PALABRAS DEL SEÑOR RECTOR DURANTE LA GRADUACIÓN

PALABRAS DEL SEÑOR RECTOR DURANTE LA GRADUACIÓN DE
NORMALISTAS SUPERIORES
ACACÍAS, 15 DE JUNIO DE 2012
“HAY días en que me levanto con una esperanza demencial,
momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más
humana están al alcance de nuestras manos. Éste es uno de esos días”
Así empieza Ernesto Sábato, en la Resistencia, uno sus mejores escritos
junto con el Túnel, Sobre Héroes y Tumbas, Uno y el Infinito.
Sí, este es uno de esos días para cada uno de ustedes, sus familias y toda
la Comunidad educativa de la Escuela Normal Superior. Han sabido
consagrar su tiempo, su inteligencia y su voluntad a la altura de los
mejores estudiosos. Hemos coincidido hoy que la mejor manera de hacer
grande nuestra región, nuestra Acacías, nuestra propia vida, es
apostándole a la formación. Una vida de estudio, de disciplina, con buena
dosis de sacrificio.
Han escogido no solamente una profesión, han escogido un estilo de vida,
con una filosofía propia, ser maestros. Esta opción de vida, deberá
hacerlos pensar y reclamar al estado, a la sociedad, su mejor estatus, a la
altura de las mejores profesiones. Un reconocimiento digno, un salario
digno y un trabajo justo.
También han escogido una forma de vida, que requiere todo el empeño y
dedicación para garantizarle a la sociedad, a los niños y niñas, los mejores
aprendizajes y desempeños. Que requiere su constante actualización,
lectura, reflexión, y responsabilidad social.
Hoy, nuestra institución, confirma a la sociedad representados en los
presentes, nuestro ímpetu formador, implícitos en la cotidianidad de
nuestros maestros. Entregamos hoy a la patria, esta promoción de
Normalistas Superiores y al mejor estilo del Santo patrón de los padres
misioneros montfortianos, San Luis María Grignión de Montfort les
encomendamos que vayan por el mundo anunciando buenas noticias a
niños y niñas en medio de tantas malas noticias. Que su tarea como
maestros constituya un acto de grandeza en la vida de cada estudiante,
que su contribución a la vida de cada niño, niña, sea la esperanza de una
mejor calidad de vida para todos. Muchas felicitaciones. Dios los bendiga.
Eduardo Cortés Trujillo
Rector