Amazonas: un mosaico de suelos en la selva tropical más grande

Anuncio
1. Bosques húmedos tropicales y subtropicales latifoliados
Izquierda: Vista de la selva en la cuenca alta del río Amazonas. (S) Derecha: distribución del bioma
bosque tropical húmedo y subtropical latifoliado en LAC. (Fuente: JRC/WWF)
Comenzando en la costa oriental de México y Centroamérica,
aparece un paisaje que se extiende por las Islas del Caribe,
continúa por la costa Pacífica colombiana, la costa del Atlántico
de la Guayana y se concentra en la Mata Atlántica de la costa
brasileña. Este paisaje se caracteriza por desarrollarse en un
ambiente cálido y húmedo, gran biodiversidad y una vegetación
exuberante de hoja ancha distribuida en diferentes estratos o
niveles. Se le conoce como selva, jungla, bosque tropical lluvioso
o bosque húmedo [102].
Estos bosques húmedos se encuentran dentro de la zona climática
húmeda tropical (precipitaciones anuales de más de 1.500 mm y
temperatura promedio anual superior a 18ºC). Generalmente se
encuentran asociados a suelos muy intemperizados y profundos.
Según la clasificación WRB se trata principalmente de Ferralsols,
Acrisols, Nitisols y Plinthosols. La distribución de cada grupo de
suelos depende de factores como la geología y el relieve: por
ejemplo, los Nitisols suelen estar asociados a la roca basáltica, y
los Plinthosols se forman en las terrazas marinas y aluviales o en
los piedemontes. Cabe mencionar que, a pesar de su frondosidad,
este tipo de bosque puede formarse sobre suelos delgados y
poco desarrollados, por ejemplo, en las zonas montañosas y/o
con roca caliza.
El origen de los bosques tropicales húmedos, así como el porqué
del gran número de especies que se encuentra en ellos, es aún
objeto de debate. La hipótesis más acreditada es la de que dichos
bosques, semejantes a los actuales, comenzaron a constituirse
hace 65 millones de años, en la transición entre los periodos
Cretácico y Cenozoico.
Con anterioridad al impacto del meteorito que acabó
probablemente con los dinosaurios, la estructura y composición
de estas formaciones boscosas calido-húmedas era muy
distinta de la actual, según la información que se desprende de
análisis polínicos. Hoy en día, estos bosques están dominados
por angiospermas (plantas con flores), las cuales aparecieron
durante el Cretácico, sin embargo, en aquel periodo, las especies
dominantes eran gimnospermas y helechos con poco potencial
fotosintético y no existían distintos estratos en el bosque. Fue
tras la caída del meteorito, cuando las comunidades vegetales
sufrieron una transformación. Durante el Cenozoico, las
angiospermas y los mamíferos comenzaron a dominar la escena.
Paulatinamente se fue produciendo la transición de un planeta
caliente a un planeta frío. Se cree que la diversidad del bosque
se ha visto afectada durante los últimos 60 millones de años,
aumentando en periodos de calentamiento y disminuyendo en
periodos de enfriamiento.
Es también incierto el papel que han jugado los múltiples estratos
de los bosques dominados por angiospermas y su relación en la
dinámica de nutrientes y carbono de los ecosistemas tropicales. El
entender los procesos de cambio de diversidad y estructura de las
comunidades vegetales terrestres a lo largo del tiempo geológico
y su relación con cambios climáticos es muy importante para
entender el cambio climático moderno. El registro fósil sugiere
que las plantas modernas poseen una variabilidad genética
amplia para responder a cambios de temperatura y CO2 en el
ambiente.
Amazonas: un mosaico de suelos en la
selva tropical más grande del mundo
La cuenca del río Amazonas ocupa un área de unos 7 millones de km2
cubriendo parte de Brasil, Bolivia, Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador.
El río Amazonas tiene el nombre de Marañón en su cabecera y Solimões
en la parte brasileña, hasta su encuentro con uno de sus afluentes mas
importantes, el Río Negro. A partir de este punto se denomina Amazonas
hasta llegar al mar en el golfo Marajoara después de viajar más de
6.000 km, recibiendo la contribución de más de 200 afluentes. En el
océano vierte un flujo que puede alcanzar el 20% de la descarga total
anual de agua dulce en los océanos.
En su formación geológica tiene rocas magmáticas e ígneas de la época
precámbrica, conchas en el escudo de las Guyanas al norte y el de
Brasil al sur. La parte central de la cuenca está formada por depósitos
sedimentarios de los periodos Terciario y Cuaternario. Las rocas de
diferentes eras geológicas de la cuenca han sufrido diferentes procesos
morfogenéticos y pedogenéticos, dando lugar a una amplia variedad de
suelos en diferentes relieves y con distintos tipos de cobertura.
Los suelos varían desde texturas muy arcillosas en la parte central de
la cuenca, a arenosos en la parte baja. El relieve es predominantemente
llano en su mayor parte, aunque en las zonas fronterizas entre Brasil y
Venezuela y en las cabeceras de los ríos en la Cordillera de los Andes
es de ondulado a montañoso. La fisionomía vegetal de mayor expresión
son los bosques tropicales húmedos ubicados tanto en tierra firme como
en los terrenos que sufren eventuales inundaciones por periodos cortos.
En la cuenca del Amazonas predominan los suelos pobres en nutrientes.
No obstante, en las zonas de tierra firme existen suelos fértiles, los
cuales se han desarrollado a partir de rocas máficas (ricas en hierro
y magnesio) de la región andina y del escudo brasileño. Los suelos
que están situados en las terrazas del Pleistoceno y en las llanuras de
inundación holocenas tienen una fertilización anual gracias a los ricos
sedimentos en suspensión que aportan las aguas de los ríos. Este entorno
constituye probablemente la mayor reserva de suelos eutróficos de los
trópicos, con un total de más de 20 millones de hectáreas de suelo fértil.
Existe un debate desde hace mucho tiempo sobre la viabilidad del bioma
del Amazonas y su capacidad agrícola para soportar grandes poblaciones,
que se remonta a la época precolombina. Nuevos descubrimientos
arqueológicos evidencian que existieron grandes poblaciones que
habitaron en este ambiente y lo modificaron. Los estudios señalan que
en América del Sur florecieron no sólo las grandes civilizaciones andinas
de los Incas, Paracas y Nazca, sino también las Marajoara Tapajônica,
Maracá y Xinguana en la Amazonia. Estas civilizaciones perdidas
construyeron geoglifos y canales de drenaje en la parte occidental de la
cuenca (Brasil, Perú y Bolivia).
El Amazonas es la ecorregión con mayor biodiversidad de plantas y
animales en el planeta y es muy vulnerable a la explotación de sus
recursos.
200km
Izquierda: Imagen de satélite que detalla el efecto de la deforestación en la selva del Amazonas brasileña. Las
áreas de color verde oscuro indican el bosque intacto, mientras que en las zonas marrones (suelo desnudo) o verde
claro (cultivos, pastos u, ocasionalmente, bosques secundarios) la vegetación original ha sido eliminada. (NASA).
Derecha: Horizontes típicos de suelos antrópicos y Ferralsols amarillos en la Amazonia Central de Brasil (Embrapa).
Suelos y grandes paisajes | Atlas de suelos de América Latina y el Caribe
JRC_LAC_atlas_maps.indd 145
145
29/01/2014 17:12
Descargar