Escuela Municipal de Seguridad Local Formación Inicial de la Policía de Prevención local de General Pueyrredon 2015 Plan de Formación Complementario Universidad Nacional de Mar del Plata Facultad de Derecho Seminario: Ética pública Lectura y guía de actividades Clase 2: Él imperativo categórico 1. Éticas materiales y formales Una de las posibles maneras de clasificar las teorías éticas es distinguir entre éticas materiales y éticas formales. Que una teoría ética sea material significa que tiene un contenido y un objetivo último que debe ser alcanzado por los individuos. Ese objetivo puede ser la felicidad, la justicia, la sabiduría, el bien. En este sentido, las éticas materiales afirman que existe un fin o bien supremo que debe guiar nuestro comportamiento moral y establecen las pautas y normas para alcanzarlo. Consideran que el comportamiento de un sujeto es correcto cuando intenta alcanzar ese fin último que se considera universal y válido para todas las personas. Algunos ejemplos de éticas materiales son el eudemonismo (Aristóteles y la búsqueda de la felicidad), el hedonismo (los Epicuros en Grecia) y el utilitarismo (John Stuart Mill). En cambio, las éticas denominadas formalistas, como la kantiana, no establecen un fin último al que debe dirigirse nuestra conducta sino que sostienen que los principios morales, sea cual fuere su contenido, deben estar sujetos a ciertas restricciones formales. Esto implica la autonomía moral, que cada quien es libre de escoger aquellos principios morales por los cuales va a regir su vida, en la medida en que se ajusten a dichos límites formales. 2. La ética kantiana y el imperativo categórico Immanuel Kant, uno de los filósofos más importantes de la historia, innovó radicalmente la forma de reflexionar sobre la ética. Fue él quien hizo explícitas ciertas características formales de los juicios y principios morales que son generalmente- aunque no unánimemente- reconocidos como restricciones del discurso ético, es decir, de los juicios acerca de lo que se debe o lo que no se debe hacer. Las restricciones que impone Kant a los juicios morales son que ellos deben ser categóricos, autónomos y universalizables. Que un juicio moral sea categórico implica que debe realizarse aun cuando no responda a los intereses y los deseos del sujeto. Por ejemplo, si consideramos que no se debe mentir, deberíamos evitar hacerlo aun cuando ello nos perjudique. Se considera que un juicio moral es autónomo cuando no apoyamos su valor en que haya sido dictado por una autoridad. Por ejemplo, si ante una acción que se considera contraria a la moral sostengo que he actuado de ese modo porque me lo ha ordenado la autoridad, ese juicio moral no sería válido ya que no ha sido formulado por el propio sujeto; y que sea universalizable significa que estoy dispuesto a aceptar que dicho principio se aplique siempre. Si acepto como principio moral que no se debe matar, tengo que estar dispuesto a sostener el principio en cualquier circunstancia. Es habitual que en las películas aparezca esta cuestión cuando se muestra al héroe o heroína frente al peor de los villanos y, a pesar de todo, le perdona la vida. La actitud del héroe puede explicarse a partir de la 1 universalización del imperativo no matar: si está mal matar, lo está en cualquier circunstancia y frente a cualquiera. Un ejemplo que se usa típicamente para ilustrar dichas restricciones formales es el de las promesas: ¿debo respetar la institución de la promesa? Si cumplir las promesas es un principio moral, no lo es porque me lo haya impuesto Dios o la autoridad política, sino porque considero que cumplir las promesas es bueno en sí mismo (autonomía); si cumplir las promesas es un principio moral, debo honrar mi palabra aun cuando las condiciones me sean desfavorables o incómodas, o a pesar de que me haya arrepentido de la promesa que realicé (categórico). Por último, aceptar que honrar las promesas sea un principio moral implica que hay que cumplirlas en todos los casos (universalizable). ¿Qué pasaría si se cumpliera en algunos casos sí y en otros no? La institución de la promesa ya no tendría valor. Éste último requisito de los principios morales, su universabilidad es capital en la obra de Kant. En él está contenido el principio fundamental de toda moralidad, la regla de las reglas, su famoso “imperativo categórico”: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne universal.” La aspiración de Kant era que de este principio puramente formal del razonamiento práctico fuera posible derivar principios morales sustantivos. El imperativo categórico, entonces, sirve para seleccionar las verdaderas máximas morales. ¿Cuáles son las verdaderas máximas morales? Aquellas que pueden ajustarse a la forma del imperativo categórico, esto es, a la universalización. Existe una segunda formulación famosa del imperativo categórico, que es así: “Obra de tal modo que trates la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca meramente como un medio.” Ésta es idea una de las ideas fundamentales de la filosofía moral y política liberal: la de que los hombres no pueden ser usados sólo como medios en beneficio de otros (aunque esos otros sean la mayoría de la población o una raza o secta). Kant entiende que los seres humanos se caracterizan por su autonomía, es decir, la capacidad de darse normas a ellos mismos o de seguir de forma crítica las que les dan otros. Esta capacidad es única en la naturaleza y convierte a los seres humanos en seres excepcionales, incomparables con cualquier otro, por lo que no tienen precio, sino que se le aplica un concepto distinto que es el valor. Este valor es expresable en el concepto ético básico para la antropología de Kant, la dignidad. La dignidad supone el deber de actuar con el otro como si fuera un fin en sí mismo, es decir, la imposibilidad de utilizarlo como una cosa, como un medio para nuestra conveniencia. A pesar de las ventajas de la ética kantiana, ella presenta algunos problemas. En efecto, el requisito de universabilidad no es tan estricto ya que habría quien pudiera estar dispuesto a universalizar alguna regla inconcebible. Por ejemplo, con el fin de justificar el principio de que un grupo no tiene ciertos derechos (los negros, los judíos, las mujeres, los gays) alguien podría afirmar que está dispuesto a admitir que esas desventajas se aplicaran sobre sí mismo en el caso de que él perteneciera a dicho grupo. 2 Escuela Municipal de Seguridad Local Formación Inicial de la Policía de Prevención local de General Pueyrredon 2015 Plan de Formación Complementario Universidad Nacional de Mar del Plata Facultad de Derecho Seminario: Ética pública Trabajo Práctico clase 2 (4/07/2015): Aula: Integrantes del grupo: Apellido y nombre:………………………. Apellido y nombre:…………………….. Consigna: 1. Realicen el trabajo en parejas. Leer detenidamente la noticia “Condenaron a tres agentes penitenciarios por ejercer torturas”, de la agencia Télam del 16/06/2015. 2. Enumere cuáles fueron las acciones consideradas “tortura” por el Tribunal. 3. Con sus palabras, trate de explicar la vinculación que encuentra entre el imperativo categórico de Kant y la prohibición de la tortura. 3