JULIÁN CABALLERO AGUADO Procurador P or un auto de fecha 26 de febrero de 2008, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo confirma y reitera su asentado criterio sobre que la omisión del traslado de la copia del escrito preparatorio del recurso de casación o por infracción procesal es un defecto insubsanable que tiene como consecuencia la inadmisión del escrito. Inadmisión de preparación de recurso de casación por no constar el traslado de copias A resolución comentada tuvo su origen en un recurso de queja promovido contra un auto de una Audiencia Provincial que, fundamentado en el art. 277 de la LEC, inadmitió el escrito preparatorio de recurso de casación por no haberse efectuado el traslado previo de sus copias. La recurrente argumentaba que no había necesidad del traslado de copias al tratarse de una primera comparecencia del procurador, que sustituía en la representación a otro, por lo que resultaba de aplicación el art. 276.3 de la LEC, y que en todo caso era una cuestión subsanable por aplicación del art. 231 de la LEC. El alto tribunal desestima la queja manifestando que por medio de ella “no se pretende la subsanación de la falta de acreditación del oportuno cumplimiento de lo establecido en el art. 276 LEC, sino la subsanación de la propia falta del traslado de copias”. Carece de relevancia para la resolución comentada que se tratara de la primera comparecencia del procurador en autos, puesto que el escrito de preparación del recurso fue presentado por un procurador que sustituía a otro 46 Procuradores Jurisprudencia Nº 73/Abril 2008 L en la representación, sin que constara su apoderamiento que se realizaría posteriormente por medio de designación apud acta, con lo que hasta el momento de la designación la representación continuaba formalmente atribuida al procurador anterior, por lo que se llega a la conclusión de que “en ningún caso puede estimarse que nos encontráramos ante una primera personación”. Razonamientos que conducen a la Sala a confirmar la no admisión del escrito preparatorio del recurso de casación “sin que quepa la subsanación por no encontrarnos ante un supuesto de presentación defectuosa sino de un acto no realizado u omitido”. Tampoco entiende la resolución comentada que se haya vulnerado el derecho al acceso al recurso por cuanto, tal y como tiene declarado el ­Tribunal Constitucional, no existe un derecho constitucionalmente protegido a interponer determinados recursos y, por tanto, no existe un derecho de relevancia constitucional a recurrir en casación, “siendo perfectamente imaginable, posible y real que no esté prevista semejante posibilidad (SSTC 37/88, 196/88 y 216/98); por el contrario el derecho a los recursos, de neta caracterización y contenido legal (SSTC 3/83 y 216/98, entre otras) está condicionado al cumplimiento de los requisitos de admisibilidad establecidos por el legislador y delimitados por vía interpretativa por esta Sala, a la que corresponde la última palabra sobre la materia, con el único límite consistente en la proscripción de la arbitrariedad y la evitación de los errores materiales (SSTC 37/95, 186/95, 23/99, 60/99), sin que la interpretación de las normas rectoras del acceso a la casación tenga que ser necesariamente la más favorable al recurrente (SSTC 230/93, 37/95, 138/95, 211/96, 132/97, 63/2000, 258/2000, 6/2001); habiéndose añadido, finalmente, que el referido derecho constitucional se satisface incluso con un pronunciamiento sobre la inadmisibilidad del recurso, y no necesariamente sobre el fondo, cuando obedezca a razones establecidas por el legislador y proporcionadas en relación con los fines constitucionalmente protegibles a que los requisitos procesales tienden (SSTC 43/85, 213/98 y 216/98)”. q