Novedades Jurídicas 4 de Enero de 2012 LA NUEVA LEY REGULADORA DE LA JURISDICCIÓN SOCIAL (I) El pasado 11 de octubre el Boletín Oficial del Estado publicó la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social. Una norma que introduce relevantes novedades en la regulación procesal laboral, pero que mantiene el diseño fundamental de su antecesora, la Ley de Procedimiento Laboral. Ni la estructura, ni la numeración del articulado ni los principios del procedimiento laboral que inspiraban la Ley de Procedimiento Laboral se han modificado en esta Ley reguladora de la jurisdicción social. El propósito de esta nota, como el de otras precedentes, va a ser el de dar cuenta de las principales novedades introducidas por el legislador en la Ley rituaria laboral. Dada la amplitud de las reformas, el análisis que pretendemos será desarrollado en varias notas, la primera de las cuales va a referirse a la ampliación de las competencias de la jurisdicción social que el nuevo texto lleva a efecto. Al decir del legislador, la principal novedad de la Ley 36/2011 viene dada por la ampliación, racionalización y clarificación del ámbito de conocimiento del orden jurisdiccional social. En efecto, la nueva Ley, “concentra en el orden social, por su mayor especialización el conocimiento de todas aquellas materias que de forma directa o por esencial conexión, puedan calificarse como sociales”, y, a tal fin, lleva a cabo “una expansión para unificar el conocimiento de los conflictos y pretensiones que se produzcan en el ámbito laboral, sindical o en el de la Seguridad Social”. “El objetivo último – dice la Exposición de Motivos de la Ley- es conseguir la efectividad, coordinación y seguridad de la respuesta judicial, generándose así un marco adecuado al ejercicio efectivo de los derechos y libertades por parte de la ciudadanía”. LA NUEVA LEY REGULADORA DE LA JURISDICCIÓN SOCIAL (I) www.oleartabogados.com Novedades Jurídicas 4 de Enero de 2012 Como ocurría con la anterior Ley de Procedimiento laboral, la Ley reguladora de la jurisdicción social ordena las materias objeto de conocimiento por el orden social en sus tres primeros artículos. El primero contiene una definición genérica del orden jurisdiccional social, el segundo especifica las cuestiones litigiosas de las que conocerán los órganos jurisdiccionales del orden social y, el artículo tercero contempla un elenco de materias excluidas. Por razones de agilidad expositiva, vamos a dar cuenta en esta nota exclusivamente de las novedades introducidas en estos preceptos, particularmente de las novedades sustantivas pues, aunque la nueva redacción legal introduce algunas mejoras técnicas, son aquéllas y no éstas las verdaderamente importantes. La Ley reguladora de la jurisdicción social, como su precedente, se abre afirmando que “los órganos jurisdiccionales del orden social conocerán de las pretensiones que se promuevan dentro de la rama social del derecho, tanto en su vertiente individual como colectiva”, añadiendo ahora el legislador que la atribución competencial se refiere a las pretensiones “que versen sobre materias laborales y de Seguridad Social, así como de las impugnaciones de las actuaciones de las Administraciones Públicas realizadas en el ejercicio de sus potestades y funciones sobre las anteriores materias”. Esta descripción general del ámbito de la jurisdicción social se completa en el artículo segundo con un elenco de materias incluidas y en el artículo tercero con otro de materias excluidas que, clarifican la genérica atribución competencial expuesta. De estos catálogos de inclusiones y exclusiones resaltaremos las novedades siguientes: 1) Se atribuyen al Juez de lo Social “las acciones que puedan ejercitar los trabajadores o sus causahabientes…por los daños originados en el ámbito de la prestación de servicios o que tengan su causa en accidentes de trabajo o en enfermedades profesionales, incluida la acción directa contra la aseguradora y sin perjuicio de la acción de repetición que pudiera corresponder ante el orden competente”. Estamos, sin duda, ante una novedad importante: con este precepto se concentran en el orden jurisdiccional social todas las cuestiones litigiosas relativas a los accidentes de trabajo y que hasta ahora obligaban a los afectados a acudir necesariamente para intentar lograr la tutela judicial efectiva a los distintos Juzgados y Tribunales encuadrados en los órdenes Civil, Contencioso-Administrativo y Social. Se quiere así que la jurisdicción social sea competente para enjuiciar conjuntamente a todos los sujetos que hayan concurrido en la producción del daño sufrido por el trabajador en el marco laboral o en conexión directa con el mismo, creándose un ámbito unitario de tutela jurisdiccional para el resarcimiento integral del daño causado. 2) Se atribuye a la jurisdicción social el conocimiento de las cuestiones litigiosas que se promuevan “para garantizar el cumplimiento de las obligaciones legales y convencionales en materia de prevención de riesgos laborales, tanto frente al empresario como frente a otros sujetos obligados legal o convencionalmente, así como para conocer de las impugnaciones de las Administraciones Públicas en dicha materia respecto de todos sus empleados, bien sean estos funcionarios, personal estatutario o de los servicios de salud o personal laboral”, incluyendo “la reclamación de responsabilidad (frente a las Administraciones Públicas) derivada de los daños sufridos como consecuencia del incumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales que forma parte de la relación funcionarial, estatutaria o laboral”. A resultas de esta modificación, se convierte al orden social en el garante del cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales. En efecto, se atribuye plenamente al orden social de la jurisdicción el conocimiento de las cuestiones litigiosas que se promuevan respecto del cumplimiento de la normativa de seguridad y salud en el trabajo. LA NUEVA LEY REGULADORA DE LA JURISDICCIÓN SOCIAL (I) www.oleartabogados.com Novedades Jurídicas 4 de Enero de 2012 Esta atribución encuentra una limitación en la letra b) del artículo tres, de la Ley que excluye del conocimiento de la jurisdicción social “las cuestiones litigiosas en materia de prevención de riesgos laborales que se susciten entre el empresario y los obligados a coordinar con éste las actividades preventivas de riesgos laborales y entre cualquiera de los anteriores y los sujetos o entidades que hayan asumido, frente a ellos, por cualquier título, la responsabilidad de organizar los servicios de prevención.” Obviamente, esta exclusión se refiere a los litigios que se planteen entre el empresario y los obligados a los que se refiere el precepto transcrito, de manera que no resulta de aplicación si el que demanda es el trabajador. 3) Se atribuye al orden jurisdiccional social el conocimiento de las cuestiones litigiosas “sobre tutela de los derechos de libertad sindical, huelga y demás derechos fundamentales y libertades públicas, incluida la prohibición de la discriminación y el acoso, contra el empresario o terceros vinculados a éste por cualquier título, cuando la vulneración alegada tenga conexión directa con la prestación de servicios, así como sobre las reclamaciones en materia de libertad sindical y derecho de huelga –y, entendemos, demás derechos fundamentales- frente a actuaciones de las Administraciones Públicas referidas exclusivamente al personal laboral. Atribuciones competenciales que se completan asignando, asimismo, al orden jurisdiccional social el conocimiento “sobre las controversias entre dos o más sindicatos, o entre éstos y las asociaciones empresariales, siempre que el litigio verse sobre cuestiones objeto de competencia del orden jurisdiccional social, incluida en todos los supuestos de ese apartado la responsabilidad por daños; y sobre las demás actuaciones previstas en la presente Ley conforme al apartado cuarto del artículo 117 de la CE en garantía de cualquier derecho”. Se hace así del orden social el garante ordinario de los derechos fundamentales y libertades públicas de empresarios y trabajadores en el ámbito de la relación de trabajo, unificando el conocimiento de cualquier vulneración de derechos fundamentales y libertades publicas conectada con la relación laboral. No obstante lo anterior, en el capítulo de exclusiones el legislador deja constancia de que los órganos jurisdiccionales del orden social no van a conocer de las disposiciones que establezcan las garantías tendentes a asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad en caso de huelga y, en su caso, de los servicios o dependencias y los porcentajes mínimos de personal necesarios a tal fin, que continuarán siendo competencia de la jurisdicción contencioso-administrativa. Ello, sin perjuicio de la competencia del orden social para conocer de las impugnaciones exclusivamente referidas a los actos de designación concreta del personal laboral incluidas en dichos servicios mínimos, así como para el conocimiento de los restantes actos dictados por la autoridad laboral en las situaciones de conflicto reguladas en el Real Decreto Ley 17/1977, de Relaciones de Trabajo. 4) Se atribuye al conocimiento de la jurisdicción social la “impugnación de convenios colectivos y acuerdos, cualquiera que sea su eficacia, incluidos los concertados con las administraciones públicas cuando sean de aplicación exclusiva al personal laboral, así como –y es la verdadera novedad de la norma- sobre impugnación de laudos arbitrarles de naturaleza social, incluidos los dictados en sustitución de la negociación colectiva, en conflictos colectivos, en procedimientos de resolución de controversias y en procedimientos de consulta en movilidad geográfica, modificaciones colectivas de condiciones de trabajo y despidos colectivos”. La clara atribución a la jurisdicción social del conocimiento de las impugnaciones de los laudos arbitrales resulta plenamente coherente con el impulso que las últimas reformas laborales han hecho del arbitraje. LA NUEVA LEY REGULADORA DE LA JURISDICCIÓN SOCIAL (I) www.oleartabogados.com Novedades Jurídicas 4 de Enero de 2012 5) Se atribuye a la jurisdicción social –y es probablemente la ampliación competencial más importante que contempla la nueva Ley- el conocimiento de la “impugnación de resoluciones administrativas de la autoridad laboral en procedimientos de suspensión temporal de relaciones laborales, reducción de jornada y despido colectivo, regulados en los artículos 47 y 51 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, así como las recaídas en el ejercicio de la potestad sancionadora en materia laboral y sindical y, respecto de las demás impugnaciones de otros actos de las Administraciones Públicas sujetas al derecho administrativo en el ejercicio de sus potestades y funciones en materia laboral y sindical que pongan fin a la vía administrativa, siempre que en este caso su conocimiento no esté atribuido a otro orden jurisdiccional”. Como es sabido, el Texto Refundido de la Ley de Procedimiento Laboral vigente hasta la entrada en vigor de la norma que glosamos ya recogía en el apartado 3 de su artículo 3 la habilitación legal al Gobierno para que en el plazo de nueve meses remitiera a las Cortes Generales un Proyecto de Ley para incorporar a la Ley de Procedimiento Laboral las modalidades y especialidades procesales sobre impugnación de resoluciones administrativas relativas a la imposición de sanciones por todo tipo de infracciones de orden social y las relativas a la regulación de empleo y actuación administrativa en materia de traslados colectivos, cuestiones tradicionalmente asignadas al conocimiento del orden contencioso-administrativo. Pero circunstancias posteriores evitaron el desarrollo previsto, de suerte que las previsiones competenciales del orden social a las que aludía el 3.3 no fueron objeto de desarrollo. Pues bien, ahora la Ley reguladora de la jurisdicción social asigna a ésta sin ambages el conocimiento de estas cuestiones y excluye, por tanto, al orden contencioso-administrativo del control del conocimiento de las mismas. 6) Se atribuye a la jurisdicción social el conocimiento de los litigios en materia de intermediación laboral en los conflictos que surjan entre los trabajadores y los servicios públicos de empleo, las agencias de colocación y otras entidades colaboradoras de aquéllos y, entre estas últimas y el servicio público de empleo correspondiente. Esta ampliación competencial resulta significativa del empeño del legislador de hacer de la jurisdicción social una jurisdicción integral, por cuanto propiamente desborda el ámbito del contrato de trabajo y de la acción protectora de la Seguridad Social para extenderse al ámbito del mercado de trabajo. 7) Por lo que se refiere a la materia de la Seguridad Social, la Ley reguladora de la jurisdicción social mantiene las líneas maestras de división competencial entre el orden social y el contenciosoadministrativo: al primero se le atribuye la materia prestacional y, al segundo, la materia afiliatoria y cotizatoria y la asistencia social. Hay, sin embargo, dos ampliaciones competenciales importantes, a saber: • Se atribuye a la jurisdicción social el conocimiento de las cuestiones litigiosas sobre las prestaciones derivadas de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal de Atención a las personas en situación de dependencia, que van a tener a los efectos de la Ley la misma consideración que las relativas a las prestaciones y beneficios de la Seguridad Social. Esta atribución competencial está sujeta, sin embargo, a una especialidad en cuanto a su entrada en vigor. De conformidad con lo previsto en el apartado segundo de la Disposición Final Séptima de la Ley que glosamos, la asignación al orden jurisdiccional social en materia de dependencia se fijará en una ulterior Ley, cuyo proyecto debe remitir el Gobierno a las Cortes en el plazo de tres años, teniendo en cuenta la incidencia de las distintas fases de la aplicación de la Ley de Dependencia así como la determinación de las medidas y medios adecuados para lograr una rápida y ágil respuesta judicial en estas materias. LA NUEVA LEY REGULADORA DE LA JURISDICCIÓN SOCIAL (I) www.oleartabogados.com Novedades Jurídicas 4 de Enero de 2012 • Se atribuye a la jurisdicción social el conocimiento sobre la impugnación de los actos dictados en ejercicio de la potestad sancionadora en la materia. En efecto, la nueva Ley atribuye al orden jurisdiccional social el conocimiento de las cuestiones litigiosas “en impugnación de actos de las Administraciones Públicas, sujetos a derecho administrativo y que pongan fin a la vía administrativa, dictadas en el ejercicio de sus potestades y funciones en materia de Seguridad Social, distintas de las comprendidas en el apartado o) de ese artículo (prestaciones), incluyendo las recaídas en la potestad sancionadora en esta materia”. La ampliación de la competencia de la jurisdicción social en este punto, especialmente la referida a la dependencia, pretende hacer de la jurisdicción social el juez natural de todas las esenciales políticas públicas relativas a la protección social. Como hemos visto, la ampliación del ámbito de la jurisdicción social que la Ley 36/2011, de 10 de octubre, lleva a cabo es ciertamente importante. El legislador ha querido hacer de la jurisdicción social una jurisdicción que conozca en su integridad de todas las cuestiones litigiosas que, de forma directa o por conexión, puedan calificarse como sociales. Está por ver, sin embargo que esta ampliación vaya en la práctica a traducirse en un éxito, pues como ha dicho la doctrina (LOUSADA AROCHENA) las buenas intenciones de la Ley “pueden naufragar en su aplicación práctica si consideramos el desfase de partida existente entre la dotación de órganos judiciales y el número de asuntos de su competencia, la importante ampliación, en términos cuantitativos y cualitativos de las competencias de los órganos judiciales sociales, la demora en la implantación efectiva de la Nueva Oficina Judicial impidiendo la agilización de los procedimientos que previsiblemente ello conllevaría, y la situación de crisis económica que, además de determinar un incremento de litigiosidad, disminuye los medios disponibles para la Justicia”. Cordialmente, El equipo jurídico de Oleart Abogados Esta comunicación es parte de una selección de las noticias y normativa que se han considerado relevantes sobre los temas de referencia y no pretende ser una recopilación exhaustiva de todas las novedades del período. La información de esta página no constituye asesoramiento jurídico en ningún campo de nuestra actuación profesional. En la confianza estos comentarios sean de utilidad, si tienen cualquier duda sobre la información aquí reflejada póngase en contacto con [email protected] y en breve nos pondremos en contacto con Vdes. LA NUEVA LEY REGULADORA DE LA JURISDICCIÓN SOCIAL (I) www.oleartabogados.com