Internado Nacional Barros Arana Departamento de filosofía / Psicología y Filosofía Profesor Daniel Curiche Guía de Estudio nº 4 Memoria, aprendizaje e inteligencia Aprendizajes Esperados: Identifican y describen los procesos cognitivos fundamentales, reconociendo su funcionamiento integrado en el comportamiento humano. Observan y reconocen en sí mismos y en otras personas la manifestación de los procesos estudiados y aplican en forma inicial pero adecuada los conceptos y distinciones fundamentales para la memoria, inteligencia, aprendizaje. Reconocen creencias personales erróneas sobre la naturaleza y funcionamiento de los procesos cognitivos, ampliando la visión sobre las propias posibilidades cognitivas Recordar es para nosotros una actividad muy común, y el olvidar en ocasiones pasa desapercibido. Cómo volver a casa, el nombre de nuestros padres, la edad que poseemos, son cosas que no olvidamos, pero olvidamos cosas simples como en qué consistía el almuerzo de dos días atrás, o tres, lunes atrás, o dónde pusimos las llaves… estas cosas nos pasan muy a menudo, pero muy pocas veces nos detenemos a pensar: ¿Por qué suceden estas cosas? Intenta recordar algo que haya sucedido hace mucho tiempo, el recuerdo “más lejano” ¿Qué has recordado? ¿Cuál ha sido tu “primer” recuerdo?, ¿Por qué crees que recuerdas tal evento y no otros? ¿Por qué crees que es tan difícil recordar cosas de nuestra infancia? Alfred Adler, psicólogo y teórico de la personalidad, escribió: “el primer recuerdo es la visión fundamental de la vida de un individuo, la primera cristalización satisfactoria de su actitud… no descubrirás nunca una personalidad sin preguntar por sus primeros recuerdos”. Posiblemente la razón de por qué tenemos tan pocos recuerdos de nuestra niñez se deba a que no disponíamos de las herramientas, es decir, no contábamos con las palabras para poder organizar y almacenar. O tal vez, en términos freudianos, los hemos reprimidos. Freud, plantea que olvidamos muchos de nuestros sentimientos y experiencias infantiles por resultarnos “problemáticos” o desagradables. Otro punto a considerar, cuando hablamos de nuestros recuerdos de infancia, o aquellos recuerdos que nos son vagos, sucede que muchas veces distorsionamos tales recuerdos con historias que hemos oído, o fotografías que hemos visto. Por ejemplo, en ocasiones podemos recrear imágenes, situaciones por medio de nuestra imaginación, a tal punto de llegar a confundirlos con los verdaderos recuerdos. En otros términos, nos “recreamos recuerdos” a partir de historias que hemos oído de otros o fotografías que hemos visto de nosotros mismos, además de nuestras propias pretensiones o deseos (cómo nos hubiese gustado que fuera, o sucediera algo). Para poder resolver las interrogantes planteadas al principio debemos aprender acerca de cómo es que funciona nuestra memoria, para luego tratar acerca de los mecanismos relativos a la generación de recuerdos y, posteriormente, a las causas por las cuales olvidamos. Cómo funciona la memoria La memoria tiene lugar en función de tres pasos básicos. Codificación: Ordenamiento o clasificación de la información, requisito para poder guardarla. La codificación consiste en utilizar algún procedimiento para organizar la información dándole algún significado, principalmente ordenar los datos de la percepción y relacionarlos con los mapas cognitivos que cada uno tiene. La información que no ingresa con algún tipo de conexión significativa es difícil de recuperar. Almacenamiento: Proceso de guardar la información, en el que influye la repetición de la información y la posibilidad de ejercitarla. 1 Recuperación: Capacidad de traer la información guardada para usarla en el presente. La posibilidad de recuperar dependerá de cuán bien se codificó, cuán bien se almacenó y de los factores afectivos que estuvieron presentes en la experiencia registrada. Nota: Aunque no se mencione, es necesario como paso previo a estos tres que exista Atención, que forma parte de la percepción, la atención nos permite enfocarnos en un evento o escena en particular, si no hay atención es como si no nos diéramos cuenta de lo pasa alrededor, no obtendríamos información y, así, será imposible que se lleven a cabo los pasos antes mencionados. En consecuencia con la teoría del funcionamiento de la memoria, podemos contar con los siguientes tipos de memoria: 1). Memoria sensorial. Es como una cámara fotográfica. Toma una “imagen” instantánea de lo que ve, oye, o siente. Durante una fracción de segundos el cerebro absorbe todos los aspectos de una cosa, por ejemplo: de esta habitación, el olor, los colores, etc. esta información está constituida por la pura realidad frente a la cual puede reaccionar introduciéndola en la memoria, o bien ignorándola, y por tanto olvidando. 2). Memoria a corto plazo (o de trabajo) Es la memoria activa, aquella que tiene la información que estamos utilizando en este momento. Esta memoria incluye la información que estamos usando a partir de la memoria sensorial y lo que hemos recuperado de la memoria de largo plazo. La memoria de corto plazo sólo utiliza aquella información que le será de utilidad para una determinada actividad, desechando la información restante. Sería imposible para nosotros abocarnos a una tarea, o conversación, si se nos agolparan rodos los recuerdos hemos gravado a lo largo de la vida. El repaso ayuda a retener la información en la memoria de corto plazo. Sin la “atención” no se puede guardar nada. Para la memoria de corto plazo la información ha de ser reducida, puesto que su capacidad es reducida; una técnica para ampliarla puede ser el utilizar el fraccionamiento en unidades significativas, por ejemplo el modo en que memorizamos los números de teléfonos (los separamos en pares y tríos, por ejemplo 333 33 33). 3). Memoria a largo plazo. Es la memoria que almacena la información de carácter permanente, y es de donde recupera su información la memoria de corto plazo. Las experiencias significativas son parte de la memoria de largo plazo. La memoria de corto plazo y la memoria de largo plazo trabajan juntas. Imagina un taller de carpintería, en el centro hay un mesón, alrededor hay diversas estanterías con materiales y herramientas. Supongamos que nosotros somos el carpintero y deseamos construir una silla; por tanto ponemos sobre el mesón la madera necesaria y las herramientas que estaban en las estanterías, y… comenzamos a trabajar, cortamos, medimos, etc. Todo el material que no nos sirve lo eliminamos, o lo devolvemos a las estanterías. Nuestra memoria funciona de la misma manera, el mesón en el que trabajamos es la memoria de corto plazo, las estanterías representan la memoria de largo plazo, en ella guardamos el material que utilizaremos tarde o temprano, en la memoria de corto plazo. ¿Qué recordamos? En principio sabemos que recordamos mejor la información significativa, con esto se quiere decir que recordamos toda aquella información que tiene cierta importancia y que debe ser recordada puesto que tiene un significado para nosotros. Además, tal información debe estar bien organizada y clasificada. Pero la información que recordamos posee ciertas características. Recordamos mejor lo primero y lo último que hemos aprendido, “Curva de posición serial”. Generalmente cuando se nos presenta una información en una secuencia nos resulta más fácil recordar lo que aprendimos en primer lugar (efecto de primacía), y lo aprendido en último lugar (efecto de recencia). Una posible explicación de este fenómeno es que la información que se aprendió en primer lugar pasa a la memoria de largo plazo, además, generalmente lo más importante se menciona o se presenta primero; la información que se aprendió en último lugar está latente en la memoria de corto plazo. El hecho de que la información de en medio se olvide es debido a que la información aprendida en último lugar ha reemplazado a la precedente. Recordamos mejor lo que es raro, o distinto, “Efecto Von Restorff” Imagine que se nos ha invitado a una fiesta, al llegar nos damos cuenta de que conocemos muy pocas personas, un amigo nos presenta con algunos de los invitados, de entre ellos hay alguien que tiene un nombre poco común. Lo más probable que a los pocos días nos hayamos olvidado de gran parte de las personas que asistieron a la fiesta, sin embargo, es muy probable que recordemos a ese invitado de nombre poco común. Esta tendencia a recordar un elemento “raro” con independencia de su posición en una secuencia se conoce como el efecto Von Restorff. 2 Básicamente esto ocurre porque nuestra atención se enfoca en elementos que destacan o resaltan de entre los demás. Recordamos mejor lo que aprendimos en un estado de ánimo similar. Cada vez que estamos tristes nos resulta más fácil recordar, o pensar en cosas que surgieron durante otros momentos tristes de nuestras vidas; y resulta difícil el evocar recuerdos alegres o agradables. Lo que ocurre es que asociamos una idea, o recuerdo, a un sentimiento particular; la presencia de uno de ellos permite recordar al otro. Lo positivo de saber esto es que podemos salir de aquellos estados de tristeza al concentrarnos en recordar cosas agradables, y así superar aquellas situaciones desagradables. Recordamos mejor lo que se relaciona con sucesos emocionalmente significativos. “Recuerdos vívidos”. Los recuerdos vívidos se asemejan a una foto instantánea, contienen una gran cantidad de detalles, cosas a las cuales habitualmente no ponemos atención, como por ejemplo: olores, posturas corporales, sonidos, tiempo, clima emocional. Aunque tal foto instantánea completa, si bien por un lado recordamos elementos básicos (los ya mencionados: “olores, sonidos, etc.”) olvidamos ciertos detalles triviales. Los recuerdos vívidos son recuerdos que están asociados a eventos excepcionalmente importantes tanto de la historia, como de nuestra propia vida. El siguiente relato es un ejemplo. “Veía la televisión, era la gran noticia: un avión golpeaba un edificio en medio de Nueva York, justo cuando mostraban las imágenes del desastre aparece el segundo avión y golpea la otra torre. Yo tomaba desayuno junto a mi hermano pequeño, Tostadas y café. El día estaba más o menos nublado, no asistí al colegio de pura flojera, aún vestía pijama… fue increíble lo que había sucedido”. Como podemos ver en el relato, el acontecimiento recordado es el atentado a las torres gemelas, pero se añaden datos relacionados con lo cotidiano, como qué es lo que se estaba haciendo en el momento en que sucede tal acontecimiento, como se vestía, etc. Este relato es un ejemplo de un recuerdo vívido. La memoria vívida tiene lugar en un momento de sorpresa, o de shock, y de gran significado. Frente al por qué recordamos detalles de la vida cotidiana por la sola coincidencia con un suceso histórico, hay dos explicaciones posibles. La primera, según algunos psicólogos (Brown y Kulik) la impresión en nuestra memoria tuvo un valor de supervivencia en algún tiempo pasado. Si alguien presencia un ataque de un animal salvaje a otra persona, el recordar todos los detalles podría servir para posteriormente, en el caso que se vea enfrentado a la misma situación, salvar la propia vida. Otros psicólogos (en especial Neisser) proponen otra explicación. Se realizaron pruebas que evidenciaron que en ocasiones tales recuerdos se volvían imprecisos con el tiempo, y que transcurridos los años difícilmente se pueden corroborar como ciertos tales recuerdos. Se plantea que las personas crean tales recuerdos después de sucedidos los eventos importantes, son creados a partir de lo significativo que se vuelve el acontecimiento. “Queremos ser parte de algo mucho más grande, como la historia de toda una civilización, ir más allá de nuestra limitada existencia”. Llenamos los espacios libres. “Coherencia” Cada vez que deseamos recordar algo en particular podemos darnos cuenta cómo es que funciona nuestro mecanismo de recuperación de recuerdos. Por ejemplo: “¿dónde dejé las llaves?... a ver, cuando llegué del colegio, lo primero fue sacarme la mochila, después me cambié de ropa, pero no recuerdo haber sacado las llaves del pantalón, entonces las llaves han de estar en los pantalones. Reviso. No están, si no están es porque se me tienen que haber caído. Sí se me cayeron, cuando me senté en el sofá, si busco en el sofá las encuentro” . Como podemos ver en el ejemplo hay un procedimiento para poder recordar algo en particular (dónde dejé las llaves), con este procedimiento podemos recuperar muchos recuerdos. Pero en ocasiones se producen las apariciones de recuerdos no existentes (se me cayeron las llaves cuando me senté en el sofá). En el deseo de ser coherentes rellenamos esos espacios libres de nuestra memoria generalmente inventando lo que falta, luego estamos totalmente seguros de que tal suceso fue verdadero. Esto nos sugiere que nuestros recuerdos responden a dos tipos de información: la que recibimos a partir de la percepción original del hecho, y la que después insertamos (transformándolo todo). 3 Lo que sigue a continuación es saber: ¿Por qué olvidamos? Es totalmente normal que olvidemos, es más hay psicólogos que han demostrado que olvidamos de manera sistemática y ordenada, y en base a principios establecidos. Olvido motivado por represión En ocasiones olvidamos parte del material almacenado en la memoria de largo plazo, porque nos trae algún beneficio personal el no recordar, preferimos no recordar. Por ejemplo nos olvidamos los nombres de las personas que no nos agradan, tener que hacer las tareas de las asignaturas que no nos interesan, o ir al dentista porque es desagradable. De acuerdo con Freud, reprimimos aquellos recuerdos dolorosos, o tristes. Decaimiento del trazo de la memoria A partir de aquellos olvidos no-motivados surge la interrogante de si olvidamos o porque la memoria de hecho se deteriora, o se debe a que la memoria a pesar de que permanezca, no podemos acceder a los recuerdos, no podemos recuperarlos. Algunos teóricos sugieren que perdemos el material de la memoria de corto plazo por el deterioro del trazo de la memoria, pero que cualquier recuerdo almacenado en la memoria de largo plazo permanece allí por siempre, y el olvido está dado por la dificultad para recuperar el material. Un trazo de memoria, o “engrama”, es la huella o rastro que ha dejado el aprendizaje en el sistema nervioso. Hay otros que afirman que no se puede mantener esta postura dada su débil base. Y opinan que existe un trazo de memoria expuesta a decaimiento, el trazo ha de persistir en tanto sea utilizado, pero desaparecerá si no se usa. Percepción pobre Un recuerdo puede decaer porque la percepción ha sido tan débil que no se puede producir una impresión suficiente. Esto puede ocurrir tanto por condiciones externas, como ruido, oscuridad, o alguna otra cosa que dificulte, o interfiera, la observación. La percepción pobre también se puede deber a algún defecto del observador, podría estar distraído, bajo estrés, o simplemente no prestaba atención. Imposibilidad de repasar En otras ocasiones los recuerdos se olvidan porque no tenemos la oportunidad de repetir lo que queremos recordar. Por ejemplo si buscamos un número de teléfono y no podemos repetirlo mentalmente, puede ser que seamos capaces de hacer la llamada, pero una vez terminado de hablar lo habremos olvidado. Esto sólo es aplicable a la memoria de corto plazo. Una vez que la información ha sido almacenada en la memoria de largo plazo, no hay necesidad de repasar. Interferencia Otra teoría afirma que el motivo por el cual olvidamos es que otra información aprendida antes, o después, interfiere nuestros recuerdos tanto en la memoria de corto como largo plazo. Cuando hay alguna información similar a lo que queremos recordar, ésta información impide el repaso de la información presente en la memoria de corto plazo. Hay dos tipos de interferencia: Interferencia proactiva: Describe una situación en la cual la información que se aprendió con anterioridad interfiere con la habilidad para recordar la información nueva. Interferencia retroactiva: En este caso la información que aprendemos después genera una barrera de memoria que interfiere el recuerdo de lo aprendido previamente. La información nueva es admitida, borrando la antigua a pesar de que haya sido bien aprendida. Fallo en la recuperación ¿Te ha pasado que en la calle ves a alguno de tus compañeros de liceo, pero esta ocasión con ropa de calle, y te has quedado pensando en quién es aquél sujeto tan familiar? Cuando finalmente ambos establecen la conexión, se dirán “es que no te reconocí con esa ropa”. En este tipo de olvido el trazo de la memoria existe, pero no podemos llegar a él. El entorno no es el mismo, las claves de las que dependemos par la recuperación no están presentes por tanto el recuerdo no es accesible. En el ejemplo no están las claves que permiten reconocer a la otra persona como por ejemplo el uniforme de la escuela; como el lugar, no están en el liceo. 4 Aprendizaje Para comenzar conviene aclarar el concepto de aprendizaje. Aprendizaje: Proceso por el cual un sujeto obtiene información que produce un cambio relativamente permanente en las respuestas (conductas) relativas a esa información. La anterior definición es una de las tantas, pero es una de las más completas. En general todas las definiciones de aprendizaje son relativas a un enfoque, o concepción psicológica. Hay una gran cantidad de corrientes y teorías psicológicas, pero se pueden reducir a dos grandes enfoques: el conductual y el cognitivismo. El enfoque conductista define la psicología como el estudio de la conducta de los seres vivientes, por tanto el aprendizaje está definido en función de la conducta. Es un enfoque que utiliza un método esencialmente observacional y experimental. El enfoque conductual se refiere solamente a la conducta observable del individuo, en términos simples, se centra en las respuestas de los individuos frente los estímulos del medio. La finalidad del conductismo es configurar la psicología como ciencia, y para ello se propone la confección de un lenguaje propio, métodos de experimentación cuyos resultados pudieran ser cuantificables y verificables de manera objetiva. Para poder lograr lo anterior es que el conductismo se centra en la conducta y no en los procesos mentales, la mente es denominada la “caja negra”, porque lo que suceda en ella no se puede ver, no se puede verificar. Los buenos resultados que obtenía el conductismo gracias al modo de experimentación, a la objetividad obtenida, hizo que esta corriente se fortaleciera y tuviera una gran acogida entre muchos psicólogos. Lo que caracteriza al concepto de aprendizaje del conductismo es el cambio de conducta, esto es, que frente a un determinado estímulo el individuo presenta una respuesta, o conducta, el cambio de la conducta a partir de un estímulo determinado es aprendizaje. Esta relación “entre estímulos y respuestas” se denomina condicionamiento. Hay dos tipos de condicionamiento: condicionamiento clásico y condicionamiento operante. El condicionamiento clásico Es la asociación de un estímulo condicionado (EC) con un estímulo incondicionado (EI) para provocar una respuesta condicionada. Lo esencial de este condicionamiento es el reemplazo de un estímulo por otro. Estímulo incondicionado (EI); es cualquier estímulo que provoque una respuesta regular y medible en un organismo por un período suficientemente largo. Estímulo condicionado (EC); es un estímulo originalmente neutro, el que al asociarse con el EI lleva a producir una respuesta. Respuesta incondicionada (RI); es la que provoca el estímulo incondicionado. Respuesta condicionada (RC); es la respuesta provocada por el específicamente, por el EI cuando se ha asociado repetidas veces con el EC. condicionamiento, Pavlov trabajó el condicionamiento clásico con sus perros, el estímulo incondicionado era la presencia de alimento, la respuesta incondicionada era la salivación del animal; añadió a la presencia de la comida el sonido de una campana (estímulo condicionado), así toda vez que al animal se le presentaba el alimento a la vez se le presentaba el sonido de la campana, después de un tiempo el perro al oír el sonido de la campana comenzaba a salivar aunque no se le presentara la comida (respuesta condicionada). El animal asociaba el sonido de la campana con la presencia de comida, así finalmente el estímulo que era neutro en principio (el sonido de la campana no producía ninguna respuesta en el perro) ahora producía una respuesta (que pasó de ser incondicionada a condicionada) la salivación. 5 Procesos del aprendizaje Adquisición. Proceso básico del aprendizaje, por el cual una respuesta pasa a ser parte del repertorio de un organismo. Extinción. Proceso opuesto al de adquisición, en este caso una respuesta se debilita sino se refuerza. Recuperación espontánea. Una respuesta que se ha extinguido puede reaparecer más adelante, pasado un tiempo. Generalización. Proceso por el cual un individuo tiende a dar respuestas semejantes ante estímulos semejantes. Discriminación. Proceso opuesto al de generalización, el individuo aprende a dar respuestas frente a estímulos específicos y no frente a estímulos semejantes. Condicionamiento operante. Es lo que se produce cuando un sujeto, frente a determinados estímulos emite una respuesta (operando sobre el ambiente); si esta es reforzada (gratificada) tiende a aumentar su probabilidad de ocurrencia; si esta es castigada tiende a disminuir su probabilidad de ocurrencia. En el condicionamiento operante la respuesta depende si se presenta, o no el estímulo (que puede ser castigo o recompensa), si queremos que una conducta deseada se presente mostramos la recompensa o liberamos del castigo, pero si queremos que la respuesta no deseada desaparezca quitamos la recompensa o presentamos el castigo. Refuerzo positivo: estímulo que aumenta la probabilidad de una respuesta. Refuerzo negativo: estímulo desagradable, que si se elimina aumenta la probabilidad de una respuesta. Castigo: Cuando es administrado inmediatamente después de una respuesta, disminuye la probabilidad de que esta respuesta ocurra de nuevo. Problemas del castigo . El castigo suprime las respuestas no deseadas, pero no enseña a la gente qué ha de hacer; les indica sólo lo que no deberían hacer. Cuando el deseo es más fuerte que el castigo, su función deja de tener sentido. Ej: Una empresa contamina el medio ambiente, a esta se le multa, pero aun así sigue contaminando, esto se debe a que el castigo es inferior a los beneficios que obtiene al contaminar; la multa en dinero es inferior al dinero obtenido por continuar contaminando. 6 Un castigo para algunos puede resultar reforzante para otros. Ej: a algunos alumnos les gusta ser castigados para llamar la atención El castigo a corta edad puede provocar traumas. Un niño que es criado a golpes probablemente cuando sea adulto será un padre castigador, pues de esta manera él ha aprendido. Comportamiento supersticioso. Es aquel que ha sido fortalecido o debilitado al ser reforzado o castigado accidentalmente. Skinner en una serie de experimentos dio a un grupo de palomas un poco de comida cada quince segundos, sin tener en cuenta lo que las palomas estuvieran haciendo. Si en el momento en que la comida caía la paloma se estaba rascando, ésta asimilaba el rascarse con la llegada de la comida, en otros términos, se condicionaba. Así con muchas otras palomas sucedió algo similar, o se rascaban, se inclinaban, levantaban una pata, etc. Se vuelven supersticiosas. Teniendo en cuenta esta situación, podemos explicar el por qué algunas personas tienen amuletos de “buena suerte”, podríamos sostener que cuando les ocurrió algo favorable, llevaban un objeto en particular, y así todas las veces que les ocurrió cosas buenas, sin embargo, cuando no lo portaban les ocurrían sólo cosas “malas”, de esta manera se vuelven, también, supersticiosos. Diferencias entre condicionamiento clásico y operante. 1. Autores 2. Origen de la respuesta 3. Procedimiento 4. Sistema nervioso 5. Respuestas 6. Volición 7. Asociación 8. Leyes 9. Respuesta condicionada y respuesta incondicionada 10. Influencia del refuerzo parcial. Clásico Pavlov Provocada por el estímulos El refuerzo se presenta siempre, cualquiera sea la respuesta del sujeto Autónomo (periférico) Viscerales Involuntario De estímulos (E-E) De contigüidad Iguales Operante Skinner, Thorndike Emitida por el sujeto El refuerzo se presenta sólo si el sujeto responde adecuadamente Disminuye respuesta. Aumento de la fuerza de la respuesta la fuerza de la Central Esqueléticos Voluntario De estímulos y respuestas Del efecto Diferentes Perspectivas cognitivas en el aprendizaje. El enfoque cognitivo define a la psicología como el estudio de los procesos mentales; la psique, la mente y sus procesos; es decir, los pensamientos son sus elementos esenciales. El cognitivismo pone énfasis en la caja negra que los conductistas se niegan a considerar. El cognitivismo mira al hombre desde dentro, el conductismo desde fuera. Aprendizaje latente Es un tipo de aprendizaje que ocurre, pero no se manifiesta hasta que el organismo es motivado para hacerlo. Lo que aquí se sostiene es que la comprensión, más que el condicionamiento, es la esencia del aprendizaje y que los animales y las personas aprenden innumerables cosas a lo largo de la vida, por las cuales son reforzadas sin otra recompensa que la satisfacción y el aprendizaje mismo. A menudo, no obstante, no muestran este aprendizaje hasta que tienen alguna razón u objetivo para hacerlo. Aprendizaje por observación También conocido como aprendizaje vicario, consiste en que aprendemos observando e imitando el comportamiento de un modelo. (Bandura) Cuando los padres dicen “haz lo que digo, no lo que hago” los niños harán lo que hagan sus padres, lo que ellos pueden observar. Las personas cuya conducta observamos e imitamos son llamados modelos. El aprendizaje por observación (modelamiento) se desarrolla en base a cuatro pasos 1. Atención. Prestar atención y percibir los aspectos relevantes del comportamiento. 2. Retención. Recordar el comportamiento, también a través de palabras o imágenes mentales. 3. Reproducción. Convertir en acción la observación recordada. 4. Motivación. Estar motivado para adoptar el comportamiento. 7 Este tipo de aprendizaje es fundamental para nuestra especie humana, pues si todo aprendizaje fuera resultado de las recompensas y los castigos, nuestra posibilidad de aprender cosas nuevas sería muy restringida, tendríamos que tener experiencia de todas las cosas para poder aprenderlas. Inteligencia Inteligencia. No hay ninguna definición de inteligencia que sea universalmente aceptada. Lewis Terman, uno de los primeros investigadores del tema definió la inteligencia como la capacidad de pensar de manera abstracta. Jean Piaget (psicólogo suizo), definió la inteligencia como la capacidad para adaptarse al ambiente. Otros psicólogos la definen irónicamente como aquello que miden los tests de inteligencia. Muy generalmente podemos definir la inteligencia como la capacidad de solucionar problemas. Habitualmente se ha asociado a la inteligencia con habilidades de tipo lógicas, de carácter racional, dejando de lado las emociones, sentimientos, y todo aquello relacionado con el cuerpo. Inteligencias múltiples. Howard Gardner propone un enfoque de inteligencias múltiples, se refiere a ella como “un potencial biopsicológico para procesar información que se puede activar en un marco cultural para solucionar problemas, o crear productos que tienen valor para una cultura”. Las inteligencias propuestas son: Inteligencia lingüística. Capacidad involucrada en la lectura y escritura, así como también en escuchar y hablar. Comprende la sensibilidad para los sonidos y las palabras con sus matices de significado. Está relacionada con la capacidad de persuadir por medio de la palabra. Corresponde a la inteligencia que ha de tener un filósofo, poeta u escritor. Inteligencia lógico-matemática. Es la capacidad relacionada con el pensamiento abstracto, la computación numérica, derivación de evidencias, y resolución de problemas lógicos. Es el tipo de inteligencia característica de un matemático, ingeniero, o economista. Inteligencia espacial. Es al capacidad utilizada para enfrentar problemas de desplazamiento y orientación en el espacio, reconocer personas, rostros. Permite crear modelos del entorno viso-espacial y efectuar transformaciones a partir de él, aún en ausencia de estímulos concretos. Este tipo de inteligencia es característica de un piloto, arquitecto, navegante o escultor. Inteligencia corporal. Capacidad para usar el cuerpo, ya sea total o parcialmente, en la solución de problemas o interpretación. Implica controlar los movimientos corporales, manipular objetos. Comprende la inteligencia propia de un artesano, atleta, mimo o cirujano. Inteligencia musical. Es la capacidad para producir y apreciar el tono, ritmo y timbre de la música. Se expresa en el canto, o ejecución de un instrumento, dirección orquestal. Es propia de compositores, directores e interpretes. Inteligencia interpersonal. Capacidad para entender a los demás y actuar en situaciones sociales, para percibir y discriminar emociones, intenciones o motivaciones. Está asociado a fenómenos interpersonales como la organización y el liderazgo. Se representa en un profesor, político, religioso, o vendedor. Inteligencia intrapersonal. Capacidad para comprenderse a uno mismo, reconocer las propias emociones, tener la claridad de entender el por qué reaccionamos de un modo u otro, y comportarse de un modo adecuado a nuestras pretensiones. Permite volver la mirada hacia sí mismo y orientar nuestra experiencia. En general esta inteligencia debiera estar representada en cualquier persona adulta. La presencia de una u otra inteligencia, no quita la posibilidad de poseer alguna otra al mismo tiempo, se supone que todos tenemos una que prevalece sobre las otras, pero las demás podrían estarlo en potencia. Podemos desarrollar otras inteligencias si nos lo proponemos. Esto implica que somos seres con muchas dimensiones y que no se pueden agotar en logros cognitivos. Emociones La palabra emoción etimológicamente remite a movimiento (moción), moverse, y muchos autores la consideran como el elemento básico del comportamiento humano. La emoción, que es la reacción 8 afectiva que tenemos ante estímulos externos que nos “perturban”, es lo que nos hace movernos hacia o desde las fuentes de dónde proviene la estimulación. Es así que nos alejamos de los estímulos que nos provocan dolor y nos acercamos a aquellos que nos provocan placer. En forma más compleja, las emociones están en la base de la motivación en todos los comportamientos, como por ejemplo, las asociaciones con otros, la construcción de sistemas para protegernos del dolor y para asegurarnos el bienestar. Inteligencia emocional Tal vez, muchos hemos escuchado comentarios respecto de la inteligencia emocional, pero lo más probable es que no sabemos con claridad de que se trata. No es ninguna novedad el que poseamos emociones, todos las tenemos, las padecemos, las vivimos; pero de qué se habla cuando hablamos de inteligencia emocional. La inteligencia emocional está ligada a la capacidad de saber reconocer las propias emociones, y las emociones latentes en otras personas. Esta inteligencia guarda relación con el saber controlar las emociones, sino que saber canalizarlas. Toda emoción tiene influencia no sólo en el ambiente, o en la relación con otras personas, sino que también influye en el estado de nuestro propio cuerpo. Por ejemplo, cuando nos enojamos nos volvemos agresivos, toda nuestra atención se vuelve hacia aquello que nos ha molestado, tenemos más energía, entramos por momentos en estados de euforia, esto es, podemos hacer cosas sin cansarnos, o sentir dolor. Si somos capaces de reconocernos en este estado emocional, podemos redireccionar nuestra ira, en vez de volvernos agresivos, destructivos, avocarnos a desarrollar una tarea productiva, trabajaremos más rápido, no nos costará tanto, y lo mejor no dañaremos a nadie. Cuando estamos alegres todo resulta un poco más fácil, y el cielo ya no es tan gris. Podemos también reconocer estas emociones en otras personas, y ayudarlas, o dejar que vivan sus emociones, sin intrometernos. La inteligencia emocional, es saber reconocer en uno, y en las demás personas las emociones, y también, saber canalizarlas. En su Ética a Nicómaco. Aristóteles realiza una indagación filosófica sobre la virtud, el carácter y la felicidad, desafiándonos a gobernar inteligentemente nuestra vida emocional. Nuestras pasiones pueden abocar al fracaso con suma facilidad y. de hecho, así ocurre en multitud de ocasiones; pero cuando se hallan bien adiestradas, nos proporcionan sabiduría y sirven de guía a nuestros pensamientos, valores y supervivencia. Pero, como dijo Aristóteles, el problema no radica en las emociones en sí sino en su conveniencia y en la oportunidad de su expresión. La cuestión esencial es: ¿de qué modo podremos aportar más inteligencia a nuestras emociones, más civismo a nuestras calles y más afecto a nuestra vida social? Aún no se sabe exactamente por qué David Prologuto, profesor y la profesora de Física de una escuela secundaria, fue atacado con un cuchillo de cocina por uno de sus mejores estudiantes. Pero los hechos, tal como se informaron, son los siguientes: Jason H., brillante alumno de una escuela secundaria de Coral Springs, Florida, estaba obsesionado con la idea de ingresar en la facultad de medicina. Pero Prologuto, su profesor de Física, le había dado una puntuación de ochenta en un examen. Convencido de que la nota apenas por debajo de la mejor- ponía en peligro su sueño, Jason fue a la escuela con un cuchillo de cocina y, después de enfrentarse con Prologuto en el laboratorio de física, se lo clavó en el cuello, antes de ser detenido por otras personas. Un juez declaró a Jason inocente y transitoriamente enajenado durante el incidente; un panel de cuatro psicólogos y psiquiatras afirmó que durante la pelea el joven había sufrido una psicosis. Jason afirmó que había pensado suicidarse debido a la nota del examen, y que había ido a ver a Prologuto para contárselo. Prologuto dio una versión muy distinta: “Creo que él intentaba matarme a mí con el cuchillo” porque estaba furioso con la mala nota. Jason pasó a una escuela privada y se graduó dos años más tarde con las mejores notas de su clase. La pregunta es la siguiente: ¿Cómo una persona tan evidentemente inteligente pudo hacer algo tan irracional, tan absolutamente estúpido? La respuesta es: la inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. Las personas más brillantes pueden hundirse en los peligros de las pasiones desenfrenadas y de los impulsos incontrolables; personas con un CI elevado pueden ser pilotos increíblemente malos de su vida privada. Uno de los secretos a voces de la psicología es la relativa incapacidad de las notas, el CI o las pruebas de aptitud académica para predecir de manera infalible quién tendrá éxito en la vida. Hernstein y Murray, que atribuyen importancia fundamental al CI, afirman sin embargo: “La relación entre los puntajes de las pruebas y los logros exitosos en la vida se ve disminuida por las otras características que el individuo trae consigo”. Lo que quiero destacar es un conjunto clave de esas “otras características”; la inteligencia emocional: habilidades tales como ser capaz de motivarse y persistir pese a las decepciones; controlar el impulso y demorar la gratificación; regular el estado de ánimo y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas. (D. Goleman, La Inteligencia Emocional, pág.53). 9 Nuestras dos mentes Una amiga estuvo hablándome de su divorcio, un doloroso proceso de separación. Su marido se había enamorado de una compañera de trabajo y un buen día le anunció que quería irse a vivir con ella. A aquel momento siguieron meses de amargos altercados con respecto al hogar conyugal, el dinero y la custodia de los hijos. Ahora, pocos meses más tarde, me hablaba de su autonomía y de su felicidad. «Ya no pienso en él —decía, con los ojos humedecidos por las lágrimas— eso es algo que ha dejado de preocuparme.» El instante en que sus ojos se humedecieron podía perfectamente haber pasado inadvertido para mí, pero la comprensión empática (un acto de la mente emocional) de sus ojos húmedos me permitió, más allá de las palabras (un acto de la mente racional), percatarme claramente de su evidente tristeza como si estuviera leyendo un libro abierto. En un sentido muy real, todos nosotros tenemos dos mentes, una mente que piensa y otra mente que siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental. Una de ellas es la mente racional, la modalidad de comprensión de la que solemos ser conscientes, más despierta, más pensativa, más capaz de ponderar y de reflexionar. El otro tipo de conocimiento, más impulsivo y más poderoso — aunque a veces ilógico—, es la mente emocional. La dicotomía entre lo emocional y lo racional se asemeja a la distinción popular existente entre el «corazón» y la «cabeza». Saber que algo es cierto «en nuestro corazón» pertenece a un orden de convicción distinto —de algún modo, un tipo de certeza más profundo— que pensarlo con la mente racional. Existe una proporcionalidad constante entre el control emocional y el control racional sobre la mente ya que, cuanto más intenso es el sentimiento, más dominante llega a ser la mente emocional.., y más ineficaz, en consecuencia, la mente racional. Ésta es una configuración que parece derivarse de la ventaja evolutiva que supuso disponer, durante incontables ocasiones, de emociones e intuiciones que guiaran nuestras respuestas inmediatas frente a aquellas situaciones que ponían en peligro nuestra vida, situaciones en las que detenernos a pensar en la reacción más adecuada podía tener consecuencias francamente desastrosas. La mayor parte del tiempo, estas dos mentes —la mente emocional y la mente racional— operan en estrecha colaboración, entrelazando sus distintas formas de conocimiento para guiarnos adecuadamente a través del mundo. Habitualmente existe un equilibrio entre la mente emocional y la mente racional, un equilibrio en el que la emoción alimenta y da forma a las operaciones de la mente racional y la mente racional ajusta y a veces censura las entradas procedentes de las emociones. En todo caso, sin embargo, la mente emocional y la mente racional constituyen, como veremos, dos facultades relativamente independientes que reflejan el funcionamiento de circuitos cerebrales distintos aunque interrelacionados. En muchísimas ocasiones, pues, estas dos mentes están exquisitamente coordinadas porque los sentimientos son esenciales para el pensamiento y lo mismo ocurre a la inversa. Pero, cuando aparecen las pasiones, el equilibrio se rompe y la mente emocional desborda y secuestra a la mente racional. Erasmo, el humanista del siglo XVI, describió irónicamente del siguiente modo esta tensión perenne entre la razón y la emoción: «Júpiter confiere mucha más pasión que razón, en una proporción aproximada de veinticuatro a uno. Él ha erigido dos irritables tiranos para oponerse al poder solitario de la razón: la ira y la lujuria. La vida ordinaria del hombre evidencia claramente la impotencia de la razón para oponerse a las fuerzas combinadas de estos dos tiranos. Ante ella, la razón hace lo único que puede, repetir fórmulas virtuosas, mientras que las otras dos se desgañitan, de un modo cada vez más ruidoso y agresivo, exhortando a la razón a seguirlas hasta que finalmente ésta, agotada, se rinde y se entrega.» Daniel Goleman, Inteligencia Emocional. Actividades: 1. Señale una situación en la cual se ponga en evidencia el proceso de la memoria. Indique en cada momento el proceso efectuado. 2. Elabore un plan de estudios que le permita recordar mejor lo aprendido en clases teniendo en cuenta los motivos del olvido y las características de las cosas que recordamos. Entregue 10 por lo menos tres consejos. Por ejemplo cómo haría usted para memorizar la tabla periódica, los verbos irregulares en inglés o los nombres de los presidentes de Chile, etc. 3. ¿Explique por qué muchos adultos mayores no recuerdan lo inmediato (dos horas atrás) pero si que pasó hace 20 años? O ¿Por qué desconoce a los familiares que ve todos los días y recuerda inmediatamente a un amigo que no veía hace unos 10 años? 4. Diseñe un plan de condicionamiento para poder enseñar a su perro a buscar el diario. Tiene que basarse en los contenidos presentes en esta guía. ¿Se podrá aplicar este miso método en el aprendizaje del ser humano? Ejemplifique 5. ¿Cómo se explica que existan personas muy inteligentes en el ámbito intelectual pero muy “torpes” al momento de socializar con otras personas? 6. ¿Qué elementos son comunes entre la propuesta de Gardner y Goleman? 7. Señale un ejemplo donde se ponga de manifiesto una persona con desarrollo de inteligencia emocional y otro que no la ha desarrollado. 11