Carta de derechos de la mujer trabajadora CSI Confederación Sindical Internacional 2008 CARTA SUMMARY Page 01 • Preamble 06 • Redefinition of the concepts « work » and “time” 08 • Objectives 09 • I. Right to education and training 11 • II. Right to employment 15 • III. Maternity protection 17 • IV. Family responsibilities 18 • V. Right to organise and collective bargaining 19 • VI. Integration of women in trade unions 23 • Appeal Carta de derechos de la mujer trabajadora PREÁMBULO Las mujeres trabajan cada día. Independientemente de dónde vivan, su actividad laboral resulta vital para la economía y la sociedad en general, sus familias, la colectividad, así como para su propia autonomía y su desarrollo en tanto que seres humanos. Las mujeres plantan y recogen cosechas, construyen carreteras, manufacturan artículos, transportan agua y llevan la oficina. Se encargan de cuidar a los más pequeños, los enfermos y los ancianos, sin que se reconozca adecuadamente su trabajo, y representan más del 40 por ciento de la fuerza laboral mundial. Ya sean profesoras, vendedoras ambulantes, pilotos o fontaneras, las mujeres ejercen diversas profesiones y realizan diversos trabajos. Aunque hablen distintos idiomas, comparten la misma visión: un mundo de respeto, de paz, de igualdad, de solidaridad, y donde se ponga fin a la violencia, el acoso y la discriminación. Para todas las mujeres, pero especialmente para millones que ocupan puestos de trabajo mal pagados y en condiciones precarias e 1 Carta de derechos de la mujer trabajadora inseguras, esta visión va mucho más allá de la realidad de sus vidas cotidianas. Para hacer frente a sus necesidades y a las de sus familias, las mujeres se desplazan cada vez más en tanto que migrantes económicas autónomas, y no como personas dependientes de trabajadores migrantes varones, y son víctimas de explotación, tanto en los países de origen como en los de destino, por parte de las agencias de empleo y de empleadores sin escrúpulos. Tanto en los países en vías de desarrollo como en los industrializados, los puestos a que acceden las mujeres siguen estando dentro del tipo de trabajo a tiempo parcial, mal remunerado, atípico, en la economía informal, en el servicio doméstico, subcontratado, no regulado, desprotegido, temporal o casual. Un número desproporcionado de mujeres figura entre los más pobres de la tierra, sufriendo los peores efectos de la liberalización del mercado y la globalización sin regular. La privatización de los servicios públicos tiene un efecto muy superior sobre las mujeres, como trabajadoras y en tanto que utilizadoras de servicios. Conforme crecen las desigualdades sociales tanto dentro como entre los países partícipes en la economía mundial, aumenta también la 2 Carta de derechos de la mujer trabajadora necesidad de actuar contra esta situación. A tal efecto, deben introducirse cambios substanciales para garantizar que los regímenes comerciales internacionales promuevan la igualdad de géneros, la erradicación de la pobreza, el respeto de los derechos humanos y la protección y logro de un medio ambiente sostenible. Las mujeres, al igual que los hombres, han de beneficiarse de un trabajo decente, condición indispensable para que cualquier persona pueda llevar una vida digna según el concepto introducido por la OIT en 1999 y que consta de cuatro pilares: la creación de empleos, las normas y los derechos en el trabajo, la protección social y el diálogo social. Además, las mujeres, al igual que los hombres, han de disfrutar de los derechos humanos fundamentales tal como figuran en la Declaración de la OIT sobre Principios Fundamentales y Derechos en el Trabajo de 1998, es decir (a) la libertad sindical y la protección del derecho de sindicalización (C.87); (b) el derecho de sindicalización y de negociación colectiva (C.98); (c) la igualdad de remuneración (C100); (d) la eliminación de la discriminación en materia de empleo y de ocupación (C.111); (e) la abolición de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio (C.105), y sobre la edad minima (C.138). 3 Carta de derechos de la mujer trabajadora En los países en vías de desarrollo, los problemas a que han de hacer frente las mujeres trabajadoras se ven agravados por el subempleo, el desempleo, los conflictos y ocupaciones, el analfabetismo, la pobreza, el VIH/SIDA y la persistencia de costumbres, tradiciones y leyes que siguen considerando a las mujeres como ciudadanos de segunda clase. Puesto que las mujeres asumen un papel importante en la renovación de las sociedades y de la fuerza laboral, redunda en interés de todos los hombres y mujeres, así como de gobiernos, empleadores y sindicatos, proteger los derechos de la maternidad, al igual que los demás derechos civiles y laborales. Pese a la entrada masiva de mujeres al mercado laboral, particularmente durante las últimas dos décadas, y de su participación al desarrollo económico de sus respectivos países, la igualdad entre los sexos dista mucho de ser una realidad. Prácticamente en todo el mundo las mujeres no perciben las mismas retribuciones que los hombres aún realizando un trabajo equivalente y por tanto no se cumple el principio de salario igual por trabajo de igual valor. Las mujeres ven restringido el acceso a ciertos trabajos y profesiones, y limitadas sus 4 Carta de derechos de la mujer trabajadora oportunidades de una educación y formación profesional. Se perpetúa así la situación que viven numerosas niñas a las que se deniega su derecho fundamental a una escolarización gratuita y obligatoria. Sigue recayendo sobre la mujer el peso de las responsabilidades familiares, pero las infraestructuras diseñadas para cubrir las necesidades de las trabajadoras con dichas responsabilidades continúan siendo tremendamente inadecuadas, como si se tratara de una obligación individual y no de una responsabilidad social el dar respuesta a tales necesidades. En la mayoría de los países, las mujeres siguen siendo víctimas de la explotación y de importantes formas de discriminación económica, social y en ocasiones legal, que van en contra de sus derechos humanos fundamentales. Es aquí donde los sindicatos, mediante su compromiso a favor del conjunto de la clase trabajadora, deben desempeñar un papel preponderante para garantizar el acceso a empleos decentes para todos, lo que constituye la mejor manera de luchar contra la pobreza en el mundo. De este modo, contribuirían a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de las mujeres y conseguirían – por el bien de todos – hacer frente al desafío de cambiar el mundo a través de la igualdad y la justicia. 5 Carta de derechos de la mujer trabajadora REDEFINICIÓN DE LOS CONCEPTOS DE “TRABAJO” Y DE “TIEMPO” A la hora de encontrar soluciones para lograr una auténtica igualdad entre hombres y mujeres resulta crucial integrar una redefinición de los conceptos de tiempo y de trabajo según una perspectiva de género, y desde un punto de vista más humanista del empleo del tiempo de trabajo y de las relaciones laborales. La definición que se da a estos conceptos determina el valor acordado al trabajo realizado hoy en día mayoritariamente por las mujeres. Concepto de “trabajo” El empleo y las labores de la casa se influyen mutuamente y constituyen la totalidad del trabajo aportado a la sociedad. Todo trabajo debe ser valorado y compensado, incluyendo el efectuado por el servicio doméstico y en la economía informal. El trabajo está recompensado por un salario. Y el trabajo de cuidar a las personas dependientes en el marco familiar debería estar recompensado mediante la aportación de prestaciones y pensiones a las personas que brindan dichos cuidados. Se trata de una 6 Carta de derechos de la mujer trabajadora competencia del Estado, aunque en parte puede ser tenida en cuenta a nivel de la empresa por medio de los convenios colectivos. Sin embargo, en el seno de la empresa, la jornada laboral debería contribuir a conciliar la vida profesional, la vida privada y la vida familiar. Concepto de “tiempo” Hasta la fecha, ha prevalecido la fórmula según la cual “el tiempo es oro”. Así pues, el trabajo humano se valora como si se tratase de una mercancía más. En realidad, el tiempo “es vida”. Es por ello que las relaciones de trabajo deberían tender a la humanización de la utilización del tiempo y ser lo suficientemente flexibles como para permitir a los trabajadores y trabajadoras conciliar la vida profesional, privada y familiar. Asimilando estos dos conceptos, resulta esencial defender el principio de acciones sindicales a favor de una nueva gestión del tiempo de trabajo, más humana y más igualitaria. 7 Carta de derechos de la mujer trabajadora OBJETIVOS La solución de los problemas de las trabajadoras, que se inscriben con los del conjunto de los trabajadores y de toda la sociedad, exige que se alcancen los objetivos siguientes: • la creación de condiciones que permitan a las mujeres disfrutar de la igualdad de derechos y oportunidades en materia de empleo en lugares de trabajo sindicados y donde gocen de protección legal y social; • la eliminación de las discriminaciones basadas en el sexo, el estado civil, las responsabilidades familiares, la edad, la raza, la identidad étnica o nacional, la religión, el origen social, la discapacidad o la orientación sexual y ello en todos los ámbitos; • el cambio progresivo de mentalidades y actitudes en lo que concierne a los roles y funciones tradicionalmente asignados a hombres y mujeres. Con este fin, la agrupación Global Unions1 hará todo lo que esté a su alcance para que las mujeres disfruten de los derechos enumerados en la Carta: 1 8 La agrupación “Global Unions” está compuesta por la Confederación Sindical Internacional (CSI), las Federaciones Sindicales Internacionales (FSI) y la Comisión Sindical Consultiva ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (TUAC/OCDE). Carta de derechos de la mujer trabajadora I• DERECHO A LA EDUCACIÓN Y A LA FORMACIÓN I 1• Siendo la educación uno de los factores clave para erradicar la pobreza y para asegurar un desarrollo social y económico sostenible y la realización personal, los niños y los jóvenes de ambos sexos deben recibir una educación libre y obligatoria y disponer de iguales oportunidades de desarrollo, cualquiera que sea su condición social. Se necesitan programas de educación completos para las niñas, así como mecanismos eficaces que fomenten su escolarización. 2• Las escuelas deben preparar a los niños para una sociedad en la cual hombres y mujeres compartan responsabilidades y tareas en lo que concierne al trabajo y a la vida social y familiar. Deben eliminarse las desigualdades de acceso a la educación y a la formación en las diversas disciplinas, así como todo aquello que, en el contenido de los programas, el material didáctico y su utilización, contribuya a perpetuar el concepto superado de la división del trabajo entre hombres y mujeres lo que constituye una discriminación en detrimento de éstas. 9 Carta de derechos de la mujer trabajadora 3• Se deben lanzar campañas para ejercer presión sobre todos los gobiernos a fin de que ratifiquen y apliquen el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima y el Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil. Una vez que estén ratificados estos convenios, los gobiernos deberán elaborar planes de acción y tomar medidas para garantizar la educación de niños y niñas. El acceso a la instrucción pública gratuita y de calidad representa una condición previa necesaria a la erradicación del trabajo infantil. Hay millones de adultos sin trabajo o que no ganan lo suficiente para vivir. Una forma de poner fin al trabajo infantil es asegurarse de que sus padres tengan acceso a empleos decentes y reciban un salario mínimo que les permita vivir. 4• La formación de los adultos se inspirará en los mismos principios de igualdad. Se adoptarán medidas de acción positiva para eliminar las discriminaciones que pudieran todavía subsistir en la educación y la formación de las mujeres. 10 Carta de derechos de la mujer trabajadora II• DERECHO AL TRABAJO II Acceso al trabajo y a las promociones 5• El derecho de las mujeres al empleo es un derecho fundamental. Además, el trabajo de las mujeres contribuye de manera sensible al desarrollo económico en todas las sociedades. Deben realizarse toda clase de esfuerzos para lograr y mantener el pleno empleo. Las mujeres deben tener pleno acceso a la vida económica y su derecho a un empleo remunerado debe reconocerse en todos los países. En consonancia con el Convenio Nº 1112 de la OIT, toda discriminación debe desaparecer, concretamente en lo que concierne al acceso a los empleos y profesiones, a la educación, a la formación profesional, a la promoción y a la seguridad en el empleo. Toda división arbitraria entre tareas femeninas y masculinas debe desaparecer. 6• Tendrán que incluirse entre las prioridades sindicales, campañas para la ratificación y la aplicación efectiva del Convenio Nº 175 de la OIT sobre trabajo a tiempo parcial y del Convenio Nº 177 sobre trabajo a domicilio. 2 Convenio relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación 11 Carta de derechos de la mujer trabajadora 7• Deberán establecerse programas de acción positiva y programas sobre la integración de las perspectivas de género en los cuales participen hombres y mujeres a fin de modificar las actitudes estereotipadas y hacer frente a los efectos de las discriminaciones. Formación profesional 8• Las mujeres y las jóvenes deben disfrutar de oportunidades iguales en materia de formación y orientación profesional incluida la formación técnica en el trabajo. Hay que llevar a cabo un esfuerzo especial para que puedan acceder a la formación en nuevas tecnologías y asegurar la readaptación de las mujeres que deseen ocupar de nuevo un empleo después de haber estado ausentes del mercado laboral. Remuneración 9• La aplicación del principio de igual remuneración por un trabajo de igual valor constituye un aspecto esencial de la igualdad de derechos y un objetivo prioritario del movimiento sindical. La remuneración comprende no solamente el salario de base ordinario o mínimo, sino igualmente cualquier emolumento adicional, en metálico o en especies, así como todos los derechos y beneficios sociales que tengan su causa en la relación laboral. 12 Carta de derechos de la mujer trabajadora 10• Todos los gobiernos deberían ratificar cuanto antes los Convenios Nº 1003 y Nº 111 de la OIT, estableciendo la legislación nacional pertinente para desarrollar mecanismos proactivos destinados a detectar y eliminar las desigualdades de remuneración. Los gobiernos deben verificar las desigualdades de remuneración y facilitar estadísticas regulares sobre las diferencias existentes. Se invita a los sindicatos a hacer uso de las negociaciones colectivas para eliminar cualquier desigualdad de remuneración existente. Seguridad social 11• Toda discriminación directa o indirecta contra las mujeres en los sistemas de seguridad social debe eliminarse. Las mujeres no deben ser discriminadas en lo que respecta a su pensión a causa de interrupciones en su carrera profesional debido a las bajas de maternidad o para atender a personas dependientes. A las mismas obligaciones deben corresponder ventajas equivalentes de la forma en que resulte más favorable a todos los trabajadores, tanto mujeres como hombres, empleados en todos los sectores económicos, incluyendo los que se encuentran en la economía informal. Protección social y protección de la salud 12• Deben respetarse las normas internacionales relativas a la protección social y la protección de la salud para todos los trabajadores y trabajadoras de 3 Convenio relativo a la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor 13 Carta de derechos de la mujer trabajadora todos los sectores económicos, incluyendo la economía informal. En la perspectiva de las nuevas evoluciones y conocimientos científicos y técnicos y también de la evolución de las condiciones de trabajo, las normas aplicables exclusivamente a las mujeres deberían revisarse con miras a ampliarlas a todos los trabajadores, a excepción de aquellas relativas específicamente a la protección de la maternidad. 13• El empleador tiene la responsabilidad de asegurar a las mujeres un lugar de trabajo saludable y sin ningún tipo de violencia o acoso sexual o moral. Se velará por la incorporación de una cláusula tipo en los convenios colectivos y por el establecimiento de un procedimiento de quejas. Podría recurrirse a organizaciones independientes para controlar la aplicación de la legislación y los acuerdos concluidos en este campo. Trata de mujeres 14• La trata de mujeres constituye un grave atentado a la dignidad humana y una violación de los derechos humanos. Las mujeres y los niños/as son las principales víctimas y muchas/os acaban siendo esclavos o en la prostitución forzada. Los gobiernos deben tomar medidas eficaces para prevenir y combatir el tráfico de personas, prestando especial atención a la protección de mujeres y niños/as y perseguir con todo el rigor de la ley a los traficantes. 14 Carta de derechos de la mujer trabajadora III• PROTECCIÓN DE LA MATERNIDAD III 15• La protección de la maternidad es un deber de la sociedad. El objetivo de las medidas de protección de la maternidad es salvaguardar la salud y el bienestar de la madre y del bebé e impedir que la mujer que trabaja resulte penalizada económicamente por el hecho de dar a luz o cuidar a sus hijos. Las mujeres deben tener el derecho y la posibilidad de planificar su familia y de optar libremente por la maternidad. Estas medidas de protección no deberían afectar negativamente sus posibilidades de promoción laboral, tener un impacto negativo respecto a sus derechos en materia de pensión y de jubilación ni constituir causa de discriminación alguna. 16• Las normas mínimas de protección de la maternidad establecidas por el Convenio Nº 183 y la Recomendación Nº 191 de la OIT deben ser aplicadas. Se tomarán las medidas adecuadas para que la legislación y los convenios colectivos garanticen la aplicación de estas normas a todas las mujeres trabajadoras, casadas o no, incluidas aquéllas que trabajan en formas de empleo atípicas, a domicilio, a tiempo parcial, en las zonas francas industriales y en el servicio doméstico. 15 Carta de derechos de la mujer trabajadora 17• Durante el permiso de maternidad cualquier mujer deberá percibir una indemnización económica que le permita mantener en condiciones de salud adecuadas, tanto a ella misma como al recién nacido. Las indemnizaciones habrán de ser iguales a lo que venían percibiendo antes de dar a luz, y en cualquier caso nunca inferior a dos tercios de sus ingresos previos, o bien un equivalente que represente la cantidad que percibiría una mujer de aplicarse la tasa de dos tercios del salario medio. 18• Se adoptarán todas las precauciones y medidas necesarias para que el trabajo a realizar no entrañe riesgo alguno para la mujer embarazada o en período de lactancia, ni tampoco para el feto. Se realizarán estudios sobre los peligros que las substancias y las nuevas técnicas pueden tener sobre la función de reproducción en ambos sexos. 16 Carta de derechos de la mujer trabajadora IV• RESPONSABILIDADES FAMILIARES IV 19• Hombres y mujeres deben asumir en igualdad de condiciones las responsabilidades familiares. La sociedad tiene el deber de poner a disposición de los trabajadores y trabajadoras las infraestructuras sociales necesarias para permitirles armonizar su vida profesional y familiar. Medidas tales como la reducción general de la jornada laboral, horarios de trabajo flexibles y el acondicionamiento de los horarios escolares son susceptibles de contribuir a dicha armonización. 20• Las empresas deben promover un nuevo modelo de relaciones de trabajo, en el que la jornada laboral (nueva gestión del tiempo de trabajo) constituya un elemento central de las negociaciones, para que la vida profesional de las trabajadoras resulte plenamente compatible con su vida privada y familiar. 21• La madre y el padre debieran disponer del derecho, tras la licencia de la trabajadora en caso de maternidad o adopción, a solicitar un permiso parental sin perder los derechos inherentes al empleo, concretamente en lo que concierne la seguridad de empleo, la promoción y las ventajas sociales tales como el seguro de enfermedad, de pensión y otros. Debe alentarse a los padres a beneficiarse de su derecho a obtener un permiso de paternidad. 17 Carta de derechos de la mujer trabajadora 22• Deberán adoptarse medidas, en consonancia con el Convenio de la OIT nº 156 y la Recomendación Nº 165, con objeto de permitir a los trabajadores con responsabilidades familiares acceder al empleo, así como progresar en el mismo, particularmente facilitando una capacitación profesional continua. V V• DERECHO DE SINDICALIZACIÓN Y DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA 23• Los Convenios Nº 874 y Nº 985 de la OIT reconocen a todos los trabajadores el derecho de formar un sindicato, de afiliarse a la organización de su elección y de negociar colectivamente. El derecho de sindicalización y el derecho de negociación colectiva son derechos humanos fundamentales y representan una garantía democrática. Estos derechos se aplican también a las mujeres, sin discriminación, y son instrumentos poderosos de promoción de la igualdad de la mujer. Deben iniciarse campañas y ejercerse presiones para que todos los gobiernos ratifiquen y apliquen estos convenios. 4 5 18 Convenio relativo a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación Convenio relativo al derecho de sindicación y de negociación colectiva Carta de derechos de la mujer trabajadora VI• INTEGRACIÓN DE LAS MUJERES EN LOS SINDICATOS6 VI 24• Las mujeres buscan esencialmente en la afiliación a un sindicato no sólo la mejora de sus condiciones de trabajo sino también de sus condiciones de vida, es decir, la protección y la defensa de sus derechos e intereses como trabajadoras. 25• Las aspiraciones y reivindicaciones de las trabajadoras deben formar parte integral de las políticas y programas sindicales. El movimiento sindical, tanto a escala nacional como mundial, debe tener en cuenta el creciente número de mujeres en el mercado laboral, respondiendo a sus aspiraciones y luchando por el logro de sus reivindicaciones. 26• Debe prestarse especial atención a la organización de las mujeres -sobre todo de las más jóvenes, las emigrantes y las que trabajan en la economía informal- y a garantizar su plena participación en actividades y responsabilidades sindicales. Refuerza las organizaciones sindicales haciendo que sean realmente representativas. 6 Programa de Acción para Lograr la Igualdad de Género en los Sindicatos 19 Carta de derechos de la mujer trabajadora 27• La plena integración de las mujeres en las organizaciones sindicales constituye uno de los objetivos prioritarios del movimiento sindical internacional. A estos efectos, los sindicatos deben intensificar sus campañas de organización y deben revisarse los enfoques y las estructuras de estos últimos para responder a las aspiraciones de las trabajadoras. 28• Uno de los fines plasmados en los Estatutos de la CSI es garantizar la plena integración de las mujeres en los sindicatos y promover activamente la paridad de género en las actividades y en los órganos directivos a todos los niveles, es decir en comités ejecutivos, consejos generales, comités que tratan cuestiones económicas, en la investigación, organización, finanzas, derechos sindicales, juventud, etc. Esto implica la inclusión de mujeres en los comités/equipos de negociación a todos los niveles, la designación de un mayor número de mujeres para ocupar cargos sindicales a nivel local, nacional e internacional, y una política determinada para alentar y apoyar a las mujeres que aspiren a ocupar altos cargos a esos niveles. 29• Hay que establecer los organismos adecuados a todos los niveles de la estructura sindical para analizar los problemas que se plantean a las trabajadoras, formular propuestas para resolverlos, eliminar las discriminaciones en su contra y estimular su participación en las actividades sindicales. 20 Carta de derechos de la mujer trabajadora 30• La perspectiva de género serán integradas en todos los aspectos del trabajo de los sindicatos, incluidos aquellos que se relacionan con cuestiones relativas a la globalización de la economía, del comercio y del mercado de trabajo y a la integración regional. Una perspectiva de género implica que se tengan en cuenta las obligaciones familiares al programar actividades sindicales, y se proporcionen guarderías durante las reuniones y eventos sindicales. Las mujeres no deberían verse obligadas a tener que escoger entre su familia y el sindicato. Formación sindical 31• Como una medida de acción positiva deben emprenderse programas de formación específicos para las mujeres. Dichos programas tendrán por objetivo permitir que las mujeres, en un primer tiempo, conozcan sus derechos y adquieran confianza en sí mismas; pero también tendrán como objetivo formar mujeres sindicalistas para asumir funciones a todos los niveles de las organizaciones sindicales. 32• Resulta esencial desarrollar un programa de capacitación sindical basado en los valores de igualdad y que favorezca las relaciones de igualdad entre mujeres y hombres. Los/las activistas sindicales en todas las organizaciones deberán recibir formación adecuada sobre igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. Habrá que organizar además cursos especiales de sensibilización para responsables y dirigentes 21 Carta de derechos de la mujer trabajadora sindicales -hombres y mujeres- a fin de concienciarlos respecto a la importancia de integrar la perspectiva de género y la igualdad en el trabajo sindical en su conjunto. Es esencial un cambio de mentalidad y de actitud de su parte para lograr una verdadera articulación de las perspectivas de género (igualdad/paridad entre hombres y mujeres) en todas las políticas, acciones y programas sindicales. 33• Los sindicatos deberían constituir un entorno seguro, libre de acoso sexual, tanto para las mujeres como para los hombres. Los sindicatos deben adoptar medidas efectivas con objeto de eliminar este comportamiento de cualquier actividad y evento sindical. Solidaridad en la diversidad 34• Los sindicatos deben obrar como una fuerza de impulsión para promover la solidaridad entre las mujeres, y entre mujeres y hombres. Los sindicatos deben iniciar actividades específicas destinadas a poner fin a las barreras y obstáculos que encuentran las mujeres a causa de factores tales como los conflictos y ocupaciones, la raza, el idioma, el origen étnico, la cultura, la religión, la edad, la discapacidad, la orientación sexual o la clase socio-económica, o por el hecho de formar parte de un determinado pueblo indígena, ser emigrantes, desplazadas o refugiadas. 22 LLAMAMIENTO La CSI y sus organizaciones regionales piden a sus organizaciones afiliadas, a las Federaciones Sindicales Internacionales a los gobiernos, a las Naciones Unidas y a sus agencias especializadas, y en particular a la Organización Internacional del Trabajo, así como también a todas las otras fuerzas progresistas democráticas, que se comprometan a promover y poner en vigor los principios enunciados en la presente Carta. NOTAS CSI Confederación Sindical Internacional 5 Bld du Roi Albert II, Bte 1 1210 Bruselas - Bélgica Tel: +32 2 2240211• Fax: +32 2 2015815 E-mail: [email protected] Web Site: http://www.ituc-csi.org