PERCEPCIÓN DEL PAISAJE lo bello, (árboles, bosque, se destina

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Ns
Aisthesis
25-26, 1992-93
Instituto de Estética
Pontificia Universidad Católica de Chile
Santiago Chile
Facultad de Filosofía
-
PERCEPCIÓN DEL PAISAJE
Patricio Silva Jeria
Podemos
como
valor,
contrastar
con
lo útil y lo
lo
bello,
agradable:
el campesino que percibe su entorno
(árboles, bosque, colinas, lagos, mon
tañas,
que
etc.)
éste le
tante de
en
función de la
utilidad
proporciona está
tan dis
una percepción estética
del
arte
(creación
humana),
existe un objeto que sea
mismo
sí
por
en
(Kupareo, 1964,
nieve, la montaña,
hacia la precordillera para
gozar con el aire puro de la montaña
y deslizarse por su pendiente neva
da. "E sta repre s entación de la corres
pondencia a un fin, es decir, de la
coincidencia del objeto con la idea del
fin a que se destina, es lo que Ziehen
llama la representación telética. La
importan
sensación
de
produce surge
idea de la
que
goce
lo útil
y desaparece
adecuación a un
representaciones
y
nos
con esta
fin. Estas
reflexiones
se
hallan, en cambio, totalmente ausen
tes del
señala, acertadamente,
las
Kant
una de
comportamiento estético.
características
estético
esenciales
la ausencia
de fin, que
sentación
como
de
de lo
esta repre
es el elemento
de la idea de
1952, p. 105). "Una finalidad
constitutivo
(Kainz,
sin fin",
como nos recuerda
también
Kupareo (Kupareo, 1964, p. 30). De
finida de esta manera, la belleza
puede
aplicarse,
como
valor, tanto al
nos
la
p.
paisaje como el excursionista que se
aventura
como a
la
(creación divina). "La be
lleza natural es: evocación de ideas
humanas en símbolos concretos. No
naturaleza
o
feo
33). El árbol, la
el
en cuanto a
prestan, sino
bello
naturaleza".
agua,
la
ya
no
utilidad que
en cuanto a que nos
sugieren, evocan, ideas humanas. He
aquí
la
de percibir esté
El mismo pai
un momento deter
posibilidad
ticamente
el paisaje.
saje que
vale,
en
minado,
como
fuente de
cia para el
de
para
placer
un
superviven
como
fuente
turista,
puede
campesino,
de una idea
humano (por
convertirse en evocación
o
un
sentimiento
ejemplo, abandono plenitud, soledad,
miseria, pureza, etc.)
templador
para un con
en actitud estética.
Esta doble antítesis: entre lo
estético y lo útil y entre lo estético y
lo placentero, se ha agudizado en la
optisociedad contemporánea. La
de la utilidad extraíble de
los bienes naturales ha limitado
enormemente la capacidad del perci
bir estético. Ya no se percibe la
mización
montaña,
la colina, el bosque,
el
lago,
la playa, el río, el desierto, la pradera,
97
etc.,
por sí
mismos,
sino preferente
mente en su capacidad
de
producir
la
otros problemas como:
terrenos
agrícolas
de
para
tera).
contaminación
El desarrollo tecnológico y el
desarrollo económico, asociados a su
capacidad de producir comodidad y
placer, en la sociedad contemporánea,
hacen aparecer el valor estético como
algo prescindible o postergable. La
fuerza humana se ha incrementado
vertiginosamente con ayuda de la
nas con aguas servidas
polución
impacto
ambiental
la capacidad de prever las consecuen
cias de la acción humana sobre la
determinado de las
naturaleza.
de
eficientemente
Hemos llegado al punto
la supervivencia
poner en peligro
misma
del
planeta.
Sin embargo, en la actualidad la
de numerosas especies
animales y vegetales y la contami
nación a veces
no plazo
seosos,
dejan
elementos
(ga
líquidos) del paisaje
evidencia que la propia
en
del desarrollo
una
moderada
El
explotación
de los
agotamiento
económico
racional
y
recursos naturales.
definitivo de bienes
naturales económicos es una grave
de alarma que debiera motivar
la reflexión verdadera en los propios
señal
agentes productivos acerca
tástrofe económica,
de la ca
y hu
ecológica
mana que significa este agotamiento
de los bienes de la natu
Una encuesta ambiental rea
casi satánico
raleza.
lizada por el Departamento de Eco
logía de nuestra Universidad, por
ejemplo, ha dejado en evidencia que
uno de los mayores problemas de
Santiago es el crecimiento exagera
do de la ciudad, el que trae consigo
98
ductivas, permitiría también la con
sideración
parte
de
de
valores estéticos como
esta calidad
de
vida
de la
Es posible,
entonces, recuperar el sentido esté
tico del paisaje promoviendo un
consenso que no
tendrá
por qué obs
taculizar el sentido utilitario de las
actividades productivas.
sólidos o
utilidad
exige
irrecuperable a media
de diversos
científicamente
actividades pro
sociedad contemporánea.
extinción
hacina
Estos problemas am
bientales están dañando fatalmente
la calidad de vida de la población.
Hemos llegado pues a un punto en
que lo que se ha dado en llamar un
desarrollo sustentable, que tenga en
consideración una evaluación del
destructivo, acortando drásticamente
monstruoso,
basura, la
el
atmosférica,
etc.
adquiriendo un carácter
y desechos
industriales y mineros, la
miento,
casi
de
calidad
destinarlos a usos urbanos, la
de ríos y aguas mari
utilidad práctica (económica o placen
tecnología,
pérdida
alta
Esta situación de "conciencia de
de la sociedad contemporánea
algo diferente a la que conoció
crisis"
es
Luis
del
Oyarzún,
sesenta
setenta.
En
y
su
fines de la década
de la del
libro En defensa de la
a
comienzos
Tierra denuncia: "...está desapare
ciendo debajo de nuestros pies la
tierra que amamos (...) la avidez, la
ignorancia, la incuria, todos los ma
les del alma empobrecen la tierra y la
destruyen (...) En lugar de los ritos
de celebración terrestre, nos entre
gamos a las grandes ordalías de los
llamas"
bosques en
(Oyarzún, 1973,
pp. 2, 3, 5). En este mismo libro, el
profesor Oyarzún promueve su pro
puesta estética:
"Hay que
estimular
de la necesi
dad de los árboles, con sus innumera-
no sólo el conocimiento
bles usos. También la conciencia de
su belleza (...) Sin duda el descubri
miento de los valores estéticos del
mundo físico es una de esas altas
instancias
que mejor revelan el na
del espíritu huma
no, por lo menos en dos funciones que
cimiento concreto
le son inherentes y que son trascen
dentales por igual en su sentido: la
capacidad de contemplación y la
identificación estética (...) A través
de los cristales reverberantes de la
magia, con todas sus asociaciones de
colores y perfumes, cada cultura ha
expresado (...) en flores emblemáticas
anhelos, temores
sus
o
éxtasis,
su
de absoluto.
Trátese de la flor de lis, del milenrama
deseo de
vida
y
su afán
del / Ching, de la vid o de la mandra
gora (...) Por eso, revelar estas ex
periencias ancestrales, lejanas y
los incendios intencionales y casua
les de bosques. Recurre al auxilio de
nuestros escritores: Miguel Luis
Amunátegui, Andrés Bello, Gabriela
Mistral; a sabios como Federico
Johow, Darwin, el botánico Carlos
Muñoz Pizarro, Claudio Gay, Rodulfo
Philippi, Vicente Pérez Rosales, los
jesuítas Molina y Lacunza, Benja
quien en
Vicuña Mackenna
1855 predecía que Chile sería un
Rafael Elizalde Mac
desierto
,
Clure, autor del libro La sobrevivencia
de Chile. No faltan en sus páginas
mín
—
—
referencias a Eduardo
y
al
entonces
Frei Montalva
Canciller Gabriel
Valdés, ni tampoco una nota
ques Rousseau, entre otros.
La
naturaleza no es ni
a Jac-
fea ni be
lla; nosotros,
al convertirnos en con
templadores,
en una actitud estéti
de
próximas,
a un país que quema sus
ca, tenemos la
árboles,
tarea necesaria, urgente,
le un valor estético. Dice el Doctor
Kupareo: "Lo bello y lo feo no existen
en la naturaleza: existen silo íntegro
y lo defectuoso (...) Un objeto imper
en el sentido
fecto, defectuoso
bello en la
puede
tomarse
vulgar),
intuición estética. No hay objeto en
es
vital"
(Oyarzún,
Pensamos
1973, 99. 25-26).
que atender al cuida
del paisaje no es una
destinada al fracaso, como
hubiese parecido en la época en que
Oyarzún escribía estas páginas.
En su Übro En defensa de la
Tierra, el poeta y profesor evoca las
orquídeas chilenas, el alerce, la
do y
al respeto
empresa
araucaria,
roble, los álamos, la
palma chilena (en extinción); los
el
animales
de
nuestra
fauna;
repara
smog de Santiago; en la conta
minación de ríos, playas y lagos; en
en el
capacidad
otorgar
('feo'
la naturaleza,
fecto,
símbolo
va
o
sea perfecto o
imper
que no pueda convertirse en
de
una
privativa.
torna bello
cosmos,
idea
para un
positiva
habla de la
humana,
Todo
o
el
positi
cosmos
esteta; todo
se
el
privativamente,
presencia
del Autor Su
premo"
(Kupareo, 1964,
p.
35).
Bibliografía
KAINZ, Friedrich, Estética, Fondo de Cultura Económica, 1952.
KUPAREO, Raimundo, "La belleza natural". En: El valor del arte, Pontificia
Universidad Católica de Chile, Santiago, 1964.
OYARZÚN, Luis, En defensa de la Tierra, Editorial Universitaria, 1973.
99
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