SUEÑO A MI COMUNIDAD

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SUEÑO A MI COMUNIDAD
PARÁBOLA
"Recuerdo una mañana en que había descubierto una crisálida en la corteza de un árbol en
el momento en que la mariposa rompía la envoltura y se preparaba a salir. Esperé un largo
rato; pero tardaba demasiado y yo tenía prisa. Nerviosa me incliné y me puse a calentarlo
con mi aliento. Yo la calentaba impaciente, y el milagro empezó a realizarse delante de mí,
a un ritmo más rápido que el natural.
La envoltura se abrió y la mariposa salió arrastrándose y no olvidaré jamás el horror que
experimenté entonces: sus alas no estaban todavía desplegadas y con su pequeño cuerpo
tembloroso se esforzaba en desplegarlas. Inclinada sobre ella, le ayudaba con mi aliento...
en vano. Era necesaria una paciente maduración y el despliegue de las alas debería hacerse
lentamente al sol, ahora era demasiado tarde. Mi aliento había obligado a la mariposa a
mostrarse completamente arrugada, antes de hora, se agitó desesperada y algunos segundos
más tarde murió en la palma de mi mano.
Hoy lo comprendo bien: forzar las leyes de la naturaleza es un pecado mortal. No
debemos apresurarnos, no debemos impacientarnos. Hay que seguir con
confianza el ritmo eterno"
CANTO A LA COMUNIDAD:
Mi comunidad ha sido con frecuencia mi cruz, en tensión constante, mi
blasón y mi gloria, la que mantiene "en jaque" mi vida religiosa.
Mi comunidad: mi dolor y mi gozo, ideal siempre visto a lo lejos y nunca
conseguido, algo así como esa "Tierra prometida" en la que piso, pero que no
llego a conquistar ni gozar.
Mi comunidad... siempre la Comunidad en la que se vuelcan mis quejas y
autojustificaciones y también mis dolores y mis conquistas, a la que vuelvo siempre
y de la que a veces quiero huir,
Mi comunidad vuelve a ser hoy motivo de mi oración, de mi reflexión, de
mi dolor y gozo... Mi comunidad concepcionista en la que he ido creciendo desde
que me acogió hace tantos años, de la que me he alimentado como de una
madre;... Mi comunidad que ha sido como la tierra "humus" en la que germinan
mis semillas... Mi comunidad que va transformando su rostro a lo largo de los años
que no acabo de verla "a mi gusto", que no acabo de sentirla como "la esposa
engalanada y bella que se viste para las Bodas del esposo". Mi comunidad
concepcionista a la que quiero a pesar de todo... y a la que me gustaría desentrañar
para buscar su "rostro Nuevo". Mi comunidad, de la que siento que va
descubriendo su Nuevo Rostro pero ¡tan despacio! Su metamorfosis se está
haciendo tan lentamente que siento la tentación del hombre de la leyenda, de darle
calor, aliento rápido... para que salga la mariposa, y a la que puedo ocasionar como en el cuento- la muerte irremediable.
Mi comunidad es también mi vocación. Es mi propia metamorfosis la que
hace posible el crecimiento de la comunidad...
LECTURA EVANGÉLICA: (Is. 41,10.13-14; 43,1)
"No temas, que contigo estoy yo...
Porque yo, Yahveh, tu Dios, te tengo asido por la diestra
No temas, yo te ayudo,
No temas gusano de Jacob... te he llamado por tu nombre. Tú eres mío"
METAMORFOSIS: (se pueden proyectar las fases de este cuento, o trasparencias…)
FASE ORUGA:
Y es que soy pequeña, pobre, un Anawin y, a veces, me siento así como una
pequeña oruga, un pequeño gusano que se arrastra, que está sucio. Hay algo en mí
que no me gusta, que siento puede ser no positivo en mi comunidad. Hoy, deseo
ponerlo ante ti, Señor. Necesito decírtelo, necesito expresarte mi pequeñez para
que me ayudes cuando aparezca, para que pueda superarla y no ser así causa de
sufrimiento para mis hermanas y para mí misma.
(En unos momentos de silencio ponemos ante el Señor esa debilidad que cada una
cree podría ser obstáculo en la creación de un clima fraterno. Una vez reconocida la
confiamos a su misericordia).
FASE CAPULLO DE SEDA:
Pero este gusano feo lleva tanta grandeza dentro. De Él mismo sale el hilo
de seda. Dentro de mí hay también tanta dulzura, tanta suavidad. (Qué grande
me has hecho! (Cuántos dones me has regalado!. Pero no son para guardármelos,
para ocultarlos. Me los das para que los ponga al servicio de la Comunidad, de
cada una de mis hermanas. Y al darlos en gratuidad, yo misma me voy renovando,
me voy transformando.
FASE MARIPOSA:
Sí, sólo así llegaré a ser mariposa blanca que revolotea por entre las
flores..... Sólo cuando sepa reconocer mi miseria y mi grandeza podré trabajar por
crear comunidad, porque es entonces cuando me recreo a mí misma... pero
despacio, muy despacio, sin prisas, pero sin pausas...
MI SUEÑO DE COMUNIDAD:
Hoy… quiero soñar con mi comunidad... ¿Es posible vivir toda la vida en letargo?
Y es que, el letargo no es metamorfosis y puedo sentir, a veces, más letargo que
metamorfosis en el nacimiento de mi Comunidad.
Por eso, Señor, déjame a tu lado soñar: soñar mi comunidad como Tú la
sueñas, como la soñó M. Carmen Sallés para la vida Concepcionista, como la sueña
María Inmaculada: la Meta y el sueño de toda religiosa concepcionista.
Quiero soñar y que estos sueños tengan el dichoso despertar de creer y
saber que estoy haciendo comunidad, que mi comunidad sale del letargo y entra en
proceso de metamorfosis. Soñemos juntas:
- Sueño a mi Comunidad haciendo la experiencia viva de Jesucristo: viviendo a
Cristo en su mente y en su corazón y teniéndole cada día tan vivo que se note en
sus palabras y gestos.
- Sueño a mi Comunidad compartiendo esta experiencia de Jesucristo
haciendo de Él el alimento cotidiano. Sueño el día en que nos digamos de corazón:
"Te entrego al Jesucristo de mi vida; dame el tuyo".
- Sueño a mi comunidad viviendo de la Palabra de Dios: siendo la Palabra
su alimento cotidiano, haciendo de Ella la Fuente de sus conversaciones, de sus
criterios, de sus análisis de (tantas otras palabras como escuchamos...!.
- Sueño a mi Comunidad que se viste de Fiesta cada mañana para celebrar la
Eucaristía: la mesa del Pan y la Palabra, que se hace Eucaristía para cada
hermana, que se entrega en Ofertorio constante y que sale más gozosa aún que
entró para ser "Eucaristía para el mundo". Sí, sueño a mi Comunidad viviendo,
sintiéndose, siendo Eucaristía".
- Sueño a mi Comunidad trabajando codo a codo en el campo del Señor,
colaborando todas en la siembra y en la cosecha, respetando también las malas
hierbas que brotan, dejando que la semilla sembrada en el corazón de cada hombre
vaya fructificando, teniendo la paciencia histórica del Evangelio (Cf Mc. 4, 26-28)
- Sueño a mi Comunidad, lugar de perdón y fiesta; lugar en que es posible el
pecado y el cansancio y la traición... porque es más posible aún el perdón y la
acogida, el olvido del mal y la comprensión...
- Sueño a mi Comunidad en la que la autoridad se ponga en el lugar de Cristo,
que revista de sus actitudes y se "ciña la toalla" para lavar los pies y vaya en busca
de cada hermana y se acerque a ella con la palabra oportuna y le dé un beso, o una
corrección... siempre desde el amor.
- Sueño a mi Comunidad que camina sin prisas pero sin pausas en la
construcción de un Proyecto Comunitario, fruto de los proyectos
personales compartidos.
- Sueño a mi Comunidad capaz de acoger a la hermana débil, de curar a la
enferma, de perdonar a la que ha desertado,... que es capaz de lanzarse en la
búsqueda de los más desposeídos de la tierra y vivir con ellos...
- Sueño a mi Comunidad que vive en permanente estado de conversión, en la
tensión constante de ser evangelizada y evangelizadora.
- Sí, Sueño a mi Comunidad que vive en permanente tensión de espíritu:
- enamorándose cada día de Jesucristo
- Compartiendo Fe, vida y Misión
- Caminando gozosa en la esperanza hacia el Banquete comunitario
Eterno.
- Sintiendo la mirada y el calor maternal de María Inmaculada: la matriz
engendradora de vida.
- Amándonos sencillamente unas a otras...
- Viviendo la amistad con gozo y libertad
- Luchando con ánimo esforzado en la construcción del reino
- Abriendo la Puerta a todos los hijos del mismo Padre... y
- Siendo anuncio de la Nueva Humanidad.
¿Te atreves a soñar y a construir una Comunidad así?
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