Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Validación de equipos automáticos de medición de la presión arterial J. Mora-Maciá*, ** y M. Alami* * Fundació Sanitaria D’Igualada. Barcelona. ** Biomedical Systems Group. Barcelona-Madrid L a introducción de aparatos automáticos de medida de la presión arterial (PA) ha permitido extender el procedimiento de las lecturas de PA fuera del ámbito médico, mereciendo especial importancia la medición que el propio paciente puede efectuar en su domicilio. La automedición de la PA (AMPA) conlleva una mayor implicación por parte del paciente en el control de su hipertensión arterial y puede reducir el número de visitas o controles efectuados por el médico1. La importancia de este procedimiento de medición ha sido corroborada en estudios que demuestran que la afectación cardíaca secundaria a hipertensión se correlaciona más estrechamente con la AMPA que con las mediciones tradicionales en la clínica2,3 y que aquélla constituye un mejor predictor de mortalidad cardiovascular que las presiones medidas por el médico en clínica4. Como consecuencia del protagonismo que está adquiriendo esta técnica de medición por parte del paciente, así como la incorporación de los aparatos automáticos de medida de PA en consultorios, farmacias, etc., se están incrementando las ventas de éstos, que han pasado de 484 millones de dólares en el año 1992 (en todo el mundo), a unas ventas previstas para este año (2002) de 597 millones de dólares5. No obstante, la medición de PA tiene que ser rigurosa. Se ha de pensar que los criterios tanto para definir a un sujeto como hipertenso, como los valores que se han de alcanzar con el tratamiento para considerar a una hipertensión arterial controlada son muy precisos. Una variación en unos pocos milímetros de mercurio puede suponer un mal diagnóstico o la implementación de un esquema terapéutico erróneo. Por ello hemos de exigir que los aparatos de medición de PA automáticos estén convenientemente calibrados, homologados y validados. No se ha de confiar exclusivamente en las referencias de los fabricantes, que obviamente tratan de vender su producto Correspondencia: J. Mora-Maciá. Instituto Médico Tecnológico. Passeig D’Amunt, 14. 08024 Barcelona. Correo electrónico: [email protected] como homologado y validado, sino que hemos de tener información de la validación por autores independientes6 de ese modelo en concreto de monitor. La validación de los monitores automáticos de medición de la PA, tanto los utilizados para la AMPA o en consultorios como para los modelos portátiles que incorporan un software que permiten la monitorización de la PA durante horas o días (equipos de MAPA), se realiza básicamente siguiendo dos recomendaciones: las efectuadas por la Association for the Advancement of Medical Instrumentation (AAMI) y las de la British Hipertension Society (BHS). La AAMI publicó su primer protocolo en 19877 en un documento no accesible a la literatura científica habitual y en una revisión posterior en 1993 en una revista especializada y accesible8. Por su parte, la BHS publicó sus recomendaciones en 19909 y una revisión posterior en 199310. A pesar de que en la actualidad existen varios centenares de modelos automáticos para la medición de la PA, algunos de los cuales se anuncian profusamente en medios habituales como prensa o televisión, sólo unos pocos han sido validados independientemente siguiendo las recomendaciones de la AAMI o de la BHS. De hecho, hasta el año 1998, en una revisión de O’Brien et al11, sólo 14 modelos de monitores de AMPA habían sido validados siguiendo las recomendaciones de la AAMI y/o de la BHS (tabla 1), y de éstos sólo unos pocos habían pasado satisfactoriamente estas recomendaciones. Sucintamente las recomendaciones de la AAMI7,8 consisten en comparar en 85 sujetos, tanto normotensos como hipertensos, las lecturas efectuadas con un modelo patrón (esfigmomanómetro de mercurio o medición intraarterial) con el modelo a validar, teniendo que ser la diferencia ±5 mmHg o menos, y la desviación típica de las medias de 8 mmHg o menos. Por su parte, el protocolo de la BHS9-10, más complicado y difícil de realizar, consta de dos partes. La parte I, o procedimiento propio de validación, está dividida en 5 fases: calibración antes del uso del modelo, calibración durante su uso, calibración después de su uso, validación estática e informe de los resultados de la validación. La parte II consiste en la validación del aparato en poblaciones y circunstancias especiales. El resultado de la validación se expresa en una Hipertensión 2002;19(4):149-50 149 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. MORA-MACIÁ J, ET AL. VALIDACIÓN DE EQUIPOS AUTOMÁTICOS DE MEDICIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL TABLA 1 Modelos validados de AMPA según normas de la BHS y de la AAMI MODELO Omron HEM-400C Philips HP5308 Healthcheck CX-5 060020 Nissei Analogue Monitor Philips HP 5306/B Systema Dr MI-150 Fortec Dr MI-100 Omron HEM-705 CP Philips HP 5332 Nissei DS-175 Omron HEM-706 Omron HEM 403 C Omron HEM 703 CP Omron HEM R3 MÉTODO AAMI Oscilométrico Auscultatorio Oscilométrico Auscultatorio Oscilométrico Oscilométrico Oscilométrico Oscilométrico Oscilométrico Oscilométrico Oscilométrico Oscilométrico Oscilométrico De muñeca No pasó No pasó No pasó No pasó No pasó No pasó No pasó Pasó No pasó No pasó Pasó Pasó Pasó Pasó BHS No pasó No pasó No pasó No pasó No pasó No pasó No pasó Pasó (B/A) Pasó (C/A) Pasó (B/A) Pasó (B/C) ¿? — — Tomado de O’Breien et al (Blood Pressure Monitoring 2000;5:93-100). Los monitores que pasaron las recomendaciones de la BHS tienen entre paréntesis el grado alcanzado. A, B y C hacen referencia al grado alcanzado de validación. Los grados A y B son satisfactorios y cumplen los criterios (A mejor que B) y el C no cumple los criterios de validación, por lo que se recomienda el monitor evaluadotravenosa. graduación, que va de la A a la D. Los modelos más fiables son los de la graduación A, que supone que el 80% de las comparaciones son iguales o inferiores a 5 mmHg, el 90% iguales o inferiores a 10 mmHg y el 95% iguales o inferiores a 15 mmHg. En las otras graduaciones los porcentajes son menores. Sólo las graduaciones A o B se consideran válidas y que el monitor testado cumple con los requisitos exigidos por la BHS. En la actualidad el grupo de trabajo de automedición de la PA en su primera conferencia internacional de consenso ha establecido las siguientes propuestas para la validación de los equipos de AMPA11: Propuesta 1: los aparatos automáticos de medición de PA tendrían que expresar los resultados en mmHg y en kilopascales. Propuesta 2: los fabricantes tendrían que crear un manguito ajustable que se adaptara a todo tipo de brazos. Propuesta 3: los aparatos de AMPA tendrían que tener un certificado de la Comisión Europea que testificara la seguridad y duración de estos aparatos en una serie determinada de condiciones. Propuesta 4: los aparatos de AMPA tendrían que someterse a pruebas independientes de fiabilidad en diferentes condiciones clínicas como proponen la BHS y la AAMI. Propuesta 5: la AAMI y la BHS han propuesto un protocolo de validación común que se tendría que convertir en un protocolo internacional de validación para todos los aparatos de medida de PA, incluidos los de AMPA, que simplifica el método de validación con la finalidad de hacerlo accesible a todos los centros. Propuesta 6: el grupo de PA ambulatoria de la Sociedad Europea de Hipertensión considerará dar una acreditación a aquellos laboratorios con un interés y experiencia en validación de monitores. 150 Propuesta 7: se publicará una revisión anual sobre la situación de los aparatos de medida PA existentes en el mercado que hayan sido validados por observadores independientes. Bibliografía 1. Padfield PL, Stewart MJ, Gough K. The role of self-measurement of blood pressure in the management of hypertension. Blood Press Monit 1996;1:S19-S26. 2. Ibrahin MM, Tarazi RC, Picketing TG. Electrocardiogram in evaluation of resistance to antihypertensive therapy. Arch Intern Med 1977;137:1125-9. 3. Kleinert HD, Harshfield GA, Picketing TG. What is the value of home blood pressure measurements in patients with mild hypertension? Hypertension 1984;6:574-8. 4. Ohkubo T, Imai Y, Tsuji I, Nagai K, Kato J, Kikuchi N, et al. 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