Elementos para la valoración de pasivos ambientales - FICH-UNL

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Elementos para la valoración de pasivos ambientales en hidrocarburos para
Colombia
Nohra León Rodríguez
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RESUMEN
La investigación que a continuación se presenta tenía dos objetivos: de un lado generar un
concepto de pasivo ambiental para el caso de los hidrocarburos en Colombia y en segundo lugar
entregar herramientas teórico-metodológicos para la valoración económica de los mismos. Una vez
logra acercarse al concepto y luego de analizar algunas perspectivas de valoración económica
ambiental, se sugieren elementos fundamentales, que deben integrar una propuesta metodológica
de evaluación-valoración económica multicriterial de los pasivos ambientales, derivados de los
procesos de exploración-explotación-transformación y distribución de hidrocarburos. Dichos
elementos se sintetizan en: un trabajo previo de evaluación y valoración de integralidad con que
deben asumirse los ecosistemas intervenidos por la actividad económica; una exploración del
estado de la información, sus posibles problemas y alternativas a través de los mecanismos de
valoración multicriterial con información difusa; la evaluación-valoración biofísica, cultural y
socioeconómica.
Palabras claves: integralidad ecosistémica, pasivos ambientales, lógica difusa, valoración
multicriterial.
1.Introducción
La valoración de los recursos ambientales ha constituido en los últimos años una
gran preocupación desde diferentes disciplinas, pero quizás sea la ciencia
económica una de las áreas que viene haciendo contribuciones desde lo teórico,
como desde las diferentes herramientas. La investigación que se presenta aquí
tenía dos objetivos: de un lado generar un concepto de pasivo ambiental para el
caso de los hidrocarburos en Colombia y en segundo lugar entregar elementos
teórico-metodológicos para la valoración económica de los mismos.
Para el caso que nos ocupa, resulta claro señalar la relevancia que tiene el
abordaje teórico, desde el que se construye el concepto de pasivo ambiental,
como la propuesta de valoración, la cual se asume desde una visión sistémica,
condición ésta fundamental para la comprensión de las interacciones permanentes
que se establecen entre los diferentes agentes y componentes.
En este contexto, la investigación asumió una pequeña sección que se refiere al
soporte que debe darse a la hora de trabajar los pasivos ambientales; la
construcción del concepto, las consideraciones del ecosistema que se constituye
en la base donde se realizan las actividades económicas y humanas, este tópico
se hace relevante por cuanto incluso en nuestro territorio colombiano resulta
fundamental tener en cuenta la diversidad y complejidad que representa cada
1
PhD Ciencias Económicas. Directora Instituto de Estudios Ambientales IDEA. Universidad Nacional de
Colombia –Sede Bogotá– [email protected]. [email protected]éfonos:0571-3165085. 3115068589.
Calle 44 # 45-67 Unidad Camilo Torres Bloque B2. Bogotá. Distrito Capital.
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Código del Eje Temático: 6
Eje Temático: Aspectos Metodológicos. Análisis multicriterio y otras metodologías de evaluación
ecosistema. No menos importante es el componente informacional, el cual
adquiere un espacio importante en la definición de los pasivos ambientales, en el
entendido del aporte que puede realizar la nueva regulación ambiental al respecto.
En este marco, se hace una rápida aproximación al concepto de los pasivos
ambientales, desde la perspectiva de la Economía Ecológica, para dar paso a la
sección de análisis de una propuesta metodológica para valoración de pasivos
ambientales derivados de los procesos de exploración-explotación-transformación
y distribución de hidrocarburos en Colombia, bajo los lenguajes de valoración
entregados por la economía ecológica. Para ello es preciso tener en cuenta: i. que
para llevar a cabo cualquier tipo de valoración habrá que definir los aspectos a
evaluar, su pertinencia frente a si se requiere o nó la valoración económica y su
naturaleza en el contexto del análisis emprendido. ii. es indispensable el apoyo de
paneles de expertos para una implementación exitosa. iii. es necesario hacerse de
información complementaria de estudios anteriores.
Finalmente, se entregan lineamientos preliminares para la valoración multicriterial
de pasivos en hidrocarburos, bajo la aproximación de la lógica difusa. Se
acompaña el documento con unas reflexiones o conclusiones finales y la
bibliografía respectiva.
2. Hacia la definición de los pasivos ambientales
La presente sección busca entregar el concepto de pasivo ambiental, a que llegó
la investigación, el cual se transversaliza en el abordaje de este trabajo. Desde la
perspectiva de la integralidad (Garzón et.al 2009), un pasivo ambiental se puede
considerar como una deuda generada por una obligación legal, administrativa,
contractual o judicial que implica pagar, compensar, manejar, reparar, prevenir o
mitigar los efectos ambientales negativos causados por una persona (natural o
jurídica) en el desarrollo de un proyecto, obra o actividad, que ha superado el
límite establecido entre el impacto permitido y el daño ambiental generado,
representando un riesgo actual o potencial, ya sea por enterramiento, abandono,
almacenamiento inapropiado subterráneo o superficial de residuos peligrosos,
manufactura, uso, lanzamiento, o amenazas de lanzar sustancias particulares o
actividades que afecten el ambiente y los derechos de las personas o
comunidades.
A la hora de analizar los pasivos ambientales y para este caso los generados por
la actividad petrolera, surgen dos preocupaciones: de un lado la evaluación
monetaria, que nos enfrenta a la complejidad de lo que se evalúa y el grado de
incertidumbre; en segundo lugar las dificultades de valorar bienes no
intercambiables en el mercado; pero no sólo es difícil valorar monetariamente los
pasivos, sino además lograr que los ya realizados sean compensados y prevenir
los nuevos por parte de la empresa. Vista así la estimación de todo pasivo debe
incluir el costo de reparación del daño y el valor de la producción perdida a causa
del pasivo. (Russi y Martínez. 2002)
De igual manera, en este marco se plantea la necesidad de establecer una
compensación por los daños irreversibles. Esta compensación es útil porque
puede hacer más costosa y difícil la producción de nuevos pasivos ambientales,
por ello se puede afirmar que se constituye en un desincentivo para quienes
realizan la actividad petrolera en cada una de sus fases de producción. A su vez
se convierte en un incentivo, para quienes son objeto del pasivo ambiental.
Finalmente la compensación monetaria sirve como redistribución de las ganancias
producidas por la actividad contaminante
Teniendo en cuenta los conceptos nacionales e internacionales sobre pasivos
ambientales, que entrega gran parte de la literatura especializada, se puede
afirmar que dicho concepto debe incorporar los siguientes elementos:
•
•
•

•
•
•
•
•
•
El carácter de la obligación: dar, hacer o no hacer.
Los sujetos.
Activo: persona natural o jurídica
Pasivo: el ambiente, los particulares y el interés general (desde la
perspectiva de integralidad de los derechos de las personas)
El nexo causal: desarrollo de una actividad violando normas ambientales.
Efecto: impactos y daños en la “salud” o bienestar de la sociedad y del
ambiente
Consideraciones en torno al espacio geográfico: ambiente y territorio
Análisis intertemporal: impactos pasados, actuales y/o futuros
Responsabilidad: por acción u omisión en el cumplimiento del deber de
conservación del estado o de los particulares
Derechos: perspectiva integral de defensa de los derechos de las personas.
Teniendo como referencia estos elementos y algunas propuestas conceptuales, se
llegó a la siguiente aproximación para el caso colombiano: Pasivo ambiental es
una deuda generada por una obligación legal, administrativa, contractual o judicial
(o incluso asumida de manera voluntaria y unilateral) que implica pagar,
compensar, manejar, prevenir o mitigar los efectos negativos causados al
ambiente y a los derechos de las personas, por quienes desarrollan un proyecto,
obra o actividad, que ha superado los límites o autorizaciones ambientales,
representando riesgo y daño actual o potencial. En últimas es una deuda con las
comunidades que están afectadas directa e indirectamente por los pasivos
ambientales y de manera particular los pasivos huérfanos; los cuales por no
poseer dueño o tenedor del área conocido, pasan a manos del Estado que debe
asumir la responsabilidad de ellos o lo son porque el tenedor del área no tiene
cómo económicamente resarcir los daños ocasionados al área.
En el marco de la propuesta conceptual aquí señalada, se sugiere como objetivo
cero pasivos ambientales, estrategia que implica una apuesta por la prevención, la
búsqueda de la responsabilidad social de las empresas y n manejo institucional
definido y continuo. En todas las etapas de la actividad petrolera, se debe aplicar
un enfoque preventivo que tenga en cuenta aspectos y restricciones físico-bióticas,
sociales, económicas, culturales y de ordenamiento territorial. Implica también el
uso del principio de precaución: un punto de interpretación amplio en lo referido a
la identificación de potenciales pasivos ambientales, con el fin de evitar todos los
posibles daños ambientales. Algunos de los instrumentos preventivos que se
proponen se sintetizan en: i. mejorar la línea base informacional; ii. Incorporar el
análisis del riesgo en el componente ambiental. iii. Las auditorías sistemáticas
tanto preventivas como de control.
Los pasivos ambientales generados por los hidrocarburos en Colombia, pueden
tener diversos orígenes, entre los cuales se destacan:
•
Un impacto ambiental valorado y atendido de manera inapropiada.
•
Un impacto ambiental no previsto desde el inicio de las actividades, no
atendido durante el desarrollo del proyecto.
•
Un impacto o riesgo no atendido eficazmente en el plan de manejo o en el
plan de contingencia.
•
El incumplimiento de la normatividad o estándar ambiental.
•
Monitoreo inapropiado para identificar deterioros en la calidad ambiental
que se generan a largo plazo, se acumulan o se desarrollan en una escala mayor.
•
Una situación de riesgo contingente, situaciones poco probables o incluso
impensables pero de grandes consecuencias, cuando ocurren; Por ejemplo,
eventos sísmicos, inundaciones generadas por precipitaciones muy fuertes o
inesperadas, incendios forestales fuera de control. (Garzón et.al 2009).
3. En busca de otras formas de valoración económica ambiental
La valoración económica ambiental incluye un conjunto de métodos cuantitativos
por medio de los cuales se intenta asignar valores monetarios a los bienes
servicios y atributos proporcionados por los recursos naturales y ambientales,
independientemente de que estos tengan o no mercado.
En la medida en que la valoración permite medir, en una unidad común, los
beneficios económicos que tiene para la sociedad conservar, proteger, restaurar o
recuperar los recursos naturales; o por el contrario los costos de la contaminación,
la explotación y el deterioro se constituye un criterio importante para establecer,
comparar y negociar esquemas de evaluación-valoración ambiental.(León y
Castiblanco. 2011)
Es importante señalar que las valoraciones monetarias se basan en preferencias
subjetivas individuales, que pueden dar origen a valores inapropiados cuando los
individuos que valoran no están bien informados acerca de las relaciones que
existen entre los bienes, servicios y atributos que están valorando y su bienestar.
Sin duda, la carencia de información cuantitativa y representativa de las complejas
dinámicas que operan al interior de los ecosistemas dificulta su adecuada
incorporación a los modelos económicos. Adicionalmente, existen sesgos para
expresar las necesidades de las especies no humanas y las preferencias de las
generaciones futuras (valores de opción y cuasi-opción).
De otra parte, es importante tener en cuenta que usualmente se requiere aplicar
tantos métodos como valores (de uso directo, indirecto, no uso, de existencia, de
opción, servicios o atributos) se quieran estimar, lo que implica un proceso costoso
y exigente en calidad y cantidad de información, por esta razón reconocidos
autores recomiendan utilizar la valoración económica ambiental, sólo cuando sea
estrictamente necesaria y en caso de que no existan otras formas o mecanismos
para dirimir conflictos ambientales.
Es claro que ante la magnitud y la complejidad de los sistemas naturales a valorar,
las valoraciones estimadas son imperfectas y parciales; pero frente al problema
ambiental y económico que implica el deterioro y la pérdida - en algunos casos
irreversible- de los recursos naturales, las opciones de conservarlos, degradarlos,
o convertirlos para otros usos, tienen implicaciones en términos de valores
ganados o perdidos y sólo un análisis detallado de tales ganancias y pérdidas
puede apoyar eficazmente la toma de decisiones.
Algunas aproximaciones se fundamentan en los costes físicos soportados en el
primer y segundo principio de la termodinámica; algunos autores, vienen
contribuyendo en esta tendencia. Las siguientes herramientas forman parte de
este grupo:
 Cuantificación de los requerimientos de materiales o de superficie terrestre
necesaria por el metabolismo económico, por ejemplo la huella ecológica,
huella hídrica, capacidad de carga.
 Cuantificación del coste energético de los procesos.
 Aproximación biogeofísica del valor
Estas posibilidades de valoración, representan teorías del monovalor, criticadas
con frecuencia por autores como Georgescu Roegen, Martínez Allier entre otros,
por cuanto sólo captan una dimensión del valor. Surge entonces desde el enfoque
de la Economía Ecológica la teoría de la decisión multicriterio, que introduce
otra perspectiva de la valoración en donde el criterio económico es uno más en la
toma de decisiones, sin ser el único, ni quizás el más importante a la hora de
elegir entre varias alternativas que son evaluadas con base en diversos criterios.
El análisis Multicriterio se constituye en una metodología que incluye un conjunto
de técnicas orientadas a evaluar problemas de decisión social, caracterizados por
los conflictos entre visiones del mundo, muchas veces, contradictorias. En otras
palabras, este enfoque teórico asume que en muchos contextos decisionales los
agentes económicos no optimizan sus decisiones apuntando a un único objetivo,
sino que pretenden buscar un equilibrio entre un conjunto de objetivos que en
muchos casos resultan divergentes.
La toma de decisiones multicriterio incluye toda una gama de conceptos,
aproximaciones, modelos y métodos que facilitan a los tomadores de decisiones
describir, evaluar, ordenar, jerarquizar, seleccionar o rechazar proyectos, políticas
o líneas de acción, con base en una evaluación (expresada por puntuaciones,
valores o intensidades de preferencia) que responda a varios criterios: ecológicos,
biofísicos, sociales, culturales, económicos y políticos. (Colson y De Bruin,
1989:1201).
Las principales características de la evaluación multicriterio
 Consideran gran cantidad de información, de relaciones y objetivos presentes
en problemas específicos del mundo real.
 Trabajan con información mixta (cualitativa y cuantitativa, conjuntos de
información difusa) en procura de incorporar la pluralidad de percepciones de
los actores involucrados.
 Aporta al decisor herramientas para avanzar en la solución de problemas,
donde se deben evaluar los diferentes puntos de vista, incorporando los
conflictos entre objetivos económicos, sociales, culturales, jurídicos y
ambientales.
 Se fundamenta en la conmensurabilidad débil –comparabilidad fuerte.
 Utiliza métodos de agregación.
En consecuencia, el principal objetivo de una verdadera valoración económica, es
que, de una u otra forma, su metodología y aspiraciones sean compatibles con las
preocupaciones de la Economía Ecológica. Por tanto, siendo la comparabilidad
débil - la posibilidad de comparar varias opciones sin recurrir a un tipo de valor
único y privilegiado- uno de los rasgos más característicos del análisis económicoecológico, debemos reconocer la inconmensurabilidad de ciertos aspectos a
evaluar. De esa forma salvamos la pluralidad valorativa y rechazamos el
reduccionismo a términos monetarios o físicos. Sin embargo las implicaciones
analíticas de esta posición, nos exigen redoblar los esfuerzos a la hora de abordar
la evaluación del impacto ambiental políticas públicas o proyectos.
3.1. La complejidad ecosistémica como prerrequisito para la evaluación y
valoración de los pasivos ambientales.
Dadas las características de los complejos territorios en los que se emplazan las
actividades de exploración, explotación, transformación y distribución de los
hidrocarburos en Colombia, el conocimiento de los ecosistemas se debe convertir
en el prerrequisito de toda evaluación y valoración económica; la falencia en esta
fase puede conducir no sólo a distorsiones en los sistemas de evaluación y
valoración de los pasivos ambientales que se derivan de dicha actividad
económica, sino que adicionalmente puede conducir a toma de decisiones de
política ambiental no adecuadas.
Ante el requerimiento de caracterizar los ecosistemas (Costanza et al. 1998,
Caballero, et al. 2009, León 2010), sugieren una clasificación de los servicios
ecosistémicos derivados de 4 grandes tipologías de funciones así:
 Funciones de soporte y estructuras, son aquellas que involucran las estructuras
ecológicas y funciones que son consideradas esenciales para la prestación de
los servicios de los ecosistemas.
 Funciones de regulación (incluyen: la atmosférica, climática, hídrica, formación
del suelo, regulación de nutrientes y control biológico), incorporan los servicios
de mantenimiento de las dinámicas ecológicas básicas y los sistemas de
soporte de vida que posibilitan el bienestar humano. Estas funciones hoy
cobran gran relevancia, ante los desequilibrios y profundos cambios derivados
especialmente de la acción humana a través del tiempo.
 Funciones generadoras de servicios de provisión de los recursos naturales y
materias primas.
 Las funciones que posibilitan servicios culturales como la mejora emocional y
percepción.
 Funciones de sustrato de donde se obtienen provisiones para el desarrollo de
actividades económicas y humanas.
Tal como lo señalan Gómez-Baggethun y Groot (2007), los ecosistemas son la
fuente de todos los materiales y la energía que son apropiados a través de todo el
sistema productivo, hasta su transformación en bienes o servicios de consumo;
además son considerados los sumideros a los que van a parar todos los residuos
derivados del metabolismo socio-económico. Para algunos estudiosos desde la
perspectiva de la economía ecológica, los ecosistemas son considerados como el
patrimonio natural, el cual genera bienes y servicios.
Cada ecosistema se caracteriza por su propia estructura y funciones, entendidas
como la capacidad de los componentes y procesos de proveer bienes y servicios
que satisfagan directa e indirectamente las necesidades humanas; cuya evolución
a través del tiempo expresa las interacciones que se reflejan en un sinnúmero de
servicios, los cuales deben asumirse bajo las consideraciones de la integralidad y
la dinámica inherente a todo ecosistema. Adicionalmente se deben incorporar los
diferentes actores sociales, quienes construyen sus propias percepciones y
valoraciones de éstos, más allá de lo estrictamente económico, se plantean
entonces las evaluaciones y valoraciones socio-culturales y ecológicas como los
verdaderos ejes de la valoración de los bienes y servicios.
En consecuencia, dos aspectos merecen ser tenidos en cuenta: de un lado, vale la
pena incluir dentro de este concepto, los beneficios asociados con diferentes tipos
de ecosistemas manejados como la agricultura sostenible, acepción que viene
siendo sugerida por Muradián y otros (2010). En segundo lugar resulta importante
la biodiversidad entendida como la variabilidad de organismos vivos de cualquier
fuente, por cuanto provee los servicios ecosistémicos que impactan el bienestar
humano. Por tanto, cualquier cambio que sufra la biodiversidad, tiene efectos
directos en los beneficios/servicios ecosistémicos, los cuales producen cambios en
los niveles de bienestar humano, como se puede apreciar en los siguientes casos:
 La biodiversidad incide en el clima a escala local, regional y mundial, por tanto
los cambios en el uso y cobertura del suelo que afectan la biodiversidad,
también inciden en el clima.
 La biodiversidad impacta la retención de carbono especialmente a través de
sus efectos en las especies características, que definen cuánto carbono es
absorbido de la atmósfera y cuánto se libera.
 Mantenimiento de los servicios de control natural que dependen de la
biodiversidad. (Caballero et al.2009. 99). Vista así la biodiversidad no se
consideraría como un servicio ecosistémico en sí, sino que se constituye en
soporte de ellos, debido a que cambios en la biodiversidad generan efectos en
la proporción y naturaleza de los servicios ecosistémicos disponibles o que
provee un ecosistema.
Visto así, el análisis de los ecosistemas, se convierte en un verdadero prerequisito en toda evaluación y valoración ambiental, por tanto es la base de la
propuesta que se incorporó en el proceso investigativo de los pasivos ambientales
en hidrocarburos y que dados sus alcances se sugieren para el estudio de pasivos
ambientales en cualquier territorio.
3.2.La valoración económica ambiental y los problemas informacionales
Como se planteó en la introducción, otro de los pilares fundamentales previos a
cualquier forma de valoración económica ambiental y en particular de los pasivos
ambientales es la información; en este sentido esta se constituye en punto de
partida y de llegada. En este contexto, a la hora de realizar la evaluación y
valoración ambiental se suele presentar una serie de restricciones
informacionales, entre las cuales se pueden señalar las que se listan a
continuación:(León, 2006):
 Asociadas al riesgo moral referido a aquellas variables endógenas que no son
observadas por el regulador. Las empresas realizan acciones que afectan los
costos o la calidad de sus productos. La información asimétrica entre principal y
agente (o entre el regulador y las empresas) es una situación típica de riesgo
moral caracterizada por la existencia de acciones ocultas. Como indican
algunos trabajos sobre regulación ambiental (Xepapadeas 1992, 22-39),
Es importante señalar que para el caso que aquí nos ocupa, no sólo interesa el
problema de la información incompleta, sino adicionalmente que ésta también
se distribuye desigualmente entre los agentes, es decir asimétricamente, lo cual
significa que la información se encontrará fragmentada y resultará costosa su
adquisición. La información asimétrica profundiza la selección adversa en los
individuos; de igual manera genera incertidumbre frente a la calidad y
disposición de la información, generando distorsión en el diseño e
implementación de los incentivos.
 Los referidos a la selección adversa, se presentan cuando las firmas tienen
más información que el regulador acerca de las variables exógenas relevantes
para el diseño de la política reguladora; son las empresas las que conocen los
procedimientos que aplicaron en cada una de las etapas del proceso de
producción, distribución y consumo, a la vez conocen las condiciones de partida
de los espacios geográficos que han sido transformados e intervenidos por el
emplazamiento de la actividad económica que nos ocupa. Esta situación
permite que la firma extraiga una renta en su interacción con las autoridades
ambientales. El riesgo moral y la selección adversa, unidos al poco o nulo
control del regulador, crean una demanda de adquisición de información,
absolutamente relevante para el diseño de política pública ambiental.
 Los asociados a los costos de transacción 3 constituyen también una
restricción, pues los agentes que participan en cualquier transacción tienen que
incurrir en una serie de costos. Hasta hace muy poco, la mayoría de las teorías,
modelos y valoraciones económicas suponían la existencia de información
completa, de modo que los costos de adquirir información sobre los
intercambios, no eran objeto de tratamiento explícito. Sin embargo es pertinente
afirmar que las autoridades ambientales deben tener en cuenta la importancia
de esta variable, pues en algunas situaciones incluso los costos de la misma
información son demasiado altos. Además se observan casos en los que se
puede accesar a la información, pero esta es difusa, lo cual complejiza los
procesos; situación que se puede asumir a través de metodologías multicriterio
con información difusa

Las restricciones administrativas y políticas: como señalan Laffont y Tirole
(1993) éstas también han sido ignoradas durante largo tiempo, se pueden
tratar adecuadamente con ayuda de la nueva teoría de la regulación.
Suponiendo que esas restricciones no son exógenas, se pueden formalizar
como restricciones transaccionales y de información.
En este sentido, North (1993, 18-19) señala que puesto que los agentes manejan
una información incompleta y su capacidad para procesarla es limitada, además
de que existen fricciones importantes en el sistema (costos de transacción), no se
puede esperar la eficiencia institucional que resultaría de un mundo competitivo.
Concluye adicionalmente que las instituciones no son creadas por fuerza ni
tampoco para ser eficientes socialmente; más bien las instituciones, o cuando
menos las reglas formales, son hechas para servir los intereses de quienes tienen
el poder de negociación para idear nuevas normas. En esta misma dirección,
Bergin y Sen (1998) afirman que la teoría de la implementación y del diseño de
mecanismos tiene que ver con el diseño institucional. Las instituciones cumplen un
papel central en la definición de los resultados: determinan las elecciones de los
agentes, involucrando consideraciones estratégicas, y como las acciones se
traducen en resultados, las distintas formas de mecanismos reflejan diferentes
características institucionales.
3
Los costos de transacción difieren de los costos de producción en cuanto estos últimos son directamente
imputables a la transformación física de los factores de producción en bienes o servicios para la producción o
el intercambio y se expresan en una función tradicional de costos; mientras que los costos de transacción
incluyen los costos atribuibles a la toma de decisiones, la planeación y ejecución de proyectos, los arreglos y
negociaciones institucionales y el establecimiento de contratos (Ayala 2000, 184).
Sin embargo, dada la integralidad que demanda la valoración económica de los
pasivos ambientales derivados de la actividad petrolera en un espacio del territorio
nacional, se requiere superar las posibles restricciones informacionales, por
cuanto la información completa y de calidad, constituye en gran medida el éxito de
la propia valoración; en este sentido, se requiere de una base informacional
ambiental, que reduzca los vacíos de información, previo a la identificación de los
pasivos ambientales que es el objetivo en este documento.
3.3.Otros elementos para la valoración de pasivos ambientales en
hidrocarburos, caso Colombia.
Partiendo del concepto de pasivo ambiental, el siguiente esquema recoge la
metodología para la evaluación vs valoración económica de los pasivos en
hidrocarburos por el que la presente investigación opta para el caso colombiano.
Para aplicar un procedimiento operativo que conlleve a la valoración real del
pasivo se debe tener en cuenta, (Garzón et.al 2009):
• Un procedimiento de inicio que busca evaluar un campo (petrolero) con el fin de
identificar si este tiene o no pasivos. Esta etapa corresponde al momento en que
el campo es revertido a la nación y se quiere evaluar el estado actual del campo,
para determinar aquellas situaciones ambientales que pueden estar causando
algún efecto nocivo sobre el medio ambiente y/o que amerita un manejo ambiental
después de la entrega.
• Una evaluación preliminar. Una vez realizado el trabajo de campo y
sistematizada la información, se debe estudiar el estado actual del área de estudio,
con el fin de identificar las actividades que se han realizado, sus antecedentes y el
estado actual de cumplimiento. En esta valoración preliminar es posible identificar
algunos de los pasivos ambientales asociados con incumplimiento ambiental, o
áreas que aún se encuentran activas (rellenos de residuos, escombreras y
canteras abiertas, rellenos sanitarios, rellenos de residuos, sitios de vertimientos,
etc).
• Inspección de campo. La cual se realiza con varios objetivos:
 Confirmar la presencia de pasivos identificados en la evaluación preliminar.
 Verificar la presencia de nuevos pasivos con base en la lista de pasivos
potenciales.
 Definir un inventario de situaciones que pueden dar lugar a pasivos y que
ameritan un monitoreo de campo (toma de muestras y análisis de laboratorio).
 Identificar si la situación se constituye o no en un pasivo ambiental
 Evaluar la magnitud de los daños o afectación de la situación en el momento de
la evaluación.
 Establecer las medidas de control para atender el pasivo, que pueden incluir
medidas de manejo de control (prevenir una mayor afectación), mitigación
(reducir el impacto hasta niveles aceptables), compensación (para el caso de
pasivos no mitigables).
 Presentar los elementos necesarios para determinar los costos del manejo del
pasivo o los costos de los daños causados.
Como soporte para esta fase, se propone la elaboración de fichas técnicas de
evaluación que incorporen información relacionada con problemas de
contaminación o pérdida de calidad en parámetros físicos, deben evaluarse
también: a) las afectaciones en la estructura ecológica; b) la fragmentación de los
ecosistemas; c) las pérdidas de hábitats; d) de especies; e) las afectaciones en la
estructura y funcionalidad de los ecosistemas; f) las pérdidas de bienestar de las
comunidades ubicadas en el área de influencia del proyecto por la pérdida de
bienes y servicios ambientales que se constituyen en bienes de subsistencia; g)
las pérdidas de bienestar por afectaciones en la infraestructura productiva, entre
otras. Una vez superada esta fase se da paso a la valoración económica de los
pasivos ambientales bajo consideraciones de integralidad.
Esquema 1
Metodología para la valoración económica de pasivos ambientales
Valoración
Económica
Capital
Los recursos ambientales
Son multifuncionales
Bienes
ambientales
Servicios
Ambientales
Unidades
Físico bióticas
Unidades
económicas
Temporalidad
Valoración
Evaluación
Decisión
Multicriterio
Cuantitativa
Programación
Multiobjetivo o
Conjunto eficiente
Cualitativa
Valor del
recurso
Lógica
Difusa
Probabilística
Valor de las
funciones
Técnicas de
Valoración
Como se puede observar en el esquema 1, toda valoración económica de pasivos
ambientales debe partir del reconocimiento ecosistémico del área donde se realiza
la actividad económica y de los bienes y servicios que genera; de una evaluación
de las unidades físico-bióticas, donde es necesario: identificar y evaluar pasivos
que a través del tiempo afectan los sistemas ecológicos; considerar las
manifestaciones observables y cuantificables de la biodiversidad en sus diferentes
escalas y niveles de organización, una descripción general del funcionamiento de
los ecosistemas en sus tipos estructurales: ecosistemas acuáticos, ecosistemas
terrestres y la integración de los dos a la escala ecológica del paisaje.
Además de la evaluación biofísica, se debe incluir la evaluación de las condiciones
socio-culturales de las poblaciones asentadas en la zona de influencia;
complementando esta sección se incluye la evaluación de las unidades
económicas, bajo un contexto intertemporal; lo cual significa la necesidad de
involucrar diferentes herramientas que bajo una metodología multivariada tenga la
capacidad de valorar estos grandes componentes, en la etapa previa al desarrollo
de la actividad extractiva, a través del proceso y en la fase de generación de los
pasivos ambientales, teniendo en cuenta que se busca la no generación de
pasivos ambientales o minimizarlos.
En este sentido, las técnicas de valoración, deben acudir a instrumentos de
carácter cualitativo, particularmente para el manejo de variables sociales y
culturales, donde las valoraciones no siempre tienen una expresión monetaria; allí
se acude a herramientas que particularmente las ciencias sociales trabajan.
Igualmente se deben utilizar técnicas de valoración probabilística y técnicas de
valoración, para evaluar los cambios o alteraciones de los recursos naturales. Ante
algunos problemas de orden informacional, se acude a algunos aplicativos de
lógica difusa, por cuanto se presenta como un marco conceptual más que idóneo
para determinar las acciones a seguir en la recuperación y/o compensación por los
pasivos ambientales. Su carácter multivaluado admite varios valores de verdad,
enriqueciendo considerablemente este análisis. Además, permite establecer las
relaciones de dominancia que surgen a la hora de identificar los juicios sobre las
condiciones medioambientales.
Tal como se señalaba en párrafos anteriores, antes de llevar a cabo cualquier tipo
de valoración habrá que definir los aspectos a evaluar, y su naturaleza en el
contexto del análisis emprendido. En nuestro caso eso significa en primer lugar,
agrupar, tan claramente como sea posible, los pasivos ambientales, derivados de
las actividades de exploración, extracción y distribución de hidrocarbros, dentro de
categorías que no se superpongan, lo que no implica desconocer sus
interrelaciones. Por ejemplo, siempre se podrá distinguir claramente entre los
impactos sobre el tejido social de las comunidades afectadas por la actividad
petrolera de, digamos, las modificaciones paisajísticas asociadas; aun cuando las
actividades turísticas puedan vincular la respuesta de estas dos variables al
choque externo. Segundo, es indispensable el apoyo de paneles de expertos para
una implementación exitosa. Ellos serán los encargados de diseñar los criterios
evaluativos que soportan las funciones de pertenencia, y los escenarios base para
la estimación de los precios de mercado. Tercero, es necesario hacerse de
información complementaria a estudios anteriores, con el fin de enriquecer la base
de datos de la que se servirán los paneles de expertos teniendo presente, en todo
momento, la preservación del componente cualitativo durante todo el proceso de
recolección de datos y trabajo de campo. Por último, es aconsejable trabajar bajo
un esquema de dos alternativas que contemplen un perfil “antes y después de”.
A manera de ejemplo: supóngase que se definen tres momentos diferentes del
proyecto, a saber: P0, P1, P2; correspondientes a una situación inicial sin proyecto,
una fase exploratoria y otra de explotación. La caracterización de la zona y
alcances del proyecto, serán la base para definir los criterios evaluativos, sobre los
que ha de concentrarse la valoración de los pasivos ambientales. Por ejemplo,
según el seguimiento hecho a “El Campo La Cira”, parece razonable utilizar los
cambios en el medio físico, biótico y social como puntos de referencia. Algunos de
los temas que ellos agrupan serán más o menos afines según los objetivos
particulares de la valoración; por lo cual la elección de estos criterios queda a
discreción de los evaluadores, sin descuidar los lineamientos trazados en la
subsección anterior. Para el caso de La Cira, tomamos los cambios paisajísticos
(fisiográficos); en los volúmenes y caudales de aguas residuales; en la calidad del
aire; en los niveles de subempleo subjetivo en la zona, y la consideración
valorativa de las comunidades sobre su propia calidad de vida. Nótese que cada
uno de estos criterios está asociado bien sea al componente biótico, biofísico ó
socio-económico. Con esto ya podemos organizar la información disponible de
forma más clara, no necesariamente cuantitativa, como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1.
Información sobre el desarrollo del proyecto bajo cinco criterios valorativos4
Criterio
Paisaje
(Área de Bosque
Húmedo Tropical)
[m=1]
Aguas Residuales
[m=2]
Calidad de Aire
[m=3]
Nivel de Subempleo
[m=4]
Calidad de Vida
[m=5]
Unidades
(Anual)
P0
P1
P2
Has.
200
180
150
L/s
0.50
0.42
0.68
Ppm
-
-
-
%
0.15
0.12
0.18
Lingüístico5
Moderada
Buena
Mala
4.A manera de conclusiones finales
Las conclusiones más relevantes que se derivan de este trabajo son:
1. La definición de los pasivos ambientales derivados de las actividades de
exploración, extracción y distribución de hidrocarburos, debe partir de una
visión integral, soportada en la visión ecosistémica. Desde este ángulo se
debe interpretar el concepto de pasivo que propone esta investigación.
2. La información se convierte en un instrumento fundamental para el proceso
de evaluación y valoración económica de los pasivos ambientales de
hidrocarburos. Frente a los problemas informacionales se sugieren algunas
propuestas desde la valoración que hace la economía ecológica con
información difusa.
4
La información presentada está parcialmente basada en el Informe de Trabajo de Campo de La Cira-Equipo
Biofísico (2009)
5
En la medida que este criterio hace referencia a la percepción de las personas sobre su propio bienestar, se
espera que sus juicios sean de carácter cualitativo, estrechamente ligados a este tipo de expresiones
verbales.
3. Las instituciones formales y no formales, son relevantes a la hora de
evaluar y valorar los pasivos ambientales; en el caso de Colombia las
instituciones no formales cobran mayor importancia.
4. La decisión de valoración de los pasivos ambientales, requiere de un
análisis previo que logre dimensionar el alcance de la valoración.
5. La propuesta metodológica de valoración de los pasivos ambientales, que
se propone en este trabajo, parte de los soportes teóricos y metodológicos
que sugiere la Economía Ecológica; se involucran elementos puntuales,
referidos a la inclusión o valoración de variables sociales, culturales en
interacción con las biofísicas, que permiten un acercamiento más real a las
dinámicas que se derivan del modelo que implementan estas actividades
extractivas. Finalmente, la propuesta hace un llamado a la articulación de
metodologías cualitativas (provenientes de las ciencias sociales), que de
manera combinada con las suministradas por la ciencia económica, pueden
entregar valoraciones más acordes con los efectos en los territorios,
facilitando insumos para la gestión ambiental y de manera particular para
los tomadores de decisiones.
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