Internado Nacional Barros Arana Psicología y Filosofía Profesor Daniel Curiche

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Internado Nacional Barros Arana
Departamento de filosofía
/
Psicología y Filosofía
Profesor Daniel Curiche
Guía de Estudio nº 4
Memoria, aprendizaje e inteligencia
Aprendizajes Esperados:
 Identifican y describen los procesos cognitivos fundamentales, reconociendo su funcionamiento
integrado en el comportamiento humano.
 Observan y reconocen en sí mismos y en otras personas la manifestación de los procesos
estudiados y aplican en forma inicial pero adecuada los conceptos y distinciones fundamentales
para la memoria, inteligencia, aprendizaje.
 Reconocen creencias personales erróneas sobre la naturaleza y funcionamiento de los procesos
cognitivos, ampliando la visión sobre las propias posibilidades cognitivas
Recordar es para nosotros una actividad muy común, y el olvidar en ocasiones pasa
desapercibido. Cómo volver a casa, el nombre de nuestros padres, la edad que poseemos, son cosas
que no olvidamos, pero olvidamos cosas simples como en qué consistía el almuerzo de dos días atrás, o
tres, lunes atrás, o dónde pusimos las llaves… estas cosas nos pasan muy a menudo, pero muy pocas
veces nos detenemos a pensar: ¿Por qué suceden estas cosas?
Intenta recordar algo que haya sucedido hace mucho tiempo, el recuerdo “más lejano” ¿Qué has
recordado? ¿Cuál ha sido tu “primer” recuerdo?, ¿Por qué crees que recuerdas tal evento y no otros?
¿Por qué crees que es tan difícil recordar cosas de nuestra infancia?
Alfred Adler, psicólogo y teórico de la personalidad, escribió: “el primer recuerdo es la visión
fundamental de la vida de un individuo, la primera cristalización satisfactoria de su actitud… no
descubrirás nunca una personalidad sin preguntar por sus primeros recuerdos”.
Posiblemente la razón de por qué tenemos tan pocos recuerdos de nuestra niñez se deba a que
no disponíamos de las herramientas, es decir, no contábamos con las palabras para poder organizar y
almacenar. O tal vez, en términos freudianos, los hemos reprimidos. Freud, plantea que olvidamos
muchos de nuestros sentimientos y experiencias infantiles por resultarnos “problemáticos” o
desagradables.
Otro punto a considerar, cuando hablamos de nuestros recuerdos de infancia, o aquellos
recuerdos que nos son vagos, sucede que muchas veces distorsionamos tales recuerdos con historias
que hemos oído, o fotografías que hemos visto. Por ejemplo, en ocasiones podemos recrear imágenes,
situaciones por medio de nuestra imaginación, a tal punto de llegar a confundirlos con los verdaderos
recuerdos. En otros términos, nos “recreamos recuerdos” a partir de historias que hemos oído de otros o
fotografías que hemos visto de nosotros mismos, además de nuestras propias pretensiones o deseos
(cómo nos hubiese gustado que fuera, o sucediera algo).
Para poder resolver las interrogantes planteadas al principio debemos aprender acerca de cómo
es que funciona nuestra memoria, para luego tratar acerca de los mecanismos relativos a la generación
de recuerdos y, posteriormente, a las causas por las cuales olvidamos.
Cómo funciona la memoria
La memoria tiene lugar en función de tres pasos básicos.

Codificación: Ordenamiento o clasificación de la información, requisito para poder guardarla. La
codificación consiste en utilizar algún procedimiento para organizar la información dándole algún
significado, principalmente ordenar los datos de la percepción y relacionarlos con los mapas
cognitivos que cada uno tiene. La información que no ingresa con algún tipo de conexión
significativa es difícil de recuperar.

Almacenamiento: Proceso de guardar la información, en el que influye la repetición de la
información y la posibilidad de ejercitarla.
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
Recuperación: Capacidad de traer la información guardada para usarla en el presente. La
posibilidad de recuperar dependerá de cuán bien se codificó, cuán bien se almacenó y de los
factores afectivos que estuvieron presentes en la experiencia registrada.
Nota: Aunque no se mencione, es necesario como paso previo a estos tres que exista Atención, que
forma parte de la percepción, la atención nos permite enfocarnos en un evento o escena en
particular, si no hay atención es como si no nos diéramos cuenta de lo pasa alrededor, no
obtendríamos información y, así, será imposible que se lleven a cabo los pasos antes
mencionados.
En consecuencia con la teoría del funcionamiento de la memoria, podemos contar con los siguientes
tipos de memoria:
1). Memoria sensorial.
Es como una cámara fotográfica. Toma una “imagen” instantánea de lo que ve, oye, o siente.
Durante una fracción de segundos el cerebro absorbe todos los aspectos de una cosa, por
ejemplo: de esta habitación, el olor, los colores, etc. esta información está constituida por la pura
realidad frente a la cual puede reaccionar introduciéndola en la memoria, o bien ignorándola, y por
tanto olvidando.
2). Memoria a corto plazo (o de trabajo)
Es la memoria activa, aquella que tiene la información que estamos utilizando en este momento.
Esta memoria incluye la información que estamos usando a partir de la memoria sensorial y lo que
hemos recuperado de la memoria de largo plazo. La memoria de corto plazo sólo utiliza aquella
información que le será de utilidad para una determinada actividad, desechando la información
restante. Sería imposible para nosotros abocarnos a una tarea, o conversación, si se nos
agolparan rodos los recuerdos hemos gravado a lo largo de la vida.
El repaso ayuda a retener la información en la memoria de corto plazo. Sin la “atención” no se
puede guardar nada. Para la memoria de corto plazo la información ha de ser reducida, puesto que
su capacidad es reducida; una técnica para ampliarla puede ser el utilizar el fraccionamiento en
unidades significativas, por ejemplo el modo en que memorizamos los números de teléfonos (los
separamos en pares y tríos, por ejemplo 333 33 33).
3). Memoria a largo plazo.
Es la memoria que almacena la información de carácter permanente, y es de donde recupera
su información la memoria de corto plazo. Las experiencias significativas son parte de la memoria
de largo plazo.
La memoria de corto plazo y la memoria de largo plazo trabajan juntas. Imagina un taller de
carpintería, en el centro hay un mesón, alrededor hay diversas estanterías con materiales y herramientas.
Supongamos que nosotros somos el carpintero y deseamos construir una silla; por tanto ponemos sobre
el mesón la madera necesaria y las herramientas que estaban en las estanterías, y… comenzamos a
trabajar, cortamos, medimos, etc. Todo el material que no nos sirve lo eliminamos, o lo devolvemos a las
estanterías. Nuestra memoria funciona de la misma manera, el mesón en el que trabajamos es la
memoria de corto plazo, las estanterías representan la memoria de largo plazo, en ella guardamos el
material que utilizaremos tarde o temprano, en la memoria de corto plazo.
¿Qué recordamos?
En principio sabemos que recordamos mejor la información significativa, con esto se quiere decir
que recordamos toda aquella información que tiene cierta importancia y que debe ser recordada puesto
que tiene un significado para nosotros. Además, tal información debe estar bien organizada y clasificada.
Pero la información que recordamos posee ciertas características.

Recordamos mejor lo primero y lo último que hemos aprendido, “Curva de posición serial”.
Generalmente cuando se nos presenta una información en una secuencia nos resulta más fácil
recordar lo que aprendimos en primer lugar (efecto de primacía), y lo aprendido en último lugar
(efecto de recencia). Una posible explicación de este fenómeno es que la información que se
aprendió en primer lugar pasa a la memoria de largo plazo, además, generalmente lo más
importante se menciona o se presenta primero; la información que se aprendió en último lugar está
latente en la memoria de corto plazo. El hecho de que la información de en medio se olvide es
debido a que la información aprendida en último lugar ha reemplazado a la precedente.

Recordamos mejor lo que es raro, o distinto, “Efecto Von Restorff”
Imagine que se nos ha invitado a una fiesta, al llegar nos damos cuenta de que conocemos muy
pocas personas, un amigo nos presenta con algunos de los invitados, de entre ellos hay alguien
que tiene un nombre poco común. Lo más probable que a los pocos días nos hayamos olvidado de
gran parte de las personas que asistieron a la fiesta, sin embargo, es muy probable que
recordemos a ese invitado de nombre poco común. Esta tendencia a recordar un elemento “raro”
con independencia de su posición en una secuencia se conoce como el efecto Von Restorff.
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Básicamente esto ocurre porque nuestra atención se enfoca en elementos que destacan o resaltan
de entre los demás.

Recordamos mejor lo que aprendimos en un estado de ánimo similar.
Cada vez que estamos tristes nos resulta más fácil recordar, o pensar en cosas que surgieron
durante otros momentos tristes de nuestras vidas; y resulta difícil el evocar recuerdos alegres o
agradables. Lo que ocurre es que asociamos una idea, o recuerdo, a un sentimiento particular; la
presencia de uno de ellos permite recordar al otro.
Lo positivo de saber esto es que podemos salir de aquellos estados de tristeza al concentrarnos
en recordar cosas agradables, y así superar aquellas situaciones desagradables.

Recordamos mejor lo que se relaciona con sucesos emocionalmente significativos.
“Recuerdos vívidos”.
Los recuerdos vívidos se asemejan a una foto instantánea, contienen una gran cantidad de
detalles, cosas a las cuales habitualmente no ponemos atención, como por ejemplo: olores,
posturas corporales, sonidos, tiempo, clima emocional. Aunque tal foto instantánea completa, si
bien por un lado recordamos elementos básicos (los ya mencionados: “olores, sonidos, etc.”)
olvidamos ciertos detalles triviales.
Los recuerdos vívidos son recuerdos que están asociados a eventos excepcionalmente
importantes tanto de la historia, como de nuestra propia vida. El siguiente relato es un ejemplo.
“Veía la televisión, era la gran noticia: un avión golpeaba un edificio en medio de Nueva York,
justo cuando mostraban las imágenes del desastre aparece el segundo avión y golpea la otra torre.
Yo tomaba desayuno junto a mi hermano pequeño, Tostadas y café. El día estaba más o menos
nublado, no asistí al colegio de pura flojera, aún vestía pijama… fue increíble lo que había
sucedido”.
Como podemos ver en el relato, el acontecimiento recordado es el atentado a las torres
gemelas, pero se añaden datos relacionados con lo cotidiano, como qué es lo que se estaba
haciendo en el momento en que sucede tal acontecimiento, como se vestía, etc. Este relato es un
ejemplo de un recuerdo vívido. La memoria vívida tiene lugar en un momento de sorpresa, o de
shock, y de gran significado.
Frente al por qué recordamos detalles de la vida cotidiana por la sola coincidencia con un
suceso histórico, hay dos explicaciones posibles.
La primera, según algunos psicólogos (Brown y Kulik) la impresión en nuestra memoria tuvo un
valor de supervivencia en algún tiempo pasado. Si alguien presencia un ataque de un animal
salvaje a otra persona, el recordar todos los detalles podría servir para posteriormente, en el caso
que se vea enfrentado a la misma situación, salvar la propia vida.
Otros psicólogos (en especial Neisser) proponen otra explicación. Se realizaron pruebas que
evidenciaron que en ocasiones tales recuerdos se volvían imprecisos con el tiempo, y que
transcurridos los años difícilmente se pueden corroborar como ciertos tales recuerdos. Se plantea
que las personas crean tales recuerdos después de sucedidos los eventos importantes, son
creados a partir de lo significativo que se vuelve el acontecimiento. “Queremos ser parte de algo
mucho más grande, como la historia de toda una civilización, ir más allá de nuestra limitada
existencia”.

Llenamos los espacios libres. “Coherencia”
Cada vez que deseamos recordar algo en particular podemos darnos cuenta cómo es que
funciona nuestro mecanismo de recuperación de recuerdos. Por ejemplo: “¿dónde dejé las
llaves?... a ver, cuando llegué del colegio, lo primero fue sacarme la mochila, después me cambié
de ropa, pero no recuerdo haber sacado las llaves del pantalón, entonces las llaves han de estar
en los pantalones. Reviso. No están, si no están es porque se me tienen que haber caído. Sí se
me cayeron, cuando me senté en el sofá, si busco en el sofá las encuentro”
.
Como podemos ver en el ejemplo hay un procedimiento para poder recordar algo en particular
(dónde dejé las llaves), con este procedimiento podemos recuperar muchos recuerdos. Pero en
ocasiones se producen las apariciones de recuerdos no existentes (se me cayeron las llaves
cuando me senté en el sofá).
En el deseo de ser coherentes rellenamos esos espacios libres de nuestra memoria
generalmente inventando lo que falta, luego estamos totalmente seguros de que tal suceso fue
verdadero. Esto nos sugiere que nuestros recuerdos responden a dos tipos de información: la que
recibimos a partir de la percepción original del hecho, y la que después insertamos
(transformándolo todo).
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Lo que sigue a continuación es saber: ¿Por qué olvidamos?
Es totalmente normal que olvidemos, es más hay psicólogos que han demostrado que olvidamos
de manera sistemática y ordenada, y en base a principios establecidos.

Olvido motivado por represión
En ocasiones olvidamos parte del material almacenado en la memoria de largo plazo, porque
nos trae algún beneficio personal el no recordar, preferimos no recordar. Por ejemplo nos
olvidamos los nombres de las personas que no nos agradan, tener que hacer las tareas de las
asignaturas que no nos interesan, o ir al dentista porque es desagradable. De acuerdo con Freud,
reprimimos aquellos recuerdos dolorosos, o tristes.

Decaimiento del trazo de la memoria
A partir de aquellos olvidos no-motivados surge la interrogante de si olvidamos o porque la
memoria de hecho se deteriora, o se debe a que la memoria a pesar de que permanezca, no
podemos acceder a los recuerdos, no podemos recuperarlos.
Algunos teóricos sugieren que perdemos el material de la memoria de corto plazo por el
deterioro del trazo de la memoria, pero que cualquier recuerdo almacenado en la memoria de largo
plazo permanece allí por siempre, y el olvido está dado por la dificultad para recuperar el material.
Un trazo de memoria, o “engrama”, es la huella o rastro que ha dejado el aprendizaje en el sistema
nervioso.
Hay otros que afirman que no se puede mantener esta postura dada su débil base. Y opinan
que existe un trazo de memoria expuesta a decaimiento, el trazo ha de persistir en tanto sea
utilizado, pero desaparecerá si no se usa.

Percepción pobre
Un recuerdo puede decaer porque la percepción ha sido tan débil que no se puede producir una
impresión suficiente. Esto puede ocurrir tanto por condiciones externas, como ruido, oscuridad, o
alguna otra cosa que dificulte, o interfiera, la observación.
La percepción pobre también se puede deber a algún defecto del observador, podría estar
distraído, bajo estrés, o simplemente no prestaba atención.

Imposibilidad de repasar
En otras ocasiones los recuerdos se olvidan porque no tenemos la oportunidad de repetir lo que
queremos recordar. Por ejemplo si buscamos un número de teléfono y no podemos repetirlo
mentalmente, puede ser que seamos capaces de hacer la llamada, pero una vez terminado de
hablar lo habremos olvidado. Esto sólo es aplicable a la memoria de corto plazo. Una vez que la
información ha sido almacenada en la memoria de largo plazo, no hay necesidad de repasar.

Interferencia
Otra teoría afirma que el motivo por el cual olvidamos es que otra información aprendida antes,
o después, interfiere nuestros recuerdos tanto en la memoria de corto como largo plazo. Cuando
hay alguna información similar a lo que queremos recordar, ésta información impide el repaso de la
información presente en la memoria de corto plazo. Hay dos tipos de interferencia:
Interferencia proactiva: Describe una situación en la cual la información que se aprendió con
anterioridad interfiere con la habilidad para recordar la información nueva.
Interferencia retroactiva: En este caso la información que aprendemos después genera una barrera
de memoria que interfiere el recuerdo de lo aprendido previamente. La información
nueva es admitida, borrando la antigua a pesar de que haya sido bien aprendida.

Fallo en la recuperación
¿Te ha pasado que en la calle ves a alguno de tus compañeros de liceo, pero esta ocasión con
ropa de calle, y te has quedado pensando en quién es aquél sujeto tan familiar?
Cuando finalmente ambos establecen la conexión, se dirán “es que no te reconocí con esa
ropa”.
En este tipo de olvido el trazo de la memoria existe, pero no podemos llegar a él. El entorno no
es el mismo, las claves de las que dependemos par la recuperación no están presentes por tanto
el recuerdo no es accesible. En el ejemplo no están las claves que permiten reconocer a la otra
persona como por ejemplo el uniforme de la escuela; como el lugar, no están en el liceo.
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Aprendizaje
Para comenzar conviene aclarar el concepto de aprendizaje.
Aprendizaje: Proceso por el cual un sujeto obtiene información que produce un cambio
relativamente permanente en las respuestas (conductas) relativas a esa información.
La anterior definición es una de las tantas, pero es una de las más completas. En general todas las
definiciones de aprendizaje son relativas a un enfoque, o concepción psicológica. Hay una gran cantidad
de corrientes y teorías psicológicas, pero se pueden reducir a dos grandes enfoques: el conductual y el
cognitivismo.
El enfoque conductista define la psicología como el estudio de la conducta de los seres vivientes,
por tanto el aprendizaje está definido en función de la conducta. Es un enfoque que utiliza un método
esencialmente observacional y experimental.
El enfoque conductual se refiere solamente a la conducta observable del individuo, en términos
simples, se centra en las respuestas de los individuos frente los estímulos del medio. La finalidad del
conductismo es configurar la psicología como ciencia, y para ello se propone la confección de un lenguaje
propio, métodos de experimentación cuyos resultados pudieran ser cuantificables y verificables de
manera objetiva. Para poder lograr lo anterior es que el conductismo se centra en la conducta y no en los
procesos mentales, la mente es denominada la “caja negra”, porque lo que suceda en ella no se puede
ver, no se puede verificar.
Los buenos resultados que obtenía el conductismo gracias al modo de experimentación, a la
objetividad obtenida, hizo que esta corriente se fortaleciera y tuviera una gran acogida entre muchos
psicólogos.
Lo que caracteriza al concepto de aprendizaje del conductismo es el cambio de conducta, esto es,
que frente a un determinado estímulo el individuo presenta una respuesta, o conducta, el cambio de la
conducta a partir de un estímulo determinado es aprendizaje.
Esta relación “entre estímulos y respuestas” se denomina condicionamiento. Hay dos tipos de
condicionamiento: condicionamiento clásico y condicionamiento operante.
El condicionamiento clásico
Es la asociación de un estímulo condicionado (EC) con un estímulo incondicionado (EI) para provocar
una respuesta condicionada. Lo esencial de este condicionamiento es el reemplazo de un estímulo por
otro.
Estímulo incondicionado (EI); es cualquier estímulo que provoque una respuesta regular y
medible en un organismo por un período suficientemente largo.
Estímulo condicionado (EC); es un estímulo originalmente neutro, el que al asociarse con el EI
lleva a producir una respuesta.
Respuesta incondicionada (RI); es la que provoca el estímulo incondicionado.
Respuesta condicionada (RC); es la respuesta provocada por el
específicamente, por el EI cuando se ha asociado repetidas veces con el EC.
condicionamiento,
Pavlov trabajó el condicionamiento clásico con sus perros, el estímulo incondicionado era la
presencia de alimento, la respuesta incondicionada era la salivación del animal; añadió a la presencia
de la comida el sonido de una campana (estímulo condicionado), así toda vez que al animal se le
presentaba el alimento a la vez se le presentaba el sonido de la campana, después de un tiempo el
perro al oír el sonido de la campana comenzaba a salivar aunque no se le presentara la comida
(respuesta condicionada). El animal asociaba el sonido de la campana con la presencia de comida,
así finalmente el estímulo que era neutro en principio (el sonido de la campana no producía ninguna
respuesta en el perro) ahora producía una respuesta (que pasó de ser incondicionada a condicionada)
la salivación.
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Procesos del aprendizaje
Adquisición. Proceso básico del aprendizaje, por el cual una respuesta pasa a ser parte del
repertorio de un organismo.
Extinción. Proceso opuesto al de adquisición, en este caso una respuesta se debilita sino se
refuerza.
Recuperación espontánea. Una respuesta que se ha extinguido puede reaparecer más adelante,
pasado un tiempo.
Generalización. Proceso por el cual un individuo tiende a dar respuestas semejantes ante
estímulos semejantes.
Discriminación. Proceso opuesto al de generalización, el individuo aprende a dar respuestas frente
a estímulos específicos y no frente a estímulos semejantes.
Condicionamiento operante.
Es lo que se produce cuando un sujeto, frente a determinados estímulos emite una respuesta
(operando sobre el ambiente); si esta es reforzada (gratificada) tiende a aumentar su probabilidad de
ocurrencia; si esta es castigada tiende a disminuir su probabilidad de ocurrencia.
En el condicionamiento operante la respuesta depende si se presenta, o no el estímulo (que puede
ser castigo o recompensa), si queremos que una conducta deseada se presente mostramos la
recompensa o liberamos del castigo, pero si queremos que la respuesta no deseada desaparezca
quitamos la recompensa o presentamos el castigo.
Refuerzo positivo: estímulo que aumenta la probabilidad de una respuesta.
Refuerzo negativo: estímulo desagradable, que si se elimina aumenta la probabilidad de una
respuesta.
Castigo: Cuando es administrado inmediatamente después de una respuesta, disminuye la
probabilidad de que esta respuesta ocurra de nuevo.
Problemas del castigo
.
 El castigo suprime las respuestas no deseadas, pero no enseña a la gente qué ha de hacer;
les indica sólo lo que no deberían hacer.

Cuando el deseo es más fuerte que el castigo, su función deja de tener sentido.
Ej: Una empresa contamina el medio ambiente, a esta se le multa, pero aun así sigue
contaminando, esto se debe a que el castigo es inferior a los beneficios que obtiene al
contaminar; la multa en dinero es inferior al dinero obtenido por continuar contaminando.
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
Un castigo para algunos puede resultar reforzante para otros.
Ej: a algunos alumnos les gusta ser castigados para llamar la atención

El castigo a corta edad puede provocar traumas.
Un niño que es criado a golpes probablemente cuando sea adulto será un padre castigador,
pues de esta manera él ha aprendido.
Comportamiento supersticioso.
Es aquel que ha sido fortalecido o debilitado al ser reforzado o castigado accidentalmente.
Skinner en una serie de experimentos dio a un grupo de palomas un poco de comida cada quince
segundos, sin tener en cuenta lo que las palomas estuvieran haciendo. Si en el momento en que la
comida caía la paloma se estaba rascando, ésta asimilaba el rascarse con la llegada de la comida, en
otros términos, se condicionaba. Así con muchas otras palomas sucedió algo similar, o se rascaban, se
inclinaban, levantaban una pata, etc. Se vuelven supersticiosas. Teniendo en cuenta esta situación,
podemos explicar el por qué algunas personas tienen amuletos de “buena suerte”, podríamos sostener
que cuando les ocurrió algo favorable, llevaban un objeto en particular, y así todas las veces que les
ocurrió cosas buenas, sin embargo, cuando no lo portaban les ocurrían sólo cosas “malas”, de esta
manera se vuelven, también, supersticiosos.
Diferencias entre condicionamiento clásico y operante.
1. Autores
2. Origen de la respuesta
3. Procedimiento
4. Sistema nervioso
5. Respuestas
6. Volición
7. Asociación
8. Leyes
9. Respuesta condicionada y
respuesta incondicionada
10. Influencia del refuerzo
parcial.
Clásico
Pavlov
Provocada por el estímulos
El refuerzo se presenta siempre,
cualquiera sea la respuesta del
sujeto
Autónomo (periférico)
Viscerales
Involuntario
De estímulos (E-E)
De contigüidad
Iguales
Operante
Skinner, Thorndike
Emitida por el sujeto
El refuerzo se presenta sólo si el
sujeto responde adecuadamente
Disminuye
respuesta.
Aumento de la fuerza de la
respuesta
la
fuerza
de
la
Central
Esqueléticos
Voluntario
De estímulos y respuestas
Del efecto
Diferentes
Perspectivas cognitivas en el aprendizaje.
El enfoque cognitivo define a la psicología como el estudio de los procesos mentales; la psique, la
mente y sus procesos; es decir, los pensamientos son sus elementos esenciales. El cognitivismo pone
énfasis en la caja negra que los conductistas se niegan a considerar. El cognitivismo mira al hombre
desde dentro, el conductismo desde fuera.
Aprendizaje latente
Es un tipo de aprendizaje que ocurre, pero no se manifiesta hasta que el organismo es motivado para
hacerlo.
Lo que aquí se sostiene es que la comprensión, más que el condicionamiento, es la esencia del
aprendizaje y que los animales y las personas aprenden innumerables cosas a lo largo de la vida, por las
cuales son reforzadas sin otra recompensa que la satisfacción y el aprendizaje mismo. A menudo, no
obstante, no muestran este aprendizaje hasta que tienen alguna razón u objetivo para hacerlo.
Aprendizaje por observación
También conocido como aprendizaje vicario, consiste en que aprendemos observando e imitando el
comportamiento de un modelo. (Bandura)
Cuando los padres dicen “haz lo que digo, no lo que hago” los niños harán lo que hagan sus padres, lo
que ellos pueden observar.
Las personas cuya conducta observamos e imitamos son llamados modelos.
El aprendizaje por observación (modelamiento) se desarrolla en base a cuatro pasos
1. Atención. Prestar atención y percibir los aspectos relevantes del comportamiento.
2. Retención. Recordar el comportamiento, también a través de palabras o imágenes mentales.
3. Reproducción. Convertir en acción la observación recordada.
4. Motivación. Estar motivado para adoptar el comportamiento.
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Este tipo de aprendizaje es fundamental para nuestra especie humana, pues si todo aprendizaje fuera
resultado de las recompensas y los castigos, nuestra posibilidad de aprender cosas nuevas sería muy
restringida, tendríamos que tener experiencia de todas las cosas para poder aprenderlas.
Inteligencia
Inteligencia. No hay ninguna definición de inteligencia que sea universalmente aceptada. Lewis
Terman, uno de los primeros investigadores del tema definió la inteligencia como la capacidad de pensar
de manera abstracta. Jean Piaget (psicólogo suizo), definió la inteligencia como la capacidad para
adaptarse al ambiente. Otros psicólogos la definen irónicamente como aquello que miden los tests de
inteligencia.
Muy generalmente podemos definir la inteligencia como la capacidad de solucionar problemas.
Habitualmente se ha asociado a la inteligencia con habilidades de tipo lógicas, de carácter racional,
dejando de lado las emociones, sentimientos, y todo aquello relacionado con el cuerpo.
Inteligencias múltiples.
Howard Gardner propone un enfoque de inteligencias múltiples, se refiere a ella como “un
potencial biopsicológico para procesar información que se puede activar en un marco cultural para
solucionar problemas, o crear productos que tienen valor para una cultura”.
Las inteligencias propuestas son:
Inteligencia lingüística.
Capacidad involucrada en la lectura y escritura, así como también en escuchar y hablar.
Comprende la sensibilidad para los sonidos y las palabras con sus matices de significado. Está
relacionada con la capacidad de persuadir por medio de la palabra. Corresponde a la inteligencia
que ha de tener un filósofo, poeta u escritor.
Inteligencia lógico-matemática.
Es la capacidad relacionada con el pensamiento abstracto, la computación numérica, derivación de
evidencias, y resolución de problemas lógicos. Es el tipo de inteligencia característica de un
matemático, ingeniero, o economista.
Inteligencia espacial.
Es al capacidad utilizada para enfrentar problemas de desplazamiento y orientación en el espacio,
reconocer personas, rostros. Permite crear modelos del entorno viso-espacial y efectuar
transformaciones a partir de él, aún en ausencia de estímulos concretos. Este tipo de inteligencia
es característica de un piloto, arquitecto, navegante o escultor.
Inteligencia corporal.
Capacidad para usar el cuerpo, ya sea total o parcialmente, en la solución de problemas o
interpretación. Implica controlar los movimientos corporales, manipular objetos. Comprende la
inteligencia propia de un artesano, atleta, mimo o cirujano.
Inteligencia musical.
Es la capacidad para producir y apreciar el tono, ritmo y timbre de la música. Se expresa en el
canto, o ejecución de un instrumento, dirección orquestal. Es propia de compositores, directores e
interpretes.
Inteligencia interpersonal.
Capacidad para entender a los demás y actuar en situaciones sociales, para percibir y discriminar
emociones, intenciones o motivaciones. Está asociado a fenómenos interpersonales como la
organización y el liderazgo. Se representa en un profesor, político, religioso, o vendedor.
Inteligencia intrapersonal.
Capacidad para comprenderse a uno mismo, reconocer las propias emociones, tener la claridad de
entender el por qué reaccionamos de un modo u otro, y comportarse de un modo adecuado a
nuestras pretensiones. Permite volver la mirada hacia sí mismo y orientar nuestra experiencia. En
general esta inteligencia debiera estar representada en cualquier persona adulta.
La presencia de una u otra inteligencia, no quita la posibilidad de poseer alguna otra al mismo
tiempo, se supone que todos tenemos una que prevalece sobre las otras, pero las demás podrían estarlo
en potencia. Podemos desarrollar otras inteligencias si nos lo proponemos. Esto implica que somos seres
con muchas dimensiones y que no se pueden agotar en logros cognitivos.
Emociones
La palabra emoción etimológicamente remite a movimiento (moción), moverse, y muchos autores
la consideran como el elemento básico del comportamiento humano. La emoción, que es la reacción
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afectiva que tenemos ante estímulos externos que nos “perturban”, es lo que nos hace movernos hacia o
desde las fuentes de dónde proviene la estimulación. Es así que nos alejamos de los estímulos que nos
provocan dolor y nos acercamos a aquellos que nos provocan placer. En forma más compleja, las
emociones están en la base de la motivación en todos los comportamientos, como por ejemplo, las
asociaciones con otros, la construcción de sistemas para protegernos del dolor y para asegurarnos el
bienestar.
Inteligencia emocional
Tal vez, muchos hemos escuchado comentarios respecto de la inteligencia emocional, pero lo más
probable es que no sabemos con claridad de que se trata. No es ninguna novedad el que poseamos
emociones, todos las tenemos, las padecemos, las vivimos; pero de qué se habla cuando hablamos de
inteligencia emocional.
La inteligencia emocional está ligada a la capacidad de saber reconocer las propias emociones, y
las emociones latentes en otras personas. Esta inteligencia guarda relación con el saber controlar las
emociones, sino que saber canalizarlas. Toda emoción tiene influencia no sólo en el ambiente, o en la
relación con otras personas, sino que también influye en el estado de nuestro propio cuerpo. Por ejemplo,
cuando nos enojamos nos volvemos agresivos, toda nuestra atención se vuelve hacia aquello que nos ha
molestado, tenemos más energía, entramos por momentos en estados de euforia, esto es, podemos
hacer cosas sin cansarnos, o sentir dolor. Si somos capaces de reconocernos en este estado emocional,
podemos redireccionar nuestra ira, en vez de volvernos agresivos, destructivos, avocarnos a desarrollar
una tarea productiva, trabajaremos más rápido, no nos costará tanto, y lo mejor no dañaremos a nadie.
Cuando estamos alegres todo resulta un poco más fácil, y el cielo ya no es tan gris. Podemos también
reconocer estas emociones en otras personas, y ayudarlas, o dejar que vivan sus emociones, sin
intrometernos.
La inteligencia emocional, es saber reconocer en uno, y en las demás personas las emociones, y
también, saber canalizarlas.
En su Ética a Nicómaco. Aristóteles realiza una indagación filosófica sobre la virtud, el carácter y la
felicidad, desafiándonos a gobernar inteligentemente nuestra vida emocional. Nuestras pasiones pueden
abocar al fracaso con suma facilidad y. de hecho, así ocurre en multitud de ocasiones; pero cuando se
hallan bien adiestradas, nos proporcionan sabiduría y sirven de guía a nuestros pensamientos, valores y
supervivencia. Pero, como dijo Aristóteles, el problema no radica en las emociones en sí sino en su
conveniencia y en la oportunidad de su expresión. La cuestión esencial es: ¿de qué modo podremos
aportar más inteligencia a nuestras emociones, más civismo a nuestras calles y más afecto a nuestra vida
social?
Aún no se sabe exactamente por qué David Prologuto, profesor y la profesora de Física de una
escuela secundaria, fue atacado con un cuchillo de cocina por uno de sus mejores estudiantes. Pero los
hechos, tal como se informaron, son los siguientes: Jason H., brillante alumno de una escuela
secundaria de Coral Springs, Florida, estaba obsesionado con la idea de ingresar en la facultad de
medicina. Pero Prologuto, su profesor de Física, le había dado una puntuación de ochenta en un examen.
Convencido de que la nota apenas por debajo de la mejor- ponía en peligro su sueño, Jason fue a la
escuela con un cuchillo de cocina y, después de enfrentarse con Prologuto en el laboratorio de física, se
lo clavó en el cuello, antes de ser detenido por otras personas.
Un juez declaró a Jason inocente y transitoriamente enajenado durante el incidente; un panel de
cuatro psicólogos y psiquiatras afirmó que durante la pelea el joven había sufrido una psicosis. Jason
afirmó que había pensado suicidarse debido a la nota del examen, y que había ido a ver a Prologuto para
contárselo. Prologuto dio una versión muy distinta: “Creo que él intentaba matarme a mí con el cuchillo”
porque estaba furioso con la mala nota. Jason pasó a una escuela privada y se graduó dos años más
tarde con las mejores notas de su clase. La pregunta es la siguiente: ¿Cómo una persona tan
evidentemente inteligente pudo hacer algo tan irracional, tan absolutamente estúpido? La respuesta es: la
inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. Las personas más brillantes pueden
hundirse en los peligros de las pasiones desenfrenadas y de los impulsos incontrolables; personas con un
CI elevado pueden ser pilotos increíblemente malos de su vida privada.
Uno de los secretos a voces de la psicología es la relativa incapacidad de las notas, el CI o las
pruebas de aptitud académica para predecir de manera infalible quién tendrá éxito en la vida. Hernstein y
Murray, que atribuyen importancia fundamental al CI, afirman sin embargo: “La relación entre los puntajes
de las pruebas y los logros exitosos en la vida se ve disminuida por las otras características que el
individuo trae consigo”.
Lo que quiero destacar es un conjunto clave de esas “otras características”; la inteligencia
emocional: habilidades tales como ser capaz de motivarse y persistir pese a las decepciones; controlar el
impulso y demorar la gratificación; regular el estado de ánimo y evitar que los trastornos disminuyan la
capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas.
(D. Goleman, La Inteligencia Emocional, pág.53).
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Nuestras dos mentes
Una amiga estuvo hablándome de su divorcio, un doloroso proceso de separación. Su marido se
había enamorado de una compañera de trabajo y un buen día le anunció que quería irse a vivir con ella.
A aquel momento siguieron meses de amargos altercados con respecto al hogar conyugal, el dinero y la
custodia de los hijos. Ahora, pocos meses más tarde, me hablaba de su autonomía y de su felicidad. «Ya
no pienso en él —decía, con los ojos humedecidos por las lágrimas— eso es algo que ha dejado de
preocuparme.»
El instante en que sus ojos se humedecieron podía perfectamente haber pasado inadvertido para
mí, pero la comprensión empática (un acto de la mente emocional) de sus ojos húmedos me permitió,
más allá de las palabras (un acto de la mente racional), percatarme claramente de su evidente tristeza
como si estuviera leyendo un libro abierto.
En un sentido muy real, todos nosotros tenemos dos mentes, una mente que piensa y otra mente
que siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida
mental. Una de ellas es la mente racional, la modalidad de comprensión de la que solemos ser
conscientes, más despierta, más pensativa, más capaz de ponderar y de reflexionar. El otro tipo de
conocimiento, más impulsivo y más poderoso — aunque a veces ilógico—, es la mente emocional.
La dicotomía entre lo emocional y lo racional se asemeja a la distinción popular existente entre el
«corazón» y la «cabeza». Saber que algo es cierto «en nuestro corazón» pertenece a un orden de
convicción distinto —de algún modo, un tipo de certeza más profundo— que pensarlo con la mente
racional.
Existe una proporcionalidad constante entre el control emocional y el control racional sobre la
mente ya que, cuanto más intenso es el sentimiento, más dominante llega a ser la mente emocional.., y
más ineficaz, en consecuencia, la mente racional. Ésta es una configuración que parece derivarse de la
ventaja evolutiva que supuso disponer, durante incontables ocasiones, de emociones e intuiciones que
guiaran nuestras respuestas inmediatas frente a aquellas situaciones que ponían en peligro nuestra vida,
situaciones en las que detenernos a pensar en la reacción más adecuada podía tener consecuencias
francamente desastrosas.
La mayor parte del tiempo, estas dos mentes —la mente emocional y la mente racional— operan
en estrecha colaboración, entrelazando sus distintas formas de conocimiento para guiarnos
adecuadamente a través del mundo.
Habitualmente existe un equilibrio entre la mente emocional y la mente racional, un equilibrio en el
que la emoción alimenta y da forma a las operaciones de la mente racional y la mente racional ajusta y a
veces censura las entradas procedentes de las emociones. En todo caso, sin embargo, la mente
emocional y la mente racional constituyen, como veremos, dos facultades relativamente independientes
que reflejan el funcionamiento de circuitos cerebrales distintos aunque interrelacionados. En muchísimas
ocasiones, pues, estas dos mentes están exquisitamente coordinadas porque los sentimientos son
esenciales para el pensamiento y lo mismo ocurre a la inversa.
Pero, cuando aparecen las pasiones, el equilibrio se rompe y la mente emocional desborda y
secuestra a la mente racional.
Erasmo, el humanista del siglo XVI, describió irónicamente del siguiente modo esta tensión
perenne entre la razón y la emoción:
«Júpiter confiere mucha más pasión que razón, en una proporción aproximada de veinticuatro a
uno. Él ha erigido dos irritables tiranos para oponerse al poder solitario de la razón: la ira y la lujuria.
La vida ordinaria del hombre evidencia claramente la impotencia de la razón para oponerse a las
fuerzas combinadas de estos dos tiranos. Ante ella, la razón hace lo único que puede, repetir
fórmulas virtuosas, mientras que las otras dos se desgañitan, de un modo cada vez más ruidoso y
agresivo, exhortando a la razón a seguirlas hasta que finalmente ésta, agotada, se rinde y se
entrega.»
Daniel Goleman, Inteligencia Emocional.
Actividades:
1. Señale una situación en la cual se ponga en evidencia el proceso de la memoria. Indique en
cada momento el proceso efectuado.
2. Elabore un plan de estudios que le permita recordar mejor lo aprendido en clases teniendo
en cuenta los motivos del olvido y las características de las cosas que recordamos. Entregue
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por lo menos tres consejos. Por ejemplo cómo haría usted para memorizar la tabla periódica,
los verbos irregulares en inglés o los nombres de los presidentes de Chile, etc.
3. ¿Explique por qué muchos adultos mayores no recuerdan lo inmediato (dos horas atrás)
pero si que pasó hace 20 años? O ¿Por qué desconoce a los familiares que ve todos los días
y recuerda inmediatamente a un amigo que no veía hace unos 10 años?
4. Diseñe un plan de condicionamiento para poder enseñar a su perro a buscar el diario. Tiene
que basarse en los contenidos presentes en esta guía. ¿Se podrá aplicar este miso método
en el aprendizaje del ser humano? Ejemplifique
5. ¿Cómo se explica que existan personas muy inteligentes en el ámbito intelectual pero muy
“torpes” al momento de socializar con otras personas?
6. ¿Qué elementos son comunes entre la propuesta de Gardner y Goleman?
7. Señale un ejemplo donde se ponga de manifiesto una persona con desarrollo de inteligencia
emocional y otro que no la ha desarrollado.
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