Comentario de texto de… Oración sobre la necesidad de unir el

Anuncio
Comentario de texto de…
Oración sobre la necesidad de unir el estudio de la literatura al
de las ciencias de Jovellanos.
No temáis, hijos míos, que para inclinaros al estudio de las buenas letras trate yo de
menguar ni entibiar vuestro amor a las ciencias. No por cierto; las ciencias serán
siempre a mis ojos el primero, el más digno objeto de vuestra educación; ellas solas
pueden comunicaros el precioso tesoro de verdades que nos ha transmitido la
antigüedad, y disponer vuestros ánimos a adquirir otras nuevas y aumentar más y más
este rico depósito; ellas solas pueden poner término a tantas inútiles disputas y a tantas
absurdas opiniones; y ellas, en fin, disipando la tenebrosa atmósfera de errores que gira
sobre la tierra, pueden difundir algún día aquella plenitud de luces y conocimientos que
realza la nobleza de la humana especie.
Mas no porque las ciencias sean el primero, deben ser el único objetivo de vuestro
estudio; el de las buenas letras será para vosotros no menos útil, y aun me atrevo a
decir no menos necesario.
Porque ¿qué son las ciencias sin su auxilio? Si las ciencias esclarecen el espíritu, la
literatura le adorna; si aquéllas le enriquecen, ésta pule y avalora sus tesoros; las
ciencias rectifican el juicio y le dan exactitud y firmeza; la literatura le da
discernimiento y gusto, y la hermosea y perfecciona. Estos oficios son exclusivamente
suyos, porque a su inmensa jurisdicción pertenece cuanto tiene relación con la
expresión de nuestras ideas, y ved aquí la gran línea de demarcación que divide los
conocimientos humanos. Ella nos presenta las ciencias empleadas en adquirir y atesorar
ideas, y la literatura en enunciarlas (...)
Creedme: la exactitud del juicio, el fino y delicado discernimiento; en una palabra, el
buen gusto que inspira este estudio, es el talento más necesario en el uso de la vida. Lo
es no sólo para hablar y escribir, sino también para oír y leer, y aun me atrevo a decir
que para sentir y pensar.
COMENTARIO DE TEXTO
1. Localización
Melchor Gaspar de Jovellanos (Gijón, 1744 - Puerto de Vega, 1811) es uno de
nuestros más importantes escritores ilustrados. Su Oración sobre la necesidad de unir el
estudio de la literatura al de las ciencias, del que forma parte este fragmento, fue escrita
para el Instituto asturiano en 1797. Este Instituto fue fundado por el propio Jovellanos en
1794 y es un interesante ateneo de cultura para el Gijón de fines del XVIII.
Otras de sus importantes obras en prosa son Memoria sobre la policía de los
espectáculos y diversiones públicas (1790), Descripción del castillo de Bellver (1802)...
Juan Antonio del Barrio
2. Tema
La sencillez de este texto es sólo aparente; despista su claridad expresiva, incluso la
reiteración de ciertas ideas. Sin embargo, es un texto denso temáticamente hablando.
Por una parte, y como es normal dentro del pensamiento ilustrado, aparece el tema
educativo como centro del texto. Jovellanos defiende implícitamente el derecho a la
educación de todas las personas. Además ha de ser una educación integral.
Dentro del currículo educativo, como hoy decimos, ¿qué necesitan más los niños,
("hijos míos")? Jovellanos responde sin titubear que "las ciencias serán siempre (a sus
ojos) el primero, el más digno objeto de la educación". Esta disciplina ha de
complementarse con el estudio de las letras, en una perfecta interdisciplinariedad de
contenidos "el (estudio) de las letras será para vosotros no menos útil, y aun me
atrevo a decir no menos necesario".
El estudio de las ciencias satisface los siguientes objetivos:
a) Comunicar los conocimientos de la antigüedad. Es decir, Jovellanos juzga
necesario un estudio de la Historia de la Ciencia.
b) Motivar a los niños para adquirir nuevos conocimientos: "disponer vuestros
ánimos a adquirir otras nuevas (verdades)".
c) Desterrar los "errores" y las "absurdas opiniones" que "giran sobre la
tierra". Este objetivo nos presenta la encarnizada lucha de los ilustrados, que oponen
el razonamiento a la superchería, la leyenda o la superstición, y que tantas páginas le
ocupó, por ejemplo, al Padre Fray Benito Jerónimo Feijoo.
d) Conseguir para "la humana especie" la "plenitud de luces y
conocimientos"; en nuestra expresión de hoy, diríamos que esta meta consiste en
usar la ciencia para alcanzar la felicidad de todos los hombres. El trasfondo
humanístico de esta defensa de la ciencia es claro.
Las letras son importantes en la educación por la siguientes razones según
Jovellanos:
a) "Adornan, pulen, avaloran, hermosean los tesoros de las ciencias". Esta
función corresponde al delectare horaciano, en clara complementación respecto al
docere de las ciencias.
b) Al ser "oficio" suyo "la expresión de nuestras ideas", su finalidad es enunciar
correctamente los conocimientos científicos.
c) Hasta aquí los valores de las letras podrían considerarse auxiliares a los de las
ciencias. Pero Jovellanos también afirma "la exactitud del juicio y el fino y delicado
discernimiento" como objetivo esencial de las letras; es decir, la capacidad de
reflexión y análisis que, por realizar la operación de enunciar y expresar,
tienen en sí mismas las letras. En definitiva, son necesarias para "sentir y pensar",
no sólo para hablar y escribir o para oír o leer. Es clara la defensa del humanismo
científico que hace Jovellanos.
Juan Antonio del Barrio
Como vemos, Jovellanos sueña una educación integral, en la cual las letras
complementen el estudio de las ciencias y les aporten discernimiento y belleza. Este
es el ideal formativo de un ilustrado; y todo ello con una finalidad clara: conseguir la felicidad
del hombre.
3. Estructura del texto
- El primer párrafo consiste en una defensa a ultranza del estudio de las ciencias; y
una enumeración y ponderación de sus valores. Comienza no queriendo menoscabar las
ciencias por la invitación al estudio de las letras; Jovellanos, por tanto, ya acusa en este texto
de 1797 el recelo o prejuicio actual hacia las letras; pensemos que la Ilustración supuso un
avance importantísimo de la metodología científica en todas las disciplinas del saber.
- El segundo párrafo. sin embargo, incide en la utilidad y necesidad de estudiar
también letras. Es un párrafo más breve, ya que introduce una idea nueva y sorprendente, al
menos inesperada de su auditorio o lector.
- El tercer párrafo, el más denso del texto, está construido a partir de contrastes
entre los valores de las ciencias y los complementos de las letras (belleza,
enunciación y discernimiento). Jovellanos encadena así cada valor del estudio de las
ciencias con su complemento necesario de las letras. Une, conecta, complementa,
interrelaciona las ciencias y las letras.
- El último párrafo es una súplica intensa para que también se estudien letras.
Equivale en intensidad al primer párrafo.
En ese sentido, el texto muestra una progresión. En el comienzo, Jovellanos dice
que el estudio más importante es el de las ciencias, luego lo razona; más tarde valora el
estudio de las letras, como necesario complemento, para, finalmente, exaltar su estudio como
el más necesario. Al final, no quiere absolutizar ninguno de los dos estudios; su texto es
una esforzada argumentación a favor de la educación integral.
4. Recursos literarios
Es inherente al texto ilustrado la claridad en la exposición de las ideas. Y tal
vez sea su recurso literario más importante. La misma progresión discursiva de que hemos
dado cuenta en la estructura es una eficaz estrategia de la argumentación. Al igual que la
disposición de los valores de ciencias y letras en forma de contraste, en el tercer
párrafo.
Juan Antonio del Barrio
Comenzar el texto con el vocativo "hijos míos" denota un tono paternal y tierno,
adecuado al maestro sabio y comprensivo. Notemos también que se dirige sin preámbulos
a su lector: "que para inclinaros... ,, disponer vuestros ánimos..."; de esta forma, el lector
se siente constantemente aludido.
El texto es un consejo, una orientación cercana para él. Esa misma empatía con el lector
pretende Jovellanos con el imperativo "creedme", con el que comienza su último párrafo; y
también "ved" al final del tercero.
Las ciencias y las letras están suavemente personificadas para acceder así más
plásticamente a sus contenidos y objetivos. Por cierto, letras y literatura son la misma
palabra para Jovellanos; recordemos que el significado etimológico de literatura es 'lo escrito,
lo expresado mediante letras'. No es, por tanto, de la literatura como la entendemos hoy, en
su sentido puramente estético o artístico; sino las letras en su sentido amplio de Humanidades.
El esfuerzo por ejemplificar, oponer, resumir ideas, globalizarlas..., es la estrategia
expresiva de los ilustrados, y conforma la retórica de sus textos; más allá de las
metáforas barrocas; porque su texto no busca la belleza, sino la enseñanza, la claridad, la
difusión del saber.
5. Conclusión
No puede ser más actual el tema de este texto en nuestro actual sistema educativo.
Nos invita a reflexionar de nuevo si no estaremos parcelando demasiado los conocimientos,
haciendo especializarse antes de tiempo a nuestros alumnos, en una edad en la que necesitan
crecer, aprender integralmente.
La propuesta de Jovellanos es clara y clásica: complementar las disciplinas y darles la
misma importancia en el currículum educativo.
Juan Antonio del Barrio
Descargar