10 Juicio No. 660-2011 Jueza Ponente: Dra. Paulina Aguirre Suárez

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Juicio No. 660-2011
Juicio No. 660-2011
Jueza Ponente:
Dra. Paulina Aguirre Suárez
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.- Quito a,
VISTOS: (660-2011) En virtud de que las Juezas y Juez abajo firmantes, hemos sido
debidamente designados por el Consejo de la Judicatura de Transición, mediante Resolución
No. 004-2012 de 25 de enero del 2012; y, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, mediante
Resolución de 30 de enero del 2012, nos designó para integrar esta Sala Especializada; y
conforme el acta de sorteo que consta en el expediente, somos competentes para conocer la
presente causa.- Antecedentes: En el juicio ordinario de nulidad sentencia ejecutoriada que
siguen Oswaldo Enrique Molestina Noboa y Alberto Xavier Cañizares Garaicoacontra
Empresa VETORE S.A., representa por Otto Xavier Orellana González,
la
la demandada
interpone recurso de hecho ante la negativa al de casación que presentara respecto de la
sentencia de mayoría dictada por la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias
Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Guayas, el 3 de febrero de 2011, a las 15h00,
que aceptando el recurso de apelación, reforma el fallo del juez de primer nivel, en cuanto a la
condena en costas a la demandada.- El recurso se encuentra en estado de resolver, para el
efecto, la Sala hace las siguientes consideraciones: PRIMERO: Competencia: Este Tribunal
dela Sala es competente para conocer el recurso de casación en virtud de lo dispuesto en el
artículo 184 numeral 1 de la Constitución de la República del Ecuador, el Art. 190.1 del Código
Orgánico de la Función Judicial y el Art. 1 de la Ley de Casación; por cuanto el recurso de
hecho ha sido aceptado y por ende se ha admitido a trámite el recurso de casación, por la Sala
de lo Civil, Mercantil y Familia de la Corte Nacional de Justicia, mediante auto de 24 de
noviembre del 2011; las 11h50, por cumplir con los requisitos de procedencia, oportunidad,
legitimación y formalidades en la forma dispuesta en el Art. 6 de la Ley de Casación; y, por
corresponder a este Tribunal la resolución del recurso de casación, en virtud del sorteo
realizado acorde a lo previsto en el Art. 183, inciso quinto del Código Orgánico de la Función
Judicial, conforme obra de la razón precedente.- SEGUNDO.- Fundamentos del recurso de
casación: Lacasacionista fundamenta su recurso en la causal cuarta del artículo 3 de la Ley
de Casación, por haber resuelto en la sentencia aspectos que no fueron materia del litigio,
violando los preceptos de los Arts. 273 y 274 del Código de Procedimiento Civil y los Arts. 9 y
125 del Código Orgánico de la Función Judicial.- En estos términos fijan el objeto del recurso y,
en consecuencia, lo que es materia de análisis y decisión de la Sala de Casación en virtud del
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principio dispositivo consagrado en el Art. 168.6 de la Constitución de la República y regulado
por el Art. 19 del Código Orgánico de la Función Judicial.- TERCERO.- Cargos contra la
sentencia:3.1.- Con cargo en la causal cuarta del Art. 3 de la Ley de Casación, el recurrente
expresa: Que existe falta de aplicación de los Arts. 273 y 274 del Código de Procedimiento
Civil, en cuanto a que las sentencias deben resolver únicamente los puntos sobre los que se
trabó la litis; y que aquellas deben resolver los puntos materia de la resolución fundados en la
ley y en los méritos del proceso.- Que no se aplica la disposición contenida en el Art. 9 del
Código Orgánico de la Función Judicial respecto al principio de imparcialidad y que en todos los
procesos, las juezas y jueces deberán resolver siempre las pretensiones y excepciones que
hayan deducido los litigantes; e igualmente la falta de aplicación del Art. 125 de ese Código,
respecto a la responsabilidad administrativa de las juezas, jueces, servidoras y servidores
judiciales en la sustanciación y resolución de las causas por violación de derechos y garantías
constitucionales en la forma prevista en los Arts. 75, 76 y 77 de la Constitución; normas que
consagran los principio de acceso gratuito a la justicia y a recibir una tutela efectiva, imparcial y
expedita de sus derechos e intereses; las garantías al debido proceso, en especial el derecho a
la defensa y a que las resoluciones de las autoridades públicas administrativas o judiciales
deberán ser motivadas.- Añade el casacionista que no se ha aplicado la norma del inciso
segundo del Art. 140 del Código Orgánico de la Función Judicial, relativo a que las juezas y
jueces no podrán ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los que
hayan sido alegados por las partes.- Finalmente expresa el recurrente que se ha aplicado
indebidamente las disposiciones de los Arts. 283 y 284 del Código de Procedimiento Civil,
respecto a que las juezas y jueces, en las sentencias y autos se condenarán al pago de costas
procesales a la parte que hubiere litigado con temeridad o procedido de mala fe; y que en los
casos de condena en costas, se determinará en la misma resolución la cantidad que el
acreedor deberá satisfacer al acreedor por los honorarios del defensor o defensores,
determinación que será susceptible de los mismos recursos que el fallo principal.- Argumenta
el recurrente que en la sentencia de mayoría se dispone el pago de costas procesales que
jamás fueron reclamadas por la parte accionante en la demanda, extralimitándose en sus
facultades, al considerar que ha actuado con temeridad y mala fe en la sustanciación de la
causa, cuando en legítimo uso de su derecho de defensa planteó como excepciones la de
improcedencia de la demandada por estar ejecutada la sentencia, conforme el Art. 300 del
Código de Procedimiento Civil, así como la alegación de los demandantes de falta de citación
en el juicio principal, cuando tal diligencia se
practicó conforme a la ley, conforme la
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certificación del citador; no siendo aplicable la norma del Art. 299 del mismo Código como
sostienen los actores, lo que argumentó, dice el recurrente, en su escrito de excepciones, lo
que no puede aceptarse que haya litigado de manera temeraria y de mala fe.- CUARTO:
Motivación: Conforme el mandato contenido en el Art. 76, numeral 7, letra l) de la Constitución
de la República, las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá
motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se
funda o no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho establecidos
en el proceso.- La falta de motivación y por lo mismo de aplicación de la norma constitucional
en referencia ocasiona la nulidad de la resolución.- Cumpliendo con la obligación constitucional
de motivación antes señalada, este Tribunal fundamenta su resolución en el análisis que se
expresa a continuación: Con respecto a las imputaciones propuestas por el recurrente, este
Tribunal hace las siguientes estimaciones: 4.1.- La causal cuarta de casación corresponde a:
“Resolución, en la sentencia o auto, de lo que no fuera materia del litigio u omisión de
resolver en ella todos los puntos de la litis”.- Los vicios que configuran la causal cuarta son
relativos a la inconsonancia o incongruencia resultante de la comparación entre la parte
resolutiva del fallo con las pretensiones de la demanda y las excepciones deducidas, esto es, el
asunto o asuntos que son materia de la litis. Los vicios que tipifican a la causal cuarta afectan
al principio de congruencia, que consiste en la concordancia que debe haber entre las
pretensiones de la demanda, los medios de defensa o contrademanda deducidos por la parte
demanda, y la resolución del juez, a lo que la doctrina y jurisprudencia llama congruencia
externa; y, la interna, que consiste en la concordancia entre la parte motiva y la resolutiva de la
sentencia.El principio de la congruencia delimita el contenido de la sentencia en cuanto ésta
debe pronunciarse de acuerdo con el alcance de las pretensiones, impugnaciones y
excepciones o defensas oportunamente aducidas, a fin de que exista identidad jurídica entre lo
pedido y lo resuelto. Acorde a la doctrina y la jurisprudencia, esta incongruencia, que es un
error de procedimiento o vicio de actividad, puede tener tres formas o aspectos: 1) Cuando se
otorga más de lo pedido (plus o ultra petita); 2) Cuando se otorga algo distinto a lo pedido, es
decir se decide sobre puntos que no son objeto del litigio (extrapetita); 3) cuando se deja de
resolver sobre algo pedido (citra o mínima petita).- Para que los cargos por la causal cuarta
procedan, el escrito de casación debe contener: 1. El señalamiento de los puntos que
configuran el objeto del litigio, refiriéndose a las pretensiones de la demanda o reconvención, a
las excepciones y a las conclusiones del fallo. 2. La concreción del punto o puntos que se han
resuelto sin ser parte del litigio (extra petita), o de la cuestión o cuestiones que se han resuelto
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en demasía o más allá de lo pedido (ultra petita), o la especificación de los aspectos que no se
han resuelto habiendo sido parte del litigio (citrapetita). 3. La determinación de la norma o
normas jurídicas infringidas con los antes referidos vicios.- 4.2.- Con respecto a la condena en
costas procesales, este Tribunal estima que, de acuerdo con lo previsto en los 66, 67 numeral
4, 99 y 102 numeral 2 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia en el Art. 269 y 273
del mismo Código, constituye la materia de la litis la pretensión del actor contenida en la
demanda, esto es, la cosa, hecho o cantidad que se exige y las excepciones propuestas por el
demandado al contestar la demanda en oposición a aquella; en tanto que la condena en costas
es un elemento incidental del proceso, que constituye una sanción pecuniaria que puede o no
imponerla el juzgador, si considera que una de las partes ha actuado con temeridad o mala fe
en la causa; consecuentemente no forma parte de la litis, no es la cuestión principal sometida a
decisión de la jueza o juez, sino que puede o no producirse dependiendo de la conducta
procesal adoptada por las partes a lo largo del proceso.- A esto es necesario agregar que elArt.
283 del Código de Procedimiento Civil, establece que en las sentencias o autos se condenará
al pago de las costas judiciales a la parte que hubiere litigado con temeridad o procedido de
mala fe, potestad que es exclusiva del juzgador, sin que la ley establezca como condición que
el pago de las costas procesales debe ser expresamente reclamada por las partes, sino como
la decisión de la jueza o juez al momento de dictar sentencia.- En este sentido, la Sala de lo
Civil y Mercantil de la actual Corte Nacional de Justicia, se ha pronunciado expresando: “Al
respecto este Tribunal estima que la calificación de la temeridad o mala fe procesal, es de
competencia exclusiva de las juezas o jueces de segunda instancia, pues de ello depende la
condena al pago de costas.- El tema de la temeridad y la condena en costas no es la parte
sustancial de la resolución de la causa, no es el asunto principal sobre el que se ha trabado la
litis, sino un aspecto incidental en la sentencia, que puede o no ocurrir, consecuentemente no
es materia de casación de una sentencia; por tanto, siendo una de las condiciones
fundamentales para la existencia de la causal primera del Art. 3 de la Ley de casación que el
error haya sido determinante de la parte dispositiva de la sentencia, y la declaración de
temeridad o mala fe no lo es, no se cumple con uno de los presupuestos sustanciales para
dicha causal.” (Sentencia de 25 de octubre del 2012, causa No. 1050-2011).- 4.3.- No obstante
lo expresado en párrafos anteriores, es necesario considerar que de acuerdo con lo previsto en
el Art. 75 de la Constitución de la República, toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la
justicia y a recibir de ella una tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses,
con sujeción a los principios de inmediación y celeridad, sin que en ningun caso pueda quedar
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en indefensión.- La propia Constitución en el Art. 11, referente a los principios que regulan el
ejercicio de los derechos fundamentales de los ciudadanos, en el numeral 3 expresa que los
derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de
derechos humanos, serán de directa inmediata aplicación por y ante cualquier servidora o
servidor público, administrativo o judicial, de oficio o a petición de parte; y en el numeral 5 de
esa disposición, se establece que en materia de derechos y garantías constitucionales, las
servidoras y servidores públicos, administrativos o judiciales, deberán aplicar la norma y la
interpretación que más favorezca su efectiva vigencia.-Dentro de este contexto, en cuanto al
carácter supremo de las normas constitucionales, tenemos que el Art. 124 de la Constitución
establece: “La Constitución es la norma suprema y prevalece sobre cualquier otra del
ordenamiento jurídico. Las normas y los actos del poder público deberán mantener conformidad
con las disposiciones constitucionales; en caso contrario carecerán de eficacia jurídica. La
Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado que
reconozcan derechos más favorables a los contenidos en la Constitución, prevalecerán sobre
cualquier otra norma jurídica o acto del poder público”.- En concordancia con esta disposición,
el Art. 425, inciso primero, de la misma Constitución dispone: “El orden jerárquico de aplicación
de las normas será el siguiente: La Constitución; lostratados y convenios internacionales; las
leyes orgánicas; las leyes ordinarias; lasnormas regionalesy las ordenanzas distritales; los
decretos y reglamentos; las ordenanzas; los acuerdos y lasresoluciones; y los demás actos y
decisiones de los poderes públicos.”.- Finalmente, el Art. 426, de la Carta Constitucional
establece: “Todas las personas, autoridades e instituciones están sujetas a la Constitución.Las
juezas
y
jueces,
autoridades
administrativas
y
servidoras
y
servidores
públicos,
aplicarándirectamente las normas constitucionales y las previstas en los instrumentos
internacionales dederechos humanos siempre que sean más favorables a las establecidas en la
Constitución, aunquelas partes no las invoquen expresamente.Los derechos consagrados en la
Constitución y los instrumentos internacionales de derechoshumanos serán de inmediato
cumplimiento y aplicación. No podrá alegarse falta de ley odesconocimiento de las normas para
justificar la vulneración de los derechos y garantíasestablecidos en la Constitución, para
desechar la acción interpuesta en su defensa, ni para negar elreconocimiento de tales
derechos.”.- En consecuencia, en materia de derechos y garantías constitucionales de las
personas, previstos tanto en la Constitución como en los tratados internacionales de derechos
humanos suscritos por el Estado Ecuatoriano, la aplicación directa de tales derechos y
garantías no solamente constituye una facultad de las juezas y jueces, sino, y sobre todo, una
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obligación insoslayable, que debe cumplir a efecto de que tales derechos y garantías tengan
una efectiva aplicación, por el carácter jerárquico
y supremacía de
las Normas
Constitucionales atento a los principios de aplicación directa, supremacía y tutela efectiva
señalados anteriormente.- 4.4.-
En el presente caso, a criterio de este Tribunal con la
sentencia de mayoría de la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materiales
Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Guayas expedida el el 3 de febrero de 2011, a
las 15h00, que aceptando el recurso de apelación interpuesto por los actores, reforma el fallo
del juez de primer nivel, en cuanto a la condena en costas a la demandada, que incluye el
pago de honorarios de los abogados defensores de la parte actora en el valor de U.S. $
5.000,00 dólares de los Estados Unidos de Norteamérica, se han violado uno de los derechos
fundamentales al debido proceso, como es el derecho a la defensa, consagrado en el Art. 76,
numerales 1 y 7, letras c), h) y l) de la Constitución que disponen: “En todo proceso en el que
se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido
proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:1. Corresponde a toda autoridad
administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las
partes.7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías:c) Ser
escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones.h) Presentar de forma verbal
o escrita las razones o argumentos de los que se crea asistida yreplicar los argumentos de las
otras partes; presentar pruebas y contradecir las que se presenten ensu contra.l) Las
resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en
laresolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica
lapertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos,
resoluciones ofallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las
servidoras oservidores responsables serán sancionados.” .- Esto acurre por cuanto,
Considerando Cuarto del
en el
fallo de segunda instancia, el Tribunal de Apelación expresa:
“CUARTO: El demandado Otto Xavier Orellana González, por los derechos que representa
como gerente general de la compañía VETORE S.A. dedujo sus excepciones constante a fojas
80 y en la junta de conciliación (foja 94) se ratificó en sus excepciones, entre éstas constan la
alegación de que la sentencia cuya nulidad se demanda está ejecutada, que el juez es
incompetente, que no hay lugar para las pretensiones de la contraparte para que se declare la
nulidad de la sentencia dictada en el juicio verbal sumario de inquilinato No 519-2004 y pide se
rechace a su decir la absurda demanda. Sin que conste que haya probado sus afirmaciones,
subsumiéndose su conducta procesal a lo señalado en el considerando precedente (condena
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en costas a quien haya litigado con temeridad o mala fe)”.-En un proceso judicial, el
demandado ejerce su derecho a la defensa precisamente a través de la contestación a la
demanda al proponer todas las excepciones de las cuales se crea asistido para contrarrestar
las pretensiones del actor; precisamente en base al derecho constitucional al debido proceso,
que incluye el derecho a la defensa, como es el de presentar sus razones, argumentos y
contradecir aquellos propuestos por la parte contraria; por estas consideraciones, sancionar al
demandado por no haber demostrado sus aseveraciones en la contestación de la demanda,
estimando que la falta de prueba de sus excepciones constituye
temeridad o mala fe al
momento de intervenir en el litigio, es una forma grave de limitar e incluso impedir el ejercicio de
derecho a la defensa, en los términos explicados anteriormente.- Tal razonamiento de los
jueces de mayoría de la Sala de Apelación en el sentido de que las excepciones deben
probarse siempre, so pena de ser condenado en costas, deriva en un argumento ilógico,
arbitrario, y por ende, carente de motivación, que, como ya indicó, es uno de los requisitos
sustanciales para la validez de los actos y resoluciones de las autoridades administrativas y
judiciales.-La motivación no es simplemente la enunciación en la sentencias de normas
jurídicas o principios de derecho, sino una explicación razonada que hace el juzgador de por
qué las considera aplicables al caso que se juzga, de lo contrario, se trata de una aparente
motivación que en realidad oculta una argumentación arbitraria. Como señalael autor Sergi
Guash Fernández: "Las partes han de procurar que la prueba practicada lleve al órgano
jurisdiccional a la convicción de sus respectivas posiciones. Una vez que ha llegado a esta
convicción es éste el que ha de persuadir, en su resolución a las partes, a la comunidad jurídica
y a la sociedad en general de los fundamentos probatorios que avalan la versión de lo sucedido
y de la razonabilidad de la aplicación de la normativa invocada. De esta manera, la motivación
se concreta como criterio diferenciador entre racionalidad y arbitrariedad. Un razonamiento será
arbitrario cuando carezca de todo fundamento o bien sea erróneo. Se trata, en definitiva, del
uso de la racionalidad para dirimir conflictos habidos en una sociedad que se configura
ordenada por la razón y la lógica... con la distinción del contexto de descubrimiento y del
contexto de justificación es posible concebir la motivación de las sentencias como la
justificación de la decisión tomada. No puede, por lo tanto, decirse que la motivación sea un
simple expediente explicativo. Fundamentar o justificar una decisión es diferente a explicarla.
Mientras para fundamentar es necesario es dar razones que justifiquen un curso de acción, la
explicación requiere la simple indicación de los motivos o antecedentes causales de una
acción... la motivación opera como una verdadera justificación racional de la sentencia en el
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sentido amplio del concepto. Desde esta perspectiva, el órgano jurisdiccional debe justificar los
argumentos racionales que son fundamento de la decisión, sobre todo, cuando se trata de
elementos valorativos. La motivación debe mostrar que la decisión está legal y racionalmente
justificada sobre la base de aquellos elementos (premisas) que la fundamentan. Justificar o
fundar una decisión consiste, en definitiva, en construir un razonamiento lógicamente válido con
independencia de si las razones son pensadas antes, durante o después de tomar la decisión...
la corrección de estos razonamientos jurídicos derivará, no sólo de la validez de su
razonabilidad formal o sometimiento a las reglas de la lógica, sino también de su adecuación a
los valores y principios jurídicos reconocidos en la Constitución”. (El Hecho y el Derecho en la
Casación Civil,
J. M. Bosch, Barcelona, 1998,pp. 444 y ss.).-QUINTO: La falta de motivación
tiene como consecuencia la nulidad del acto de la autoridad pública, en aplicación de la norma
del Art. 76, numeral 7 letra l) de la Constitución de la Republica, en este caso de la sentencia
de mayoría dictada por la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales
de la Corte Provincial de Justicia de Guayas, el 3 de febrero de 2011, a las 15h00.-Por los
argumentos antes expuestos, este Tribunal de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte
Nacional de Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO
DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA,CASA la sentencia de mayoría dictada por la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil,
Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Justicia de Guayas, el 3 de febrero
de 2011, a las 15h00; y, en su lugar dicta sentencia de mérito, confirmando el fallo de primer
nivel.- Entréguese al recurrente la cantidad consignada como caución.- Sin costas.Notifíquese.-
Dra. Paulina Aguirre Suaréz
JUEZA NACIONAL
Dra. Maria Rosa Merchán Larrea
JUEZA NACIONAL
Dr. Wilson Andino Reinoso
JUEZ NACIONAL
Certifico.-
Dra. Lucía Toledo Puebla
SECRETARIA RELATORA
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