Francia impone el modelo europeo que rechazó la Cumbre de Niza La Iglesia y el trabajo humano / Política y sociedad Por: Mª Victoria Giménez | Fuente: www.e-cristians.net Chirac no tiene en cuenta que Polonia y otros paes se incorporan a la Uni precisamente a partir de los acuerdos de Niza El fracaso de la Conferencia Intergubernamental celebrada los ds 12 y 13 de diciembre en Bruselas, una reuni en la que estaba previsto pactar la primera Constituci europea, ha dibujado ante la opini pblica un panorama de divisi entre los paes partidarios de seguir los acuerdos alcanzados en Niza hace tres as y los que quieren un nueve modelo, sobre todo en cuanto al equilibrio de poderes. Todo el mundo sita a Espa y Polonia en el primer bloque y a Francia y Alemana en el segundo. Los hechos, sin embargo, son incuestionables: Polonia y otros paes que ahora se incorporan a la Uni Europea han aceptado su incorporaci basdose en los acuerdos de Niza, un hecho que no se puede ignorar. Por tanto, en este caso, hay que decir que el presidente del Gobierno espal, JosMar Aznar, tiene raz cuando dice que aquellas decisiones deben ser ahora el punto de referencia. Pero el presidente franc, Jacques Chirac, que hab defendido las tesis aprobadas en Niza, ha cambiado de parecer y, adem, pretende imponerlo. Por su parte, Alemania mantiene su posici, que hab sido la perdedora hace tres as, y ahora cuenta con el sorprendente apoyo de Francia. No es lico que un planteamiento presentado y rechazado en una reuni decisoria de tanta importancia como la de Niza quiera imponerse despu en otros consejos europeos de alto nivel. Alemania y, des de ahora, tambi Francia proponen dar un peso proporcional a cada Estado en funci de la poblaci, con una clsula de protecci a los paes peques. Es la fmula de la doble mayor en el Consejo de Ministros, una opci que se basa en la aprobaci de las decisiones por la mitad m uno de los estados que representan el 60 por ciento de la poblaci. Niza, donde Francia no defendiel planteamiento actual porque no quer que ningn pa tuviese m votos que ella misma, estableciun reparto, para los consejos de ministros europeos, de 29 votos para los 4 grandes (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) y 27 para Espa y Polonia. Aznar ha insinuado estos ds, segn fuentes primas al presidente del ejecutivo espal, que Francia podr haber cambiado de parecer durante la guerra de Irak porque habr pensado que la alianza de naciones partidarias de una mayor independencia sobre Washington (Francia, Alemania, Bgica y Luxemburgo) quedar claramente en minor cuando Europa se ampliase a unos paes del Este que se est mostrando bastante primos a Estados Unidos. Questamos construyendo? La Europa unida? O quiz un foro donde cada pa tiene que luchar por hacerse m fuerte? Muchos analistas europeos se atreven a decir incluso que "Francia ha entendido que lo que es importante ya no son los votos que tenga, sino la capacidad de influir". La buena relaci de Chirac con el canciller alem, Gerhard Schrder, estsiendo aprovechada por el mandatario franc, que ve en el horizonte una reducci en las diferencias poblacionales favorables a Alemania (ahora son 57-80 millones), para potenciar esta voluntad de imponer sus criterios siempre que sea posible. Y esto se ve, adem, reforzado por la presencia francesa en la Comisi Permanente del Consejo de Seguridad de la ONU (con Estados Unidos, Reino Unido, Rusia y China). Por otro lado, se quiere presentar a Polonia como "el m inflexible de todos". Ciertamente es el nico pa que, en esta ltima reuni de Bruselas, no modificsu posici de partida para buscar el acuerdo final. Pero en realidad lo nico que ha hecho es mantener su apuesta por el marco en el cual ha aceptado, con el apoyo de la mayor de sus ciudadanos, ingresar en la Uni Europea en el a 2004. Y este marco no es otro que Niza. Defender una alternativa diferente seria gobernar contra los ciudadanos del propio pa. Premiar a la China por un supuesto "avance en derechos humanos"? Francia se ha propuesto ser el mimo protagonista de toda esta historia ligada a la construcci europea, y realmente lo ha conseguido. Al margen de su incoherencia en el tema del reparto del poder para los consejos de ministros, este pa acaba de proponer premiar a China por un supuesto "avance en derechos humanos", y hacer efectivo el reconocimiento con una revisi del embargo de armas sobre el gigante asiico decretado a ra de la sangrante represi de 1989 en la Plaza de Tiananmen. Sorprende la propuesta y, sobre todo, que los dirigentes europeos la hayan aceptado. Hay que tener en cuenta que, segn la misma Uni Europea, China concentra en estos momentos el 70 por ciento de las ejecuciones anuales que se aplican sobre condenados a muerte en todo el mundo. Adem, estamos hablando de uno de los paes m criticados por las asociaciones de defensa de los derechos humanos. Alemania (a lo mejor para compensar favores) ha asumido tambi como propia la propuesta francesa de "premiar" a China. Los dos paes europeos consideran que, en los ltimos as, ha habido suficientes avances y que hay que dar "una sel" porque "las cosas se mueven en China". No se acuerdan de la brutal polica "del hijo nico obligatorio"? No tienen en cuenta que, adem de la vigencia de la pena de muerte, los dirigentes chinos no han sido elegidos democricamente? Es que ven bien la persecuci institucional contra los caticos fieles al Papa? Los paes m reticentes al levantamiento del embargo a China son Holanda, Gran Breta, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Pero una vez m, se pretende imponer la injusticia, el doble lenguaje, a la hora de valorar el respeto por los derechos humanos en el mundo.