos los individuos sujetos a la jurisdicción del Estado...” 4. LEY 24.660 Artículo 9º “La ejecución de la pena estará exenta de tratos crueles, inhumanos o degradantes” Artículo 143º. – “El interno tiene derecho a la salud. Deberá brindársele oportuna asistencia médica integral, no pudiendo ser interferida su accesibilidad a la consulta y a los tratamientos prescriptos” 7 5. CÓDIGO PROCESAL PENAL DE LA NACIÓN. Art. 495º, inciso 2º: “La ejecución de una pena privativa de la libertad podrá ser diferida por el tribunal de juicio solamente en los siguientes casos:...2°) Si el condenado se encontrare gravemente enfermo y la inmediata ejecución pusiere en peligro su vida...”