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^'l'/fíénir
La europeización
Su posibilidad
De algunos meses á esta parte retoña en la mentalidad española ese espíritu tradicionalista, ó meramente conservador, que parecía definitivamente
derrotado cuando creímos habernos convencido de
la necesidad de europeizarnos. Se reprocha á la juventud intelectual española su preferencia por los
grandes autores extranjeros modernos sobre los
clásicos nacionales; haj' g e i t e s que pregonan en
voz alta sus anhelos de convertir á España en museo al que vengan á curiosear de cuando en cuando
los eruditos extranjeros; se procura desalentar á
los espíritus innovadores diciéndonos que las niá
quinas, la ciencia, el arte y el vivir europeos, no se
han hecho para nosotros; se trata de consolarnos
asegurándonos que valen más nuestros monumentos que los acorazados ingleses; se nos dice que no
sienta bien la luz eléctrica al reflejarse en nuestras
piedras viejas y, finalmente, se ha inventado en
defensa del pasado cierta teoría que en substancia
viene á decir;
—Si queremos competir con el extranjero guardémonos de luchar con Sus armas, porque el extranjero, que es su inventor, las manejará mejor
que nosotros. Afilemos las armas españolas, las de
casa, el fatalismo musulmán, la impasibilidad en
la desgracia, el mismo kabilismo regional, y si no
nos creemos capaces de vencer con ellas, quedémonos quietos y aguardemos. Ya pasará la hegemonía de los pueblos que ahora admiramos; pasará
con ellos esa civilización para la que somos inadaptables, y volverán los tiempos en que nuestras virtudes especiales ocupen- en el mundo el lugar ¡irocminente. Nuestra debilidad consiste en la admiración servil que nos inspiran las cosas extranjeras.
Estas prédicas, por lo que hace á la masa nacional, caen afortunadamente en el vacío. El tejedor
de Falencia, que lucha desesperadamente con su
telar de mano contra la competencia de la fábrica,
sabe lo que le cuesta el espíritu conservador y rutinario. Pero como aquellas paradojas son á menudo ijropagadas por espíritus de gran cultura y no
menor autoridad, que saben revestirlas de todo el
aparato suficiente—estilo, profundidad y erudición
—para introducir el confusionismo en las inteligencias que andan aún en busca de orientación
ideal, conviene desde luego arrojar sobre ellas el
agua fría del sentido común.
Esa admiración hacia lo extranjero, que se reputa de servil, constituye precisamente uno de los
signos más seguros de nuestra vitalidad.
Las sociedades en que predomina el espíritu conservador, las que sólo se admiran de sí mismas, se
halla'i condenadas á próxima eliminación. Caracteriza á los pieles-rojas el desprecio que sienten
por la civilización norteamericana; no quieren hacerse á ella; prefieren su vida peculiar. Pero si el
siglo XIX ha visto morir al último tasmaniense,
el sigloXXescuchará probablemente el último suspiro del último piel-roja. Todos los pueblos cuya
desaparición es inminente Turquía, Persia, China,
Indostan y Marruecos se caracterizan por su horror á las innovaciones extranjeras. Y e.s este horror lo que les mata. Al perseverar en su estancamiento crece incesantemente la desproporción
entre los conocimientos que poseen y los que tiene
Europa. Y la ciencia es fuerza, y la vida lucha.
No hay sino dos maneras de luchar: el ataque y
la defensa. Y en la lucha económico-intelectual de
los pueblos—lucha intelectual, pero cuya última
consecuencia es la muerte para los vencidos—el
mejor procedimiento de ataque es la propaganda y
el único sistema racional, defensivo, la imitación,
A la propagiinda deben su dominio pueblos como
los Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y Francia, y dentro de éstos, lo , que más propagan sus
métodos de producción y de comercio son los que
mejor viven, y el que deja de propagar se queda
atrás. Esa es la lucha de los fuertes.
Pero les está reservado á los débiles otro procedimiento de combate con el que aún les es posiüle
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Madrid Científico
la vida y aun la prosperidad. ¿Y á qué sistema
sino al de la imitación deben sus progresos Italia,
el Japón, Austria-Hungría, Rusia, las naciones
pequeñas de Europa, las repúblicas mexicana y
argentina y aun algunas regiones españolas, como
Cataluña y las provincias vascongadas?
Cviando \ina sociedad como la española produce
menos ideas que las vecinas, la invasión de las corrientes extranjeras es inevitable y no queda otro
camino para defender la personalidad, que el de
imitar y asimilarse lo antes posible todo el caudal
intelectual que se entra por las ventanas y las
puertas, si no lia de verse condenada á la desnacionalización que amenaza á todos los pueblos estacionarios y orgullosos que ni crean ni imitan.
Y á los que reputan de imposible esa asimilación
de las ideas extranjeras puede contestarse con la
siguiente página qvie arranco del admirable libro
de Novicow sobre Las luchas de las sociedades
modernas:
«Hace doscientos años no había en Rusia literatura científica. Los tratados de física, de mecánica y do astronomía que allí se publicaban no
hubieran podido satisfacer á un francés, un inglés,
ó un italiano. Las bellas letras se confinaban
casi exclvisivamente en el dominio teológico. Rusia
carecía de teatro. Poseía escasos instrumentos de
música; ignoraba la existencia de la sinfonía, del
cuarteto y de la ópera. Apenas cultivaba la escult u r a , eran sus cuadros [.uramente hieráticos; no
se practicaba la pintura histórica, ni la de costumbres, ni el paisaje; los procedimientos pictóricos se hallaban en la infancia. Rusia se lanzó con
ardor hacia las novedades. Se creó en tiempos de
Pedro T un tipo nuevo de caracteres de imprenta
para los \isos de la vida civil; se comenzó á publicar obras científicas é históricas; se construyeron
teatros, á los que se llevaron todos los instrumentos de la orquesta moderna y actores y músicos
extranjeros y donde se ejecutai'on dramas, óperas,
sinfonías y cuartetos. Fueron llamados arquitectos, pintoi-es y escultores extranjeros para const r u i r y decorar iglesias, palacios y habitaciones
particulai-es. Estudiaron los rusos idiomas; se fundaron escuelas; se envió á los jóvenes al Occidente
para terminar sus estudios. Se importaron cargamentos enteros de libros ingleses, franceses y alemanes. Tradujéronse muchos de ellos al ruso. En
resumen, dvirante más de un siglo Rusia fué á la
escuela y trató de asimilarse la cultvira occidental
con ardor probatorio de sus poderosas facultades
mentales. Poco á poco trataron los rusos de imitar
á sus maestros extranjeros, comenzaron á escribir
poemas, comedias, novelas y dramas en su propia
lengua, á pintar paisajes y cuadros de historia, á
componer óperas, sinfonías y música de concierto.
Dedicáronse sus sabios á investigaciones personales. Hoj' posee ya Rusia ciencia, literatura y arte
ropios. H a terminado el período de mantenerse á
la ofensiva y comienza k atacar. Durante largos
años importó tiples extranjeras; ahora las tiples
rusas aparecen en los teatros de la Europa occidental. Durante largos años los rusos han traducido
é imitado las novelas extranjeras; ahora se comienza á traducir é imitar las novelas rusas. Durante
largos años todos los descubrimientos científicos iban del Occidente á Rusia; ahora vienen algunos de Rusia al Occidente. Los cuadros rusos se
introducen en las colecciones y en los museos extranjeros. Las sinfonías y las óperas rusas son eje
cutadas en Alemania, en Francia y en Inglaterra...»
Y el autor de esta página puede enorgullecerse á
justo título de lo que Rusia significa en la ciencia,
porque el ruso Novicow es uno de los mejores obreros de la Sociología. H e ahí el espejo donde hemos
de mirarnos. ¿Somos, acaso, inferiores á los rusos?
¿Tenemos menos facilidades que ellos para comunicarnos con Europa?... ¿Pero á qué seguir formulando preguntas?... No es posible afirmar en serio
que la raza española sea incompatible con el tipo
de civilización científica que prevalece hoy en Europa, después de los resultados obtenidos en menos
de medio siglo por un pueblo de raza amarilla, el
imperio japonés. La «europeización» no es un sueño imposible. Veamos en el próximo número de
MADRID CIENTÍFICO si es ó no necesaria.
RAMIHO DE MAEZTU.
Aprovechamiento de las basuras
Se h a instalado en Darmen (Inglaterra), un matei-ial para la destrucción de las basuras aprovechando el calor desarrollado en esta operación,
para el servicio de los tranvías eléctricos de la
ciudad.
Las basuras se queman en hornos del tipo Meldrom, con alimentación automática. Los hornos y
las calderas están instalados en u n edificio situado
cerca de la estación final del tranvía. Este edificio
contiene, además, dos dinamos generadoras Siemens de 150 kilovatios, accionadas por una máquina de vapor de 250 caballos y una dinamo Mather y P l a t t , accionada por un motor de 450 caballos. Las calderas son del tipo Lancashire, y tienen 8ni,20 de longitud y 2™,40 de diámetro. La
combustión de las basuras produce bastante vapor
para producir la corriente necesaria para la alimentación de 3.500 lámparas de incandescencia de
ocho bujías. Se queman diariamente de 32 á 38 toneladas de basuras, estando dispuestos los aparatos para quemar hasta 70 toneladas diarias. Se estima el poder calorífico de estas materias en el
quinto de su peso de hulla. Hace ya algún tiempo
que esta instalación funciona, y el éxito h a sido
completo.
Los residuos producidos por una ciudad de 40.000
habitantes se destruyen de una manera absolutamente inofensiva, y se obtiene gratuitamente una
fuerza de 400 caballos durante doce horas. Con el
empleo de acumuladores se puede obtener una
fuerza de 260 caballos durante diez y ocho horas.
La producción anual de energía se estima en
900.000 kilovatios.
Madrid
61 mundo electrice
i\ proceso de la electricidad
Contomplación.—Grandeza del poder humano.—La fiebre del
progreso.—¿A dónde vamos?—El imperio de la Electricidad.
—Su ejecutoria.—Lo c|ue Qos ha dado y lo (jue nos promete.
— Los nuevos Hermes de la magia negra.—Atención...
Ante la vertiginosa evolución de los elementos
de progreso que multiplican y estrechan los
vínculos de ser á ser, de pueblo á pueblo, de
Continente á Continente; á la vista de todos esos
instrumentos que sobrepujan lo maravilloso y
a g i g a n t a n el poder del hombre armando su brazo
con el cetro de las fuerzas naturales; arrastrados, en fin, por ese torbellino de innovaciones
que arrebata la humanidad por vías incesantemente nuevas hacia realidades jamás soñadas,
la razón se enajena, y desvaría de asombro en
asombro incapaz de discernir si palpamos la
verdad categórica ó asistimos, cual otro Schar i a r , á las prodigiosas taumaturgias de Las Mil
y una noches.
E l adolescente, nacido en pleno cénit de la
Industria contemporánea, carece del término
personal de relación para poder apreciar en toda
su magnitud la importancia de los últimos cambios acaecidos, pero el que frisa y a en la segunda
etapa de la vida y recuerda la penosa diligencia,
el torpe fusil de pistón y el sórdido candil, no
vuelve de su estupor al ver en cuan breve lapso
se han roto cordilleras, barreado mares, unido
Continentes y aprisionado las zonas del planeta
con los férreos músculos del hombre-poder; al
considerar de qué portentoso modo se ha superado la fábula de Atlante, viendo al mundo grav i t a r en la mano del hombre, ni más ni menos
que si éste, frágil arista de ab eterno, hollara
hoy con su planta el solio do la Creación.
Al contemplar eu el escenario humano esas
pasmosas creaciones que se precipitan en serie
perfectible como los acelerados trasuntos de un
inmenso cinematógrafo, parecen explorados ya
todos los ámbitos, recorridas totalmente las modalidades posibles, y próximos á secarse los manantiales de la presente civilización. Dominada
ya la materia y planteados, ó en vísperas de resolución, problemas tan vastos como los de las
grandes velocidades, navegación aérea y submarina, síntesis alimenticia, teleautomatía, utilización de la fuerza de las mareas, aprovechamiento industrial de la electricidad atmosférica y del
calor solar... ya no se vislumbra en el horizonte
276
Científico
sensible foco alguno que hiera la mirada eternamente codiciosa de la especie. Si como quiere
M. Remond el hombre civilizado arranca de
1.200.000 años atrás, no es locura sospechar que
la humana grey ha pasado de su mayoridad, y
que aquellas estupendas conquistas, la prepotencia de que alardeamos, y esas precipitadas
convulsiones de nuestra febril actividad, pudieran ser algo así como el canto del cisne, los últimos lampos de una luz que se apaga, el orgasmo epiléptico que precede á las profundas enervaciones.
No es dable imaginar, que la humanidad prosiga durante muchas centurias el raudo movimiento que hoy la dispara, ni es fácil 23rever á
dónde vamos á parar por este camino. El espíritu menos reflexivo se pregunta ya cuál es el próximo destino de los seres, y cuál el último necesario término de una progresión que nos lleva
fatalmente al hombre-Dios. ¿Marchamos, por
abdicación de la energía muscular, hacia un estado de afeminación psico-física como supone
Havelock Ellis? ¿Estaremos por ventura en el
vértice de la parábola, como el super-hombre de
Nietzsche, y miramos ya la rama descendente de
la civilización? ¿Cesará ésta por el diluvio glacial del Polo Sur como teme Cooke Eischer?
¿Volveremos por estertores cósmicos, al hombre
troglodita para cumplir así la ley palingenésica
de Vico, ó serán las ráfagas cometarias de Lockyer las que ahogue nuestro afán desapoderado, destruyendo las actuales formas biológicas,
ó retornándonos á la edad de las cavernas? ¡ClH
lo sa!; mas por el momento, la tierra es firme
bajo nuestros pies, el sol brilla espléndido sobre
nuestras cabezas, y la última estrella errante
acaba de pasar sin azotarnos con su cabellera de
íuego. ¡Gloria in excelsis...!
Aquietemos nuestra zozobra y creamos, bajo la palabra de Elammarión, que por la vía del progreso tenemos que
andar aún... 10.000.000 de años!!
** *
Sin adular la magestad de la Ciencia Eléctrica, bien podemos loarla en sonoros alejandrinos,
afirmando que á ella se deben los rápidos avances de nuestros días. E s verdad qua antes de su
advenimiento ya, señoreábamos la materia, pero
ni la fuerza animal, ni la del viento, ni la del
agua, ni la del explosivo, ni la del vapor, alcanzaron jamás á darnos las dos formas supremas
del dominio: el imperio del tiempo y el imperio
del espacio. Aquellas fuerzas ejercían una acción
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Miidnd Vicntifico
inmanente, limitada, local, y aun así el efecto
útil no se obtenía sino con la inevitable dilación
de un transcurso de tiempo,' pero el efecto á fíístancia y el efecto en el instante, esa fórmula
del predominio que nos permite estar en todas
partes, y actuar en todos los momentos; ese jprecioso don que nos acerca á Dios porque nos hace
ubicuos, estaba reservado á la Electricidad, y
sólo á ella lo debemos.
Su rango en la escala de la Fuerza está, en
consonancia con su incorpórea naturaleza; abajo
lo material, lo grosero; arriba lo impalpable, lo
espiritual, como si esta cualidad misteriosa de su
esencia le diera el privilegio de moverse con la
velocidad de la luz y filtrarse con la sutileza
del pensamiento.
En el árbol de la Electricidad, como en el de
la fábula india, cada rama, cada fruto, es brote
de nuevos frutos, de nuevas ramas que avanzan
y serpentean por todos los campos, no para invadirlos á modo de parásito chupador, sino p a r a
embalsamarlos con su frescura bienhechora. Pero lo que ha otorgado á la Electridad su incontestable soberanía sobre toda otra manifestación
del poder humano es la aceleración que imprime
á las pulsaciones del progreso, es la conciencia
de superioridad que h a despertado en nuestro
ser, es su influencia generalizadora sobre las
creaciones de cualquier orden, á tal punto que
los inventos no tienen y a valor alguno 4 nuestros ojos si no multiplican el número, si no propagan el provecho á todas las clases, si no extienden por todos los ámbitos el acento del hombre, más imperioso cada día.
A una exigencia sucede otra exigencia. T r a n s mitir el pensamiento á través de las fronteras es
una maravilla que realiza el telégrafo de cuadrante-^ pero sus indicaciones son fugitivas; es
necesario grabarlas, y se impone el telégrafo
escritor. Esto no basta: el alfabeto Morse es lento, cada letra envuelve un logogrifo; se quiere
g a n a r en claridad, en rapidez, y viene el aparato impresor. ¡Ah!, pero el espacio de signo á
signo es tiempo perdido, y este derroche lo evit a r á el sistema múltiple. H a y que apurar más
aún: es preciso que el hilo telegráfico abra paso,
como las anchas calzadas, á yentes y vinientes, á
despachos colectivos, para templar la devorador a sed de movimiento que nos abrasa, y esto se
conseguirá con los sistemas diplex,
cuadruplex,
múltiplex...
¿Se calmarán aquí nuestros anhelos? ¡No! Comunicar el pensamiento á mil leguas no es n a d a :
interesa cambiar la palabra con nuestros antípodas, y esta exigencia t r a e r á sucesivamente el
tímido teléfono urbano, el sonoro micro-teléfono,
la g r a n línea continental
que demanda ya la
inter-oceánica,
el Telegráfono que habla y es
cribe á un tiempo, y el Haut parleur que vocea
la noticia, sin que para recibirla tengamos que
interrumpir la tarea ni abandonar el cómodo sillón.
Con ser esto un colmo, aiin no estamos satisfechos: después de hablar con el antípoda queremos... verle, y pedimos qijie la Electricidad mejore sus pantelégrafos
para telegrafiar nuestros retratos; queremos transmitir la carta, y la
mercancía, y pedimos el Tdeferraje;
queremos
que la misma edición de u n periódico aparezca
simultáneamente en Londres y en Melbourne, y
creamos el Electro-tipógrafo;
queremos transmitir la fuerza, graduarla, transformarla, y pedimos á la Telodinamica
eUctrica su formidable
legión de alternadores, transformadores, receptrices, y eisas líneas de altísimo potencial que
alargan el brazo del hombre á través de colinas
y torrentes, y nos permiten llegar con el puño
allí donde se antoja descargar la trompada.
¡Qué más! E l espacio abierto á la vida de relación y a no admite límites, y el Globo es pequeño para satisfacer la ansias de comunicación interplanetaria que van llevando al paroxismo el
furor comunicativo del terrícola. Cerebros tal vez
exaltados, pero tan perspicuos como los de Donglass, Tesla, F r a n k A. Norton... buscan medios
de comunicación con los marcianos, y se anuncia
en la Die Zeit con toda seriedad el viaje á Marte que Von Herr Ganswindt piensa realizar en
un proyectil estudiado concienzudam.ente.
lüi
Pero uno de los títulos que más abrillantan la
nobilísima ejecutoria de la magestad Eléctrica,
es el haber sacado de las tinieblas al mundo, rasgando el negro sudario que lo envolvía; porque
la Electricidad, como mujer al fin, gusta de most r a r sus galas á los cambiantes de una luz espléndida. Lo que en manos de Volta fué una
chispa imperceptible, llegó á ser arco luminoso
entre los reóforos de Davy, globo permanente después, y hoy magnífico proyector de donde saltan
fúlgidas cascadas, que, al mágico toque de una
llave, operan el milagro de Josué, ahuj'entan la
noche, y clavan el sol en un orto perdurable.
¿Se concibe mayor enormidad? P u e s existe: lo
queremos ver todo, aunque sea torciendo las leyes físicas; queremos suprimir los cuerpos opacos, queremos la doble vista. ¿De qué modo? In-
Madrid
ventando la Radiología,
haciendo eso de los rayos X . Y a no cabe más... ¡Si! Los secretos de
la onda h e r t z i a n a , la magia vibratoria, ese
nuevo micrómetro del tiempo nos permite fabricar l a _ _ ~ - ^ - — ^ del segundo; otro paso y... ¡qué
herejía! produciremos la luz natural!!
Pero el trono de la Electricidad, semejante al
de Damocles, tiene un dosel terrible; sus bienandanzas se ciernen sobre nuestras cabezas como
la tupidas ramas de un upas funesto; ¡ay! del
infeliz que ose tocar el nuevo árbol del fruto
prohibido!
E n la ceguera de nuestro frenesí no hemos
advertido que al compás de cada progreso se iba
tejierdo una red inextricable de peligros, cuyas
mallas, cada vez más estrechas, afean las ciudades, obstruyen sus arterias y mantienen los
espíritus en continuo sobresalto. ¡Qué contrariedad! ¿Qué hacer? E s fuerza evitar el inconveniente, barrer el estorbo, arrancar esas líneas
aéreas, romper en mil pedazos esos grilletes puestos al infinito revuelo de nuestra libertad. Sí;
pero ¿cómo? Pidiendo el remedio del mal á la
misma causa que lo produce, porque la Electricidad, como la lanza de Aquiles, tiene la virtud
de cerrar las heridas que ocasiona. Ella pondrá
en vuestras manos arietes formidables, irresis
tibies instrumentos de ataque para barrenar el
subsuelo. Así como abi, después del S i n Gotardo y del Mont-Cenís los gnomos han huido de
sus antros, y la vida subterránea os pertenece.
Ella os brinda nuevas emociones, y podréis pasear el Metropolitano por el mundo de los topos,
como paseáis el Stibmarino por la región del cetáceo y el Dirigible por la esfera de las águilas.
El Metropolitano es tan sólo un recurso transitorio; la idea de convertir la caverna en ciudad deprime la altivez humana, porque al aproximarnos al centro de la tierra se siente rebajada nuestra superioridad, que tiene su n a t u r a l
expansión hacia arriba, siempre hacia arriba,
buscando el centro de las almas, siguiendo las
espirales de nuestras oraciones, aspirando al
nimbo glorioso de donde brotan los raudales de
la luz eterna! Por eso... y por otras cosas, la canalización subterránea
no responde á nuestra
insaciable avidez de ambiente, soltura, facilidad
y prontitud. ¿Qué importan las potencias de
100.000 caballos del Niágara, y los grupos electrógenos á 5.000 kilovatios del Moabit, si para
desplegai sus efectos necesitamos construir caminos difíciles y dispendiosos? ¿De qué sirve que
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Científico
asgamos el cetro de J ú p i t e r , si no podemos fulminar el rayo allí donde no exista un vehículo
material tiránico y estorboso?
El problema es un verdadero nudo Gordiano,
y para desatarlo hay que acudir al heroico procedimiento del Macedón: cortarlo de raiz, supriniiendo el conductor.
La Electricidad será el
sable de Alejandro; transformada en onda vibratoria romperá las ligaduras instaurando en
su lugar el sistema sin hilos. Dado el primer
paso con la telegrafía, el avance no se interrumpe, y de posición en posición [subiremos á la telefonía sin hilos, á la luz sin hilos, y en fin á la
transmisión, sin hilos, de la E n e r g í a . El camino se abre á cien extrañas aplicaciones hondamente revolucionarias. La vía es tan ancha
como el espacio, porque se proclama el medio
aéreo como lazo iinico entre el oscilador que gen e r a l a onda y el receptor que se deja impresionar por ella.
** *
¡Extraña incongruencia! La electricidad, tan
obsecuente y eficaz cuando le pedimos alas para
la idea, para la palabra, para el dibujo, para el
paquete postal, para la mercancía
se muestra
rebelde y desdeñosa cuando le pedimos alas para
nuestros pies, como si ciertos repulgos de su castidad femenina la vedasen volar con el hombre
libremente... Por eso el Automovilismo ha tenido
que buscar en los motores térmicos la disminución de peso muerto que no ha encontrado en los
motores eléctricos. El petróleo, la bencina, los
hidrocarburos, han reducido á 2 kilogramos los
100 que pesaba el caballo de fuerza, y se persigue todavía en el alcohol, en el aire sólido, en la
motorita y en los mismos explosivos, una mayor
condensación de la fuerza utilizable.
¿Quiere decir esto que hay algo capaz de humillar la soberanía eléctrica? No. E n la partida
empeñada, bien puedo la Electricidad dar esos
tantos de ventaja á las otras formas de la Energía. ¡Aquélla es muy joven aún; dejemos. pa«ar
algunos años; con ellos la mujer va dando de
mano á escrúpulos monjiles, y, tengamos por seguro que la Electricidad será nuestra, la estrecharemos en el automóvil
individual,
y si es
preciso, la embarcaremos después... en el barco
autómata de Teslaü
* *
E s imposible detenerse ante cada una de las
grandezas que atesora la maga electricidad. Su
espirita creador se ha difundido por las demás
Madrid Científico
278
ciencias, vigorizándolas y extendiendo su radio
de acción. La Química, la Metalurgia, la Medicina... todas le deben el auge alcanzado: unas,
la fuerza electrolítica para disociar moléculas
antes irreductibles, ó formar compuestos jamás
concretados; otras, las elevadísimas temperaturas del homo eléctrico para obtener productos)
soldaduras j efectos sorprendentes; otras, el alto
voltaje^ la incalculable frecaeiicia, las acciones
radio-activas,
galvánicas, vibratorias,
luminosas, anestésicas...
p a r a la obtención de resultados terapéuticos inesperados.
Pero si todo esto es portentoso, la novísima ofrenda que nos promete la Electricidad rebasa los límites de lo creíble. Bradley y Lovejoy,
haciendo saltar la chispa en un recinto aislado,
acaban de obtener del aire los principios nitrogenados, que son la base de nuestro sustento. La
fatídica ley de Malthus ha caído en defecto; los
lúgubres vaticinios de William Crookes ya no se
cumplirán. La tierra conservará sus nitratos...
y ¡la humanidad no morirá de hambre!
* *
En presencia de tan grandioso panorama, la
vistii se extravía, y perdida la noción de lo real
caemos en los arrebatos del delirio. Después de
lo posible queremos lo imposible; después de la
fuerza ma erial, la fuerza moral; después de la
Física, la Metafísica. Una legión de brujos congrega el aqu.elarre y evoca ya sus conjuros á
las puertas 'el mundo espiritual: Goltscheider
construye un liparato para medir las emociones
y pesar el pensamiento; otro da un biómetro para
registrar la vitalidad h u m a n a ; Metchnikoff
anuncia el suero para r e t a r d a r la atrofia senil;
Crookes, Carpenter, Barret... aspiran á fijar la
comunicación telepática; Loeb pretende regenenerar el nervio muerto apelando á las corrientes
eléctricas; este eminente embriólogo, y los no
menos ilustres Von Schron, Einot, Koulapke,
murmuran ya las fórmulas cabalísticas y aparejan sus retortas para fabricar la gelatina protoplásmica, la célula orgánica, el inicio de la vida,
el homúnculo y la miiliórgula de Paracelso, ¡el
milagro de la resurrección!
Apartando los ojos de esa inmensa vorágine
que amenaza sorber el buen sentido de los mortales, y sin forjar los vesánicos ensueños de aquellos que juzgan posible salvar las inmutables
fronteras levantadas por la Naturaleza, cabe sostener que el essor actufvl es tan sólo la aurora de
un día esplendoroso, un tibio reflejo de la inmensa corona de la electricidad. Cuanto concierne al
estudio de esta ciencia y de su industria 'reviste
un interés de orden primordial. Técnicos ó profanos, á todos importa conocer el movimiento de
la cosa eléctrica, siquiera sea por sus líneas directivas, porque no es posible vivir hoy ajeno á
los progresos de wii agente que de modo tan profundo actiia sobre nuestras necesidades, nuestras
costumbres y nuestros medios de acción.
E . DEL Rio J O A N .
Ingeniero.
Las palomas incusa jeras
L a utilidad de las palomas mensajeras es conocida desde los tiempos más remotos. Por medio de ellas los romanos comunicaban el resultado de los combates de los gladiadores y los griegos, proclamaban en todo el país el nombre de
los vencedores en los juegos olímpicos. Aplicaciones militares las huvo desde iin principio; las
usó Roma en las guerras con Cartago y la rájjida conquista de las Galias por César se atribuye
á las noticias que recibía por medio de palomas.
En épocas máb recientes se renovó su empleo estratégico. Eoinyille refiere que los sarracenos
enviaron por tres veces palomas mensajeras al
Soldán para anunciarle la llegada del rey San
Luis. E n las guerras de Elandes prestaron las
palomas grandes servicios; en los sitios de Haslem y Leyden dieron tal resultado que el príncipe de Orange mandó que fueran varias de ellas
alimentadas por cuenta del Erario, y que al morir se las disecase para conservarlas en la Casa
de la Ciudad: por último, el hecho más reciente,
el que ha dado á la paloma verdadera importancia militar y como consecuencia la fundación de
Palomares Militares^ fué el sitio de P a r í s (1871)
donde se comunicó con Tours; de unas 350 palomas de que se hizo uso, sólo 80 resultaron útiles, debido á la falta de experiencia en las sueltas y á las malas condiciones en que se efectuaron, pero quedó probada la utilidad grandísima
que en una guer, a de sitio pueden prestar.
La facultad ó instinto de la paloma se perfscciona con la educación ó se pierde si no se ejercita, comunicándose á la siguiente generación los
perfeccionamientos ó bien la falta de enseñanza:
por el cuidado en la selección y por la educación
constante la raza belga marcha á la cabeza. E n
esta raza se distinguen dos especies: la de Amberes y la de Lieja; la })rimei'a es grande, alta, y
dealas largas; lade Lieja es pequeña, depico muy
corto y muy esbelta; la primera se distingue por
la resistencia y la segiinda por la ligereza. E n
armonía con la clase de servicios que de las palomas quieran obtenerse se puede elegir el tipo
conveniente para poblar el palomar, á cuyo efecto se, sigue la marcha de escoger varias parejas
que hayan dado buen resultado en otros paloma-
Madrid Científico
279
distancia llegando hasta 250 kilómetros en el
res y éstas deben dedicarse á mantener la repoprimer año, y dejando intervalos de descanso,
blación únicamente; adquiriendo ejemplares de
de duración proporcionada al viaje. E l itinerados razas se unen por separado cada una y la
experiencia aconsejará qué parejas pueden for- rio es siempre por los caminos ordinarios, ferrocarril, etc., van en jaulas de viaje especiales, y
marse con una y otra, observando cuidadosamenconviene que cada paloma conozca un recorrido
te las nuevas, á fin de entresacar de ellas, las
de mejor resultado en viajes nuevos, que pro- con preferencia.
crearán pioliones de grandes aptitudes; de manera
E n el segundo año de educación se empieza por
alguna es conveniente cambiar á un macho re- trayectos cortos de 10 kilómetros como el primepetidas veces de hembra pues de este modo pierro, pero luego se duplican las distancias, y se
de el hábito familiar que en sí tiene, al contrallega á 600 al fin, guardando como anteriorriarse sus costumbres. En cualquier lugar se mente intervalos de descanso. En el último año,
puedo formar una raza de mensajeras, pero el la distancia final, límite áque enBélgica se llega,
trabajo es largo }• nunca llegarán á ser iguales á es á 1.100 kilómetros pero cuentan de antemano
la raza belga que se llama en general á la que
con una selección esmerada que se realiza en los
resulta de la unión
p r i m e r o s periodos.
de las dos especies
Si desde un prindescritas, reuniendo
cipio se hace recolas ventajas de amr r e r á l a paloma
bas.
gran espacio se está
expuesto á grandes
Poblado el palopérdidas á no ser
mar hay que atenque la raza que reder á la educación
puebla sea muy buede los pichones y
na , y aun en este
empezar por aquecaso ocurre lo misrenciar los indivimo, pues según opiduos ; esto, que es
niones de muchos
muy sencillo con las
colombófilos, la panacidos en el mismo
loma mensajera no
palomar ó con las
alcanza el máximo
que son muy jóvenes
de amor al palomar
y no han viajado, es
más que cuando ha
difícil con les manacido en él y es
yores de diez meses
arriesgado someter
ó con los viajeros de
á un viaje largo á
otros p a l o m a r e s .
u n a p a l o m a que
Para
aquerenciar
apenas e s t á aquelos primeros basta
renciada; por otra
tenerlos unos días
parte, los pichones
sin salir, dejándoles
jóvenes no soportan
mirar al exterior coestos viajes, que únilocados en unas jaucamente deben efeclas llamadas de vetuarse c u a n d o se
conocer que están
quiere h a c e r una
puestas en la parte
primera selección.
exterior d e l paloPaloma mensajera.
L a s sueltas de larmar, en parajes que
go recorrido se hacen por la mañana muy temdominan gran extensión de los alrededores; los
prano, á fin de que quede tiempo suficiente para el
individuos que han nacido y viajado partiendo
regreso, y respecto al estado atmosférico ha de ser
de otro palomar es preciso que crien en el nuevo
bueno, lluvioso por excepción y nunca nublado;
seis ú ocho veces antes de darles libertad.
se sueltan por bandadas de 10 ó 12 en las que se
Adquirido el afecto propio de la vivienda, que distinguen unas que guian (guiones) y otras que
se reconoce por la seguridad del vuelo y la transiguen á las anteriores y se llaman pisteras.
quilidad que en ella demuestran, y después de
llevar volando más de un mes libremente por el
La educación explicada es para palomas que
exterior, se comienza la enseñanza, conducién- han de viajar libremente pero no es la misma
dolas á UD kilómetro y soltándolas enseguida; se que se sigue cuando hayan de servir para estarepite lo mismo en otras direcciones y la dis- blecer correspondencia entre dos puntos detertancia se eleva sucesivamentehasta cinco ó siete minados; en este caso se empieza por escoger los
kilómetros.
machos fias hembras deben cuidar sólo de sus
críasj y se los lleva varias veces al otro extreEstas operaciones deben hacerse temprano y
antes de la comida para que sirva de incentivo mo, donde se habrá instalado un j)alomar de análoga disposición: en el primero se las jDriva en
al regreso. Terminadas las ¡irimeras expedicioabsoluto de alimento, que debe dárselas al llegar
nes que no tienen otro objeto que robustecer al
pichón, se hacen otras paulatinamente á mayor al otro; después de varios días de este régimen se
••2B0
Madrid Científico
á volar con el tubo suspendido para que se habilas somete á un ayuno riguroso que puede durar
cuatro días como máximun dándolas suelta des- túen al peso.
pués: acostumbradas á comer en el otro palomar
Cuando el despacho no cabe en una tira delacuden á él volviendo al primero poco después
gada de r.apel entonces se recurre á los procediá fin de reunirse á su pareja.
mientos de foi-o-micrografia para lo cual en toSiguiendo una marcha parecida puede dárse- dos los palomares hay un laboratorio especial,
dedicado á este objeto, provisto de los aparatos
las de beber en un tercer palomar y de este modo
se establece comunicación entre tres piTntos, necesarios para las reproduciones y ampliaciopero no da resultado el sistema, debido a l a s di- nes. El despacho se imprime en caracteres ordinarios y se hace la reducción en k película que
ficultades que ofrece una educación tan compliluego se introduce en el tubo porta-despacho;
cada.
la película como el revelador que se usen, deben'
La paloma es ave de bajo vuelo; soltadas desser lentos, el objetivo anastigmático y el diade los globos á más de 500 metros [de altura
desciendo poco á poco describiendo espirales fragma reducido con objeto de que la imagen
sea lo más detallada y clara posible.
hasta encontrar la altura normal que' es mayor
Recibido el desde 150 metros y mepacho se puede llenor de 250.
var á una linterna
L a velocidad es
ó á cualquier aparabastante grande
to de proyección y
aunque inferior á la
hacer la lectura dido l a golondrina;
r e c t a m e n t e ; pero
puede decirse que
como convendrá terecorre 7 0 kilómen e r u n a c o p i a es
tros hora, por térpreciso hacer la ammiHo modio, pero es
pliación sobre pamuy variable y depel. Hoy día hay
pende en gran parp r o y e c t o r e s muy
te del estado atmosbuenos, en los cuaférico.
les
S9 utiliza la poSe reconocen si
tente luz del arco
son buenas cuando
voltaico, con regual abrir las alas con
ladores de gran prelas m a n ' s , las ciecisión que mantie, r r a n hiego con fuernen constante el eje
za y sus movimiendel haz.
tos son rápidos y
El edificio del pav i v o s ; l a paloma
lomar debe reunir
mensajera es, en gecondiciones de venneral, brusca en su
tilación en primer
t r a t o y exce.-iivaérmino, aparte de
m en te asustadiza ,
ser lo más seco posidistinguiéndose en
ble; debe estar exjiartc de las oti-as
puesto al Sur porpalomas, en el vuelo
que así tendrá sol
p e c u l i a r y en la
mucha parte del día,
abundancia de pluPaloma mer sajera.
el frente debe ser lo
mas.
más despejado posiEstudiada la pable auuque no es preciso que esté en un punto
loma ha}' que resolver el modo de utilizarla, y
culminante; además se alejan con citidado las
para ello se pueden hacer señales conducentes á
causas que asusten á las palomas; la altura del
la interpretación del despacho, ó bien enviarlo
local destinado á las parejas no debe exceder de
directamenie; en este caso se escriben casi siempre en un papel muy fino, para no estorbar el 2,5 metros para evitar que se puedan poner fuera
del alcance de la mano. Cada local aloja 30 pavuelo, de menos de 0,04 de ancho y se introdurejas, término medio, y sti capacidad viene decen en el t u t o porta-despachos. Este titbo está
terminada por la canti lad de aire que es necesaformado de un trozo del núcleo de una pluma;
se escogen las plumas que han de servir de rio para cada una, admitiéndose como suficientubos, de las que caen en la época de la mu- te Im», por dos parejas, evitándose también la
aglomeración; si el palomar cuenta con más del
da; se las introduce después en un baño de agua,
la que se hace hervir con lo que la pluma expe- número de pai'ejas citado, entonces, se instalan
en dos ó más locales diferentes, que, por su
rimenta un aumento de volumen y de plasticidad
que permite cortarla del tamaño del tubo y prac- parte externa sondesiguales siempre para evitar
ticar dos orificios dobles por donde pasan los hi- confusiones.
los de seda que sujetan el canuto á la pluma;
E n los palomares existen locales separados de
desde muy jóvenes se acostumbra á lo? pichones los anteriores destinados á las palcmas'proceden-
Madrid Científico
tes de otro; en ellos se guarda absoluta separación de m-achos y hembras, con el exclusivo objeto de que no tormén afección al nuevo palomar.
E n el interior se construyen casetas para nidos,
las que se mantienen perfectamente limpias y
se enlucen con frecuencia; para que formen el
nido se las pone una cazuela de barro ó bien un
cesto de mimbre de pequeñas dimensiones, siendo
preferible el primero. La salida al exterior se
verifica por una jaula de doble compuerta, y
para avisar el regreso, en la parte inferior se
coloca un bastidor giratorio que al bascular con
el peso de la paloma cierra el circuito de un
timbre.
El material que se emplea en la construción
del local es el mortero de cemento, por .ser muy
duro y poco poroso, lo que aleja los peligros de
los insectos y de los ratones.
La alimentación es de alverja como base muy
favorable al desarrollo muscular y se mezcla
con liabas y trigo que las agrada mucho; también los colombófilos preconizan añadir á la aumentación orelmacia, sal r grava menuda, substancias que facilitan la digestión.
El origen de la orientación de la paloma en el
aire es muy discutido y sobre él se han expuesto
hipótesis, algunas muy i-azonadas. Mr. Pedeissollí, explica un sexto sentido en ¡a paloma; el de
la dirección, cuyos órganos radican en las proximidades del oído.
P u y de Poddio admite un sentimiento magnéti-
281
co muy desarrollado y que luego á su vezse educa.
Mr. La P e r r e du Bró admite la sensación eléctrica aparte de la debida á la temperatura y estado atmosférico; se funda en las alteraciones
que el suelo sufre á través del aire con las variaciones de éste. Otros afirman que es la vista la
que las orienta, pero esto desde luego no se admite porque si la distancia de suelta es grande,
para llegar á ver el punto de partida tendrán
que remontarse á una altura muy elevada por la
esfericidad de la tierra, lo que como hemos dicho
antes no ocurre. La opinión más próxima á la
verdad es la de que la paloma tiene la memoria
muy desarrollada y en los viajes toma puntos de
referencia para el regreso.
Aparte de las aplicaciones militares de las palomas, tienen otras civiles. Por su medio se pueden comunicar en cortísimo espacio, comarcas y
casas de campo á donde las noticias lleguen con
demasiado trabajo, los vapores avisarse con los
faros y los puertos; se puede decir que es el único
sistema de comunicación que pueden emplearlos
de colonizadores en un país sin civilización; entre
variasislas de un grupo será más barato valerse
mensageras que establecer el cable de comunicación, y por último algunos autores señalan
manejos bursátiles de excelente resultado que
han tenido por origen la rapidez y el misterio del
viaje de una palomaC. B .
'
Ejemplares rnroR rtel Museo d*^ Historiü Natural de Valencia.
'
Infi-eniero.
282
Madrid Científico
Ingenieros parlamentarios
Caando en números pasados denunciamos la autorización oficial otorgada á un Ingeniero extranjero para ejercer su profesión en nuestro país, suponíamos que los dijjutados que ostentan el título
de Ingeniero no dejarían pasar sin la oportuna
protesta parlamentaria la resolución ministerial,
y así lia sucedido, en efecto:
El caracterizado Ingeniero de Caminos, señor
Cervantes, interpretando fielmente la aspiración
de los Ingenieros españoles, ha llevado al Parlamento el asunto é interrogado al Ministro de Instrucción pública, en la forma que á continuación
reproducimos del Diario de Sesiones: ,
El Sr. GerVSnteS: He pedido la palabra para hacer una pregunta al Sr. Ministro de Instrucción
piíblica.
Según una revista decenal que suele estar bien
informada,un Sr. D. Francisco Sonier, hijo del director gerente de la fábrica de electricidad de Coruña, lia recibido hace pocos días el título oficial
de ingeniero español, á pesar de haber hecho sus
estudios en Francia y de ser subdito francés, como
lo demuestra el hecho de haber cumplido en la vecina República el requisito del servicio militar
obligatorio.
Yo creo que esto es una enormidad y que la noticia debe ser completamente equivocada; pero, de
todas maneras, por la veracidad que de ordinario
tiene la revista Madrid Cienfifiro, que es la que la
publica, deseo que el Sr. Ministro de Instrucción
pública ténganla bondad de decir si es ó no cierta.
El señor Gontle de Roraanones: Desea S. S. saber
si es cierto que por el Ministerio de Instrucción
pública se ha concedido validez á un título de Ingeniero exhibido por un subdito francés. El hecho
es cierto: la contestación, por tanto, no puede ser
más categórica {El Sr. Cervantes: Pido la palabra);
pero necesito dar sobre ello las explicaciones necesarias.
En este asunto, el Ministro de Instrucción pública no ha hecho más que conformarse con el parecer del Consejo de Instrucción pública para su
visto-bueno y su aprobación á lo que el Consejo
opinó, que no es otra cosa que cumplir lo que preceptúa la ley Je 18,57, ateniéndose estrictamente á
la misma, cuyo cumplimiento no se puede eludir.
Pero ya, antes de escuchar yo estas reclamaciones
de parte de los señores Diputados, liahía venido
resistiendo el conceder validez á los títulos exhibidos por los extranjeros ó por los que tienen hechos siis estudios en el extranjero, porque me parece que no era equitativo, ni aun justo, que se
concediese á los títulos del extranjero una validez
que los títulos españoles no tienen en el extranjero. A este efecto, en el mes de Octubre he dirigido
una Real orden al Consejo de Instrucción pública
para qvie su Sección 5.", que es la que se ocupa do
la codificación, prepare un proj'ecto de ley encaminado á regular definitivamente todo lo que hace
relación á esos títulos extranjeros, partiendo de la
más absoluta reciprocidad.
Pienso que este proyecto esté preparado dentro
de poco, y en seguida lo he de someter á la aprobación de las Cortes. Mientras no se haya modificado la ley de 1857 no habrá más remedio que atenerse á lo que dispone la ley y conceder validez á
los títulos extranjeros, siempre que reúnan las
condiciones que la misma lej^ determina.
El Sr. Cervantes: Tengo que lamentarme de que
el Consejo de Instrucción pública, cuya alteza de
miras j'o reconozco, no esté formado por los individuos del Colegio de abogados de Albacete. Los
individuos de este Colegio no reconocen, para los
efectos del ejercicio de su profesión, validez á los
títulos de los abogados de Murcia, y en cambio, el
Consejo de Instrucción pública encuentra perfectamente que los Ingenieros de Lovaina y de otros
puntos puedan ejercer la profesión en España. Yo
tengo que decir al Sr. Ministro de Instrucción que
me parece muy mal la medida tomada y el consejo
dado, y creo que S. S., en vez de dar disposiciones
regulando lo que tienen que hacer los establecimientos privados, las Universidades y las Escuelas especiales, lo que debía hacer era suprimirlas todas.
Si no lo hace, será igual, porque desde el momento
en que se conceda esa validez, quiere decir que
cualquiera, como el señor á que me refería el otro
día, siendo un modesto sobrestante, se puede ir á
una Universidad extranjera, en donde tan fácilmente se dan los títulos de Ingeniero, y venir á
hacer la competencia á nuestros Ingenieros, que,
como sabe todo el mundo, con tanta dificultad logran el título.
Y no tengo nada más que hacer, sino formular
mi protesta por el momento, de la manera más
enéi'gica posible, y manifestar el deseo de que nos
pongamos de acuerdo los ingenieros para defender
nuestro derecho y nuestros legítimos intereses, si,
como parece, se ha de tratar esta cuestión en la
Cámara.
El Sr. Conde de Romanones: A mí no me parece
bien lo hecho; antes, por el contrario, me parece
muy mal, y así lo he manifestado anteriormente.
[FA Sr. Cervantes: Pues no ha debido hacerlo el
Sr. Ministro.^ Pero los Ministros no pueden hacer
otra cosa que cumplir las leyes ó proponer su modificación. Yo me he encontrado con el precepto
de la ley de 1857, y ante los requerimientos del señor Cervantes me he propuesto modificar esta ley,
y por eso, en 8 de este mes de Octubre, me dirigí al
Consejo de Instrucción pública, diciéndole: «que
la Sección 5." de ese Consejo, denominada de codificación, administración y régimen de la enseñanza, proceda con urgencia á la revisión de la legislación vigente sobre la incorporación de los títulos y estudios hechos en país extranjero, y proponga á la mayor brevedad un proyecto de ley, basado, á ser posible,-en la más estricta y absoluta reciprocidad.»
De manera, que ha de reconocer mi amigo el señor Cervantes que yo coincido con S. S. en parecerme muy mal el actual régimen, y por eso intento modificarle; pero como ese régimen está
establecido por una lej', no lo puedo modificar por
un decreto y tengo que acudir á las Cortes para
que lo modifique. Si hubiera podido modificar por
decreto la lej', no se hubiera concedido la validez
en el caso á que se refiere el Sr. Cervantes; pero
como mis facultades no son esas, no tengo más remedio que presentar un proyecto para variar ese
precepto de la ley de 1857, que á mí me parece
muy malo y que no ha dado buenos resultados.
El Sr Cervantes: Ruégole encarecidamente al señor ministro que como este asunto indudablemente se ha de volver á tratar en las Cortes, tenga la
bondad de remitir una relación de los títulos que
desde 1857, fecha de esa ley se han revalidado en
España, que creo no será más que éste; pero con
éste creo que los Ingenieros vamos á sufrir un empacho de legalidad.
Madrid Científico
Telegrafía sin hilos
El presente y el porvenir
L a vertiginosa rapidez con que se h a n desarrollado los progresos de esta maravillosa aplicación de los fenómenos electro-magnéticos, es un
ejemplo notabilísimo de lo mucho y pronto que
es capaz de hacer la ciencia contemporánea, poniendo á contribución el caudal de conocimientos
adquiridos y el ingenio de los inventores.
En 1888 Hertz ponía de manifiesto las ondas
que llevan su nombre, confirmando la previsión
de Maxwell. Dos años después Branly descubrió
la propiedad de limaduras metálicas en que se
tunda el cohesor. La conveniencia de utilizar
éste para descubrir la presencia de las ondas
electro magnéticas, fué indicada por Logde en
1894. Al año siguiente Popoff empleaba para el
estudio de Ja electricidad atmosférica una disposición semejante á las primeras que luego se han
ensayado en la telegrafía sin hilos. Y, en fin,
en 1896 Marconi, joven de veinticuatro años,
alumno del profesor Riglii, de Bolonia, cuyos experimentos sobre las ondas hertzianas hemos citado, hizo un ensayo decisivo, coronado por brillante éxito, logrando transmitir despachos en
alfabeto Mor se.
283
Lo que hasta entonces había sido un bello ensueño pasaba á ser una realidad admirable por
obra del afortunado y hábil experimentador.
Marconi encontró el necesario apoyo en las autoridades y en el capital, y estimulado así á continuar sus trabajos empezados con tan feliz suceso, no ha cesado de perfeccionar su obra, obteniendo cada vez más hermosos resultados. E n
1897 trasmitió despachos á 16 kilómetros; en
1898 y 99 á 50 kilómetros. E n 1900 unió con su
telégrafo F r a n c i a á Córcega, entre Biot y Calvi,
á través de 175 kilómetros. Este exprimento
marca una fecha célebre en la historia de la telegrafía sin hilos. Poco después franqueó el Canal de la Mancha, del cabo Lizard á la isla
W i g h t , distantes 310 kilómetros. Últimamente
ha anunciado haber percibido una señal á más
de 5.000 kilómetros (cabo Lizard á Terranova).
Tal hecho no aparece debidamente comprobado,
por lo cual la afirmación de Marconi debe tenerse
por aventurada.
No han faltado á Marconi émulos y competidores en todas partes, hasta en E s p a ñ a ; pefo ninguno logró aventajarle. Sin embargo, no se crea
que Marconi ha sido el más brillante inventor,
el mejor dotado de facultades creadoras, entre
todos los que han consagrado sus esfuerzos á
estos estudios. En realidad, Marconi se ha valido
de principios y descubrimientos anteriores á sus
primeros ensayos, y aun en los perfeccionamien-
FiCi. 11.—Vista exterior de ia estación de CaM.
284
Madrid Científico
tos posteriores de sus aparatos la prioridad en
muchas ideas correaponde á otros investigadores.
E l triunfo de Maronni se ha debido principalmente á su gran facilidad de asimilación, gracias
á la cual ha sabido aprovechar en beneficio cié
su obra todo nuevo descabrimiento.
Digamos algo de los perfeccionamientos i n t r i duciJos en el sistema y ensayados recientemente. Claro es que estas mejoras han tenido por objeto obtener una g r a n claridad de trasmisión al
través de la mayor distancia posible.
P a r a lograrlo los inventores se han esforzado
en aumentar la energía del vibrador, y el poder
de emisión de la antena, asi como la tensión de
las vibraciones inducidas á su llegada al cohesor, á fin do hacerlas más perceptibles á éste.
Además, como es un hecho comprobado que las
señales se reciben tanto mejor y más lejos en
cuanto el rec(!j)tor está acorclt con el trasmisor,
es decir, cuando ambos sistemas dan vibraciones
del mismo período, se ha procurado con m u c h i
empeño realizar este sincronismo, al que so ha
denominado í<ijiito»isación.
P a r a aumentar la capacidad de las antenas so
han ensayado varias disposiciones. Ya dijimos
al estudiar la transmisión do señales, que Jas
antenas cortas de gran diámetro no habían dado
todo el resultado apetecido. En cuanto á las
filiformes, Marconi las ha colocado á veces entre
dos especies de cordones de enrejado metálico, y
otras veces las ha formado por varios cables paralelos. De esta suerte de entenas múltiples fueron las empleadas en las célebres experiencias
de Biot-Calvi. Estaban formadas por cuatro conductores paralelos, distantes entre sí l'",50, unidos en cantidad en el extremo superior, y lo
mismo en la base por medio de un solo cable,
fuertemente aislado, que penetraba en el edificio
de la estación. La longitud de los conductores
era de 52 metros en Biot, y de 55 en Calvi. E n
nuestro grabado, (figura 11) se ofrece una vista de esta última e.?tación. Los cuatro hilos
la de antena penden de los brazos de un aspa
colgada á la extremidad del alto mástil, y su inclinación sobre la vertical es próximamente 1/3.
Se ha puesto cuidadoso empeño en conseguir
la syntonisación, problema no tan fácil de resolver como parece á primera vista. No basta que las
dos antenas tengan la misma longitud; la composición compleja dol trasmisor modifica un tanto la relación entre la altura de la antena y la
longitud de onda (un cuarto la primera da la segunda) para la estación emisora; se ha observado
mediante minuciosos experimentos, que la relación enti-e ambas sufría ligeras variaciones de
una oscilación á la siguiente, y que la longitud
de la chispa también ejerce cierta influencia. Se
comprende que la superposición de todas estas
causas complica la cuestión.
Con objeto de regularizar las vibraciones, se
ha ensayado en las disposiciones más modernas
producirlas en un circuito independiente del circuito antena-tierra. Los primeros que han emitido esta idea han sido Tesla en 1897 y Guarini
en 1899. Asimismo se iia procurado acrecí.r Li
tensión de las oscilaciones, antes de actuar sobre
el cohesor, por apropiadas acciones de inducción.
Describiremos sólo las disposiciones empleadas
por Marconi y por los Sres. Slaby y Arco, que
difieren esencialmente.
E n el sistema del primero la antena del trasmisor está en serie con el secundario de una
bobina de inducción B 1 fig. 12), cuyo otro extremo cíiinnnica con tierra. E l primario de la misma
bobina forma á
su v e z circuito
con el oscilador
o y con un condensador K, merced al cual, haciendo variar su
capacidad, so det e r m i n a el período de las vibraciones; la regulación se completa modifican do
Fie. 12.
la longitud de la
a n t e n a para poner ¡a acorde con las oscilaciones del vibrador.
En el recei)tor (fig. 13) la antena está en ciicuito con e\ primario do un transformador de modelo e s p e c i a l , l l a mado por Marconi jigger. El secundario está formado pordosarrollamientospai-al)los, cuyos extremos van por una
parte á enlazarse
con el cohesor C,
y por otra á las ar- x^yy^^y^Jnaam
maduras del conKiG. 13.
d e n s a d o r K, de
p e q u e ñ a capacidad, que tiene por objeto impedir que el relé se
encuentre en circuito corto. De esta manera el
ciicuito recorrido por la corriente que acciona al
relé está formado por la pila P la resistencia de
auto-inducción i, i, el secundario del transfordor, el cohesor Ó y el relé R.
L a s disposiciones adoptadas en el sistema
Slaby-Arco difieren mucho, como indicamos, de
las anteriores. En el trasmisor la antena está
unida á tierra por intermedio del arrollan:dentó E (fig. 14), destinado
á variar la longitud para
obtener la regulación. El
oscilador o está unido
directamente á los borC < B
nes de la bobina Rumkorf B; una de sus bofes
comunica con la antena
y la otra con un condensador K, cuya otra ar
j.jj, jj
madura deriva á tierra
T
Madrid Científico
mediante una auto-inducción r e g u l a b l e F.
L a antena receptriz (fig. 15), está dispuesta
como la emisora. El cohesor C se halla intercalado en una derivación de la antena á tierra, así
como el relé Ji y
su pila P; pero
con el fin de evitar que la impedancia del relé
influya en las osc i l a c i o n e s que
actúan sobre el
-_p
cohesor, se salvan la pila y el
relé con un puente formado por
el c o n d e n s a d o r
K. Los arrollamientos E y E'
FiG. 15.
están destinados
á regular convenientemente la syntonisación de
los períodos, y la pequeña bobina M á aument a r el efecto de las oscilaciones sobre el cohesor.
E l sistema Slaby ha sido adoptado por la marina alemana, que lo empleó con éxito satisfactorio en China.
De la misma manera que se han estudiado importantes modificaciones en el montaje de los
aparatos, s>e han practicado minuciosos estudios
experimentales sobre el cohesor, tratando de obtener, no sólo la mayor sensibilidad, sino el que
dicho órgano recobrase sin necesidad de sacudimientos su resistencia normal t a n pronto como
cesara de estar bajo la influencia de las vibraciones eléctricas, es decir, que fuese auto-descoherente.
Se ha observado que á partir de cierta diferencia de potencial entre los electrodos, la limadura
no puede deacohererse por simple choque. Blondel llama á esto tensión critica de coherencia.
Importa evidentemente quedar lo más bajo de la
tensión critica que se pueda, adoptando para pila
del relé una de pequeña fuerza electro-motriz.
Como ejemplo citaremos las de O'Keenan y de
Lalande, con un electrodo de estaño, que no pasan de 0,25 voltios, y han sido empleadas en los
experimentos de Boulonger y Ecrrié.
Estos señores, y antes Blondel, han modificado
el tipo clásico del tubo Branly, dotándolo de un
espacio suplementario, donde se coloca una reserva de limaduras destinada á hacer variar la
cantidad de ellas comprendidas entre los electrodos cuando se va á regular el aparato. El modelo
de Boulonger y Ferrié es más práctico que" el
de Blondel. Se representa en la figura 16. La
reserva de limadura va en una cavida, i ? p r a c t i c a d a en uno de los electrodos. Estos mismos experimentadores intercalan en el circuito del cohesor "un potenciómetro especial para variar el
FIG.
16,
285
voltaje entre los bornes, regulando muy delicadamente la sensibilidad del aparato.
Con tales procedimientos se ha logrado obtener cohesores de bajo voltaje mucho más sensibles que los de Marconi.
E n t r e los medios usados para producir la descohesión de la limadura sin golpear, puede citarse el empleo de un electro-imán en derivación
que, imantándose, al miamo tiempo que la corriente pasa por el cohesor, atrae la limadura y
la desagrega. Tiene el inconveniente de que imante la limadura y se disminuya gradualmense la
tensión crítica.
En cuanto á los auto-descohesores, se ha ensayado con mediano éxito la sustitución de la limadura por granos de carbón ó granalla menuda de
acero; el contacto imperfecto de un metal con el
carbón^ de un metal con un líquido, y aun de dos
metales. También se ha cambiado el dieléctrico
usando el petróleo ó la parafina, sin que cesara
de funcionar el cohesor. P o r último, con el fin
de remediar ciertas irregularidades capricliosan
notadas en los cohesores usuales, Branly ha experimentado con feliz resultado los contactos imperfectos de un metal oxidado con otro bruñido.
Merecen calificarse de interesantísimos los intentos realizados para obtener trasmisiones múltiples y simultáneas con una misma antena,
cuando es necesario acrecer la capacidad do tráfico. Las disposiciones con las que tales resultados se logran, se fundan en la syntonisación.
Slaby y Mares ni son los inventores que más han
hecho en este s utido.
En el sistema Marconi la antena presenta tantas derivaciones á tierra como comunicaciones
simultáneas se desean obtener. Sean, por ejemplo dos ifig. 17;. Cada una de Jas derivaciones
lleva e l primario
del transformador
de cada unode los
receptores los cualles están acordados para ondas de
períodos muy diferentes.
En las experiencias hechas con las
estaciones de Biot
y Calvi las longi"!^^
tudes de ondas eran
de 300 metros y
KlG. 17.
de 70. Mas precisa
impedirquo lasondas se mezclen, siguiendo indiferentemenie los
dos caminos, y para ello en la derivación que
han de recibir las ondas largas se intercala una
auto-inducción que se opone al paso de las cortas y en la otra rama se dispone un condensador ci"^ se opone al paso de las ondas l a r g a s .
El sistema de Slaby es muy distinto. Como
en el montaje simple conserva la antena unida directamente á la tierra y saca las dos
derivaciones de los cohesores, del mismo modo
que antes sacaba una. Ambas derivaciones
ingertan en un mismo punto do la ante-
Madrid Científico
286
na (fig. 18). P a r a la trasmisión á distancias superiores al alcance de los aparatos está evidentemente indicado el empleo de puestos intermedia-
c _^^_
FIG.
E
C
18.
rios con relé-repetidor.
Este procedimiento es
útilísimo, sobre todo en la trasmisión en tierra,
donde el alcance queda sumamente reducido.
Mencionaremos las felices experiencias de G-uarini-Porerio entre Bruselas y Anvers.
(Se concluirá.)
E. N. B.,
Ingeoiero.
"^^«^KJ*^
e i Canal ác Isabel I I
Aproveoliando la festividad de los dos primeros
días del mes, el ministro de Agricultura acompañado da los Ingenieros Sres. Inohaurrandieta, Arévalo, Alvares; Cascos y Arenas, y de otras personas visitó el Canal del Lozoya hasta .•^u nacimiento
en la presa del Villar.
El primer día se dirigió por la carretera hasta
San Agustín, donde se desvió para continuar por
el camino del servicio del Canal saliendo luego á
la carretera cerca de El Molar.
En este trayecto vio detenidamente los puentes
ó acueductos de la Sima y Retuerta y los sifones
de Guadalix que fueron abiertos ofreciendo el hermoso espectáculo que conocen los que han tenido
ocasión de admirarlos.
A las ocho de la noche llegaban el uiinistro y
sus acompañantes á Torrelaguna donde las autoridades y numeroso público les dispensó la mas cariñosa acogida.
Al siguiente día se dirigió la comitiva á Man jirón desde donde despviés de opíparo almuerzo se
dirigió á la presa del Villar dedicando más de dos
horas á examinar esta y todas sus dependencias
escuchando sobre el terreno las explicaciones que
los Sres. Inchaurrandieta y Alvareií Cascos dieron
sobre las diferentes obras que se proj'ectan tanto
para evitar las turbias como para corregir los defectos que hoy se notan respecto á otros extremos.
La excursión fué agradabilísima y los que á ella
asistieron, regresaron agradecidísimos á las atenciones que les dispensaron los empleados todos del
Canal, debiendo hacer especial mención de los Ingenieros Sres. Alvarez Cascos y Olazabal, y del
ayudante de Obras públicas, Sr. Lafiguera.
** *
Cumpliendo el Sr. Inchaurrandieta el encargo
que recibió al ser nombrado porHeal decreto de 17
de Octubre último director del Canal, ha presentado al ministro dos Memorias, una referente á la
forma en que debe administrarse el Canal j ' otra
de las obras que deben realizarse.
La primera es un completo estudio de los diferentes .sistemas que pudieran emplearse, j^a arrendando á una empresa particular todos sus servicios, j'a administrándolos el Estado como hasta
ahora. El Sr. Inohaurrandieta se declara partidario de un tercer sistema que podemos llamar mixto, consistente en arrendar sólo la recaudación,
quedando á cargo del Estado la dirección técnica
de todos los demás servicios y obras que hayan de
llevarse á cabo.
Respecto á estas, después de razonar en la Memoria á las mismas referentes, las que juzga necesarias para que el Canal llene cumplidamente todas
las necesidades de asunto tan importante como el
de abastecimiento de aguas á Madrid, sintetiza su
pensamiento en la siguiente relación en que se determinan por el orden de prelación en que á su entender deben realizarse.
1.°, conclusión del tercer depósito: 2.°, cambio
en las tomas de agua, adquiriendo los contadores
necesarios; 3.°, cambio del sistema de llaves de
riego; -1.°, acueducto de conducción hasta el Villar; 5.°, distribución de los barrios altos; tí.", distribución de los barrios inferiores; 7.°, reforma de
la red de distribución antigua; 8.°, mejoras en la
presa del Villar; 9.°, presa y acueducto del Guadalix; 10, reformas en el acueducto actual para
utilizar toda su potencia de conducción; 11, construcción de las galerías para les grandes tubos;
12, depósito de agua clara.
Simultáneamente—dice—pueden hacerse los estudios y emprender alguna de las obras siguientes, que son de poco coste relativamente.
Colocación de aparatos para estudios metereológicos, aforo y líneas de carga. Policía de la cuenca
del Lozoj'a. Destino del depósito menor. Destino
de la acequia del Este.
Esas son las propiiestas de la Dirección facultativa. Seguramente que el Ministro, antes de resolver, estudiará ei asunto con todo el detenimiento
que por su transcendencia tienen.
61 Vasco-Castellano
Ya presumíamos que íbamos á dar en hueso.
El Vasco-Castellano nos perdona la vida, y los
miles de duros que aventuramos en nuestro reto.
Una cosa es empeñar la palabra al son de los burras inconvenientes de Aguilera, y otra pignorar
un puñado de dinero en prenda de una determinada afirmación.
Y basta de Vasco-Castellano. Nuestros lectores saben ya de sobra á qué atenerse. Ahora
siga la empresa mandando sueltos de contaduría
á las columnas de los periódicos. Es un entretenimiento como otro cualquiera.
Producción de mercurio
La producción de mercurio en los Estados Unidos en 1901, ha sido de 29.727 frascos de 7G y medio
kilogramos, valorados en 1.382.306 libras esterlinas, contra 28.317 frascos y 1.302.58G libras esterlinas la de 1900.
Madrid Científico
287
vocatorias. Todas las clases se hallan explicadas
por ingenieros de Caminos.
Se viene comentando no poco, en estos últimos
días, entre Ingenieros é industriales, la resolución
atribuida á una conocidísima personalidad del
mundo de los negocios eléctricos, de abandonarla
dirección de todas las empresas nacidas al calor de
su poderosa iniciativa. Ignoramos .si los rumores
circulados se refieren al presidente de la Sociedad
eléctrica de Cbammberí.
H a sido nombrada una Comisión compuesta del
Presidente del Consejo forestal, el jefe de la Sección de montes, el In.spector general de primera
D. José R. Inchaurrandieta, el Ingeniero jefe de
segunda D. Rafael Alvarez Sereix, y el Ingeniero
primero D. Ricardo Gómez y González de Valdés,
con el encargo de proponer las reformas que se deban introducir en la vigente legislación de montes.
H a sido muy elogiada la resolución del ministerio de Agricultura, merced á la cual desaparece la
traba de los cuatro años de servicio en provincia
para poder prestarlos en Madrid. La disposición
consabida era absurda y sólo revelaba la debilidad
de ministros y directores para oponerse á determinadas influencias. La Administración debe poseer
suficiente libertad de movimientos para mandar á
.sus funcionarios allí donde los juzque útiles para
el servicio. La disposición hoy derogada fué implantada por el Sr. Catalina con el fin plausible de
«reventar» á determinado personal, escudándose
tras una medida de carácter igualitario.
La Gaceta ha pxiblicado una Real orden del ministerio de Agricultura abriendo concurso para la
provisión de 20 vacantes en el Cuerpo de interventores del Estado en la explotación de los ferrocarriles.
El plazo para la presentación de solicitudes en
el Registro general de este ministerio expirará á
las dos de la tarde del día 1." de Diciembre próximo.
Han comenzado las clase de preparación para
Auxiliares de Obras públicas, en la antigua y
acreditada Academia (Ventura de la Vega, 2) que
tan brillante éxito ha obtenido en las pasadas con-
En la sección 5.^ del Consejo Superior de Instrucción pública se han dividido las opiniones al
t r a t a r , á propuesta del Ministro, de la forma en
que se h a de modificar la Ley de Instrucción pública de 1857 respecto á la revalidación de títulos profesionales obtenidos en el Extranjero para evitar
las justas quejas á que ahora da lugar la legislación vigente.
Los Sres. Santa María de Paredes, Calleja y Sánchez Moguel proponen la reciprocidad absoluta. El
Sr. Azcárate y otro Sr. consejero cuyo nombre no
recordamos establece determinadas condiciones
para que puedan rivalidarse.
El criterio del Ministro es favorable á los primeros, por lo que puede asegurarse que en el proyecto de Ley que leerá esta tarde en las Cámaras propondrá la reciprocidad absoluta.
Jnfomación intostrial
Líneas férreas en Andalucía.—Dicen de Almería
que se está imprimiendo una gran actividad á las
tres construcciones de líneas férreas que lleva á
cabo la Compañía de Ferrocarriles del Sur de España.
Según informes de nuestro colega IJOS Transportes Férreos, en el trozo de Linares á Baeza (ocho
kilómetros), q^ie completa la línea de Linares á
Almería, se dedica toda la atención al pa,so superior .sobre la línea de Manzanares á Córdoba, que
se encuentra inmediato á la estación misma de
Baeza, Franqueando este paso, puede empezar el
de vagones con carriles, traviesas y baJastro, para
empezar inmediatamente el asiento de vías y conclusión de ésta.
En la línea de Moreda á Granada, explotada hasta un avanzamiento dos kilómetros más allá de la
estación de Daifontes, siguen con gran actividad
todos los trabajos con el decidido propósito de llegar y abrir hasta Albolote dentro de tres ó cuatro
meses. Albolote no queda más que á cinco kilómetros de Granada, y ya va viéndose, pues, la finalidad de esta línea.
Y en la línea de Baeza (en cuyo punto muere
hoy la línea férrea) á Guadix, sobre la línea de
Almería, se trabaja igualmente con interés y se
acentuarán todavía los trahajos.
Sociedad de Gasíflcacídn Industrial.—Se ha constituido en esta Corte con un capital de 8 millones de pesetas bajo los auspicios del marqués de
TJrquijo, D. .losé Antonio Ibarra, «Crédito Indus
trial GijonésK y otros. El propósito es fabricar electricidad con gas pobre, con utilización de subproductos, empezando por orear 10.000 caballos eléctricos para alumbrado y fuerza motriz de Madrid.
Traviesas de cemento armado.—Copiamos de Ei
Correo de Cantabria la siguiente noticia: «Nuestros
convecinos los laboriosos industriales D. Valentín
Zubizarreta y D. J u a n Calzada han tenido la fortuna de ver coronados por el éxito sus esfuerzos y
sus iniciativas.
»Según hemos oído las pruebas de las traviesas
de cemento armado, invención de aquellos obreros,
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Madrid Científico
están dando un resultado superior, si se quiere, á
los cálculos formado'^. Esas traviesas, ensayadas
por la Compañía del Ferrocarril del Norte con sus
trenes de enorme poso y la mucha circulación de
su línea, permiten liar por lieolio el que los ferrocarriles del porvenir \ las reparaciones de los actuales no contarán con o' ro sistema de traviesas
que la de cemento armado; lo que supone una verdadera revolución en las construcciones de esa
clase.
sLos Sres. Zubizarreta y Calzada tienen la patente de invención de sus traviesas en España y en
muchas naciones de Europa y América, por lo que
es de creer que en tiempo no lejano, y para la explotación de aquel derecho exclusivo á fabricar
traviesas de cemento, se instalen importantes industrias en nuestra provincia.»
Las minas del InCiO.—Según la prensa de Galicia
el Marqués de Comillas es el verdadero arrendatario de las minas del Incio.
Se da por hecho que se construirá un ferrocarril
de vía estrecha desde el Incio á enlazar en Monf j r t e con la línea de Vigo.
Es posible que ya estén hechos los estudios completos.
Ferrocarril de San Miguel.—Puede considerarse
como terminada la construcción del ferrocarril de
00 centímetios y longitud de 15 kilómetros, que
desde la mina de piritas ferrocobrizas San Miguel^
de la Compartía Mineira de San Miguel de Huelva,
en término de Almonaster, concluye en el apeadero de Tamujoso, entre las estaciones de El Cerro y
Valdelamusa.
Tranvía de Coruña al Buroo.—Ha sido aprobado
por el Ministerio de Obras públicas, un proyecto
de tranvía eléctrico entre la Coruña y el Burgo,
presentado por D. Joaquín Gisbert.
El ancho de la vía es de un metro.
Aprovechamientos de aguas.—D. JUHO Carvallo
y Carrión ha solicitado el aprovechamiento de
•2.000 litros de agua del río Guadarrama, en término de El Escorial, con destino al abastecimiento
de Madrid.
— D. Bernardo Mateo Sagasta ha solicitado autorización para derivar de los arroyos Cabeza do
hierro, Guarramás, Hoyo del Toril y Peñalara, y
un caudal de agua de 600 litros en invierno y
250 en estío, en termino'de Rascafría, con destino
á producuión de energía eléctrica, creando un salto de 241,60 metros, a l que se denominará de Peñalara.
—D. Carlos Barranco Estéfani ha solicitado autorización para derivar del río Manzanares todo
el caudal del río en el estiaje, excepto 50 litros que
se dejarán correr libremente por el cauce, y 2.500
por segundo de tiempo cuando el caudal del río sea
superior á 2.550 litros en la misma unidad de tiempo, caudal que aprovechando lina altura de caída
de 12,()2 metros produce una potencia máxima de
420 caballos de vapor nominales, transformable en
energía eléctrica, para iiso exclusivo del concesionario.
Las obras que pretende ejecutar consisten en la
construcción de una presa de 0,70 metros do altura
media sobre el lecho del río y 0,50 metros .=iobre el
estiaje, jn-esa que estará sitviada 780 metros agua
abajo de la desembocadura del arroyo Culebro,
caudal que marchando por un canal de 2.647.91
metros es conducido y vierte en el río J a r a m a 450
metros aguas arriba de la presa de la acequia real
de Tarama, punto en que se constituirá la casa de
máquinas. Las obras sólo afectan al término municipal de Vaciamadrid.
La Estrella.—Sociedad anónima de seguios, domiciliada en Cartagena.—Capital, 10.000.000 de pesetas.—Hamo de incendios: capitales asegurados,
4()().442.445 pesetas. — Primas vencidas y accesorios, 838.231,()9.—A deducir: Primas por riesgos
reasegurados, 4().024,28.—Comisiones y corretajes,
208.696,17.—Siniestros pagados y en liquidación,
110.041,79.--Gastos generales, 34.466,60.—Gastos
de instalación, mobiliario é impuestos al Tesoro al
constituirse la Compañía, 41.571.-Total, 440.798,84.
Reservas, 397.432,85.—Primas debidas, á cobrar en
años sucesivos (cerca), 4.000.000.
Bamo marítimo: Capital asegurado, hecha deducción de las cantidades reaseguradas, 68.916.610
pesetas.—Prinii-s vencidas, 1.072.064,40.—A deducir: Primas de reaseguros, extornos y devoluciones de primas, 155.657,2().—Comisiones y corretajes, 50.659,79. —Siniestros pagados, 122.873,17.—
Gastos generales, 41.207,27. —Gastos de instalación, mobiliario, impuestos al Tesoro al constituirse la Sociedad, 31.133,28.—Total, 401.530,77.—Reservas, 670.533,63.
Cartagena 16 de Octubre de 1902.—El Director
general y Director del ramo Marítimo, A. Kaden.
—El Secretario general y Director del ramo de
Incendios, P. Ramognino.
MoVimicttto del ycrsowal
Obras públicas
—Ingenieros. - Han sido confirmados en el cargo
de Vocales del Consejo: D. .José García Morón,
D. Manuel de la Fuente, D. .José Ezcurdia, D. José Casto Olano, D. Leonardo de Tejada y D. Francisco de Lizarraga.
—Han sido i.ombrados Vocales: D. .Jenaro Palacios, D. Rafael Monares, D. J u a n Pablo Serrano,
D. Pantaleón Gutiérrez, D. Rogelio Inchaurrandieta, D. Rafael Navarro, D. Manuel García Araus,
D. Joaquín Bellido, D. Eduardo Echegaray, D. Mariano Martin Campos y D. J u a n Antonio Moreno.
—D. .José Casto Olano, D. .Joaquín Bellido y don
Manuel G. Araus, han sido nombrados Presidentes
de las Secciones I.", 2." y 3."''
—Se h a dispuesto cesen en el cargo de Vocales
del Consejo: D. Mariano Naya y D. Enrique Cardenal, y en la Inspección de ferrocarriles D César
Llorens, j ' se nombran Secretiirio general. Secretario de la Sección 1." y Vocal del Consejo, respectivamente.
—El Inspector de 1." clase, D. Pantaleón Gutiérrez, ha solicitado su jubilación y el de 2.", D. Rafael Monares, la declaración de supernumerario.
Auxiliares.—Han sido trasladados: D. Jacobo
MereciUo, de Logroño á la 1.* división; D. .José
Cuitat, deLérida á Guadalajara; D. Casimiro Sanz,
de Guadalajara á Lérida, y D. .Jnan Churruca, de
Valladolid á Burgos.
Servicio agronómico
El Ingeniero jefe de I.", D. Francisco Arranz y
el de 2.''', D. José Torres Pardo, han sido jubilados.
—Han sido nombrados en las cinco vacantes de
Ayudantes cuartos anunciadas: D. Alejandro Guijarro, D. José Remis, D. Alejandro Hernández,
D. Florencio Delgado y D. Emilio González.
M.^DRID.—Est. tip. de .\RTE Y LETBAS Santa Felicianp, 13.
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