FÁRMACOS Y PATENTES NORMAL-CABEÇA Las patentes de fármacos pretenden estimular la investigación, pero no lo están logrando y, en cambio, disparan los precios. Puede ser el momento de reformar un sistema oscuro y poco eficiente. ocu-salud 76 Feb/Mar 2008 Laboratorios: innovan cada vez menos 30 ¿Habría alguien dispuesto a invertir grandes cantidades de tiempo y dinero en investigación si supiera que no va a obtener ningún beneficio de sus posibles hallazgos? La respuesta es que, salvo unos pocos altruistas, nadie realiza inversiones a fondo perdido. Esta convicción se encuentra en el origen del sistema de patentes, que protege los derechos de propiedad intelectual de quienes aportan con sus inventos alguna mejora significativa a la sociedad. El principio se aplica a todo tipo de productos, incluidos los medicamentos. Pero los fármacos no son una mercancía cualquiera, sino un ingrediente necesario para mantener la salud de los ciudadanos. Y aquí es donde empieza el conflicto de intereses: de un lado, el derecho de la industria farmacéutica a obtener Menos de unos beneficios que la incentiven una cuarta a seguir investigando; del otro, el parte de los derecho a la salud del que debería gozar todo ser humano. fármacos que se ponen en el Un fármaco cuesta 80, mercado son no 800 millones innovadores Con el fin de hacer valer su propiedad intelectual, la industria farmacéutica ha impulsado la extensión del sistema de patentes (vea el recuadro “Las farmacéuticas presionan”) y ha presionado a los países en desarrollo para que este sistema sea respetado. El argumento que utilizan es que sin patentes no hay innovación ni progreso. Pero la cuestión es ¿cuál es el coste real de la investigación?, ¿justifica los elevados precios de los fármacos?, ¿están las farmacéuticas produciendo medicamentos innovadores? La respuesta no es sencilla. En primer lugar, la industria farmacéutica no afronta sola el coste de la investigación, ya que el sistema es mixto con participación pública y privada. Las compañías sostienen que la mayor contribución proviene de sus arcas, pero expertos independientes estiman que los gobiernos y los consumidores financian el 84% de la investigación en salud, el 12% corresponde a los laboratorios y un 4% a organizaciones no lucrativas. En cuanto al coste, según la versión de la industria cada nuevo fármaco que ponen en el mercado requiere más de 800 millones de dólares en investigación. Sin embargo, un estudio que recopiló datos de 117 proyectos de investigación concluyó que el coste ronda los 75 millones de dólares. Lo que es cierto es que las sumas necesarias para el lanzamiento de un nuevo fármaco han experimentado un fuerte incremento debido al mayor número de ensayos clínicos necesarios antes de su comercialización. Este aumento es consecuencia de una legislación más severa, que persigue mejorar la seguridad de los usuarios, pero también del hecho de que los nuevos fármacos se parecen cada vez más a los antiguos, lo que obliga a realizar más pruebas para poner de manifiesto las pequeñas diferencias (vea el recuadro “La estrategia de los laboratorios”, en la página 32). Actualmente, una nueva molécula puede someterse a más de 70 ensayos clínicos, mientras que hace tres décadas bastaba con realizar 30 pruebas para demostrar la eficacia. Por tanto, no todos los gastos en los que incurre la industria tienen el mismo valor para la sociedad. Según un estudio que revisó la documentación presentada ante la FDA estadounidense (organismo que autoriza la venta de medicamentos), sólo un 20% de la inversión en investigación fue a parar a productos que aportan una mejora terapéutica notable. Menos descubrimientos, más gasto Patentes registradas Laboratorios ineficientes Inversión en investigación 1935 1942 1950 1958 1966 1975 1983 1988 Esta normativa da pie a los laboratorios a utilizar la técnica del “rejuvenecimiento” de los fármacos. Gracias a los acuerdos de extensión de patentes (ADPIC+), basta con encontrar una pauta de dosificación diferente o usar un Con todo ello, el descubrimiento de nuevas medicinas, que conoció su época dorada tras la Segunda Guerra Mundial con la aparición de los antibióticos, empezó a declinar a partir de 1975, al mismo tiempo que el gasto en investigación iniciaba una trayectoria ascendente (vea el gráfico “Menos descubrimientos, más gasto”). Esto implica que las farmacéuticas son cada vez menos eficientes, pero siguen reclamando su derecho a ser financiadas con el dinero extra que estamos pagando todos los consumidores. Porque en el centro de la > LAS FARMACÉUTICAS PRESIONAN CADA VEZ MÁS ASPECTOS SON PATENTABLES Una patente concede el derecho a fabricar y vender en exclusiva durante 20 años, asegurando un retorno de la inversión más un posible beneficio. ´ Nueva vida al viejo fármaco Las comisiones autonómicas de evaluación de productos farmacéuticos en España coinciden en señalar que sólo un pequeño porcentaje de los nuevos medicamentos son realmente novedosos y entiende que el problema se deriva de que, según las normas vigentes en numerosos países, un medicamento para ser aprobado sólo tiene que demostrar que es seguro e igual de eficaz que los que ya existen, no que es “más eficaz” que otro. En los ensayos clínicos se comparan con placebos o con medicamentos antiguos, en lugar de contrastarse con el mejor tratamiento disponible. derivado nuevo de la misma sustancia para poder disfrutar de un año adicional de exclusividad (vea el gráfico “Los genéricos: plazos de exclusividad en la UE”, pág. 33). ´ El beneficio neto de la industria es de un 18% y sólo una quinta parte de él se reinvierte en investigación ´ En relación a los medicamentos, durante la década de los 80, los aspectos que se podían patentar eran muy limitados: la composición, la formulación simple, los usos primarios, los procesos de producción y las formas brutas. En 1994, el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual en el Comercio (ADPIC) firmado por los miebros de la Organización Internacional del Comercio expandió la lista hasta cubrir 18 aspectos patentables: nuevos campos de uso (por ejemplo, un medicamento para la hipertensión que se descubre que impide la caída del pelo), nuevas dosificaciones o pautas de dosificación (por ejemplo, una nueva formulación que permite tomar 1 comprimido al día en lugar de 3), empaquetado, métodos químicos… Por si esto fuera poco, la industria farmacéutica presiona para que los acuerdos comerciales incluyan cláusulas ADPIC+ que reclaman: la extensión del periodo de la patente (20 años es el mínimo, pero los países pueden aumentarlo); la protección de los segundos usos, y la exclusividad de los datos, que impide a otros laboratorios utilizar los estudios clínicos ya realizados, retrasando todo lo posible la comercialización de genéricos. ocu-salud 76 Feb/Mar 2008 Sólo un 20% del gasto para innovación 31 LABORATORIOS INNOVAN MENOS CADA VEZ > polémica se encuentra la cuestión del precio, que los laboratorios intentan fijar en el nivel más alto posible mientras venden sin competencia, en régimen de monopolio. Lo que el consumidor esté dispuesto a pagar El precio medio de un medicamento de marca duplica al de los genéricos Para marcar el precio no tienen en cuenta el coste real de producir el medicamento, ya que la cantidad de ingrediente activo es uno de los factores que menos repercute, sino que el factor decisivo es el beneficio. Éste depende de cuánto esté dispuesto a pagar el consumidor y será más alto cuantos menos fármacos competidores haya en el mercado. Los márgenes netos de la industria farmacéutica rondan el 18% mientras que el gasto en investigación no supera el 20% de sus ingresos. La prueba de que los precios no responden a costes reales es que tan pronto se lanza un competidor genérico, el precio baja. LA ESTRATEGIA DE LOS LABORATORIOS MÁS DE LO MISMO La industria farmacéutica lleva años practicando una estrategia de “más de lo mismo” en lugar de lanzarse a la busca de nuevos descubrimientos. El laboratorio que origina una patente realiza sucesivas modificaciones en su producto para conseguir la extensión de sus derechos exclusivos. Los competidores trabajan en moléculas similares que les permitan entrar en el mismo mercado (medicamentos conocidos como “me-too”). El resultado para la salud pública: pocos avances y precios altos. Un típico ejemplo es el lanzamiento sucesivo de fármacos contra la osteoporosis. En 1996, MSD lanza Fosamax y lo va modificando con cambios de dosis o composición; en 1997, Roche patenta otra molécula con la misma finalidad e introduce cambios casi cada año; en el año 2000, Sanofi entra en el mercado con Actonel para tratar la misma dolencia. Y lo más grave es que los sucesivos fármacos no han demostrado una eficacia superior en estudios clínicos para evitar las fracturas de cadera. ocu-salud 76 Feb/Mar 2008 32 Fecha Molécula Nombre comercial 1996 Alendronato Fosamax Laboratorio Características Tratamiento (euros/mes) TRATAMIENTOS para la osteoporosis MSD 10 mg diarios 40,40 1997 Ácido ibandrónico Bondronat Roche 1 mg / 5 ampollas 34,66 2000 Ácido risedrónico Actonel Sanofi Aventis 5 mg / comp. recub. 38,53 2000 Ácido risedrónico Actonel Sanofi Aventis 30 mg / comp. recub. 38,53 2000 Ácido risedrónico Actonel semanal Sanofi Aventis 35 mg / 4 comp. recub. 38,53 2001 Ácido alendrónico Fosamax semanal MSD 70 mg semana 231,55 2004 Ibandronato Bondronat Roche 2 mg / ml (inyectable) 151,74 2005 Ibandronato Bondronat Roche 50 mg, 28 comp. 301,03 2005 Ibandronato Bonviva Roche 150 mg / 1 comp. 34,66 2005 Ácido alendrónico Genérico Estada EFG 10 mg diarios 22,07 2005 Ácido alendrónico Genérico Estada EFG 70 mg semana 24,68 2006 Ácido alendrónico Fosamax MSD 10 mg diarios 25,96 2006 Ácido alendrónico Fosamax MSD 70 mg semana 28,57 Este proceder genera un alto coste para los sistemas nacionales de salud y para todos los consumidores a través del copago y dificulta el acceso a los medicamentos sin discriminaciones económicas. Genéricos a mitad de precio En España, más del 78% de los medicamentos prescritos por el Sistema Nacional de Salud pertenecen a grupos que no tienen fijado un precio de referencia. Si se atiende al coste, la diferencia en porcentaje es aún más notable debido a que el precio medio de un medicamento de marca son 15,77 euros y el de un genérico 7,97 euros. Por tanto, para reducir el enorme gasto farmacéutico actual, el procedimiento más claro es promover los medicamentos genéricos. Las farmacéuticas lo saben y tratan de entorpecer la llegada de genéricos al mercado. Aparte de utilizar el rejuvenecimiento de fármacos y de imponer la exclusividad de sus datos, entablan pleitos frecuentes contra los productores de genéricos en los que los tribunales suelen darles la razón, ya que la normativa les ampara. En España, Farmaindustria llegó a lanzar una campaña de desprestigio de los genéricos bajo el lema “¿A que la marca importa?” (vea la sección Al Oído en OCU-Compra Maestra nº 319, octubre 2007). Un 35% en publicidad Los laboratorios asumen que la condición para que un medicamento tenga éxito comercial es que el mercado sea lo suficientemente grande como para acogerlo. Por esta razón, la mayor parte de estas prolongaciones de fármacos se centran en enfermedades crónicas muy comunes en países con elevado nivel de vida, como la hipertensión o la artritis. Estos mercados tienen además capacidad para expandirse. Hace unos años la hipercolesterolemia comenzaba en 280 mg/dl, ahora se considera a partir de 200 mg/dl. Los genéricos Plazos de exclusividad en la UE Patente de una nueva molécula Registro del medicamento para su puesta en el mercado Fin de la exclusividad de los datos. Solicitud de un genérico Exclusividad de los datos 8 años Fase de ensayos clínicos 10 años Exclusividad de la venta (1) 10 años 1 año Gobiernos: ¡actúen! Lanzamiento del genérico No es sorprendente entonces que la legislación y los acuerdos de comercio sean tan favorables a los laboratorios. Corresponde a (1) Año extra de exclusividad si se ha registrado un nuevo uso en los primeros 8 años. Porcentaje de genéricos en el Sistema Nacional de Salud Según valor en el mercado publicaciones en revistas persiguen convencer a los consumidores para que demanden estos medicamentos y a los doctores para que los prescriban en lugar de otros similares más antiguos. Hasta un 35% de los ingresos se van en publicidad. Otro buen pellizco se lo llevan las actividades de presión. Durante las elecciones de EE.UU. en 2004, el ‘lobby’ de la industria farmacéutica donó nada menos que 18 millones de dólares a partidos políticos según los datos oficiales. D Con marca D Genéricos los gobiernos romper este círculo para recuperar la innovación. Una de las vías es favorecer la investigación con fondos públicos permitiendo a las universidades y los centros independientes que registren sus propias patentes y aumentando los presupuestos o adquiriendo los derechos de patente para ofrecerlos a los investigadores sin coste. El otro camino evidente es modificar la legislación internacional de patentes. Una innovadora sentencia del Tribunal Supremo de Washington señala la buena dirección. El fallo dictamina que las combinaciones de elementos anteriores con resultados predecibles no tendrán derecho a la exclusividad que otorga la patente. LA VOZ DE LA OCU Según unidades vendidas Hay que reformar el sistema de patentes 17% Repercusión de los genéricos en el precio ´ D Marca Fosamax (Merck, Sharp & Dohme) D Genérico: Ácido alendrónico (Estada) 40,40 1996 (1) 2006 25,96 22,07 (1) En 1996 no había genéricos. El papel de la publicidad es fundamental para abrirles un hueco en el abarrotado panorama farmacológico, lo cual no hace sino aumentar aún más los costes. Los anuncios en prensa y televisión, los congresos, los obsequios a asociaciones de pacientes o las El actual sistema de patentes, lejos de fomentar la innovación, está favoreciendo el beneficio industrial de los laboratorios en detrimento del derecho a la salud de los ciudadanos. Por todo ello, la OCU considera que es necesario: Reformar el sistema internacional de patentes, de forma que el número de años de explotación exclusiva sea proporcional al beneficio que el medicamento aporta a la salud pública. Para demostrar ese beneficio, los laboratorios deben realizar estudios clínicos comparando su fármaco con el mejor tratamiento existente, no con un placebo como ahora es habitual. Buscar distintas vías de apoyo a la innovación, destinando más fondos públicos a la investigación básica y evitando que se utilicen para financiar estudios sin valor terapéutico. Exigir mayor transparencia a la industria farmacéutica y limitar su posibilidad de presentar publicidad directa o indirecta al consumidor, por ejemplo, a través de publicaciones médicas o notas de prensa. Evaluar la relación coste/efectividad de los nuevos fármacos para decidir si se van a financiar o no dentro del sistema nacional de salud. ´ 83% 91% ´ ´ Una patente sólo debería proteger una innovación real ´ ocu-salud 76 Feb/Mar 2008 9% 33