Sentencia: 00466 Expediente: 07-000357-0161-CA Fecha: 22/10/2009 Hora: 10:45:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección I N° 466-200 9-I TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ.- SECCIÓN PRIMERA. Goicoechea, a las diez horas cuarenta y cinco minutos del veintidós de octubre de dos mil nueve. Apelación municipal interpuesta por Chan Tai Win, mayor, casado, empresario, vecino de Limón, cédula de residencia número seiscientos veintisiete - noventa y ocho mil novecientos veinticuatro - dos mil seiscientos treinta y dos, contra el acuerdo del Concejo Municipal de Pococí, número mil cuatrocientos setenta y cinco, adoptado en la sesión ordinaria nùmero cincuenta y tres, celebrada el veinticuatro de julio de dos mil siete, que en su parte dispositiva estableció lo siguiente: "Rechazar la Solicitud de patente del negocio denominado Casino Atlantic City, por un período de un año más; acogiéndose a las recomendaciones del señor Marcial Sánchez Benavides. Los Reg. Bernardo Veach Davis, Luis Venegas Avila, votan en contra, El Reg. Iván Angulo Vargas no vota por no estar en su curul, Acuerdo Definitivamente Aprobado." (sic). Redacta el Juez Irías Obando; y CONSIDERANDO I. HECHOS PROBADOS: De tal naturaleza por constar en el expediente aportado su existencia, y de relevancia para la debida resolución de la apelación que se conoce, se tienen como acreditados los siguientes: 1. Que la Municipalidad de Pococí otorgó al señor Chan Tai Win patente de funcionamiento para el Casino Atlantic City, la cual venció el treinta y uno de diciembre de dos mil seis. (folios 1, 4, 5 y 50). 2.- Que el indicado casino está localizado en el Centro Comercial Nuevo Guápiles (folio 50). 3.- Que mediante oficio fechado veintitrés de febrero de dos mil seis, el señor Solón Armando Murillo Cruz, Administrador Tributario de la Municipalidad de Pococí, informó al Alcalde de esa Corporación, que por desconocimiento de la normativa aplicable, se habían cometido omisiones en el otorgamiento de las patentes para el casino Menut ubicado en el Hotel Talamanca, y a favor de Chan Tai Win en el Centro Comercial Nuevo Guápiles; señalando para este último que no es un hotel, y en consecuencia, no puede cumplir con lo ordenado en la Ley 7088, artículo 8, párrafos cuarto y quinto; por lo que se solicitó que se realizara un estudio jurídico para determinar si se estaba ante una nulidad evidente y manifiesta, que permitiera iniciar el trámite de revocación. (folio 50). 3.- Que el Alcalde Municipal de Pococí, remitió la anterior solicitud al Departamento de Asunto Jurídicos, para que rindiera su dictamen al respecto. (folio 51). 4.- Que atendiendo lo ordenado, el Licenciado Elías Baltodano Gómez, abogado de planta de la municipalidad, informó que de conformidad con el artículo dos del Decreto Ejecutivo número 25228 denominado "Reglamento que regula la concesión de patentes y permisos de funcionamiento de casinos", la vigencia de las patentes es de un año, siendo que para su otorgamiento y renovación debe contarse con documento idóneo que compruebe la clasificación de categoría de hotel, extendida por el Instituto Costarricense de Turismo, así como también los demás permisos requerido por ley para su funcionamiento. (folio 52). 5.- Que en inspección realizada el treinta de marzo de dos mil siete por la Administración Tributaria de la Municipalidad de Pococí, se verificó que el Casino permanecía abierto en sus instalaciones en el Centro Comercial Nuevo Guápiles. (folio 54) 6.- Que por notificación cursada al señor Chan Tai Win, y efectuada el trece de abril de dos mil siete, la Municipalidad de Pococí le informó que la patente del Casino Atlantic City venció el treinta y uno de diciembre de dos mil seis, le concedió un plazo de diez días hábiles para que procediera a renovar el permiso de funcionamiento, bajo apercibimiento de ordenar el cierre del negocio en caso de omisión, y señalándole que para tales efectos debía presentar la siguiente documentación: escrito de solicitud de renovación, copia de la cédula, copia del permiso de funcionamiento del Ministerio de Seguridad Pública, y la certificación del Instituto Costarricense de Turismo sobre la calificación del lugar donde va a a funcionar el casino. (folio 55) 7.- Que en escrito presentado el veinticinco de abril de dos mil siete, el señor Tai Win, solicitó que se ampliara el plazo concedido a sesenta días hábiles. (folio 56). 8.- Que por resolución dictada a las diez horas del nueve de julio de dos mil siete, el Departamento de Plataforma de Servicios de la Municipalidad de Pococí, conociendo la gestión presentada por el señor Tai Win, dispuso: "POR TANTO: Con fundamento en las normas y hechos expuestos, se tiene que el Casino Atlantic, no cuenta con patente municipal para funcionar y consecuentemente debe permanecer cerrado, sin perjuicio de que el señor Chan Tai Win tome el tiempo que necesite para presentar la documentación requerida en la renovación de la Patente de Casino." Esta resolución le fue notificada al interesado el nueve de julio de dos mil siete. (folios 57 y 58). 9.- Que mediante escrito fechado nueve de julio de dos mil siete, el señor Chan Tai Win presentó solicitud de renovación de patente por un año más para el Casino Atlantic, aportando al efecto el permiso sanitario de funcionamiento. (folios 59 y 60) 10.- Que por oficio fechado dieciocho de julio de dos mil siete, el Secretario del Concejo Municipal solicitó al Departamento de Patentes que verificaran si la solicitud presentada cumplía con todos los requisitos de ley. (folio 54) 11.- Que con la misma fecha del oficio anterior, el Coordinador de la Plataforma de Servicios, contestó señalando que la solicitud carecía de copia de la cédula del solicitante, y copia de la certificación del Instituto Costarricense de Turismo, según lo establecido en el Artículo 8 de la Ley número 7088. (folio 65). 12.- Que el Concejo Municipal de Pococí, en la sesión Ordinaria número cincuenta y tres, celebrada el veinticuatro de julio de dos mil siete, en su artículo número VI, adoptó el acuerdo número mil cuatrocientos setenta y cinco, que en su parte dispositiva reza de la siguiente manera: "SE ACUERDA: Rechazar la Solicitud de patente del negocio denominado Casino Atlantic City, por un período de un año más; acogiéndose a las recomendaciones del señor Marcial Sánchez Benavides. Los Reg. Bernardo Veach Davis, Luis Venegas Ávila, votan en contra. El Reg. Iván Angulo Vargas no vota por no estar en su curul.Acuerdo Definitivamente Aprobado." (sic) (folios 67 y 68) 13.- Que contra el indicado acuerdo, el señor Chan Tai Win presentó los recursos de revocatoria con apelación en subsidio, e interpuso incidente de suspensión del acto administrativo. (folios 69 a 71). 14.- Que el Concejo Municipal, en la sesión ordinaria número cincuenta y cuatro, celebrada el treinta y uno de julio de dos mil siete, adoptó el acuerdo número mil quinientos quince, que en su parte dispositiva señala: "Por unanimidad SE ACUERDA: Aprobar las Recomendaciones del LIc. Elidas Bartodano (sic) Gómez, Acuerdo Definitivamente Aprobado, Dispénsese de tramite de Comisión. El Concejo Municipal de Pococí, con fundamento en los hechos y normas legales citadas, así como en la jurisprudencia señalada y acatando la recomendación brindada por el Departamento de Servicios Jurìdicios mediante Informe IJ-092SET-2007, RESUELVE: RECHAZAR EN TODOS SUS EXTREMOS EL RECURSO DE REVOCATORIA INTERPUESTO POR EL SEÑOR CHAN TAI WIN, CONTRA EL ACUERDO NO. 1475, tomado en Sesión Ordinaria No. 53 del 24 de Julio del 2007, mediante el cual el Concejo Municipal acordó rechazar la solicitud de renovación de licencia del Casino Atlantic City, realizada por el ahora recurrente, ordenando en razón de ello, el cierre inmediato del Casino por carecer de licencia. En este acto se admite para ante el Tribunal Contencioso Administrativo, Sección Tercera, la Apelación subsidiariamente interpuesta. En razón de lo anterior, se ordena elevar los autos al Tribunal, emplazándose a las partes, para que dentro de los cinco días hábiles siguientes a la notificación de la presente resolución, acudan ante el Tribunal en defensa de sus intereses. Lo anterior con fundamento en el Artículo 85 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, Artículo 567 del Código Procesal Civil y Artículo 153 del Código Municipal." (folios 72 a 94). II. HECHOS NO PROBADOS: Ha quedado indemostrado lo siguiente ÚNICO: Que el Casino Atlantic City esté localizado en un hotel de primera categoría, ni que haya aportado la documentación pedida por la Municipalidad de Pococí para verificar este punto. (los autos) III. DE LOS AGRAVIOS DEL APELANTE: Al interponer los recursos correspondientes, el apelante se mostró inconforme con lo resuelto por el Concejo Municipal, alegando que al otorgársele la patente no se le intimó que su duración era de un año, lo que hizo que incurriera en una inversión millonaria imposible de recuperar en ese lapso; que el acuerdo carece de motivación y fundamentación, pues se indicó que se adoptaba acogiendo la recomendación del señor Marcial Sánchez Benavides, siendo que no existe ninguna recomendación, pues el indicado señor lo único que hizo fue citar los requisitos necesarios e indicar que a la solicitud presentada le faltaban dos de ellos; y que lo actuado por el órgano deliberativo violenta la normativa vigente en cuanto a motivación y justificación del acto administrativo, pues únicamente pueden tenerse como definitivamente aprobados aquellos que se consideren urgentes, sin que se haya realizado ninguna justificación de porqué se procedió de esa manera. IV.-SOBRE EL FONDO: De la documentación aportada, se desprende con claridad que en enero de dos mil seis, el recurrente había obtenido una patente para la explotación comercial de una casino, denominado Atlantic City, y que se encuentra ubicado en el Centro Comercial Nuevo Guápiles. Luego, en febrero de dos mil siete, funcionarios municipales advirtieron que habían cometido serias omisiones al otorgar el referido permiso, dado que, por desconocimiento, no habían seguido los lineamientos establecidos en la Ley número 7088 del treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y siete, en cuanto al monto del canon a pagar, y respecto de que solo pueden autorizarse casinos o salas de juego en aquellos hoteles calificados de primera categoría, con tres a más estrellas, conforme lo establezca el Instituto Costarricense de Turismo. Por lo anterior, requirieron el criterio de su asesoría jurídica, a fin de determinar si procedía la revocación de lo actuado. Sin embargo, luego determinaron que de conformidad con lo dispuesto en el artículo dos del Decreto Ejecutivo número 25228 del veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, la vigencia de las patentes para este tipo de negocios es de un año, siendo que para su renovación el solicitante debía presentar documento idóneo que acreditara la clasificación de categoría de hotel. En consecuencia, quedó claro que para entonces la patente otorgada ya había vencido, por lo que, luego de constatar que el negocio aludido continuaba funcionando, le previnieron al propietario para que presentara la solicitud de renovación, señalándole al efecto los documentos que debía aportar. En el acuerdo que aquí se recurre, la Municipalidad de Pococí, finalmente decidió no conceder la solicitud de renovación presentada, dado que incumplía con los requisitos legales atinentes. En líneas generales, este Tribunal concuerda con lo dispuesto por la administración y por el órgano deliberante municipal, puesto que para la explotación de la específica actividad comercial referenciada, el interesado debe cumplir con los requisitos que al efecto ha dispuesto el legislador. Mal habría hecho la Municipalidad en otorgar la renovación de la patente pedida, pues habría actuado en contra de una clara disposición de rango legal. A tales efectos, no solo se desprende que el interesado no pudo presentar la certificación correspondiente extendida por el Instituto Costarricense de Turismo, sino que además resulta evidente la imposibilidad material de cumplir con tal requerimiento, dado que se ha acreditado que el Casino Atlantic City está localizado en un centro comercial, y no dentro de un hotel. Ahora bien, el primer reproche del apelante consiste en que al otorgarle la patente, la Municipalidad no lo intimó que su duración era solo de un año, y que por ello realizó una importante inversión, que es imposible de recuperar en tan poco tiempo. El reclamo no es atendible, por cuanto no es obligación de la Municipalidad formular la intimación que se reclama, ni tampoco se erige como algún requisito del acto administrativo, siendo que el plazo de vigencia de la patente no queda al arbitrio de la Municipalidad, sino que está previamente fijado en el ordenamiento jurídico. Además de ello, es lo cierto que el interesado en explotar una actividad comercial debe estar al tanto de los requisitos necesarios para ello, y que de todas maneras, no puede alegar ignorancia de la ley a efecto que se le conceda un derecho en términos diferenciados. En su segundo agravio, el inconforme acusa los vicios de falta de motivación y fundamentación puesto que como única razón del acto, se alude a una supuesta recomendación del funcionario Marcial Sánchez; que en su criterio no es tal. Sobre este punto, considera este Tribunal que aunque la motivación del acuerdo es parca, sí resulta suficiente para que quede indubitablemente establecido cual es su motivo. Así, aunque el informe rendido por el funcionario referido no contenga una expresa recomendación, sí es claro al señalar que la solicitud presentada por el señor Tai Win está incompleta, y que, además de la cédula, no presenta la certificación que compruebe el cumplimiento de lo ordenado en el artículo 8 de la Ley número 7088. De esta manera, el Concejo Municipal se da por enterado que el petente no cumple con requisitos legales indispensables para acceder a lo solicitado, y en consecuencia, rechaza lo pedido. Por consiguiente, no se configuran los vicios señalados, dado que no hay ausencia total de motivación y fundamentación, siendo que, de lo expuesto en el acuerdo, queda inequívocamente establecida la razón de lo decidido. Por último, el recurrente señala que se violenta la normativa vigente, por cuanto solo podrían tenerse como definitivamente aprobados aquellos acuerdos que se consideren urgentes, debiendo constar la motivación de tal determinación. Revisado el alegato, tampoco se le concede razón sobre este punto. Debe notarse que el artículo 45 de la Ley número 7794, "Código Municipal", literalmente establece que: "Artículo 45. — Por votación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros, el Concejo podrá declarar sus acuerdos como definitivamente aprobados." Como puede apreciarse, no se establecen en dicha norma otra condición que la del número de votos para que el Concejo Municipal pueda declarar como definitivamente aprobado un acuerdo suyo. En consecuencia, no es cierto que dicha facultad esté limitada a los casos de urgencia; puesto que la discrecionalidad otorgada por la ley al respecto, no contiene dicho límite. Debido a que el recurrente no cuenta con los requisitos legales necesarios para que le sea concedida la patente pedida, y no habiendo otros alegatos capaces de enervar lo decidido, corresponde confirmar el acuerdo apelado. POR TANTO: Se confirma el acuerdo venido en alzada. Lilliana Quesada Corella Ileana Isabel Sánchez Navarro Obando Gustavo Irías Exp. N° 07-000357-0161-CA Municipal Chan Tai Win contra Municipalidad de Pococí arv Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:43:20 PM Sentencia: 00391 Expediente: 04-000044-0163CA Fecha: 27/08/2009 Hora: 11:25:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección I Nº 391 - 200 9-I TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN PRIMERA. SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ.- Goicoechea, a las once horas veinticinco minutos del veintisiete de agosto de dos mil nueve. Proceso ordinario establecido por COOPERATIVA DE PRODUCTORES DE LECHE DOS PINOS R.L. , cédula jurídica número 3-004-045002-30, domiciliada en el Coyol de Alajuela, siete kilómetros carretera a Puntarenas, contiguo a "Zona Franca Bes", representada por su Apoderado Especial Judicial Licenciado Carlos Enrique Fonseca Saborío, quien es mayor de edad, divorciado, Abogado, vecino de San José, cédula de identidad número 1-325-227 , carné del Colegio de Abogados número 3082 contra la MUNICIPALIDAD DE OREAMUNO, representada por su Alcalde señor Walter Granados Torres. RESULTANDO la 1.-Que establecida la cuantía de este asunto como inestimable, presente demanda es para que en sentencia se declare: "(...) que la COOPERATIVA DE PRODUCTORES DE LECHE DOS PINOS R.L., no esta obligada a pagar patente municipal alguna, y que por lo tanto no esta (sic) obligada a suministrar información contable a la Municipalidad de Oreamuno. Le sean reintegradas a mi representada la suma cobrada y pagada indebidamente bajo amenaza de cierre por ¢2.180.000,00, más los intereses de ley. Así mismo, en caso de oposición solicito se condene a la Municipalidad de Oreamuno al pago de las Costas Personales y Procesales. (...)". 2.-Que emplazada la Municipalidad para tales efectos, no procedió a dar contestación a la demanda, en virtud de lo cual por resolución de las diez horas doce minutos del tres de agosto del dos mil siete, fue declarada en estado de rebeldía. 3.-Que en sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda número 1046-2008, dictada a las ocho horas cuarenta y cinco minutos del veintinueve de agosto de dos mil ocho, el Juez Felipe Córdoba Ramírez dispuso: "Por tanto: Se declara sin lugar la presente demanda ordinaria en todos sus extremos. Se resuelve sin especial condenatoria en costas." 4.-Inconforme con lo resuelto, la parte actora formul ó recurso de apelación, que fue admitido mediante auto de las diez horas y treinta y ocho minutos del veintisiete de octubre de dos mil ocho; y en virtud del cual conoce este Tribunal en alzada. En los procedimientos se observan omisiones capaces de producir nulidad de lo actuado, y este fallo se dicta dentro del término que permiten las labores del Despacho, previa deliberación. 5.- Redacta el Juez Irías Obando ; y CONSIDERANDO I.-SOBRE LOS HECHOS PROBADOS Y NO PROBADOS : Por la forma en que se resuelve, se omite pronunciamiento con relación al elenco de hechos probados y no probados enunciados en la sentencia que se recurre; así como de los agravios expresados por la recurrente. CONSIDERANDO: De conformidad con lo dispuesto por el artículo 2, inciso 4) de la Ley de Notificaciones, Citaciones y otras Comunicaciones Judiciales, vigente a la fecha en que se dictó y se comunicó la resolución atacada, la sentencia de primera instancia debe notificársele al demandado rebelde personalmente o en su casa de habitación. En el presente asunto la accionada Municipalidad de Oreamuno fue declarada rebelde (folio 357); sin embargo, revisado el sistema de informático de gestión, se advierte que a la corporación municipal no se le notificó en la forma ordenada por la norma referida, el fallo dictado. Por esta circunstancia, con el propósito de orientar los procedimientos y evitar cualquier indefensión, se deberá anular la resolución de las diez horas y treinta y ocho minutos del veintisiete de octubre de dos mil ocho, que admitió la alzada (folio 383), pues la misma resulta prematura a tenor de lo dispuesto por el artículo 570, inciso 3) del Código Procesal Civil, para que de previo a pronunciarse sobre el recurso interpuesto proceda el Juzgado a notificarle correctamente a la demandada Municipalidad de Oreamuno, la sentencia respectiva acorde con lo ordenado por la normativa arriba indicada (artículos 194 y 197 del Código Procesal Civil). POR TANTO Se anula la resolución de las diez horas y treinta y ocho minutos del veintisiete de octubre de dos mil ocho, que admitió la alzada. Proceda el Juzgado conforme con lo señalado en el Considerando de esta resolución. Ileana Isabel Sánchez Navarro Gustavo Irías Obando Vernor Perera León Exp. N° 04-000044-0163-CA Ordinario - Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos R.L. contra Municipalidad de Oreamuno arv Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:46:28 PM Sentencia: 00465 Expediente: 07-000277-0161-CA Fecha: 26/10/2007 Hora: 10:05:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección I -.No. 465-2007.SECCIÓN PRIMERA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Segundo Circuito Judicial de San José, a las diez horas cinco minutos del veintiséis de octubre del dos mil siete.-*** INCIDENTE DE SUSPENSIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO, interpuesta por el recurrente dentro de RECURSO DE APELACIÓN MUNICIPAL de REYES GERARDO LEÓN ANGULO, contra el acuerdo AC-137-07, de la sesión 51, acta 71 del dieciséis de abril de dos mil siete de la MUNICIPALIDAD DE ESCAZÚ.Redacta el Juez Villalobos Soto.CONSIDERANDO I.-A fin de resolver la presente incidencia se tienen por ciertos los siguientes hechos: 1) Que el actor es titular de la patente de licores número uno, del distrito de San Antonio de Escazú, la cual es explotada en el salón bar "Centro Turístico Los Reyes" en Bello Horizonte, desde el año mil novecientos setenta y cinco y así consta en una certificación emitida el veintidós de marzo de dos mil seis (folios 1-4 de este legajo).- 2) Que en setiembre de dos mil siete el actor tenía en su negocio gastos administrativos fijos por la suma de nueve millones seiscientos once mil seiscientos cuatro colones y gastos en la compra de mercadería para vender por el monto de doce millones seiscientos mil colones (ibídem folios 6-10 y 18).-3) Que en el citado comercio laboran once personas que ven peligrar su empleo con el cierre del negocio (folios 11-12 ibídem).- 4) Que el catorce de febrero de dos mil siete, el actor presentó una solicitud de explotación de la patente referida en el local indicado, para que se le renovara su derecho (folios 56 a 58 del principal, documentos a folios 25-55 y 59-62 ibídem).-5) Que el 23 de febrero siguiente, por oficio SLM- 361-07, de la Sección de Licencias Municipales de la Municipalidad de Escazú se rechazó la gestión del actor (folio 81-82 del principal).-6) Que el doce de marzo de este año, se presentó gestión del petente alegando cumplir con los requisitos pendientes (folio 230 del principal).- 7) Que el dieciséis de abril de dos mil siete, en sesión ordinaria cincuenta y una, acta setenta y uno, por acuerdo AC137-07, el Consejo Municipal acordó rechazar la solicitud de explotación de patente de licores del actor en el local indicado, considerando que el albacea no tiene autorización para firmar el contrato y que la iglesia de la comunidad está a menos de trescientos metros del comercio (folios 257-262 del principal).-8) Que el treinta y uno de mayo de dos mil siete el administrado presentó recursos de revocatoria y apelación (folios 263-269 del principal).- 9) Que el dieciocho de junio siguiente, en sesión ordinaria sesenta, acta ochenta y tres, por acuerdos AC- 234-01-07 y AC234-02-07, la Corporación rechazó el recurso de revocatoria y se admitió la apelación para ante este Tribunal (folios 482 del principal).10) Que se presentó incidente de suspensión del acto ante esta instancia el trece de setiembre de este año (folios 20-27 del legajo incidental).II.-Alega el recurrente que desde marzo de mil novecientos setenta y cinco adquirió una patente de licores nacionales en el distrito de San Antonio y que explota en el negocio denominado Centro Turístico Los Reyes, en Bello Horizonte de Escazú, junto con la patente comercial trescientos setenta y cinco de bar, salón y rokola desde mil novecientos noventa y tres, además alega que la Ley de Licores no establece la obligación del patentando de renovar su patente cada dos años, pues las que están a nombre de sus dueños deben tenerse como definitivas y permanentes, pero que el Concejo Municipal de ese cantón en el acuerdo recurrido, el AC-137- 07, tomado en sesión número cincuenta y uno, acta setenta y uno del dieciséis de abril de dos mil siete, determinó, pese a cumplir con todos los requisitos, no otorgarle la renovación de la explotación de su patente en forma ilegal, como si estuviera pidiendo la obtención de una patente nueva, alegando que se ubica a doscientos treinta metros cincuenta y cinco centímetros de la iglesia, la cual ni siquiera se había construido cuando abrió su negocio, el cual no se ha motivo de ese lugar en treinta y dos años, o sea desde antes de la Ley de Licores y su reglamento, actuación municipal que ya en un caso similar fue desestimada por la Sección Segunda del Tribunal Contencioso Administrativo, en el voto 112-2007 de quince horas veinte minutos del dos de marzo de este año. Señala que en el giro comercial de su negocio realizó erogaciones importantes que de no cubrir lo llevaran a la quiebra, gastos administrativos en alquiler de local, salario de empleados, servicios de limpieza, patentes y servicios municipales, vigilancia privada, electricidad, derechos laborales y otros por la suma de nueve millones seiscientos once mil seiscientos cuatro colones anuales, compras de cerveza, depósito de licores, tabacos, refrescos y otros por doce millones seiscientos mil colones y cuentas por cobrar por dos millones doscientos diecisiete mil ciento dieciocho colones, según constata con documentos adjuntos, por lo que pide acoger el incidente prima facie ante los daños y perjuicios de difícil o imposible reparación que implican el cierre del negocio y el desempleo de los trabajadores, para que se suspenda el acto impugnado y se le notifique así al Concejo y al Alcalde hasta que se resuelva el asunto por el fondo.III.-El artículo 148 de la Ley General de la Administración Pública establece que los recursos administrativos no tendrán efecto suspensivo de la ejecución, pero el mismo servidor que dictó el acto, su superior jerárquico o la autoridad que decide el recurso podrán suspender la ejecución cuando la misma pueda causar perjuicios graves o de imposible o difícil reparación, en consecuencia la norma es al.aplicable al trámite que corresponde a la apelación Municipal en vía administrativa ante este Tribunal (artículos 181 ibídem y 84-85 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa), regulación que responde íntegramente a la doctrina de la suspensión de acto en vía judicial (numerales 91-93 LRJCA). El caso es que según consta en autos, el administrado ha estado explotando su la patente de licores de la que es titular en un local que alquila en Bello Horizonte de San Antonio de Escazú desde hace treinta y dos años, pero que el municipio ha resuelto denegar la nueva gestión de explotación de ese derecho en el mismo local, impidiéndole ejercer su comercio. De lo expuesto queda claro que ante la imposibilidad de disfrutar la explotación de ese negocio no podrá afrontar el pago de sus obligaciones ordinarias, por más de nueve millones de colones mensuales y su deudas, por más de doce millones de colones, según las sumas acreditadas en el expediente, lo que lleva a considerar que la consecuencia lógica de esa situación que implica para el administrado la perdida total de su empresa, después de más de treinta años y eventualmente su quiebra como comerciante. Además de la perdida del empleo para doce personas, todo lo cual representa claramente un daño en lo personal difícil de reparar y cierta repercusión social, en relación a las familias de los trabajadores. IV.-Es importante además agregar dos consideraciones particulares de este caso. La primera es que, si bien el proceso se ha tramitado como una gestión de explotación de patente municipal que se ha denegado, lo cierto es que se trata de una actividad que se ha venido ejerciendo desde hace muchos años en forma normal y de la que se ha requerido renovar la licencia de explotación, por lo que lo que se está denegando es la continuación del ejercicio de los derechos que ha venido ostentando el administrado en forma legítima, de manera que se trata de un acto administrativo que interfiere con la situación jurídica que hasta ahora ha tenido el petente. En segundo lugar, que se trata de un negocio de venta de licor que ha funcionado por treinta años, sin que conste en el expediente administrativo, ni en los motivos de la Administración para emitir sus actos que el local cause algún disturbio en la comunidad o sea foco de algún problema social, de manera que no se observa ningún interés público de la comunidad ni de su salud moral que corra peligro y por ende impida la cautelar que se solicita.V.-Considerando que el incidente se presentó ante este Despacho tres meses después de que se admitió la apelación y que aún no se habían presentado las piezas ante el Tribunal a esa fecha, por lo que hubo que requerirlas para resolver esta incidencia y que durante todo este tiempo la situación del administrado ha estado pendiente, se estima que, con base en los consideraciones anteriores, procede acoger la incidencia propuesta prima facie (a primera vista), por lo que se debe autorizar la explotación de la patente en cuestión en el local en que se ha ejercido normalmente hasta ahora durante el tiempo que tarde en resolverse este procedimiento administrativo conforme a derecho.POR TANTO Se declara con lugar prima facie el incidente de suspensión, por lo que se autoriza al administrado Reyes Gerardo León Angulo a explotar la patente de licores número uno, del distrito de San Antonio de Escazú, en el salón bar "Centro Turístico Los Reyes" en Bello Horizonte, hasta que se resuelva la presente apelación municipal ante este Tribunal por el fondo.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ANA ISABEL VARGAS VARGAS EXP. 07-000277-0161-CA / Inc. Suspensión REYES GERARDO LEÓN ANGULO c/ MUNICIPALIDAD DE ESCAZÚ KCONCEPCIÓN Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:47:52 PM Sentencia: 00391 Expediente: 07-000157-0161-CA Fecha: 19/09/2007 Hora: 2:05:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección I -.No. 391-2007.SECCIÓN PRIMERA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Segundo Circuito Judicial de San José, a las catorce horas cinco minutos del diecinueve de setiembre del dos mil siete.Por apelación de HILO ENTERPRISES CR. S.A., representada por su apoderada generalísima Irene Cho Kunz, de único apellido por su nacionalidad, mayor, casada, empresaria, con pasaporte de los Estados Unidos de Norteamérica número uno tres tres nueve cero tres dos cinco cinco, vecina de San José, conoce el Tribunal del artículo once, capítulo sétimo, de la Sesión Ordinaria cinco, del treinta de enero de dos mil siete de la MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA.Redacta el Juez Villalobos Soto.CONSIDERANDO I. - HECHOS PROBADOS.: 1) Que el cinco de junio de dos mil seis, se dictó resolución de la Alcaldía que declaró sin lugar recurso de apelación y confirmó acto y decisión del Departamento de Inspección General Municipal, que clausuró operación del negocio de la recurrente por falta de patente municipal, el que fue notificado el día veinte de ese mes (folios 33- 39).-2) Que diecisiete días hábiles después, el catorce de julio, la empresa afectada presentó una "recurso" o gestión de adición y aclaración, en el sentido de que no se había considerado uno de sus alegatos (folios 40-42).- 3) Que el día diecinueve siguiente se emitió fallo de la alcaldesa, rechazando la gestión por extemporánea, lo que se comunicó el once de agosto por fax (folios 43- 45).- 4) Que al tercer día hábil, el dieciséis de agosto, se presentó recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra la decisión precedente del diecinueve de julio (folios 46-50).-5) Que el treinta de octubre de dos mil seis, se emitió acto de la Alcaldía rechazando los recursos por improcedentes, lo que se notificó el día veintisiete de noviembre siguiente (folios 53-56).- 6) Que el noveno día hábil siguiente, once de diciembre, la apelante interpuso recurso de apelación por inadmisión (folios 57-59).-7) Que el 30 de enero de dos mil siete, por artículo once, capítulo sétimo, de la sesión ordinaria cinco de ese año, el Concejo Municipal tomó el acuerdo aquí impugnado, según el cual se rechaza el recurso dicho en el hito anterior por resultar extemporáneo, lo que se comunicó a la administrada el ocho de febrero (folios 70-83).-8) Que el doce de febrero siguiente la petente interpuso recursos de revocatoria y apelación contra el acto precedente (folios 107-111).- 9) Que el primero de mayo de este año, en artículo noveno, capítulo sétimo de la sesión ordinaria dieciocho, el Concejo rechazó la revocatoria y admitió la apelación para ante este Tribunal (folios 93-100).II.-La recurrente funda su inconformidad en que ella siempre se ha mantenido a derecho con sus obligaciones municipales, incluso tiene el certificado de uso de suelo autorizando su actividad y su intención siempre ha sido contar con los permisos, licencias y patentes para ejercer su comercio de envió de desechos no tóxicos fuera del país para reciclar, lo que favorece el balance ecológico de la ciudad, evitando el desperdicio y aliviando al municipio una carga. Agrega que en el mismo sentido ha sido consecuente con el pago de impuestos, por lo que le extraña el proceder de la Administración de clausurar su negocio, sin otorgar un plazo prudente para completar el requisito faltante, pese a que el pago de estos tributos son beneficiosos para la ciudad y los proyectos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que no hay muchas empresas que sean igual de responsables y comprometidas con la comunidad. Indica que conforme con los documentos que adjunta, al detectar la ausencia de patente se abocó a obtener los instrumentos necesarios para lograr el otorgamiento de los permisos necesarios para operar, pero los trámites siempre conllevan atrasos y, a pesar de su voluntad, no ha sido posible conseguir todos los requisitos, pues faltaba la evaluación de la Secretaría Técnica Ambiental -SETENA-, lo que se logró hasta diciembre y con base en ello se hacen las gestiones ante el Ministerio de Salud. Acusa que se le está causando un grave daño a la situación económica de su empresa, pues el material de reciclaje requiere un abastecimiento periódico y constante de sus bodegas, además del necesario pago de salarios sin que la empresa genere ganancias, lo que amenaza con el cierre de operaciones en perjuicio de las familias de los que dependen de su actividad, por lo que los efectos devienen en incuantificables; pese a que los atrasos son causados por otras autoridades públicas. Comenta que solicitó adicionar y aclarar la resolución de la alcaldesa en relación con el atraso de la SETENA pero se rechazó su gestión, luego el Concejo no consideró los motivos alegados y no cursó la apelación por inadmisión en que pide conocer los anteriores recursos presentados. Pide revocar el acto impugnado que es contrario a derecho, ordenar la suspensión de sus efectos para evitar responsabilidades de la Administración, que se le de un plazo razonable para cumplir con los requisitos que faltan y que se declare la nulidad del acto recurrido.III.-El tribunal observa que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 173 de la Constitución Política, en relación con 153 y siguientes del Código Municipal y el 84 a 86 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, este tribunal es un superior no jerárquico del Gobierno municipal, de manera que de conformidad con el numeral 181 de la Ley General de la Administración Pública, sólo puede revisar la legalidad del acto, no puede sustituir la voluntad del ente decidiendo en su lugar, ni emitir indicaciones o tomar decisiones de oportunidad o conveniencia. Así las cosas, lo que el Consejo Municipal dispuso fue rechazar la apelación por inadmisión propuesta por la administrada, en virtud de que se presentó fuera del plazo correspondiente, en efecto, el 27 de noviembre de dos mil seis se le notificó a la recurrente la decisión de la alcaldesa de rechazar sus recursos de revocatoria y apelación por improcedentes y es hasta el noveno día hábil siguiente, 11 de diciembre, que se interpuso el recurso de apelación por inadmisión (hechos 5º y 6 º); esta gestión esta prevista únicamente en el Código Procesal Civil (artículo 583 y siguientes), según el cual el plazo para interponerla es de tres días si la autoridad que rechaza la apelación reside en el mismo lugar que su superior jerárquico, en caso contrario será de cinco días (artículo 585 ibídem); en consecuencia, lo resuelto por el gobierno local es conforme a derecho y este Tribunal debe ratificarlo sin más consideraciones. De conformidad con la ley 7274 de diez de diciembre de mil novecientos noventa y uno, se debe dar por agotada la vía administrativa.POR TANTO Se confirma el acto impugnado y se da por agotada la vía administrativa.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ANA ISABEL VARGAS VARGAS EXP. 07-000157-0161-C.A. / Municipal HILO ENTERPRISES CR S.A. c/ MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA KCONCEPCIÓN Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:49:12 PM Sentencia: 00331 Expediente: 04-000186-0161-CA Fecha: 29/08/2007 Hora: 10:25:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección I -.No. 331-2007.TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO; SECCIÓN PRIMERA. Segundo Circuito Judicial de San José. A las diez horas veinticinco minutos del veintinueve de agosto del dos mil siete.Proceso contencioso administrativo -especial tributario- establecido por HAL ANTILLEN S.A., "en adelante HOLLAND AMERICA", sociedad de Curazao, Antillas Holandesas, representada por su apoderado generalísimo en Costa Rica, Tomás Federico Nassar Pérez, vecino de San José, con cédula 1-508-509; contra la MUNICIPALIDAD DE ESPARZA, representada por su alcalde Dagoberto Venegas Porras, ingeniero agrónomo, con cédula 6-155-699. Intervienen además como apoderados especiales judiciales, del actor, la licenciada Cristina Sansonetti Hautala, soltera, de San José, con cédula 1-107-4332 y, por la municipalidad, la licenciada Kattia Guerrero Barboza, con cédula 6-228-342. Los personeros son mayores y, con la excepción dicha, abogados.RESULTANDO 1 .- Con fundamento en los hechos expuestos y citas legales invocadas, esta demanda especial de impugnación de impuestos, estimada en nueve millones seiscientos ochenta y un mil ochenta y siete colones con quince céntimos, tiene por objeto que en sentencia se declare: "... la NULIDAD ABSOLUTA de las Actuaciones (sic) dictadas por la MUNICIPALIDAD DE ESPARZA resolución de la Alcaldía de la Municipalidad de Esparza de las catorce horas del 8º de diciembre de 2003 y resolución administrativa del Concejo Municipal de Esparza, adoptada en la Sesión Extraordinaria en el Acta Número Cincuenta y Dos, según Artículo Dos del Capitulo Único realizada el viernes 13º de Febrero de 2004, en las cuales se obliga Inconstitucional, Ilegal e Arbitrariamente (sic) a la empresa HAL ANTILLEN N.V. a pagar una CONTRIBUCIÓN INDEBIDA DE TRIBUTOS por concepto de patente municipal, estando la obligación tributaria prescrita y realizándose sin la existencia de un procedimiento administrativo previo, utilizándose un medio de material (sic) de coacción e incumpliendo el marco legal y constitucional. Por estas razones, solicito se CONDENE A LA MUNICIPALIDAD ESPARZA (sic) a restituir la suma de ¢8,737,446.15 (OCHO MILLONES SETECIENTOS SETENTA Y SIETE MIL CUATROCIENTOS CUARENTA Y SEIS COLONES CON QUINCE CÉNTIMOS). Se le condene a pagar los INTERESES CALCULADOS DESDE LA FECHA DE PAGO HASTA EL 16 DE SETIEMBRE DE 2004, DE CONFORMIDAD CON EL NUMERAL 58º DEL CÓDIGO DE NORMAS Y PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS, los que ascienden a la suma de ¢1,124,796.55 (UN MILLÓN CIENTO VEINTICUATRO MIL SETECIENTOS NOVENTA Y SEIS (sic) CON CINCUENTA Y CINCO CÉNTIMOS). Solicito que se condene al demandado al pago de ambas costas del presente proceso. ... PETICIÓN ESPECIAL. Solicito que este Tribunal en el momento procesal oportuno eleve en consulta constitucional la aplicación del inciso primero y segundo del artículo 18º de la Ley de Tarifas de Impuestos MunicipaLes del Cantón de Esparza con la Convención Internacional aprobada por la Asamblea Legislativa como ley 1800 de 1954." 2.-El entidad municipal contestó negativamente las pretensiones de la actora, alega caducidad de la acción y pide que la misma se declare sin lugar.3.-En los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor, no se notan causales capaces de invalidar lo actuado. Esta sentencia se dicta dentro del término de ley. Redacta el juez Villalobos Soto y, CONSIDERANDO I.-HECHOS PROBADOS.: 1) Que el ocho de febrero de mil novecientos noventa y nueve, se recibió por la empresa R. Smyth & Co. Ltda. la liquidación de derechos de zarpe cobrados por la Municipalidad de Esparza sobre varias barcos, incluyendo intereses y multas, entre las que hay dieciséis cargos sobre la nave Maasdam (folios 78 a 83 del principal).2) Que el siete de octubre de dos mil tres se emitió un documento de la Municipalidad accionada, en el cual se indicaba que a nombre del buque "MAASDAM" se debía, entre el ocho de enero de mil noventa y seis y el veintiséis de junio de mil novecientos noventa y siete, por derechos de zarpe más los intereses, según la tasa anual variable a octubre de dos mil tres, la suma de ocho millones setecientos treinta y siete mil cuatrocientos cuarenta y seis colones con trece céntimos (folios 4-5 de expediente administrativo).3) Que el día ocho siguiente, se remitió comunicación de la deuda dicha en el hito anterior al capitán de la nave (folio 7 ibídem).4) Que el mismo día ocho de octubre de dos mil tres, se hizo un depósito bancario a favor del municipio por la suma referida (folio 19 ibídem y 6 del principal).5) Que en la misma fecha la Capitanía de Puerto de Puntarenas certificó que ese día arribó el buque Maasdam de Holanda, recibido a las nueve horas quince minutos y que zarpó a las dieciocho horas (folio 43 del principal).6) Que el mismo ocho de octubre, ante el pago realizado, el Alcalde remitió oficio al Capitán de Puerto indicando que no había motivo de su institución para impedir la salida del buque en cuestión (hecho 3ª de la demanda admitido a folios 30 y 113 ibídem, documentos a folios 11 y 20 de Exp. Adm.).7) Que el dos de diciembre del mismo año, la actora presentó un reclamo de devolución de la suma pagada ante la Municipalidad (Hecho segundo de la demanda admitido a folios 30 y 91 del principal y documento a folio 21-31 de Exp. Adm.).8) Que el ocho de diciembre siguiente, se emitió resolución de la alcaldía denegando el reclamo en todos sus extremos (folios 32-35 ibídem).9) Que el diecisiete de diciembre de dos mil tres, la accionante interpuso recursos de revocatoria con apelación en subsidio contra lo dispuesto por la Alcaldía (folios 39-46 ibídem).10) Que el veintiséis de diciembre siguiente, el Despacho del Alcalde rechazó la revocatoria y admitió la apelación ante el Concejo (folios 47-49 ibídem).11) Que el trece de febrero de dos mil cuatro, en acta de la sesión extraordinaria cincuenta y dos, artículo segundo capítulo único, el gobierno municipal rechazó los alegatos del recurrente, declarando que "... se estima en todos sus efectos la resolución recurrida..." y da por agotada la vía administrativa, decisión que se notificó al interesado el día cuatro de mayo de ese año (folios 1-5 del principal y 54-59 del administrativo).12) Que la presente demanda se interpuso en estrados judiciales el primero de junio de dos mil cuatro (folio 9 del principal).13) Que el actor aportó certificación notarial de los Estados Unidos de Norteamérica de un documento oficial del Reino de los Países Bajos, número treinta y dos mil diez, denominado: "EXTRACTO DEL REGISTRO DE LA ESCRITURA DE CONSTITUCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD QUE CABE AL QUE ALQUILA BARCO", número de inscripción 09-05-1996, nombre del buque "MAASDAM", barco de crucero, "Propietario: HAI, NADERLAND N.V., DE REYTERKADE 62, WILLEMSTAD (CURAZAO) HOLANDA, ANTILLAS/ Arrendador del buque: DE REYTERKADE 62, WILLEMSTAD (CURAZAO) HOLANDA, ANTILLAS/ Fletador del buque: Holland America Line NV, Cuneweg 5, 3208 KJ Spijkenisse" (folios 152168).II. SOBRE LA ACCIÓN: La petente indica que la demandada procedió en forma ilegal e inconstitucional a requerir el cobro de tarifas de Impuestos Municipales, sin la existencia de un procedimiento administrativo previo para cobrar una obligación ya prescrita bajo la amenaza de negarle la salida al crucero de su propiedad en el Puerto de Caldera, pese a que el nave estaba al día en el pago de los derechos de servicios portuarios del INCOPP, por lo que hubo que pagar sin oportunidad de defensa "a los efectos de no provocar una verdadera crisis en la imagen del turismo costarricense". Señala que el ocho de octubre de dos mil tres, mediante una actuación material, la municipalidad impidió al buque zarpar, pese a que no había antecedentes de cobro administrativo, ni procedimiento especial tributario previo conforme al artículo 79 del Código Municipal, la ley 7562 y el Código de Normas y Procedimientos Tributarios, ni audiencia, derecho de defensa o notificación previa; así se le ordenó al Capitán de Puerto que los buques que supuestamente tenían deudas con la corporación debían ser retenidos, utilizando potestades desproporcionadas, irrazonables e ilegales, de manera que por una deuda de poco menos de nueve millones de colones se retuvo una nave que vale más de doscientos millones de dólares, con mil doscientos sesenta y seis pasajeros entre tripulación y turistas, que deja ingentes divisas en el país y que paga sus derechos portuarios por medio de sus agentes. Alega que la detención de un buque está regulada en la "Convención Internacional para la Unificación de Ciertas Reglas en Materia de Embargo Preventivo de Buques de Mar de 1954", aprobada por la Ley 1800 de Costa Rica, según la cual su inmovilización por disposición de una autoridad para garantizar un crédito equivale a un embargo y sólo puede ser decretada por orden de un tribunal u otra autoridad judicial competente, no obstante se accedió a la medida impuesta por el Municipio, en contravención al numeral 7º de la Constitución Política, sin atender a los principios de razonabilidad y proporcionalidad administrativas, sin el debido proceso que también es garantía constitucional, para el cobro de un impuesto, sus intereses y multas que estaban prescritos, lo que constituye una vía de hecho. Dice que la convención citada prohíbe a una autoridad administrativa inmovilizar el buque y en consecuencia utilizar los mecanismos de acción para exigir el pago de un impuesto, pudiendo utilizar otras alternativas de coacción que no fueran contrarias al principio de legalidad y a los derechos subjetivos de la actora. Agrega que la Ley de Impuestos Municipales 7562, de 28 de noviembre de 1995, establece en el artículo 10 que la calificación del tributo debe notificarse al contribuyente por medio del ejecutivo municipal, no obstante esto no se cumplió, pues la única notificación que se les comunicó fue la orden de detención del buque, además el artículo 11 ibídem dispone el derecho de impugnar el cobro antes de que la resolución haya quedado firme, pero de no hacerlo la municipalidad no podrá cobrar multas ni intereses, pudiendo agotar la vía administrativa ante el Concejo Municipal, pero estos derechos no se le reconocieron, de manera que la determinación de la obligación tributaria adolece de vicios de nulidad absoluta y es una actuación material. Insiste en que, conforme al plazo de cuatro años del Código Tributario y de cinco años del Municipal, el capital adeudado estaba prescrito y por ende los intereses, por lo que requiere que se reparen las infracciones indicadas y se disponga el reintegro de la suma dicha. Acusa que lo que se está dando es una doble imposición por un mismo hecho, pues por la misma situación le cobra una tarifa tributaria el INCOPP y otra la municipalidad.III.-SOBRE LA DEFENSA: la municipalidad por su parte señala que la acción se refiere a un reclamo rechazado en vía administrativa conforme a derecho, pues el cobro del tributo en cuestión fue realizado en estricto apego a la ley 7562, sobre la cual ya la Sala Constitucional ha conocido diversas acciones de constitucionalidad y recursos de amparo, en los que siempre se ha mantenido el criterio de la razonabilidad de la norma, por la cual procede al cobro por concepto de Derecho de Zarpe, cita los votos 5925-96, 6525-98, 2448-02 y 11349-2004. Agrega que el cobro fue realizado al buque Maasdam, del que la actora no demostró siguiera ser la propietaria y que, en vía administrativa no se constató ilegalidad alguna, pues el caso es que el acto de notificación de la deuda no fue impugnado en forma oportuna y conforme a derecho. Alega que el reclamo es un circunloquio con el que se quiere burlar los plazos de caducidad que corresponden a este tipo de proceso. Considera que se acciona contra lo resuelto en una solicitud administrativa efectuada por la actora para pedir la devolución de dinero, sin que previamente exista una resolución judicial que determine la improcedencia del cobro del impuesto, lo que debió interponer en el plazo de treinta días a partir de la notificación del acto, el cual se dio el ocho de octubre de dos mil tres. Indica que según el voto 2448-2002 de la Sala Constitucional, recaído en un recurso de amparo del representante de la actora contra el artículo 18 de la Ley 7562, el oficio municipal con el que se notificó el cobro de sumas debidas y la comunicación efectuada por la Capitanía de Puerto del deber de cancelar la deuda no vulneran el debido proceso, tratándose de la potestad impositiva de las municipalidades, dentro de la procedencia de gravar actividades sin necesidad de previa audiencia; por ende, la actora debió interponer la demanda judicial en el plazo de treinta días a partir de la notificación, lo que no hizo sino hasta el dos de diciembre siguiente, enque interpuso un reclamo administrativo, por lo que la acción deviene caduca, de conformidad con los artículos 83.4 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y 154 inciso e) del Código Municipal. Alega que es falso que lo resuelto sea ilegal o inconstitucional, pues lo que se resolvió no fue la imposición de un tributo, sino la gestión de devolución de dinero interpuesta cuarenta días hábiles después de notificada la deuda. Refiere que la Sala Constitucional ha establecido la procedencia del cobro efectuado y del procedimiento usado. Observa que la actora confunde el pago de servicios portuarios con el de impuesto municipal, el cual es conforme a derecho y que se basa en otro hecho generador diferente, además que las acciones de cobro si se efectuaron como procedía y no fueron impugnadas en forma oportuna, de hecho hubo gestiones previas de cancelación a través de Smyth Internacional S.A., el agente marítimo de la petente, como medio de enlace de la naviera propietaria del crucero, desde el día ocho de febrero de 1999, en que se le comunicó un detalle de lo adeudado por diferentes buques, entre ellos el Maasdam. Considera que no son de aplicación al caso los artículos 10 y 11 de la ley dicha, pues se refieren a que haya una intención defraudatoria en una declaración o impugnación contra la calificación de oficio. Por lo anterior pide declarar sin lugar la demanda.IV.-SOBRE LA CADUCIDAD. El municipio fundamenta esta defensa señalando que la actora se enteró del cobro del tributo el 8 de octubre de dos mil tres, por lo que tenía treinta días hábiles para impugnar esa liquidación ante los tribunales, como dispone el artículo 83 párrafo 4º de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, no obstante se estima que el argumento no es de recibo, el actor lo que viene impugnando en este proceso son las resoluciones que el municipio tomó en virtud de su reclamo, pide la nulidad de la "resolución de la Alcaldía de la Municipalidad de Esparza de las catorce horas del 8º de diciembre de 2003 y resolución administrativa del Concejo Municipal de Esparza, adoptada en la Sesión Extraordinaria en el Acta Número Cincuenta y Dos, según Artículo Dos del Capítulo Único realizada el viernes 13º de Febrero de 2004", y respecto de esos actos, la demanda si ha sido puesta dentro del plazo de ley. Además el artículo 154 inciso e del Código Municipal, se refiere a que no cabe recurso de apelación ante el jerarca impropio de los acuerdos del Concejo en materia tributaria, pero dicha norma no impide impugnar las decisiones de los otros órganos municipales ni presentar este juicio especial tributario.- En consecuencia, no se presenta la situación de la caducidad alegada y se debe desestimar tal defensa.V.-SOBRE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY. El actor le solicita al Tribunal que haga la consulta a la Sala Constitucional en relación a que la Ley de los Impuestos Municipales del Cantón de Esparza, número 7562 de 28 de noviembre de 1995, que sería inconstitucional por cuanto permite el embargo de un buque en contravención de lo que establece un tratado internacional, el Convenio de Unificación de Reglas de Embargo Preventivo de Buques en Alta Mar, Ley 1800 de 30 de setiembre de 1954, lo que infringe el artículo 7 de la Constitución Política, indica que en concreto el artículo 4 de éste convenio establece que no se puede embargar un buque si no es con autorización de un Tribunal u otra autoridad judicial del Estado Contratante. Al respecto se deben hacer dos observaciones, la primera es que el artículo citado se refiere a las acciones de embargo en virtud de situaciones de cobro de "Créditos Marítimos", por una serie de causas que define el artículo 1º del mismo convenio, principalmente el cobro de daños causados con ocasión del uso o manejo de una nave, lo que no corresponde a la situación en que se basa este juicio; por el contrario, el que se debe aplicar es el artículo 2º ibídem, el cual establece que ".... ninguna de las disposiciones del presente Convenio podrá considerarse como una extensión o una restricción de los derechos y poderes que los Estados, Autoridades públicas o Autoridades portuarias posee por sus leyes internas o sus reglamentos, de embargar, detener o de otra manera impedir que un buque se haga a la mar dentro de su jurisdicción." En otras palabras, el Convenio no restringe la disposición de la ley interna 7562 que autoriza al Alcalde, autoridad pública del cantón, a impedir la salida de un buque por el pago de tributos. El segundo motivo es que, con base en el razonamiento anterior, este Tribunal no tiene duda alguna de la constitucionalidad de la ley en cuestión y por ende no está legitimado para hacer la consulta, según lo que norma el numeral 102 de la Ley de Jurisdicción Constitucional.VI.-SOBRE EL DEBIDO PROCESO: Se alega que la accionada se vio sujeta a una actuación material, pues no se le permitió defenderse mediante ningún proceso anterior a la acción de cobro y retención del permiso de zarpe, no obstante la actuación municipal es conforme a derecho, pues según dispone el artículo 10 de la ley 7562 se puede hacer la liquidación de los impuestos, con las multas e intereses correspondientes y, una vez fijada según sus cálculos la suma final, proceder a su comunicación al deudor; es a partir de este momento en que nace el procedimiento, pues el administrado tiene la posibilidad de interponer los recursos correspondientes, presentar su prueba y hacer los alegatos que estime para que la autoridad los considere y en su momento los admita o rechace conforme a derecho (artículo 11 ibídem), por ende, no hubo violación al debido proceso, sino que la actora fue notificada en forma oportuna de su obligación y se le abrió la oportunidad de defensa correspondiente. Ahora bien, hay una situación particular en este tipo de casos, y es que se trata de la actividad de navíos de mar, que se presentan de vez en cuanto o cada cierto período de tiempo, pero que permanecen en el país unos pocos días, de manera que no hay un domicilio cierto donde localizar a sus representantes legales; cuando la Administración debe considerar un recurso necesita de un plazo razonable para resolver, pero la nave no puede ni suele detenerse el tiempo necesario, ello implica una condición legal especial para la Administración y para el administrado, quien es el que puede abusar de esa situación para evadir sus obligaciones, de hecho, consta en autos que la acción de cobro se refería a varios cargos en los que la petente había incurrido y la nave se había ido sin pagarlos en fechas anteriores; es por ello que la ley dispuso un mecanismo adecuado en el numeral 18, cuando ordena que la Capitanía de Puerto no permitirá el zarpe de ninguna nave que no haya pagado la patente municipal respectiva y en el 19, que autoriza a tomar las medidas administrativas necesarias para aplicar la ley. En consecuencia, el hecho de que se le notificara por medio de la orden del Capitán de Puerto y se le retuviera el permiso de zarpe están plenamente justificado en las normas dichas y en el hecho de que la actora no tenía un representante legal responsable a quien notificar y con quien tratar, ni información sobre el nombre del capitán de la nave, ni otro medio material alguno para asegurar el pago de unos tributos que ya se habían evadido en diversas ocasiones; ello no impedía a la accionante presentar los recursos correspondientes y alegar las defensas que considerara necesarias y, si se trataba de liberar a la nave, pudo hacer un pago bajo protesta y continuar el procedimiento mediante un representante para garantizar que se resolvieran sus alegatos y, si fuera procedente, se le reintegrara su dinero. En su alegato insinúa que al efecto tiene agentes marítimos que la representan en el pago de sus obligaciones, pero al respecto el municipio demostró que desde febrero de mil novecientos noventa y nueve se le notificó a la empresa R. Smyth & Co. Ltda. la liquidación de derechos de zarpe cobrados sobre varias barcos, incluyendo intereses y multas, entre las que había dieciséis cargos sobre la nave Maasdam, sin que ello tuviera tuviera el efecto de que la petente se hiciera presente o nombrara un apoderado que aclarara sus obligaciones. La actuación municipal no resulta desproporcionada, sino adecuada a los hechos que la realidad le impone y que le impiden actuar de otra forma, tampoco son irrazonables ni ilegales, sino que corresponden a las potestades que le da la ley y que permiten las circunstancias, en este sentido, ante alegatos similares, la propia Sala Constitucional dijo: "UNICO: El recurrente reclama que los recurridos le cobran el impuesto municipal denominado "derecho de zarpe", sin que le haya dado audiencia o comunicado sobre las sumas adeudadas a su representada. El defecto que advierte el recurrente en la actuación administrativa es refutado por el Capitán de Puerto de Puntarenas, quien indica que en oficio número CPP-2001-219 se comunicó a la amparada sobre la cancelación de la deuda por concepto de patente municipal, y que hacía imposible que el buque zarpara sin cancelar previamente ese tributo. Asimismo, se hizo referencia al oficio municipal que contenía las sumas cobradas, intereses y multa, y se le indicó que debía comunicarse con el Alcalde Municipal para cualquier duda (ver folios 25 y 26). De manera que no advierte esta Sala lesión al debido proceso, pues se trata de la potestad impositiva de las municipalidades, y por lo tanto la procedencia de gravar actividades sin necesidad de previa audiencia (véase en ese sentido la sentencia número 5925-96 de las 15:21 horas del 5 de noviembre de 1996). En consecuencia, el recurso debe desestimarse. (Voto 200202448 de 10:16 horas del 8 de marzo de 2002, la negrilla no es del original).En consecuencia, la actuación que se discute fue conforme a los medios y formas que permite la ley, como se ha razonado.VII.-SOBRE LA PRESCRIPCIÓN: El actor alega que el acto impugnado es nulo en cuanto deniega devolverle el pago que hizo del impuesto, por cuanto se le cobró un tributo prescrito, al respecto se debe señalar que de conformidad con el artículo 53 inciso c) del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, el plazo de prescripción se interrumpe por el reconocimiento de la deuda por parte del deudor; en el presente caso, la actora procedió a cancelar la obligación sin presentar los recursos a los que tenía derecho impugnándola, que era la oportunidad legal que tenía para alegar esa forma de extinción de su obligación, por el contrario optó por cancelar y consentir el acto en ese momento, por lo que deviene improcedente que pretenda reabrir el trámite fenecido y alegar extemporáneamente esa cuestión, de manera que la denegación de este extremo por la municipalidad es conforme a derecho.VIII.-SOBRE LA DOBLE IMPOSICIÓN: Alega la actora que es ilegal el cobro del tributo municipal por cuanto ya se le cobra el mismo por el INCOP (o sea el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico), argumento que adolece de dos deficiencias. La primera es que no fundamenta porque considera que ambos cobros responden al mismo concepto, lo único que señala es que los dos implican la autorización de zarpar, razón que es insuficiente. El segundo defecto es que de su propio alegato se desprende que el instituto dicho cobra una tarifa por servicios portuarios, o sea un precio a cambio de recibir el derecho de atracar la nave y permitir que su pasaje descienda a tierra, pueda repostar provisiones, descargar mercadería, etcétera; en tanto que el municipio lo que cobra es un impuesto de patente, cuyo hecho generador es el ejercicio de actividades lucrativas dentro del territorio del Cantón de Esparza, artículo 1º de la Ley 7562, que en su caso consiste en la actividad de transporte marítimo (ver en este sentido el voto 592596 de 15:21 horas del 5 de noviembre de 1996 de la Sala Constitucional); de manera que se trata de hechos generadores totalmente diferentes, por lo que el alegato se debe desestimar.IX.-No encontrándose vicio alguno de nulidad en lo resuelto por la demandada, procede rechazar la petición de nulidad y, en consecuencia, también la solicitud de devolución del tributo cancelado, en su lugar se debe declarar sin lugar la demanda y acoger la oposición de la Municipalidad. No observándose ninguna de las circunstancias que prevee el artículo 98 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa para absolver en costas, procede, de conformidad con el 103 ibídem en relación con el 221 del Código Procesal Civil, condenar a la accionante al pago de las costas procesales y personales.POR TANTO Se rechaza la excepción de caducidad y se declara sin lugar la demanda en todos sus extremos. Son ambas costas a cargo de la parte actora.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ILEANA ISABEL SÁNCHEZ NAVARRO EXP. 04-000186-0161-CA / Tributario HAL ANTILLEN N.V. -HOLLAND AMERICA- c/ MUNICIPALIDAD DE ESPARZA KCONCEPCIÓN Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:50:24 PM Sentencia: 00301 Expediente: 04-000267-0161-CA Fecha: 03/08/2007 Hora: 11:15:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección I -.No. 301-2007.TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN PRIMERA. Segundo Circuito Judicial de San José, a las once horas quince minutos del tres de agosto del dos mil siete.Proceso contencioso administrativo -especial tributario- establecido por NAIDA SOCIEDAD ANÓNIMA, representada por su apoderado generalísimo Alvaro Madrigal Castro, vecino de Cartago, con cédula 1-428-855, contra la MUNICIPALIDAD DE ALVARADO, representada por su Alcalde, Ángel Raquel López Gómez, vecino de Charcalillos de Pacallas, con cédula 3-142-316. Ambos personeros son mayores y casados.RESULTANDO 1 .- Cuantificando su acción como inestimable, el actor presenta esta demanda especial de impugnación de impuestos para que en sentencia: "a. Se declare con lugar la presente demanda en todos sus extremos. b. Se declare absolutamente nulo y contrario a derecho, el acto administrativo dictado en el Capítulo IV, artículo I, inciso B, de la Sesión Ordinaria Nº 124 del 11 de octubre de 2004, refrendada el 18 de octubre de ese año, dictado por el Concejo Municipal de la Municipalidad demandada, mediante el cual denegó la petición de devolución y ordenó mantener el cobro del impuesto de patentes sobre la actividad de lechería desplegada por mi representada. c. Se declare que la actividad lechera desplegada por mi representada, no se encuentra sujeta al pago del impuesto de patente, según lo dispuesto por la Ley 7463. d. Se ordene a la Municipalidad de Alvarado, la devolución de lo pagado indebidamente a la fecha y los futuros pagos que mi representada realice, así como los intereses correspondientes, calculados sobre la suma pagada, anterior y posterior a la fecha de la presente demandada (sic), todo a tenor de lo dispuesto en el artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios. e. Se condene a la Municipalidad demandada al pago de las costas procesales y personales del presente proceso.- “ 2.-A la Municipalidad accionada se le notificó el auto inicial apercibida de que debía indicar lugar o medio donde atender notificaciones, sin que se apersonara al proceso o hiciera gestión alguna. Se le dio traslado de la formalización de la demanda por auto de once horas treinta y nueve minutos del primero de febrero de dos mil seis y, no habiendo presentado gestión alguna al efecto, a gestión del actor se la declaró rebelde y por admitidos los hechos en que se basa la acción por auto de trece horas cincuenta minutos del cinco de mayo siguiente (folio 88).3.-En los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor, no se notan causales capaces de invalidar lo actuado. Esta sentencia se dicta dentro del plazo que permiten las condiciones materiales del Despacho.Redacta el juez Villalobos Soto.CONSIDERANDO I.-HECHOS PROBADOS.: 1) Que la accionante es una empresa agrícola cuya actividad se reduce a la extracción de leche, contribuyente del Impuesto de Patente (No. 98) ante la Municipalidad de Alvarado de Cartago (hecho 1º de la demanda tenido por admitido por la accionada a folios 54 y 88 del principal).2) Que el veintitrés de agosto de dos mil dos se emitió el dictamen C-220-2002 de la Procuraduría General de la República a la Municipalidad de Alvarado, señalando que la actividad de lechería debe pagar patente municipal por ser industrial, según la Ley de Impuestos Municipales de ese cantón (hecho 1.2 de la demanda, a folios 54 y 88 del principal, folios 1-8 de expediente administrativo).3) Que el diez de setiembre de dos mil dos, ante consulta del municipio, el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), por oficio DJI-1348, confirmó el criterio anterior (folios 10-11 de Exp. Adm.).4) Que el veintiuno de octubre siguiente, en Sesión Ordinaria veinticuatro, el Gobierno Municipal autorizó al Departamento de Rentas y Catastro a dar continuidad al cobro de patentes a las personas que se dedican a la actividad lechera (folio 17 ibídem).5) Que el cuatro de noviembre del mismo año, por oficio RC-071-011-2002, el Departamento de Rentas notificó a los productores de leche de la comunidad que debían gestionar el otorgamiento de patente para su actividad, lo cual cumplió la actora mediante gestión del veinticinco de noviembre de dos mil dos y que en la misma fecha fue aprobada por el Consejo Municipal, en sesión ordinaria número treinta (folios 18-28 ibídem). 6) Que el diez de julio de dos mil tres se le comunicó a la petente un aviso de cobro de impuestos municipales, incluyendo el de patente de lechería entre otros (folio 2 del principal).7) Que el día diez de diciembre de dos mil tres, la accionante presentó escrito ante el Departamento de Rentas Municipal, pidiendo que se revoque el criterio por el cual se le cobra el derecho de patente por su actividad y se disponga la devolución del dinero pagado (folio 29-40 ibídem, hecho 1.3 de la demanda a folio 56 del principal).8) Que el nueve de enero de dos mil cuatro el encargado del Departamento de Rentas rechazó el reclamo (folio 41 del Exp. Adm.).9) Que el día quince del mismo mes y año, la administrada presentó recursos de revocatoria y apelación en subsidio contra la decisión precedente (folios 42 y 55 de Exp. Adm.).10) Que el 16 de enero la misma actora hizo gestión ante el alcalde para que se solicitara revisión y reconsideración del dictamen de la Procuraduría, expresando los motivos jurídicos de la acción, sin que se le resolviera en ningún sentido (hechos 1.4 y 1.5 de la demanda a folio 57 del principal).11) Que el 21 de enero siguiente, se emitió oficio RC-004-01-2004, por el cual se rechazó la solicitud de devolución de impuesto por extemporánea y admitió apelación ante el superior jerárquico (documento y hecho 1.6 de la demanda a folios 1-3 y 57 del principal).12) Que el once de octubre de dos mil cuatro, artículo 1º, inciso B, capítulo sexto, de la Sesión Ordinaria ciento veinticuatro del Concejo de la Municipalidad demandada, se rechazaron los recursos del actor y se confirmaron los actos impugnados (hecho 1.7 de la demanda a folio 57 y documento a folios 21, 30 y 36 del principal).13) Que el dos de diciembre de dos mil cinco, se emitió certificación del Instituto Nacional de Estadística y Censos indicando que, según la Clasificación Industrial Internacional Uniforme de Todas Las Actividades Económicas, utilizada por ese ente, la división 01 de Agricultura y ganadería incluye la cría de ganado lechero (clase 0121), con producción de leche cruda; que la elaboración de leche fuera del establecimiento se incluye en la clase 1520 de elaboración de productos lácteos, que corresponde a la Categoría D: Industrias Manufactureras, cuando hay filtración, inspección y refrigeración de crema y de leche entera, fresca y líquida, separación de la crema de la leche, pasteurización, homogenización etcétera, lo que no incluye la producción de leche cruda que corresponde a la otra clase citada (0121) y que la referida es la clasificación que se usa en el país (folios 77-79 ibídem).II.-SOBRE LA ACCIÓN: El actor señala que la tesis de la Procuraduría General de la República, que encasilla la actividad de lechería como industrial, se basa en la referencia al Diccionario Enciclopédico VOX, pero que le parece no es pertinente usar ese criterio para interpretar una norma jurídica, por lo que llega a una conclusión contradictoria, pues la ley no permite considerar que la actividad de lechería esté gravada. Señala que la propia Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia ha interpretado en diversas ocasiones el concepto de empresa agrícola y comercial, cita el texto de los votos No. 9 de catorce horas cuarenta y cinco minutos del dieciséis de enero de mil novecientos noventa y uno y el 34 de quince horas del veintisiete de abril de 1990, en la que se dice que lo agrícola es el desarrollo de un ciclo biológico, vegetal o animal, relacionado al disfrute de las fuerzas y los recursos naturales, que se resuelve por la obtención de frutos vegetales o animales, destinables al consumo directo. En el mismo sentido cita el voto del Tribunal Contencioso Administrativo 347-2002, de diecinueve horas cuarenta y cinco minutos del cuatro de octubre de dos mil dos, en el cual, en un proceso especial tributario, se falló en contra de la Municipalidad de Guácimo, pues se indicó que aún cuando hubiese cierta transformación no se daba actividad industrial. Indica que de lo citado se obtiene que la extracción de productos agrícolas puede configurar una empresa agropecuaria sin que ello constituya actividad industrial, como es el caso de la lechería, de donde sólo se extrae la leche, sin que haya homgenización, pasteurización o deshidratación; como si ocurre en la actividad industrial. Refiere también la Clasificación Internacional de Actividades Económicas vigente en nuestro país, que es vinculante de conformidad con lo dicho en el artículo 15 de la Ley de Patentes que interesa, según la cual la cría de animales y en este contexto la de ganado lechero, se refiere como agricultura en la clase 0121, para producción de leche; en el tanto se clasifica como industrial en la clase 1520 la de elaboración de productos lácteos, de la que se excluye expresamente la producción de leche cruda. Concluye que la empresa de su representada no se encuentra gravada por la ley referida, por lo que la interpretación de la Procuraduría en que se basa el municipio resulta errónea y vicia la decisión de cobro del tributo, por lo que pide acoger la demanda.IV.- El Tribunal analiza que el tributo de patente municipal que se cuestiona, está regulado en la Ley 7463, del doce de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, la cual establece en sus numerales 1º y 15º el sujeto pasivo y el hecho generador, así, en su artículo primero dice que las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas de cualquier tipo en el cantón de Alvarado, deberán pagar un impuesto de patente, luego en el quince dice "ARTICULO 15.Actividades lucrativas afectas al impuesto. Por las actividades lucrativas que seguidamente se enumeran, comprendidas en la clasificación internacional de actividades económicas, los patentados pagarán conforme a lo dispuesto en los artículos 3 y 4 de esta Ley, excepto las mencionadas en su artículo 16. a) Industria: Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para extraer, transformar o manufacturar uno o varios productos. Incluye el procesamiento de productos agrícolas y la transformación, mecánica o química, de sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Además, implica tanto la creación de productos como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o gaseoso; la construcción, la reparación o la demolición de todo tipo de edificios, las instalaciones y las vías de transporte, las imprentas, las editoriales y los establecimientos similares. En general, se refiere a mercaderías, construcciones y bienes muebles e inmuebles. b) Comercio: Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes económicos, según la oferta y la demanda, tales como casas de representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros, salvo las estatales, instituciones de crédito y, en general, todo cuanto involucre transacciones de mercado de cualquier tipo. c) Servicios: Comprende los servicios prestados al sector privado, al público, o a ambos, atendidos por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte, el almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y los de enseñanza privada, excepto los semioficiales. (La negrilla no es del original). La cita interesa por varios motivos importantes, en primer lugar define cuales actividades lucrativas están afectas al impuesto, de manera que si no están en la clasificación debe interpretarse que no pueden ser afectadas al mismo, ello se confirma cuando la misma norma dispone en forma directa que esas empresas pagarán las tarifas establecidas en los numerales 3, 4 y 16 de la misma ley, que son las que fijan el monto del tributo, de manera que si no hay otro tipo de gravamen para alguna labor o actividad diferente se debe entender que están excluídas del tributo. Finalmente, la norma citada da dos criterios importantes para resolver la cuestión, el primero es que define tres actividades lucrativas, servicios, comercio e industria, de las que, por lógica y por la fundamentación de los actos en cuestión interesa sólo la industrial, la cual se define por los verbos extraer, transformar, manufacturar y procesar, señalando que hay industria cuando se modifica y transforma una materia prima en un producto distinto, lo que no ocurre en la actividad lechera que se reduce a criar el ganado y extraer de él la leche cruda; el segundo aspecto es que la propia norma refiere a la clasificación internacional de actividades económicas, al efecto, una entidad oficial, que es una institución autónoma, como lo es el Instituto Nacional de Estadística y Censos, ha certificado según prueba que consta en autos, que la Clasificación Industrial Internacional Uniforme de Todas Las Actividades Económicas, utilizada por él es la oficial para el país y que, según la misma, la división 01 de Agricultura y ganadería incluye la cría de ganado lechero (clase 0121), lo cual involucra la producción de leche cruda, que expresamente se refiere como labor excluida en lo que se trata de la elaboración de leche fuera del establecimiento, que es la clase 1520, de elaboración de productos lácteos, que corresponde a la Categoría D: Industrias Manufactureras; esto es, cuando hay filtración, inspección y refrigeración de crema y de leche entera, fresca y líquida, separación de la crema de la leche, pasteurización, homogenización etcétera (folios 77-79 ibídem). Este análisis permite concluir que, de conformidad con la letra de la ley citada y las referencias jurídicas que la misma impone, la actividad de lechería pura y simple, o sea de cría de ganado para extracción de leche cruda no está gravada en la ley y los impuestos impugnados devienen ilegales.V.- En uno de los votos que cita el actor, el 347-2002 de la Sección Segunda de éste Tribunal, del diez horas cuarenta y cinco minutos del cuatro de octubre de dos mil dos, se conoció un caso muy similar, respecto de una ley con regulación análoga a la que se considera respecto del cobro de patente por la Municipalidad de Guácimo, en la que se discutía el mismo punto jurídico y se llegó a la misma conclusión, en aquel caso se indicó: "II- La Municipalidad de Guácimo acordó cobrarle a la sociedad actora, los impuestos municipales de conformidad con la Ley de 7545 de 21 de setiembre de 1995, denominada Ley de Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Guácimo, que en sus artículos 1 y 14 dispone: “Artículo 1- Obligatoriedad de pago del impuesto. Las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas de cualquier tipo, en el cantón de Guácimo, están obligadas a pagar a la Municipalidad un impuesto de patentes, conforme a esta ley.” “Artículo 14.- Actividades lucrativas afectas al impuesto. Todas la actividades lucrativas que seguidamente se enumeran, comprendidas en la clasificación internacional de actividades económicas, pagarán conforme a lo dispuesto en los Artículos 1, 3 y 4 anteriores. a) Industria: Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, la transformación o la manufactura de uno o varios productos. Incluye el procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos, como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o gaseoso; la construcción. La reparación o la demolición de todo tipo de edificios, instalaciones y vías de transporte; las imprentas, las editoriales y los establecimientos similares. En general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes muebles e inmuebles. b) Comercio: Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes económicos, según la oferta y la demanda, tales como casas de representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros, salvo las estatales, instituciones de crédito y, en general, todo lo que involucre transacciones de mercado de cualquier tipo. c) Servicio: Comprende los servicios prestados al sector privado, al sector público o a ambos, atendidos por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte, el almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y los de enseñanza privada, excepto los semioficiales.” III.- Como es sabido, en materia impositiva rige el principio de reserva legal, la que si bien es de carácter relativo, exige la definición de los elementos básicos del tributo a través de una ley formal. Esto así por virtud de lo dispuesto en la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13), y en el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública. Lo anterior implica que en materia impositiva debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, allí donde puede haber gravamen para el patrimonio del particular. Por esto mismo, le está vedado a la Administración -en este caso la Municipal-, la creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades administrativas. Esta conclusión se reafirma con la misma ley de referencia (N° 7545), cuando en su artículo primero obliga al pago de un impuesto de patente: " conforme a esta Ley ". La interpretación no puede ser otra: para establecer la obligación Tributaria debe atenderse a lo dispuesto expresamente por el cuerpo normativo en mención, pues tampoco podría afirmarse que por ser lucrativa, toda actividad está afecta al tributo que establezca el municipio por simple acuerdo. Esta última, sería una interpretación violatoria, en forma flagrante, al supra-citado principio de reserva de Ley. IV- De acuerdo con lo anteriormente dicho, las actividades lucrativas a que se refiere el artículo primero, son aquellas que con detalle enumera el artículo 14, porque si se toma el primero de ellos en forma independiente, se llegaría al absurdo de que las personas físicas que devengan un salario, como gestión honerosa, tendrían que pagar impuestos municipales. De manera que para poder determinar los sujetos que han de cubrir este impuesto a la Municipalidad de Guácimo según su ley, debe analizarse si su accionar se encuentra enmarcado dentro de los supuestos del artículo 14, tal como lo señaló con acierto la sentencia de la Sección Primera de este Tribunal, N° 2-2000, de las 11:15 hrs. del 7 de enero del 2000. V- De lo anterior se deduce que aquellas personas o empresas que se dedican al giro agrícola no están obligadas a pagar impuestos municipales a la accionada, puesto que la transformación y tratamiento con productos químicos a que alude el informe del asesor legal, en el caso de la actora no está dirigido obtener productos nuevos, ni se trata tampoco de un intermediario, sino que el proceso normal que sufren los productos agrícolas, por lo que la accionante se enmarca dentro de lo que se conoce como empresa agrícola, no equiparable a una industria o comercio, como lo ha entendido el ente corporativo. Al respecto ha resuelto la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, entre otras en la resolución No. 68 de 16:10 horas del 8 de mayo de 1991, ... (La negrilla no es del original)" Razonamientos que son de recibo en este caso.VI.-En consecuencia, al basarse el criterio municipal para determinar la existencia del tributo en una interpretación contraria al espíritu de la norma a aplicar, su contenido resulta ilegal y por ende los actos de cobro también, por lo que procede acoger la demanda y declarar la nulidad del acuerdo dictado en el Capítulo IV, artículo I, inciso B, de la Sesión Ordinaria Nº 124 del municipio demandado y la del que lo confirmó, en la que se denegó la petición de devolución de lo pagado y ordenó mantener el cobro del impuesto de patente sobre la actividad de lechería desplegada por la actora, la cual no se encuentra sujeta al pago de ese tributo, según lo dispuesto por la Ley 7463, por ende debe dicha corporación devolver el monto cancelado por ese concepto por la accionante hasta la fecha, así como los intereses correspondientes, calculados sobre las sumas pagadas, anteriores y posteriores a la fecha de la presente demanda, todo a tenor de lo dispuesto en el artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios.VII.- No se analizan defensas por no haber sido opuestas por la demandada en el momento procesal oportuno. Ahora bien, se debe considerar que la accionada no se opuso a la pretensión judicial, además que su actuar estaba basado en un criterio de la Procuraduría General de la República, que es vinculante y por ende estaba obligada a acatarlo, además de que también lo consultó con el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal, con el mismo resultado, por lo cual se estima que se trató de cuestiones cuya naturaleza daban motivo bastante para litigar, por lo que, por imperativo del artículo 98 inciso c) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, se impone la absolución en el pago de costas. Asimismo, habiéndose declarado la rebeldía de dicha parte, se debe disponer la notificación de esta sentencia en forma personal con su alcalde o en el domicilio de la corporación..POR TANTO Se acoge con lugar la demanda contencioso administrativa -especial tributaria- de NAIDA SOCIEDAD ANÓNIMA, representada por su apoderado generalísimo Alvaro Madrigal Castro, contra la MUNICIPALIDAD DE ALVARADO, en consecuencia se declara la nulidad del acuerdo dictado en el Capítulo IV, artículo I, inciso B, de la Sesión Ordinaria Nº 124, refrendado el 18 de octubre de ese año, tomados por ese Concejo Municipal, en cuanto denegó la petición de devolución y ordenó mantener el cobro del impuesto sobre la actividad de lechería desplegada por la actora, la cual no se encuentra sujeta al pago de ese tributo, según lo dispuesto por la Ley 7463; por ende debe dicha corporación devolver los montos cancelados por ese concepto por la accionante hasta la fecha, así como los intereses correspondientes, calculados sobre las sumas pagadas, anteriores y posteriores a la presente demanda, conforme al artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios. Se resuelve sin especial condena al pago de costas personales y procesales, notifíquese esta sentencia en forma personal con el Alcalde o en el domicilio de su Despacho.ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ILEANA SÁNCHEZ NAVARRO EXP. 04-000267-0161-CA / Tributario NAIDA S.A. c/ MUNICIPALIDAD DE ALVARADO KCONCEPCIÓN Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:51:21 PM Sentencia: 00515 Expediente: 03-000324-0161-CA Fecha: 14/11/2006 Hora: 2:00:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección I Nº 515-2006 SECCIÓN PRIMERA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Segundo Circuito Judicial de San José, a las catorce horas del catorce de noviembre de dos mil seis. Proceso especial tributario formulado por el BANCO POPULAR Y DE DESARROLLO COMUNAL, representado por su apoderado especial judicial, licenciado Walter Gómez Quirós, abogado, vecino de Cartago, en contra de la MUNICIPALIDAD DE CORREDORES, representada por su apoderado especial judicial, licenciado Roberto Borbón Sartoresi, abogado, vecino de Montelimar de Goicoechea. Ambos apoderados son mayores de edad, casados y abogados. RESULTANDO 1º. Considerada como inestimable, la presente demanda, fundamentada en los hechos aducidos y en los preceptos jurídicos citados, es para que en sentencia se declare: " 1. Con base en lo anterior solicito con todo respeto, acoger la presente demanda y declarar la improcedencia y la nulidad de los actos de la Municipalidad de Corredores tendiente a efectuar el cobro de patente municipal a mi representado con base en la ley número 7459. Consecuentemente, que el Banco Popular no está obligado a pagar el impuesto de patente que le ha atribuido la Municipalidad de Corredores. 2- Que por lo tanto, debe la Municipalidad de Corredores devolver al Banco todo pago efectuado o que deba efectuarse por este concepto, debiendo reconocer los intereses legales sobre dichos pagos, lo cuales corren desde el día en que se efectúen hasta la efectiva devolución del importe de éstos. Debe condenarse a la Municipalidad igualmente al pago de las costas de este Juicio (sic). 3. Subsidiariamente, en el evento de que el Banco se encuentre obligado a pagar este Tributo, se acoja la prescripción sobre períodos y rubros correspondiente conforme a las disposiciones tributarias aplicables". 2º. La Municipalidad de Corredores contestó negativamente la demanda y opuso las excepciones de falta de derecho, falta de legitimación activa y pasiva y la defensa previa de caducidad del plazo para interponer la demanda, la que fue declarada sin lugar interlocutoriamente. 3º. En los procedimientos se han seguido las prescripciones legales, no hay errores ni omisiones que ameriten corrección o impliquen nulidad y se dicta esta sentencia dentro del plazo que permiten las labores del Despacho, previas las deliberaciones de rigor. Redacta la conjueza Vargas Rodríguez. CONSIDERANDO I. Por encontrar sustento probatorio en los expedientes administrativo y judicial, se tienen como demostrados los siguientes hechos: 1)Por oficio del dieciséis de mayo de dos mil tres, el señor Marino Rodríguez Esquivel, del Departamento de Rentas de la Municipalidad accionada requirió al actor para que pagara impuesto de patente, para lo cual debería realizar la debida solicitud. (Folio 9 del expediente). 2) En contra de tal decisión se formularon los recursos de revocatoria y apelación ante el "superior que corresponda". (Folios 5, 6 y 7 del expediente). 3. El cuatro de agosto del dos mil tres, el Departamento de Rentas mencionado, rechazó la revocatoria formulada y elevó la apelación ante el Alcalde Municipal. (Folio 11 del expediente). 4. El veintisiete de agosto del mismo año, el Alcalde César Moya Gutiérrez, declaró sin lugar el recurso de apelación. (Folios 26 y 27 del expediente administrativo). 5) El tres de setiembre del año dicho se formuló esta acción. (Folio 3 del expediente judicial). 6) Por resolución de las ocho horas y catorce minutos del veintidós de setiembre del dos mil tres, la jueza tramitadora de este Tribunal previno a la parte actora que demostrara el agotamiento de la vía administrativa y en caso de no haberlo hecho, lo hiciera, para lo cual concedió los plazos de ley. (Folio 18). 7) Recurrido el auto anterior se denegó la revocatoria y se conminó al accionante a cumplir con lo dispuesto en aquella resolución, en auto de las diez horas y cuarenta y seis minutos del diez de diciembre de dos mil tres. (Folio 22) 8)El seis de enero de dos mil cuatro, el actor formuló ante el Concejo de Corredores recurso extraordinario de revisión en contra de la resolución del Alcalde Muncipal. (Folio 24). 9) El doce de febrero de dos mil cuatro, el Concejo dicho, rechazó el recurso extraordinario de revisión por considerarlo improcedente y le sugirió al accionante acudir a la instancia judicial correspondiente. (Folio 33 del expediente). II Esta acción pretende que se declare que el Banco Popular y de Desarrollo Comunal, no debe pagar la patente a que le requiere el Concejo Municipal demandado, por cuanto la Ley 7459, Ley de Tarifas de Impuestos de la Municipalidad de Corredores, impone ese tributo a las actividades lucrativas, de manera que el hecho generador no se produce pues ese tipo de actividad es ajena a los preceptos de creación del banco actor, posición que ha sido mantenida mediante diversos pronciamiento judiciales, tanto de la Sala Constitucional, como de este Tribunal. Señala que el fin público del Banco le impide aquélla característica, que se refiere a la actividad económica de los particulares produciéndoles provecho, ventaja o ganancia que se produce por el ejercicio económico en en actividades comerciales. La ley define sus cometidos cuales son la participación en el desarrollo social del país, sin enriquecerse o sacar provecho para sí, sino como soporte de desarrollo a los trabajadores, por lo que no puede ser sujeto de una imposición tributaria, al no configurarse el hecho generador del tributo. III. La Municipalidad de Corredores sostiene que el actor es sujeto del tributo que establece la ley de patentes de ese municipio, por cuanto ejerce una gran variedad de actividades comerciales que producen ganancias o lucro. Afirma que así lo ha sostenido un pronunciamiento de la Procuraduría General de la República y que la jurisprudencia que se menciona por parte del actor, es anterior a las reformas de su Ley Orgánica, que en los tiempos que corren ese Banco realiza toda clase de préstamos millonarios y gran número de actividades que son sin lugar a dudas lucrativas, por lo que está obligado a operar con una patente municipal y pagar el impuesto correspondiente. IV. El punto en conflicto ha sido debatido ante este Tribunal en diversos procesos y en todos ellos se ha sostenido la tesis, fundamentada en jurisprudencia de la Sala Constitucional que ha dicho que las actividades que ejercen entidades tales como el Banco Popular y de Desarrollo Comunal, no son de índole lucrativa, posición que se reitera una vez más. La opinión de la Procuraduría General de la República, no es una consulta como expresamente se advierte en el documento, respetable pero no obligatoria para los tribunales de justicia. El punto sobre el que existe discrepancia no es sobre las actividades de índole bancaria que ejerce el accionante, sino de que las utilidades que obtiene con ellas no enriquecen a una sociedad o persona, sino que son destinadas a los fines que señalan las leyes que las rigen. (Artículos 34, 39, 40 de la Ley Orgánica del Banco Popular y de Desarrollo Comunal). IV. De conformidad con lo expuesto, procede rechazar las excepciones interpuestas, falta de derecho, de legitimación activa y pasiva, está última por cuanto es evidente que la prestación que mediante el proceso deduce la parte actora, no pago de patente municipal de su sucursal en Corredores, se corresponde con la legitimación activa y la pasiva al municipio mencionado, quien exige aquél. V. En cuanto a las peticiones propuestas deben acogerse del modo que se dirá, entendiéndose denegadas en lo no expresamente concedidas: El Banco Popular y de Desarrollo Comunal no está obligado a pagar el impuesto de patente cobrado por la Municipalidad de Corredores. En caso de haber pagado alguna suma por dicho concepto, deberá ser devuelta junto con los intereses generados desde su cancelación hasta su efectiva devolución, a la tasa de interés legal. VI. El pago de ambas costas han de correr a cargo de la vencida, pues no encuentra el tribunal que existan las causales de exoneración enumeradas en el artícul 98 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa. POR TANTO Se rechazan las excepciones de falta de derecho, ausencia de legitimación activa y pasiva. Se declara con lugar la demanda en los términos que expresamente se consignan entendiéndose denegada en lo no expresamente concedido: el Banco Popular y de Desarrollo Comunal no está obligado a pagar el impuesto de patente cobrado por la Municipalidad de Corredores. En caso de haber pagado alguna suma por dicho concepto, deberá ser devuelta junto con los intereses generados desde su cancelación hasta su efectiva devolución, a la tasa de interés legal. Se condena a la vencida al pago de ambas costas del proceso. ELVIA ELENA VARGAS RODRÍGUEZ JOAQUÍN VILLALOBOS SOTO ANA ISABEL VARGAS VARGAS EXP. 03-000324-0161-CA / Tributario B.P.D.C. c/ MUNICIPALIDAD DE CORREDORES KCONCEPCIÓN Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 20/3/2010 9:53:03 PM Sentencia: 00300 Expediente: 03-000269-0161-CA Fecha: 23/09/2008 Hora: 2:05:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección II % Exp / Nº 03-000269-161-CA Proceso/ Especial Tributario Actor/ Melones de Costa Rica Notificaciones/ Carlos Enrique González Pinto fax 2282-13-54 Demandado/Municipalidad de Liberia Nº300-2008 SECCIÓN SEGUNDA TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO II CIRCUITO JUDICIAL, Goicoechea a las catorce horas y cinco minutos del veintitrés de setiembre del dos mil ocho.Proceso contencioso administrativo -especial tributario- formulado por MELONES DE COSTA RICA SOCIEDAD ANÓNIMA , representada por su Presidente, Vicepresidente, Secretario y Tesorero, todos ellos con facultades de apoderados especiales judiciales sin límite de suma, que pueden actuar conjunta o separadamente respectivamente, Carlos Manuel González Alvarado, agricultor; José Antonio Yock Fung, contador público; Carlos Enrique González Pinto, ingeniero, vecino de Cartago y Alfredo Apéstegui Barzuna, ingeniero en tecnología de alimentos; contra la MUNICIPALIDAD DE LIBERIA , representado por su alcalde Ricardo Adolfo Samper Ugarte, vecino de Guanacaste. Las personas físicas son mayores de edad, casados, abogados y con las salvedades hechas, vecinos de San José. RESULTANDO I.-Estimada en un millón setenta y dos mil quinientos dieciséis colones con cinco céntimos y fundamentada en las disposiciones de los artículos 11, 18, 40, 45, 48, 121, inciso 13 de la Constitución Política, 1,3, 4, 16 de la Ley 8235 Ley de Patentes del Cantón de Liberia; artículo 11 de la Ley General de la Administración Pública, 5, 43 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, 2, 3, 4, incisos d) y e) 13 inciso h) del Código Municipal, 1,10. 19, 31, 46, 82 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, la presente demanda es para que en sentencia se declare "1- Que se revoque el Acuerdo del Concejo Municipal de Liberia Nº 2, capítulo 3, tomado en la Sesión Extraordinaria Nº 11- 2003, por resultar contrario a los principios y normas legales antes citadas. 2- Que la actividad de producción de melones, al tratarse de una actividad agrícola no se encuentra gravada expresamente por la Ley de Patentes del Cantón de Liberia, Ley Nº8535 del 2 de abril de 2002. 3- Que como consecuencia de lo anterior, se ha violado el principio de reserva de ley ya que al no estar la actividad agrícola gravada por la Ley de Patentes de la Municipalidad de Liberia, la Municipalidad no puede estar cobrando dicho tributo a Melones de Costa Rica S. A. 4- Se acuerde que es procedente la devolución de los tributos cancelados indebidamente y bajo protesta, por Melones de Costa Rica, S.A., para el primer trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05, y para los períodos (sic) subsiguientes hasta la finalización de este proceso judicial. 5- Que se acuerde el pago de los intereses correspondientes a cargo de la Municipalidad demandada por las sumas pagadas indebidamente, los cuales se deben calcular desde el momento en que se efectúo el pago indebido y hasta la fecha efectiva de su devolución. 6- Se excluya a mi representada del registro de contribuyentes de este tributo para los sucesivos trimestres. 7- Se condene a la Municipalidad demandada al pago de las costas procesales y personales derivadas de este proceso. II. En Subsidio. En caso que no se acoja el anterior reclamo en todos sus extremos, se solicita que subsidiariamente se declare: 1- Que la tarifa definida en el artículo cuatro de la Ley de Patentes del Cantón de Liberia Nº 8235 del 21 de abril de 2002, al ser aplicada a los ingresos brutos, genera un cobro indebido (e inconstitucional) de parte del Municipio y en contra de Melones de Costa Rica, S.A., pues al encontrarse con pérdidas fiscales, según se ha demostrado con la copia de la declaración del impuesto sobre la renta del período 2002, grava su propiedad en lugar de hacerlo sobre las rentas o utilidades. 2- En consecuencia de lo anterior se acuerde que es procedente la devolución de los tributos cancelados indebidamente, y bajo protesta, por Melones de Costa Rica, S. A., para el primer trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05, y para los períodos subsiguientes hasta la finalización de este proceso judicial, así como los intereses correspondientes los cuales se deben calcular desde el momento en que se efectúo el pago indebido y hasta la fecha efectiva de su devolución. 3- No se vuelva a cobrar dicho tributo a Melones de Costa Rica, S.A. en aquellos períodos en donde la tarifa del impuesto se torne confiscatoria. 4. Se condene a la Municipalidad demandada al pago de las costas procesales y personales debidas de este proceso." II.-La Municipalidad de Liberia no contestó la demanda en el plazo concedido para tales efectos y a petición de parte, fue declarada en rebeldía. (folio 127) III.-Al proceso se le ha dado el trámite debido, y no se observan vicios u omisiones susceptibles de producir nulidad de lo actuado o indefensión a las partes. Se dicta esta resolución dentro del plazo legal, previa deliberación; y Redacta la jueza Jiménez Quesada; y CONSIDERANDO I- HECHOS PROBADOS: Para la resolución de la presente litis se tiene por probados los siguientes: a) La empresa Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima por fusión por absorción, se dedica al cultivo y exportación de melones a Estados Unidos y Europa, vendiendo la fruta en su estado natural. (Hecho 1º de la demanda, folio 91, así como 170 de los autos). b) Que con fecha 13 de noviembre del año 2000, Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima, solicitó a la Municipalidad de Liberia, la respectiva patente municipal, para poner en operación una planta empacadora de melón en el Distrito de Cañas Dulces de Liberia (ver folio 19 del expediente administrativo); c) Que el día 24 de noviembre de 2000, el Departamento de Rentas y Cobranzas Municipales otorgó a Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima, la licencia Municipal Nº 7996, para ejercer actividades lucrativas dentro del Cantón de Liberia ( folio 25 y 26 del expediente administrativo); d) Que Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima, presentó el Departamento de Rentas y Cobranzas Municipales de la demandada, declaración jurada 090 correspondiente al período fiscal 2002, el 20 de diciembre de ese mismo año ( folio 33 del expediente administrativo); e) Con base en dicha declaración jurada, el treinta y uno de enero de dos mil tres, se procedió a la fijación del impuesto de patentes del primer semestre del dos mil tres, por la suma de un millón setenta y dos mil quinientos dieciséis colones con cinco céntimos, monto que fue cancelado bajo protesta, al considerar la empresa accionante que dicho cálculo se realizó con base en los ingresos brutos, lo que consideraba excesivo. (folio 37 del expediente administrativo); f) Que el dos de abril del mismo año, la actora formuló ante el Concejo Municipal de Liberia, formal reclamo para que conociera y aprobara la devolución del Impuesto de Patentes correspondiente al primer trimestre del período dos mil tres, por la suma de un millón setenta y dos mil quinientos dieciséis colones con cinco céntimos, se declarara que la producción y venta de melones, al tratarse de una actividad agrícola no se encontraba gravada expresamente por la Ley de Patentes del Cantón de Liberia Nº 8235( hecho 6º de la demanda, folio 92 expediente judicial, 47 a 64 del administrativo); g) Que el Concejo Municipal demandado, en la sesión extraordinaria Nº 11-2003, rechazó el reclamo interpuesto mediante el acuerdo Nº 2, capítulo 3 (hecho 7º de la demanda, folio 61, expediente administrativo, folios 70 a 75); h) Que en la planta de la actora se da el proceso productivo y proceso de empaque de melón, que dicha actividad es netamente agrícola, ya que las frutas sufren un proceso de selección, lavado, empaque en bolsas plásticas, colocación en áreas de frío y embalaje en cajas de cartón. Que el melón no sufre transformación física ni química alguna durante su producción o paso por la empacadora. Ademas no se obtienen subproductos (Pericia del ingeniero Gerardo E. Hidalgo Vega, folios 163 y 164 del expediente principal) II- FUNDAMENTOS DE HECHO Y DERECHO DE ESTA ACCIÓN: Con este proceso pretende el personero de la sociedad actora, que se le reconozca la no sujeción del pago del tributo de patente Municipal, por no estar previsto el mismo en la relación con la actividad agricola, que realiza su representada, petición que en su momento fue rechazada por aquélla, aduciendo que el tipo de actividad que realiza su representada se encuentra entre las que la Ley 8235 del 2 de abril de 2002, Ley de Patentes de la Municipalidad de Liberia, estipula para el cobro del impuesto Municipal, habida cuenta de que se trata de una actividad agrícola, y el artículo 1º de aquella ley, establece la necesidad de pagar un impuesto para obtener licencia Municipal, para ejercer cualquier actividad lucrativa, sin excepción alguna. Como contra argumento de lo indicado por el ente Territorial, indica que, el artículo 16 de su Ley de Patentes, establece claramente una lista taxativa de las actividades lucrativas que están sujetas al tributo, dentro de las cuales no se encuentra la actividad agrícola ejercida por su representada. Respalda su ruego, indicando que la actuación administrativa violenta el Principio de Reserva Legal, en materia Tributaria que deriva de los artículos 121 inco 13 de la Constitución Política, ya que pretende gravar una actividad agrícola con el impuesto de patentes, siendo que las mismas en virtud del 16 de su Ley de Patentes, no se encuentra como hecho generador del impuesto. Que además la tarifa es confiscatoria al basarse en el ingreso bruto, y por lo tanto no debe cobrarse ya que esto iría en contra del Principio de Capacidad Contributiva que deriva de los artículo 18 y 33 de la Carta Magna. III.-SOBRE LAS LICENCIAS MUNICIPALES: En torno al tema de las licencias municipales y la obligación de tributar por ellas, resulta necesario realizar algunas consideraciones. El Código Municipal establece en su numeral 79 que “Para ejercer cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con licencia municipal respectiva, la cual se obtendrá mediante el pago de un impuesto. Dicho impuesto se pagará durante todo el tiempo en que se haya ejercido la actividad lucrativa o por el tiempo que se haya poseído la licencia, aunque la actividad no se haya realizado.” Puede interpretarse de lo anterior, que nuestra legislación Tributaria Municipal, distingue entre la licencia, referida como el acto administrativo que habilita al particular para ejercer determinada actividad de índole lucrativa y el pago del tributo correspondiente, que responde al impuesto de patente. Este último está comprendido en la clasificación establecida en el artículo 4 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, que define el impuesto como “aquel tributo cuya obligación tiene como hecho generador una situación independiente de toda actividad estatal relativa al contribuyente” ; figura cuya naturaleza, objetivos y fines provienen de la potestad tributaria de las municipalidades; y en la que su hecho generador es constituido por la expedición de la licencia (permiso) para la realización de la actividad lucrativa en el ámbito territorial de determinado gobierno local. Ahora bien, en lo que respecta a la determinación del Tributo Municipal, en aplicación pura y simple del artículo 13 del Código Municipal inciso b) dice que "corresponde al Concejo Municipal, “… proponer los proyectos de tributos municipales a la Asamblea Legislativa”. Es así como el Poder Legislativo, en el ejercicio de sus funciones conferidas por la Carta Magna, procede a aprobar o improbar la propuesta de ley emanada del ente Municipal en su competencia tributaria. Lo anterior debido a que en Costa Rica no se da una descentralización política, que permita a estas autoridades, una potestad tributaria originaria, la que se da en regímenes donde los ayuntamientos pueden crear impuestos sin la necesidad de ser controlados por otro ente u órgano, donde para la validez y eficacia de esos tributos así creados, basta el respeto a la distribución de competencias que se consigne en la Carta Magna, situación que no aplica a nuestro medio. Acorde a lo anterior, resulta claro que no basta la simple aplicación del canon 79 del Código Municipal antes transcrito, para imponer el pago de un impuesto a la patente, ya que además de esta normativa general, existe en nuestro medio, legislación especial en cada territorio municipal, con referencia a este tema, ya que se tiene independencia, para determinar en forma detallada las actividades sujetas al cargo tributario. Esto quiere decir, que cuando es aprobada una Ley de Patentes, por parte del órgano Legislativo, la Municipal a la que corresponde la normativa tributaria, queda sujeta a lo dispuesto en ella, supeditada a lo dispuesto que forma parte del bloque de legalidad que tiñe toda la actividad administrativa. En esta materia se constituye la reserva de ley, principio que rige en materia impositiva, no siendo posible la creación, modificación o supresión de tributos y menos aún otorgar exenciones, reducciones o beneficios, como tampoco resulta posible tipificar las infracciones o sus posibles sanciones, ni establecer privilegios, preferencias y garantías para los créditos tributarios, potestades que solo por imperativo legal pueden determinarse. IV.-SOBRE EL FONDO DEL ASUNTO Y LA LEY DE PATENTES 8235 DEL CANTÓN DE LIBERIA: En congruencia con lo antes expuesto, debe en el presente caso aplicarse La Ley de Patentes del Cantón de Liberia, Nº 8235, la cual señala que las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de cualquier tipo de actividades lucrativas, estarán obligadas a contar con licencia municipal y deberán pagar el impuesto de patentes, conforme a esa ley. Esta misma normativa en su artículo 16 define las actividades lucrativas de la siguiente forma: a) Industrias. Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, la transformación o la manufactura de uno o varios productos. Incluye el procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de sustancias orgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos, como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o gaseoso, la construcción, la reparación o la demolición de todo tipo de edificios, instalaciones y vías de transporte, las imprentas, las editoriales y los establecimientos similares; en general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes e inmuebles. ”. Véase que la norma hace referencia a la transformación de un producto natural, dicho de otra forma, se habla de un proceso de transformación del producto natural en un producto completamente nuevo, que tiene como base el elemento natural, pero que al ser procesado se convierte en un producto diferente del que nace. Con ello se llega a la conclusión que aquellos productos agrícolas que no pasan por un proceso químico, sino que se comercian en su forma natural no entran dentro de este rango.Por ello es válido decir que dentro de este proceso se tuvo por demostrado, según la pericia rendida por el Ingeniero Gerardo E. Hidalgo Vega (folios 163 y 164 del expediente principal) que la actividad que realiza Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima, en su planta empacadora, es un proceso de recolección y empaque del producto natural denominado melón, que dicha actividad es netamente agrícola, ya que sus frutos, pasan tan solo por un proceso de selección, lavado y empaque en bolsas plásticas, para luego ser colocadas en áreas de frío y embalaje en cajas de cartón, para su conservación y posterior distribución, siendo así es claro que al no sufrir el producto natural, conversión alguna, no puede considerarse como una actividad ecoómica de tipo industrial según el ordinal 16 transcrito. Se repite la actividad de la actora no está dirigida a obtener productos nuevos, ni se trata tampoco de un intermediario, sino que el proceso normal que sufren los productos agrícolas, por lo que la accionante se enmarca dentro de lo que se conoce como empresa agrícola, no equiparable a una industria o comercio, como lo ha entendido el ente corporativo. Como consecuencia no se encuentra dentro de los supuestos establecidos como hecho generador del impuesto de patentes requerido por el ente Municipal demandado. Efectivamente el ente territorial, incurre en un vicio de aplicación análoga de la normativa tributaria, por lo que el cobro realizado deviene de ilegal y así debe declararse, al no constituir todos los elementos necesarios para gravar la actividad realizada por la empresa actora y no ser la misma hecho generador del impuesto que se discute. V.-CONCLUSIONES: Ergo, se debe declarar parcialmente con lugar la presente demanda, en relación a los siguientes extremos de la pretensión principal: 1- Se anula el Acuerdo Municipal, dictado por el Concejo Municipal de Liberia Nº 2, capítulo 3, de la sesión extraordinaria Nº 11-2003, celebrada el cinco de junio del 2003. 2- Que la actividad de producción de melones, al tratarse de una actividad netamente agrícola no se encuentra gravada expresamente por la Ley de Patentes del Cantón de Liberia, Ley Nº8535 del 2 de abril de 2002. 3- Que por la Ley de Patentes de la Municipalidad de Liberia, este ente territorial no puede cobrar este tributo a Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima. 4- Se debe ordenar la devolución de los tributos cancelados indebidamente y bajo protesta, por la empresa actora, para el primer trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05, y todas las montos cancelados por este mismo concepto a la firmeza de este fallo. 5- Se condena a la demandada al pago de los intereses por las sumas pagadas indebidamente, los cuales se deben calcular desde el momento en que se efectúo el pago indebido y hasta la fecha efectiva de su devolución a la tasa legal correspondiente. 6.- Se ordena a la accionante, que excluya a la empacadora Melones del Pacifico hoy Melones de Costa Rica del registro de contribuyentes de este tributo para los sucesivos trimestres. Por carecer de interés se omite pronunciamiento sobre la pretensión subsidiaria. VI.-COSTAS Al no estimar este Tribunal, que nos encontramos en presencia de los supuestos del 98 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa, y conforme al numeral 221 del Código Procesal Civil aplicado supletoriamente de conformidad con el 103 de la Ley de cita, se condena al vencido al pago de las costas personales y procesales. POR TANTO Se declara con lugar la presente demanda, en los términos que se dirán entendiéndose denegada en lo no expresamente concedido: 1- Se declara nulo el Acuerdo Municipal, dictado por el Concejo Municipal de Liberia Nº 2, capítulo 3, de la sesión extraordinaria Nº 11-2003, celebrada el 05 de junio del 2003. 2- Que la actividad de producción de melones, por ser netamente agrícola, no se encuentra gravada expresamente por la Ley de Patentes del Cantón de Liberia, Ley Nº8535 del 2 de abril de 2002. 3- Que por la Ley de Patentes de la Municipalidad de Liberia, este ente territorial no puede cobrar este tributo a Melones del Pacífico hoy Melones de Costa Rica Sociedad Anónima. 4- Se ordena la devolución de los tributos cancelados indebidamente y bajo protesta, por la empresa actora, para el primer trimestre del año 2003 por la suma de C 1,072,516.05, y todas las montos cancelados por este mismo concepto a la firmeza de este fallo. Estos últimos que se determinarán en fase de ejecución de sentencia. 5.- Se condena a la demandada al pago de los intereses por las sumas pagadas indebidamente, los cuales deben calcularse desde el momento en que se efectúo el pago indebido y hasta la fecha efectiva de su devolución a la tasa legal correspondiente, los que se calcularán en la fase de ejecución de sentencia. 6- Se ordena a la accionante, que excluya a la empacadora Melones del Pacifico hoy Melones de Costa Rica del registro de contribuyentes de este tributo para los sucesivos trimestres. Por carecer de interés se omite pronunciamiento sobre la pretensión subsidiaria. Son ambas costas a cargo del perdidoso. Se ordena notificar personalmente el presente fallo al Alcalde Municipal de Liberia. NOTIFÍQUESE.Cristina Víquez Cerdas Silvia Consuelo Fernández Brenes Sady Jiménez Quesada Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 11:31:59 AM Sentencia: 00018 Expediente: 07-000029-0161-CA Fecha: 25/01/2008 Hora: 3:30:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección II EXP: 07-000029-161-CA No. 18-2008. SECCIÓN SEGUNDA DEL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Segundo Circuito Judicial de San José, a las quince horas treinta minutos del veinticinco de enero del dos mil ocho. Por apelación de ROQUE MANUEL GARCÍA MOLINA, de nacionalidad argentina, con pasaporte número 111414145N, soltero, vecino de Heredia, en su condición de representante de la sociedad Industrias de Cerámica el Salitre, Sociedad Anónima, propietario del Restaurante NI FU NI FA y MIGUEL ÁNGEL JAIME MADRID, de nacionalidad panameña, con cédula de residencia 280-175516-005946, vecino de San José, en su condición de Apoderado Generalísimo de la sociedad Causa Limeña, S.A., propietario del Restaurante MACHU PICCHU, conoce este Tribunal como jerarca impropio, de la impugnación del Acuerdo III, adoptado por el Concejo Municipal del Cantón de Santa Ana, en sesión ordinaria 8, celebrada el veinte de junio del dos mil seis, que dispuso: “Por el resultado de la votación se acuerda: 1. Aprobar en forma parcial el dictamen MSA-AL-134-2006 de la Licenciada Andrea Robles Álvarez, asesora legal a.i. 2. Comunicar a los señores Miguel Ángel Jaime Madrid, apoderado de la sociedad Causa Limena, S.A. propietaria del Restaurante Machu Picchu y Roque Manuel García Molina, apoderado de la sociedad Industrias de Cerámica El Salitre, S.A., propietaria de Restaurante Ni Fu Ni Fa, que la Ley de Licores en el artículo 12, dispone el procedimiento mediante el cual se adquieren las patentes de licores; remate público en donde el monto base de remate es el mismo en que fue adjudicada la última patente rematada en el cantón. 3. Que se informe a los señores Miguel Ángel Jaime Madrid, apoderado de la sociedad Causa Limena, S.A. propietaria del Restaurante Machu Picchu y Roque Manuel García Molina, apoderado de la sociedad Industrias de Cerámica El Salitre, S.A., propietaria de Restaurante Ni Fu Ni Fa, que dada la situación surgida en el año 2004 donde la Municipalidad de Santa Ana realizó tres remates, todos para el distrito de Pozos, el último remate se efectuó el 16 de diciembre de 2004 sin embargo, el adjudicatario del remate realizado el 28 de noviembre de 2003, por un monto de 41.300.000.00, cuestionó el procedimiento realizado en los tres remates efectuados en 2004, lo que conllevó a que se ordenara un procedimiento, que determinara si los posibles vicios en el procedimiente de remate configuran una nulidad evidente y manifiesta de las adjudicaciones, por tanto la municipalidad se ve impedida de efectuar nuevos remates hasta terminar el procedimiento ordinario correspondiente pues el monto de la base de remate es incierto, ya que si resultare que los remates efecutados en 2004 son nulos, entonces la base será de cls 41.300.000.00; pero si no fuera así y los remates de 2004 son actos válidos, entonces la base para el próximo remate sería de cls 28.125.000.00. " Redacta la Juez Fernández Brenes; y, CONSIDERANDO: I.-DE LOS HECHOS.- De importancia para la resolución de este asunto, se tienen como hechos probados los siguientes: 1.) Que el 8 de junio del 2006, Roque Manuel García Molina y Miguel Ángel Jaime Madrid, personeros de las sociedades Industrias de Cerámica El Salitre, S. A. y Causa Limeña, S.A, propietarias de los restaurantes Ni Fu Ni Fa y Machu Picchu, respectivamente, presentaron solicitud de otorgamiento de licencia de venta de licor nacional y extranjero ante la Municipalidad de Santa Ana (folios 1 a 37 y 38 a 74 del expediente principal); 2.) Que el 16 de junio del 2006, la asesora legal a.i, rindió informe al Concejo respecto de las solicitudes de patente de licor requeridas por los señores García Molina y Jaime Madrid, recomendando su rechazo por la imposibilidad de verificarse un trámite de remate, en atención a un procedimiento ordinario que se tramita atinente a la posible nulidad absoluta de los remates efectuados en el 2004, lo que impide poder fijar su base; y por cuanto el Centro Comercial Plaza Palomas excedió el área de construcción autorizada en los respectivos permisos y permitida conforme al Plan Regulador para la zona en que su ubica (folio 77 del expediente principal); 3.) Que el 17 de junio del 2006, Adonay Céspedes Obando, inspector de patentes de la indicada municipalidad, realizó inspección en los negocios indicados, registrando en un acta que los mismos estaban en funcionamiento, verificando la permanecia de licor, sin contar con la respectiva licencia para su venta, y no se mantuvieron los sellos de clausura (folios 47 y 48 del expediente de la medida cautelar); 4.) Que en Artículo III de la sesión ordinaria número 8, celebrada el 20 de junio del 2006, el Concejo acordó aprobar parcialmente el dictamen de la asesora legal, esto es, únicamente en lo relativo al remate de las patentes de licor, de manera que dispuso comunicar a los quejosos la imposibilidad de su realización, en atención a un procedimiento ordinario que se tramita, atinente a la posible nulidad absoluta de los efectuados en el 2004, lo que impide poder fijar su base (folios 78 a 85 del principal); 5.) Que el 10 de julio del 2006, los señores Roque Manuel García Molina y Miguel Ángel Jaime Madrid formularon recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra el Acuerdo del Concejo de la sesión ordinaria 8, del 20 de junio del 2006 (folios 86 a 122 y 123 a 159 del expediente principal); 6.) Que en el Artículo III de la sesión ordinaria número 11, del 11 de julio del 2006, el Concejo acordó autorizar al Alcalde para que contrate a un abogado que se encargue específicamente de los recursos formulados por Roque Manuel García Molina y Miguel Ángel Jaime Madrid (folios 194 a 196); 7.) Que la abogada Laura Bonilla Herrero rindió el dictamen jurídico en torno a lo impugnación anterior, recomendando la revocatoria, por estimar que no existe antinomia normativa o derogatoria tácita de los artículos 3, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 de la Ley sobre Venta de Licores, número 10, de 1936, en relación con los artículos 3 y 6 de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor ni el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios, ni tampoco han perdido su vigencia jurídica, teniendo en consideración que las patentes de licores devienen en autorizaciones derivadas de una normativa de orden público y son manifestación del poder de policía, que ha sido delegada a los gobiernos locales; que no es competente esa instancia para declarar la alegada infracción constitucional. Igualmente recomendó admitir la apelación para ante el jerarca impropio (folios 160 a 170 del expediente principal); 8.) Que en el Artículo III de la sesión ordinaria número 12, del 18 de julio del 2006, el Concejo decidió acoger el dictamen de la asesora legal Laura Bonilla Herrero, en virtud de lo cual, deniega el recurso de revocatoria planteado por los señores García Molina y Jaime Madrid y admite la apelación formulada para ante el jerarca impropio, motivo por el cual emplaza a las partes; el cual fue comunicado a los interesados mediante oficios SCM-299-2006 y SCM300-2006, del 20 de julio del 2006 (folios 172 a 183 y 184 a 193 del expediente principal); 9.) Que en inspección del 30 de marzo del 2007, la Municipalidad clausuró todo el licor que se encontraba en existencia en el Restaurante Machu Picchu (folio 56 del expediente de la medida cautelar); 10.) Que a las 13:05 horas y 14:35 del 31 de marzo del 2007, el inspector de patentes de la Municipalidad de Santa Ana (Adonay Céspedes Obando), procedió al cierre de los establecimientos comerciales indicados, por no poseer licencia municipal, bajo apercibimiento de los delitos de desobediencia y violación de sellos (folios 49 a 50 y 52 a 53 del expediente de la medida cautelar); y, 11.) Que el 4 de abril del 2007, se levantó un acta por desobediencia y violación de sellos de los restaurantes Machu Picchu y Ni Fu Ni Fa, haciéndose constar que se impidió el ingreso al inspector de patentes de la Municipalidad de Santa Ana (Adonay Céspedes Obando) (folios 57 y 58 del expediente de la medida cautelar). II.-DE LOS HECHOS NO PROBADOS.- De importancia para la resolución de este asunto, por no existir prueba en los expedientes, se tiene como único hecho no probado que la Municipalidad de Santa Ana hubiese conferido patente para el funcionamiento de los restaurantes Machu Picchu y Ni Fu Ni Fa. III.-DE LOS ALEGATOS DE LOS RECURRENTES.- Los gestionantes solicitan el otorgamiento de las autorizaciones o licencias para expender licores nacionales o extranjeros en los Restaurantes de su propiedad, sobre la única base de los artículos 79 y 81 del Código Municipal, por los siguientes motivos: a.) que el Concejo en sentido estricto no se pronunció expresamente denegando la patente solicitada, sino que se avocó a explicar la existencia de un cuestionamiento de nulidad absoluta de los últimos remates efectuados, lo que se está investigando en un procedimiento administrativo, circunstancia que impide la realización de nuevos remates hasta que esa situación se aclare; siendo que no se denotó la falta de ningún otro requisito; b.) que han invertido grandes sumas de dinero para poder dedicarse a una actividad mercantil competitiva y debidamente publicitada que produce beneficios comunales de interés público, al convertirse en una fuente importante y estable de trabajo para por lo menos veinte personas; y c.) en razón de encontrarse derogado tácitamente el artículo 11 inciso b) de la Ley de Licores, tal y como lo consideró el dictámen C-165-2001, del treinta y uno de mayo del dos mil uno, de la Procuraduría General de la República, en razón del tratado internacional del Acuerdo General de Comercio en Servicios, artículo III inciso primero y cuarto del GATT y lo dispuesto en los artículo 3 y 6 de la Ley de Promoción de la Competencia Efectiva del Consumidor, número 7472, en virtud de lo cual, se derogaron todas las autorizaciones y permisos y restricciones comerciales derivadas de la nacionalidad, entre las que está comprendida la comercialización de licor (nacional y extranjero); lo que denota la obsolecencia del régimen cuantitativo de patentes en razón de una distribución territorial, en tanto esta dispuesta para una realidad histórica diversa a la actual, y sin que exista justificación alguna en esta restricción, con infracción de los artículos 46 y 50 de la Constitución Política, esto es de la libertad de comercio y la adecuada distribución de la riqueza y del modelo de economía de libre mercado. IV.-DE LOS ARGUMENTOS DE LA MUNICIPALIDAD RECURRIDA.- Señala el Acalde de la Municipalidad de Santa Ana que V- DE LA COMPETENCIA DE ESTE TRIBUNAL, ACTUANDO COMO JERCARCA IMPROPIO.Previo a analizar la apelación formulada contra el acto impugnado -Artículo III de la sesión ordinaria número 8, celebrada el 20 de junio del 2006 del Concejo de ese gobierno local-, es necesario aclarar que en este asunto el Tribunal Contencioso Administrativo actúa en su condición de jerarca impropio (bifásico) de las Municipalidades, al tenor de la expresa voluntad del constituyente originario, consignada en el artículo 173 de la Constitución Política, y que desarrollan los artículos 156 del Código Municipal, 84 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y 189 del Código Procesal Contencioso Administrativo. Con lo cual, ejerce una función eminentemente administrativa, no obstante tratarse de un Tribunal de justicia, inserto en la organización del Poder Judicial, en tanto le ha sido delegado el control último de legalidad de decisiones administrativas concretas de las decisiones municipales, previo al control jurisdiccional. Por tal motivo, en tanto se constituye en una función eminentemente administrativa, actúa como un mecanismo de tutela administrativa, el cual debe insertarse dentro de la esfera organizacional de la Administración -en este caso, de las municipalidades; que al tenor de lo establecido en el artículo 181 de la Ley General de la Administración Pública, puede revisar, únicamente, la legalidad del acto en virtud de recurso administrativo y debe decidir dentro del límite de las pretensiones y cuestiones de hecho planteadas por el recurrente pudiendo aplicar una norma no invocada en el recurso; sin embargo, en nuestro ordenamiento jurídico al encontrarse plenamente recogidos en la ley positiva los límites de la discrecionalidad (artículos 15, 16, 17, 158, párrafo cuarto y 160 de la Ley General de la Administración Pública) eventualmente, el contralor no jerárquico puede revisar, también, la oportunidad, conveniencia o mérito del acto impugnado. Al tenor de lo anterior, y también con sustento en el artículo 10 de la Constitución Política y la Ley de la Jurisdicción Constitucional, resulta imposible para este Tribunal hacer cualquier pronunciamiento respecto de los cuestionamientos que hacen los recurrentes en torno al posible quebranto constitucional, por infracción de los artículos 46 y 50 de la Carta Fundamental, y del principio de razonabilidad, ya que el control de constitucionalidad de las normas está residenciado en la Sala Constitucional. Asimismo, no resulta ni posible ni pertinente la formulación de una consulta judicial de constitucionalidad, por dos motivos, en primer lugar, por cuanto se trata de un mecanismo previsto en el artículo 102 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional para que los jueces promuevan sus consultas ante el Contralor de Constitucionalidad, pero en ejercicio de la función jurisdiccional, no siendo este el caso; y en segundo lugar, en razón de que ese Tribunal, en reiterada jurisprudencia se ha manifestado respecto de la constitucionalidad de las patentes de licor, punto que se verá de seguido. Adicionalmente, en lo relativo a la obsolecencia de la Ley sobre Venta de Licores, y concretamente sobre el régimen establecido para autorizar su comercialización, en tanto no son argumentos de orden jurídico, sino más bien histórico y práctico, aún cuando pueden estar sustentados en la realidad fáctica del negocio; no pueden ser tenidos en consideración por este órgano, en tanto, se repite, ejerce un contro estricto de legalidad, lo cual supone la aplicación del ordenamiento jurídico; teniéndose en cuenta que como jerarca impropio no puede derogar normativa, competencia residenciada en la Asamblea Legislativa; y en ese orden, más bien se estiman como propios para ser discutidos en esa sede, para una eventual reforma o derogatoria de las normas. Se analizan a continuación los otros motivos de objeción del acuerdo municipal impugnado, por ser de legalidad, ámbito que sí es de competencia de este Despacho. VI- DE LA LEGALIDAD DEL ACUERDO MUNICIPAL IMPUGNADO.Los reparos que hacen los recurrentes a la decisión del Concejo Municipal de Santa Ana contenido en el Artículo III de la sesión ordinaria número 8, del veinte de junio del dos mil seis, se pueden resumir en la viabilidad de otorgar la patente para la venta de licores nacionales y extranjeros, en virtud de haberse operado una derogatoria tácita de los artículos 3, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 de la Ley sobre Venta de Licores, número 10, del siete de octubre de mil novecientos treinta y seis, en virtud de lo cual, los únicos requisitos que debe verificar el gobierno local son los establecidos en los numerales 78 y 81 del Código Municipal, es decir, los previstos para el otorgamiento de patentes municipales. No concuerda este Tribunal con el criterio expuesto sobre la base de los siguientes argumentos. En primer lugar, en tanto el Ordenamiento Jurídico lo hace, debe diferenciarse el régimen de las patentes municipales de las patentes de licor. En efecto, lo primero que debemos hacer es distinguir ambas figuras, en tanto la primera, las patentes municipales, se traducen en la autorización para el ejercicio legítimo de una actividad comercial, dentro de una circunscripción territorial determinada, en este caso, el cantón, cuya manifestación se traduce en el pago de un tributo (impuesto), "[...] comprendido en la clasificación establecida en el artículo 4 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, que define al impuesto, la tasa y las contribuciones especiales; de suerte que constituye una figura tributaria, cuya naturaleza, objetivos y fines provienen de la potestad tributaria propia de las municipalidades; y en la que el hecho generador no lo constituye una prestación efectiva o potencial de un servicio público individualizable, ni la renta o utilidades de los negocios o empresas que se desarrollan en una jurisdicción determinada, esto es, en un cantón, sino la expedición de la licencia para la realización de una actividad lucrativa, precisamente, en esa jurisdicción." (Sentencia de la Sala Constitucional número 2001-10153, de las catorce horas con cuarenta y cuatro minutos del diez de octubre del dos mil uno.) Y fue también la propia Sala Constitucional -en sentencia número 2197-92, de las catorce horas treinta minutos del once de agosto de mil novecientos noventa y dos-, la que definió los elementos distintivos que derivan de su especial naturaleza jurídica, a saber: 1.la justificación de este impuesto, que deriva de la necesidad de sufragar los costos de los servicios públicos que el particular recibe de la municipalidad, y que implican un beneficio para los negocios y comercios, tales como la seguridad, aseo, servios de agua potable y luz, etc.; y 2.la variedad en los sistemas de este tributo, que tiene su origen en la potestad tributaria de los gobiernos locales, de donde las bases imponibles serán las más variadas depediendo de cada cantón, en unos serán las utilidades brutas, en otros las ventas brutas, en otros se establecerá una patente mínima, y en otros habrá una máxima, etc., por cuanto depende de la decisión de las autoridades locales. En esa ocasión se consideró: "Como en la acción se cuestiona la aplicación del llamado impuesto de patente con el que se grava a toda actividad lucrativa que se ejerza en el cantón de Buenos Aires (artículos 96 y 98 del Código Municipal)-, concretamente al que se cobra a la producción de piña, resulta imprescindible señalar algunas notas de importancia acerca de esa materia. Distingue nuestra legislación entre la licencia propiamente dicha, que es el acto administrativo que habilita al particular para ejercer la respectiva actividad y el pago del impuesto, propiamente dicho que se denomina con el nombre de patente. La principal justificación teórica para imponer este tipo de tributo, es la ya tradicionalmente en el ámbito del Derecho Municipal, que lo define como la imperiosa necesidad de sufragar el costo de los servicios públicos que el particular recibe de la Municipalidad; es decir, que los negocios comerciales o las actividades lucrativas, según la nomenclatura que utiliza nuestro Código Municipal, se ven altamente beneficiados con la seguridad, el orden, el aseo y la actividad municipal en general, por lo que deben contribuir con el Gobierno local. En doctrina se llama patente al impuesto o a la actividad lucrativa, a los que gravan a los negocios sobre la base de caracteres externos más o menos fáciles de determinar, sin que exista un sistema único al respecto. Por el contrario, los sistemas de imposición de este tributo, son los más variados, pero si tienen ciertas características que les son comunes. Por esto es que difieren de las leyes del impuesto de patentes a otro y las bases impositivas, pueden ser igualmente variadas, como por ejemplo sobre las utilidades brutas, las ventas brutas, a base de categorías o clases, o bien, de una patente mínima y otra máxima. III. Desde el punto de vista de la doctrina del Derecho Tributario, sus principios más importantes son: a.) el de legalidad de la tributación, conocido también como reserva de ley; o lo que es lo mismo, la exclusiva regulación de la actividad tributaria por la ley formal; b.) el principio de igualdad ante el impuesto y las cargas públicas, que alude a la necesidad de asegurar el mismo tratamiento a quienes se encuentran en análogas situaciones (concepto relacionado más con la materialidad, que con la formalidad), este principio permite la formación de distintas categorías, en la medida que éstas sean razonables, lo que a su vez exige que sea con total exclusión de discriminaciones; c.) el de generalidad, que implica que no deben resultar afectadas con el tributo, personas o bienes determinados singularmente, pues en tal supuesto los tributos adquieren carácter persecutorio o de discriminación odiosa o ilegítimamente. Dicho de otra forma, el tributo debe estar concebido de tal forma, que cualquier persona cuya situación coincida con la señalada como hecho generador, será sujeto del impuesto. Para el caso concreto, no hay duda que el tributo fue autorizado por una ley y lo que procede es analizar si la diferencia alegada por la accionante y que proviene de la ley de patentes referida, es razonable o si por el contrario, crea una discriminación arbitraria con ella. IV. Del examen de la ley número 7164 del trece de junio de mil novecientos noventa, se desprende que la causa del impuesto de patentes del cantón de Buenos Aires, es clara y no ofrece ninguna dificultad en su análisis, como cualquiera otra ley municipal similar. Cuando se alude a la causa, hablamos de la necesaria explicación, del motivo económico- político o político-social, es decir, el interés general que mueve a la administración de los intereses y servicios locales (artículo 168 de la Constitución Política), a dictar la norma tributaria y que en este caso, es promover el pago de todo particular que ejerza actividades lucrativas, como contribución a los gastos del Gobierno local. Concebido como impuesto que grava el ejercicio de una actividad lucrativa, la base de este tributo, debe ser, en principio, general, como ha quedado afirmado en el considerando anterior; [...] V. [...] las leyes que regulan este tipo de impuesto pueden contener distintos hechos generadores e incluso, gravar la actividad productiva, entre otros presupuestos. Esta conclusión se deriva de la correcta interpretación de las normas que regulan la institución de este tributo en el Código Municipal que en su artículo 98, dispone que "nadie podrá abrir establecimientos dedicados a actividades lucrativas o realizar comercio en forma ambulante, sin contar con la respectiva licencia municipal", y en el artículo 96 idem, que señala que todas las actividades lucrativas, sujetas a licencia, deben pagar el impuesto de patente. De estos textos se desprende que las actividades lucrativas son legalmente susceptibles de ser gravadas con un tributo o impuesto de patente, quedando a criterio de la administración municipal, la estructuración de los elementos de la obligación tributaria [...]" (El resaltado no es del original.) Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que en reiteradas ocasiones la Sala Constitucional ha señalado que el ejercicio de una actividad lícita puede ser objeto de regulaciones por parte de la Administración, como -por ejemplo- lo sería la imposición de determinados requisitos o de tributos, caso del impuesto de ventas y la obligación de la factura timbrada, por cuanto, la libertad de empresa no es ni irrestricta ni absoluta (en este sentido, entre otras, pueden consultarse las sentencias número 0143-94, del once de enero de mil novecientos noventa y cuatro, 04205-96, de las catorce horas treinta y tres minutos del veinte de agosto de mil novecientos noventa y seis; 06066-98, de las dieciséis horas treinta minutos del veinticinco de agosto de mil novecientos noventa y ocho; 6565-99 y 20032864-03); con el siguiente basamento: "[...] como lo ha expresado esta Sala en reiteradas ocasiones, la libertad empresarial no es absoluta ni ilimitada, y tal garantía debe someterse a las regulaciones legales que necesariamente deben cumplirse previamente, máxime cuando, como en el presente caso, existe normativa al respecto -precisamente la que está siendo impugnada en esta acción de inconstitucionalidad- que impone una carga tributaria para colaborar con los gastos públicos tal como lo disponen los artículos 20 de la Ley número 6826, 29 y 30 del Reglamento de dicha ley, aquí impugnados; por ello, el cierre de los negocios comerciales dispuesto en ellas no resulta inconstitucional, ya que cualquier persona puede desarrollar su comercio libremente, siempre y cuando reúna los requisitos previamente establecidos por ley, y lo haga cumpliendo con las exigencias establecidas para el comercio de que se trate (ver entre otras en este sentido, la resolución número 01042-90, de las quince horas veinticinco minutos, del treinta y uno de agosto de mil novecientos noventa y resolución número 00611-91, de las catorce horas cinco minutos del veintidós de marzo de mil novecientos noventa y uno.) Este criterio fue sustentado de antemano por la Corte Plena, que en sesión ordinaria de nueve de julio de mil novecientos setenta y nueve al conocer del veto del proyecto legislativo número 5098 consideró: «La libertad de comercio que existe como garantía constitucional, es el derecho que cualquier persona tiene de escoger, sin más restricciones, la actividad comercial legalmente permitida que más convenga a sus interés. Pero ya en ejercicio de esa actividad, la persona debe someterse a las regulaciones que la ley establece, como sería la fijación de precios al consumidor, la de pagar determinados salarios a los trabajadores y eventualmente la limitación de ganancias que se estime conveniente. De modo que el ejercicio del comercio no conlleva el derecho a una libertad irrestricta, máxime cuando, como en el caso, se está en presencia de una regulación que se considera de interés general.» (Sentencia número 0143-94, de las dieciséis horas del once de enero de mil novecientos noventa y cuatro). " Por su parte, la patente de licor se constituye en una manifestación del ejercicio del poder de policía, entendiendo por tal "[...] la potestad reguladora del ejercicio de los derechos y del cumplimiento de los deberes constitucionales; o mejor aún, como el «derecho incontrovertible de toda sociedad jurídicamente organizada, esencial a su propia conservación y defensa, y pertenece a todo gobierno constituido para asegurar el logro de sus fines sociales mediante el uso de los medios que a ese efecto sean adecuados», como lo define la doctrina del Derecho Administrativo. En su sentido más amplio, el Poder de Policía comprende las medidas tendientes a proteger la seguridad, moralidad y salubridad públicas, así como la defensa y promoción de los intereses económicos de la colectividad y al bienestar general de la misma. Se manifiesta, en principio, como una potestad atribuida al Poder Legislativo y por ello es indelegable. Sin embargo, sí se puede crear en la ley ordinaria, una imputación de funciones, asignándole al Poder Ejecutivo, por ejemplo, la atribución de estatuir sobre determinadas materias, dentro de ciertos límites preestablecidos en la ley." (Sentencia de la Sala Constitucional, número 1441-92, de las quince horas cuarenta y cinco minutos del dos de junio de mil novecientos noventa y dos); en tanto se ha estimado que en las regulaciones atinentes a la comercialización del licor está inmersa la potestad del Estado de mantener el orden público que debe imperar en la parte organizativa, moral, social, política y económica de la sociedad –conforme lo facultan los incisos 6) y 12) del artículo 140 de la Constitución Política–, como lo ha señalado en forma reiterada la jurisprudencia constitucional (entre otras, consultar las sentencias número 6579-94, 0552-95, 1273- 95; 4905-95; 1029-96; 6469-97; 2000-4450 y 2001-11938). Esta potestad de control ha sido delegado en los gobiernos locales, por mandato constitucional ("administración de los servicios e intereses locales", según reza el artículo 169) y que desarrolla la ley, así, en el artículo 83 del Código Municipal, que expresamente remite a la ley especial, en este caso, la citada Ley sobre Ventas de Licor, número 10, de mil novecientos treinta y seis; a través de mecanismos definidos por el legislador, se permite a las municipalidades la definición del número de establecimientos autorizados para su comercialización, en atención a la población de la circunscripción territorial, y mediante el sistema de remates públicos, en períodos de dos años, con un pago trimestral del impuesto -disposiciones que precisamente se constituyen en el objeto de este reclamo-. Adicionamente, hay regulaciones sobre distancias que deben guardarse respecto de centros de educación, de salud o iglesias (artículo 9 de la Ley sobre Venta de Licores), así como de los horarios de estos establecimientos comerciales y prohibición a venta a menores de edad, establecidas en la Ley de Regulación de horarios de funcionamiento en expendios de bebidas alcohólicas, número 7633). Debe tenerse en cuenta que la normativa que regula la comercialilzación de licores, incluida la de Ventas, número 10, es de orden público, entendiendo por tales "aquéllas mediante las que interviene el Estado a fin de asegurar en la sociedad, su organización moral, política, social y económica" (sentencia número 1441-92, de la Sala Constitucional, supra citada), y en consecuencia, no son susceptibles de negociación o pacto en contrario, así como tampoco de renuncia, y son disposiciones respecto de las cuales el Estado puede ejercer el citado poder de policía. VII.-En segundo lugar, la normativa que se alega derogada está vigente, sin que pueda alegarse una antinomia normativa respecto del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), adoptado por nuestro país mediante Ley número 7475, de 20 de diciembre de 1994 (Aprobación del Acta Final en que se incorporan los resultados de la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales, en el que se establece la Organización Mundial del Comercio), y los artículos 3 y 6 de la Ley de Promoción de la Defensa Efectiva del Consumidor, número 7472, como alegan los recurrentes. Respecto del tratado internacional, estiman que a partir de los artículos XVI y XVII de ese tratado internacional, Costa Rica asumió un compromiso relacionado con los servicios de suministro de comidas, en virtud de lo cual no podría limitarse el número de proveedores del servicio, y ello choca frontalmente con la restricción cuantitativa en el otorgamiento de patentes de licores. Estos mismos cuestionamientos fueron analizados en detalle por la Procuraduría General de la República, en su dictamen C-274-2005, del primero de agosto del dos mil cinco, en el que llegó a la conclusión de que no existe esa confrontación jurídica, criterio que hace suyo este Tribunal, motivo por el cual se consigna a continuación: "Luego de sopesar los argumentos en torno al alcance de esta disposición, brindados por el Ministerio que gestiona la consulta, se llega a la conclusión que no lleva razón en la pretendida derogatoria tácita, en virtud de los razonamientos que de seguido pasamos a puntualizar: No debe perderse de vista, en primer término, que el alcance del compromiso asumido por nuestro país en el tema de «Servicios de suministro de comida» se refiere a un delimitado sector [calificada como empresa turística], tal y como se consignó en las páginas precedentes. En ese sentido, se trata de negocios en el que se deben cumplir una serie de requisitos en cuanto a la forma en que se atienden a los clientes (meseros) y en el que la actividad principal sea precisamente el servicio de comida, siendo las bebidas que se brinden un servicio complementario. A esta afirmación es dable arribar teniendo en cuenta que, como expresamente lo enuncia la clasificación del servicio 642, «… los servicios de suministro de bebidas sin comida preparada…», se clasifican bajo otro grupo, incluyendo la siguiente descripción: «Esta subclase incluye: - servicios de suministro de bebidas, principalmente bebidas alcohólicas, prestados por bares, cervecerías, clubes nocturnos, discotecas e instalaciones análogas, con o sin espectáculo. Se incluyen esos servicios prestados por bares situados en hoteles u otros lugares de alojamiento o en medios de transporte, por ejemplo en trenes o a bordo de buques. Esta subclase no incluye: - servicios de comidas y comidas rápidas que no se han preparado en el local, vendidas en máquinas automáticas, véase 6242. - servicios para el suministro de comidas y bebidas conexas, véase 632» Si tenemos en cuenta que en nuestro país la patente de licores puede ser utilizada en atención a distintos tipos de actividad (ver artículo 2 de la Ley de Regulación de Horarios de Funcionamiento en Expendios de Bebidas Alcohólicas), cabría pensar que, de llevar razón la tesis del consultante, sólo podría hablarse de una derogatoria tácita parcial del sistema de adjudicación de patentes de licores. Esto por cuanto sólo en aquellos casos en que la patente sería utilizada en los locales que se ajusten a la actividad contemplada en la descripción del «Servicio de suministro de comidas» (CCP 642) es que cabría afirmar la eliminación de una restricción cuantitativa como la que supone el cumplimiento del inciso a) del Artículo XVI del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios. Sin embargo, la posibilidad de que opere la derogación tácita parcial a que se alude en el punto anterior presenta una serie de dificultades de interpretación jurídica que terminan por confirmar la improcedencia de la tesis esbozada por el consultante. Tómese en cuenta, para empezar, que de acuerdo al mismo Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, existen excepciones que devienen de aplicación aún cuando los países asuman compromisos específicos en ciertos servicios. A tal efecto, hicimos la transcripción pertinente del inciso a) del Articulo XIV, mismo que como se aprecia de su lectura, contempla la posibilidad de que los miembros mantengan medidas que tiendan a la tutela del orden público. También, reseñamos los fundamentos jurisprudenciales en los que descansa la afirmación de que la regulación legal del sistema de otorgamiento de patentes de licores, en nuestro medio, ha sido considerada como «normativa de orden público». De suerte tal que no es viable desconocer la trascendencia de esa calificación, que encaja en la normativa de excepción que el propio Acuerdo contempla, y que preservaría el sistema de asignación de las licencias que aquí interesan. En otras palabras, si bien estamos en presencia de una limitación al número de proveedores de un servicio (por requerirse la patente, bajo el sistema de asignación que contempla la Ley sobre la Venta de Licores), tal restricción se asume en aras de la tutela de un bien jurídico superior, como lo es el orden público, y por ende, conservaría su vigencia tal y como lo faculta el mismo Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios. En segundo término, tampoco aprecia esta Procuraduría que se configuren los requisitos que se apuntaban oportunamente en torno a la antinomia jurídica que está a la base de una derogación tácita. Recuérdese, al efecto, que la labor del intérprete jurídico estaría condicionada por varios factores propios de la ciencia jurídica. Salvado el tema de la jerarquía normativa superior del Acuerdo sobre la Ley sobre la Venta de Licores, no se aprecia con la claridad requerida que la disposición que se viene comentando presente una confrontación objetiva de indubitable carácter antinómico. Si bien expresamos nuestra posición en cuanto a la forma en que se interpreta el compromiso del país en torno a las «limitaciones al acceso a los mercados» que se acordó para la prestación del servicio de «suministro de comidas», es lo cierto que tal particularidad no es óbice para apreciar que el sólo compromiso de no imponer medidas cuantitativas no es suficiente como para afirmar que su alcance implica la derogación de todo el conjunto de requisitos legales vigentes en nuestro país para la asignación de patentes de licores. En otras palabras, a lo más que cabría llegar, por esta vía de razonamiento, es que se introduce una excepción en cuanto a los servicios de «suministro de comidas» para que, los empresarios que se dediquen a esta actividad, no se vean obligados a sujetarse al sistema de asignación que prescribe la Ley sobre la Venta de Licores. Excepción que, por no reunir las características de implicar un sistema completamente nuevo e incompatible objetivamente con el imperante en la Ley N° 10 del año 1936, no puede ser tenida como una norma que acarree la derogación tácita que se afirma ha operado en relación con los artículos 3, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 de dicho cuerpo normativo. En todo caso, insistimos que, en nuestro criterio, el tema central sobre el que versa nuestra posición se relaciona con la naturaleza de orden público que ostenta la normativa que se viene comentando, misma que autoriza a los miembros de la Organización Mundial del Comercio a mantener restricciones como las que se refieren a la asignación de patentes de licores sin que ello implique una contradicción o confrontación con los compromisos que específicamente se asumen en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios. Por último, y como también se ha manifestado por parte de este Órgano TécnicoJurídico, dada la trascendencia que pueda tener una interpretación favorable en el sentido de que ha operado una antinomia que vacía el contenido de disposiciones de rango legal, no está de más recabar información atinente al trámite legislativo que tuvo este específico tema a la hora de ser conocido en el Congreso. Al efecto, téngase en cuenta que revisado el expediente legislativo N° 12034 no se aprecia que haya existido la más mínima intención o conciencia de que, con la adhesión de nuestro país al Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, se estaba entrando a regular, de una manera totalmente nueva y diversa, el régimen de asignación de patentes de licores en nuestro país. Incluso, la ausencia de una consulta generalizada a todas las Municipalidades del país, ante la trascendencia que hubiera tenido la certeza en el legislador del cambio normativo que el Acuerdo implicaba, nos da pie para afirmar que no se tuvo en mente el efecto sustitutivo que cabe suponer en una materia tan sensible como la que nos ocupa. Por demás está decir que este criterio adicional no es antojadizo, pues como se ha reseñado en nuestra jurisprudencia administrativa, el mismo deviene válido en atención a la existencia de otros elementos de convicción que apuntan a la inexistencia de la derogación tácita. VII.-La antinomia normativa que se alega en relación con las normas legales indicadas, la explican los apelantes al estimar que el primero primero (artículo 3 de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor) se traduce en una distorsión que limita el comercio; y el segundo (artículo 6 de la misma Ley) elimina las licencias para el ejercicio del comercio en razón de la nacionalidad del producto, es decir, de los productos importados. Debe advertirse que no resulta posible hacer una interpretación literal de las citadas disposiciones en relación con el régimen municipal, ya que expresamente el artículo 72, párrafo final de esa misma Ley excepciona de esa normativa en lo que respecta a las municipalidades: "La presente Ley no será aplicable a las municipalidades, tanto en su régimen interno, como en sus relaciones con terceros"; de manera que, al ser la materia de patentes de exclusivo resorte y competencia de los gobiernos locales, no resulta posible hacer extensiva la normativa indicada, como lo pretenden los recurrentes. Además, como bien lo señaló la asesora legal de la municipalidad recurrida, debe entenderse que las autorizaciones y permisos que se deorgan en el numeral 6 indicado, son las que la doctrina calicia como "programáticas" y "operativas", esto es, las que pretenden encauzar y orientar de manera positiva la actividad de su titular en la dirección previamente definida por planes o programas sectoriales; que se diferencian de las autorizaciones referidas al control sobre el orden público, en las que se incluyen a las patentes de licor, según se ha indicado. VIII.-CONCLUSIONES.De lo dicho, queda claro que el tema de patentes de licores es materia de resorte o competencia exclusivamente municipal, por lo que, basta con que un local abra sus puertas y se dedique a esa actividad, para que requiera, para su legítimo funcionamiento, de la respectiva patente para la comercialización y/o expendio de licor, la cual, a su vez está condicionada, previamente al otorgamiento de la patente de funcionamiento del local comercial (lo que se conoce como patente municipal) -la que, según se desprende de los autos, los recurrentes no cuentan-, y al cumplimiento de los requisitos formales que establezca la ley, entre los que están los permisos de salud. Corolario de lo anterior, el acuerdo impugnado resulta conforme a derecho, en atención al respeto y aplicación del principio de legalidad, que rige la actuación de la Administración, al tenor de los artículos 11 de la Carta Fundamental y 11 de la Ley General de la Administración Pública, que obliga a las municipalidades a seguir el procedimiento establecido en el ordenamiento jurídico para el otorgamiento de las patentes de licor; sin que pueda excepcionarse en ningún supuesto su acatamiento. No obstante lo anterior, en aras de cumplir con los principios también de orden constitucional- de tutela administrativa pronta y cumplida, que derivan del artículo 41 de la Constitución Política, es lo cierto que debe la municipalidad recurrida promover la celeridad en el procedimiento administrativo seguido para la investigación de posibles vicios de nulidad absoluta de los remates efectuados por esa autoridad en el año dos mil cuatro, teniéndose en cuenta además, que el procedimiento dispuesto en la propia Ley General de la Administración Pública para tales efectos, está previsto para una duración de dos meses. POR TANTO: Se confirma el acuerdo impugnado y se da por agotada la vía administrativa. Tome nota la Municipalidad de Santa Ana de lo indicado en el último Considerando de esta resolución. Cristina Víquez Cerdas Silvia Consuelo Fernández Brenes Sandra Quesada Vargas Exp. 07-000029-161-ca Municipal García Molina Roques Manuel contra Municipalidad de Santa Ana amv Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 11:35:51 AM Sentencia: 00514 Expediente: 07-000138-0161-CA Fecha: 31/10/2007 Hora: 4:20:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección II No. 514-2007 TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN SEGUNDA. II Circuito Judicial. San José, a las dieciséis horas veinte minutos del treinta y uno de octubre de dos mil siete.Apelación Municipal , interpuesta por Cazador Submarino Sociedad Anónima, representada por su apoderada especial judicial, Ana Lucía Mora Badilla, mayor, no consta su estado civil, abogada, vecina de San José, cédula de identidad número dos – trescientos cuarenta y seis – seiscientos sesenta y tres, contra los Acuerdos números AC- 64-01 07, y AC-64-02-07, del Concejo Municipal de Escazú, tomados en la sesión ordinaria número 45, del 5 de marzo de 2007.Redacta la Juez Ferrero Aymerich; y CONSIDERANDO: I.-Para la resolución del recurso, se tiene como debidamente acreditado lo siguiente: 1.- que en nota SLM-2971-02 de 12 de diciembre de 2005, la Jefe de Licencias Municipales solicitó al Inspector Municipal, realizar una “inspección”, en la dirección indicada, “Trejos Montealegre, de Exótica, 600 oeste y 50 sur, Condominios Balduino. Este último, en MEMO 160-05 de 14 del citado mes, informó que “(…) no se encuentra ninguna oficina en los 5 Apartamentos visitados”, lo que se comunicó al denunciante, señor Rodolfo Mata Morúa, el 30 de enero de 2006 (folios 1 al 4, 12 y 13); 2.- que el 23 de enero de 2006, el señor Rodolfo Mata volvió a denunciar, motivo por el cual, el Departamento de Licencias, en oficio SLM-315-06 de 25 de enero, requirió una nueva investigación. El informe se rindió, sin que consten los términos, el 27 del citado mes (folios 5 a 10); 3.que mediante notificación realizada el 26 de enero de 2006, se otorgó a la apelante el plazo de 5 días hábiles para que presente los requisitos completos para la tramitación de licencia comercial. El personero de la empresa, en escrito de 30 siguiente, indicó que su negocio “(…) no explota ningún tipo de negocio comercial, no realiza ningún tipo de facturación y que todo movimiento realizado es meramente administrativo, ya que la actividad principal es desarrollada en la provincia de Puntarenas (…)” (folios 11 y 14); 4.- que el 23 de febrero de 2006, la Sección de Licencias Municipales informa, nuevamente que otorgó diez días para el trámite de patente (folio 15); 5.- que en oficio US-311-06 de 6 de marzo de 2006, se emitió el Análisis de Uso de Suelo. El 13 del citado mes, se realizó el análisis de los requisitos así como el informe del Inspector (folios 40, 47 y 48); 6.- que la Sección de Licencias Municipales, emitió la “Prevención SLM-1007-06 de 13 horas 50 minutos del 29 de marzo de 2006, notificada el 3 de abril, otorgó de nuevo, diez días para el cumplimiento de las prevenciones ahí señaladas, entre ellas, que la gestión debe estar autenticada por un abogado. El señor Luis Sibaja, Inspector, el 2 de mayo informa que no se ha producido ninguna remodelación en el local (folios 49 a 55, 57 y 58); 7.- que el Departamento de Licencias, en resolución SLM-1275-06 de 9 horas 30 minutos del 2, puesta en conocimiento el 9, ambos días de mayo de 2006, denegó la solicitud de patente (folios 59 a 66); 8.- la sociedad, interpuso recursos de revocatoria y apelación y demostró, que cuenta con permiso sanitario de funcionamiento número 2305-06, extendido el 15 de marzo de 2006 y vigente hasta el 15 de marzo de 2011. La señora Jefe de Patentes, en resolución SLM- 2372-06 de 8 horas 45 minutos del 30 de agosto, puesto en conocimiento el 4 de setiembre de 2006, denegó el recurso horizontal, así como la gestión para que se le otorgue un permiso temporal, declaró firme la decisión 1275-06 y elevó el remedio vertical (folios 67 a 69, 74 a 81); 9.- que el 11 de setiembre de 2006, se procedió “(…) a ratificar en un todo el escrito de apelación en subsidio presentado ante su Despacho, para lo cual solicito se revoque la resolución SLM-1275-06 de las 9:30 hrs. Del (sic) 2 de mayo del 2006 y en su lugar se otorgue la licencia de patente municipal (…)” (folios 83 a 85); 10.- que el señor Alcalde, en pronunciamiento DAME-208-2006, de 9 horas 28 minutos del 25 de setiembre de 2006, comunicado el día siguiente, declaró parcialmente con lugar la alzada en cuanto había de denegado tener por autenticado el pedimento, y confirmó en lo demás, las resoluciones SLM-1275- 06 y SLM-2372-06 (folios 86 a 93); 11.- que la Alcaldía, en decisión DAME-210-2006 de 9 horas 36 minutos del 9 de octubre, notificada el 11 siguiente, rechazó ad portas la apelación interpuesta contra el acto SLM-2372- 06 (folios 94 a 100); 12.que el 17 de octubre, se interpusieron recursos ordinarios contra el pronunciamiento DAME-210-2006 de 9 horas 36 minutos del 9 de octubre de 2006. La Alcaldía, en DAME-233-2006 de 8 horas del 6 de diciembre de 2006, previno a la empresa el poder con que actúa. Cumplida la prevención, en DAME 20-2007 de 15 horas del 24 de enero de 2007, rechazó de plano la impugnación, “(…) por falta de legitimación de la señora Ana Lucía Mora Badilla (…)” (folios 101 a 112); 13.que de nuevo se formularon recursos. El Concejo, en la sesión ordinaria 45, acta 62 del 5 de marzo de 2007, dispuso: “ACUERDO AC-64-01-07: “SE ACUERDA. PRIMERO: Se ANULAN las resoluciones dictadas por el señor Alcalde Municipal, dictadas en este expediente e identificadas como: DAME-210-2006 de las 9:36 horas del 9 de octubre del 2006, DAME-233-2006 de las 8:00 horas del 6 de diciembre del 2006 y DAME-20-2007 de las 15:00 horas del 24 de enero del 2007, por haber sido dictadas con evidente error”. ACUERDO FIRME. ACUERDO AC-6402-07: SEGUNDO: En virtud de lo anterior, se RECHAZA EN TODOS SUS EXTREMOS EL RECURSO DE APELACIÓN formulado por la Licda. Ana Lucía Mora Badilla (…) contra la resolución DAME-210-2006, de las 9:36 horas del 9 de octubre del 2006, por haber dejado de existir tal resolución (…)” (folios 124, 128 a 132); 14.- que la impugnante interpuso revocatoria y apelación. El cuerpo de ediles, en la sesión ordinaria 49, acta 69, acuerdos AC-117-01-07 y AC-117-02-07, denegó el primero y admitió el segundo para ante este Tribunal (folios 133 a 135,143 a 147).II.-No está demostrado que contra la resolución DAME 208-2006 de 9 horas 29 minutos del 25 de setiembre de 2006, exista recurso de apelación (los autos).III.-Expone la apelante, en su escrito de expresión de agravios luego de transcribir lo resuelto por el Concejo Municipal – folios 158 a 160 -, lo siguiente: “(…) Como observa su Digna Autoridad la Municipalidad de Escazú ha derrochado recursos del Estado en resoluciones que en etapas procesales han tenido que anular pero que obligan al contribuyente a un desgaste innecesario para defender una tesis correcta la cual fue el cumplimiento de una solicitud de una patente para el desarrollo de una oficina con dos personas en el apartamento que alquilamos en un Condominio, el hecho de haber sido honestos en realizar una solicitud para una actividad tan pequeña, que hicimos para contribuir con el impuesto de patente (…) Pero no tuvimos una respuesta positiva, por lo que hemos tenido que cambiar nuestra decisión a la propuesta que le hiciéramos a la Municipalidad de Escazú. Nunca creímos que nos perseguirían tanto (…) No se dan cuenta que mi actividad no es una actividad ilícita, más bien es una actividad que no requerimos ninguna patente por ser una oficina con dos personas, pero los requisitos que exige la Municipalidad de Escazú son muy difíciles de cumplir y aunque permitimos que los inspectores ingresaran al apartamento no sabíamos que ese acto era para que nos negaran el permiso de patente, nos han amenazado con clausurar el local, y esto no es un local, es un apartamento. Es por esa razón que solicitamos a su Autoridad que permita que estemos en regla dado que tenemos una actividad en Puntarenas y deseamos que la oficina pequeña con dos personas sirva de apoyo para recibir y enviar documentos y llevar los archivos así como la llevanza de la contabilidad (…)”.IV.-La situación del sub examine es particular. Luego de una denuncia se comprobó, que en los Condominios Balduino funciona una oficina de contabilidad y por cuya virtud, se concedió plazo a la empresa, a fin de que procediera a solicitar patente comercial, sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos y remodelaciones. Según se tuvo por acreditado, la sociedad no cumplió, motivo por el cual, la oficina de Patentes, en resolución SLM-1275-06 de 9 horas 30 minutos del 2 de mayo de 2006, la denegó. Por mediar recursos y gestión de concesión de “funcionamiento temporal”, el mismo Departamento, denegó la revocatoria, el pedimento y además, elevó los autos ante la Alcaldía, en pronunciamiento SLM2372-06 de 8 horas 45 minutos del 30 de agosto de 2006. Contra lo anterior, la impugnante se alzó, y el Alcalde, en pronunciamiento DAME-208-2006 de 9 horas 29 minutos del 25 de setiembre de 2006, en cuanto al ejercicio transitorio, mantuvo la SLM-1275-06. Acto seguido, sin que conste recurso, se emite el acto DAME-210-2006 de 9 horas 36 minutos del 9 de octubre, notificado el 11 siguiente, mediante el cual, se rechazó ad portas la apelación interpuesta contra el acto SLM-2372-06. Al mediar recursos contra el pronunciamiento DAME-210-2006, la Alcaldía, en DAME-233-2006 de 8 horas del 6 de diciembre de 2006, previno a la empresa el poder con que actúa. Cumplida la prevención, en DAME 20-2007 de 15 horas del 24 de enero de 2007, rechazó de plano la impugnación, “(…) por falta de legitimación de la señora Ana Lucía Mora Badilla (…)”. De nuevo se formularon recursos. El Concejo, en la sesión ordinaria 45, acta 62 del 5 de marzo de 2007, dispuso: “ACUERDO AC-64-01-07: “SE ACUERDA. PRIMERO: Se ANULAN las resoluciones dictadas por el señor Alcalde Municipal, dictadas en este expediente e identificadas como: DAME-210-2006 de las 9:36 horas del 9 de octubre del 2006, DAME-233-2006 de las 8:00 horas del 6 de diciembre del 2006 y DAME-20-2007 de las 15:00 horas del 24 de enero del 2007, por haber sido dictadas con evidente error”. ACUERDO FIRME. ACUERDO AC-64-02-07: SEGUNDO: En virtud de lo anterior, se RECHAZA EN TODOS SUS EXTREMOS EL RECURSO DE APELACIÓN formulado por la Licda. Ana Lucía Mora Badilla (…) contra la resolución DAME-2102006, de las 9:36 horas del 9 de octubre del 2006, por haber dejado de existir tal resolución (…)”. Lo anterior también fue impugnado y, el cuerpo de ediles, en la sesión ordinaria 49, acta 69, acuerdos AC-117-01-07 y AC-117-02-07, denegó el primero y admitió el segundo para ante este Tribunal.- V.-Visto el cuadro fáctico sometido a estudio se arriba al convencimiento, que lo acordado por el Concejo está ajustado a derecho y merece ser mantenido. Y es que, si bien existe apelación contra de la decisión que denegó la licencia de patente comercial – SLM-1275-06 -, ella fue resuelta en resolución DAME-2082006, denegándola, por lo que debió la parte recurrir en contra de este pronunciamiento, cosa que no hizo y por cuya virtud, el Concejo no puede entrar a conocer el fondo del asunto. Es por lo anterior, que el Ayuntamiento hizo bien en anular las resoluciones de la Alcaldía identificadas como DAME-210-2006 de 9 horas 36 minutos del 9 de octubre, DAME-233-06 de 8 horas del 6 de diciembre de 2006, y DAME-20-2007 de 15 horas del 24 de enero de 2007, al conocer una impugnación inexistente.VI- Por disposición de los artículos 181 y 351 de la Ley General de la Administración Pública, debe darse por agotada la vía administrativa.POR TANTO: Se confirma el acto impugnado. Se da por agotada la vía administrativa.Sonia Ferrero Aymerich Cristina Víquez Cerdas Hubert Fernández Argüello Expediente No. 07-000138-161-CA Apelación Municipal Cazador Submarino S.A. c/ Municipalidad de Escazú Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 11:38:57 AM Sentencia: 02072 Expediente: 08-0014411027-CA Fecha: 25/09/2009 Hora: 10:25:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III Tipo de Sentencia: De Fondo Fernández Argüello Hubert Clase de Asunto: Apelación Municipal Redactor: ß&Ø¥ß% N° 2072-2009 TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA . SECCIÓN TERCERA . II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a las diez horas veinticinco minutos del veinticinco de setiembre del dos mil nueve. Por apelación de la empresa "Comercial Pozos de Santa Ana, Sociedad Anónima", representada por su apoderado generalísimo sin límite de suma Olivier Marín Sánchez, cédula 1-402-329 y demás calidades no indicadas, conoce este Tribunal de lo dispuesto por el Concejo Municipal de Santa Ana, en la sesión ordinaria Nº199, Artículo III, punto 4, del dos de setiembre del dos mil ocho.Redacta el Juez Fernández Argüello , y: I).-HECHOS PROBADOS: Para resolver, se tiene por acreditado lo siguiente: 1) Que el Departamento de Patentes y Licencias de la Municipalidad de Santa Ana, por resolución MSA-PLM-01-277-07 de 14:35 horas de 28 de setiembre de 2007 , decidió : "POR TANTO: ... II. A partir de esta Notificación, en la presentación de Declaración Jurada de Impuesto de Licencia Municipal de los años siguientes, para efecto de aplicar lo indicado en Certificación de Contador Público autorizado debe adjuntar constancia de Impuestos de Pago a otras Municipales" (f olios 2 a 4 , expediente 08-0194-1027-CA de este Tribunal, que se ha tenido a la vista ) ; 2) Que por o ficio MSP-PLM-01-417-007 de 28 de noviembre de 2007 , del mismo Departamento, se le remitió al representante de la sociedad recurrente, recordatorio, sobre lo prevenido, en cuanto a que para efectos del cálculo del Impuesto de Patente Municipal, debía presentar lo siguiente: el formulario de Declaración Jurada del Cantón de Santa Ana; copia de Formulario de Renta del período 2007, presentado ante el Ministerio de Hacienda y certificación de las Municipalidades, donde presenta declaración jurada y el pago correspondiente al impuesto de patentes ( mismo expediente, folios 9, 14 y 15 ) ; 3) Que el nueve de enero de dos mil ocho, el personero de la empresa Comercial CONSIDERANDO: Pozos de Santa Ana S.A, formuló recurso de apelación, contra el anterior Oficio, de 28 de noviembre, en cuanto le requirió aportar certificaciones de las Municipalidades donde presenta declaración jurada y el pago correspondiente al impuesto de patente, en esas otras jurisdicciones (f olio 10 , ídem ) ; 4) Que el Concejo Municipal, en la Sesión Ordinaria N° 88 celebrada el 29 de enero de 2008, el Concejo Municipal acordó denegar el recurso planteado, por haberse presentado en forma extemporánea (f olios 47 a 49) ; 5 ) Que por resolución dictada por el Departamento de Patentes MSA-PLM-02-0097-08 de 16:20 hrs del 7 de febrero de 2008, se dispuso: "Con fundamento en el artículo 169 y 170 de la Constitución Política, los artículos 11 y 13 de la Ley General de Administración Pública, Ley 7245 de Impuesto de Patente de la Municipalidad de Santa Ana mediante el presente acto se procede resolver y notificar EL FORMULARIO DE DECLARACIÓN DE IMPUESTO MUNICIPALES N. 1047 presentado por señor MARIN SÁNCHEZ en calidad de representante legal de la Sociedad COMERCIAL POZOS DE SANTA ANA S.A., dueño de Licencia Municipal de DISTRIBUCIÓN DE ABARROTES y mediante el presente acto se solicita al Departamento de Catastro que proceda a modificar la Base Imponible del PERIODO 2008, de la siguiente forma: Información Tributaria. Impuesto de Licencia Municipal ¢1.289.649.3 a partir del I Trimestre 2008, 2% Timbre de Biodiversidad ¢25.792.98 a partir del I Trimestre 2008. Información Registral: Propietario: Olivier Marín Sánchez, cédula N. 1-0402-0329, Plano: SJ 616131-86, Matrícula. 227356-0002" ( mismo legajo, folios 50 a 52) ; 6 ) Que el 15 de febrero siguiente, el apoderado de la citada sociedad, presentó recurso de apelación, para ante el Alcalde, de la anterior resolución, emitida por el Departamento de Patentes (f olios 54 a 59 , i bídem ) ; 7 ) Que la anterior impugnación fue elevada directamente al Concejo Municipal, para su conocimiento y solución (f olio 61) ; 8 ) Que en la s esión o rdinaria N° 92 de 26 de febrero, el Concejo Municipal, declaró inadmisible el Recurso de apelación, por cuanto las argumentaciones de la recurrente se referían a aspectos, que ya habían sido objeto de pronunciamiento en el acuerdo III de la Sesión N° 88 de 29 de enero de 2008 (f olios 64 a 66) ; 9 ) Que el 17 de marzo de 2008, el apoderado antes indicado, formul ó Recurso Extraordinario de Revisión contra los siguientes actos dictados por el Departamento de Patentes: a) MSA-PLM-01 -277-07 de 14: 35 hrs de 28 de setiembre de 2007; b) MSA-PLM-01-417-07 de 28 de noviembre de 2007 y c)MSA-PLM-02-0097-08 de 16:20 h ora s de 7 de febrero de 2008 (fls 70 a 80) ; 10 ) Que en la s esión o rdinaria N°96 de 25 de marzo de este año, el gobierno local, dispuso rechazar el anterior Recurso Extraordinario de Revisión, ante lo cual se formuló Recurso de apelación para ante esta Sección del Tribunal (f olios 86 a 92 del mismo expediente ) ; 11) Que este Tribunal, por resolución Nº514-2008 de las diez horas veinte minutos del ocho de agosto del dos mil ocho, acogió el anterior recurso, ordenó a la Municipalidad pronunciarse sobre el fondo del recurso extraordinario de revisión formulado (folios 156 a 162, ídem); 12) Que el órgano deliberativo de Santa Ana, en la sesión ordinaria Nº119 del dos de setiembre del dos mil ocho, artículo III, punto 4, rechazó el recurso extraordinario de revisión (folios 6 a 12 del presente expediente); 13) Que inconforme, el apoderado de la compañía interpuso, el veintiocho de octubre siguiente, recurso de apelación; el que fue elevado a conocimiento de este Tribunal, en la sesión ordinaria Nº129 del once de noviembre siguiente, artículo III, punto 7 (folios 13 a 29).II).- HECHO NO PROBADO: No se acreditó: 1) Que la empresa Comercial Pozos de Santa Ana S.A. haya aportado las certificaciones requeridas por la Municipalidad, para la determinación del tributo.- No se procuró prueba al respecto.III).-ALEGATOS DEL RECURSO: En sus agravios, manifiesta el recurrente que la decisión de la Municipalidad de Santa Ana de exigirle a los contribuyentes que tributan y tienen actividades comerciales en otros cantones del país, certificación de de los impuestos cancelados en esas jurisdicciones, es ilegal.- A su juicio, para requerir esa constancia, la Municipalidad debió seguir el procedimiento de aprobación de disposiciones generales, pues afecta a todos los administrados que se encuentren en esa situación y que al no hacerlo de esa forma, vulneró los numerales 43 del Código Municipal, en relación con el 6 de la Ley General de la Administración Pública, así como los principios de legalidad y publicidad. Señala que resulta incluso discutible, crear una obligación para el contribuyente por la vía reglamentaria, dado que ello lesiona el principio de jerarquía de las normas y particularmente el principio de reserva legal en materia tributaria. Que además, sólo el Concejo Municipal o el alcalde pueden generar este tipo de obligaciones de carácter general, no así el Departamento de Patentes, que carece de potestades al efecto. Que el acto cuya nulidad reclama, es contrario al artículo 3 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, por cuanto constituye, en su criterio, una orden o instrucción interna que por tanto, no es obligatoria para el administrado.Que el acto carece de motivo, contenido y fin y que por carecer el requisito impuesto de base legal, viola el numeral 5 de la Ley de Protección al Ciudadano del Exceso de Requisitos y Trámites Administrativos, Nº8220, y que "... el artículo 13 de la Ley de Impuestos Municipales de Santa Ana señala que lo que el contribuyente debe suministrar al municipio es la proporción del volumen de sus negocios que se genera en el Cantón de Santa Ana. No debo probarle al Municipio cuando pago a otras municipalidades, actuar como lo hace la administración vulnera el principio de legalidad pues éste señala que el límite de acción del funcionario es lo establecido en la ley (...). La única potestad que la ley vigente confiere a la administración municipal es la de verificación ante la Tributación Directa y de allí proceder a la recalificación y no como en mi caso de manera arbitraria, está haciendo la administración". En cuanto a la resolución MSA-PLM01-417-07 del veintiocho de noviembre del 2007, que a su vez transcribe el oficio MSA-AT-01-88-2007 del diecinueve del mismo mes y año, arguye que en ella se le "recuerda" su obligación de presentar la certificación de las municipalidades donde presenta declaración jurada y el pago correspondiente al impuesto de patentes con relación a la declaración de renta anual.- Sobre el contenido de ese acto, expresa que no es cierto que exista inexactitud entre la declaración efectuada ante la Municipalidad y su declaración de renta y que la entidad local nunca probó fehacientemente esa afirmación.- Que con base en lo anterior, la Municipalidad de Santa Ana recalificó su declaración y aplicó una nueva base imponible, sin tomar en cuenta el volumen de negocios generado por su representada en ese cantón, a partir de la presunción de que de no aportarse la certificación de otros municipios, la totalidad de la deuda se genera en el Cantón; todo, sin respetar el debido proceso.IV).-SOBRE EL FONDO: Consta en el expediente, que para los efectos de la determinación del impuesto de patentes del año dos mil ocho, el apoderado de Comercial Pozos de Santa Ana S.A. presentó ante la Municipalidad de Santa Ana, una certificación del contador público autorizado, licenciado Tarsicio Salas Bonilla, que literalmente dice: "El suscrito (...) fue contratado por la empresa Comercial Pozos de Santa Ana S.A., cédula de persona jurídica tres - ciento uno - ciento cincuenta y nueve mil novecientos once para certificar que durante el período fiscal comprendido del 01 de octubre del 2006 al 30 de setiembre del 2007 dicha empresa obtuvo ingresos por concepto de ventas por un monto de ¢5.064.384.645.00 (cinco mil sesenta y cuatro millones trescientos ochenta y cuatro mil seiscientos cuarenta y cinco colones), de este monto le corresponde a la Municipalidad de Santa Ana ¢759.658.687.00 ( setecientos cincuenta y nueve millones seiscientos cincuenta y ocho mil seiscientos ochenta y siete colones), el cual le corresponde pagar el 1x1000 ¢759.659.00 (setecientos cincuenta y nueve mil seiscientos cincuenta y nueve colones) y en renta gravable un 8 x 1000 ¢94.212.00 (noventa y cuatro mil doscientos doce colones), para un monto total a pagar a la Municipalidad de Santa Ana de ¢853.871.00 (ochocientos cincuenta y tres mil ochocientos setenta y un colones)" (folio11). Asimismo, aportó su declaración del impuesto sobre la renta del período dos mil siete, presentada a la Dirección de Tributación el catorce de diciembre de ese año, en la que se determinó como renta neta, la suma de once millones setecientos setenta y seis mil quinientos sesenta y siete colones -¢11.776.567,00- (folio 8).- La Municipalidad, por su parte, mediante oficio MSA-PLM-01-277-07, de las ocho horas treinta y cinco minutos del veintiocho de setiembre del dos mil siete, del Departamento de Patentes y Licencias de la Municipalidad de Santa Ana, le indicó al apoderado de la empresa Comercial Pozos de Santa Ana S.A..A. que "... en la presentación de declaración jurada del impuesto de licencia Municipal de los años siguientes, para efecto de aplicar lo indicado en certificación de contador público autorizado debe adjuntar constancia de impuestos de pago a otras municipalidades", y luego, por oficio MSP-PLM-01-417-007 de 28 de noviembre de 2007 , se le remitió un recordatorio a la sociedad , para que a los efectos del cálculo del i mpuesto de p atente m unicipal, debía presentar lo siguiente: certificación de las Municipalidades, donde presenta declaración jurada y el pago correspondiente al impuesto de patentes . La empresa, sin embargo, no cumplió con esos requerimientos, en virtud de lo cual el Departamento de Patentes Nº MSA-PLM-02-0097-08 de 16:20 hrs del 7 de febrero de 2008, dispuso: "Con fundamento en el artículo 169 y 170 de la Constitución Política, los artículos 11 y 13 de la Ley General de Administración Pública, Ley 7245 de Impuesto de Patente de la Municipalidad de Santa Ana mediante el presente acto se procede resolver y notificar EL FORMULARIO DE DECLARACIÓN DE IMPUESTO MUNICIPALES N. 1047 presentado por señor MARIN SÁNCHEZ en calidad de representante legal de la Sociedad COMERCIAL POZOS DE SANTA ANA S.A., dueño de Licencia Municipal de DISTRIBUCIÓN DE ABARROTES y mediante el presente acto se solicita al Departamento de Catastro que proceda a modificar la Base Imponible del PERIODO 2008, de la siguiente forma: Información Tributaria. Impuesto de Licencia Municipal ¢1.289.649.3 a partir del I Trimestre 2008, 2% Timbre de Biodiversidad ¢25.792.98 a partir del I Trimestre 2008. Información Registral: Propietario: Olivier Marín Sánchez, cédula N. 1-0402-0329, Plano: SJ 616131-86, Matrícula. 227356-0002" . Para resolver de esa forma, en lo que interesa, el acto indicó en su parte considerativa que: "El cálculo correspondiente se tasó con base a la Declaración de Renta presentada ante Tributación Directa, se adjuntó certificación de contador público autorizado indicando los ingresos y renta líquida gravable generados en Santa Ana pero no se cumplió lo solicitado en OFICIO MSAPLM-01-277-07 Y Oficio MSA-PLM-01-417-007 de la Unidad de Patentes y Licencias Municipales" .V).-Resulta imperativo definir en primer término, si como se reclama, existe alguna nulidad en los actos del Departamento de Patentes y Licencias de la corporación local de Santa Ana, mediante los cuales se le solicitó a "Comercial Pozos de Santa Ana S.A.", aportar certificación de otras Municipalidades donde la empresa presenta declaración jurada y el pago correspondiente, a fin de determinar el volumen de ventas realizado en el Cantón.- Al efecto, debe señalarse que es un hecho incontrovertido, que esa compañía realiza actividades lucrativas en varios municipios y no sólo en Santa Ana, y que en todos ellos paga impuesto de patente. Así lo ha indicado la Municipalidad y lo ha reconocido el apoderado de aquélla en sus diversos alegatos. La cuestión es, si de conformidad con la Ley de Impuestos Municipales de Santa Ana Nº 7245 del diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y uno, la entidad local está facultada para requerir ese tipo de documentación, a lo que debe responderse afirmativamente.Ese cuerpo legal, establece como factor determinante de la imposición, la renta líquida gravable y las ventas o los ingresos brutos que perciban las personas físicas o jurídicas afectas al impuesto, durante el período fiscal anterior al año en que se da la imposición; y en lo que interesa entiende por ventas, "el volumen de éstas, hecha la deducción del impuesto que establece la Ley del Impuesto sobre las Ventas". El numeral 4, dispone que la renta líquida gravable y las ventas o los ingresos brutos anuales, determinarán el monto del impuesto de patente que le corresponde pagar a cada contribuyente, para lo cual aplicará el uno por mil (1/1000) sobre las ventas o los ingresos brutos, más un ocho por mil (8/1000) sobre la renta líquida gravable. Esa suma, dividida entre cuatro, determinará el impuesto trimestral por pagar. El procedimiento normal para la determinación es el siguiente: los patentados deben presentar a la Municipalidad, una declaración jurada de las ventas brutas y de su renta líquida gravable (artículo 5), igualmente, quienes sean declarantes del impuesto sobre la renta, deberán presentar copia de esa declaración, sellada y firmada por el funcionario de la Dirección de Tributación Directa que la haya recibido (artículo 6), en este sentido, la entidad local cuenta con plenas potestades para verificar ante este último órgano, la exactitud de los datos suministrados por los patentados y para hacer en su caso la recalificación correspondiente, si comprueba que existe alteración de ellos o circunstancias que determinen que el monto asignado es incorrecto, así como para revisar en general la declaración, por los medios establecidos en el Código de Normas y Procedimientos Tributarios (artículos 9 y 11).El numeral 13 de ese cuerpo legal, señala asimismo, que: "Aquellas personas físicas o jurídicas que ejerzan actividades distribuidas en uno o más cantones, aparte del Cantón de Santa Ana y que por tal motivo estén sujetas al pago de patentes en ellos, deberán determinar y demostrar con la documentación pertinente, la proporción del volumen de sus negocios que se genera en el cantón de Santa Ana, para efecto del pago del impuesto".En el caso concreto, la empresa aportó una certificación de contador público autorizado según la cual, durante el período fiscal comprendido del 01 de octubre del 2006 al 30 de setiembre del 2007 obtuvo ingresos por concepto de ventas en Santa Ana de setecientos cincuenta y nueve millones seiscientos cincuenta y ocho mil seiscientos ochenta y siete colones -¢759.658.687.00-, el cual le corresponde pagar el 1x1000, setecientos cincuenta y nueve mil seiscientos cincuenta y nueve colones -¢759.659.00- y en renta gravable un 8 x 1000, noventa y cuatro mil doscientos doce colones -¢94.212.00-, para un monto total a pagar por patente de ochocientos cincuenta y tres mil ochocientos setenta y un colones -¢853.871.00-. El Departamento de Patentes y Licencias, sin embargo, estimó que requería más información para determinar la base imponible del tributo, por lo que le requirió en dos ocasiones a la compañía, presentar certificación de las declaraciones presentadas en las otras municipalidades, así como del pago efectuado, sin resultados positivos. Se trata de los actos MSA-PLM-01-277-07 y PSA-PLM-01417-007.- Esa circunstancia, es decir, la solicitud de información adicional a la contribuyente, no resulta ilegal; antes bien, encuentra fundamento expreso en el numeral 13 de la Ley 7245, que como se dijo, obliga a todas las personas -físicas o jurídicas-, que ejerzan actividades distribuidas en uno o más cantones, aparte del Cantón de Santa Ana y que por tal motivo estén sujetas al pago de patentes en ellos, a determinar y demostrar con la documentación pertinente, la proporción del volumen de sus negocios que se genera en este último cantón, para efectos del pago del impuesto; lo que significa que fue la misma ley la que instituyó una obligación específica y concreta de los contribuyentes, sin que pueda alegarse entonces, la supuesta violación al principio de jerarquía de las normas o de reserva legal en materia tributaria, el que no se ve comprometido en modo alguno por el dictado de los actos cuya nulidad se reclama por la vía del recurso extraordinario de revisión.- El Tribunal advierte en todo caso, que lo actuado forma parte de las potestades de comprobación e investigación que tiene la corporación local, en su condición de administración tributaria, pues de conformidad con el artículo 103 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios (de aplicación al caso, de conformidad con la remisión que hacen los artículos 9 y 11 de la Ley 7245), toda Administración Tributaria está facultada para verificar el correcto cumplimiento de las obligaciones tributarias por todos los medios y procedimientos legales, con el objeto de cerciorarse de la veracidad del contenido de las declaraciones juradas por los medios y procedimientos de análisis e investigación legales que estime convenientes, al efecto de determinar la verdadera magnitud del hecho imponible y el tributo correspondiente. Así las cosas, esas facultades se practican para verificar cual es la situación real del obligado tributario, quedando este último compelido por ley no solo a soportar esas labores, sino a colaborar con ellas, suministrando la información que le sea requerida que resulte de relevancia para determinar la carga impositiva que corresponde.- En tales condiciones, no encuentra este órgano colegiado que se hayan producido las nulidades reclamadas, lo que obliga a confirmar este extremo del acuerdo cuestionado.VI).-Situación distinta es la que ocurre con las actuaciones municipales que se produjeron con posterioridad a esos requerimientos de información y su incumplimiento por parte de la empresa obligada.- De acuerdo con la resolución determinativa MSA-PLM-02-0097-08, de las dieciséis horas con veinte minutos del siete de febrero del dos mil ocho y dado que la contribuyente no presentó las certificaciones sobre las ventas efectuadas en otros cantones, el Departamento de Patentes y Licencias, en lugar de realizar las actividades de comprobación e investigación antes indicadas, ya fuera solicitando ella misma a terceros la información que le interesaba, realizando cruces con otras administraciones tributarias, o incluso iniciando formalmente actuaciones de fiscalización en la compañía, en los términos en que se lo autoriza el ordenamiento, simplemente optó por establecer de forma automática, como base imponible de la patente, la misma suma que la empresa indicó en la declaración del impuesto sobre la renta, estableciendo de esa forma el impuesto a pagar, pero sin acreditar aunque fuera por la vía presuntiva, el volumen de ventas en el cantón, lo que resulta totalmente arbitrario.- La Municipalidad estaba enterada de que la empresa realizaba actividades lucrativas en varios cantones y no sólo en su territorio, por lo que era claro que la declaración del impuesto sobre la renta presentada ante la Dirección de Tributación, no sólo incluía los ingresos por ventas en Santa Ana; a pesar de lo cual, utilizó este último documento para imponer una carga tributaria sobre una base que no se ajusta a la que establece la ley 7245- Es cierto, que el incumplimiento de los deberes de información a que está obligado el contribuyente, permite activar los mecanismos de comprobación con que cuenta la Municipalidad, no obstante, ello no autoriza en modo alguno a la Administración para actuar de forma arbitraria, sin hacer un esfuerzo por determinar la base imponible por los medios previstos al efecto, y es por esa razón que se concluye que, en el sub examine, el acuerdo impugnado en este extremo es ilegal, en cuanto desconoció esa nulidad, la que además es absoluta y así se declara, en virtud de la gravedad de las omisiones que se han indicado.VII).-Lo aquí decidido carece de ulterior recurso, en mérito de lo cual debe darse por agotada la vía administrativa.- POR TANTO: S e anula el acuerdo apelado -sesión ordinaria Nº119 del dos de setiembre del dos mil ocho, artículo III, punto 4-, únicamente en cuanto denegó el Recurso Extraordinario de Revisión interpuesto contra la resolución del Departamento de Patentes MSA-PLM-020097-08 de las dieciséis horas veinte minutos del siete de febrero de l dos mil ocho, y en consecuencia, se anula también este último acto.- En lo demás, se confirma el acuerdo recurrido. Se da por agotada la vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas Hubert Fernández Argüello I. Rocío Rojas Morales Exp 08-1441-1027-ca Municipal Comercial Pozos de Santa Ana S.A contra Municipalidad de Santa Ana lrocha Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 11:44:29 AM Sentencia: 01635 Expediente: 08-000703-0127-CA Fecha: 13/08/2009 Hora: 9:30:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III N° 1635 - 2009 TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. Goicoechea, a las nueve horas treinta minutos del trece de agosto del dos mil nueve. Conoce este Tribunal, como jerarca impropio, del recurso de apelación interpuesto por Coca Cola FeMsa de Costa Rica representada por su apoderado generalísimo William Molina Soto, mayor, casado, licenciado en administración, con cédula 2-0347-0393; contra el acuerdo adoptado por el Concejo Municipal de Vásquez de Coronado, número 2008-111-04 que dispuso confirmar lo dispuesto por el Departamento de Patentes en la resolución número PA-440-0402008, con base en las consideraciones del Departamento Legal del cual se acompañó copìa. Redacta la Juez Rojas Morales, y: CONSIDERANDO: I).-Para una correcta resolución del presente asunto, se tiene por probado lo siguiente: 1) Que en oficio fechado 02 de abril de 2008 la empresa Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A. informó al jefe de patentes de la municipalidad de Coronado lo siguiente: a.- que se inscribió en el Registro Público la fusión por absorción entre las sociedades C.L.B. Compañía Latinoamericana de bebidas y Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A., prevalenciendo la última con su respectiva cédula jurídica; b.- Que desapareció la compañía C:L:B. Compañía Latinoamericana de bebidas S.A. cerrándose los libros respectivos ante el Departamento de Grandes Contribuyentes del Ministerio de Hacienda, asumiendo las cargas la empresa prevaleciente (oficio de folio 275), 2) Que en el mismo oficio se solicitó que se tuviera para efectos tributarios a la empresa Coca Cola Femsa S.A. como único titular de las cargas tributarias y municipales (mismo folio); 3) Que mediante oficio PA-440-040-2008 de 17 de abril de 2008 el Oficial de Patentes acusó recibo de la nota anterior y le informó a la empresa Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A. que ha procedido a unificar las patentes N. 02467 (ventas en el cantón) y la N. 00205 (producción de jugos), quedando únicamente la N. 00205, a la que le trasladó el saldo pendiente por concepto de impuesto de Ë 5.376.90. En igual sentido se le informó que la declaración presentada para el año 2008 indica detalle de ventas en la jurisdicción de Coronado, mas no costos de producción y comercialización de la planta ubicada en esa misma jurisdicción, por lo que la municipalidad carece de bases para cobrar el impuesto correspondiente por la actividad de producción (folio 280) ; 4) La empresa gestionante planteó recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra el oficio citado anteriormente (folio 284,287); 5) El Departamento de Patentes y Espectáculos Públicos mediante oficio PA-440-052-2008 de 28 de abril de 2008 rechazó la revocatoria y admitió la alzada (folio 288); 5) El Concejo Municipal en el acuerdo 2008-111-04, adoptado en la sesión ordinaria 111 del lunes 09 de junio de 2008, dispuso rechazar el recurso interpuesto (folio 305); 6) La apoderada especial administrativa de la empresa Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A. interpuso contra el anterior acuerdo recurso de apelación ante este Tribunal (folio 306); 7) El 29 de agosto de 2008 la apoderada administrativa planteó "apelación administrativa per saltum" y "apelación de hecho en contra de la decisión del Concejo Municipal por omisión de darle curso a la apelación y se solicita se requiera el envío del expediente administrativo" y el despacho dio trámite de ley a la citada articulación que tramita como per salum, recurso en virtud del cual conoce este Tribunal (folio 319). II.-HECHO NO PROBADO:1) Que la actividad industrial de producción de jugos deba pagar impuesto de patentes de manera independiente (no hay prueba sobre este extremo en el expediente). III).-OBJETO DEL RECURSO: Indica la articulante que la compañía C.L.B. COMPAÑÍA LATINOAMERICANA DE BEBIDAS S.A. era una empresa industrial que producía jugos "Hi-C" que operaba en el cantón de Vásquez de Coronado con la patente municpal N. 205 (planta de producción de jugos), mientras que COCA COLA FEMSA DE COSTA RICA S.A operaba en el cantón de Vásquez de Coronado con la patente municipal N. 2427 (ventas en el mismo cantón. Que ambas compañías se fusionaron y subsiste únicamente la primera). De acuerdo con el artículo 222 del Código de Comercio, la fusión es eficaz frente a terceros un mes después de la publicación del edicto y su inscripción en la sección mercantil del Registro Público. La municipalidad tomó nota de la información que le suministró la empresa y procedió a unificar la patentes N. 2427 -ventas al cantón- con la N. 205 -planta de producción de jugos-, sobreviviendo únicamente la última patente, es decir, la de planta de producción de jugos., lo que resulta ilegal ya que en virtud de la fusión, desde el punto de vista tributario la única actividad que debe prevalecer es la de venta de productos en ese territorio, sea la N. 2427. La compañía prevalenciente sea COCA COLA FEMSA DE COSTA RICA S.A. asumió todos los derechos y obligaciones de la absorbida, consecuentemente, el único contribuyente es esta última empresa. Que en el caso en examen la única actividad lucrativa que realiza la empresa en el cantón de Vàsquez de Coronado consiste en la distribución de bebidas, por lo que ésta deberá cancelar el impuesto en relación con dicha actividad. Señala que la municipalidad solo está autorizada para cobrar tributos de comformidad con la Ley de Impuestos Municipales de Coronado, N. 7777 de 29 de abril de 1998. Esa ley en el artículo 3 establece claramente que los patentados de la municipalidad de Vásquez de Coronado están gravados sobre la base imponible de ingresos brutos que obtienen de las actividades lucrativas que realicen en ese cantón. La actividad lucrativa de la empresa COCA COLA FEMSA DE COSTA RICA S.A. es la distribución de bebidas. Si bien es cierto que la empresa cuenta con una planta de producción de jugos en Váquez de Coronado, la producción industrial en sí misma NO constituye una actividad lucrativa de la empresa, limitándose la actividad lucrativa a la venta de productos que en su mayoría industrializa y luego vende. El hecho generador del impuesto de patentes es la venta de productos y no la generación de aquellos. Ahora la única empresa que debe estar patentada en Coronado es la Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A. y el hecho generador son las ventas que hace en el cantón. El punto fundamental es que la producción de bebidas como tal, no está gravada por la ley de impuestos local y por ello es improcedente que esa municipalidad, tal y como lo pretende mantenga vigente la patente N. 205. La empresa puede producir y producir sin vender y en la tesis municipal la sola producción estaría gravada, aunque no derivara renta alguna. La producción industrial no es en sí misma- de acuerdo con la ley del cantón- una actividad lucrativa gravable. La única actividad gravada es la venta de productos, la distribución y comercialización. Por ello la municipalidad al unificar las patentes debió conservar la de "venta de bebidas al cantón" y no la de "producción de bebidas" como lo hizo. En todo caso el proceso de industrialización -producción de jugos- es realizado a escala nacional, y ello implicaría gravar una actividad que trasciende la del cantón. El pretender gravar las rentas con lo obtenido fuera del cantón va más allá del principio de territorialidad municipal del tributo. El impuesto de patentes grava los ingresos brutos de los contribuyentes. La ley N. 7777 no hace alusión a las rentas netas para determinar el impuesto de patentes, por lo que la información sobre costos de producción y comercialización son irrelevantes para la municipalidad local. Según lo dispone el artículo 4 de la ley n. 7777 el impuesto de patente municipal es del dos por cien (2 x 100) sobre los ingresos brutos de la compañía, por lo que no le incumbre conocer sus costos de producción, información que en todo caso está protegida por el 24 cosntitucional y 103 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios. La única información que le interesa es la relativa a los ingresos brutos generados en ese cantón. La municipalidad entiende -indebidamente- que el impuesto de patentes se calcula sobre los ingresos brutos generados por las ventas realizadas en todo el país. Pide se anule el acuerdo impugnado. IV).-SOBRE EL FONDO: En materia impositiva rige el principio de reserva legal, según el cual la ley formal debe señalar los elementos básicos del tributo. Así lo establece, la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13 y 11), el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública. Lo anterior implica que en materia impositiva debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, puesto que se trata de imponerle un gravamen al patrimonio del particular y este solo puede provenir de la ley. En consecuencia, le está vedado a la Administración Tributaria Municipal, la creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades administrativas. Para que la obligación tributaria exista debe estar expresamente desarrollada por ley, esto es prevista en la ley N° 7777 (Ley de Impuestos Municipales de Coronado). Valga señalar que, la citada ley no grava la producción industrial de manera independiente de la comercial dentro del cantón, como sí lo hacen otros cuerpos legales en materia de impuestos, como es el caso, por ejemplo, de la Ley de Impuestos de la Municipalidad de Santa Ana, para citar solo una, en que expresamente se grava una actividad industrial. Para mejor ilustración de lo dicho, valga citar como ejemplo el artículo 14 de la ley de Impuestos Municipales de Santa Ana que establece: "b) Industria: Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, transformación o manufactura de uno o varios productos. Incluye la transformación mecánica o química de sustancias inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Asimismo, comprende la creación de productos y los talleres de reparación y acondicionamiento. También la construcción, la reparación o la demolición de todo tipo de edificios, las instalaciones, las compañías de transporte, las impretnas, editoriales y los establecimientos similares. En general, se refeire a mercaderías, construcciones, bienes inmuebles y actividades de agroindustria." El cantón de Coronado carece de una disposición legal que grave la producción industrial de manera independiente de la comercial dentro del cantón, resultando inadmisible la aplicación extensiva que se viene haciendo para incluir en la actividad comercial local, la industrial de producción de jugos, puesto que para que ello sea posible requiere el gobierno local de una expresa disposición legal que así lo establezca, la que como se indicó no existe en este caso. La tesis del Concejo Municipal -siguiendo el criterio del asesor legal- en el sentido de que toda actividad productiva por el hecho de serlo debe pagar tributo implica una clara violación al principio de reserva de Ley. El artículo 1 de la ley N. 7777 no hace más que señalar que las actividades lucrativas en el Cantón de Vásquez de Coronado deben pagar impuesto de patentes, sin embargo, ello es conforme a la ley y en el presente caso esa misma ley no establece una lista concreta de actividades gravadas que incluya la actividad industrial, por lo que el Tribunal estima que lleva razón la recurrente al señalar que no debe tributar por una actividad no gravada. En cuanto al cobro del impuesto, con toda claridad la ley 7777 señala en el artículo 4 que se pagará por concepto de impuesto el 2 x 100 sobre los ingresos brutos, porcentaje aplicable a los "ingresos brutos", consiguientemente la administración tributaria municipal excede sus competencias legales cuando para el cálculo de una actividad no gravada expresamente por su ley de impuestos, requiere a la recurrente información relacionada con los costos de producción y comercialización de la planta ubicada en esa misma jurisdicción, puesto que la ley, en caso de que la actividad esté gravada, establece que el cálculo se hará con base en los ingresos brutos y no por la vía que lo pretende el gobierno local. V- Como consecuencia de lo expuesto, se anula el acuerdo impugnado y se da por agotada la vía administrativa. POR TANTO: Se anula el acuerdo recurrido. Se da por agotada la vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas Hubert Fernández Argüello I . Rocío Rojas Morales Exp 08-703-127-ca Municipal Coca Cola Femsa de Costa Rica S.A c/Municipalidad de Vazquez de Coronadolrocha Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 11:56:09 AM Sentencia: 01265 Expediente: 09-000698-1027-CA Fecha: 26/06/2009 Hora: 11:30:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III Tipo de Sentencia: De Fondo Redactor: Fernández Argüello Hubert Clase de Asunto: Apelación Municipal ß&Ø¥ß% N° 1265 -200 9 TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA . SECCIÓN TERCERA . II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a las once horas treinta minutos del veintiséis de junio del dos mil nueve . Conoce este Tribunal, como jerarca impropio, de la apelación interpuesta por Master Litho Sociedad Anónima, representada por su apoderado especial Iván Darío Villegas Franco, mayor, soltero, abogado, vecino de Alajuela, cédula 8080-886 contra el acuerdo del Concejo Municipal de Tibás VI-1 de la sesión ordinaria Nº148 del veinticuatro de febrero del dos mil nueve.Redacta el Juez Fernández Argüello , y: CONSIDERANDO: I).-Se tiene como debidamente acreditado lo siguiente: 1) Que mediante notificación Nº 8505 del ocho de enero de este año, el Departamento de Patentes de la Municipalidad de Tibás le indicó a la empresa Master Litho S.A. que su negocio tipo bodega, ubicado 100 metros al Oeste de la Escuela de llorente, carecía de licencia y patente municipal; le previno abstenerse de ejercer la actividad realizada y presentarse a la Municipalidad (folio 1); 2) Que contra lo anterior, la empresa interpuso revocatoria y apelación el día quince del mismo mes (folios 2 a 5); 3) Que el Departamento de Patentes, en resolución de las quince horas siete minutos del veintiuno de enero,denegó la revocatoria y elevó la alzada (folios 7 a 10); 4) Que el Concejo Municipal de Tibás, por acuerdo VI-1 de la sesión ordinaria Nº148 del veinticuatro de febrero , desestimó la apelación (folios 14 a 17); 5) Que inconforme, el apoderado de la compañía planteó en tiempo y forma los recursos ordinarios (folios 18 a 20); 6) Que el órgano deliberativo, en el Acuerdo III-2 de la sesión ordinaria Nº151 del diecisiete de marzo siguiente, rechazó la impugnación horizontal y remitió la vertical a este Despacho (folios 21 a 23); 7) Que la empresa Master Litho cuenta con patente municipal Nº22310 para la actividad de imprenta y litografía (folio 7); 8) Que el local a que se refiere la notificación 8505 es utilizado por la empresa recurrente como "ampliación del espacio físico requerido para nuestro crecimiento comercial (...) el negocio requiere de mayor espacio físico para diferentes labores empresariales, en este caso específico el almacenamiento de materias primas de Master Litho" (manifestaciones del apoderado de la compañía, folio 3).II).-HECHOS NO PROBADOS: No se acreditó: 1) Que el local utilizado sea el mismo que usa la litografía, es decir, que esté contiguo al originalmente autorizado por la licencia Nº22310 para funcionar como litografía y que ambos tengan comunicación interna.- No se procuró prueba al respecto.III).-Manifiesta el recurrente que su negocio tiene patente comercial para la actividad de litografía, que se encuentra al día en el pago de todas sus obligaciones y que a la fecha siempre le ha sido renovada y se encuentra en perfecto orden.- Que no existe ningún fundamento legal para no permitir el uso de un local que se encuentra "de forma prácticamente contiguo a nuestro local principal", ya que éste se encuentra dentro del mismo complejo urbanístico y tiene la misma entrada, tipo de construcción, mismo acceso vehicular y pertenece al mismo propietario.- Que su representada nunca ha tenido la intención de solicitar una nueva patente, pero que se ha visto en la necesidad de realizar trámite ante la Municipalidad, dada la negativa de esa entidad de reconocer que se trata de la misma empresa, actividad y patente, es decir, de una simple ampliación del espacio físico requerido por su crecimiento comercial, lo cual ha comprobado la propia corporación local que ha visto incrementados los pagos trimestrales de impuestos locales.- Que su representada no pretende iniciar actividades nuevas o diferentes, sino continuar creciendo en el mismo curso normal del desarrollo de su negocio.- Que no están en el supuesto que prevé el artículo 11 del Reglamento a la Ley de Patentes de Tibás, pues son una misma persona jurídica y no dos empresas en un mismo complejo urbanístico; y que ese local es una parte necesaria y esencial para su operación; que no produce por si mismo ninguna facturación, y que más bien complementa su operación tradicional de litografía. Ello significa, según su criterio, que el uso que se le da a ese local es una actividad interna de una empresa ya regulada y patentada. Alega asimismo, que lo actuado carece de fundamentación.IV).-SOBRE EL FONDO: El Tribunal advierte, en primer término, que las actuaciones municipales se encuentran debidamente fundamentadas. La notificación 8505, deja claro que Master Litho S.A. está utilizando una bodega como parte de su giro comercial, y que no tiene patente ni licencia municipal aprobada al efecto. Allí se le indicó que en virtud de lo anterior, debía abstenerse de realizar la actividad y que debía presentarse a la Municipalidad negocio, con lo que está claro cuáles son las motivaciones del acto y los pasos a seguir para ponerse a derecho.- Lo mismo puede decirse del acto del Departamento de Patentes de las quince horas siete minutos del veintiuno de enero del dos mil nueve, que rechazó la revocatoria interpuesta contra la anterior notificación, pues ella explica con amplitud los razonamientos para que se diera ese rechazo (folios 7 a 10). El Concejo Municipal, por su parte, ha expuesto con claridad las razones para confirmar lo actuado por el inferior, tal y como se desprende de folios 14 a 16 y 21 a 23.- En esas circunstancias, no se estima que la entidad local haya incurrido en el vicio de falta de fundamentación; antes bien, lo actuado a lo largo de la escalerilla recursiva que ha seguido a este asunto, se ha ajustado desde el punto de vista formal, a las exigencias de motivación que establece el artículo 136 de la Ley General de la Administración Pública, lo que obliga a rechazar este alegato.- V).-Por otra parte, luego de revisar la información que consta en el expediente, se advierte que no lleva razón la empresa en sus reclamos.- Es un hecho incontrovertido que ésta, al solicitar la patente original -Nº22310-, sólo tenía en funcionamiento un único local, de forma que la licencia lo era para operar un negocio de litografía en ese establecimiento concreto.- Ahora, en virtud del ejercicio de la función de inspección que en esta materia compete a las municipalidades, se ha constatado que Master Litho S.A., por necesidades propias de su giro comercial, procedió a arrendar un nuevo lugar en el cantón, que utiliza como una bodega y respecto del cual no cuenta con licencia del ayuntamiento.Este último espacio, si bien se encuentra en el mismo complejo arquitectónico que el primero, funciona en forma totalmente separada e independiente, ya que no cuentan con comunicación interna, de manera que no es posible afirmar -como lo hace la recurrente- que constituyan una unidad y sin que interese en modo alguno, que el propietario de esta nueva bodega sea el mismo que el del primer local o que para ingresar a ellos se utilice la misma entrada principal del complejo.- En realidad, la empresa solamente tiene licencia para operar un local específico y ahora, bajo el argumento de que la entidad es la misma, alquiló otro diferente, el que usa para almacenar materias primas y productos propios de su compañía y lo mantiene funcionando sin autorización municipal, a pesar de requerirla. En este sentido, resulta inaceptable que se argumente, que a partir de una licencia concreta, un negocio puede extenderse dentro del mismo cantón a otros locales de manera ilimitada , ya sea que se encuentren cerca o lejos del establecimiento inicial, siempre que se refieran a la misma actividad, lo que resulta contrario a los principios que regulan las competencias municipales en lo que se refiere al ejercicio de actividades lucrativas dentro de su territorio.- Por esa vía, podría arribarse al contrasentido de afirmar que dentro de un mismo complejo de bodegas o en un mismo centro comercial, si una empresa alquila un local para su negocio y obtiene la licencia municipal, ello le permitiría luego, alquilar la totalidad de esas instalaciones, sin necesidad de autorización, lo que carece de todo fundamento.- La ampliación de las actividades, cuando ésta implique la adquisición o el arrendamiento de otros bienes inmuebles, requiere sin duda licencia, pues la autorización municipal debe ajustarse a la realidad del negocio, lo que obliga a confirmar lo decidido por el Concejo de Tibás.- El almacenaje de productos, por lo demás, es una actividad prevista en el artículo 15 de la Ley de de Patentes de Tibás, Nº8523, por lo que la decisión de esa corporación de requerir licencia a la bodega no aparece tampoco como discriminatoria o irrazonable, antes bien, se conforma con el ordenamiento jurídico, lo que obliga a confirmarla.VI).-Asimismo, por carecer de ulterior recurso lo aquí dispuesto, debe darse por agotada la vía administrativa.POR TANTO: Se confirma el acuerdo apelado y se da por agotada la vía administrativa. Hubert Fernández Argüello I. Rocío Rojas Morales Exp: 09-000698-1027-CA Grace Loaiza Sánchez Municipal Master Litho S. A. c/ Municipalidad de Tibás sramírez Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:08:43 PM Sentencia: 01063 Expediente: 08-001299-1027-CA Fecha: 05/06/2009 Hora: 11:20:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III N° 1063-2009 TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA . SECCIÓN TERCERA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a las once horas veinte minutos del cinco de junio del dos mil nueve. Por apelación de la empresa " Ming Lin Limitada", representada por su gerente Mei Ing Chan Chuang, cédula 8-063-938, conoce este Tribunal de lo dispuesto por el Concejo Municipal de San José, en la sesión ordinaria Nº99, Artículo IV, Acuerdo 6, del once de marzo del dos mil ocho.Redacta el Juez Fernández Argüello , y: CONSIDERANDO: I).-HECHOS PROBADOS: Para resolver, se tiene por acreditado lo siguiente: 1) Que el Departamento de Patentes de la Municipalidad de San José, en resolución 25-MAQ-2005 del veintisiete de junio del dos mil cinco, dispuso: "Autorizar el permiso de funcionamiento de 18 máquinas de juegos (Ping Ball) otorgado a favor de Ming Lin LTDA cédula Nº 3102138495 sujeto a las condiciones establecidas en la presente resolución. Es menester indicar al patentado que en caso de incumplimiento de alguna de las disposiciones de ley y reglamentarias para la materia, se procederá de inmediato a la clausura de las respectivas máquinas de juegos y a la suspensión temporal de la patente comercial en donde se encuentren autorizadas las mismas". El local se ubica en calle 2-4, avenida 5, San José (folios 1 a 4); 2) Que para el otorgamiento de la licencia, se solicitó de previo el dictamen de la Jefa de la Sección de Ambiente de la Municipalidad, quien indicó que "el local cumple con todos los requisitos ambientales requeridos" (oficio SDA-688-05 de folio 120 del expediente administrativo, que se ha tenido a la vista); 3) Que dentro del mismo trámite de autorización, se realizó una inspección a cargo del funcionario Manuel Solís, quien en fecha catorce de junio de dos mil cinco manifestó lo siguiente: "Referente a la inspección realizada al negocio denominado 18 máquinas Tipo Pin Ball, el mismo cuenta con 18 máquinas de ping ball, ubicada en una sala de juegos, no cuentan con número de serie, están a más de 50 metros de centros educativos religiosos y salud, las máquinas tiran tiquetes las cuales son cambiados por premios o regalos a la hora de la inspección" (folio 121 del expediente administrativo, que se ha tenido a la vista); 4) Que junto a la solicitud de licencia, se aportó un estudio técnico de las máquinas, elaborado por un ingeniero eléctrico, así como fotografías y diagramas de funcionamiento de éstas, que no fueron objetados por la entidad local (estudio de folios 135 y 136, folios 143 a 166 del expediente administrativo); 5) Que mediante notificación 058 de la Sección de Permisos y Patentes, del dieciocho de enero del dos mil ocho, se procedió a la clausura, en el local de Ming Lin Limitada, d e " 20 máquinas de juego ilegales denominadas fonéticamente Pin Ball sin serlo por tratarse en realidad de máquinas traganíqueles de azar detectadas en funcionamiento en el negocio arriba indicado". En la misma comunicación se le concedieron veinticuatro horas para proceder al retiro de las máquinas, bajo apercibimiento de que en caso de incumplimiento, se procedería a la clausura temporal inmediata del local (folio 5); 6) Que contra lo anterior, la apoderada de la compañía, planteó revocatoria y apelación (folios 6 y 7); 7) Que la Sección de Permisos y Patentes, en resolución de las siete horas y treinta minutos del veintiocho de enero del dos mil siete (Oficio ALDP-2-037-2006), rechazó la revocatoria y elevó la alzada ante el Concejo (folios 9 a 15); 8) Que el Concejo Municipal de San José, en el Acuerdo 8, Artículo II, de la sesión extraordinaria 45, del once de febrero de dos mil ocho, denegó el recurso de apelación (folios 23 y 24); 9) Que contra lo anterior, el apoderado de la empresa planteó los recursos ordinarios (folios 45 a 47); 10) Que el órgano deliberativo, en el acuerdo 47, artículo III, de la sesión ordinaria 125 del dieciocho de setiembre de dos mil ocho, rechazó la revocatoria y admitió la apelación (folio 52).II).- HECHOS NO PROBADOS: No se acreditó: 1) Que las máquinas clausuradas sean distintas de las autorizadas inicialmente por la Municipalidad, en la resolución 25-MAQ-2005; 2) Que la empresa Ming Ling Ltda, haya cambiado las máquinas que autorizó la entidad o que haya puesto a funcionar otras distintas. No se procuró prueba al respecto.III).- ALEGATOS DEL RECURSO: En sus agravios, manifiesta el recurrente que la Municipalidad de San José le clausuró veinte máquinas de juego, a pesar de que ni la Ley de Juegos ni su Reglamento contienen una descripción taxativa sobre nombres, fotografías o diagramas de las máquinas para juegos que están prohibidas. Afirma que los dictámenes jurídicos de la Procuraduría General de la República, no pueden sustituir esa normativa y mucho menos, dice, cuando se entrometen a calificar de legal o no unas máquinas para juegos como ocurre con la pin ball. Agrega, que la Municipalidad, al calificar discrecionalmente como ilegales máquinas como las suyas, incursionó en materia prohibitiva, dado que esos artefactos al haber cancelado el impuesto de aduanas correspondiente, constituyen bienes muebles legítimos.- Que hay estudios serios de ingenieros eléctricos que indican que su mecanismo de funcionamiento coincide con los autorizados por la Ley de Juegos y su Reglamento, dado que funcionan mediante la intervención, la habilidad o destreza del jugador para interferir en la ganancia o pérdida del juego.Además, aduce que cuenta con licencia comercial para la instalación de 18 máquinas de juego (pin ball), y que previo a ello, los inspectores municipales verificaron en el local y con las fotografías aportadas que se trataba del tipo indicado.- Que esas autorizaciones administrativas constituyen actos válidos y eficaces que crean derechos subjetivos, los que no puede ahora desconocer la Municipalidad argumentando mera conveniencia, como ocurre en la práctica. Estima que lo actuado lesiona el principio de intangibilidad de los actos propios y así pide que se declare.IV).-ALEGATOS DE LA MUNICIPALIDAD: El apoderado de la corporación local de San José, realiza una extensa y profusa defensa de las actuaciones de su representada.- Expresa, en primer término, que efectivamente, se autorizó a la empresa Ming Lin Limitada el negocio denominado "Sala de Juegos Ming Lin Nº9, ubicado en calles 2-4, Avenida 5, para desarrollar la actividad 395, que es Sala de Juegos, y para explotar 18 máquinas de juego pin ball, que son mecanismos de juego en los que interviene la habilidad y destreza del juzgador para la obtención de un resultado favorable.- Que desde la misma resolución 25-MAQ-2005 se estableció que únicamente se autorizaban máquinas que simulen juegos deportivos o de destreza en la que el jugador participe con su habilidad, y en donde incluso no es permitido el otorgamiento de premios en dinero efectivo.- Que el comerciante suministró información y describió, mediante un informe técnico, que se trataba de máquinas de habilidad en la que existe interacción del jugador, que también se aportó un certificado de uso de suelo y que fue por esa razón que Municipalidad autorizó el funcionamiento de "máquinas de habilidad y destreza".- Agrega que durante el proceso de autorización, se solicitaron fotografías, y que se aportaron 18 fotos de una misma máquina, condición que se tolera por cuanto a la Corporación Municipal no le es relevante la apariencia de la misma sino su funcionamiento, ya que va a ser éste el que determina la diferencia entre una máquina legal y una ilegal cuya instalación incluso tipifica en la falta contravencional contenida en el numeral 5 de la Ley de Juegos. Asimismo, continúa, se procedió a "... verificar el cumplimiento de los requisitos formales , y sobre esta base se otorgó la patente comercial según corresponde, sin que se cuestionara el informe técnico aportado por la parte, siendo que es elaborado por un "profesional". Ello por cuanto el trámite de una patente comercial y su funcionamiento comprende dos situaciones, la primera una fase de pre-autorización, revisándose el cumplimiento de requisitos formales -tanto los solicitados al contribuyente a través de la Plataforma de Servicios como los gestionados internamente como lo es la viabilidad ambiental y condiciones del local- verificándose si está o no aportado al trámite administrativo el requisito formal emitiéndose en caso positivo la correspondiente autorización. La segunda fase es post- autorización, en la cual se verifica que lo autorizado fue lo que se colocó en el comercio. Ejemplo: Se autoriza un Restaurante ante el cumplimiento de requisitos formales, y en el proceso de fiscalización se corrobora que la actividad que se desarrolle en el campo sea esta y no de bar, igual sucede con las máquinas de juego. Para el caso en concreto en el trámite de autorización se dijo por parte de un ingeniero aportado por el gestionante que las máquinas que constan en fotografías son de habilidad y destreza, brindando incluso la información necesaria al jugador para no ser engañado, las máquinas solicitadas se indica por parte del interesado que son de pin ball, y ante el cumplimiento de todos los requisitos formales se autorizó una patente comercial para máquinas de pin ball de habilidad y destreza cuyo funcionamiento sea conteste a la Ley de Juegos y así se dispuso bajo la resolución 25-MAQ-2005 incorporada al expediente judicial; por otra parte, como parte del proceso de fiscalización; se detectó que las máquinas que se explotaban en el local comercial no son de habilidad y destreza, sino que por contrario son máquinas de azar, las cuales no se ajustan a la patente concedida por la administración según sus condiciones de funcionamiento y marco de legalidad fue claramente detallado bajo resolución municipal 25-MAQ-2005" (el énfasis corresponde al original). Del mismo modo sostiene, vehementemente, que las máquinas explotadas por el interesado no son máquinas de pin ball, sino más bien tragamonedas y que fue por eso que se clausuraron; e incluso, dice, ya la apoderada de la empresa fue condenada penalmente por la contravención de explotación de juegos ilegales en es mismo negocio.- Aduce que la ilegalidad no crea derecho, ante lo cual esa entidad, al detectar el funcionamiento de máquinas con mecanismos de azar ajenos al autorizado, procedió a su clausura.- Expresa, que la notificación 0058 aquí cuestionada, es una prevención que busca que se retiren las máquinas tragamonedas ilegales, para que el comerciante coloque las que sí se ajusten a la normativa vigente; lo que no se ha cumplido pues incluso con posterioridad se clausuró una cantidad mayor de artefactos prohibidos, lo que pone de manifiesto la ilegalidad de las actuaciones de la recurrente.- Reitera que la Municipalidad no discute sobre la existencia de una patente que permita el funcionamiento de máquinas de pin ball legales, pero que lo que se detectó en el campo fue el funcionamiento indebido de otros mecanismos sólo llamados fonéticamente como pin ball, sin serlo, por lo que en protección del orden público, el interés colectivo y sobre todo de la niñez y la adolescencia del Cantón, es que procedió a su clausura.- Adicionalmente, señala que aparte de los reparos de orden legal, debe tomarse en consideración la problemática social que a su juicio, se ha generado en torno a las máquinas de pin ball ilegales como las decomisadas, pues el Patronato Nacional de la Infancia ha instado reiteradamente a los gobiernos locales a aplicar la normativa existente en la materia, solicitando "revocar patentes y decomisar máquinas tragamonedas con el objetivo de proteger el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes amparados en los artículos 73, 75, y 137 del Código de la Niñez y Adolescencia, Ley de Juegos y el Reglamento de Máquinas de Juegos, así como a regular el uso que los niños y niñas hagan de los juegos y protegerlos de los riesgos propios de los sitios públicos en que funcionan estas máquinas" .Por eso, aduce que en el caso de esa Municipalidad, no resulta necesario el revocar patentes comerciales ya sea mediante el proceso de lesividad, o bien, mediante el procedimiento contenido en el artículo 173 de la Ley General de la Administración Pública, ya que las mismas fueron otorgadas para juegos de habilidad y destreza, resultando totalmente legítimo entrar a regular las que sean ilegales por no obedecer a la descripción de funcionamiento indicado, y que ello se encuentran en la órbita de fiscalización y el poder de policía con que cuenta ese Gobierno local.- Por último, arguye que su actuación no sólo se encuentra fundada en la normativa que señaló, sino también en una serie de pronunciamientos de la Procuraduría General de la República, sentencias de la Sala Constitucional y del Juzgado Contravencional del I Circuito Judicial de San José, por lo que solicita que se rechace la apelación formulada y se confirme lo actuado por la Municipalidad.V).- SOBRE EL FONDO: En el mes de junio del dos mil cinco, la aquí recurrente "Ming Lin Limitada" solicitó a la Municipalidad de San José, una licencia comercial para explotar dieciocho máquinas de juegos de Ping Ball, en un negocio denominado "Sala de Juegos Ming Lin Nº 9, que se ubica en la Ciudad Capital, calle 2-4, avenida 5 .- La solicitud cumplió, en criterio del Departamento de Patentes, con todas las exigencias legales y reglamentarias, por lo que se emitió la resolución 25-MAQ-2005, otorgando la respectiva autorización.- Para resolver en esa dirección, se valoró la documentación aportada por la compañía, que incluía un informe técnico sobre las máquinas y su funcionamiento, así como fotografías de éstas, y además, se realizaron sendas inspecciones por parte de funcionarios municipales, particularmente de la Sección de Ambiente y del propio Departamento de Patentes, quienes acudieron al lugar y determinaron, primero, que el local reunía las condiciones ambientales y luego, que se trataba de máquinas de pin ball, que se respetaban las distancias mínimas entre centros educativos, religiosos y de salud, y que no se concedían premios en efectivo.- Posteriormente, el dieciocho de enero del dos mil ocho, funcionarios de la Sección de Permisos y Patentes se apersonaron al local indicado y emitieron la notificación 0058, que ordenó la clausura de veinte máquinas de juego ilegales por estimar que se llamaban fonéticamente pin ball pero que en realidad eran máquinas traganíqueles de azar.- Esta última decisión, es la que se impugnó y que ha seguido la escalerilla recursiva que culmina en esta vía.VI).- Luego de analizar detenidamente la documentación que consta en autos, así como las alegaciones formuladas por la recurrente y el apoderado de la Municipalidad, estima este órgano que la decisión administrativa que se cuestiona adolece en efecto, de una serie de vicios graves que afectan por entero su validez.Como primer aspecto relevante, se advierte que el Departamento de Patentes analizó el cumplimiento de todos los requisitos presentados y determinó que sí procedía el otorgamiento de la licencia solicitada. Particularmente, en lo que se refiere a las máquinas cuya instalación se pretendía, se recibió un informe elaborado por un ingeniero eléctrico que indicaba que aquéllas eran de destreza y habilidad. El contenido de ese informe -si bien realizado por cuenta de la empresa interesada-, nunca fue desvirtuado por la Municipalidad. También se adjuntaron a esa gestión, varias fotografías de los artefactos de pin ball , así como unos diagramas que mostraban el funcionamiento del mecanismo y tampoco se hizo al respecto observación alguna , por parte de los funcionarios competentes.Además, como se dijo, se realizó una inspección en el local, y su resultado arrojó claramente que se trataba de máquinas de pin ball, es decir, de las permitidas por el ordenamiento jurídico, pues nada dijo el inspector en contrario.La Sección de Permisos y Patentes tuvo a su alcance, toda esa documentación a la hora de resolver y con base en ella se pronunció de manera afirmativa y concedió lo solicitado .Se infiere de lo anterior -pues no existe un sólo indicio que sugiera otra cosa diversa-, que las máquinas instaladas en la Sala de Juegos Ming Lin Nº 9, son las mismas que aparecen en las fotografías presentadas ante el municipio y las que observó el inspector como parte del procedimiento de obtención de la licencia.- Nada indica tampoco -porque no lo aduce siquiera el apoderado de la entidad-, que la compañía haya cambiado esas máquinas por otras, de forma que para este órgano es claro que las que estaban funcionando en el local -y que fueron clausuradas-, son las mismas que sirvieron de base para la autorización concedida.- Lo anterior significa que, en virtud de la licencia, se le otorgó derecho a la empresa para mantener en funcionamiento esas máquinas en la sala de juegos, y si la Municipalidad ahora considera, con base en una nueva valoración, que en realidad se trataba de artefactos no permitidos, para volver sobre sus actos debe observar el procedimiento administrativo que establece el artículo 173 de la Ley General de la Administración Pública, o en su caso, acudir al proceso de lesividad previsto en el numeral 10 inciso 5), del Código Procesal Contencioso Administrativo, ya que no le es posible desconocer, en garantía del principio de intangibilidad de los actos propios y mediante un simple acto de clausura de las máquinas, la existencia de la licencia y los derechos que a ella se ligan, en beneficio de quien la obtuvo.- En este sentido, deben rechazarse las alegaciones del apoderado de la Municipalidad de San José, quien justifica la conducta impugnada diciendo que durante la tramitación de la licencia, únicamente se debe verificar el cumplimiento de los requisitos formales, y que no es necesario constatar en la realidad, si lo indicado por el solicitante es cierto o no, dado que eso es un asunto que según afirma, queda para la fase de "postautorización", en donde se verifica si lo que se instaló en el comercio es lo autorizado.- En criterio de este Tribunal, el procedimiento que debe utilizarse es justamente el inverso, dado que cuando se solicita una autorización para una sala de juegos como la que aquí interesa, la Municipalidad debe verificar primero y ante todo, cuáles son las máquinas que se pretenden instalar, realizar las inspecciones del caso y analizar técnicamente el funcionamiento de éstas, pues sólo de esa forma es posible determinar si se trata de máquinas de destreza y habilidad -y por lo tanto permitidas-, o si por el contrario, son tragamonedas que dependen simplemente del azar y en consecuencia ilegales.- De hecho, el principal presupuesto normativo para el otorgamiento de una autorización como la contenida en la resolución 25-MAQ2005, es que se trate de máquinas de destreza y habilidad y de eso debe ocuparse el Departamento de Patentes, antes de otorgarla y no después, como se alega.Recuérdese que este tipo de procedimientos, forma parte también del ejercicio preventivo del poder de policía de la Administración, en la medida en que mediante él se resguarda de forma primaria el orden público y sobre todo -por la materia tratada-, los intereses superiores de los menores y adolescentes, normalmente atraídos por este tipo de locales de juego.- Y justamente por eso, resulta inaudito que se afirme que basta un simple estudio de escritorio, de orden meramente formal al efecto, pues bajo esa argumentación no sólo se estaría cohonestando una renuncia tácita al ejercicio de las potestades de control previo con que cuenta la Municipalidad, sino también un claro incumplimiento de las obligaciones de los funcionarios municipales y más concretamente del Departamento de Patentes, ya que conforme al criterio del apoderado de la Municipalidad -inaceptable por supuesto-, no necesita imponerse de la realidad de los hechos para otorgar una licencia, pues cualquier error puede subsanarse con una inspección posterior si las máquinas autorizadas resultan ser de las prohibidas.- El hecho es que como ya se adelantó, la licencia otorga derechos al comerciante, que no pueden ser luego desconocidos mediante una simple notificación, como se hizo en el presente asunto.- En todo caso, esas aseveraciones no son de recibo, porque tampoco responden a lo ocurrido dentro de este procedimiento, en donde la Municipalidad sí contaba con elementos de orden técnico para decidir sobre la solicitud, a saber, contaba con un dictamen de un ingeniero sobre el funcionamiento de las máquinas, con los diagramas respectivos y además, con el resultado de una inspección, efectuada por un funcionario que se apersonó al local de la empresa y verificó que se trataba de máquinas de pin ball, sin hacer comentario alguno acerca de su eventual ilegalidad.- Ello no implica, que si la empresa instala más máquinas de las autorizadas o bien, si decide poner en explotación otras de azar o que otorguen premios en efectivo, no pueda la entidad ejercer sus potestades de control y ordenar válidamente su clausura y consecuente retiro de la sala de juegos; empero, eso no es lo que se da en el presente caso, en el que las máquinas originalmente autorizadas son las mismas que ahora se consideran lesivas del interés público, a pesar de existir un acto autorizatorio municipal al respecto.- La entidad local puede, en estas circunstancias, iniciar los procedimientos tendientes a anular ese acto -25MAQ-2005-, ya sea en sede administrativa (artículo de la Ley General de la Administración Pública), o jurisdiccional (proceso de lesividad), según lo explicado, y eventualmente tomar -o solicitar en su caso-, medidas cautelares en protección de los intereses públicos que puedan estar involucrados, no obstante, intentar hacerlo mediante una simple orden de clausura por no ejercicio del poder de policía, constituye sin duda una vía de hecho, cuya validez es imposible defender y sostener razonablemente en esta sede.- A mayor abundamiento, se estima oportuno señalar, que ya existen pronunciamientos de este mismo órgano -en función jurisdiccional-, sobre casos similares al presente, indicándose lo siguiente: "... este Tribunal ha tenido por demostrado que (...) el Concejo Municipal de Mora, le otorgó a la empresa actora la patente municipal número MPC00001, para la explotación de ocho máquinas de pin ball en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, dado que cumplió todos los requisitos previstos al efecto en el Reglamento para el Funcionamiento e Instalación de Máquinas Electrónicas o Mecánicas, Pin Ball, Saca Peluches, Tragamonedas y Similares, en Locales Permanentes u Ocasionales en el Cantón de Mora (ver folios 16, 17, 28 y 35 del expediente administrativo y declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia), también lo es, que la Municipalidad de Mora incurrió en un ejercicio arbitrario del poder de policía, ya que procedió a clausurar las ocho máquinas de pin ball que ella misma le había autorizado a la parte demandante, bajo el argumento de que ".. las máquinas de juego son máquinas que no se permiten en el Cantón de Mora" y por ende, de que eran ilegales (ver folios 28 y 32 del expediente judicial de la medida cautelar), ello a pesar de que eran las mismas máquinas que la Municipalidad de Mora había inspeccionado de previo a otorgar la patente a la empresa actora (ver declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y la contestación que la Licenciada Karen Calderón Chacón de la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora dio a la pregunta formulada por el Magistrado Román Solís Zelaya en la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de Mora, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); e) Que resulta paradójico que si la Municipalidad de Mora tenía dudas sobre la legalidad o no de las máquinas de pin ball, haya procedido a autorizar su explotación por medio del otorgamiento de la patente número MPC00001, pues tal y como se desprende de la declaración testimonial rendida por el Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, durante la audiencia de medida cautelar anticipada, no se procedió a colocar a las ocho máquinas de pin ball que explota la empresa actora, las placas o calcomanías que acreditan su operación, hasta tanto no se verificara si eran o no legales (ver declaración testimonial que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); f) Que en consecuencia, aún y cuando la Municipalidad tiene el deber de ejercer las potestades de fiscalización que le otorga el Ordenamiento Jurídico, a fin de controlar que el ejercicio de las actividades lucrativas que autorizó a la empresa actora por medio del otorgamiento de la patente MPC00001, se adecuen a la normativa aplicable, también lo es, que si detectó una anomalía que pudiera implicar la revocatoria o la nulidad de un acto declarativo de derechos, no debió haber ejercido actuaciones materiales que implicaban dejar sin efecto un acto declarativo de derechos subjetivos (ver folios 28 y 32 del expediente judicial de medida cautelar), sin observar de previo el procedimiento establecido en los artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración Pública, para declarar la nulidad absoluta de un acto de esa naturaleza, pues dichas actuaciones resultan contrarias a la garantía del debido proceso, al principio de intangibilidad de los actos propios y a los artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración Pública, más si se toma en consideración, que fue la propia Municipalidad de Mora la que autorizó el ejercicio de una actividad lucrativa, que con posterioridad estimó ilegal (..." (Sección Sexta, Nº 290-2009 de las trece horas treinta minutos del veintitrés de febrero de dos mil nueve ) .VII).- Adicionalmente, se estima oportuno expresar que este Tribunal no desconoce en modo alguno, las potestades de control y fiscalización con que cuenta la Municipalidad en esta materia, como parte del poder de policía con que constitucional y legalmente cuentan los gobiernos locales; y tampoco desatiende el hecho de que están de por medio intereses públicos superiores, como lo son la protección a la población menor y adolescente del país, que exigen una actitud vigilante de todos los órganos y entes públicos.Sin embargo, entiende que esas funciones deben ejercerse desde el momento mismo en que se solicita licencia para instalar una sala de juegos , pues de ser concedido, este tipo de actos, que en esencia no hacen sino levantar un obstáculo para el ejercicio de una actividad comercial también protegida constitucionalmente, generan -aún si se dictaron en virtud de error o de una indebida valoración municipal-, derechos en favor del comerciante, que luego sólo pueden eliminarse mediante el seguimiento de un cauce procesal agravado, pues así lo exige el Estado de Derecho.- Las entidades locales deben ser en ésta, como en cualquier otra materia sobre la que tengan competencia, cuidadosos y meticulosos, a fin de que sus propias conductas u omisiones no propicien la proliferación de salas de juego en las que funcionen máquinas prohibidas, en perjuicio de nuestra niñez y de la sociedad en general, pues ello hace parte de la correcta y efectiva defensa de los "intereses locales" que les ha encomendado el orden constitucional.- Para ello, tienen a su alcance una serie de herramientas que van mucho más allá del simple control posterior, y que deben ejercerse sin vacilación, si es que verdaderamente se desean satisfacer los fines públicos que ahora -y en forma tardía-, se invocan para pretender dar visos de legalidad a una conducta que resulta sustancialmente disconforme con el ordenamiento jurídico.- Por último, cabe agregar que ninguna de las citas jurisprudenciales o de pronunciamientos administrativos que se hacen en el recurso, tiene la virtud de enervar la ilegalidad de la conducta concreta que aquí se ha revisado, dado que en este caso específico -se reitera una vez más-, la Municipalidad lo que hizo fue autorizar primero por licencia, el funcionamiento de unas máquinas, para luego desconocer ilegalmente y mediante una mera prevención, lo autorizado, actuación que no resulta compatible con nuestro ordenamiento jurídico.VIII).- En virtud de todo lo expuesto, no queda más alternativa que acoger la impugnación interpuesta, anular el acto cuestionado y dar por agotada la vía administrativa, pues lo aquí decidido carece de ulterior recurso.POR TANTO: Se anula el acuerdo apelado y se da por agotada la vía administrativa. Hubert Fernández Argüello I. Rocío Rojas Morales Grace Loaiza Sánchez Exp: 08-001299-1027-CA Municipal Ming Lin Chan Chuang c/ Municipalidad de San José sramírez Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:12:05 PM Sentencia: 00475 Expediente: 08-000690-1027-CA Fecha: 12/03/2009 Hora: 3:00:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III N° 475-2009 TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA . SECCIÓN TERCERA . II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a las quince horas del doce de marzo del dos mil nueve. Por apelación de María Lorena Cordero Ávila, mayor, casada, economista, vecina de San José, cédula 2-393-924, en representación de la " Unión Nacional de Porteadores UNAPORTE SOCIEDAD ANÓNIMA" , conoce este Tribunal como jerarca impropio-, de lo dispuesto por el Concejo Municipal de San Ramón, en el Artículo V, Acuerdo Nº04 de la sesión ordinaria Nº121 del veintitrés de octubre del dos mil siete.Redacta el Juez Fernández Argüello , y: CONSIDERANDO: I).-Para resolver, se tiene por probado lo siguiente: 1) Que en la sesión extraordinaria Nº360 del 26 de abril del dos mil seis, Artículo III, Acuerdo Nº02, el Concejo Municipal de San Ramón, dispuso lo siguiente: "a) Se concede a las Empresas "UNAPORTE S.A." , Tico Viajes S.A. y Transportes Privados Carolina" y a la Oficina de Patentes y Rentas, el improrrogable plazo de un mes calendario, contado a partir de la notificación de esta resolución, para que procedan a realizar las gestiones y coordinaciones pertinentes, a fin de adecuar las solicitudes de sus patentes comerciales con la naturaleza de la actividad comercial que sus empresas desarrollan en este Cantón. Además, en el mismo plazo, los patentados deberán cumplir con los requisitos indicados en el Considerando quinto de este dictamen. b) Se instruye a la Oficina de Patentes y Rentas de esta Municipalidad para que no apruebe más patentes comerciales para desarrollar la actividad de porteo. Así mismo, para que no se autorice la ampliación de la flota vehicular actual -ni en una unidad más- a las citadas empresas. Lo anterior se ordena, hasta tanto no se cuente con estudios de factibilidad sobre la actividad de porteo en San Ramón, lo anterior con la finalidad de no propiciar la sobre oferta del servicio de porteo. Todo de conformidad con los principios derivados de la autonomía municipal aplicables a la regulación racional de todas las actividades comerciales y empresariales en nuestro cantón" (folios 3 a 6); 2) Que contra lo anterior, la empresa Tico Viajes S.A. interpuso revocatoria, que fue resuelto en la sesión ordinaria Nº11 del 13 de junio del 2006, Artículo IV, acuerdo 02, que resolvió: "1- Declarar parcialmente con lugar el recurso de revocatoria presentado por la empresa Tico Viajes S.A., únicamente en cuanto a eliminar el punto a) del por tanto del acuerdo Nº02, tomado por el Concejo Municipal en el acta Nº360 del 26 de abril del 2006. 2Eliminar únicamente el punto Nº1 del por tanto del acta Nº360 del 26 de abril del 2006, dejando vigente todo lo demás, y se aclara que con base en el principio de autonomía municipal si bien no le compete a este municipio crear tributos sí puede establecer las condiciones y requisitos para el otorgamiento de las patentes. En consecuencia se debe comunicar los interesados que se van a establecer las condiciones y los requisitos de operación con fundamento en el artículo 17 del reglamento de la ley de construcciones y de los requisitos que se estipularon en el dictamen Nº1 de la Comisión de Jurídicos del acta Nº 360 del26 de abril del 2006 y los que se establezcan vía reglamento en cuanto a este tipo de patentes. 3Excluir de los requisitos solicitados a las empresas Tico Viajes S.A. y Carolina S.A. en razón de que dichas empresas ya tenían otorgadas la patente previamente a la aprobación del dictamen Nº1 de la Comisión de Jurídicos, del acta Nº360 del 26 de abril del 2006, y en acatamiento al principio de retroactividad de la ley, dejando claro que la patente debe ser renovada ante la municipalidad anualmente y este acuerdo no excluye la potestad que tiene esta municipalidad con fundamento en el artículo 170 de la Constitución Política y por el principio de autonomía municipal; de establecer los requisitos para el otorgamiento de patentes" (folios folios 26 y 27); 3) Que en la sesión ordinaria Nº 121 del veintitrés de octubre del dos mil siete, acuerdo Nº04, incisos A) y B), notificada a la Unión Nacional de Porteadores el siete de noviembre siguiente mediante oficio MSR-AC-121-04, se decidió: "A) (...) crear una patente comercial para la actividad del Parqueo o Estacionamientos en el Cantón de San Ramón, y establecer los requisitos para otorgar patentes comerciales para Estacionamientos y Parqueos dedicados a la actividad de porteo o no en el cantón de San Ramón. B) Enviar nota a las siguientes empresas Unión Nacional de Porteadores, VILLAFRAN, Transportes Privados Carolina, Transportes Privados de Occidente, MOLICAR, TICO VIAJES, TICOWELCOME, PALÍ, previniéndolas de un plazo máximo de 1 semana para que se presenten en las oficinas del Departamento de Ingeniería de la Municipalidad de San Ramón, a efecto de conocer sobre las condiciones que cada uno de los establecimientos dedicados a la actividad de parqueo debe tener, para que se realicen las modificaciones correspondientes, ajustándose a lo que establece la Ley de Construcciones en el artículo 17 de su Reglamento, para lo cual, según cada caso, el Ingeniero Municipal establecerá un plazo no mayor de 2 meses para el cumplimiento de las modificaciones solicitadas. Transcurrido el plazo se hará una inspección, a fin de determinar el cumplimiento de las mismas. Este informe será remitido al Concejo, para que se autorice la generación de los trámites pertinentes ante la Oficina de Patentes en lo que respecta a permisos de funcionamiento y la patente comercial. De no cumplirse con las modificaciones solicitadas se procederá al cierre del estacionamiento. Se aclara que no se otorgará ninguna patente comercial para parqueos o estacionamientos que no cumpla con estos requisitos" (folios 45 a 50, 91 a 96); 4) Que UNAPORTE S.A. presentó contra el anterior acuerdo, revocatoria con apelación en subsidio (folios 98 a 111); 5) Que en la sesión ordinaria Nº 127 del veinte de noviembre del mismo año, Artículo IV, Acuerdo Nº03, se aprobó el Proyecto de "Reglamento para la obtención de patentes y permisos de funcionamiento de las instalaciones dedicadas a servir como terminales de la actividad denominada porteo" (folios 127 a 130); 6) Que en la sesión ordinaria Nº129 del veintisiete de noviembre, Artículo V, acuerdo Nº01, se denegó la revocatoria y se admitió la apelación (folios 168 a 171).II).-En su recurso, manifiesta la recurrente que UNAPORTE cuenta con un permiso sanitario de funcionamiento, expedido por el Área Rectora de Salud de San Ramón, para el tipo de actividad denominado "servicios relacionados con el transporte", que tiene vigencia hasta el año 2001, y con base en el cual, la Municipalidad de ese Cantón le concedió, en junio del dos mil seis, la patente comercial Nº25 para parqueo privado. Aduce que no hay ninguna disposición legal o resolución de la Sala Constitucional que obligue a las empresas de porteo a tener "terminales -parqueos privados- por lo que no puede por un simple acuerdo municipal imponérseles ningún requisito para el funcionamiento de esos locales, pues ello, estiman, es un asunto reservado a la ley formal. A su juicio, las oficinas o locales acondicionados por las empresas de porteo para desarrollar su actividad son parte de los elementos esenciales atribuidos por la Sala indicada, de acuerdo con su naturaleza jurídica o constitución, por lo menos para diferenciarlo del servicio público formal o informal. Que en realidad, no se trata de un parqueo o estacionamiento, en los términos del Reglamento de Construcciones, sino de oficinas administrativas y de instalaciones para desarrollar la actividad de porteo, y que no es posible confundir los términos "estacionamiento" con las "instalaciones destinadas a la actividad de porteo" . Por eso, expresa que pretender otorgarle un permiso sanitario de funcionamiento y su correspondiente licencia comercial a una empresa de porteo para que su predio funcione como terminal, serían violatorios de la ley, pues para ello sería necesario que el Estado le indique al porteador los puntos en que sólo puede realizar sus servicios y contrataciones, lo cual no sólo desnaturalizaría la figura del porteo -que se regula a través de un contrato consensual-, sino que habría que imponerle al porteador también una tarifa, como si se tratara de un servicio público.- Aduce que, "... en referencia a la actividad de porteo, una patente para parqueo privado es absurda, no sólo porque la ley no discierne su necesidad de tenerlo, sino porque el Reglamento del Ministerio tampoco lo contempla; la actividad económica susceptible de incomodar al medio ambiente o causar problemas a la salud pública estriba no en el parqueo privado, el cual legalmente no es necesario que la empresa de porteo lo tenga, sino en la actividad de porteo propiamente dicha, la cual en su esencia está representada por una oficina administrativa que recepta y traslada servicios de transporte privado a sus clientes, generando una utilidad económica a la empresa; es precisamente el funcionamiento de la oficina o de central de radio el que sirve de presupuesto a esta actividad y no otro; los vehículos de porteo pueden estar estacionados en cualquier parte, incluso en la propia calle, o sencillamente en garajes comunes y corrientes como los mismos de las viviendas, pero la ley común no exige su necesidad para el porteo (Lo que la ley no contempla, no prohíbe ni regula art. 28 de la C.P.) Una empresa de porteo es una empresa de garaje circulante, cuyos vehículos se estacionan ahí constantemente cuando son requeridos por sus clientes para sus servicios a través de la llamada telefónica perentoria, lo cual no representa tampoco una 'terminal' para valorar si existen o no violaciones a las leyes de salud" . Estima asimismo, que el dictamen de la Comisión de porteo aprobado por la Municipalidad, carece de motivación, pues se aparta y desconoce la existencia del permiso sanitario de funcionamiento antes aludido.- En esta sede, ratifica y amplía esos alegatos. Explica que con el objeto de ejercer conforme a derecho la actividad de porteo, UNAPORTE hace uso de un inmueble ubicado en Alajuela, San Ramón centro, 75 metros Este del Supermercado Molina. Ese bien, agrega, sirve para que funcione adecuadamente una central telefónica mediante la cual se atienden las llamadas tanto de los clientes regulares como de los agentes de porteo de la empresa. Además, afirma, sirve como puerta (lugar de salida y/o lugar de llegada) para el ejercicio de la actividad de transporte de personas, noticias y/o cosas. También sirve de oficinas administrativas para la empresa, siendo un hecho que -aunque muy poco-, también se usa el inmueble para estacionar algunos de los vehículos que usa la empresa para ejecutar los contratos de porteo. Sin embargo es necesario enfatizar que los automóviles con los que se ejecutan los contratos de porteo suelen estar en movimiento, no estacionados. De modo que el establecimiento comercial se utiliza como central de operaciones, no como estacionamiento de ninguna naturaleza, ni público ni privado. Dice que es evidente que para que se trate de un estacionamiento habría que ejercer otro tipo de actividad económica distinta al porteo, que podría ser el alquiler de espacio para un estacionamiento o el contrato de vigilancia del vehículo estacionado, siendo que en este caso no se verifica ninguna de las circunstancias descritas.- Señala que la actividad de porteo que realiza su representada, está garantizada y protegida constitucionalmente, a partir de lo dispuesto en los artículos 11, 20, 22, 25, 26, 28, 33, 34, 39, 45, 46, 50, 56 de la Carta Fundamental, así como a nivel legal, artículos 323 y siguientes del Código de Comercio, normas cuyo contenido general cita y comenta profusamente, y que en su criterio no pueden ser desconocidas por la Municipalidad.Y en concreto, reclama: a) Que el acto impugnado lesiona la libertad de comercio, porque desconoce la naturaleza jurídica del porteo, que exige que los vehículos estén en constante movimiento, de modo que el establecimiento comercial de porteo no es un estacionamiento, sino el lugar de destino o el lugar de partida propios del contrato de porteo, que es de puerta a puerta; b) Que también se lesiona el sistema de libertad y el principio de reserva de ley, por cuanto "... para la Administración rige el principio de que 'lo que no está permitido está prohibido' (...) para los administrados rige el principio de que 'lo que no está prohibido está permitido'" c) Que ordenar el cierre de la empresa UNAPORTE, con fundamento en que la Municipalidad ha omitido otorgar la licencia municipal solicitada para el ejercicio de la actividad de porteo, constituiría una grave violación en contra de la empresa de la garantía del debido proceso, por falta de fundamentación, derecho de defensa y tipicidad; d) Finalmente, hace un extenso análisis del Proyecto de Reglamento para la obtención de patentes y permisos de funcionamiento de instalaciones dedicadas a servir como terminales de la actividad denominada porteo", explicando cuáles son los principios que en su criterio debe respetar la Municipalidad a la hora de revisar y eventualmente aprobar ese texto.III).-SOBRE EL FONDO: El Tribunal limita su pronunciamiento al contenido del acuerdo tomado por el Concejo Municipal de San Ramón, en la sesión ordinaria Nº 121 del veintitrés de octubre del dos mil siete, Artículo V, Acuerdo Nº 04, pues éste es el acto que es objeto de recurso de apelación en este asunto.- Por lo anterior, omite toda referencia a otros acuerdos o actuaciones municipales, aunque estén relacionadas con la actividad de porteo en ese cantón, dado que emitir criterio acerca del contenido de otros actos no impugnados, excede la competencia de este Despacho.- Igualmente, se omite todo análisis acerca del contenido del Proyecto de Reglamento elaborado por la Municipalidad para regular la actividad de porteo.- Dentro de sus múltiples y variados alegatos, la interesada cuestiona algunos aspectos de ese instrumento, tanto por razones de forma como de fondo , sin embargo, y aunque no consta que éste haya sido aprobado en forma definitiva, es del caso que el artículo 154, inciso d) del Código Municipal vigente, dispone expresamente que están excluidos del recurso de apelación, los acuerdos reglamentarios.- El único aspecto del acto que hace referencia al Reglamento, es el inciso C) del acuerdo, que lo que dispone es tomar nota de la existencia de ese Proyecto , para que sea estudiado por los concejales; se trata como se ve de un acto de trámite, que tampoco tiene apelación (artículo 154, inciso b), ídem), por lo que en este extremo, debe declararse mal admitida la alzada.V).-En cuanto a las alegaciones sustanciales del recurso, cabe expresar que el acuerdo impugnado tiene dos partes, que serán analizadas por separado: en la primera de ellas (inciso a), se dispuso "crear una patente comercial para la actividad de parqueo o estacionamientos en el cantón de San Ramón, y establecer los requisitos para otorgar patentes comerciales para estacionamientos y parqueos dedicados a la actividad del porteo o no en el Cantón de San Ramón" .La justificación de esa decisión, se encuentra en la parte considerativa del acto, particularmente en los puntos 7), 8) y 30), los que se transcriben de seguido, a fin de entender a cabalidad los alcances de lo acordado. Indicó la Municipalidad: " 7) Es importante señalar que estas empresas funcionan como sociedades anónimas que tienen o alquilan un parqueo y establecen una relación comercial con una serie de personas que en forma privada e independiente, realizan la actividad del porteo de personas en el cantón de San Ramón. La empresa suscribe un contrato con cada uno de los porteadores en donde se negocia la posibilidad de poder contar con un lugar para abordar a sus posibles clientes, por ello se establece un reglamento, y unas tarifas básicas que deben cumplir de acuerdo a lo pactado con la empresa (franquisiante) y poder tener así la posibilidad de hacer uso de su nombre y parqueo. Por otra parte las personas que se dedican a la actividad de porteo aceptan esta relación por la imposibilidad material de tener individualmente un lugar donde abordar a sus clientes. 8) Se desprende de lo anterior que estamos ante dos actividades comerciales totalmente independientes una de la otra, por lo que la relación con tributos municipales con este municipio, se realizará de acuerdo a la patente comercial que ostentará cada una de estas empresas en cuanto al parqueo y a los ingresos que se perciban por esta actividad. La actividad del porteo si bien es cierto tiene una relación con la sociedad o empresa de la cual ellos hacen uso del espacio físico y tienen un contrato que les permite utilizar su nombre, dentro de la misma se genera una relación comercial independientemente de la actividad del parqueo que se desarrolla de manera individual"(...) 30) De conformidad con lo anterior y tratándose de una actividad comercial relacionada con el transporte de personas y cuya cede (sic) estará asentada dentro de la jurisdicción de un cantón, resulta total y absolutamente prudente que la Municipalidad, en cumplimiento de sus obligaciones establezca, vía reglamento, los requisitos, las condiciones y regulaciones que deben cumplir los patentados de los parqueos, para obtener la respectiva patente y el permiso de funcionamiento de las terminales donde se origina el porteo" (folios 62 y 64) ; Adviértase entonces, que la actividad comercial que la Municipalidad pretende regular, a través de este acto concreto, no es propiamente el transporte privado de personas que se realiza con cada vehículo bajo la modalidad contractual del porteo, en los términos de los numerales 323 y siguientes del Código de Comercio, sino únicamente la que despliegan diversas empresas en los parqueos y estacionamientos, ya sea que se dediquen o no al porteo, pues es eso lo que se desprende del texto expreso del inciso a) ya mencionado.- La entidad local entiende, que una cosa es la actividad que desarrollan las empresas que alquilan o son propietarias de es a s instalaciones que les sirven de base de operaciones , y que reciben dinero por ofrecer a los "porteadores" un lugar donde poder abordar a sus posibles clientes y otra muy distinta la labor individual de cada una de ellas.- Y con base en lo anterior, dispuso crear una "patente comercial", con el objeto de percibir tributos partiendo de los ingresos que se perciba por tener funcionando el estacionamiento.- En relación con esa decisión concreta, es menester señalar en primer término, que la patente es el impuesto que se cobra por el ejercicio de una actividad lucrativa, por lo que, al tratarse de materia tributaria, se rige el principio de reserva legal, según el cual es la ley formal y material-, la que debe señalar los elementos básicos del tributo. La Municipalidad no puede crear de manera directa una patente mediante simple acuerdo del Concejo, pues a tenor de lo que establece la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13 y 11), el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública , en este tema debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, puesto que se trata de imponerle un gravamen al patrimonio del particular y este solo puede provenir de una decisión del legislador. En consecuencia, le está vedado a la Administración Municipal, la creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades administrativas (en similar sentido, resolución de este Despacho Nº680-2008 de las 10:10 horas del 12 de agosto de 2008).- Para que la obligación tributaria exista, debe estar expresamente desarrollada por ley, que para el caso concreto de San Ramón, es la Nº 7951 del 17 de diciembre de mil novecientos noventa y nueve, cuyo artículo 1 º reconoce que las actividades lucrativas requieren patente municipal .Ahora bien , el cobro correspondiente se hará conforme lo ha previsto el legislador en las normas específicas (artículo 14), entendiéndose que no existe obligación tributaria cuando la misma no esté clara y expresamente prevista. De manera pues, que las actividades lucrativas a que se refiere esa norma , son las que en detalle se enumeran en el artículo 14, que a la letra dispone: " ARTÍCULO 14.-Actividades afectas al impuesto. Todas las actividades lucrativas que seguidamente se señalan, comprendidas en la clasificación internacional de actividades económicas y cualesquiera otras que en el futuro sean reconocidas como tales, pagarán conforme a lo dispuesto en los artículos 3 y 4 de esta ley. a) Industria: Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para extraer, transformar o manufacturar uno o varios productos o elementos; incluye el procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o gaseoso; la construcción, reparación o demolición de todo tipo de edificios, instalaciones y vías de transporte; las imprentas, editoriales y los establecimientos similares. En general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes muebles e inmuebles. b) Comercio: Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda y otros; además, los actos de valoración de los bienes económicos, según la oferta y la demanda, tales como casas de representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros, salvo las estatales, instituciones de crédito y, en general, todo lo que involucre transacciones de mercado de cualquier tipo. c) Servicios: Comprende los servicios prestados al sector privado, el sector público o ambos, por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte , el almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y los de enseñanza privada, excepto los semioficiales." (énfasis agregado) En el caso bajo examen, luego de analizar cuidadosamente esa norma, se advierte que en efecto, la actividad que pretende gravar el municipio ramonense estacionamientos y parqueos que se dediquen o no al porteo-, está relacionada con servicios relacionados con el transporte, por lo que el cobro de la patente en esta materia sí tiene asidero legal.- La propia empresa ha señalado, en sus múltiples alegatos, que cuenta con un permiso sanitario de funcionamiento, expedido por el Ministerio de Salud para la realización de "servicios relacionados con el transporte", de manera que las compañías que explotan instalaciones dedicadas al porteo -que es el caso que aquí interesa- , sí son indudablemente, sujetos pasivos del impuesto de patente.Es necesario agregar, que si el pago de esa carga ya está previsto en la ley, resulta entonces innecesario, que el municipio disponga crearla, pues lo único que debe hacer, en estas circunstancias, es realizar el trámite del otorgamiento de la licencia y proceder al cobro del tributo que corresponde, a tenor de lo dispuesto en la propia ley 7951.- Por otra parte, es evidente que la Municipalidad sí puede exigir requisitos mínimos para el funcionamiento del local, en atención al interés público, lo cual se hará -según se desprende de los autos-, a través del reglamento, en el que se regulará lo relativo al "permiso", que en su correcto sentido debe entenderse que se trata de la licencia a que se refieren los artículos 79 y 80 del Código Municipal, y que no debe confundirse con el "permiso sanitario de funcionamiento" que expide el Ministerio de Salud, pues se trata de cuestiones distintas y del ejercicio de competencias que también tienen una finalidad diversa.- El hecho de que una empresa cuente con el permiso del Ministerio, por otra parte, no la enerva de su obligación de obtener también la licencia municipal respectiva, en los términos del artículo 79 del Código Municipal, pues la actividad lucrativa se realizará dentro de su territorio.- De suerte que el acto que aquí se impugna, no estableció los requisitos de esa licencia, pues para ello se pretende aprobar un reglamento, que aún está en proceso de aprobación.- En consecuencia, este extremo del acto debe confirmarse, como en efecto se dispone.VI).-En la segunda parte del acuerdo -inciso b)-, la Municipalidad de San Ramón dispuso enviar una nota a varias empresas -entre ellas UNAPORTE S.A. -, para que en el plazo de una semana se apersonen al Departamento de Ingeniería, y que allí se les indiquen los requisitos que deben cumplir los parqueos a su cargo, y para que se ajustaran a ellos según lo dispuesto en la Ley y el Reglamento de Construcciones.- Asimismo, se estableció un plazo máximo de dos meses, para cumplir con las modificaciones necesarias, al cabo del cual se realizaría una inspección para verificar el cumplimiento, ello, bajo apercibimiento de que de no acatarse con esas exigencias, se procedería al cierre del estacionamiento y se rechazaría cualquier patente comercial para esa actividad de parqueo o estacionamiento (folios 61 a 70).El Tribunal no encuentra que lo decidido sobre el particular lesione el ordenamiento jurídico, pues tal y como se observa con facilidad, lo que la entidad busca con esa decisión, es ajustar los espacios que las empresas usan para parquear, a los lineamientos mínimos establecidos en la normativa vigente, en particular, al Capítulo XVII del Reglamento de Construcciones, sobre "Edificios y Lotes para Estacionamientos" -aplicable a falta de normas locales sobre el mismo extremo-, cuerpo normativo que define como estacionamiento aquellos lugares, públicos o privados -sean edificios o lotes-, destinados a guardar vehículos, y que a la vez, establece reglas generales sobre su ubicación (el que permita el plan regulador o indique la Municipalidad), construcción, medidas de las entradas y salidas de los automotores y también las de las personas, alturas mínimas, ventilación e iluminación, retiros, rampas, dimensiones, protecciones, pendiente de pisos, materiales, servicios sanitarios, casetas de control, etc. La corporación local, al velar por el cumplimiento de esas reglas técnicas, no hace sino ejercitar, en su más puro sentido, el poder de policía municipal, que obliga a esas entidades a proteger la seguridad y el orden público, dado que esas exigencias procuran dotar a los estacionamientos de una infraestructura mínima, en protección de quienes trabajan y dirigen el lugar, de los vehículos y sus conductores, y fundamentalmente de las personas particulares que hagan uso del mismo.También están de por medio, razones de orden, en la medida en que si los accesos al parqueo son peligrosos o inadecuados, podría afectarse la seguridad vial de peatones y otros vehículos y ocasionar desorden y hasta caos vial, tomando en cuenta que esos inmuebles normalmente están en los cascos urbanos de las ciudades, lo que justifica plenamente la intervención municipal.Por otra parte, está involucrado el deber del gobierno local de garantizar la aplicación de las normas urbanísticas, es decir, todas esas instalaciones deben estar ubicadas en áreas de uso conforme a las normas de zonificación existentes.A lo cual debe agregarse que, velar por la vigencia de esos valores, es sin duda, uno de los cometidos esenciales de toda municipalidad, pues se está en presencia de intereses locales, en los términos del artículo 169 de la Constitución Política y 1º del Código Municipal.La empresa UNAPORTE S.A. ha sido reiterativa en esta sede al afirmar que su local no es un parqueo o estacionamiento, que tampoco se trata de una terminal de transporte y que por lo tanto, no se le pueden aplicar las exigencias del Reglamento de Construcciones .- Insiste en que se trata de simplemente de oficinas administrativas y de instalaciones para desarrollar la actividad de porteo, a las que autodenomina "instalaciones destinadas a la actividad de porteo" . Al respecto, cabe indicar que la Municipalidad de San Ramón no está asimilando esos lugares a una terminal, como si se tratara de un servicio público de transporte remunerado de personas, en su modalidad de autobuses o busetas, pues eso no se desprende ni por asomo del acuerdo cuestionado; y por otro lado, la propia compañía, tanto en sede municipal, como en esta jerárquica impropia, ha reconocido en sus amplísimos memoriales, que " Una empresa de porteo es una empresa de garaje circulante, cuyos vehículos se estacionan ahí constantemente cuando son requeridos por sus clientes para sus servicios a través de la llamada telefónica perentoria ..." , y que es " un hecho que -aunque muy poco-, también se usa el inmueble para estacionar algunos de los vehículos que usa la empresa para ejecutar los contratos de porteo. Sin embargo es necesario enfatizar que los automóviles con los que se ejecutan los contratos de porteo suelen estar en movimiento, no estacionados ". Lo cierto del caso es que, en mayor o en menor medida, esas instalaciones sí se utilizan para el ingreso, permanencia y salida de vehículos, en labores propias de su actividad comercial, y que también acuden a ellas personas en busca de los servicios privados de porteo, de forma que no es posible desconocer la realidad imperante, como para entender que se trata simplemente de oficinas administrativas, y de allí que resulte legítimo el control que en estos aspectos busca imponer la Municipalidad.Las empresas que tienen en funcionamiento esos estacionamientos, no pueden pretender que la actividad de parqueo que ciertamente realizan, se lleve a cabo sin sujeción a ninguna regla, valga decir, con absoluta libertad, desconociendo las potestades municipales en esta materia.- Tampoco se estima que imponer el cumplimiento de esos requisitos para esos locales, en los términos de esa normativa, resulte irrazonable, pues se trata de exigencias mínimas y para nada desproporcionadas, que se fundan en la aplicación de conceptos integrantes del orden público, y que no aparecen tampoco como discriminatorias, pues la orden de ponerse a derecho se giró a todas las entidades que de acuerdo con los registros municipales, administran instalaciones de esa naturaleza en San Ramón, sin que se advierta la existencia de criterios de distinción odiosos o dicho de otro modo, que carezcan de un fundamento objetivo y razonable.- De acuerdo con el texto literal del acto, la empresa deberá apersonarse ante el Departamento de Ingeniería, donde se le indicará en forma individual, cuáles son los cambios necesarios y el tiempo para cumplirlos, en lo que no se encuentra ilegalidad alguna.- Del acuerdo no se desprende que el Concejo ramonense pretenda ir más allá de las normas establecidas en el Reglamento de Construcciones, y menos aún que con ello se pretenda impedir ilegítimamente el ejercicio de actividades comerciales protegidas constitucionalmente. El plazo máximo de dos meses otorgado para que las empresas se ajusten a ese ordenamiento, aparece también como suficiente, sin perjuicio que, de acuerdo con las circunstancias particulares de cada caso, los interesados planteen individualmente -merced a sus especiales circunstancias-, una extensión del mismo , en caso de que por la magnitud de las obras a realizar se requiera una ampliación, ello a criterio de la Municipalidad, según sus potestades constitucionales y legales de control .- inalmente, el cierre del establecimiento, si no se realizan las modificaciones requeridas, de darse eventualmente lo sería no como consecuencia del capricho municipal o por una intención persecutoria de aquélla, sino más bien en virtud de la desatención, por parte de las empresas, de normas de orden público cuya observancia resulta obligatoria para todos, en garantía de los intereses de la comunidad, según se expuso.- El artículo 21 de la Ley 7951, autoriza a la Municipalidad para clausurar cualquier actividad que no esté a derecho, lo que constituiría el fundamento normativo de un eventual cierre del establecimiento.Adicionalmente, cabe mencionar que la obligación de readecuar las instalaciones indicadas al Reglamento de Construcciones, no atenta contra ningún derecho adquirido , dado que si el local de UNAPORTE no cumple con las exigencias de esa reglamentación, no puede esa compañía afirmar que el artículo 34 de la Constitución le otorga un derecho a mantenerse funcionando al margen del ordenamiento jurídico; antes bien, su obligación es ajustarse a él y eso es lo que se prevé en el acuerdo que se cuestiona- . No es posible tampoco sostener, que esas competencias atenten contra el ejercicio de la libertad empresarial, en cualquiera de sus manifestaciones, pues como toda libertad fundamental, ésta también está condicionada por las reglas y principios que imponen los conceptos de moral, orden público y derechos de terceros, que derivan del artículo 28 constitucional, y por cuya protección intenta velar el municipio, al exigir condiciones mínimas de infraestructura.- VII).-Se reitera, que la regulación de las condiciones mínimas de infraestructura de los parqueos, no constituye una traba injustificada al comercio, sino una simple regulación fundada en razones de interés público.- La recurrente no indica cuáles son los pronunciamientos de la Procuraduría General de la República o de la Sala Constitucional, que le impiden a la Municipalidad exigir la aplicación del Reglamento de Construcciones , lo que sí es posible, tomando en cuenta que el Cantón de San Ramón no cuenta a la fecha con un plan regulador; y finalmente, no se encuentra que el acto tenga defectos en su fundamentación, pues expresa en forma clara y precisa cuáles son las normas en que se fundamenta y las razones de su adopción , de forma que no hay defectos formales que afecten su validez.POR TANTO: S e declara mal admitida la apelación, en cuanto al inciso c) del Acuerdo Nº 04, Artículo V, de la sesión ordinaria Nº 121 del veintitrés de octubre del dos mil siete .Se confirma el referido acto en cuanto a los incisos a) y b) y se da por agotada la vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas Hubert Fernández Argüello I. Rocío Rojas Morales Exp: 08-000690-1027-CA Municipal Unión Nacional de Porteadores UNAPORTE S.A c/ Municipalidad de San Ramón sramírez Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:22:25 PM Sentencia: 00477 Expediente: 08-000692-1027-CA Fecha: 12/03/2009 Hora: 3:20:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III N°477-2009 TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA. SECCIÓN TERCERA. SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ, ANEXO A. Goicoechea, a las quince horas veinte minutos del doce de marzo del dos mil nueve.Por apelación de Asdrúbal Guillermo Villalobos Guerrero, mayor, casado, empresario, cédula 2-0449-0691, vecino de San Ramón, en su condición de Presidente, con facultades de apoderado generalísimo sin límite de suma de ASIVENAN SOCIEDAD ANÓNIMA, CONOCE EL TRIBUNAL , del acuerdo N° 4 tomado por el Concejo Municipal de San Ramón, en la Sesión Extraordinaria de 25 de abril de 2008. Redacta la Juez Chambers Rivas; y CONSIDERANDO I. Por medio del acuerdo que aquí se conoce el gobierno local del cantón de San Ramón, dispuso lo siguiente: 1) Siendo que ya transcurrió el tiempo suficiente en donde esta municipalidad le comunicó a las diferentes empresas que desarrollan la actividad de porteo para que se pongan a derecho y con fundamento en lo que establece la Constitución Política en su artículo 170, la Ley General de la Administración Pública, el Código Municipal, artículo 79; la Ley de Construcciones capítulo XVII y XVIII de su reglamento, la Ley reguladora de los estacionamientos públicos y su reglamento. Ley 7717 del 4 de noviembre de 1977., el Acuerdo N° 02 del Consejo Municipal en la sesión N° 360 del 26 de abril del 2006, el acuerdo del Concejo municipal en la sesión N° 11 en su acuerdo N° 2, del 13 de junio del 2006, el acuerdo N°4 deles comerciales 7951, tarifas de impuestos Municipales del cantón de San Ramón, el Decreto Ejecutivo N° 27-789 M.O.P.T., Gaceta N° 76 del 21 de abril de 1999, la Ley 7600., la legislación vinculante al respecto, y el informe del Departamento de Ingeniería Municipal. Ordenar el cierre inmediato de ca d a uno de los parqueos o estacionamientos que al día de hoy funcionen y que no cumplan con lo que establece el capítulo XVII Y XVIII del reglamento de la ley de Construcciones, la ley 7600, ni con el acuerdo N° 04 del Acta 121 del 02 de noviembre del 2007. 2 ) Encomendar a la Secretaría Municipal hacer las gestiones pertinentes ante la Alcaldía, para que se realice el desembolso correspondiente a la cotización realizada para la primera publicación den la Gaceta del proyecto de reglamento para la obtención de patentes y permisos de funcionamiento de las instalaciones dedicadas a parqueos o estacionamientos para desarrollo la actividad denominada porteo, aprobado en la sesión ordinaria N° 127 del 23 de octubre del 2007 y se haga la primera publicación en los próximos ocho días a partir de la firmeza de este acuerdo y se prevea por parte de la Alcaldía lo pertinente para que se prevea el presupuesto de la segunda publicación. 3 ) En la Sesión Ordinaria inmediatamente después de hecha la primera publicación del proyecto de reglamento antes indicado y habiendo transcurrido el plazo de ley para recibir observaciones por parte de los ciudadano, el concejo conocerá, para su discusión y aprobación del Reglamento para su segunda publicación y entrada en vigencia. 4) Instruir al Departamento de Patentes para que no dé trámite a ninguna patente municipal para parqueo o estacionamiento para el desarrollo de la actividad de porteo; hasta tanto no se publique por segunda vez el Reglamento respectivo y entre en vigencia el mismo, como parte de los requisitos que deben cumplir además de los ya establecidos por parte de ese mismo Departamento. II. Conviene en primer término señalar, que el pronunciamiento de este Tribunal, se circunscribe al examen del acuerdo transcrito anteriormente, el cual es objeto de recurso, por lo que respecto a otros actos, aunque relacionados con la actividad de porteo, no pueden ser revisados a través de esta impugnación, por exceder esa competencia. De igual manera, se analizaran propiamente los agravios relativos a ese acuerdo, descartándose aquéllos que no se refieran al mismo. III. Aclarado lo anterior, tenemos que el acuerdo que se impugna, contiene varios aspectos, unos de trámite y otros de fondo . Respecto de los primeros, que se enmarcan en los incisos 2 y 3), y que se refieren propiamente a trámites del Proyecto de Reglamento para la obtención de patentes y permisos de funcionamiento de las instalaciones dedicadas a parqueos estacionamientos para desarrollar la actividad denominada porteo, constituyen actos de mero trámite, sin efectos jurídicos propios, los que son irrecurribles, según disposición expresa del artículo 154 inciso b) del Código Municipal, de manera, que bajo esa tesitura, no es posible revisar la legalidad de tales medidas, debiendo por lo tanto declararse mal admitido, el recurso de apelación en cuanto a esos extremos sin mayores consideraciones. IV. En cuanto a los pronunciamientos por el fondo, contenidos en los incisos 1 ) y 4) del acto que se recurre, procede su análisis en forma separada. Este último, dispuso que el Departamento de Patentes no diera trámite a ninguna patente municipal para parqueo o estacionamiento para el desarrollo de la actividad de porteo hasta tanto, no se publique por segunda vez el Reglamento respectivo y entre en vigencia el mismo como parte de los requisitos que deben cumplir además de los ya establecidos por parte de ese mismo Departamento. Sobre este punto en particular, estima este órgano colegiado, que lo dispuesto en tal inciso 4) debe ser anulado, tal y como ahora se dispone, por resultar manifiesta y evidentemente ilegal. V. En efecto, según Voto N°2006-05803 dictado por la Sala Constitucional, de las 12:45hrs de 28 de abril de 2006, no es posible que los gobiernos locales, puedan suspender el otorgamiento de las patente en forma general, para ejercitar las actividades de porteo, si ello no encuentra justificación alguna en una norma jurídica, o s i no responde a razones de interés público, Dicho fallo señaló al respecto lo siguiente: " IV ...estima la Sala que resulta arbitraria la actuación del Concejo Municipal recurrido al suspender la entrega de las patentes comerciales para realizar dichas actividades, por cuanto ello es violatorio de la libertad de comercio. Tal como lo ha reconocido esta Sala en anteriores oportunidades, la libertad de comercio que existe como garantía constitucional, es el derecho que cualquier persona tiene de escoger, sin más restricciones, la actividad comercial legalmente permitida que más convenga a sus intereses. Si bien en ejercicio de esa actividad la persona debe someterse a las regulaciones que la ley establece, para que la licencia pueda ser denegada la actividad que se pretende realizar debe ser contraria a la ley, la moral o las buenas costumbres, a la luz de lo dispuesto en el artículo 28 de la Constitución Política. En consecuencia, si bien las corporaciones municipales se encuentran facultadas para impedir la apertura de establecimientos dedicados a actividades lucrativas que no cuenten con la respectiva licencia municipal o patente, lo cierto es que no puede negar el otorgamiento de dichas autorizaciones en forma general, si ello no encuentra justificación alguna en una norma jurídica o si no responde a razones de interés público. V.-En el caso concreto, la Municipalidad recurrida no argumenta motivo válido alguno que respalde su actuación, ni alega norma alguna en el ordenamiento que la autorice a suspender en forma general el otorgamiento de patentes sin la existencia de un criterio técnico que lo fundamente, pues ni el Concejo ni el Departamento de Patentes rindieron el informe requerido por la Sala. En este caso, el único motivo de la suspensión según informa el Alcalde, obedece al acuerdo adoptado por el Concejo Municipal de Atenas, el cual no tiene ningún asidero jurídico pues no se ampara en motivos de interés público. En consecuencia, estima la Sala que la Municipalidad recurrida únicamente podía negar el otorgamiento de la patente si no se cumplía con lo dispuesto en la ley para ese efecto, pues no puede de hecho imponer una limitación a la libertad de comercio. Así las cosas, estima esta Sala que en el caso concreto se ha producido una violación evidente a los derechos fundamentales del amparado, motivo por el cual el recurso debe acogerse con las consecuencias que se dirán en la parte dispositiva de la sentencia..." Y si como se vio, en el presente asunto, la razón que privó para suspender el otorgamiento de las patentes de manera general, no encuentra pleno ajuste en ninguna normativa, como tampoco descansa en razones de interés publico, lo procedente es resolver en la forma que se dispuso, sin mayores argumentaciones. Debe advertirse sin embargo, que la anulación de presente acto, no implica que la Municipalidad de San Ramón, debe automáticamente otorgar la licencia respectiva, sin el cumplimiento de requisito alguno, como más adelante se verá, al resolverse los agravios de la parte disconforme. VI. Por otro lado, en lo que toca al inciso 1), del acto apelado, por el que se ordenó el cierre inmediato de cada uno de los parqueos o estacionamientos que no cumplieron con lo establecido en el Capítulo XVII y XVIII del Reglamento a la Ley de Construcciones, Ley 76000 y acuerdo N° 4 del acta 121 de 23 de octubre de 2007, comunicado el 2 de noviembre de ese mismo año, h a de decirse , que tal disposición, no resulta ilegal, por lo que siendo acorde y consecuente con lo dispuesto por esta misma Sección mediante Voto N° 475 -2009 de 15:10 hrs de 12 de marzo de 2009, lo resuelto en ese sentido por el gobierno local del citado cantón, en el indicado inciso 1 ) debe confirmarse, con fundamento en las mismas consideraciones expuestas en la citada resolución, las que de seguido, se transcriben en lo de interés así: "VI En la segunda parte del acuerdo -inciso b)-, la Municipalidad de San Ramón dispuso enviar una nota a varias empresas -entre ellas "..............", para que en el plazo de una semana se apersonen al Departamento de Ingeniería, y que allí se les indiquen los requisitos que deben cumplir los parqueos a su cargo, y para que se ajustaran a ellos según lo dispuesto en la Ley y el Reglamento de Construcciones.Asimismo, se estableció un plazo máximo de dos meses, para cumplir con las modificaciones necesarias, al cabo del cual se realizaría una inspección para verificar el cumplimiento, ello, bajo apercibimiento de que de no acatarse con esas exigencias, se procedería al cierre del estacionamiento y se rechazaría cualquier patente comercial para esa actividad de parqueo o estacionamiento (folios 61 a 70).-....el Tribunal no encuentra que lo decidido en este extremo lesione el ordenamiento jurídico, pues tal y como se observa con facilidad, lo que la entidad busca con esa decisión, es ajustar los espacios que las empresas usan para parquear, a los lineamientos mínimos establecidos en la normativa vigente, en particular, al Capítulo XVII del Reglamento de Construcciones, sobre “Edificios y Lotes para Estacionamientos”, cuerpo normativo que define como estacionamiento aquellos lugares, públicos o privados -sean edificios o lotes-, destinados a guardar vehículos, y que a la vez, establece reglas generales sobre su ubicación (el que permita el plan regulador o indique la Municipalidad), construcción, medidas de las entradas y salidas de los automotores y también las de las personas, alturas mínimas, ventilación e iluminación, retiros, rampas, dimensiones, protecciones, pendientes de pisos, materiales, servicios sanitarios, casetas de control, etc. La corporación local, al velar por el cumplimiento de esas reglas técnicas, no hace sino ejercitar, en su más puro sentido, el poder de policía municipal, que obliga a esas entidades a proteger la seguridad y el orden público, dado que esas exigencias procuran dotar a los estacionamientos de una infraestructura mínima, en protección de quienes trabajan y dirigen el lugar, de los vehículos y sus conductores, y fundamentalmente de las personas particulares que hagan uso del mismo.También están de por medio, razones de orden, en la medida en que si los accesos al parqueo son peligrosos o inadecuados, podría afectarse la seguridad vial peatones y otros vehículos y ocasionar desorden y hasta caos vial, tomando en cuenta que esos inmueb1es norma1mente están en los cascos urbanos de las ciudades, lo que justifica plenamente la intervención municipaL- A lo cual debe agregarse que, velar por la vigencia de esos valores, es sin duda, uno de los cometidos esenciales de toda municipalidad, pues se está en presencia de intereses locales, en los términos del artículo 169 de la Constitución Política y 1° del Código Municipal... ..Las empresas que tienen en funcionamiento esos estacionamientos, no pueden pretender que la actividad de parqueo que ciertamente realizan, se lleve a cabo sin sujeción a ninguna regla, valga decir, con absoluta libertad, desconociendo las potestades municipales en esta materia.- Tampoco se estima que imponer el cumplimiento de esos requisitos para esos locales, en los términos de esa normativa, resulte irrazonable, pues se trata de exigencias mínimas y para nada desproporcionadas, que se fundan en la aplicación de conceptos integrantes del orden público, y que no aparecen tampoco como discriminatorias, pues la orden de ponerse a derecho se giró a todas las entidades que de acuerdo con los registros municipales, administran instalaciones de esa naturaleza en San Ramón, sin que se advierta la existencia de criterios de distinción odiosos o dicho de otro modo, que carezcan de un fundamento objetivo y razonable.De acuerdo con el texto literal del acto, la empresa deberá apersonarse ante el Departamento de Ingeniería, donde se le indicará en forma individual, cuáles son los cambios necesarios y el tiempo para cumplirlos, en lo que no se encuentra ilegalidad alguna. - ... El plazo máximo de dos meses otorgado para que las empresas se ajusten a ese ordenamiento, aparece también como suficiente, sin perjuicio que, de acuerdo con las circunstancias particulares de cada caso, los interesados planteen individualmente -merced a sus especiales circunstancias-, una extensión del mismo, en caso de que por la magnitud de las obras a realizar se requiera una ampliación, ello a criterio de la Municipalidad, según sus potestades constitucionales y legales de control .FINALMENTE, EL CIERRE DEL ESTABLECIMIENTO, SI NO SE REALIZAN LAS MODIFICACIONES REQUERIDAS, DE DARSE EVENTUALMENTE LO SERÍA NO COMO CONSECUENCIA DEL CAPRICHO MUNICIPAL O POR UNA INTENCIÓN PERSECUTORIA DE AQUÉLLA, SINO MÁS BIEN EN VIRTUD DE LA DESATENCIÓN, POR PARTE DE LAS EMPRESAS, DE NORMAS DE ORDEN PÚBLICO CUYA OBSERVANCIA RESULTA OBLIGATORIA PARA TODOS, EN GARANTÍA DE LOS INTERESES DE LA COMUNIDAD, SEGÚN SE EXPUSO.- EL ARTÍCULO 21 DE LA LEY 7951, AUTORIZA A LA MUNICIPALIDAD PARA CLAUSURAR CUALQUIER ACTIVIDAD QUE NO ESTÉ A DERECHO, LO QUE CONSTITUIRÍA EL FUNDAMENTO NORMATIVO DE UN EVENTUAL CIERRE DEL ESTABLECIMIENTO. - Adicionalmente, cabe mencionar que la obligación de readecuar las instalaciones indicadas al Reglamento de Construcciones, no atenta contra ningún derecho adquirido, dado que si el local de "................." no cumple con las exigencias de esa reglamentación, no puede esa compañía afirmar que el artículo 34 de la Constitución le otorga un derecho a mantenerse funcionando al margen del ordenamiento jurídico; antes bien, su obligación es ajustarse a él y eso es lo que se prevé en el acuerdo que se cuestiona-. No es posible tampoco sostener, que esas competencias atenten contra el ejercicio de la libertad empresarial, en cualquiera de sus manifestaciones, pues como toda libertad fundamental, ésta también está condicionada por las reglas y principios que imponen los conceptos de moral, orden público y derechos de terceros, que derivan del artículo 28 constitucional, y por cuya protección intenta velar el municipio, al exigir condiciones mínimas de infraestructura." (Destaca el Tribunal). Las anteriores consideraciones, permiten concluir, que la orden de cierre dispuesta por el gobierno vecinal de San Ramón, y que fue comunicada a la empresa recurrente el día 6 de mayo de 2008 (fl 98) no resulta arbitraria, en tanto no consta que su representante se haya apersonado ante las Oficinas Municipales (Departamento de Ingeniería), a efecto de que se le indicara n los requisitos que debía cumplir el parqueo a su cargo, y así ajustarse a ellos según lo dispuesto en el Ley y el Reglamento de Construcciones, haciéndose por lo tanto acreedor de la sanción de cierre dispuesta en el acto recurrido, cuyo sustento jurídico, se encuentra regulado en el citado artículo 21 de la Ley 7951. VII. Finalmente , cabe referirse a los alegatos presentados en esta instancia por la parte disconforme. Luego de una extensa exposición de principios constitucionales (legalidad, sistema de libertad, reserva de ley, irretroactividad de la ley, igualdad, debido proceso etc, etc) , transcripciones de jurisprudencia de la Sala Constitucional, Dictámenes de la Procuraduría General de la República, reseña de la legislación que rige la actividad de porteo, los agravios principales en torno al acuerdo que aquí se examina, los resume el Tribunal así : a) Que el acto administrativo lesiona la libertad de comercio, porque en el caso presente se está ante la hipótesis de la Sala Constitucional, en su Voto N° 20065803 de las 12:45 hrs de 28 de abril de 2006, estando por ello obligada la Municipalidad a otorgar la patente que corresponda para el ejercicio de la actividad de porteo, que debe reconocer también como legítima. b) Que la actividad de porteo implica el ejercicio de derechos fundamentales, por lo que cualquier ley que venga a limitar la libertad de empresa, requiere necesariamente al aprobación de los dos tercios del total de los miembros de la Asamblea Legislativa, restricción que en todo caso, no puede ser arbitraria, debiendo respetarse los principios constitucionales de la proporcionabilidad y razonabilidad. c) Que el acto impugnado incurre en una violación al deber de debida fundamentación de los actos administrativos y también en una lesión al principio de legalidad del debido proceso, dado que los argumentos esgrimidos para suspender el otorgamiento de licencias municipales (falta de un pronunciamiento legal sobre la materia, de un estudio de factibilidad sobre la actividad del porteo en San Ramón la publicación del Reglamento de Porteo respectivo), no están regulados en el ordenamiento jurídico, lo que hace que ese fundamento sea ilegítimo. d) Que el acto administrativo lesiona el sistema de libertad y el principio de reserva de ley. Lo primero porque los patentados pueden realizar todas aquellas conductas que no son contrarias al ordenamiento jurídico, en términos tales como lo que no está prohibido está permitido, y lo segundo, porque el régimen de los derechos y libertades fundamentales solo pueden ser regulados por ley en sentido formal y material, no por Reglamento u otros actos normativos de rango inferior, de ahí que a través de normas reglamentarias no se puede restringir la libertad de comercio. e) La municipalidad confunde, "las instalaciones dedicadas a la actividad de Porteo", con "las instalaciones destinadas para estacionamiento privado", siendo actividades de naturaleza jurídica distinta, por lo que no puede aplicárseles la normativa vigente para edificios y lotes para estacionamientos. f) Que el acuerdo impugnado contradice lo expuesto por la Sala Constitucional, en citado voto N°2006-05803, motivo por el cual deviene en ilegal. VIII. Tales alegaciones no son de recibo. En primer término debe señalarse, que el mencionado Voto N°2006-5803 de 12:45 hrs de 28 de abril de 2006, no contiene los alcances pretendidos por el personero de la empresa recurrente. Tal y como se expuso en el Considerando V de esta sentencia, la hipótesis allí planteada refiere a una suspensión del otorgamiento de patentes en forma general, para ejercitar la actividad comercial de porteo, lo que en modo alguno implica que la patente deba concederse sin el cumplimiento de requisito alguno. Aquélla suspensión, estimó la Sala que no procede, ante la inexistencia de un argumento válido que respaldara esa actuación. La propia ley es clara en establecer los supuestos en los cuales cabe denegar una licencia (articulo 81del Código Municipal) y si la parte interesada decide someterse a determinada actividad comercial, debe necesariamente cumplir con las regulaciones que la propia ley establece, sin que ello suponga quebranto alguno a la libertad de comercio, ni se contradiga el acuerdo apelado con el voto en cuestión. En segundo lugar, las razones que motivaron al gobierno local del cantón de San Ramón, para suspender el otorgamiento de licencias, se relacionan en este caso con el trámite del Proyecto del Reglamento de Porteo , aprobado por ese municipio, en Sesión Ordinaria N° 127 de 23 de octubre de 2007 y no con lo acordado en el inciso "a" de la Sesión Extraordinaria N° 360 de 26 de abril de 2006, Artículo III, Acuerdo N° 2, en donde para la suspensión de la patentes, se tomó en cuenta otros aspectos, que no corresponde a esta impugnación. En todo caso, la disposición contenida en el inciso 4) del acuerdo que aquí se conoce fue anulado, tal y como se dispuso en el Considerando IV, de la presente decisión. Tampoco es cierto que el gobierno vecinal de San Ramón, confunda la actividad de parqueo o estacionamiento con la de porteo y por ende no sea posible aplicarles normativa vigente para aquéllas instalaciones. Tal y como se explicó en el Voto de esta Sección N°475-2009 de 15:00 hrs de 12 de marzo en curso, esa confusión no la mantiene la municipalidad, siendo que en la realidad en mayor o menor medida, las instalaciones donde operan las empresas dedicadas al porteo, sí se utilizan para el ingreso, permanencia y salida de vehículos, lo que permite aplicar la normativa que establece el Reglamento de Construcciones a falta de normas locales. Sobre este particular, dicho Voto expresó: "... Al respecto, cabe indicar que la Municipalidad de San Ramón no está asimilando esos lugares a una terminal, como si se tratara de un servicio público de transporte remunerado de personas, en su modalidad de autobuses o busetas, pues eso no se desprende ni por asomo del acuerdo cuestionado; y por otro lado, la propia compañía, tanto en sede municipal, como en esta jerárquica impropia, ha reconocido en sus amplísimos memoriales, que "Una empresa de porteo es una empresa de garaje circulante, cuyos vehículos se estacionan ahí constantemente cuando son requeridos por sus clientes para sus servicios a través de la llamada telefónica perentoria ...", y que es "un hecho que -aunque muy poco-, también se usa el inmueble para estacionar algunos de los vehículos que usa la empresa para ejecutar los contratos de porteo. Sin embargo es necesario enfatizar que los automóviles con los que se ejecutan los contratos de porteo suelen estar en movimiento, no estacionados". Lo cierto del caso es que, en mayor o en menor medida, esas instalaciones sí se utilizan para el ingreso, permanencia y salida de vehículos, en labores propias de su actividad comercial, y que también acuden a ellas personas en busca de los servicios privados de porteo, de forma que no es posible desconocer la realidad imperante, como para entender que se trata simplemente de oficinas administrativas, y de allí que resulte legítimo el control que en estos aspectos busca imponer la Municipalidad....Del acuerdo no se desprende que el Concejo ramonense pretenda ir más allá de las normas establecidas en el Reglamento de Construcciones y menos aún que con ello se pretenda impedir ilegítimamente el ejercicio de actividades comerciales protegidas constitucionalmente...." IX. En relación con la libertad de empresa que la gestionante estima lesionada, debe indicar el Tribunal que ningún derecho fundamental es absoluto y que pueden ser limitados por el legislador en tanto se resguarde su contenido esencial -por ley ordinaria y no por mayoría calificada como lo sostiene la parte gestionante, requisito que solo exige el orden constitucional, párrafo segundo del numeral 46, para establecer monopolios a favor del Estado o de las municipalidades-. Ahora bien, tratándose de los gobiernos locales, la automonía que les otorga la Constitución Política lleva implícita la potestad normativa, claramente prevista por el artículo 4 inciso a) del Código Municipal y los numerales 15 y siguientes de la Ley de Planificación Urbana en relación con la regulación del territorio local (cuerpo normativo marco aprobado por mayoría calificada), ello por cuanto puede introducir limitaciones específicas a la propiedad del suelo. En tanto esta competencia no sea ejercida por los gobiernos locales, como bien lo señaló el Tribunal Constitucional en la resolución N° 4205-96 de las catorce horas treinta y tres minutos del veinte de agosto de mil novecientos noventa y seis puede el Instituto Nacional de Urbanismo ejercer, de manera residual, esa competencia regulatoria. En esa resolución, en lo de interés, se indicó: " IV).-Los artículos 15 y 19 de la Ley de Planificación Urbana por tanto no son inconstitucionales, ya que únicamente se limitan a reconocer la competencia de las municipalidades para planificar el desarrollo urbano dentro de los límites de su territorio mediante los reglamentos correspondientes, lo que no violenta los principios constitucionales invocados por el accionante: el de reserva de ley, pues siendo -como se dijo- la planificación urbana local una función inherente a las municipalidades en virtud de texto expreso de la Constitución , y estando fijados los límites del ejercicio de esa atribución en la Ley de Planificación Urbana, los Reglamentos o Planes Reguladores son desarrollo de esos principios; y los de propiedad y libre empresa, por cuanto no imponen en forma alguna restricciones a esos derechos, sino que simplemente otorgan la potestad de controlar la correcta utilización de los suelos y garantizar así un desarrollo racional y armónico tanto de los centros urbanos como de los comerciales, industriales, deportivos, etc. (ver además en el mismo sentido, las sentencias número 215393, de las nueve horas veintiún minutos del veintiuno de mayo y número 530593, de las diez horas seis minutos del veintidós de octubre, ambas de este año)."Con fundamento en lo anterior, y en consonancia con la jurisprudencia citada, es que se reitera la tesis de que sigue siendo atribución exclusiva de los gobiernos municipales la competencia de la ordenación urbanística, y sólo de manera excepcional y residual, en ausencia de regulación dictada al efecto por las municipalidades, es que el INVU tiene asignada la tarea de proponer planes reguladores, pero a reserva de que sean previamente aprobados por el ente local; de manera que las disposiciones que al efecto dicte esta institución autónoma en lo que se refiere a planificación urbana, deben siempre considerarse transitorias, y en defecto del uso de las competencias municipales." En el subjúdice -a falta de norma expresa emitida por el gobierno local- resulta de plena aplicación a los gestionantes, las disposiciones del Reglamento de Construcciones dictadas por el INVU que se vienen aplicando a su actividad. Téngase en cuenta que, el ordenamiento jurídico ha dispuesto de una serie de requisitos para otorgar una patente comercial para la actividad que interesa a la parte gestionante y que, el gobierno local -en el ejercicio del poder de policía otorgado para la tutela y defensa de los intereses locales (que incluye no solo los de los porteadores, sino también de los usuarios del servicio, entre otros)- debe velar porque, en cada caso concreto, se cumplan con todos ellos, sin que pueda estimarse lesiva a la libertad de comercio la denegatoria de una patente que no se ajusta a lo establecido por el ordenamiento jurídico, pues ello implicaría otorgarle a la libertad de empresa un contenido absoluto que, desde luego, no tiene. X. Se da por agotada la vía administrativa, por no existir ulterior recurso. POR TANTO Se declara mal admitido el recurso de apelación, en cuanto a los incisos 2 y 3 del acuerdo N° 4 tomado en la Sesión Extraordinaria N° 159 de 25 de abril de 2008. Se confirma el inciso 1) del citado acuerdo N° 4. Se anula el inciso 4) de ese mismo acto. Se da por agotada la vía administrativa. Rose Mary Chambers Rivas Hubert Fernández Argüello I. Rocío Rojas Morales Exp: 08-00692-1027-CA Municipal ASIVENAN c/ Municipalidad de San Ramón sramírez Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:30:24 PM Sentencia: 00679 Expediente: 08-000181-1027-CA Fecha: 12/09/2008 Hora: 10:05:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III N° 679-2008 TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA. SECCIÓN TERCERA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a las diez horas cinco minutos del doce de setiembre del dos mil ocho.Veto interpuesto por Marco Antonio Segura Seco, Alcalde de la Municipalidad de Escazú, contra el acuerdo del Concejo Municipal de ese Cantón, adoptado en la sesión ordinaria 94, acta 130 del 11 de febrero del 2008. Redacta la Juez Rojas Morales, y: CONSIDERANDO: I).-Mediante el acuerdo objetado, el Concejo Municipal de Escazú dispuso: " SE ACUERDA: Con fundamento en las disposiciones de los artículos 11 y 169 de la Constitución Política, 2,3,4, inciso e) 13 inciso i), 72 del Código Municipal y 1,12 y 13 de la Ley N° 7340, publicada en el diario oficial La Gaceta N° 90 del 12 de mayo de 1993 y siguiendo las recomendaciones contenidas en el dictamen N° CAJ-06-08 de la Comisión de Asuntos Jurídicos, los cuales le sirven de fundamento a esta decisión, PRIMERO: SE ACOGE LA SOLICITUD DE NULIDAD Y POR TANTO SE DECLARA INVALIDA LA LICENCIA COMERCIAL N° 03-4827, otorgada a la entidad denominada: "INVERSIONES INMOBILIARIAS EN DOLARES DOS", cédula jurídica número 3-101-372961, para la actividad de arrendamiento de locales, gestión que fuera formulada por el señor CARLOS LUIS MELENDEZ MONGE en su condición de Vicepresidente Ejecutivo de la sociedad denominada: "INTERBOLSA, SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS DE INVERSIÓN (S.A.F:) SOCIEDAD ANÓNIMA", toda vez que tal actividad lucrativa no está sujeta a licencia municipal, ni al pago del impuesto de patente que establece la ley. Notifíquese este acuerdo a la sociedad interesada al fax N° 296-0613, asimismo al señor Alcalde en su despacho para lo de su cargo". ACUERDO FIRME. (folio 39). II) Argumenta el Alcalde de Escazú que no es legalmente posible acoger la solicitud de nulidad de una licencia comercial, sea la N° 03-4827, cuando no se está en presencia de un recurso administrativo deducido por el representante de la firma, sino ante un simple reclamo administrativo, sobre la legalidad del cobro. Argumenta que el Concejo debe, de previo, establecer cuál es el procedimiento a seguir -la nulidad absoluta en sede administrativa o la lesividad-, el que debe respetar según sea el caso. Sostiene que al resolver el fondo de este asunto, el Concejo no se ha limitado a las gestiones de la parte, sino que, de oficio, ha dispuesto la nulidad de la licencia comer ci al 03-4827, estableciendo que la actividad de arrendamiento de bienes inmuebles, no se encuentra incluida expresamente en la lista del ordinal 12 de la Ley 7340, denominada: Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Escazú. Estima que la nulidad de la patente en los términos que lo ha dispuesto el Concejo, conlleva una clara violación a la doctrina de los actos propios. Además, - afirma el vetante-, conforme lo establece el artículo 12 b) de ese cuerpo normativo "Comercio comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes económicos, según la oferta y la demanda, tal como, casas de representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros, salvo los estatales, instituciones de crédito y en general todo lo que involucra transacciones de mercado de cualquier tipo." Para la Alcaldía, dentro del concepto de transacciones de mercado deben incluirse el arrendamiento de derechos, razón por la cual no estima que se vulnere el principio de reserva de ley en esta materia, como lo viene afirmando el Concejo local. No es cierto que, tal y como lo sostuvo la Comisión de Asuntos Jurídicos del Concejo Municipal, la actividad de la citada empresa no se encuentra incluida dentro de la lista de aquellas sujetas al citado impuesto, por ello -insiste- el arrendamiento de locales comerciales o de edificios se encuentra gravado. La resolución N° 347 de las 10:45 horas del 04 de octubre del 2002 dictada por la Sección Segunda del Tribunal Contencioso Administrativo, no resulta de aplicación a este caso puesto que, se trata de actividad comercial y no de una industria agrícola como en aquella oportunidad, en que no se analizó el artículo 12 de la Ley de Impuesto de Patentes de esa Municipalidad, en el que sí cabe la actividad de arrendamiento de inmuebles y así solicita se disponga. III).-El Concejo Municipal (ver folios 86-87) mediante acuerdo AC-10301-08 adoptado en la sesión ordinaria N° 99, Acta 137 del 17 de marzo del 2008 dispuso: ACUERDO AC-103-01-08 : "SE ACUERDA: (.. .PRIMERO : SE ACOGE PARCIALMENTE EL VETO formulado por el señor Alcalde Municipal, contra el ACUERDO del CONCEJO MUNICIPAL número AC-42-08, tomado en la sesión ordinaria N° 94, Acta N° 130 del 11 de febrero de 2008, por cuanto efectivamente la NULIDAD DE LA LICENCIA COMERCIAL N° 03-4827 formulada por el señor CARLOS LUIS MELÉNDEZ MONGE en su condición de Vicepresidente Ejecutivo de la sociedad denominada: "INTERBOLSA SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS DE INVERSIÓN (S.AF.) SOCIEDAD ANÓNIMA", no venía incluida como alegato dentro del recurso planteado (de revocatoria, apelación o extraordinario), sino como simple solicitud, estándole vedado a la Administración revocar sus propios actos que declaran derechos subjetivos a favor de los Administrados, debiendo para ello iniciar un procedimiento en sede administrativa para declarar la nulidad, cuando se trata de nulidades absolutas, evidentes y manifiestas o un proceso de lesividad en los demás casos, ante los órganos judiciales".ACUERDO FIRME . ACUERDO AC-103-02-08: " SE ACUERDA: SEGUNDO : Se rechaza el VETO planteado en cuanto alega el señor Alcalde que, la actividad de arrendamiento de locales y/ o edificios se encuentra comprendida en el inciso b) del artículo 12 de la ley N° 7340, denominada: "Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Escazú" (Publicada en el diario oficial La Gaceta N° 90 del 12 de mayo de 1993), toda vez que en materia tributaria resulta prohibida la interpretación analógica o extensiva de las normas que rigen la materia." ACUERDO FIRME; ACUERDO AC-103-03-08 : " SE ACUERDA: TERCERO : Se cita y emplaza al señor Alcalde Municipal para que comparezca ante el Tribunal Procesal Contencioso Administrativo, a hacer valer sus derechos, debiendo señalar casa, oficina o medio permitido por ley, para atender notificaciones ante ale superior impropio, so pena de quedar notificado con el solo transcurso de veinticuatro horas en caso de omisión. ACUERDO FIRME ; ACUERDO AC-103-0408 : " SE ACUERDA: CUARTO : Una vez que sea resuelto el Concejo Municipal a conocer la solicitud de nulidad planteada por la sociedad antes mencionada, de acuerdo con los procedimientos ordinarios administrativos que prescribe la ley. Notifíquese este acuerdo, a la sociedad "INTERBOLSA, SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS DE INVERSIÓN (S.A.F) SOCIEDAD ANÓNIMA" . IV) Dado que el Concejo Municipal de Escazú, según lo indicado en el considerando anterior, acogió parcialmente el veto del Alcalde, el Tribunal se limitará a examinar lo relativo a la procedencia del cobro de patente municipal por el arrendamiento de bienes inmuebles. El tema ya fue abordado y resuelto por esta misma sección del Tribunal, en el voto N. 515-2008 de las diez horas treinta m inu tos del ocho de agosto de dos mil ocho y, resultando idéntico el asunto planteado en este proceso, las partes deberán estarse a lo ya dispuesto por este órgano colegiado que indicó al respecto: “III. El presente veto debe rechazarse.La Ley de Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Escazú, número 7340 del veinte de abril de mil novecientos noventa y tres, establece en su artículo 1°, que: "Las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de cualquier tipo de actividades lucrativas, en el Cantón de Escazú, estarán obligadas a pagar a la Municipalidad un impuesto de patentes, de conformidad con esta Ley". Esa disposición, abierta y general, se concreta en artículo 12, que es la norma que especifica cuáles actividades deben pagar el tributo. Señala ésta que: ARTICULO 12.Todas las actividades lucrativas, que seguidamente se señalan, comprendidas en la clasificación internacional de actividades económicas, pagarán de conformidad con lo dispuesto en los artículos 3 y 4 de esta Ley; con excepción de las señaladas en el artículo 13. a) Industria Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, transformación o manufactura de uno o varios productos. Incluye el procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no mecanizados, en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos, como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y explotación de minerales, metálicos y no metálicos, que se encuentran en estado sólido, líquido o gaseoso; la construcción, reparación o demolición de todo tipo de edificios, instalaciones y vías de transporte; las imprentas, editoriales y establecimientos similares. En general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes muebles e inmuebles. b) Comercio Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes económicos, según la oferta y la demanda, tal como, casas de representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros, salvo los estatales, instituciones de crédito y en general todo lo que involucra transacciones de mercado de cualquier tipo. c) Servicio Comprende los servicios prestados al sector privado, al sector público o a ambos, que sean atendidos por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte, almacenaje, comunicaciones, establecimientos de esparcimiento y de enseñanza privada (con excepción de los semioficiales)". Revisada con detenimiento esa normativa, se advierte que ninguna de las actividades gravadas incluye expresamente la de arrendamiento de bienes inmuebles, siendo que, para efectos tributarios, debió estar clara y expresamente prevista o en su caso, como mínimo, desprenderse sin ningún género de duda de la norma aprobada por el legislador, lo que no ocurre en el caso concreto.- Ésta no puede incluirse allí por vía analógica, y menos aún entenderla como comprendida entre los casos que sí están sujetos, mediante una interpretación ampliativa del texto; ello, en virtud de las reglas que impone el principio de reserva legal que prima en materia tributaria.- Si bien es cierto, la Ley de Impuestos Municipales del Cantón de Escazú, inicia con la indicación de que toda persona física y jurídica que se dedique a cualquier actividad lucrativa es contribuyente del impuesto de patente, es su artículo 12 el que especifica, determina y enumera taxativamente las actividades lucrativas gravadas, donde no se señala ni menciona la actividad que lleva adelante "Consultora Rala de San José S.A.".- Por eso, no es posible afirmar tampoco, que a tenor del inciso b), de este último precepto, se trate de actos de valoración de bienes económicos, ni interpretarse que cualesquier transacción que se realice con inmuebles está incluida en los parámetros legales, a fin de gravarla con este impuesto específico, sobre todo porque de conformidad con el párrafo segundo del numeral 6, del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, mediante analogía no pueden crearse tributos o exenciones.Evidentemente, la Ley debe indicar con absoluta claridad los supuestos de sujeción, lo que no hace la N°7340 en este caso concreto, y por allí, no resultan entendibles las objeciones que, a lo resuelto por el Concejo, formula el Alcalde Municipal en el veto que aquí se conoce.- Ciertamente, la Ley tiene una omisión al respecto, empero, y por la naturaleza de las cuestiones involucradas -imposición y cobro de tributos-, no es posible subsanar tal deficiencia por vía interpretativa, en mérito de lo cual, no queda más alternativa que rechazar la oposición, y así se dispone en la parte resolutiva de este pronunciamiento.V) Corolario de expuesto, el veto interpuesto debe ser denegado, en tanto las mismas razones dadas en aquella oportunidad, son de aplicación al caso bajo examen. POR TANTO: Se deniega el veto interpuesto.Rose Mary Chambers Rivas Hubert Morales Fernández Argüello I. Rocío Rojas Exp. 08-000181-1027-CA Veto Marco Antonio Segura Seco c/ Municipalidad de Escazú SRamírez Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:34:33 PM Sentencia: 00680 Expediente: 08000216-1027-CA Fecha: 12/09/2008 Hora: 10:10:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III N°680-2008 TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. Goicoechea, a las diez horas diez minutos del doce de setiembre del dos mil ocho. Conoce este Tribunal, como jerarca impropio, del recurso de apelación interpuesto por Luis González Mora, en su condición de representante de la emp r esa Estacionamiento Ticos S.A.; contra el acuerdo adoptado por el Concejo Municipal de Santa Ana en la sesión N°98 del ocho de abril, artículo III que dispuso: "(...) SE APRUEBA POR U NANIMIDAD. POR LO ANTERIOR SE ACUERDA : 1.- ACOGER EL DICTAMEN MSA-AL-02-106-08 DEL LIC. JEFFRY GARCÍA SOTO, ABOGADO MUNICIPAL. 2. SE RECHAZA EL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO POR ESTACIONAMIENTOS TICOS GM S.A., 3. SE HACE SABER A LA PARTE RECURRENTE QUE CONTRA ESTE ACTO CABE EL RECURSO DE REVOCATORIA CON APELACIÓN EN SUBSIDIO, EN UN PLAZO DE CINCO DÍAS, DE CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 156 DEL CÓDIGO MUNICIPAL" .Redacta la Juez Rojas Morales , y: CONSIDERANDO: I).-Para una correcta resolución del presente asunto, se tiene por probado lo siguiente: 1) Que por oficio del 23 de octubre de 2007 , el Departamento de Patentes de la Municipalidad de Santa Ana previno a la empresa Estacionamientos Ticos S.A. obtener el respectivo permiso municipal de patente y el permiso sanitario de funcionamiento, en el plazo de tres días concedido al efecto (folio 06); 2) La parte afectada presentó contra la anterior prevención recurso de revocatoria con apelación en subsidio (folio 7); 3) La encargada del Departamento de Patentes y Licencias Municipales mediante resolución MSA-PLM-01-351-07 del 06 de noviembre de 2007 rechazó el recurso de revocatoria y admitió el de apelación interpuesto en subsidio (folios 8,9); 4) El Concejo Municipal acogiendo el dictamen del abogado municipal dispuso rechazar el recurso de apelación interpuesto (folio 31 a 34); 5) La empresa Estacionamiento Ticos S.A. presentó contra el anterior acuerdo recurso de revocatoria y apelación en subsidio y ese órgano colegiado por acuerdo adoptado en sesión ordinaria N° 104 de 20 de mayo de 2008, artículo III, dispuso rechazar el recurso de revocatoria y admitir la alzada, recurso en virtud del cual conoce este Tribunal (folios 51 a 55) II.-HECHOS NO PROBADOS: ÚNICO: las condiciones bajo las cuales la empresa Estacionamiento Ticos S.A. y Hewlett Packard Costa Rica han pactado el arriendo del terreno propiedad de la primera (no hay prueba sobre este extremo) III.- OBJETO DEL RECURSO: Indica el recurrente que no debe pagar patente municipal en tanto no realiza ninguna actividad lucrativa en el cantón de Santa Ana. Señala que el inmueble es arrendado a una empresa privada que lo utiliza para que sus empleados puedan estacionar sus vehículos en tanto laboran para la misma. En consecuencia, lo que existe es un contrato de alquiler entre Estacionamientos Ticos S.A. y la referida empresa, lo que de manera alguna puede asimilarse a un parqueo público, aún cuando efectivamente dentro de los objetivos de la empresa, según el Registro Público, se encuentre "la instalación y administración de parqueos públicos..." . El hecho de que el giro ordinario de la empresa esté relacionado con parqueos públicos no implica que en este caso esté operando en esa actividad. El simple alquiler del terreno para parqueo de vehículos no convierte un simple arrendamiento en una actividad por la cual deba pagar patente. El hecho generador del tributo de conformidad con lo establecido en la ley N. 7245 es la realización de una actividad lucrativa, que en este caso es inexistente. Aún cuando se estimara que el arrendamiento que han concretado las partes es una actividad lucrativa, es lo cierto que tal actividad no está gravada y por ello, el citado cuerpo normativo no establece ninguna tarifa. La Procuraduría General de la República sostuvo en el dictamen 136-2007 que el alquiler de inmuebles no está contemplado dentro de las actividades sujetas al impuesto. No obstante lo anterior, el gobierno local insiste en gravar una actividad que la ley no incluyó. Pide la nulidad del acuerdo impugnado. IV).-POSICIÓN DEL GOBIERNO LOCAL: En la audiencia conferida al efecto, el Alcalde de Santa Ana señala que la empresa apelante es una sociedad anónima, consiguientemente, por su naturaleza comercial realiza actos de comercio. En este caso la actividad lucrativa consiste en alquilar un inmueble a la empresa Hewlett Packard Costa Rica para que sea utilizado por sus empleados como parqueo privado. El artículo 1° de la Ley de Impuestos Municipales del Cantón de Santa Ana establece que están obligadas a pagar impuestos de patentes las personas físicas o jurídicas que realicen actividades lucrativas dentro del cantón. En el caso concreto, la empresa apelante brinda un servicio de naturaleza privada a otra empresa localizada en zona franca y por ello debe entenderse un servicio suj e to al impuesto.Específicamente el artículo 14 inciso ch) grava: “ servicios : comprende los servicios prestados al sector privado, al sector público o a ambos, que sean brindados por organizaciones o personas privadas; también el transporte, almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos privados de cualquier tipo.” Adicionalmen t e, la actividad se encuentra comprendida en el artículo 14 que aclara “(…)en general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes muebles o inmuebles y actividades de agroindustria.” Como en este caso se trata del uso comercial de un bien inmueble que la empresa posee en el cantón de Santa Ana, la actividad está sujeta al tributo cuyo pago se ha prevenido. V).SOBRE EL FONDO: En materia impositiva rige el principio de reserva legal, según el cual la ley formal debe señalar los elementos básicos del tributo. Así lo establece, la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13 y 11), el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública. Lo anterior implica que en materia impositiva debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, puesto que se trata de imponerle un gravamen al patrimonio del particular y este solo puede provenir de la Ley. En consecuencia, le está vedado a la Administración Municipal, la creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades administrativas. Para que la obligación tributaria exista , debe estar expresamente desarrollada por Ley, esto es, la ley N° 7245, sin que sea admisible la tesis del gobierno local el sentido de que por ser lucrativa, toda actividad que genere una ganancia debe pagar tributo aún cuando no esté expresamente gravada, pues ello implicaría una clara violación al principio de reserva de Ley. El artículo 1 de la ley N. 7245 no hace más que reconocer que las actividades lucrativas requieren patente municipal, sin embargo, el cobro correspondiente se hará conforme lo ha previsto el legislador en las normas específicas (artículos 14 y 15), entendiéndose que no existe obligación tributaria cuando la misma no esté clara y expresamente prevista. Si se analiza el primer artículo en forma independiente, se llegaría al absurdo de cobrar el impuesto por toda fuente productora de riqueza (salarios, arrendamiento de casas, etc.) aún cuando no fue gravado por el legislador. VI- Las actividades lucrativas a que se refiere el artículo primero, son aquellas que en detalle se enumeran los artículos 14 y 15. De manera que para poder determinar el sujeto pasivo del tributo, hay que examinar si su actividad se encuentra enmarcada dentro de los supuestos de los artículos citados y, en el caso bajo examen, la respuesta debe ser negativa. La simple alusión a que los “servicios privados…” están grabados no otorga al gobierno local de Santa Ana el marco jurídico adecuado para pretender gra v ar –por interpretación- la actividad de la apelante, que no se encuentra expresamente indicada como afecta al tributo en cuestión. Por otra parte, el arrendamiento de un terreno para utilizarlo como parqueo no equivale a “almacenaje” de mercancías que tienen una connotación diversa al arrendamiento de un terreno, una casa, etc. En el subjudice, el Tribunal entiende que se trata del arrendamiento de un terreno para que sea utilizado como parqueo. Se ignora si el servicio de vigilancia corresponde a la arrendataria o arrendante, lo que cambiaría la naturaleza de la actividad; sin embargo, se desprende de la información del expediente que lo que pretende gravarse es el arrendamiento de bienes inmuebles y, al no encontrarse éste gravado expresamente, no podría cobrarse el tributo que se pretende, pues ello implicaría una clara lesión al principio de legalidad citado. VII- Como consecuencia de lo expuesto, se anula el acuerdo impugnado y se da por agotada la vía administrativa. POR TANTO: Se anula el acuerdo recurrido. Se da por agotada la vía administrativa.Rose Mary Chambers Rivas Hubert Fernández Argüello I. Rocío Rojas Morales Exp: 08-000216-1027-CA Municipal Estacionamientos Ticos G M S.A. c/ Municipalidad de Santa Ana SRamírez Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:36:26 PM Sentencia: 00430 Expediente: 07-000181-0161-CA Fecha: 26/10/2007 Hora: 10:05:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III Nº 430-2007 TRRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA. SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. Goicoechea, a las diez horas con cinco minutos del veintiséis de octubre de dos mil siete. En virtud del recurso de apelación que interponen MARVIN CÉSPEDES MÉNDEZ y HERNAN PACHECO ORFILA, ambos mayores, casados, abogados, vecinos de San José, con cédulas números 1-531-965 y 1-585-980 por su orden, y en su condición de representantes legales de la empresa B.P.C. SOCIEDAD ANÓNIMA; conoce ésta Sección del Tribunal, del acuerdo tomado por el Concejo Municipal de San José, en el Acuerdo 16, Artículo V, de la sesión ordinaria 23, celebrada el 03 de octubre de 2006, el cual en lo de interés dispuso: "...POR TANTO SE ACUERDA: Se rechace el recurso de apelación por carecer de asidero jurídico y se confirme lo resuelto por la Alcaldía, por estar conforme con el ordenamiento jurídico Tributario Municipal." Redacta el juez Gutiérrez Freer,y; CONSIDERANDO: I.-Agravios: La resolución recurrida hace una diferencia entre profesionales liberales independientes, que están exentos del requisito de patente comercial; y las actividades lucrativas de una sociedad anónima, que por su naturaleza de persona jurídica no ejercen actividad liberal independiente ni están colegiadas, y se rigen por el Código de Comercio, y que por lo tanto su representada ejerce una actividad lucrativa que debe contar con patente. II.-Al respecto, resulta de trascendental relevancia transcribir un extracto en lo de exclusivo interés del voto de la Sala Constitucional Nº 8728 dictado a las quince horas con veintidós minutos del once de agosto de dos mil cuatro, mediante el cual se hace una interesante distinción entre el ejercicio de una profesión liberal y una actividad lucrativa y el ejercicio individual o grupal de una profesión liberal o por medio de un sujeto de derecho mercantil. Así la Sala expresó: "V.-DIFERENCIA ENTRE EL EJERCICIO DE UNA PROFESIÓN LIBERAL Y UNA ACTIVIDAD LUCRATIVA. Tradicionalmente, dentro de las profesiones liberales se aglutinan aquellas que suponen el ejercicio de una actividad de orden intelectual o técnico, mediante la aplicación de ciertas reglas científicas y técnicas que deben ser manejadas con suma propiedad por su titular, previa habilitación para ejercerla a través de la obtención de un título idóneo y adecuado y, eventualmente, la incorporación al colegio profesional respectivo. La singularidad de las profesiones liberales surge de la inexistencia de una relación de dependencia con su clientela, de modo que el profesional liberal tiene autonomía e independencia plena en la forma de prestar los servicios profesionales –horario, lugar, etc.- dado que lo hace por cuenta propia, razón por la cual sus servicios son remunerados mediante honorarios. El profesional liberal aplica, para un caso concreto, sus conocimientos científicos o técnicos sin someterse a ninguna dirección y bajo su exclusiva responsabilidad, esto es, de acuerdo a su leal saber y entender. Es menester señalar que el ejercicio de una profesión liberal, está íntimamente ligado a la libertad profesional, la cual incluye la de elegir libremente la profesión que se pretende ejercer y, una vez obtenida ésta a través de una titulación adecuada y la correspondiente colegiatura, la de ejercerla libremente sin otros límites que los necesarios para garantizar la corrección, supervisión y fiscalización en su ejercicio y la protección del interés público y, en particular, de los consumidores de los servicios profesionales. El ejercicio de una profesión liberal tiene por objeto proveerle a quien la despliega una remuneración que le asegure una calidad de vida digna, tanto en lo personal como en lo familiar. Es el ejercicio de actividades de orden comercial, empresarial e industrial las que tienen por objeto la obtención de un lucro o de réditos adicionales a los que pueden asegurar una existencia y calidad de vida digna. Debe tomarse en consideración, que el propio ordinal 79 del Código Municipal define con meridiana claridad el hecho generador del impuesto municipal de patente al indicar que gravará las actividades lucrativas, entendiendo por tales las de carácter mercantil, empresarial e industrial y no así el ejercicio de las profesiones liberales, puesto que, como se indicó, en éstas lo que pretende su titular es obtener una remuneración justa y digna a cambio de una prestación de orden profesional. VI.-EJERCICIO INDIVIDUAL O GRUPAL DE UNA PROFESIÓN LIBERAL O POR MEDIO DE UN SUJETO DE DERECHO MERCANTIL. Resulta evidente que el ejercicio de una profesión liberal puede realizarse de forma individual cuando un profesionista decide ofrecer sus servicios especializados a la colectividad de forma enteramente personal o bien de modo grupal, cuando varios profesionales optan por hacerlo conjuntamente para mejorar los servicios prestados o bien para compartir gastos comunes en el despliegue de su giro profesional. Es evidente que, en sendos supuestos, los profesionales lo que pretenden es obtener una remuneración para asegurarse su subsistencia y una vida digna. Distinto resulta cuando un grupo de profesionales deciden crear una organización colectiva del derecho mercantil para prestar sus servicios profesionales, puesto que, en tal caso, además del ánimo de subsistencia, existe un fin lucrativo o de obtener un margen considerable de rentas y utilidades, con lo cual deja de existir el ejercicio liberal de una profesión, en sentido estricto, y se está ante el despliegue de un giro o tráfico empresarial o mercantil que sí debe estar sujeto al impuesto de patente municipal. VII.-INCONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA IMPUGNADA. En criterio de este Tribunal Constitucional, la norma recurrida, resulta inconstitucional, concretamente, en cuanto a la frase “(…) particulares o (…)” , en el tanto grava con el impuesto de patentes a quienes ejercen una profesión liberal en una oficina particular, sea de modo individual o grupal, en este último caso sin una organización colectiva del Derecho Mercantil, de hecho o de derecho, que les brinde respaldo, en la medida que quebranta el derecho al libre ejercicio de la profesión y les impone una carga adicional, desproporcionada e irrazonable a quienes, ejerciendo una profesión liberal, pretenden obtener una remuneración que les garantice un nivel de vida digno y de calidad." En atención a lo transcrito, en la especie los inconformes decidieron crear una sociedad anónima que indiscutiblemente se rige por el Código de Comercio dado su fin de lucro, las cuales ordinariamente plantean en su acta de constitución, un amplísimo listado de objetivos, todos orientados a su fin de lucro y por el ello la legislación mercantil ubica a las sociedades anónimas como comerciantes ( ver artículo 5 inciso c); más aun, advirtiendo la aplicación del Código respectivo, cualquiera que sea el objeto o actividad que desarrollen. De manera que ha sido por voluntad propia de los aquí recurrentes, el constituir una sociedad mercantil y por tal razón deben atenerse a lo dispuesto por el numeral 79 del Código Municipal, el cual señala que para ejercer cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con licencia municipal respectiva, la cual se obtendrá mediante el pago de un impuesto. Sin mayores consideraciones, se impone el rechazo del recurso conocido en grado. POR TANTO: Se confirma el acuerdo apelado. Se da por agotada la vía administrativa. Roberto J. Gutiérrez Freer Rose Mary Chambers Rivas Rocío Rojas Morales Exp. Nº 07-000181-161-CA Apelación Municipal Marvin Céspedes y otro c/ Municipalidad de San José Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:41:36 PM Sentencia: 00257 Expediente: 04-000264-0161-CA Fecha: 19/08/2005 Hora: 9:50:00 AM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección III 257-2005 TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA . Segundo Circuito Judicial de San José. Goicoechea, a las nueve horas cincuenta minutos del diecinueve de agosto del dos mil cinco.Proceso especial tributario, establecido por Oscar Alvarado Bogantes, casado, Master en Administración de Negocios, vecino de Alajuela, cédula número 2-333-115, en su condición de apoderado general sin límite de suma de la Mutual Alajuela de Ahorro y Préstamo, contra la Municipalidad de Grecia, representada por su Alcalde Freddy Barrantes Benavides, casado, contador privado, vecino de Los Angeles de Grecia, cédula 2-377-686. RESULTANDO 1º. Con fundamento en los hechos expuestos y citas legales invocadas, este proceso especial de impugnación de impuestos, cuya cuantía se fijó como inestimable, tiene por objeto que en sentencia se declare: “1- La nulidad absoluta de los siguientes actos, dictados contra legem por la Municipalidad de Grecia: Oficio número ALC.598-2003, del 7 de noviembre del 2003, dictada por el señor Alcalde de la Municipalidad de Grecia. Oficio número ALC.694-2003 dictado por el señor Alcalde Municipal el 11 de diciembre de 2003. Resolución del Concejo la Municipal de Grecia de las 9 horas del 27 de abril de 2004, en la que se declara sin lugar la apelación interpuesta por mi representado en contra de los anteriores actos. Todos los actos anteriores se anularán por ser específicamente violatorios de las normas legales que rigen la materia de las Asociaciones Mutualistas y la exención tributaria de que gozan, concretamente la Constitución Política, la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, el Código Municipal y las normas en materia de patentes municipales del Cantón de Grecia. 2Que Mutual Alajuela no es sujeto pasivo del tributo municipal de Patente en el Cantón de Grecia y que, en caso de haberse pagado o pagarse en el futuro por mi representada, la Municipalidad de Grecia deberá devolver a Mutual Alajuela, toda suma recibida por concepto de tributo, así como sus intereses al tipo legal, desde la fecha de pago y hasta la efectiva devolución de las sumas recibidas. 3- Que como consecuencia de lo anterior, la Municipalidad de Grecia deberá abstenerse en el futuro de cobrar el impuesto de patente a Mutual Alajuela, por estar las Mutuales exentas del citado tributo y además, sin perjuicio de dicha exención, no ser sujetos pasivos de conformidad con la Constitución Política, la normativa sobre patentes del cantón de Grecia, el Código Municipal, la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda y la jurisprudencia de ese Honorable Tribunal. 4-) Que se condene a la Municipalidad de Grecia al pago de ambas costas de este proceso”. 2º. El apoderado de la demandada contestó negativamente la acción. 3º. En los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor, no se notan causales capaces de invalidar lo actuado, por lo que se resuelve dentro del término de ley, previa deliberación.Redacta la juez Quesada Corella, y CONSIDERANDO I. HECHOS PROBADOS: Para decidir este asunto, se tiene como acreditada la siguiente lista de hechos: 1-) Que por oficio ALC.598-2003, de fecha 7 de noviembre del 2003, suscrito por el Alcalde Municipal de la Municipalidad demandada, se le comunicó al ente actor que interpusiera sus buenos oficios a fin de que se le cancelara el impuesto de patente municipal de los últimos cinco años. (folio 1 del expediente administrativo). 2-) Que la actora interpuso recurso de revocatoria con apelación en subsidio de dicho oficio (folio 5 a 7). 3-) Que el recurso de revocatoria fue rechazado por el Alcalde Municipal el 11 de diciembre del 2003 y se admitió la apelación ante el Concejo Municipal ( folio 9). 4-) Que en Sesión del 18 de diciembre de 2003, celebrada por el Concejo Municipal de la accionada, artículo IV, inciso 12, acta número 76, se trasladó el recurso interpuesto por Mutual Alajuela, a la oficina del Abogado Municipal ( folios 5 a 7 del expediente administrativo). 5-) Que el Concejo Municipal de la accionada, a las nueve horas del 27 de abril del 2004, acordó rechazar el recurso de apelación (folios 22 a 26 del expediente administrativo). II. No está demostrado el afán de lucro de la demandante. III. El representante del actor indica que de conformidad con lo establecido en el artículo 69 de la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, número 7052 y sus reformas, las Mutuales gozan de exención de toda clase de tributos, sin importar si éstos son de carácter nacional o regional, como sucede en los impuestos municipales, pues el ámbito de aplicación y cobertura de la norma es amplio y no es posible distinguir donde la ley no lo hace, máxime en esta materia de interpretación restringida. Continúa diciendo que el propósito de la norma y el fin último del legislador, es que las mutuales no paguen ninguna carga y se trata de una ley especial, a cuyo contenido está sujeta la demandada y no es oponible el contenido del dictamen de la Procuraduría General de la República 349-2001, el cual es erróneo al concluir que las mutuales sí deben pagar el tributo en comentario. Agrega que el artículo primero de la Ley número 7977 del 16 de diciembre de mil novecientos noventa y nueve, “Tarifas de Impuestos Municipales del Cantón de Grecia”, dispone que están obligadas al pago del impuesto de patente, las personas físicas o jurídicas de las áreas de comercio, industria o servicio que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas en el cantón de Grecia. La ley 7052, continúa diciendo, es clara cuando señala que las mutuales no tienen fin de lucro, sino que cumplen una función social, que es la de procurar para los habitantes el mayor bienestar y la vivienda digna, y que la Ley del Sistema Financiero para la Vivienda lo que hace es cumplir con un mandato constitucional, lo que a todas luces contraviene los actos dictados por el ente municipal accionado y que es reiterada la doctrina al señalar que realizar actividades que produzcan ganancias no le da a aquéllas ese carácter. Comenta que los fines mutualistas son exclusivamente la satisfacción del bienestar general de sus asociados, no solamente en el área de vivienda sino en todos los campos, a través de los principios de mutualismo, solidaridad y fraternidad de sus miembros, pero en modo alguno puede interpretarse que ninguna de las actividades de la Mutual sean lucrativas, pues ninguno de sus asociados percibe utilidad directa, sino que por el contrario, estas utilidades son redistribuidas y se asumen en el patrimonio de Mutual Alajuela para continuar cumplimiento con los fines sociales y no lucrativos que le ordena la ley. Por esas razones, finaliza, estima que los razonamientos en que se funda el municipio, según los cuales sí existe fin de lucro son erróneos.IV. La demandada por su parte, indica que ellos han actuado en todo momento amparados a la jurisprudencia administrativa y al principio de legalidad y que con base en ello es que solicitaron a la entidad mutualista que se sirviera cancelar le impuesto de marras y que la resolución ALC.598-2003, no ha sido ejecutada, hasta tanto esta autoridad no decida lo contrario, por lo que tomando en cuenta todo lo anterior, pide, en caso de sobrevenir un fallo contrario, se le exima de cualquier tipo de responsabilidad. V. Este Tribunal, en sentencia dictada por la Sección Segunda número 358-2004, de las trece horas cincuenta y cinco minutos del veintiocho de agosto del 2004, y en caso idéntico al que se conoce en el sub lite señaló: V. Las Asociaciones Mutualistas de Ahorro y Préstamo, conocidas comúnmente con el nombre de "Mutuales", son entidades autorizadas para operar dentro del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, según lo disponen los numerales 2, 3 incisos c) y ch), 66 inciso a) y 68 a 98, todos de la Ley número 7052 del trece de noviembre de mil novecientos ochenta y seis y sus reformas.- El Sistema tiene como objetivo principal , "fomentar el ahorro y la inversión nacional y extranjera, con el fin de recaudar recursos financieros para procurar la solución del problema habitacional existente en el país, incluido el aspecto de los servicios" (artículo 1 idem), y es en ese marco que se inscriben aquéllas, incluida por supuesto la accionante, cuya formación se autoriza, como "…asociaciones mutualistas de derecho privado, de duración indefinida, sin fines de lucro y con autonomía administrativa, en los lugares en que, a su juicio, determine el Banco bajo su control y fiscalización" (artículo 68).- Se les dotó igualmente, de personalidad jurídica propia, como tales, pueden adquirir derechos, contraer obligaciones e intervenir en juicios y diligencias de cualquier índole, judicial y administrativa (numeral 74).- Para la realización de sus fines, dispone el numeral 69, gozarán de exención de tributos de toda clase, presentes y futuros, y tienen las siguientes funciones (artículo 75): a) Recibir depósitos en cuentas de ahorro a la vista. b) Conceder préstamos para el financiamiento de lotes destinados a proporcionar soluciones habitacionales, para la adquisición, construcción, reposición y ampliación de viviendas y para obras de urbanización en beneficio de quienes no posean casa propia, así como para la liberación de gravámenes. Los préstamos para la liberación de gravámenes deberán sujetarse a las normas que se establecen en el Reglamento del Banco. Los créditos que otorguen las mutuales a personas físicas o jurídicas que ya tengan vivienda propia, se regirán por las normas que dicte el Banco Hipotecario de la Vivienda. c) Comprar y vender créditos hipotecarios otorgados por ellas mismas y por las otras entidades autorizadas incluidas en esta ley, y administrarlos por cuenta propia y de terceros. ch) Emitir los títulos valores a que se refiere el título sexto de la presente ley. d) Realizar operaciones de fideicomiso en cuanto fueren necesarias para el cumplimiento de sus fines y objetivos. e)Llevar a cabo las actividades que les correspondan como entidades autorizadas del Sistema. f) En general, realizar todas las operaciones previstas en la presente ley en sus reglamentos o que, de conformidad con ellos, les estén autorizadas por el Banco . También pueden, emitir títulos valores, denominados 'certificados de inversión inmobiliaria', lo mismo que 'letras inmobiliarias de vivienda', bonos de vivienda, certificados de depósito a plazo, y otros, según lo autorice el Banco Hipotecario de la Vivienda.VI).Es con vista de lo anterior, que debe analizarse el fondo del asunto, dado que la Municipalidad reclama a la Mutual Alajuela, el pago del impuesto de patente, por estimar que desarrolla actividades de intermediación financiera de las que obtiene lucro, de conformidad con lo establecido en el artículo 1 de la Ley número 7682 del veintiuno de julio de mil novecientos noventa y siete, que dispone: "Las personas ( sic) o jurídicas, que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas en el Cantón de Goicoechea, deberán obtener la licencia respectiva y pagarán, a la Municipalidad, el impuesto de patentes que las faculte para desarrollar estas actividades. La Municipalidad fijará el impuesto de patentes, de acuerdo con la presente ley y su reglamento".El Tribunal no concuerda con ese alegato, y por el contrario, luego de analizar la normativa ya citada, concluye que jurídicamente, las mutuales no generan lucro, y que por ende, no se produce el hecho generador previsto en la ley 7682.- Lo anterior, en virtud de que todas sus actividades tienen como finalidad última, dar solución al problema habitacional existente en el país, mediante el fomento del ahorro y la inversión nacional y extranjera.Se trata de una cuestión que tiene una profunda raigambre constitucional, en la medida en que, por su medio, se pretende cumplir el postulado del numeral 65 de la Carta Fundamental, que obliga al Estado a promover la construcción de viviendas populares, y por esa vía del 50 ídem, que lo conmina a procurar el mayor bienestar de los habitantes del país.Si la razón de ser de la Mutual, es la satisfacción de una necesidad pública -que este órgano califica además, de imperiosa-, es lo cierto que el hecho de que preste servicios como los que cita la corporación accionada, a saber, cuentas comerciales, deducción automática de servicios, cuentas de ahorro en dólares, pago de colegiaturas, venta de seguros, tarjetas 'superdescuentos', tarjetas de crédito y de débito, pago de servicios públicos, cajitas de seguridad, cuentas de ahorro infantiles y juveniles o préstamos de bienestar familiar, no hace variar su naturaleza de entidad social no lucrativa, sobre todo si el resultado económico de tales operaciones -ganancias, si se quiere usar el término-, debe utilizarse siempre para el cumplimiento de aquel importante objetivo , del que no debe separarse ninguna de sus acciones, y por esa razón, no tienen porqué gestionar, ni obtener, licencia municipal.- Sin duda, los beneficios que producen esas inversiones o ganancias no supone un enriquecimiento de los asociados, sino que se constituyen en un instrumento legítimo para la consecución de sus fines sociales.- VII).-La demandada afirma que se funda en un pronunciamiento de la Procuraduría General de la República, particularmente en el dictamen C-349-2001 del diecisiete de diciembre de dos mil uno, suscrito por el Procurador Tributario, quien llegó a las siguientes conclusiones, según consta de folios 62 a 67 del principal: 1. Las asociaciones mutualistas son personas de derecho privado, creadas con el objeto de cumplir con un interés público: el financiamiento de vivienda. 2. De conformidad con el artículo 75 de la Ley Nº7052, las mutuales en tanto asociaciones privadas de ahorro y préstamo no lucrativas, destinadas a proporcionar soluciones de vivienda a quienes carecen de casa propia, realizan otras operaciones financieras de carácter lucrativo, sin que ello desvirtúe el fin para el cual fueron creadas.3. Para efectos del pago del impuesto de patente municipal previsto en la Ley Nº7682 de 21 de julio de 1997, debe considerarse tal dualidad a fin de restringir los alcances de la excención contenida en el artículo 69 de la Ley Nº7052 a las operaciones no lucrativas que realicen las mutuales. 4. Corresponde a las mutuales pagar el impuesto de patente municipal por las operaciones de intermediación financiera que le generen lucro. En tal caso, debe la Municipalidad del Cantón determinar la proporción de tales operaciones, a fin de establecer la cuantía del impuesto a pagar." Tales apreciaciones, como se ve, desconocen lo dicho, y fundadas como lo están en una visión incompleta de la razón de ser de la existencia de las asociaciones mutualistas de ahorro y préstamo y de su funcionamiento legal, señalan que las operaciones indicadas sí están afectas al impuesto.- No obstante, es claro que aunque tengan actividades de tipo comercial o 'bancario', con producción de alguna ganancia o rédito, ello no supone, como ha quedado dicho, un enriquecimiento, o el ejercicio de operaciones dirigidas al lucro por el lucro mismo, y no se ha aportado a los autos prueba alguna de que la situación sea distinta a la indicada.- El Tribunal estima que ese dictamen, que por lo demás es de suyo respetable, no se ajusta a la normativa que regula a la actora, como entidad autorizada del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, y por ello lo descarta como fundamento preciso para las actuaciones municipales, las que resultan contrarias a derecho, con las consecuencias que se dirán luego.- ” (el subrayado no es del original) VI.- Igual línea jurisprudencial ha seguido este Tribunal en demandas interpuestas por el Banco Popular y de Desarrollo Comunal en contra de distintas municipalidades del país, en donde igualmente éstas pretendían cobrarle la patente comercial. Al respecto la Sección Primera, en resolución número 280-2003 de las once horas diez minutos del dieciocho de julio del dos mil tres, señaló: "II.-La Ley de Impuestos Municipales del Cantón de Cañas, número 7179, cuyo numeral 15 ha originado la discusión, establece según su artículo 1°, un impuesto de patentes que faculte a las personas física o jurídicas que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas en ese cantón, ejercer esas actividades. De los antecedentes citados por las partes, sobre todo de la Sala Constitucional, queda claro que el Banco actor no requiere licencia puesto que está conferida por la ley de su creación y que no realiza actividades lucrativas, por lo que no se estaría dentro de las previsiones de ese artículo. En efecto, La Sala Constitucional en voto 320-92 en su considerando VII expresa: “…Pero el aspecto medular aquí es que los bancos cooperativos, técnicamente, no generan utilidades y entonces sería jurídicamente imposible que se produzca el hecho generador previsto por la ley N° 6319. Respecto de los que se afirma del Banco Popular, ciertamente la norma impugnada no hace referencia expresa a él, pero podría partirse de la premisa de que tampoco este Banco produce utilidades. Esto no es algo decidido expreso, valga decir, con el ánimo deliberado de colocar en situación de desventaja a los banco comerciales (estatales y privados), sino que desde muy atrás se ha definido que la naturaleza de ese banco no es la de generar utilidades y en la práctica no las genera…” III.-El problema de no incidencia planteado, por no darse el hecho generador, presupuesto de naturaleza jurídica impuesto por el ordenamiento, para configurar el tributo y cuya no realización impide el nacimiento de la obligación, hace que la discusión sobre si el actor se encuentra entre la exención de algunos sujetos pasivos carezca de interés, así, como la procedencia del devengo o tarifa; que en caso de proceder el tributo y ser sujeto pasivo habría de examinar su constitucionalidad a la luz de los precedentes o efectuar la consulta respectiva a la Sala Constitucional. No hay duda, por otra parte, que no se está ante un caso de exención, puesto que la propia Ley Orgánica del actor, indica que es propiedad de los trabajadores por partes iguales y expresamente señala que es una institución de Derecho Público no estatal. Artículos 1 y 2 de la ley 4351 del once de julio de mil novecientos noventa y nueve Ley Orgánica del Banco Popular y de Desarrollo Popular." V. Así las cosas, y a la luz de los hechos tenidos por demostrados y los razonamientos esbozados en la abundante y reiterada jurisprudencia que existe con respecto a este punto, lo procedente es acoger la demanda en lo que se dirá. Se debe aclarar que el oficio ALC 694-2003, no existe en los autos con tal número, pero corresponde por su contenido y fecha al visible a folio 9 de este expediente, por lo que al tratarse de un error material de la actora y estar debidamente identificado y descrito, se procede a conocer el que consta en el sub júdice. Por ello, se declara la nulidad del oficio número ALC.598-2003, del 7 de noviembre del 2003, dictada por el señor Alcalde de la Municipalidad de Grecia; del oficio dictado por el señor Alcalde Municipal el 11 de diciembre de 2003 y la resolución del Concejo la Municipal de Grecia de las 9 horas del 27 de abril de 2004. Se debe disponer que la Mutual Alajuela no es sujeto pasivo del tributo municipal de Patente en el Cantón de Grecia y que, en caso de haberse pagado o pagarse al citado ente municipal el mencionado impuesto, éste deberá devolver a la accionante, toda suma recibida por ese concepto, así como sus intereses al tipo legal, desde la fecha de pago y hasta la efectiva devolución de las sumas recibidas. En cuanto a la solicitud de establecer que la Municipalidad de Grecia deberá abstenerse en el futuro de cobrar el impuesto de patente a Mutual Alajuela, por estar las Mutuales exentas del citado tributo se rechaza por improcedente, al no poderse decretar exenciones a futuro de un impuesto, existiendo en cuanto a este punto de la petitoria una falta de derecho. VII. Finalmente, se estima que la demandada, en la medida en que actuó con fundamento en un dictamen de la Procuraduría General de la República, que confería razón a sus reclamos, tuvo motivo bastante para litigar, amén de que no se opuso a la demanda, sino que indicó desde el principio que ella actuó apegada a dicho dictamen y por ello, el caso encuadra en el supuesto del artículo 98 inciso c) de la Ley Reguladora de esta Jurisdicción.- Dado lo anterior, cabe resolver este asunto sin especial condenatoria en costas.POR TANTO Se declara parcialmente con lugar la demanda, entendiéndose denegada en lo que no se diga expresamente y en consecuencia se anulan los siguientes actos emanados de la Municipalidad de Grecia: oficio ALC.598-2003, del siete de noviembre del dos mil tres, dictada por el señor Alcalde del ente municipal; oficio sin número dictado por el señor Alcalde Municipal el once de diciembre de dos mil tres y la resolución del Concejo la Municipal de Grecia de las nueve horas del veintisiete de abril de dos mil cuatro. Se dispone que la Mutual Alajuela no es sujeto pasivo del tributo municipal de Patente en el Cantón de Grecia y que, en caso de haberse pagado o pagarse el mismo por parte de la actora, la referida Municipalidad deberá devolverle, toda suma recibida por concepto de dicho tributo, así como sus intereses al tipo legal, desde la fecha de pago y hasta la efectiva devolución de las sumas recibidas. Se rechaza el punto tres de la petitoria, sea el disponer que la Municipalidad de Grecia deberá abstenerse en el futuro de cobrar el impuesto de patente a Mutual Alajuela. Se resuelve este asunto sin especial condenatoria en costas. Horacio González Quiroga Roberto J. Gutiérrez Freer Lilliana Quesada Corella Exp. 04-000264-0161- CA Tributario Mutual Alajuela de Ahorro y Préstamo ILoáiciga Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 12:49:31 PM Sentencia: 00050 Expediente: 05-000203-0161-CA Fecha: 30/06/2009 Hora: 3:05:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección IX Expediente No. 05-000203-161-CA. No. 0050-2009 TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN NOVENA. Segundo Circuito Judicial. Goicoechea, a las quince horas con cinco minutos del treinta de junio del dos mil nueve.Proceso contencioso administrativo especial tributario de Corporación Agrícola del Monte Sociedad Anónima, en la persona de su apoderado especial judicial Juan José Sobrado Cháves, mayor, abogado, vecino de San José, con cédula de identidad número uno–doscientos ochenta– ochocientos sesenta y tres, contra la Municipalidad de Buenos Aires, representada por el Alcalde Municipal Geovanni Fallas Campos, de calidades ignoradas. RESULTANDO 1°.- Estimada la cuantía de este proceso en la suma de noventa y siete millones ciento veintinueve mil cincuenta y ocho colones con cuarenta y cinco céntimos, con fundamento en los hechos y citas legales que invoca, la presente demanda es para que en sentencia: "(…) 1. Que se declare CON LUGAR la demanda interpuesta. 2. Que se anule por ilegítimo y antijurídico lo actuado en las resoluciones impugnadas, así como sus antecedentes, de tal suerte que quede sin ningún valor ni efecto la pretensión tanto de gravar con el impuesto de patente municipal la actividad desempeñada en otros cantones, como la puramente agraria que desarrolla esta compañía en Buenos Aires, y por lo tanto que se reduzca el monto de la obligación para que se ajuste únicamente a la actividad industrial que, interpretando de una manera amplia el texto de la ley, se realiza en las plantas de mi representado, tal y como se declaró oportunamente. En efecto, que se declare que sólo corresponde gravar con el impuesto de patente municipal las actividades industriales realizadas en el cantón de Buenos Aires. 3. Que se restituya a mi representada en forma plena a la situación jurídica individualizada de la que se le privó al negarle el derecho a un pago leal, y por lo tanto se ordene la devolución de las sumas indebidamente cobradas más los intereses, indexación y demás sumas que correspondan en derecho. 4. Que se condene a la demandada al pago de ambas costas del presente proceso.” Dicha pretensiones se plantean en relación con la resolución No. AMBA-PDOI-01-05 dictada por la Alcaldía Municipal de Buenos Aires a las 10:00 horas del 25 de abril del 2005 y el acuerdo tomado por el Concejo Municipal de dicho cantón en la sesión ordinaria No. 19-2005 celebrada el día 10 de mayo del 2005, según expresa en su escrito de interposición de la demanda, visible a folio 12 de los autos. 2. Conferido el traslado de rigor, la demandada no contestó en tiempo la acción, declarándosele rebelde y teniendo los hechos por aceptados. 3. En los procedimientos se han observado las prescripciones y términos de ley, sin que se noten causales de nulidad capaces de invalidar lo actuado, por lo que este pronunciamiento se emite, dentro de las posibilidades del Despacho y previa deliberación de rigor.Redacta la Juez Quesada Vargas; y CONSIDERANDO I. De importancia, para la solución de este asunto, se tienen por demostrados los siguientes extremos de importancia: 1. Que la empresa Corporación de Desarrollo Agrícola del Monte S.A. tiene como giro comercial la actividad de cultivo y empaque de piña fresca en el cantón de Buenos Aires (hecho quinto de la deducción de la demanda tenido como cierto en virtud de la declaratoria de rebeldía de la parte demandada). 2. Que en fecha 21 de marzo del 2005 la actora presentó ante la Municipalidad de Buenos Aires la declaración jurada de Impuesto de Patente para el período que abarca del 01 de enero al 31 de diciembre del 2004 (ver folios 31 a 36 del tomo I del expediente administrativo). 3. Que mediante resolución No. AMBAPDOI-01-05 emitida por la Alcaldía Municipal de Buenos Aires a las 10:00 horas del 25 de abril del 2005, notificada a la accionante en fecha 28 de abril del 2005, de oficio se determinó como suma a pagar por concepto de impuesto de patente para el ejercicio fiscal 2005 la suma de Noventa y siete millones ciento veintinueve mil cincuenta y ocho colones con cuarenta y cinco céntimos (ver folios 36 a 42 del tomo I del expediente administrativo). 4. Que mediante escrito recibido en la Alcaldía Municipal en fecha 05 de mayo del 2005, la empresa actora interpuso recurso de apelación en contra de la resolución No. AMBA-PDOI-01-05. (ver folios 43 a 67 del tomo I del expediente administrativo). 5. Que mediante acuerdo tomado por el Concejo Municipal de Buenos Aires en la sesión ordinaria No. 19-2005 del 10 de mayo del 2005, notificado a la actora en fecha 11 de mayo del mismo año, se declaró sin lugar la apelación interpuesta contra la resolución No. AMBA-PDOI-01-05 (ver folios 69 a 70 del tomo I del expediente administrativo). 6. Que mediante libelo fechado del 12 de mayo del 2005, la actora interpuso gestión de adición y aclaración así como nulidad absoluta, en contra del acuerdo tomado por el Concejo Municipal tomado en la sesión ordinaria No. 19-2005 (ver folios 1 a 11 del tomo II del expediente administrativo). 7. Mediante acuerdo del Concejo Municipal tomado en la sesión ordinaria No. 20-2005 del 17 de mayo del 2005 y notificada a la accionante en fecha 18 de mayo del mismo año, se declaró sin lugar la gestión indicada (ver 12 a 14 del tomo II del expediente administrativo). II. Expone la actora, en sustento de su acción y a manera de síntesis, que tal y como se refleja en los hechos de su demanda, la Municipalidad de Buenos Aires incrementó el monto del impuesto de patentes tomando como base los ingresos brutos de la compañía en todo el territorio nacional y no sólo en el cantón de Buenos Aires, aduciendo además que la actividad industrial es la gravada, no la agrícola. Estima que ello se opone a la legalidad y a los principios del derecho tributario, contraviniendo la base imponible autorizada en la ley No. 7424, razones en las cuales sustenta su supuesta ilegalidad, pues en su criterio la demandada extendió e incrementó un impuesto a actividades que no están afectas al tributo de patente, tomando como base actividades que no se despliegan dentro del cantón, ignorando la certificación de CPA que presentó su representada y que documentaba cuánto del ingreso total correspondía a actividad generada en el cantón -muy inferior a lo producido en el territorio nacional- y por ello sujeta al gravamen. Aduce que los actos impugnados debieron ser anulados para ajustarlos a la realidad y a los principios constitucionales, así como también el dictado por el Concejo Municipal. Considera que los actos municipales son nulos ya que las actividades gravadas son exclusivamente aquellas industriales desplegadas dentro del cantón. Señala que el grueso de la actividad de su representada lo constituye el cultivo de banano, que se lleva a cabo en otros cantones, siendo que en Buenos Aires sólo se siembra y empaca piña. Estima que con evidente mala fe se tasa el impuesto tomando como base el ingreso bruto declarado para todas las actividades del país ante la Dirección de Tributación. Afirma que PINDECO -división de su representada- sí realiza actividad industrial en Buenos Aires –empaque de piña-, la cual está afecta al impuesto de patente y producto de ella obtuvo en el 2004 ingresos brutos por diez mil seiscientos noventa y cinco millones setenta y tres mil ochocientos cincuenta y dos colones, suma sobre la que estima debió calcularse el impuesto. Explica que las otras divisiones de la empresa se suman a la anterior para presentar una sola declaración de renta ante Tributación Directa, pero dichas sumas no deben ser tomadas como base para calcular el impuesto de patente. Continúa señalando que el 21 de marzo del 2005 presentó la declaración del impuesto de patente ante la Municipalidad de Buenos Aires, determinándose el impuesto indicado sobre la base de dieciséis millones cuarenta y dos mil seiscientos diez colones con setenta y ocho céntimos y se aportó una certificación indicando que los ingresos brutos de la compañía en el cantón de Buenos Aires, lo cual fue tomado en cuenta al resolver, pero el Alcalde Municipal de manera oficiosa procedió a determinar el impuesto con base en los ingresos brutos declarados ante Tributación Directa para efecto del impuesto sobre la renta los cuales corresponden a la suma de setenta y cuatro mil setecientos cincuenta y dos millones setecientos cinco mil seiscientos treinta y dos colones netos, y tasa el impuesto en la suma de noventa y siete millones ciento veintinueve mil cincuenta y ocho colones con cuarenta y cinco céntimos, calculándolo sobre todas las actividades desplegadas por su representada en el país, lo cual –afirma- vicia de nulidad todo lo actuado. Por ello interpuso recurso de apelación ante el Concejo Municipal, quien lo rechazó mediante acuerdo No. 192005 del 10 de mayo del 2005 sin contestar la impugnación, sin dar razones ni fundamentos, y dando por agotada la vía administrativa. Aduce que el acto del Concejo carece de motivación, no se analizaron los elementos de su impugnación, violentando sus derechos de petición y respuesta (art. 27 constitucional) limitando su derecho de defensa (art. 39 constitucional) e implica una denegatoria de justicia (art. 41 de la Constitución Política). Además aduce una violación al principio de interdicción de la arbitrariedad derivado del artículo 11 constitucional. Señala que se solicitó a la Municipalidad que adicionara lo resuelto, pero no lo hizo. Acusa que los actos son absolutamente nulos al no darse los motivos que sustentaron la decisión del Concejo como lo establece el numeral 136 párrafo 1 de la Ley General de la Administración Pública y por los cuales no lleva razón; así como por violación al debido proceso, al derecho de petición y al derecho de recibir una resolución motivada. Señala que la actividad de cultivo de piña fresca no está enmarcada dentro de los supuestos taxativos de la ley No. 7424, tratando el municipio de extender el tributo a actividades no afectas por el mismo, y tomando como base ingresos que no guardan relación con las actividades de su representada en el cantón. Considera que no se indicaron cuáles eran los elementos probatorios del expediente que se tomaron como base y su relación con lo resuelto por el Concejo, no se indicó cuál era la norma de la Ley de Patentes que sirvió de base para resolver, no se indicó cuáles normas del Código de Normas y Procedimientos Tributarios sirvieron de sustento para lo resuelto y no se dio respuesta a los argumentos esgrimidos por su representada. Invoca varias resoluciones en sustento de su dicho, tanto del Tribunal Contencioso Administrativo como de la Sala Constitucional. Estima que el procedimiento es un elemento formal del acto y cualquiera violación a sus formalidades esenciales acarrea la nulidad absoluta de lo actuado pues se le coloca en indefensión. Cita los artículos 31 y 32 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, y señala que el hecho generador del impuesto de patente nace de la misma ley por ser materia reservada a ésta, en el caso concreto la ley No. 7424 regula el impuesto de patente para el cantón de Buenos Aires, siendo el hecho generador una actividad lucrativa desarrollada dentro de la circunscripción territorial del cantón. Considera que los actos del alcalde y de la municipalidad son absolutamente nulos por extender un tributo a actividades que no están afectas por éste tomando como base ingresos que no guardan relación con sus actividades dentro del cantón. Cita los numerales 1 y 5 de la ley No. 7424 y los artículos 1 y 79 del Código Municipal en el tanto se limitan al cantón, sin que el municipio pueda alegar ignorancia de la ley, pudiendo gravar solo aquéllas actividades establecidas en ella. Alega además que la ley 7092 Ley de Impuesto sobre la Renta, indica que para el cálculo de la renta se tomarán en cuenta todas las rentas de fuente costarricense y en todos los cantones, no sólo las generadas en Buenos Aires. Señala que la certificación de Contador Público por ellos aportada ante el municipio –documento público que en su criterio tiene valor de plena prueba-, indicaba cual era el ingreso que correspondía por la actividad industrial generada en ese cantón, cifra muy inferior al total de ingresos nacionales declarados ante la Tributación Directa. El vicio apuntado, en su opinión, se agrava porque se está extendiendo el impuesto a actividades de cultivo de piña fresca, no contempladas en la Ley de Patentes como objeto del impuesto. Señala que su representada realiza actividades en otros lugares del país, por ejemplo Limón, y que dicha actividad de cultivo de banano en nada se beneficia con los servicios municipales de Buenos Aires. Estima que se está violentando el texto de la ley, pues los elementos esenciales de la obligación tributaria (porcentaje del gravamen, base imponible, sujeto pasivo, hecho generador de la obligación) están establecidos en los textos de los artículos 1, 3, 4 y 15 de de la ley. La actividad de la división PINDECO es el cultivo de piña fresca para exportación que constituye una típica actividad agrícola, definición no contenida en el artículo 15 de la Ley de Patentes y por ende no afecta al impuesto. Considera que el empaque de fruta fresca realizada en la respectiva planta aunque no sufra proceso de transformación sí podría ser incluida como actividad industrial, y como tal sujeta al impuesto. El hecho generador establecido en la ley no comprende la actividad agrícola. Señala que las actividades lucrativas afectas al impuesto que nos ocupa, aparecen en el numeral 15 de la ley, y estima que obviarlo implica violentar el principio de legalidad constitucional y su derivado de interdicción de la arbitrariedad, ambos a su vez derivados del artículo 11 constitucional, así como la intangibilidad patrimonial, la buena fe y la confianza legítima de la actora. Considera que la ley No. 7424 grava las actividades realizadas en el cantón, sin incluir la agricultura, sino sólo la industria, comercio y los servicios, taxativamente. Sobre los actos impugnados señala que carecen de motivo, que su contenido es ilícito pues pretende imponer obligaciones sin sustento y opuesta a principios constitucionales de la tributación, por lo que están viciados de nulidad absoluta, invocando los numerales 1,11,132,133,165,166,169,170 y 175 de la LGAP. Procede a hacer una diferenciación entre el impuesto (que define como la obligación tributaria derivada de la autorización), y la licencia o patente (que define como la autorización de funcionamiento propiamente tal, derivada del ejercicio de la potestad de control para lo local derivada de los artículo 169 y 170 de la Constitución, por razones de naturaleza social para sufragar los servicios públicos que brindan los gobiernos locales), citando precedentes de la Sala Constitucional. Indica algunos pronunciamientos de la Procuraduría General de la República, y además señala que el carácter local de los gobiernos municipales se limita a su circunscripción territorial, por lo que, si éstos pueden cobrar con base en los ingresos de su compañía en todo el país, el municipio estaría trascendiendo el ámbito local conculcando lo dispuesto por el constituyente y violentando además la autonomía de los otros municipios, lo que evidencia, en su opinión, la ilegalidad de los actos impugnados. Estima que pretenden incluir los ingresos de su empresa en todo el país violenta los principios de razonabilidad y proporcionalidad constitucionales, pues sosteniendo tal tesis, hasta los agricultores y funcionarios municipales deberían pagar patente. Considera que la Municipalidad ha realizado una interpretación amplia y sesgada del texto legal para incluir actividades no comprendidas en el articulado legal por actividades no realizadas en su cantón. III. Como primera cuestión y a efecto de abordar el tema sometido a debate, debe definirse antes que nada, cuáles son las potestades tributarias que ostentan los municipios para el cobro del denominado impuesto de patente municipal. El impuesto de patentes municipales, regulado en los artículos 96 y siguientes del Código Municipal, grava las actividades lucrativas desplegadas por los diversos sujetos de derecho dentro de la circunscripción territorial de un determinado cantón sin poder ir más allá de dicha limitación espacial; actividades lucrativas que, valga recordar, no pueden desarrollarse mientras no se cuente con la licencia respectiva. Dicho impuesto se encuentra regulado expresamente por vía legal, para cada una de las Municipalidad del país. Así, la relativa al Cantón de Buenos Aires de la Provincia de Puntarenas – ley número 7424, publicada en el diario oficial La Gaceta No. 157 del 19 de agosto de 1994 -, en su artículo 1º, en concordancia con el citado Código Municipal, grava con este impuesto, toda actividad lucrativa de cualquier tipo realizada por sujetos de derecho, tanto personas físicas como jurídicas, en el cantón indicado. El término “actividad” resulta de sobra conocido y por “lucrativa” se entiende “(...)Todo aquello que produce utilidad, ganancia o provecho (...)” (Cabanellas, Guillermo. “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual”. Tomo V. Editorial Heliasta. Buenos Aires, Argentina. 1989. pág. 233). Por su parte, el doctrinario Giulianni Fonrouge califica el impuesto de patentes definiéndolo como sinónimo de impuesto a las actividades lucrativas y determina como elemento constitutivo del hecho generador o presupuesto fáctico del tributo, “(...) el ejercicio de cualquier comercio, industria, profesión, oficio, negocio o actividad lucrativa habitual (...)”. (Derecho Financiero, Volumen II. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1978. Pág. 975.). La jurisprudencia patria no ha sido ajena al tema en cuestión, y específicamente en lo atinente al impuesto de patente, éste fue abordado por la Sala Constitucional –entre otros- en el voto número 2197-92 de 14:30 horas del 11 de agosto de 1992, en el cual se expresó: “(...) "Distingue nuestra legislación entre la licencia propiamente dicha, que es el acto administrativo que habilita al particular para ejercer la respectiva actividad y el pago de impuesto propiamente dicho, que se denomina con el nombre de patente. La principal justificación teórica para imponer este tipo de tributo, es la ya tradicional en el ámbito del Derecho Municipal, que lo define como la imperiosa necesidad de sufragar el costo de los servicios públicos que el particular recibe de la Municipalidad; es decir, que los negocios comerciales o las actividades lucrativas, según la nomenclatura que utiliza nuestro Código Municipal, se ven altamente beneficiados con la seguridad, el orden, el aseo y la actividad municipal en general, por lo que deben de contribuir con el sufragar tales actividades del gobierno local. En doctrina se llama patente o impuesto a la actividad lucrativa, a los que gravan a los negocios sobre la base de caracteres externos más o menos fáciles de determinar, sin que exista un sistema único al respecto. Por el contrario, los sistemas de imposición de este tributo, son de los más variados pero sí tienen ciertas características que les son comunes. Por esto es que difieren las leyes del impuesto de patente de un municipio a otro y las bases impositivas pueden ser igualmente variadas, como por ejemplo sobre las utilidades brutas, las ventas brutas, a base de categorías o clases, o bien, de una patente mínima y otra máxima (...)". Relativo a los principios tributarios, en ese mismo fallo se determinó: "(...) Desde el punto de vista de la Doctrina del Derecho Tributario, los principios jurídicos más importantes son: a) el de legalidad de la tributación, conocido también, como reserva de ley; o lo que es lo mismo la exclusiva regulación de la actividad tributaria por ley formal; b) el principio de igualdad ante el impuesto y las cargas públicas, que alude a la necesidad de asegurar el mismo tratamiento a quienes se encuentren en análogas circunstancias (concepto relacionado más con la materialidad, que con la formalidad); este principio permite la formación de distintas categorías, en la medida de que éstas sean razonables, lo que a su vez exige que sea con total exclusión de discriminaciones arbitrarias; c) el de generalidad, que implica que no deben resultar afectadas con el tributo, personas o bienes determinados singularmente, pues en tal supuesto los tributos adquieren carácter persecutorio o de discriminación odiosa o ilegítima. Dicho en otra forma, el tributo debe estar concebido de tal forma, que cualquier persona, cuya situación coincida con la señalada como hecho generador, será sujeto del impuesto (...)”. Como se obtiene con meridiana claridad de lo anteriormente expuesto, las corporaciones municipales cuentan con amplias facultades a la hora de imponer el impuesto de patente, pero no obstante ello, cada caso debe analizarse en particular, a fin de determinar si la actividad que es desarrollada por una persona física o jurídica del territorio del cantón, enmarca dentro del supuesto fáctico que la norma legal establece por definición como hecho generador del tributo. IV. En el caso que nos ocupa, la empresa actora aduce que se procedió a tasar el impuesto de patente respectivo con base en los ingresos totales por ella percibidos a partir de sus actividades en todo el territorio nacional y según su declaración de impuesto sobre la renta, lo cual estima incorrecto. Al respecto, debe indicarse que de conformidad con el numeral 15 de la ley No. 7424, el empaque de piña realizado por la actora dentro del cantón de Buenos Aires, debe incluirse como una actividad industrial, tal y como acertadamente lo admite de manera expresa en su libelo de demanda la accionante, y en ese tanto, la misma resulta susceptible de cubrir el importe por impuesto de patente que la legislación especial vigente contempla, particularmente en su artículo 15, bajo la condición de sujeto pasivo del tributo de marras. Una vez definido tal aspecto, resta por dilucidar si la base imponible para el cálculo del mismo resulta ser el ingreso global reportado ante la Dirección General de Tributación Directa por parte del contribuyente como renta para el período fiscal respectivo, o si deberá serlo con base en los ingresos producidos exclusivamente en el cantón de Buenos Aires de Puntarenas. Al respecto, establece la ley No. 7424, en lo que interesa: “ARTICULO 3.Factores determinantes de la imposición.Salvo los casos en que esta Ley determine un procedimiento diferente para fijar el monto del impuesto de patentes, se establecen como factores determinantes de la imposición, los ingresos brutos anuales que perciban las personas físicas o jurídicas afectas al impuesto, durante el período fiscal anterior al año que se grava. Los ingresos brutos no incluyen lo recaudado por concepto del impuesto establecido en la Ley del impuesto sobre las ventas. En el caso de los establecimientos financieros y de correduría de bienes muebles e inmuebles, se consideran ingresos brutos los percibidos por concepto de comisiones e intereses.” “ARTICULO 4.-Porcentaje aplicable a los ingresos brutos.Los ingresos brutos anuales, producto de la actividad realizada, determinarán el monto del impuesto de patentes que le corresponde pagar a cada contribuyente. Se aplicará el uno coma cinco (1,5) por mil sobre los ingresos brutos. Esta suma dividida entre cuatro determinará el impuesto trimestral por pagar.” (el subrayado y la itálica no corresponden al original). De los textos legales transcritos se deriva que el monto a cancelar por concepto de impuesto de patente municipal, será determinado sobre la totalidad de los ingresos brutos anuales del contribuyente, resultando ésta su base imponible. Ante la claridad de las normas transcritas, resta entonces por determinar si tales tributos deben ser calculados sobre el ingreso total a percibido a nivel nacional por el contribuyente, o bien, tomando en consideración sólo los ingresos producidos a nivel cantonal, como aduce la accionante. El numeral 169 de la Constitución Política establece, en lo que interesa: “ARTÍCULO 169.- La administración de los intereses y servicios locales en cada cantón, estará a cargo del Gobierno Municipal, formado de un cuerpo deliberante, integrado por regidores municipales de elección popular, y de un funcionario ejecutivo que designará la ley.” Dicho numeral del texto fundamental delimita el ámbito de las competencias propias de las corporaciones municipales a una circunscripción territorial, al señalar expresamente que la administración de los intereses y servicios locales se hará siguiendo la división político-administrativa cantonal establecida en el artículo 170 de la Constitución. En ese tanto, las potestades auto-organizativas y de gobierno que la autonomía constitucional confiere a los municipios, únicamente pueden ser ejercidas -de manera conforme a derecho-, dentro de dicho territorio. Por ello, el extender sus actuaciones fuera de los linderos limítrofes cantonales, implicaría una extralimitación de sus potestades de imperio y competencias, lo cual sin duda alguna vulneraría a su vez la autonomía que la propia Constitución, en condiciones de paridad, ha conferido a los demás gobiernos locales, circundantes con aquél que se extralimitó. Por ello, es criterio de este Tribunal que al ser la competencia municipal estrictamente territorial, no puede válidamente concluirse que para la determinación del impuesto de patente municipal, deba recurrirse a la suma global de los ingresos a nivel nacional generados por la contribuyente, sino que por el contrario, debe cada municipio proceder al cálculo de ése tributo, utilizando como base imponible del mismo, los ingresos brutos, pero exclusivamente los generados en la circunscripción territorial de su competencia, de conformidad con la autonomía municipal de repetida cita, y en aplicación de los principios de razonabilidad y proporcionalidad constitucionales. Así las cosas, en el caso que nos ocupa estima esta Cámara que mal hizo la Municipalidad de Buenos Aires al tasar el impuesto de patentes que corresponde cubrir a la empresa actora, tomando como base imponible para ello los ingresos declarados por concepto de impuesto sobre la renta para todo el país, cuando era lo correcto basarse únicamente en los generados por el desarrollo de actividades lucrativas desplegadas sólo en el cantón de Buenos Aires de Puntarenas. Bajo esta misma tesitura, y en aplicación de lo dispuesto por los artículos 6, 7, 8 y 9 de la ley No. 7424 deberá el contribuyente presentar la declaración jurada respectiva, pero englobando en ella únicamente los ingresos percibidos en el ámbito territorial del cantón del cual se trate. Ahora bien, si es cierto que la ley de repetida cita habla de la declaración de impuesto sobre la renta presentada por el obligado del tributo ante la Dirección General de Tributación Directa, ello tiene una lógica razón de ser y es que resulta usual, que las empresas y personas físicas quienes ejercen actividades lucrativas deben incluir en tales declaraciones los ingresos que perciban en un cantón determinado, de manera global con el resto de sus ingresos gravables; pero ésto no resulta ser una autorización para que los municipios pretendan, de manera desproporcionada e irrazonable, tasar sus tributos locales con base en ingresos ajenos a los generados dentro de su jurisdicción político administrativa, como erradamente lo han concluido la mayor parte de los gobiernos municipales. En el caso bajo estudio, la empresa actora presentó ante la entidad demandada una declaración de contador público autorizado en la cual detalló los ingresos por ella percibidos a raíz de su actividad en Buenos Aires, y a pesar de ello, tasó el impuesto de patente haciendo caso omiso de dicha información. Consecuentemente, estima este Tribunal que lleva razón en sus argumentaciones la actora, debiendo acogerse en todos sus extremos la demanda planteada y proceder a la anulación de los actos administrativos impugnados, por resultar abiertamente contrarios a derecho al no existir motivo legal suficiente para estimar que el impuesto de patente debe calcularse sobre el total de ingresos generados a nivel nacional por el contribuyente -como erróneamente lo ha dispuesto la demandada-, lo cual a su vez implica que el contenido de los actos impugnados resulta contrario no sólo al bloque de legalidad vigente, sino también a los principios de razonabilidad y proporcionalidad que integran el derecho de la Constitución, mismos que resultan de obligatoria observancia para el operador jurídico. V. A pesar de que a la demandada se le tuvo por rebelde, es deber del Juzgador analizar los presupuestos procesales de la litis, cuales son el derecho, la legitimación en sus dos acepciones y el interés, determinándose que todos se cumplen en el sub exámine para dar cabida a la acción que se pretende. Por un lado la actora, a quien se le imputa la obligación legal de realizar un pago por concepto de impuesto de patente municipal, y la demandada, entidad corporativa municipal quien figura como sujeto activo de dicha obligación tributaria. Se encuentra la primera legitimada acorde a derecho, según se indicó en los considerandos precedentes, para buscar el amparo de la ley y ostenta el interés suficiente para obtener un fallo jurisdiccional que defina el diferendo planteado entre ambas. VI. Como corolario de lo expuesto, debe declararse con lugar la demanda interpuesta, y consecuentemente se anula las resoluciones No. AMBA-PDOI-01-05 de las 10:00 horas del 25 de abril del 2005 dictada por la Alcaldía Municipal de Buenos Aires y el acuerdo del Concejo Municipal de Buenos Aires tomado en la sesión ordinaria No. 19-2005 del 10 de mayo del 2005. Se indica a dicho municipio que en lo sucesivo el monto por concepto de impuesto de patentes municipales para la actora deberá calcularse teniendo como base imponible los ingresos brutos generados por las actividades desplegadas en la circunscripción territorial del cantón de Buenos Aires. Siendo que en el presente caso, al haberse evidenciado en los considerandos precedentes el error en la aplicación de la base imponible para el cálculo del monto a pagar por concepto de impuesto de patente por parte de la accionante para el período fiscal 2005, debe indicarse que en criterio de este Tribunal, tales errores de cálculo bien pudieron generar algún pago de más en perjuicio de la actora y a favor de la Municipalidad de Buenos Aires, mismo cuya indemnización reclama. Sin embargo, de una lectura detallada de los autos se deriva que no hay dentro de la documentación traída al proceso, prueba que permita fehacientemente determinar la existencia de dichas diferencias, cuya devolución efectivamente puede exigir la accionante. Así las cosas, es lo procedente condenar a la Municipalidad de Buenos Aires a la devolución de las sumas pagadas de más por la Corporación Agrícola del Monte S.A. por concepto de impuesto de patente para el período fiscal indicado líneas atrás, en caso de que realmente hubiere la accionante cancelado ese adeudo tributario. Dichas sumas serán liquidadas y determinadas en etapa de ejecución de sentencia, dentro de este proceso. Se concede a la actora la indexación de las mismas, mediante la aplicación del Índice de Precios al Consumidor para traer a valor presente adquisitivo, el excedente del dinero por ella cubierto en su oportunidad. Una vez cuantificadas certeramente estas cantidades, las mismas devengarán réditos al tipo legal vigente que correrán a partir de la fecha en que la Corporación Agrícola del Monte realizó el pago respectivo y hasta la fecha de su efectiva devolución por parte de la accionada (artículo 79 y 83 inciso 11) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa). VII. Por la forma en que se resuelve este asunto, resulta de rigor imponer a la vencida el pago de ambas costas de esta acción. (Artículos 59.2 y 103 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y 221 del Código Procesal Civil).POR TANTO: Se declara con lugar en todos sus extremos la demanda intentada. Consecuentemente se anula la resolución No. AMBA-PDOI-01-05 emitida por la Alcaldía Municipal de Buenos Aires a las 10:00 horas del 25 de abril del 2005, así como también el acuerdo tomado por el Concejo Municipal de Buenos Aires de Puntarenas en la sesión ordinaria No. 19-2005 celebrada el 10 de mayo del 2005. Se condena a la Municipalidad de Buenos Aires a devolverle a la actora las sumas por ella pagadas de más, por concepto de impuesto de patente municipal para el período fiscal 2005, de haberse realizado en su oportunidad el pago respectivo por parte de la accionante. Se concede a la actora la indexación de las mismas, mediante la aplicación del Índice de Precios al Consumidor para traer a valor presente adquisitivo, el excedente del dinero por ella cubierto en su oportunidad. Dichas sumas serán liquidadas y determinadas en etapa de ejecución de sentencia dentro del presente asunto. Una vez fijadas, las mismas devengarán intereses al tipo legal vigente, que correrán a partir de la fecha en que se realizó el pago y hasta su efectiva devolución. Son ambas costas de esta acción a cargo de la vencida. Notifíquese.Sandra M. Quesada Vargas. Eduardo González Segura. Francisco Jiménez Villegas. Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 2:26:05 PM Sentencia: 00003 Expediente: 04-000280-0161-CA Fecha: 14/08/2008 Hora: 2:20:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección VII ß&Ø¥ß% Expediente: 04-000280-0161-CA. Proceso Especial Tributario. Actor: CORPORACIÓN DE DESARROLLO AGRÍCOLA DEL MONTE S.A. Demandado: MUNICIPALIDAD DE BUENOS AIRES. No. 03-2008. TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN SÉPTIMA, Segundo Circuito Judicial de San José, a las catorce horas veinte minutos del catorce de agosto de dos mil ocho. Proceso Especial Tributario interpuesto por CORPORACIÓN AGRÍCOLA DEL MONTE S.A. , representada por su apoderado especial judicial Juan José Sobrado Chaves, mayor, divorciado, abogado, vecino de San José y portador de la cédula uno doscientos ochenta ochocientos setenta y tres, contra la Municipalidad de Buenos Aires , representada por su apoderado especial judicial Fernando Alberto Gamboa Calvo, mayor, soltero, abogado, vecino de San Isidro del General, portador de la cédula de identidad uno ochocientos ochenta novecientos cincuenta y nueve. RESULTANDO 1- Con fundamento en los hechos expuestos y citas legales invocadas, este proceso especial tributario, cuya cuantía fue fijada en cien millones seiscientos cuarenta y nueve mil cuatrocientos noventa y dos colones, tiene por objeto que en sentencia se declare, “Con lugar la demanda interpuesta. Se anule por ilegítimo y antijurídico lo actuado en las resoluciones impugnadas, así como sus antecedentes, de tal suerte que quede sin ningún valor ni efecto la pretensión tanto de gravar con el impuesto de patente municipal la actividad desempeñada en otros cantones, como la agraria que desarrolla esta compañía en Buenos Aires, y por lo tanto que se reduzca el monto de la obligación para que se ajuste únicamente a la actividad industrial que, interpretando de una manera amplia el texto de la ley, se realiza en las plantas de mi representada, tal y como se declaró oportunamente. En efecto, que se declare que sólo corresponde gravar con el impuesto de patente municipal las actividades industriales realizadas en el cantón de Buenos Aires. Que se restituya a mi representada en forma plena a la situación jurídica individualizada de la que se le privó al negarle el derecho a un pago legal, y por lo tanto se ordene la devolución de las sumas indebidamente cobradas más los intereses que correspondan. Que se condene a la demandada al pago de las costas del presente proceso.” 2- Que el representante de la Municipalidad de Buenos Aires contestó negativamente la demanda y opuso las excepciones previas de falta de legitimación Ad Causam Pasiva y Activa, falta de pago y la de defectuosa representación, todas las cuales fueron resueltas interlocutoriamente. 3- Que en los procedimientos se han observado las prescripciones de rigor y esta sentencia se dicta previa la deliberación correspondiente. Redacta el Juez Leiva Poveda; y, CONSIDERANDO: I- Peticiona el accionante a folio 249 del expediente principal se le otorgue plazo a las partes a fin de presentar su alegato de conclusiones. En razón de lo anterior y atendiendo a los Principios de Celeridad y Economía Procesal conoce este Tribunal la solicitud dicha. Sobre este particular se debe indicar que, estando el proceso especial tributario regulado en los artículos 81 y 82 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, y siendo que estas normas no mencionan dicha fase procedimental, la presentación del denominado “alegato de conclusiones”, regulado en el artículo 418 del Código Procesal Civil, mismo que es imprescindible entratándose del proceso ordinario o, de los procesos especiales en los que el legislador lo ordena expresamente, en el sublite deviene en inaplicable en razón de la especialidad del proceso tributario. El anterior ha sido el criterio establecido por la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, la cual analizando este tema ha considerado: "V. La materia tributaria o impositiva está regulada por la LRJCA como un procedimiento especial, consecuentemente, regido por normas específicas. De conformidad con el artículo 82 ibídem, debe ceñirse a lo dispuesto en la Sección I del Capítulo IV del Título IV de ese cuerpo normativo. Este canon preceptúa lo siguiente: “ El procedimiento se ajustará a lo dispuesto en esta Sección , cuando la impugnación tuviere por objeto cualquier acto o disposición sobre fijación o liquidación de impuestos, contribuciones, tasas, multas y demás rentas o créditos públicos definitivamente establecidos en vía administrativa, y no fuere la Administración la que demanda con su propio acto. ”(Lo subrayado no es del original). Por su parte, el numeral 83 ejúsdem, amén de indicar el órgano jurisdiccional competente para conocer este tipo de litigio, dispone las diferentes etapas que conforman este procedimiento especial. No estatuye -distinto a lo regulado en los ordinales 86 inciso 1, en materia municipal y 88 inciso 5, para la Separación de Directores de Entidades Descentralizadas- como estadio procesal previo al dictado de la sentencia, el deber de los juzgadores de otorgar a las partes un plazo para formular conclusiones. Por consiguiente, contrario a lo afirmado por los recurrentes, debe concluirse que en el Proceso Especial Tributario, al igual que sucede con la impugnación de los actos emanados de las Comisiones de Promoción de la Competencia y Nacional del Consumidor (artículo 83 bis) y la impugnación de los contratos de la Administración Pública y las licitaciones (numerales 89 y 90), no resulta procedente otorgar un plazo para que las partes formulen conclusiones, se repite, al no estar expresamente prevista esta etapa. Ergo, lo dispuesto en el artículo 58 del mismo cuerpo normativo sólo le resulta aplicable al proceso ordinario o general. Nótese que conforma la Sección Sétima del Capítulo I –Procedimiento Ordinario o General- del Título IV. En conclusión, no cometieron ningún yerro los juzgadores de instancia al no otorgar plazo alguno para la formalización de conclusiones sucintas. Por tanto, se impone el rechazo del presente motivo de disconformidad." (Sentencia 554-2005 de las 14 horas 25 minutos del 4 de agosto de 2005). Así las cosas, en aplicación de las normas referidas, se rechaza la solicitud planteada y se procede a dictar la presente sentencia. II- Se tienen por demostrados los siguientes hechos de importancia: 1) Que como hecho no controvertido se tiene que Corporación Agrícola del Monte S.A., es una empresa dedicada a la explotación agrícola (principalmente de banano y piñas), contando para ello con plantaciones de piña y plantas de procesamiento industrial en el Cantón de Buenos Aires (hecho segundo de la demanda, folio 109, y hecho primero de la contestación visible a folios 176 y 178); 2) Que el 26 de marzo de 2004 la actora presentó en la Municipalidad de Buenos Aires, su Declaración Jurada de Impuesto de Patentes, en la que se indicó un total de ingresos brutos de treinta y dos mil setecientos sesenta y nueve millones seiscientos sesenta y un mil novecientos cuarenta y cuatro colones, monto al cual se le dedujo la suma de veintitrés mil trescientos sesenta y cuatro millones cuatrocientos dieciséis mil doscientos nueve colones, reportándose como actividad industrial afecta al impuesto la cantidad de nueve mil cuatrocientos cinco millones doscientos cuarenta y cinco mil setecientos treinta y cinco (folios 1 y 2 del tomo I del expediente administrativo y hecho primero, letra b) de la contestación de demanda, folios 175 y 176 del expediente principal); 3) Que el día 21 de mayo de 2005, el Departamento de Patentes de la Municipalidad de Buenos Aires, resolvió mediante oficio DP-01-04, de las 13 horas del 25 de mayo de 2004, imponer una sanción de multa a la empresa actora correspondiente al diez por ciento del impuesto pagado el año anterior, la cual ascendió a cuatro millones trescientos sesenta y tres mil quinientos sesenta y nueve colones con cuarenta y seis céntimos. Dicha multa obedeció al retraso en la presentación de la declaración indicada, misma que debió ser presentada el día 15 de marzo de 2004 (folios 4 y 5, tomo I del expediente administrativo, y hecho octavo de la demanda folio 112); 4) Que el día 25 de mayo de 2005, el Departamento de Patentes de la Municipalidad de Buenos Aires, mediante resolución PDOI-01-04, resolvió que, no habiendo la empresa actora demostrado una justificación legal para modificar o recalificar el hecho generador de la obligación tributaria prevista en la Ley 7424, se determinó de oficio el monto a pagar por concepto de impuesto de patentes correspondientes al ejercicio fiscal 2003, en la suma de noventa y seis millones doscientos ochenta y cinco mil novecientos veintitrés colones (folios 6 a 10, tomo I del expediente administrativo, hecho séptimo de la demanda, visible a folio 111 del expediente principal); 5) Que el día 1º de junio de 2004 la actora presentó ante el Consejo Municipal de la Municipalidad de Buenos Aires “Recurso de Nulidad y Apelación” contra la resolución del Departamento de Patentes DP-01-04 (folios 11 a 15 del expediente administrativo); 6) Que mediante nota de fecha 2 de junio de 2004, dirigida al entonces Alcalde Municipal de Buenos Aires, la empresa actora solicitó entre otros aspectos que se declarara que sus actividades agrícolas estaban exentas del pago del impuesto de patente (folios 29 a 31 del tomo I); 7) Que mediante resolución de las 10 horas del 8 de junio de 2004, el entonces Alcalde Municipal de Buenos Aires rechazó la solicitud presentada por la empres a actora (Ver folios 46 a 50 del expediente administrativo y hecho primero de la demanda folio 108 del expediente principal); 8) Que como hecho no controvertido se tiene que la parte actora mediante escrito de fecha 9 de junio de 2004 , presentó ante el Consejo Municipal de Buenos Aires, Recurso de Apelación contra la resolución de las 10 horas del 8 de junio de 2004 dicta da por el Alcalde Municipal de dicha Corporación (folios 54 a 56 del expediente administrativo y hecho noveno de la demanda folio 112 y hecho noveno de la contestación folio 180 de la contestación ambos del expediente principal); 9) Que mediante escrito de fecha 15 de junio de 2004, la empresa actora ofreció como prueba para mejor resolver certificación emitida por su contralor interno en la que se indican: los ingresos totales de dicha empresa para el período 2003, el porcentaje que corresponde a la actividad piñera realizada en el Cantón de Buenos Aires, y la indicación expresa de que el resto de los recursos corresponde a actividades realizadas en otros cantones (Folios 63 a 65 del expediente administrativo); 10) Que el Consejo Municipal de Buenos Aires mediante acuerdo 24/2004 de fecha 15 de junio de 2004, acordó “En tiempo y forma. Declarar sin lugar los recursos interpuestos por la Corporación de Desarrollo Agrícola del Monte S.A., respecto a imposición de multa por no presentación oportuna de la declaración de impuestos de patente, dándose por agotada la vía administrativa, así mismo y de acuerdo al artículo 126 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, se declara la resolución recurrida como liquidación definitiva de la obligación tributaria. Se adjunta resoluciones completas. Acuerdo unánime y firme.” (Folio 67 del expediente administrativo); y 1 1 ) Que el Consejo Municipal de Buenos Aires mediante acuerdo 25/2004 de fecha 22 de junio de 2004, acordó “En tiempo y forma. Declarar sin lugar el recurso interpuesto por la Corporación de Desarrollo Agrícola del Monte S.A. respecto a pago de impuesto de patentes.” (Folio 85 del expediente administrativo) . I I I- SOBRE LA ACCIÓN: El representante de la empresa actora señala que los acuerdos tomados por el Consejo Municipal de Buenos Aires están viciados de nulidad, debido a que ese órgano confirmó actos dictados por el Departamento de Patentes, sin convertir el acto del inferior, pues estima que lo que correspondía en este caso, de conformidad con la Ley General de la Administración Pública ( artículos 129, 166 y 189), era la conversión dado que el referido departamento es incompetente ab initio por falta de competencia externa, pues de acuerdo al artículo 59 de la misma Ley las competencias externas frente a los administrados, y sobre todo las de imperio - que son el caso - sólo pueden ser otorgadas por ley. Argumenta que el Código Municipal no menciona siquiera entre los órganos municipales para estos efectos a esta oficina, por lo que en su caso sólo el Alcalde, como órgano ejecutivo general de la Municipalidad, contemplado en el Código Municipal ( artículos 14 y 17) podría emitir el indispensable acto previo necesario para justificar la imposición de una multa o el incremento forzoso del monto de un impuesto. Como agravios relativos a los elementos objetivos de los actos impugnados, indica que la Ley 7424, Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires, no incluye dentro del hecho generador a la agricultura, sino que, de las actividades lucrativas realizadas en el cantón, el legislador únicamente incluyó a la industria, el comercio y los servicios, y los definió así taxativamente, por lo que no cabe hacer una ampliación de los supuestos contemplados . E n razón de lo anterior considera que no hay razón para el cobro hecho por la municipalidad porque no existe un motivo. Agrega que pese a que en el artículo 1º de la Ley se hace referencia a “ las actividades lucrativ a s ” , considera que este mismo texto legal condicionó dicho ordinal a los artículos 3, 4, 5, y 15 de es e mismo cuerpo normativo . Señala que la c orporación municipal accionada confunde en sus acuerdo s, al “ sujeto pasivo ” con el “ hecho generador ” , lo anterior porque de conformidad con la ley de patentes de este cantón, las “actividades lucrativas afectas al impuesto” son las que aparecen reguladas en el artículo 15, de esta forma entre los sujetos pasivos (aquellos que realizan actividad lucrativa en el cantón) únicamente pagan impuesto los que se dediquen a esas actividades, dentro de las cuales no se enmarca el cultivo. Argumenta que en los acuerdos impugnados se le obliga a la empresa actor a a tributar por lo que produce en todo el territorio nacional , y no sólo por las actividades industriales que se realizan en el c antón de Buenos Aires, esto dado que en el procedimiento de determinación oficio sa del Impuesto de Patente, se utilizó como base de cálculo la Declaración de Renta que presentó la empresa actora al Ministerio de Hacienda , sin descontarse lo producido en otros cantones, porcentajes sobre los cuales ya se tributó en otras municipalidades. Finalmente , s e apunta que el contenido de los acuerdos también es ilícito , porque vulnera el P rincipio de A utonomía M unicipal, el P rincipio de I nterdicción de la Arbitrariedad derivado del P rincipio de Legalidad y el Principio de Razonabilidad y Proporcionalidad. El representante de la parte actora cita a favor de sus argumentos las sentencias de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia no. 9 de las 14 horas 45 minutos del 16 de enero de 1991 y la no. 68 de las 16:10 horas del 8 de mayo de 1991, cita también la sentencia no. 2-2000 de las 11 horas 15 minutos del 7 de enero del 2000, dictada por la S ección P rimera de este Tribunal, todas las cuales estima, han declarado , ante casos y textos legales idénticos , que la actividad agrícola no puede ser incluida dentro de los supuestos sujetos al pago del impuesto de patente porque eso contraviene el propio texto del articulado. Por su parte, el representante de la Municipalidad d e Buenos Aires se opuso a l os argumentos presentados por la actora , indic a que en los acuerdos adoptados por el Consejo Municipal no era necesario realizar una conversión, pues ésta resultaba innecesaria ya que el Departamento de Patentes si tenía competencia para emitir actos administrativos externos. Señala que si bien ese Departamento no aparece citado en el Código Municipal, no debe perderse el norte de que las Corporaciones Municipales gozan de autonomía administrativa, sea, tienen la potestad de crear los departamentos que se consideren necesarios para el buen servicio público , conforme al artículo 4 de la Ley General de la Administración Pública. Al respecto destaca el artículo 2 de la Ley 7794 , denominado Código Municipal: “La municipalidad es una persona jurídica estatal, con patrimonio propio y personalidad, y capacidad jurídicas plenas para ejecutar todo tipo de actos y contratos necesarios para cumplir sus fines.” Ello se refuerza con lo dispuesto en el artículo 4 inciso a) al indicar “La municipalidad posee autonomía política, administrativa y financiera que le confiere la Constitución Política. Dentro de sus atribuciones se incluyen: a) Dictar los reglamentos autónomos de organización y de servicio, así como cualquier otra disposición que autorice el ordenamiento jurídico.” Por lo anterior, considera que los funcionarios del Departamento de Patentes de la Municipalidad del Cantón de Buenos Aires, en virtud del nombramiento legal y eficaz de l que son titulares, son competentes para emitir el acto o los actos del procedimiento administrativo , de acuerdo con el artículo 11 de la Ley General de la Administración Pública. Señala que la ley no. 7424 establece que toda persona que se dedique al ejercicio de actividades lucrativas en el cantón de B uenos A ires, debe pagar a la municipalidad el impuesto de patentes, por lo anterior, más que determinar qué actividades están o no afectas al impuesto, el hecho generador de la obligación tributaria , se da por el despliegue, por parte del sujeto pasivo, de una actividad lucrativa . Actividad cuyo parámetro, más que cómo se desarrolla, se ve representado por el factor de lucro . Si la actividad desplegada se lleva a cabo en la prosecución de un lucro, la misma por ley está afecta al impuesto de patentes. Estima que es completamente errado entender que la actividad agrícola desplegada por la actora no esté afecta al impuesto por no encontrarse expresamente establecida en el artículo 15 de la Ley 7424. Aclara que si el legislador omitió referirse en este artículo a la actividad agrícola, lo hizo en función de aquella (actividad agrícola) de subsistencia que no tenga como fin lucrar con el producto obtenido. Así las cosas, considera que pretender que la actora despliega su actividad agrícola sin perseguir un fin de lucro, es ilusorio y absurdo, máxime que han sido demostrados los altos ingresos brutos que recibe anualmente. En relación con el supuesto cobro para actividades realizadas por la actora en otros cantones, la representación de la corporación municipal indica que durante el procedimiento de determinación oficio sa , la empresa nunca presentó documentos que demostraran el pago de impuesto de patentes en otras m unicipalidades, por lo cual, el cálculo se realizó sobre el total de los ingresos brutos, toda vez que, el sujeto pasivo de la obligación tributaria no aportó la prueba idónea para rebajar el cálculo del monto debido. Agrega que la multa impuesta a la actora obedeció exclusivamente a su retra s o en la presentación de la declaración de l impuesto de patente , y que su cálculo se hizo conforme lo dispone la normativa vigente. Finalmente, se señala que con las conductas administrativa recurridas no se violentó ninguno de los principios enunciados por la representación de la actora , pues todas las actuaciones de la corporación municipal de Buenos Aires son conformes con el ordenamiento jurídico. El representante de la Municipalidad demandada cita en favor de sus argumentos el dictamen C-172-2003 de la Procuraduría General de la República y la sentencia 2631-1995 de la Sala Constitucional. I V - Existencia del vicio de incompetencia como presupuesto para la exigibilidad de la aplicación de la conversión. La representación de la empresa actora señala que las conductas administrativas impugnadas están viciadas de nulidad absoluta, debido a que mediante ellas el Consejo Municipal del Cantón de Buenos Aires, confirmó actos desplegados por otro órgano de esa corporación municipal, a quienes considera incompetentes para la emisión de actos administrativos externos, todo lo anterior sin que en los acuerdos municipales se procediera previamente, a convertir dichas conductas en los términos regulados por el artículo 189 de la Ley General de la Administración Pública, única vía que a su criterio permitía corregir los vicios de nulidad absoluta por carencia de competencias. Por lo anterior, está claro que para determinar si los acuerdos impugnados debieron convertir los actos administrativos del Departamento de Patentes, previamente ha de determinarse si las conductas confirmadas están viciadas o no de esta clase de nulidad, ello estableciendo si dicho Departamento tiene competencia para emitir actos administrativos externos. Tanto la legislación vigente como la jurisprudencia son contestes en considerar a la competencia como un elemento que necesariamente debe concurrir para que una determinada conducta administrativa sea válida. En esta dirección lleva razón el representante de la empresa actora en cuanto a que de acuerdo con el artículo 59 inciso 1) de la Ley General de la Administración Pública, la competencia debe estar regulada por ley siempre que contenga la atribución de potestades de imperio. El precepto referido, consagra la máxima que indica que “la competencia es al órgano como la potestad es al ente”. Ergo, a partir de una correcta inteligencia del canon referido, se colige que en el marco del Bloque de Legalidad, las potestades de imperio se atribuyen a los entes por ley, y éstas (las potestades), se desdoblan en diversas competencias que los órganos del ente deben ejercer en aplicación de la vertiente positiva de dicho bloque. En cuanto al elemento de la conducta administrativa denominado “competencia”, el cual es objeto del presente análisis, ha de indicarse que los vicios relacionados a dicho elemento pueden ser de dos tipos. Existe un vicio de incompetencia relativa cuando un órgano emite actuaciones administrativas que están enmarcadas en la esfera competencial de otro órgano del mismo ente, por otra parte, se configura un vicio de incompetencia absoluta, cuando un órgano de un ente realiza una conducta administrativa que le corresponde a un órgano de otro ente. Adicionalmente, ha de recordarse que las administraciones públicas, como organizaciones modernas, procuran alcanzar los fines a los cuales sirven, distribuyendo competencias en razón de la especialidad de cada uno de sus órganos. Este Principio de Especialización de la Administración Pública se encuentra recogido expresamente en el artículo 62 de la Ley General de la Administración Pública, norma que textualmente establece: “ Cuando una norma atribuya un poder o un fin a un ente u órgano compuesto por varias oficinas sin otra especificación, será competente la oficina de función más similar y, si no la hay, la de grado superior.” En el presente caso, es menester indicar, como bien apunta el representante de la Municipalidad de Buenos Aires, que el legislador otorgó mediante ley, (Código Municipal) la Potestad Tributaria a las corporaciones municipales (entes públicos menores), y con base en su autonomía de segundo nivel consagrada en la propia Constitución Política, estos entes descentralizados territorialmente, pueden distribuir válidamente, a través de los canales jurídicos apropiados, las competencias entre sus órganos técnicos especializados. Así las cosas, en el sublite no sería posible concluir que se presenta una nulidad absoluta no sólo porque se está ante relaciones entre órganos pertenecientes a una misma corporación municipal (Departamento de Patentes, Alcalde y Consejo Municipal), sino porque como lo señala la representación de la Municipalidad, se está frente a un ente público menor con personalidad jurídica competente para distribuir sus competencias entre sus órganos especializados. En el caso concreto, las resoluciones DP-01-04, de las 9 horas del 21 de mayo de 2004, y DPBA-PDOI-01-04, de las 13 horas del 25 de mayo de 2004, cuestionadas por la parte actora, fueron suscritas por la señora Ana Esquivel Abarca, Encargada de Patentes, y por el señor Bernardo Vargas Castañeda, Coordinador de la Administración Tributaria de dicha corporación municipal. Estos órganos detentan sus competencias en materia de patentes en razón de lo establecido expresamente en el Manual Básico de Organización de la Municipalidad de Buenos Aires, texto que al referirse a la Administración Tributaria municipal indica “Es la instancia responsable en aplicar, percibir y fiscalizar los tributos mediante una serie de normas que regulan las relaciones entre la Municipalidad y el contribuyente. ” . Por otra parte, al referirse a las competencias del Departamento de Patentes, dicho texto establece: “ Mantener actualizado el registro de patentados en relación con la cantidad y clasificación de éstos, según su actividad lucrativa, distrito y monto. Velar porque los recibos para el pago de impuestos por patente se emitan y se cobren oportunamente. (…). Facturar el cobro municipal a partir de la información aportada por las diferente (sic) áreas de trabajo de la institución, según los impuestos y tasas vigentes. Ejecutar administrativamente el cobro de los impuestos y tasas municipales. Gestionar el cobro judicial y extrajudicial de las cuentas atrasadas. Mantener informados a los contribuyentes de las fechas de vencimiento de pago ”. Ergo, establecido que el Departamento de Patentes no es incompetente para adoptar conductas administrativas externas, enmarcadas dentro de la Potestad Tributaria Municipal, sus actos no están viciados de incompetencia absoluta y, en consecuencia los acuerdos adoptados por el Consejo Municipal no requerían de la aplicación del instituto de la conversión para poder ser válidos. V- Regularidad jurídica de la multa impuesta a la empresa actora. Los artículos 5 y 13 de la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires, Ley no. 7424, establece: “Declaración jurada municipal.Cada año, a más tardar el 30 de noviembre, las personas a quienes se refiere el artículo 1 de esta Ley presentarán a la Municipalidad una declaración jurada de sus ingresos brutos. Con base en esta información, la Municipalidad calculará el impuesto por pagar, en firme y sin previo procedimiento. Para tales efectos, la Municipalidad deberá poner a disposición de los contribuyentes los respectivos formularios, a más tardar un mes antes de la fecha señalada. En casos especiales, cuando las empresas hayan sido autorizadas por la Dirección General de la Tributación Directa para presentar la declaración en fecha posterior a la establecida en la ley, estas empresas podrán presentarla a la Municipalidad dentro de los cinco días hábiles siguientes a la fecha autorizada.” “Sanción.Los contribuyentes que no presenten la declaración jurada municipal, dentro del término establecido en el artículo 5, serán sancionados con una multa del diez por ciento del impuesto de patentes correspondiente a todo el año anterior.” Sobre este extremo debe indicarse que pese a que la actora cuestiona los actos administrativos que imponen y confirman la sanción por el retraso en la presentación de la Declaración Jurada del Impuesto de Patentes (dado que ésta la entregó varios días después de fenecido el plazo para su presentación), y que no discute la extemporaneidad propiamente dicha, ni los parámetros utilizados para la tasación de la sanción, sino únicamente la competencia del Departamento de Patentes para emitir actos externos, tema que fue analizado en el considerando anterior, este Tribunal estima que lleva razón la representación de la Municipalidad de Buenos Aires, en cuanto a que esa corporación únicamente realizó una típica actividad reglada, en la que una vez determinada la existencia del motivo, que consistió en el retraso, procedió a establecer una sanción legalmente determinada, la cual en este caso, correspondió a un 10% del impuesto pagado el año anterior. Por lo anterior, se concluye que la sanción impuesta se ajusta al Bloque de Legalidad y así debe declararse. V I - El elemento espacial del hecho generador en la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires, Ley no. 7424 . Este componente del presupuesto de hecho del tributo, permite delimitar la dimensión espacial del impuesto de patente en el cantón de Buenos Aires. En este caso concreto, la determinación del referido elemento espacial se extrae de la relación entre los artículos 79 del Código Municipal y 1 de la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires. En este sentido el canon 79 del código citado indica: “Para ejercer cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con la licencia municipal respectiva, la cual se obtendrá mediante el pago de un impuesto. Dicho impuesto se pagará durante todo el tiempo que se haya ejercido la actividad lucrativa o por el tiempo que se haya poseído la licencia, aunque la actividad no se haya realizado.” Por su parte el ordinal 1º de la Ley no. 7424 preceptúa: “Las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de actividades lucrativas de cualquier tipo, en el cantón de Buenos Aires , estarán obligadas a pagar a la Municipalidad un impuesto de patentes, de conformidad con esta Ley.” (El original no está en negrita). En este caso concreto, la empresa actora manifestó su desacuerdo con lo resuelto por la corporación municipal de Buenos Aires, por cuanto en el procedimiento de determinación de oficio de la que fue objeto, se tasó su impuesto de patente, tomándose en cuenta las actividades que la empresa realiza no sólo en el dicho cantón, sino la que desarrolla en todo el país. Por su parte, el representante de la Municipalidad de Buenos Aires señala en su escrito de contestación “que la actora nunca presentó documentos que demostraran el pago del impuesto de patentes en otras Municipalidades” . No obstante lo anterior, este Tribunal tiene por probado (hecho noveno) que mediante escrito de fecha 15 de junio de 2004, la empresa actora ofreció como prueba para mejor resolver certificación emitida por su contralor interno, en la que se indicaban los ingresos totales de dicha empresa para el período 2003, el porcentaje que correspondía a la actividad piñera realizada en el Cantón de Buenos Aires, y la indicación expresa de que el resto de los recursos obedecen a otras actividades realizadas en otros cantones, por lo anterior y en razón de la certificación emitida por el Lic. Durán Rojas, Contador Público Autorizado, visible en el expediente al folio 139, este Tribunal estima que en el subjudice la Municipalidad de Buenos Aires, excedió sus potestades tributarias al grabar con el impuesto de patentes, actividades realizadas en otros cantones del país. Ergo, debe ordenarse la devolución a la empresa actora, de la diferencia entre lo pagado por concepto de patentes calculado sobre su renta bruta y, lo que en derecho corresponde por las actividades gravables realizadas en el cantón de Buenos Aires. VI I - El elemento material del hecho imponible en la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires, Ley no. 7424. El objeto del tributo, viene determinado por la manifestación de riqueza o capacidad económica intrínseca al propio hecho generador. A efectos de decantar el referido elemento material, es menester relacionar el artículo 1º de la Ley no. 7424 supra transcrito, el cual indica que estarán obligadas a pagar impuesto de patentes quienes se dediquen a actividades lucrativas de cualquier tipo, con el artículo 15 de ese mismo cuerpo normativo, el cual textualmente indica: “Actividades lucrativas afectas al impuesto.Todas las actividades lucrativas, que seguidamente se señalan, comprendidas en la clasificación internacional de actividades económicas, pagarán conforme a lo dispuesto en los artículos 3 y 4 de esta Ley, excepto las señaladas en el artículo 16. a) Industria Se refiere al conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la extracción, la transformación o la manufactura de uno o varios productos. Incluye el procesamiento de productos agrícolas y la transformación mecánica o química de sustancias orgánicas o inorgánicas en productos nuevos, mediante procesos mecanizados o no, en fábricas o domicilios. Implica tanto la creación de productos, como los talleres de reparación y acondicionamiento. Comprende la extracción y la explotación de minerales, metálicos y no metálicos, en estado sólido, líquido o gaseoso; la construcción, la reparación o la demolición de todo tipo de edificios, instalaciones y vías de transporte; las imprentas, las editoriales y los establecimientos similares. En general, se refiere a mercaderías, construcciones, bienes muebles e inmuebles. b) Comercio Comprende la compra y la venta de toda clase de bienes, mercaderías, propiedades, títulos valores, moneda y otros. Además, los actos de valoración de los bienes económicos, según la "oferta y la demanda", tales como casas de representación, comisionistas, agencias, corredores de bolsa, instituciones bancarias y de seguros, salvo las estatales, instituciones de crédito y, en general, todo lo que involucre transacciones de mercado de cualquier tipo. c) Servicio Comprende los servicios prestados al sector privado, al público o a ambos, atendidos por organizaciones o personas privadas. Incluye el transporte, el almacenaje, las comunicaciones, los establecimientos de esparcimiento y de enseñanza privada, con excepción de los semioficiales.” En relación con este tema, el representante de la parte actora argumentó que el elemento material debe determinarse a partir de una interpretación sistemática de los artículos 1 y 15 de la Ley no. 7424, normas que delimitan el objeto del tributo. Por su parte, la Municipalidad de Buenos Aires sostiene que el aspecto determinante es el lucro, lo cual en el caso de la empresa actora engloba tanto sus actividades agrícolas como industriales. En otras oportunidades ya este Tribunal se ha pronunciado, en procesos en los que se discutió si la actividad agrícola puede ser grabada con un impuesto de patentes, en aplicación de textos legales con redacciones similares a la de la Ley de Impuestos Municipales de Buenos Aires. En el más reciente de esos procesos, siguiendo la línea de dos sentencias anteriores, este Tribunal estimó: “La cita interesa por varios motivos importantes, en primer lugar define cuales actividades lucrativas están afectas al impuesto, de manera que si no están en la clasificación debe interpretarse que no pueden ser afectadas al mismo, ello se confirma cuando la misma norma dispone en forma directa que esas empresas pagarán las tarifas establecidas en los numerales 3, 4 y 16 de la misma ley, que son las que fijan el monto del tributo, de manera que si no hay otro tipo de gravamen para alguna labor o actividad diferente se debe entender que están excluidas del tributo. Finalmente, la norma citada da dos criterios importantes para resolver la cuestión, el primero es que define tres actividades lucrativas, servicios, comercio e industria, de las que, por lógica y por la fundamentación de los actos en cuestión interesa sólo la industrial, la cual se define por los verbos extraer, transformar, manufacturar y procesar, señalando que hay industria cuando se modifica y transforma una materia prima en un producto distinto, lo que no ocurre en la actividad lechera que se reduce a criar el ganado y extraer de él la leche cruda; el segundo aspecto es que la propia norma refiere a la clasificación internacional de actividades económicas, al efecto, una entidad oficial, que es una institución autónoma, como lo es el Instituto Nacional de Estadística y Censos, ha certificado según prueba que consta en autos, que la Clasificación Industrial Internacional Uniforme de Todas Las Actividades Económicas , utilizada por él es la oficial para el país y que, según la misma, la división 01 de Agricultura y ganadería incluye la cría de ganado lechero (clase 0121), lo cual involucra la producción de leche cruda, que expresamente se refiere como labor excluida en lo que se trata de la elaboración de leche fuera del establecimiento, que es la clase 1520, de elaboración de productos lácteos, que corresponde a la Categoría D: Industrias Manufactureras; esto es, cuando hay filtración, inspección y refrigeración de crema y de leche entera, fresca y líquida, separación de la crema de la leche, pasteurización, homogenización etcétera (folios 77-79 ibídem). Este análisis permite concluir que, de conformidad con la letra de la ley citada y las referencias jurídicas que la misma impone, la actividad de lechería pura y simple, o sea de cría de ganado para extracción de leche cruda no está gravada en la ley y los impuestos impugnados devienen ilegales.V.-En uno de los votos que cita el actor, el 347-2002 de la Sección Segunda de éste Tribunal, del diez horas cuarenta y cinco minutos del cuatro de octubre de dos mil dos, se conoció un caso muy similar, respecto de una ley con regulación análoga a la que se considera respecto del cobro de patente por la Municipalidad de Guácimo, en la que se discutía el mismo punto jurídico y se llegó a la misma conclusión, en aquel caso se indicó: " II- La Municipalidad de Guácimo acordó cobrarle a la sociedad actora, los impuestos municipales de conformidad con la Ley de 7545 de 21 de setiembre de 1995, denominada Ley de Tarifa de Impuestos Municipales del Cantón de Guácimo, que en sus artículos 1 y 14 dispone: (…) III.- Como es sabido, en materia impositiva rige el principio de reserva legal, la que si bien es de carácter relativo, exige la definición de los elementos básicos del tributo a través de una ley formal. Esto así por virtud de lo dispuesto en la Constitución Política (Artículo 121 inciso 13), y en el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios en concordancia con los numerales 11, 59 y 124 de la Ley General de la Administración Pública. Lo anterior implica que en materia impositiva debe estarse al mandato expreso de la Ley, sin que sean viables las interpretaciones analógicas y extensivas, allí donde puede haber gravamen para el patrimonio del particular. Por esto mismo, le está vedado a la Administración -en este caso la Municipal-, la creación de los presupuestos del tributo a través del simple ejercicio de potestades administrativas. Esta conclusión se reafirma con la misma ley de referencia (N° 7545), cuando en su artículo primero obliga al pago de un impuesto de patente: " conforme a esta Ley ". La interpretación no puede ser otra: para establecer la obligación Tributaria debe atenderse a lo dispuesto expresamente por el cuerpo normativo en mención, pues tampoco podría afirmarse que por ser lucrativa, toda actividad está afecta al tributo que establezca el municipio por simple acuerdo. Esta última, sería una interpretación violatoria, en forma flagrante, al supra-citado principio de reserva de Ley. IV- De acuerdo con lo anteriormente dicho, las actividades lucrativas a que se refiere el artículo primero, son aquellas que con detalle enumera el artículo 14, porque si se toma el primero de ellos en forma independiente, se llegaría al absurdo de que las personas físicas que devengan un salario, como gestión honerosa, tendrían que pagar impuestos municipales. De manera que para poder determinar los sujetos que han de cubrir este impuesto a la Municipalidad de Guácimo según su ley, debe analizarse si su accionar se encuentra enmarcado dentro de los supuestos del artículo 14, tal como lo señaló con acierto la sentencia de la Sección Primera de este Tribunal, N° 2-2000, de las 11:15 hrs. del 7 de enero del 2000. V- De lo anterior se deduce que aquellas personas o empresas que se dedican al giro agrícola no están obligadas a pagar impuestos municipales a la accionada, puesto que la transformación y tratamiento con productos químicos a que alude el informe del asesor legal, en el caso de la actora no está dirigido obtener productos nuevos, ni se trata tampoco de un intermediario, sino que el proceso normal que sufren los productos agrícolas, por lo que la accionante se enmarca dentro de lo que se conoce como empresa agrícola , no equiparable a una industria o comercio, como lo ha entendido el ente corporativo. Al respecto ha resuelto la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, entre otras en la resolución No. 68 de 16:10 horas del 8 de mayo de 1991, ... “ Razonamientos que son de recibo en este caso.VI.-En consecuencia, al basarse el criterio municipal para determinar la existencia del tributo en una interpretación contraria al espíritu de la norma a aplicar, su contenido resulta ilegal y por ende los actos de cobro también, por lo que procede acoger la demanda y declarar la nulidad del acuerdo dictado en el Capítulo IV, artículo I, inciso B, de la Sesión Ordinaria Nº 124 del municipio demandado y la del que lo confirmó, en la que se denegó la petición de devolución de lo pagado y ordenó mantener el cobro del impuesto de patente sobre la actividad de lechería desplegada por la actora, la cual no se encuentra sujeta al pago de ese tributo, según lo dispuesto por la Ley 7463, por ende debe dicha corporación devolver el monto cancelado por ese concepto por la accionante hasta la fecha, así como los intereses correspondientes, calculados sobre las sumas pagadas, anteriores y posteriores a la fecha de la presente demanda, todo a tenor de lo dispuesto en el artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios.“ (Sentencia no.301-2007 dictada por la Sección Primera, de este Tribunal a las 11 horas 15 minutos del 3 de agosto de 2007. En igual sentido ver sentencias no. 22000 de la Sección Primera, de las 11 horas 15 minutos. del 7 de enero del 2000, y no. 347-2002 de la Sección Segunda, de las 10 horas 45minutos del 4 de octubre de 2002.) De la cita anterior, resulta claro que este Tribunal ha mantenido una línea uniforme, en cuanto a que en materia de patentes, el elemento material del hecho generador, debe construirse a partir de una interpretación armónica y sistemática, leyéndose el artículo primero en función de aquel otro canon que enumera taxativamente las actividades lucrativas en cada ley de patentes. La representación municipal señala en respaldo de su tesis, que la Sala Constitucional en voto no. 2631-95 de las 16 horas 3 minutos del 23 de mayo de 1995, estimó, al analizar un supuesto de hecho con las mismas características a las del presente caso, que la actividad agrícola si debe ser objeto del impuesto de patente. En dicha resolución el tribunal constitucional consideró: “ “X).-Por otra parte, el alegato de que el artículo 13 de la Ley 7285 no incluye la agricultura dentro de las actividades gravadas, es igualmente improcedente, pues según se desprende del artículo 1 de la Ley, la obligación de tributar es para "Las personas físicas o jurídicas, que se dediquen al ejercicio de cualquier actividad lucrativa dentro del Cantón de Poás...", y la actividad desarrollada por los accionantes -producción de helechos para la exportación- evidentemente lo es.- En este sentido cabe agregar, que la potestad de imposición de tributos no constituye por sí misma, un desincentivo a la producción; su legítimo ejercicio es más bien manifestación concreta de la obligación constitucional de contribuir a los gastos públicos, y en todo caso, si para los accionantes esa actividad debe ser incentivada a través de exenciones como la que pretende, u otros beneficios fiscales, tal pretensión excede evidentemente la competencia de la Sala, por ser ajena al control de constitucionalidad que le ha sido encomendado.-“ En razón de la existencia tanto de una línea jurisprudencial establecida por este Tribunal, como la de un precedente en una dirección distinta de la Sala Constitucional, este Tribunal estima que en razón de la naturaleza jurídica, el objeto y el fin del proceso en el que se sustancia la Acción de Inconstitucionalidad, y dado que el artículo 87 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional establece que: “ Las resoluciones que denieguen la acción deberán examinar todos los motivos de inconstitucionalidad que se hubieren alegado para fundamentarla. Únicamente surtirán efecto entre las partes en el caso concreto y no producirán cosa juzgada. La acción de inconstitucionalidad podrá ejercerse contra normas o actos previamente declarados constitucionales y en casos o procesos distintos.” situación que es justamente la que se presenta en la sentencia de la Sala Constitucional citada, a saber, el precedente referido corresponde a una Acción de Inconstitucionalidad denegada, por tanto éste no resulta vinculante. Así las cosas, este Tribunal estima que a la luz de los hechos tenidos por probados, de las citas legales y jurisprudenciales ya indicados, debe concluirse que la tesis jurídica sostenida por la Municipalidad de Buenos Aires, es contraria al texto de la Ley no. 7424, interpretada sistemáticamente como en derecho corresponde. Así las cosas, el contenido de los acuerdos dictados por el Consejo Municipal 24/2004 de las 14 horas del 15 de junio de 2004, y 25/2004 de las 19 horas 30 minutos del 22 de junio de 2004, resultan ilegales en el tanto gravan la actividad agraria de la empresa actora, y por ende el cobro del impuesto de patente en los términos pretendidos por la Municipalidad de Buenos Aires también lo es. Por todo lo anterior, procede acoger la demanda en este extremo y declarar la nulidad de los acuerdos dictados, esto por cuanto la actividad agrícola desarrollada por la empresa actora, no es objeto del impuesto de patentes en el Cantón de Buenos Aires, esto en razón de la regulación actual de la Ley de Impuestos Municipales de este Cantón, por lo anterior debe dicha corporación municipal devolver el monto que la actora hubiere cancelado en exceso, por ese concepto, hasta la fecha, así como los intereses correspondientes, calculados sobre las sumas pagadas, anteriores y posteriores a la fecha de la presente demanda, todo a tenor de lo dispuesto en el artículo 58 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios.VII I - Violación de los Principios de Legalidad, Interdicción de la Arbitrariedad, Razonabilidad y Proporcionalidad y Autonomía de otras corporaciones municipales. En lo relativo a la multa impuesta por la Municipalidad de Buenos Aires a la empresa actora, en razón del retraso en la presentación de su Declaración de Impuesto de Patentes, según se indicó supra, dicha conducta administrativa está plenamente reglada en el Bloque de Legalidad, motivo por el cual, al no existir ninguna extralimitación en las actuaciones administrativas de la corporación municipal en esta materia, tampoco hubo quebranto alguno de los principios arriba enunciados. Caso distinto sucede con lo acontecido respecto al cobro excesivo por impuesto de patente en el que incurrió la corporación demandada, pues con las conductas desplegadas fue más allá de lo que el ordenamiento jurídico le permite, situación que implicó una lesión al Principio de Interdicción de la Arbitrariedad derivación lógica del Principio de Legalidad. Adicionalmente, al ser la tasación realizada, “excesiva” gravando actividades no indicadas en la Ley no. 7424 (las agrarias) y otras realizadas en otros cantones del país, se debe concluir que con ello también se lesionaron el Principio de Autonomía de otras municipalidades y el Principio de Razonabilidad y Proporcionalidad. I X - Costas. En cuanto a las costas del presente proceso especial tributario, se resuelve sin especial condenatoria, acorde al numeral 222 del Código Procesal Civil y el artículo 98 inciso c) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, por existir vencimiento recíproco, pues pese a que resulta admisible la acción respecto del cobro excesivo realizado por concepto de impuesto de patentes, la multa impuesta si está ajustada a derecho. Por Tanto. Se declara parcialmente con lugar la demanda contencioso administrativa -especial tributaria- de CORPORACIÓN DE DESARROLLO AGRÍCOLA DEL MONTE SOCIEDAD ANÓNIMA, contra la MUNICIPALIDAD DE BUENOS AIRES, en consecuencia se declara la nulidad de los acuerdos 24/2004 y 25/2004 emitidos por el Consejo Municipal del Cantón de Buenos Aires, y de las demás conductas administrativas conexas en el tanto gravan con el impuesto de patentes las actividades agrícolas realizadas en dicho cantón y las efectuadas por la actora en otros cantones del país, por ende debe dicha corporación devolver las diferencias de los montos cancelados en exceso, así como los intereses correspondientes, entendiéndose denegada en lo no expresamente concedido. Se resuelve sin especial condena al pago de costas personales y procesales.Laura Araya Rojas Judith Reyes Castillo Jorge Leiva Poveda Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 2:49:54 PM Sentencia: 00053 Expediente: 07-0000040161-CA Fecha: 09/12/2008 Hora: 3:53:00 PM Emitido por: Tribunal Contencioso Administrativo Sección X NUE 07-000004-0161-CA No. 53 - 2008-SX TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y CIVIL DE HACIENDA. SECCION DÉCIMA. II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ, GOICOECHEA, Anexo A; a las quince horas cincuenta y tres minutos del nueve de diciembre del dos mil ocho. Proceso especial tributario establecido por CORICAFE S.A. representada por Eric Thormaehlen Hanke, mayor, casado una vez, empresario, vecino de San José, cédula de identidad 1-644-646, en su condición de Secretario, con facultades de apoderado generalísimo sin límite de suma, contra MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA, representada por Joyce Zürcher Blen, mayor, doctora en Filosofía, casada, vecina de Alajuela, cédula de identidad 1- 286-801, en su condición de Alcaldesa. Intervienen como coadyuvantes activos: Unión Nacional de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios Costarricenses (UPANACIONAL), Asociación Cámara Nacional de Exportadores de Cafe e Instituto del Cafe de Costa Rica. RESULTANDO 1) Fijada la cuantía de este asunto en ¢15.829.915,84 (f.107), la demanda se deduce con la siguiente pretensión: "1. Que se declare con lugar la demanda. 2. Que se declare y reconozca que la actividad lucrativa principal de Coricafé S.A. es de exportación de café. 3. Que se declare que por imposición de la ley 2762, Coricafé S.A. debe cumplir con las obligaciones impuestas por dicha ley, recaudando el porcentaje que corresponde a los productores. 4. Que el monto que responde a esta recaudación fijada por ley, no corresponde a la actividad lucrativa de Coricafé S.A. y por lo tanto no debe ser gravada por el impuesto de patente, cuyo hecho generador es precisamente el ejercicio de la actividad lucrativa. 5. Que se ordene a la Municipalidad de Alajuela el reajuste del impuesto de patente comercial cargado a Coricafé S.A. para el período 2006, a fin de que se calcule sobre los ingresos por ventas brutas de la empresa tomando en cuenta los ingresos reales generados por dicha empresa - por ser su actividad lucrativa principal de exportación de café, y las otras actividades lucrativas que ejerce - y en especial sobre el ingreso real percibido en la actividad de exportación de café y de conformidad con la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que percibió mi representada como utilidad máxima fijada por ley. 6. Que como resultado de este ajuste, se declare que la fijación del impuesto de patente comercial para el período 2006, corresponde a la suma de ¢2.806.373,12 y no como de forma confiscatoria lo fijó la Municipalidad de Alajuela. 7. Que se ordene a la Municipalidad de Alajuela, el reintegro a mi representada del monto cancelado de más, más los intereses legales que se generen desde el pago que efectuó mi representada, hasta el efectivo pago que haga la Municipalidad a favor de mi representada. 8. Que se le ordene a la Municipalidad de Alajuela, que utilice el mismo criterio para la fijación del impuesto de patentes para el año 2007, así como los años subsiguientes, es decir tomando en cuenta para la fijación del impuesto de Patentes los ingresos reales generados por dicha empresa y en especial sobre el ingreso real percibido en la actividad de exportación de café y de conformidad con la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que percibió mi representada como utilidad máxima fijada por ley. 9. Que se condene a la Municipalidad de Alajuela al pago de costas procesales y personales del presente proceso (fs 83-84 ). 2) La Municipalidad de Alajuela contestó negativamente la acción, opuso la excepción de falta de derecho y solicitó declarar sin lugar en todos sus extremos la demanda. Asimismo, que la recalificación del impuesto de patentes realizada se ajusta a lo que en derecho corresponde; y se ordene a la actora al pago del impuesto según lo establecido por dicho gobierno local (fs. 94-106). 3) Se tuvo como coadyuvantes activos a la Unión Nacional de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios costarricenses, Asociación Cámara Nacional de Exportadores de Cafe y el Instituto del Cafe de Costa Rica (fs. 47, 53, 58 y 65). 4) No se encuentran errores ni omisiones que impliquen nulidad ni indefensión para las partes, y: Redacta el juez Rodríguez Villalobos; y, CONSIDERANDO I. HECHOS PROBADOS: De importancia para la solución de este asunto, se tienen los siguientes: 1) La empresa CORICAFE S.A. reportó para el período fiscal 2005 la cantidad de ¢12.423.687.975,60 (doce mil cuatrocientos veintitres millones, seiscientos ochenta y siete mil novecientos setenta y cinco colones con sesenta céntimos) por concepto de "ingresos por ventas", suma compuesta de: ventas de café de exportación, por ¢11.183.105.102,90 (once mil ciento ochenta y tres millones, ciento cinco mil ciento dos colones con noventa céntimos), y ventas café consumo nacional, por ¢1.240.582.872,70 (mil doscientos cuarenta millones, quinientos ochenta y dos mil, ochocientos setenta y dos colones con setenta céntimos); y por utilidad neta - antes del impuesto sobre la renta -la suma de ¢9.295.516,57 (nueve millones doscientos noventa y cinco mil quinientos diecieseis colones con cincuenta y siete céntimos). (ver Estado de Resultados, período del 1 de octubre 2004 al 30 de setiembre del 2005, visible a folio 3 del expediente administrativo, en parte; y hecho cuarto de demanda y su respectiva contestación, también en parte). ---2) En la Declaración Jurada para el Pago del Impuesto de Patente para el año 2006 según la Ley 8236, la empresa actora manifestó: estar ubicada en Río Segundo de Alajuela, 500 metros al Este del EBAIS y dedicada a la actividad de exportación de café en grano oro (folio 9 del expediente administrativo). --- 3) En el formulario "Determinación del Impuesto de Patente según Ley 8236", el 13 de enero del 2006, la empresa actora declaró, bajo juramento, "Ventas o ingresos brutos del último año fiscal", por ¢467,340,040 (cuatrocientos sesenta y siete millones, trescientos cuarenta mil, cuarenta colones). Al cual anexó, entre otros, una carta, de igual fecha - 13 de enero del 2006 -, dirigida al Departamento de Patentes, de la Municipalidad, referente a la presentación de declaración de patente comercial, mediante la cual su representante legal señala, textualmente, que: "De acuerdo con lo que establece el Artículo 95 del Capítulo V de la Ley No., 2762 LEY SOBRE EL REGIMEN DE RELACIONES ENTRE PRODUCTORES, BENEFICIADORES Y EXPORTADORES DE CAFE del Instituto del Café de Costa Rica y que indica textualmente " La utilidad neta para el exportador por su intervención en el negocio no podrá ser mayor de un dos y medio por ciento del valor de la transacción, cuando compre asumiendo el riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener confirmación de la venta en el exterior, y de uno y medio por ciento, sobre la misma base, cuando actúe como simple intermediario", el resaltado es nuestro. Además siendo que el monto total de las ventas de café para el periodo fiscal 2005 ascendieron a un monto de ¢12,423.687.975 y que al aplicar un margen de utilidad del 2.5 %; esto de acuerdo con la Ley 2762; genera una utilidad bruta de ¢310,592.199; pero al ser la utilidad bruta real de ¢467.340.040; este es el monto que se asume para efectos de declarar el impuesto de patente para el año 2006." (folios 7 y 8 del expediente administrativo, en parte; y demanda y contestación, en parte). --- 4) Mediante Oficio No. 027-ROP- 06 del 13 de marzo de 2006, la Administración Tributaria de la Municipalidad de Alajuela (Patentes), le comunicó a la empresa CORICAFE S.A., en lo de interés, lo siguiente "De conformidad con lo dispuesto en los artículos 5, 7, 12, 13, 16 y 17 de la Ley 8236 de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela y luego de haber recibido la información de los ingresos brutos de la actividad del último año fiscal, por este medio le comunico que, de acuerdo con dichos ingresos, se ha recalificado de oficio el impuesto de patente municipal, por lo que el nuevo monto a pagar trimestralmente para este año 2006 asciende a la suma de ¢4.658.882,99, la cual responde al cálculo del 0.15 % de dichos ingresos, dividido entre los 4 trimestres del año. ..." (folio 10 del expediente administrativo, en parte, y demanda y contestación, en parte). --- 5) Mediante Oficio No. 150-P06 del 14 de marzo de 2006, la Administración Tributaria de la Municipalidad de Alajuela (Patentes), le comunicó a la empresa CORICAFE S.A., lo siguiente:"1Debido a que para el cobro del impuesto del año 2005 la Municipalidad no pudo obtener información de los ingresos brutos de la actividad del año fiscal 2004 para recalificar de oficio el impuesto según los parámetros, plazos y formalidades de la Ley 8236 de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela, por carecer de fundamento el monto actual cargado en el sistema se hará la modificación de las cargas tributarias para corregir el mismo a la suma trimestral pagada durante el período anterior, que es de ¢112,000,oo. Por lo tanto, para los 4 trimestres del año 2005, el monto a pagar será de ¢112,000,oo por cada uno. 2- En cuanto al pago del impuesto para el presente año 2006, le comunico que, según los términos del oficio 027-ROP-06 de Patentes adjunto y cumpliendo los términos, procedimientos y plazos de la Ley 8236 de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela, se ha recalificado de oficio el monto trimestral del impuesto según los ingresos brutos de la actividad del último año fiscal, por lo que el nuevo monto del impuesto de patente para el año 2006 es de ¢4.658.882,99, (cuatro millones seiscientos cincuenta y ocho mil ochocientos ochenta y dos colones con noventa y nueve céntimos)...." (folio 20 del expediente administrativo, en parte, y demanda y contestación, en parte). --- 6) Mediante escrito presentado el 22 de marzo de 2006 CORICAFE S.A. interpuso recurso de objeción o impugnación contra el acta de recalificación emitido por el Departamento de Patentes, resolución 027- ROP- 06 del 13 de marzo de 2006, así como contra el oficio 150-P-06 del 14 de marzo de 2006 (hecho no controvertido, ver demanda y contestación). --- 7) Mediante resolución del 9 de noviembre del 2006 No. DR-1797-SM-06, la empresa actora fue informada del acuerdo alcanzado por el Concejo Municipal, en sesión ordinaria No. 44-06 del 31 de octubre del 2006, por la que dicho órgano conoció el recurso de oposición interpuesto por CORICAFE contra la resolución 027-ROP- 06 del 13 de marzo de 2006, así como contra el oficio 150-P-06 del 14 de marzo de 2006. Dicha resolución declaró sin lugar el recurso de oposición, con base en el oficio 2098-SJ-06 emitido por el Proceso de Servicios Jurídicos de la Municipalidad. Esta resolución agotó la vía administrativa; y fue notificada a la recurrente el 9 de noviembre de 2006 (Afirmaciones de hechos no controvertidas, ver demanda y contestación). II.- DE LOS ARGUMENTOS DE LA PARTE ACTORA: La actora discute principalmente la recalificación de oficio del monto por impuesto de patente municipal para el período 2006, fijado en ¢4.658.882,99 por trimestre, calculado sobre el monto reportado por concepto de ventas brutas. Los siguiente son sus razonamientos básicos: A.- Alega que la Municipalidad se basó en el monto reportado por concepto de ventas lo cual - dice - no procede. Dada la actividad que ejerce, para la cual la ley 2762 le impone un margen de utilidad máxima, el impuesto debe gravar esta utilidad y no simplemente lo reportado por ventas de café de exportación, como si se tratase de actividades comerciales comunes. B.El hecho generador es imponer un impuesto a aquellas personas que se dediquen al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole. Por lo tanto, lo es el ejercicio de la actividad lucrativa y no las rentas que se hayan generado (según sentencia de la Sala Constitucional, Voto 6991-99 de las 16:33 horasdel 8 de setiembre de 1999). C) La actora tiene como principal actividad lucrativa la exportación de café. Sin embargo, por ley 2762 solo puede percibir utilidades sobre un margen legalmente restringido. Esto implica que en la actividad especial que ejerce cuando exporta café el margen sobre el cual puede lucrar o percibir ganancias está previamente limitado (art. 95de dicha ley). D) Por ley 2762, el exportador está obligado a cancelarle al beneficiador los contratos de compra-venta en un plazo máximo de 20 días hábiles posteriores a la entrega que el beneficiador hizo. Por tanto, sobre la actividad que la actora ejerce de exportación, solo puede disponer de un máximo de 2.5 % sobre las exportaciones totales, mientras que el resto de ingresos que percibió corresponden a otros sujetos de la relación cafetalera. O sea, no podría percibir utilidades - lucrar sobre el restante 97. 5 % de lo que generó por sus ventas de exportación. Es decir, sobre las ventas por exportación que generó en un periodo, la ley solo permite utilidades por el 2.5 %, mientras que el resto de las utilidades corresponden a los productores (88.5 %) y beneficios (9 %) que aportaron el café de exportación. E) De mantenerse la fijación en cuestión la actora vería gravada una utilidad total - de lo exportado - de la cual no puede disfrutar sino tan solo el 2.5 %, desviándose así dicha imposición del hecho generador que lo motiva. F) Por lo que pagar a la Municipalidad la cantidad de ¢18.635.531,96 para el año 2006 - y si el cálculo se mantiene bajo el mismo criterio errado - resultaría totalmente confiscatorio, poniéndola en desventaja con respecto a otros contribuyentes, quienes, pudiendo disponer de una utilidad irrestricta, deben pagar en esa proporción, en virtud del principio de solidaridad y proporcionalidad del aporte que deben de hacer por los servicios que brinda la municipalidad, mientras que la actora debe asumir grandes gastos de forma excesiva, sobre dinero del cual no puede disfrutar y que en última instancia, no debería aportar más que lo que es justo y equitativo con respecto a otros contribuyentes. También se causa un grave perjuicio pues la Municipalidad califica el impuesto sobre actividades que por ley la actora debe ejercer y no sobre la actividad lucrativa propia que como exportador de café ejerce. G) La Municipalidad eventualmente estaría realizando un cobro desmedido y duplicado si grava por un lado lo que la actora percibe por ley, sea el 2.5 %, pero además le grava el impuesto sobre el restante 97.5 % de utilidades brutas, y probablemente grava sobre ese mismo dinero que se percibió, y luego se distribuyó a otro contribuyente, llámese beneficio o productor, que se ubique en la misma territorialidad que le compete a la Municipalidad. H) Para la imposición del impuesto en cuestión de forma acorde con la ley, sobre la actividad lucrativa que ejerce la actora y tomando en cuenta las obligaciones que le impone la ley 2762, la base imponible resulta fácilmente determinable pues se puede establecer el monto que la actividad propiamente de exportación de cafe representa para la actora y por otra parte, el monto que por ley debe retener en beneficio de los productores de cafe (folios 85 a 88). III.- DE LOS ARGUMENTOS DE LA MUNICIPALIDAD: La Municipalidad arguye lo siguiente: Señala que la empresa actora sustenta el presente proceso básicamente en el hecho de que a su criterio, la Municipalidad de Alajuela debe tomar en consideración para el cálculo del impuesto de patentes que debe cancelar, el monto establecido como utilidades por el artículo 95 de la Ley N° 2762, Ley sobre Régimen de Relaciones entre Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café, el cual —según señalan- les establece un margen de ganancia que no puede ser superior al 2,5 % del valor de las transacciones que realicen, debiendo —a su juicio- calcularse dicho impuesto sobre la utilidad real que percibió la empresa sobre la actividad lucrativa que efectivamente ejerció, y no sobre sus ingresos brutos que corresponden a los ingresos de los productores que por ley le fue impuesta en su condición de recaudador. Que la actora señala que esa fijación deberá hacerse especialmente sobre la utilidad que por ley percibe de ese 2.5 % del total de las ventas generadas por concepto de exportación de café, y no sobre la totalidad de los ingresos por ventas reportadas por esa actividad, ya que por disposición legal, puede percibir un margen legalmente restringido de utilidades. Que la actora continúa manifestando que la base para reajustar este tributo debe calcularse sobre los ingresos reales, o sea el ingreso que realmente percibió CORICAFÉ. La representante Municipal señala, seguidamente, que conforme lo ha indicado en los recursos que se han atendido con respecto al tema, el impuesto de patente municipal tiene su fundamento normativo en los articulos 79 y siguientes del Código Municipal.“Para ejercer cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con licencia municipal respectiva, la cual se obtendrá mediante el pago de un impuesto. Dicho impuesto se pagará durante todo el tiempo que se haya ejercido la actividad lucrativa o por el tiempo que se haya poseído la licencia, aunque la actividad no se haya realizado’... y en el caso de la Municipalidad de Alajuela, mediante la Ley de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela No. 8236 se estableció la obligatoriedad del impuesto municipal, así como otras disposiciones referentes a la base imponible, tarifa del tributo, término del tributo, etc., disposiciones que se encuentran vigentes y deben ser aplicables sin que ninguna persona (física o jurídica) pretenda un trato especial (principio de inderogabilidad singular de los reglamentos). Dice que tal y como lo ha manifestado la Procuraduria General de la República, “la razón de gravar con el impuesto de patente municipal las actividades comerciales realizadas en un determinado cantón -como parte del sistema de financiamiento de las municipalidades-, deriva no solamente de lo dispuesto en el numeral 170 de nuestra Constitución, sino que -en armonía con tal disposición- también tiene una justificación de naturaleza social, la cual supone la necesidad de sufragar todos aquellos servicios públicos que brindan los gobiernos locales en beneficio de la comunidad, que se traducen en mejores garantías de seguridad, higiene, orden y ornato local, las cuales sin duda facilitan y permiten el ejercicio de la actividad comercial lucrativa; y tal deber de contribuir con los gastos públicos de las entidades municipales. También tiene su arraigo en los artículos 18 y 33 de nuestra Carta Magna, en el tanto que el impuesto de patente debe ajustarse a los principios de igualdad, proporcionalidad, racionalidad y generalidad, que configuran los llamados principios constitucionales de justicia tributaria material" (Dictamen No. C- 388- 2005 del 14 de noviembre del 2005). Por su parte - dice -, en reiterada jurisprudencia, la Sala Constitucional ha delimitado en sus características tributarias, la noción de patente municipal como “la principal figura impositiva que tienen las Municipalidades para generar ingresos, definiendo dicho tributo como aquel "que paga toda persona que se dedica al ejercicio de cualquier actividad lucrativa (...) Distingue nuestra legislación entre la licencia propiamente dicha, que es el acto administrativo que habilita al particular para ejercer la respectiva actividad y el pago del impuesto, propiamente dicho, que se denomina con el nombre de patente (...) En doctrina se llama patente o impuesto a la actividad lucrativa, la que gravan los negocios sobre la base de caracteres externos más o menos fáciles de determinar, sin que exista un sistema único al respecto. (...) "Por esto es que difieren las leyes del impuesto de patente de un municipio a otro y las bases impositivas pueden ser igualmente variadas, como por ejemplo sobre las utilidades brutas, las ventas brutas, a base de categorías o clases, o bien, de una patente mínima y otra máxima (....)” (Votos no. 2197-92 de las 14:30 horas del 11 de agosto de 1992 y 5749-93 de las 14:33 horas del 9 de noviembre de 1993). Agrega que el impuesto de patente a favor de la Municipalidad de Alajuela, se encuentra establecido en el artículo 1 de la Ley No. 8236, el cual literalmente expresa: “Las personas físicas o jurídicas, que se dediquen al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole en el Cantón Central de Alajuela, deberán obtener licencia municipal y estarán obligadas a pagar a la Municipalidad un impuesto conforme a esta Ley”. Por su parte - dice -, los artículos 5 y 7 de la misma Ley disponen lo siguiente: “Factores determinantes de la imposición. Establécense como factores determinantes de la imposición, los ingresos brutos que perciban las personas físicas o jurídicas, afectadas al impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal que se produce en el cantón, durante el ejercicio económico anterior al periodo que se grava. Además, señala que los ingresos brutos no incluyen lo recaudado por concepto de impuesto sobre las ventas ni otro impuesto indirecto recaudado por el patentado”. “Tarifa del tributo. Se pagará (sic) una tarifa del cero como quince por ciento (0.15%) sobre los ingresos brutos. Esta suma dividida entre cuatro, determinará el impuesto trimestral por pagar. ...” Añade que es claro, por consiguiente, que el factor determinante para el cálculo del impuesto de patentes en el Cantón Central de Alajuela, lo son los ingresos brutos que perciban las empresas, sin que con ello se quiera decir que el impuesto se impone sobre ese factor, pues como quedó plenamente establecido, el impuesto de patente lo que grava es el ejercicio de una actividad lucrativa en la localidad. La representante municipal considera procedente, además, que se tome en cuenta lo manifestado por la Sala Constitucional, en el sentido de que: "el ejercicio de una actividad lícita puede ser objeto de regulaciones por parte de la Administración (así por ejemplo en sentencias número 0143- 94, 3054-96, 6066-98, 7973-99 y 6565-99), como -por ejemplo- lo sería la imposición de determinados requisitos o de tributos, caso del impuesto de ventas y la obligación de la factura timbrada. A este respecto, debe tenerse claro que la facultad impositiva del Estado está otorgada en exclusiva a la Asamblea Legislativa de conformidad con lo dispuesto en el artículo 121 inciso 13) de nuestra Constitución Política, de manera que se le confiere la facultad general de imponer los impuestos y demás cargas tributarias, y de aprobar el de las Municipalidades; de manera que se reconoce a las municipalidades su iniciativa en la formulación, creación, modificación y extinción de los tributos municipales; potestad de la que deriva la procedencia para gravar actividades lucrativas en su jurisdicción territorial. Así, en la sentencia número 2197-92, de las catorce horas treinta minutos del once de agosto de mil novecientos noventa y dos, por primera vez este Tribunal define la patente municipal, como un impuesto por el ejercicio de una actividad lucrativa en una jurisdicción territorial determinada, esto es, un cantón específico; y determina sus elementos distintivos que derivan de su especial naturaleza jurídica: 1.- la justificación de este impuesto, que deriva de la necesidad de sufragar los costos de los servicios públicos que el particular recibe de la municipalidad, y que implican un beneficio para los negocios y comercios, tales como la seguridad, aseo, servicios de agua potable y luz, etc.; 2.- la variedad en los sistemas de este tributo, que deriva de la potestad de iniciativa de los gobiernos locales, de donde las bases imponibles serán las más variadas dependiendo de cada cantón, en unos serán las utilidades brutas, en otros las ventas brutas, en otros se establecerá una patente mínima, y en otros habrá una máxima, etc., por cuanto depende de la decisión de las autoridades locales. En esa ocasión (sentencia número 2197-92) se consideró: “Como en la acción se cuestiona la aplicación del llamado impuesto de patente -con el que se grava a toda actividad lucrativa que se ejerza en el cantón de Buenos Aires (artículos 96 y 98 del Código Municipal)- , concretamente al que se cobra a la producción de piña, resulta imprescindible señalar algunas notas de importancia acerca de esa materia. Distingue nuestra legislación entre la licencia propiamente dicha, que es el acto administrativo que habilita al particular para ejercer la respectiva actividad y el pago del impuesto, propiamente dicho que se denomina con el nombre de patente. La principal justificación teórica para imponer este tipo de tributo, es la ya tradicionalmente en el ámbito del Derecho Municipal, que lo define como la imperiosa necesidad de sufragar el costo de los servicios públicos que el particular recibe de la Municipalidad; es decir, que los negocios comerciales o las actividades lucrativas, según la nomenclatura que utiliza nuestro Código Municipal, se ven altamente beneficiados con la seguridad, el orden, el aseo y la actividad municipal en general, por lo que deben contribuir con el Gobierno local. En doctrina se llama patente al impuesto o a la actividad lucrativa, a los que gravan a los negocios sobre la base de caracteres externos más o menos fáciles de determinar, sin que exista un sistema único al respecto. Por el contrario, los sistemas de imposición de este tributo, son los más variados, pero sí tienen ciertas caracteristicas que les son comunes. Por esto es que difieren de las leyes del impuesto de patentes (sic) a otro y las bases impositivas, pueden ser igualmente variadas, como por ejemplo sobre las utilidades brutas, las ventas brutas, a base de categorías o clases, o bien, de una patente mínima y otra máxima.” (énfasis suplido) Resolución no. 2003-15391. También considera importante que se tome en cuenta lo establecido por la Sala Constitucional en el voto No. 1999- 06991 de las 16:33 horas del 08 de setiembre de 1999, en donde ese órgano constitucional conoció una acción de inconstitucionalidad planteada en contra de la Ley de Patentes de la Municipalidad de San José al cual se apersonaron como parte interesada la Asociación Costarricense de Expendedores de Combustible, quienes - según afirma -, se encuentran en una situación similar a las empresas exportadoras de caté, en donde existe una actividad declarada como un servicio público, y establece además un margen de utilidades legalmente establecidas (Decreto ejecutivo 24861-MINAE, Reglamento para la Regulación del Sistema Nacional de Combustibles). Agrega que en este caso, la Sala Constitucional llegó a la siguiente conclusión: "VI.-Situación de los expendedores de gasolina.- Tal y como ha quedado analizado en los considerandos anteriores, la Sala no advierte que los artículos 5 y 7 de la Ley del Impuesto de Patentes, con el que se gravan el ejercicio de las actividades lucrativas en el Cantón Central de San José, número 5694 y sus reformas, en cuanto establecen como factor determinante de la imposición las ventas o ingresos brutos, sea contraria al orden constitucional. Ahora bien, en lo que atañe a la aplicación de la normativa cuestionada a los expendedores de combustibles, se debe examinar su caso particular a la luz de los alegatos. En el expediente hay información valedera que define el sistema: el expendio de gasolina es un servicio público, el expendedor percibe una suma fija por cada litro vendido (margen de utilidad), que lo fija la ARESEP (Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos). Se afirma que los factores de determinación del impuesto no pueden ser las ventas o ingresos brutos que se perciban en el período a gravar, porque en el volumen de esos factores, en el caso de los vendedores de combustibles, solo una ínfima cantidad, comparada con el precio final que paga el consumidor, es actividad del expendedor; el resto, es parte del precio que pertenece al Estado. Es de lo anterior que resulta que a falta de una norma expresa de excepción —no alegada en este caso-, la aplicación de los principios generales de los artículos 5 y 7, resultarían desproporcionados para los expendedores de combustibles, por los efectos de la aplicación de las normas a la actividad específica (artículo 3 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional). Ante este supuesto, se tendría que concluir. excepcionalmente, puesto que no es una constante que se presente en acciones de inconstitucionalidad, en que las normas del impuesto no son en sí mismas inconstitucionales, pues no son ellas las que impactan directamente sobre esa actividad comercial, sino que los efectos neqativos se derivarían del régimen de regulación que administra ARESEP, porque es el que define el sistema especial de funcionamiento, definiendo los márgenes de utilidad; pero en su justo contenido, éste tampoco resulta inconstitucional, si se le mira desde la perspectiva que se está examinando en esta acción. En efecto, en relación con la Ley 7593 (Ley de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, ARESEP), según la cual el expendio de combustibles es un servicio público y el margen de utilidad que perciben los expendedores de combustible es fijado por esa entidad, no es en sí misma inconstitucional. Y tampoco lo es el Decreto Ejecutivo 24861-MINAE, Reglamento para la Regulación del Sistema Nacional de Combustibles, que en su artículo 3 declara que el expendio de combustibles es un servicio público. En efecto, la Sala no advierte que esas regulaciones de una actividad y el establecimiento por parte del legislador de la misma como un servicio público, sean contrarias al Derecho de la Constitución; por el contrario, el legislador en el uso de sus facultades puede establecer este tipo de regulaciones. Ahora bien, en el caso concreto, resulta evidente que una actividad como el expendio de combustibles, que por el régimen especial de operación de monopolio estatal, se establece una suma fija de utilidad, se encuentra en una situación jurídica diversa de aquellas actividades lucrativas en que esa intervención estatal es inexistente, de manera que si se le aplican a ellos los mismos principios generales que determinan el impuesto que deban pagar, eventualmente se violarla el principio de igualdad. De lo dicho hasta ahora, en el plano puramente hipotético, existiría una desigualdad de trato frente a un régimen unitario de imposición. Pero en realidad, el reproche de constitucionalidad lo estructura la “Asociación Costarricense de Expendedores de Combustible”, a partir de ciertas premisas, como se han resumido en el resultando 7 de esta sentencia, alegando “que al estipular el artículo 5 de la Lev impugnada que el impuesto se calculará con base en los ingresos brutos y que únicamente se permite deducir el impuesto de ventas se obliga al contribuyente a pagar impuesto sobre impuestos, contraviniéndose así todo principio de razonabilidad y proporcionalidad”. Desde esta perspectiva y como reiteradamente se alegó en la audiencia oral celebrada el veintiuno de mayo de mil novecientos noventa y ocho (folio 105), la situación de los expendedores de combustible sería distinta, si el pago de los impuestos municipales de patente, pudieran incorporarse en el costo de operación, lo que les había sido negado consistentemente por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, Sin embargo, en el expediente se incorporó con un escrito presentado por la Municipalidad de San José, un dictamen de la ARESEP en el que varía su criterio y declara que el pago de los impuestos municipales serán deducibles como costo de operación o lo que es lo mismo, que podrá integrar el costo para determinar el precio de venta del combustible al consumidor. Así las cosas, a juicio de la Sala desaparece la causa del desajuste en la aplicación del impuesto a los agremiados de la Asociación coadyuvante y en consecuencia, hace que la acción, en este otro extremo, sea también improcedente. Esto implica, por los efectos erróneos en la aplicación individual de una norma, que pueda eventualmente existir responsabilidad del Estado frente a los expendedores de combustible, lo que deberá ser reclamado, si se estima procedente, en la vía jurisdiccional correspondiente. VII.- Conclusión.- En razón de todo lo dicho, a juicio de la Sala los razonamientos esgrimidos en la acción no son de recibo a favor de la inconstitucionalidad alegada y el tema de la capacidad contributiva resulta inaplicable al caso, puesto que tratándose de un impuesto al que se le da el carácter de indirecto y como tal, transferible al consumidor, el mismo no incide sobre los sujetos que ejercen actividades lucrativas, por lo que resulta innecesario ahondar en el tema y con fundamento en lo expresado, la acción resulta improcedente y debe ser declarada sin lugar, como en efecto se dispone.” (subrayado suplido). Seguidamente, la representante municipal señala que en el caso de los productores de café, tal y como ya advirtió al contestar el HECHO SEXTO, el inciso d) del punto 1 del artículo 57 de la Ley No. 2762 “Ley sobre Régimen de Relaciones entre Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café”, establece que dentro de la forma en que la Junta Directiva del Instituto del Café calcula el precio que el beneficiador paga a sus clientes por el café recibido, se toma en consideración el "Detalle de las tasas e impuestos pagados” por la empresa, dentro de los cuales se incluye el impuesto de patente, y en caso de que no sea así, se trata de una situación totalmente ajena a la Municipalidad de Alajuela, e imputable únicamente a la Junta Directiva del Instituto Nacional de Café y/o a las propias empresas exportadoras de café que no han utilizado el beneficio que la norma les otorga. Finalmente señala que en términos penales, podríamos afirmar que existe un “atenuante” que opaca la supuesta gravedad de utilizar como factor determinante del tributo los ingresos brutos, pues como bien lo indicó la Sala Constitucional, el impuesto de patente, puede ser deducible -en este caso- como un costo de operación de la empresa CORICAFÉ S.A. (según el inciso d) del punto 1 del articulo 57 supra citado), por ser además este, un impuesto de carácter indirecto, sea transferible - en este caso al productor de café -. Consecuentemente - dice -, no incide sobre las actividades lucrativas que ejerce la actora (fs. 100105). IV.-PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA: Conviene transcribir de previo lo que la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia ha señalado - en lo conducente - sobre el principio de legalidad tributaria, de cara a lo que más adelante se dirá, sobre los elementos del tributo, particularmente sobre el hecho generador de la relación tributaria y su base de cálculo. Así, sobre dicho principio, dicha Sala ha considerado: "III.- Principio de legalidad tributaria. (...) Los tributos y sus excepciones están cubiertos por el principio de reserva de ley, según el cual, corresponde al legislador, su creación, modificación y extinción. Este principio es denominado como “legalidad tributaria”. A nivel constitucional, encuentra su fundamento en la letra del numeral 121 inciso 13 de la Carta Magna que asigna a la Asamblea Legislativa la atribución exclusiva de “establecer los impuestos y contribuciones nacionales, y autorizar las municipales.” Dicha norma ha sido objeto de desarrollo legal, para establecer con claridad y precisión los alcances y cobertura del citado postulado. Así, en el artículo 5 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios se dispone con claridad: “En cuestiones tributarias solo la ley puede : a) Crear, modificar o suprimir tributos; definir el hecho generador de la relación tributaria ; establecer las tarifas de los tributos y sus bases de cálculo ; e indicar el sujeto pasivo; b) Otorgar exenciones, reducciones o beneficios; (...) ” Precepto que encuentra plena armonía con el canon 124 de la Ley General de la Administración Pública, en tanto dispone: “Los reglamentos, circulares, instrucciones y demás disposiciones administrativas de carácter general no podrán establecer penas ni imponer exacciones, tasas, multas ni otras cargas similares.” Por su parte, el numeral 4 ibidem define el tributo como las prestaciones en dinero, sean impuestos, tasas o contribuciones especiales, que el Estado, en ejercicio de su poder de imperio, exige con el objeto de obtener recursos para el cumplimiento de sus fines. Las características de cada uno de esos tipos, son desarrollados por ese mismo precepto. Esta Sala, por lo demás, en diversos pronunciamientos, con apoyo en las disposiciones 5 y 6 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, ha sido enfática en respetar el principio de legalidad tributaria. Por tal motivo se ha destacado la imposibilidad de crear tributos o exenciones por vía distinta a la de la ley expresa (entre otras, no. 5 de las 15 horas 30 minutos del 5 de enero del 2000). Este postulado implica por ende no solo la unidad del sistema tributario en general, sino a la vez, la seguridad y certeza jurídica en materia impositiva, en tanto el contribuyente puede advertir y conocer con la debida antelación y con la precisión suficiente, el alcance y contenido de las obligaciones fiscales, lo que le resulta relevante para conocer el régimen de sujeción, hecho imponible, base de cálculo, tarifa, entre otros elementos del gravamen. Cabe precisar que además infiere un ámbito material, dentro del cual, se establecen los componentes del tributo que necesariamente, deben ser creados por ley expresa. Se trata de los componentes esenciales y determinantes del tributo, los que forzosamente, deben ser establecidos por el legislador. Entre estos elementos, se encuentran, de manera indefectible, el hecho generador, el sujeto pasivo, la base imponible, la tarifa del tributo, así como período de cobro, según sea progresivo o instantáneo. La intervención de la ley por ende, es imperiosa en todos aquellos puntos que afectan los derechos y garantías del particular frente a la Administración Tributaria. Escapan de su rigurosidad los componentes meramente procedimentales, tales como mecanismos de recaudación, tramitación, entre otros. No obstante, en cuanto a la tarifa, el Tribunal Constitucional ha establecido la posibilidad de una delegación legislativa, claro está, mediante una ley que establezca de antemano los límites en que este ejercicio puede realizarse. Es el caso del impuesto selectivo de consumo. De allí que la reserva de ley referida pueda calificarse como “relativa”, según lo ha ratificado en varios de sus pronunciamientos dicha Sala, entre otros en las resoluciones nos. 8271-2001, 8580-2001 y 5504-2002. Dentro de esta concepción, las exenciones y en general los beneficios tributarios, deben ser igualmente creados mediante ley, en la que corresponde incorporar, para claridad aplicativa, el supuesto de hecho o el hecho generador del beneficio fiscal. En esta dirección, el párrafo inicial del ordinal 62 del Código de Normas y Procedimientos Tributarios dispone: “La ley que contemple exenciones debe especificar las condiciones y los requisitos fijados para otorgarlas, los beneficiarios, las mercancías, los tributos que comprende, si es total o parcial, el plazo de su duración, y si al final o en el transcurso de dicho período se pueden liberar las mercancías o si deben liquidar los impuestos, o bien si se puede autorizar el traspaso a terceros y bajo qué condiciones.” (énfasis suplido, sentencia No. 000399-F-2006, de las 10:40 horas del 28 de junio del 2006). V.-SOBRE EL FONDO: En autos tenemos que la empresa CORICAFE S.A. reportó para el período fiscal 2005 la cantidad de ¢12.423.687.975,60 (doce mil cuatrocientos veintitres millones, seiscientos ochenta y siete mil novecientos setenta y cinco colones con sesenta céntimos) por concepto de "ingresos por ventas", suma compuesta de: ventas de café de exportación, por ¢11.183.105.102,90 (once mil ciento ochenta y tres millones, ciento cinco mil ciento dos colones con noventa céntimos), y ventas café consumo nacional, por ¢1.240.582.872,70 (mil doscientos cuarenta millones, quinientos ochenta y dos mil, ochocientos setenta y dos colones con setenta céntimos); y por utilidad neta antes del impuesto sobre la renta -la suma de ¢9.295.516,57 (nueve millones doscients noventa y cinco mil quinientos diecieseis colones con cincuenta y siete céntimos). Ahora bien, en relación con la determinación del Impuesto de Patente según Ley 8236, para el período 2006, dicha empresa declaró "Ventas o ingresos brutos del último año fiscal", por ¢467,340,040 (cuatrocientos sesenta y siete millones, trescientos cuarenta mil, cuarenta colones), para lo cual anexó una carta, en la cual, tras citar el texto del artículo 95 de la 2762, expresó, básicamente, que el monto total de las ventas de café para el periodo fiscal 2005 ascendieron a un monto de ¢12,423.687.975, que al aplicar el margen de utilidad del 2.5 %; establecido en dicho artículo 95, genera una utilidad bruta de ¢310,592.199; pero al ser la utilidad bruta real de ¢467.340.040; este era el monto que asumía para efectos de declarar el impuesto de patente para el año 2006. No obstante, mediante Oficio No. 027- ROP- 06 del 13 de marzo de 2006, la Administración Tributaria de la Municipalidad de Alajuela le comunicó, en lo de interés, que de conformidad con la Ley 8236 de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela y luego de recibir la informaciòn de los ingresos brutos de la actividad del último año fiscal, y de acuerdo con los mismos, le había recalificado de oficio el impuesto de patente municipal, por lo que el nuevo monto a pagar trimestralmente para el 2006 ascendía a ¢4.658.882,99, y que dicha suma respondía al cálculo del 0.15 % de dichos ingresos, dividido entre los 4 trimestres del año. Asimismo, mediante Oficio No. 150-P-06 del 14 de marzo de 2006, dicha Administración le comunicó, en lo de interés, que en cuanto al pago del impuesto para el año 2006, y según los términos del oficio 027-ROP- 06 antes citado y cumpliendo los términos, procedimientos y plazos de la citada Ley 8236, le había recalificado de oficio el monto trimestral del impuesto según los ingresos brutos de la actividad del último año fiscal, por lo que el nuevo monto del impuesto de patente para el año 2006 era de ¢4.658.882,99, (cuatro millones seiscientos cincuenta y ocho mil ochocientos ochenta y dos colones con noventa y nueve céntimos). Mediante el presente proceso se impugna la fijación de impuesto de patente efectuada mediante dichos actos y la resolución del Concejo Municipal de dicho gobierno local, número DR-1797-SM-06 de 9 de noviembre de 2006, de la sesión ordinaria 44-06 del 31 de octubre de 2006., que declaró sin lugar el recurso de oposición, y agotó la vía administrativa. Si bien se mira, la principal pretensión de fondo es para que se ordene a la Municipalidad el reajuste del impuesto de patente comercial cargado a Coricafé S.A. para el período 2006, a fin de que lo calcule sobre los ingresos por ventas brutas de la empresa, pero tomando en cuenta los ingresos reales generados por la empresa - por ser su actividad lucrativa principal de exportación de café, y las otras actividades lucrativas que ejerce - y en especial sobre el ingreso real percibido en la actividad de exportación de café y de conformidad con la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que percibió como utilidad máxima fijada por ley . Para lo cual alega, en resumen, que la Municipalidad calculó el impuesto, improcedentemente, sobre el monto reportado por concepto de ventas. Que en virtud de la actividad que ejerce, para la cual la ley 2762 le impone un margen de utilidad máxima , el impuesto debe gravar esta utilidad y no lo reportado por ventas de cafe de exportación, como si se tratase de actividades comerciales comunes. Que el hecho generador es imponer un impuesto a aquellas personas que se dediquen al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole; y por lo tanto, el ejercicio de la actividad lucrativa y no las rentas que se hayan generado. Que la empresa tiene como principal actividad lucrativa la exportación de café; pero por ley 2762, solo puede percibir utilidades sobre un margen legalmente restringido ; lo cual implica que en esa actividad especial - que ejerce cuando exporta café -, el margen sobre el cual puede lucrar o percibir ganancias está previamente limitado (art. 95de dicha ley); que solo puede disponer de un máximo de 2.5 % sobre las exportaciones totales, mientras que el resto de ingresos percibidos corresponden a otros sujetos de la relación cafetalera. Que no podría percibir utilidades - lucrar - sobre el restante 97. 5 % de lo que generó por sus ventas de exportación O sea, que sobre las ventas por exportación generadas en un período la ley solo le permite utilidades por el 2.5 %, mientras que el resto de las utilidades corresponden a los productores (88.5 %) y beneficios (9 %). Que de mantenerse la fijación se vería gravada una utilidad total - de lo exportado - de la cual solo puede disfrutar el 2.5 %, desviándose así dicha imposición del hecho generador que lo motiva. Que de mantenerse el cálculo, bajo el mismo criterio errado, resultaría totalmente confiscatorio, poniéndola en desventaja con respecto a otros contribuyentes, quienes, pudiendo disponer de una utilidad irrestricta, deben pagar en esa proporción, mientras que la actora debe asumir grandes gastos de forma excesiva, sobre dinero del cual no puede disfrutar. Que se le causa un grave perjuicio pues la Municipalidad califica el impuesto sobre actividades que por ley la empresa debe ejercer y no sobre la actividad lucrativa propia que como exportador ejerce. Que la Municipalidad estaría realizando eventualmente un cobro duplicado si grava por un lado lo que la actora percibe por ley, sea el 2.5 %, pero además le grava el impuesto sobre el restante 97.5 % de utilidades brutas , y probablemente grava sobre ese mismo dinero que se percibió, y luego se distribuyó a otro contribuyente, llámese beneficio o productor, que se ubique en el mismo cantón. Finalmente, que la base imponible resulta fácilmente determinable pues se puede establecer el monto que la actividad propiamente de exportación de cafe representa para la actora y por otra parte, el monto que por ley debe retener en beneficio de los productores de cafe (énfasis suplidos por el Tribunal). Como se verá, tales reparos no son de recibo . En cuanto a la Ley 2762, sobre el Régimen de Relaciones entre Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café, ciertamente los artículos 95, 96, 97, 98, 99 y 100, del TITULO SEGUNDO,"De las relaciones entre beneficiador y exportador", del CAPÍTULO V, "De la utilidad para el exportador", establecen lo siguiente: "Artículo 95.- La utilidad neta para el exportador por su intervención en el negocio no podrá ser mayor de un dos y medio por ciento del valor de la transacción, cuando compre asumiendo el riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener confirmación de la venta en el exterior, y de uno y medio por ciento, sobre la misma base, cuando actúe como simple intermediario." "Artículo 96.-La oficina del Café llevará un control que le permita confronta los precios consignados en los contratos registrados entre beneficiador y exportador, con sus correspondientes contratos definitivos de venta en el exterior a que este Titulo se refiere, y hará de oficio las rectificaciones pertinentes, cuando la diferencia entre ambos precios sobrepase los porcentajes de utilidad máxima aquí establecidos." "Artículo 97.- La certificación de la Oficina del Café, pro la que resulte que el exportador ha obtenido mayores utilidades de las que esta ley autoriza, y hasta por el monto percibido de más por el exportador, tendrá carácter de título ejecutivo en favor del beneficiador." "Artículo 98.- La Oficina del Café queda facultada para reglamentar y establecer un límite máximo a los gastos reconocidos al exportador." "Artículo 99.-Es deber de la Oficina del Café investigar por todos los medios a su alcance, la veracidad de los precios pactados entre las casas exportadoras y sus compradores o corresponsales en el exterior. "Artículo 100.- Los traspasos o cesiones de contratos entre exportadores están sujetos a las mismas disposiciones contenidas en el presente Título, y en ningún caso, la suma de las utilidades para las casas exportadoras que participen en una transacción de este tipo, podrá sobrepasar la ganancia neta que aquí se establece." De esas disposiciones se deriva la existencia, en lo de interés, de un porcentaje máximo de utilidad neta para el exportador de café, por su intervención en el negocio, del 2.5 % del valor de la transacción, cuando compra asumiendo el riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener confirmación de la venta en el exterior. Vale decir, cuando actúa por su propia cuenta y riesgo y no como simple intermediario. Que el denominado valor de la transacción no es sino la diferencia entre el precio de compra del café a los beneficiadores, en el interior y el precio de venta a los compradores, en el exterior. Que esa diferencia - o ganancia - entre el precio de compra y venta puede eventualmente ser mayor al 2.5 %, pero la utilidad neta para el exportador no puede ser mayor de un 2.5 %. Ahora bien, la actora pretende, básicamente, y en lo de interés, que la tarifa del impuesto de patente municipal se le aplique, para el período 2006 - y a futuro -, sobre la utilidad bruta real generada, o sea, sobre el monto resultante al aplicar ese porcentaje de 2.5 % de utilidad o ganancia, por su intervención como exportadora, de acuerdo con la Ley 2762, sobre el Régimen de Relaciones entre Productores, Beneficiadores y Exportadores de Café. Sin embargo, tal y como se verá, tal pretensión resulta improcedente, en virtud del principio de legalidad y/o de reserva legal en materia tributaria, por resultar contrario a los elementos esenciales del tributo establecidos en la Ley 8236 - Ley de Impuesto Municipales del Cantón de Alajuela -, en tanto establece, expresamente, que la tarifa debe aplicarse sobre los ingresos brutos que perciban los patentados, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal, con la sola exclusión de lo recaudado, en su caso, por el impuesto sobre las ventas u otro impuesto indirecto; ingresos brutos que, en este caso, no son sino los correspondientes al monto total de las ventas de cafe, para el período fiscal 2005, y que según lo reportado por la propia empresa actora, ascendieron a ¢12.423.687.975; y en modo alguno al monto representado por la ganancia o utilidad del 2.5 %, que establece la Ley 2762, por su intervención como exportadora. Máxime que se trata de leyes sobre materias distintas. En efecto, luego de analizar los expedientes -administrativo y judicial, los hechos probados, los alegatos de las partes y la normativa vigente, el Tribunal estima que la parte actora no lleva razón en sus apreciaciones, por subyacer, en ellas, un criterio erróneo sobre el sistema de cálculo del impuesto municipal, que no lo es, evidentemente, sobre utilidades o ganancias, así sean brutas, sino sobre el ingreso bruto, puro y simple, que desde luego no tiene relación directa con las utilidades de la actividad. Y por ende, por subyacer también, un criterio igualmente erróneo sobre la naturaleza del hecho generador del impuesto, que lo es sencillamente por dedicarse al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole en el cantón; y en modo alguno por las rentas y/o sobre las rentas - en el sentido de lucro o ganancias - obtenidas en el ejercicio de esas actividades. El artículo 79 del Código Municipal establece en lo conducente - y en congruencia con lo señalado-, que "Dicho impuesto se pagará durante todo el tiempo que se haya ejercido la actividad lucrativa o por el tiempo que se haya poseido la licencia, aunque no se haya realizado..." . Es claro, por consiguiente, que el factor determinante para el cálculo del impuesto de patentes en el Cantón Central de Alajuela, lo son los ingresos brutos que perciban las empresas, sin que con ello se quiera decir que el impuesto se impone sobre ese factor, pues el impuesto de patente lo que grava es el ejercicio de una actividad comercial y/o lucrativa en la localidad. Al tal efecto podemos tener, como marco general, de entrada, lo considerado por la Sala Constitucional al evacuar la consulta legislativa facultativa de constitucionalidad, precisamente respecto del proyecto de "Ley de Impuestos Municipales del Cantón Central de Alajuela". Los motivos de esta consulta fueron, básicamente, que mediante el citado proyecto la Asamblea Legislativa "...autoriza la creación de un impuesto municipal que grava las actividades lucrativas que se ejerzan en el cantón. El artículo 5 del proyecto establece como base para calcular el tributo los ingresos brutos que perciban las personas afectas al impuesto. El artículo 7 fija el monto del impuesto en un 0,5 % sobre los ingresos brutos. Los diputados consultantes dudan de la constitucionalidad de fijar esa base de cálculo por dos razones. Por un lado, consideran que podría violar el principio de igualdad tributaria, pues el ingreso bruto no tiene relación directa con las utilidades de la actividad. Así, por ejemplo, dicen, dos actividades con igual ingreso bruto pero tasas de rentabilidad neta distintas, una con un 50% y otra con 10%, pagarán igual, aunque el peso del impuesto sea mucho mayor para la de menor rentabilidad. Igualmente se puede dar el caso de que en igualdad de ganancias netas, una empresa pague más (por ser mayor su ingreso bruto) que otra. Por otra parte, consideran los diputados que el cálculo de impuestos sobre el ingreso bruto podría resultar confiscatorio. Que haya ingreso bruto, razonan, no implica que haya ganancias; podría darse el caso inclusive de que haya pérdidas. En estos casos, el impuesto podría privar a los administrados de una porción importante de las ganancias." ; pero la Sala Constitucional consideró, básicamente, lo siguiente: "... que la fijación del impuesto municipal sobre la base de los ingresos brutos no es inconstitucional. (...) existe la posibilidad de establecer distintos sistemas de cálculo a criterio de la municipalidad. El cálculo con base en los ingresos brutos en sí mismo no genera desigualdad porque a todos los munícipes se les calcula el monto del impuesto con base en el mismo criterio. Podría no ser éste el mejor criterio, pero la decisión es un asunto que depende de la política municipal. Si en relación con todos los impuestos se examinan las circunstancias particulares de cada persona, se podría topar con situaciones en que un impuesto puede de hecho resultar proporcionalmente más gravoso a unas personas que a otras, lo cual no hace inconstitucional el tributo. Será la situación contable con base en la cual se determine el monto a pagar la que origine las diferencias, pero no la ley en sí misma. Igualmente, no es de recibo la tesis de que se debe calcular el impuesto sobre la renta líquida, pues no se trata del impuesto sobre la renta. En este último caso lo que efectivamente se gravan son las utilidades, pero en el impuesto municipal no es así: lo que se grava es el ejercicio de una actividad lucrativa en un cantón, independientemente de si esa actividad genera o no utilidades. Por otra parte, el impuesto tampoco resulta confiscatorio, puesto que se trata de un impuesto del 0,15 % por ciento. Ese porcentaje equivale a 1,5 colones por cada 1.000,00 de ingreso, lo cual no considera esta Sala que sea ni desproporcionado ni confiscatorio. ..."(resolución 2001-12993, de las 14:36 horas del 19 de diciembre de 2001). Ahora bien, en cuanto al hecho imponible, base de cálculo y tarifa del impuesto, los artículos 1, 5 y 7 de la Ley No. 8236 Ley de Impuesto Municipales del Cantón de Alajuela, establecen, en efecto, lo siguiente: "Artículo 1º—Obligatoriedad del impuesto y hecho generador. Las personas físicas o jurídicas que se dediquen al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole en el cantón Central de Alajuela, deberán obtener licencia municipal y estarán obligadas a pagar a la Municipalidad un impuesto, conforme a esta Ley." "Artículo 5º—Factores determinantes de la imposición. Establécense como factores determinantes de la imposición, los ingresos brutos que perciban las personas, físicas o jurídicas, afectas al impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal, que se producen en el cantón Central de la provincia de Alajuela durante el ejercicio económico anterior al período que se grava. Los ingresos brutos no incluyen lo recaudado por concepto de impuesto sobre las ventas ni otro impuesto indirecto recaudado por el patentado, salvo los casos en que esta Ley determine un procedimiento diferente para fijar el monto del impuesto de patentes. En el caso de los establecimientos financieros y de correduría de bienes muebles e inmuebles, se consideran como ingresos brutos los percibidos por concepto de comisiones e intereses." "Artículo 7º—Tarifa del tributo. Se aplicará una tarifa del cero coma quince por ciento (0,15%) sobre los ingresos brutos . Esta suma dividida entre cuatro, determinará el impuesto trimestral por pagar. El impuesto anual así determinado se pagará en cuatro tractos trimestrales. A los contribuyentes que realicen el pago total del impuesto dentro de los primeros tres meses de cada año, se les aplicará un descuento igual al diez por ciento (10%)." Lo desarrollado sobre el principio de legalidad tributaria es aplicable para la globalidad de los elementos del tributo, incluido, claro está, la base imponible, la que, definida por el legislador, constituye el parámetro sobre el cual se aplicará la tarifa para obtener el aporte real a la Hacienda Municipal. Desde este plano, la fórmula de consignación de esta fuente de cálculo debe ser lo más diáfana posible, para evitar imprecisiones en su aplicación. En todo caso, sobre los extremos que cubre este elemento, es de total aplicación la regla interpretativa de que solamente estarán excluidos en su ámbito de cobertura (base de cálculo), los aspectos que de forma expresa hayan sido excluidos por norma jurídica aplicable. Pues bien, de las precitadas disposiciones legales se desprende, como ya señalamos, que la base para calcular el tributo municipal son los ingresos brutos, puros y simples, vale decir, sin costos, gastos ni deducciones, con la sola exclusion de lo recaudado por el impuesto sobre las ventas u otro impuesto indirecto. Es decir, sin relación directa con las utilidades de la actividad. Y también, que el hecho generador del tributo - se da por el simple hecho de dedicarse al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas de cualquier índole en el cantón; y en modo alguno por las rentas y/o sobre las rentas - en el sentido de lucro o ganancias - obtenidas en el ejercicio de esas actividades. En otras palabras, se da por una situación de hecho, consistente en dedicarse al ejercicio de una actividad comercial y/o lucrativa, mas no por la actividad comercial y/o lucrativa, en sí misma, ni tampoco por la utilidad o ganancia producidas en el ejercicio de esas actividades. De ahí que el hecho de que en la Ley 8236 se hable de los ingresos brutos que perciban las personas, afectas al impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal, no significa, como parece entenderlo la actora, que tales ingresos sean, o deban ser, los obtenidos - a título de lucro o ganancia, así sea bruta -, o los ingresos que efectivamente entran como ganancias, en el ejercicio de la actividad lucrativa. Es más, los artículos 8 y 13 de la Ley 8236 establecen, respectivamente, que en caso de duda sobre la información suministrada en el formulario del impuesto, los inspectores o recaudadores del impuesto pueden solicitar al contribuyente la presentación de la declaración de la renta; asimismo, que la Municipalidad puede verificar, ante la Dirección General de Tributación, la exactitud de los datos suministrados y si comprueba que existe alteración, hará la recalificación correspondiente; y que, cuando sea dicha Dirección la que recalifique algún monto de los ingresos brutos , debe comunicarlo, de oficio, a la Municipalidad para lo que corresponda. Lo cual confirma que no se trata de un tributo sobre los beneficios, rentas o utilidades - así sean brutas-, ni sobre el lucro o las ganancias, resultado de la actividad lucrativa; sino simplemente sobre los ingresos y/o entradas brutas, puras y simples, sin mención alguna a costos, gastos ni deducciones -, con la sola exclusión de lo recaudado por el impuesto sobre las ventas u otro impuesto indirecto. Dicho en otros términos, si bien la Ley 2762 establece o impone a la actividad lucrativa - de exportación de café- un tope máximo de utilidad neta; el caso es que el hecho generador de la ley 8236 no establece el tributo de patente municipal por y/o sobre la actividad lucrativa ejercida, en sí, sino por la sola circunstancia de dedicarse al ejercicio de actividades comerciales y/o lucrativas, y su base de cálculo y tarifa se impone y aplica sobre el ingreso bruto, puro y simple, sin relación directa con las utilidades de la actividad; sin más exclusión que lo recaudado por el impuesto sobre las ventas u otro impuesto indirecto. De ahí que la frase "... ingresos brutos que perciban las personas, físicas o jurídicas, afectas al impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal, ..." puede y debe ser entendida, simplemente, en el sentido de ingresos brutos generados con ocasión del ejercicio de la actividad lucrativa; y no como la ganancia o lucro resultantes de la actividad lucrativa, máxime que la ley 8236 no habla de "beneficios " o "rentas" brutas sino simplemente de "ingresos" brutos; ni tampoco, de un porcentaje de utilidad sobre el total de entradas. Y, tampoco determina, en lo que ahora interesa, un procedimiento diferente para fijar el monto del impuesto. Es decir, no establece que en el caso de los establecimientos de exportación de cafe, se considerarán como ingresos brutos los percibidos por concepto "De la utilidad para el exportador", cual es el concepto establecido en la ley 2762. Ni tampoco, que los ingresos brutos no incluyen (y/o excluyen) lo recaudado por los exportadores de café "como agentes recaudadores de ingresos (por utilidades) de los beneficios y los productores". Es más, dentro de las actividades gravadas genéricamente, ni en los casos en que la Ley 8236 determina un procedimiento diferente para fijar el monto del impuesto, se establece - expresa ni tácitamente -, específicamente, como caso aparte, la actividad lucrativa de exportación de cafe, y mucho menos, que el monto del impuesto deba fijarse, en ese caso, tomando en cuenta las obligaciones que impone la ley 2762, o bien, que la base imponible deba determinarse, por un lado, sobre el monto que la actividad propiamente de exportación de cafe representa para las casas exportadores y por el otro, sobre el monto que por ley deben retener en beneficio de los beneficios y/o productores de cafe. De modo que en virtud del principio de legalidad y/o de reserva legal, en materia tributaria, en especial por lo establecido en el artículo 5 inciso a) del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, no es posible acceder a lo pretendido. Si bien se mira se trata de circunstancias particulares diametralmente distintas. Correspondientes a dos leyes sobre materias igualmente distintas. Insistimos, el artículo 95 de la Ley 2762 habla de la utilidad -o ganancia - neta para el exportador por su intervención en el negocio. Mientras que los artículos 5 y 7 de la Ley 8236 hablan, el primero, de los ingresos brutos que perciban las personas , afectas al impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal; y el segundo, que la tarifa del tributo se aplicará sobre los ingresos brutos; y en modo alguno de la utilidad neta que perciban las personas, afectas al impuesto, generados en el ejercicio de la actividad lucrativa autorizada por la licencia municipal; y mucho menos, que la tarifa del tributo se aplicará sobre la utilidad neta. De modo que el citado criterio - de fijación de la utilidad o ganancia neta para el exportador por su intervención en el negocio - no puede ni debe considerarse, mucho menos por simple interpretación, para la fijación o imposición del impuesto de patente, por tratarse de planos, conceptos y bases diferentes. Por lo que resulta improcedente ampliar, por intepretación, los efectos de la norma a extremos que ella no contempla, ni que deriven de su contenido. Es más, si bien se mira, los propios artículos citados de la ley 2762 presuponen unos ingresos brutos del exportador - por sus operaciones de compra y venta de cafe para la exportación - representados, en este caso, por ingresos por ventas de cafe de exportación, distintos, como ya explicamos, a la base de cálculo de los porcentajes del 2.5 % y/o 1.5 % - de utilidad neta para el exportador de café, del artículo 95. De donde se deduce, al menos a los efectos de la ley 8236, que los ingresos brutos - por las exportaciones de cafe - están constituidos por el monto total de ventas de cafe de exportación. Al igual que los ingresos brutos - por el café para consumo nacional - están constituidos por el monto total de las ventas de café para el mercado nacional. Cierto que la utilidad (neta) no equivale, en el primer caso, a la totalidad de ingresos (brutos) por el criterio de reparto y/o de utilidad o ganancia neta, de la ley 2762, pero la ley 8236 no distingue, entre una y otra cosas - es decir, no alude a dichos criterios de utilidad -, y no cabe distinguir donde la ley no lo hace. En síntesis, es un impuesto cuya base de cálculo y tarifa se aplican, simplemente, sobre los ingresos brutos, puros y simples, con la sola excepción - exclusión - del impuesto de ventas u otro impuesto indirecto. De ahí que la ley 8236 no resulta incongruente con el art. 95 de la Ley 2762. Simplemente aluden a circunstancias particulares distintas, pues el concepto de "ingresos brutos" no es sinónimo de rendimientos netos o "utilidad neta". Es más, cabe señalar, pero tan solo a mayor abundamiento, que en caso de aceptarse la tesis de la actora se daría eventualmente un contrasentido porque, si bien se mira, pagaría menos impuesto de patente por su intervención en la venta de café para la exportación, que según se afirma, constituye la actividad lucrativa principal y/o la que le genera su mayor porcentaje de ingresos, que por la venta de café para consumo nacional y sus otras actividades. En resumen, la normativa de la Ley 2762, en particular su artículo 95, que establece el criterio de que: " La utilidad neta para el exportador por su intervención en el negocio no podrá ser mayor de un dos y medio por ciento del valor de la transacción, cuando compre asumiendo el riesgo de las fluctuaciones del mercado por no tener confirmación de la venta en el exterior, y de uno y medio por ciento, sobre la misma base, cuando actúe como simple intermediario." , es de aplicación exclusiva para las relaciones entre productores, beneficiadores y exportadores de Café, en especial, entre estos dos últimos, no así para los efectos del impuesto Municipal del Cantón de Alajuela, cuyos aspectos propios, según ya señalamos, se encuentran regulados en forma clara por ley especial, en este caso por la No. 8236, lo que hace que la aplicación del citado artículo 95 del conjunto legal referido, sea inviable, aunado al hecho de la inexistencia de una norma legal expresamente habilitante que permita aplicar el criterio que aquella Ley contiene como la base imponible del impuesto de patente municipal. De ahí entonces que por las causas señaladas, exista la imposibilidad legal de aplicar la tarifa del impuesto de patente sobre el monto correspondiente al 2.5 % que la actora percibió como utilidad máxima fijada por la susodicha ley, como exportador de cafe. Tampoco procede el agravio sobre cobro duplicado toda vez que para que se de la doble imposición o concurrencia de impuestos debe ser el mismo hecho generador, el mismo sujeto pasivo, y el mismo período fiscal, "sea por la misma autoridad o por autoridades diferentes, actuando concurrentemente". Pero en el caso en estudio no se da la situación alegada, pues con respecto a la actora, por las razones ya señaladas, no se produce un doble cobro y con respecto a otros sujetos, no se trata del mismo hecho generador ni desde luego el mismo sujeto pasivo. En consecuencia, por las razones dichas, se debe declarar improcedente la demanda en cuanto pretende que: Se ordene a la Municipalidad demandada el reajuste del impuesto de patente comercial cargado a Coricafé S.A. para el período 2006, a fin de que lo calcule sobre los ingresos por ventas brutas de la empresa pero tomando en cuenta los ingresos reales generados por la misma- por ser su actividad lucrativa principal de exportación de café, y las otras actividades lucrativas que ejerce - y en especial sobre el ingreso real percibido en la actividad de exportación de café y de conformidad con la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que percibió como utilidad máxima fijada por ley. Asimismo, en cuanto pretende que como resultado de este ajuste, se declare que la fijación del impuesto de patente comercial para el período 2006, corresponde a la suma de ¢2.806.373,12 y no como de forma confiscatoria lo fijó la Municipalidad. Siendo inútiles, por inconducentes, y por ende improcedentes, el resto de sus pretensiones, sobre todo por falta de interés, en cuanto pretende se declare y reconozca: Que la actividad lucrativa principal de Coricafé S.A. es de exportación de café; que por imposición de la ley 2762 debe cumplir con las obligaciones impuestas por dicha ley, recaudando el porcentaje que corresponde a los productores; que el monto que responde a esta recaudación fijada por ley, no corresponde a la actividad lucrativa de Coricafé S.A. y por lo tanto no debe ser gravada por el impuesto de patente, cuyo hecho generador es precisamente el ejercicio de la actividad lucrativa; que se ordene a la Municipalidad el reintegro a la actora del monto cancelado de más, más los intereses legales; y que también se le ordene que utilice el mismo criterio para la fijación del impuesto de patentes para el año 2007, así como los años subsiguientes, es decir tomando en cuenta para la fijación del impuesto de Patentes los ingresos reales generados por dicha empresa y en especial sobre el ingreso real percibido en la actividad de exportación de café y de conformidad con la ley 2762, sea sobre el 2.5 % que percibió como utilidad máxima fijada por ley. VI.-COROLARIO: En virtud de todo lo razonado, se debe acoger la excepción de falta de derecho, y declarar improcedente la demanda interpuesta por CORICAFE S.A. contra MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA, en todos sus extremos. VII.-COSTAS: No encontrando este Tribunal causa suficiente para desaplicar el principio de condena en costas al vencido, las costas personales y procesales deben correr a cargo de la parte perdidosa (artículo 98 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a contrario sensu, y 221 del Código Procesal Civil). POR TANTO Se acoge la excepción de falta de derecho. Se declara improcedente la demanda interpuesta por CORICAFE S.A. contra la MUNICIPALIDAD DE ALAJUELA, en todos sus extremos. Se impone a la actora el pago de ambas costas. Alinne Solano Ramírez Jonatán Canales Hernández Bernardo Rodríguez Villalobos Es copia fiel del original - Tomado del Sistema Costarricense de Información Jurídica el: 22/3/2010 3:01:56 PM EXPEDIENTE: 08-000395-1027-CA ASUNTO: PROCESO DE PURO DERECHO ACTORA: ARM JUGUETON SOCIEDAD ANÓNIMA DEMANDADO: MUNICIPALIDAD DE MORA Nº 290-2009 TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN SEXTA. SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. ANEXO A. Goicoechea, a las trece horas treinta minutos del veintitrés de febrero de dos mil nueve.Proceso de conocimiento declarado de puro derecho, interpuesto por EMILIO ARANA PUENTE, mayor, abogado, carné de abogado número 9686, en su condición de especial judicial de la empresa A.R.M. JUGUETÓN SOCIEDAD ANÓNIMA, cédula jurídica 3-014004254, contra LA MUNICIPALIDAD DE MORA, representado por el Alcalde Municipal GILBERTO MONGE PIZARRO, mayor, soltero, abogado, vecino de Mora, cédula de identidad número 1-734-346 . RESULTANDO: 1.- Las pretensiones de la parte actora –una vez aclaradas y ajustadas durante la audiencia preliminar que se realizó a las trece horas del dos de febrero del dos mil nueve-, son para que en sentencia se declare: “1. Se ordene a la Municipalidad de Mora, abstenerse de incurrir en conductas que perturben el ejercicio del derecho subjetivo que les fue otorgado por medio de la patente número MPC00001, para la explotación de ocho máquinas de pin ball. 2. Se condene a la Municipalidad de Mora, al pago de las costas personales y procesales. 3. Se condene a la Municipalidad de Mora al pago de daños y perjuicios” . 2.El representante de la MUNICIPALIDAD DE MORA, contestó negativamente la demanda e interpuso la excepción de falta interés. Solicitó que en sentencia se declare sin lugar la demanda en todos sus extremos y se libere a la Municipalidad de Mora del pago de las costas personales y procesales. 3.Que por resolución de las catorce horas ocho minutos del dos de diciembre del dos mil ocho (folio 139 del expediente judicial), se tuvo por contestada en tiempo y en forma la demanda por parte de la Municipalidad de Mora; se confirió audiencia de contraprueba a la parte actora respecto de las oposiciones formuladas; y se convocó a las partes a la audiencia de conciliación señalada para las nueve horas del cinco de enero del dos mil nueve. Que por auto de las nueve horas del cinco de enero del dos mil nueve, se da por fracasada la audiencia de conciliación, ya que únicamente se presentó la parte demandada. 4.Que la audiencia preliminar se celebró a las trece horas del dos de febrero del dos mil nueve, la cual, fue grabada en el sistema electrónico correspondiente y corre agregada al expediente en un legajo especial. Que durante esta audiencia el Juez Tramitador declaró este asunto de puro derecho y la Sección Sexta del Tribunal Contencioso Administrativo se constituyó en la sala de audiencias, a efecto de escuchar las conclusiones de las partes (folios 146 a 148 del expediente judicial). Que este asunto fue remitido a la Jueza Ponente de la Sección Sexta del Tribunal Contencioso Administrativo, el seis de febrero del dos mil nueve (folio 148 vuelto del expediente judicial). 5.En los procedimientos ante este Tribunal no se han observado nulidades que deban ser subsanadas o que generen indefensión y la sentencia se dicta dentro del término establecido en los artículos 98 y 111 del citado Código Procesal y el inciso 4) del artículo 82 del Reglamento Autónomo de Organización y Servicio de esta jurisdicción.Redacta la Jueza Alvarez Molina, con el voto afirmativo de los jueces González Vílchez y Garita Navarro; y, C O N S I DE R A N D O: I).HECHOS PROBADOS: Se tienen como debidamente acreditados los siguientes: a) Que el catorce de enero del dos mil ocho, la empresa actora presentó una solicitud de patente municipal, para explotar ocho máquinas de pin ball, en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (ver copia de la solicitud de patente municipal número 0104B presentada por ARM Juguetón el catorce de enero del dos mil ocho, a folio 36 del expediente administrativo); b) Que por oficio del veintidós de enero del dos mil ocho, el Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, informa al Concejo Municipal, que se realizó inspección en el establecimiento en que la empresa actora pretende explotar las ocho máquinas de pin-ball, ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, y que dicha diligencia dio como resultado "...que efectivamente, cumple con las condiciones sanitarias de funcionamiento; que el uso de suelo otorgado hace constar que dicha actividad es permitida en la zona y que cumple con los demás requisitos para dicho trámite..." (hecho no controvertido, ver copia del oficio del veintidós de enero del dos mil ocho suscrito por el Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora a folio 35 del expediente administrativo; declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y respaldo audiovisual de la audiencia preliminar) ; c) Que el once de febrero del dos mil ocho, la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora, rindió un informe al Concejo Municipal, respecto a la solicitud de patente presentada por la empresa actora, en el sentido de que "...confrontada la solicitud y sus atestados, así como la inspección del sitio realizada por la administración, y vistos los requisitos previstos en el reglamento respectivo, esta asesoría estima que la solicitud se encuentra conforme a derecho. En consecuencia no encuentra motivo legal atendible para denegar la gestión, por lo que se recomienda su aprobación..." (ver copia del Informe rendido por la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora, el once de febrero del dos mil ocho, a folio 28 del expediente administrativo) ; d) Que por acuerdo adoptado por el Concejo Municipal de Mora, en sesión ordinaria número 94-2006-2008 celebrada el once de febrero del dos mil ocho, se dispuso aprobar la solicitud de patente presentada por la empresa actora, para explotar ocho máquinas de pin ball, en un local ubicado en Ciudad Colón, frente a las instalaciones del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, patente que se identifica por el número MPC00001 y que tiene validez hasta el veintiocho de febrero del dos mil nueve (hecho no controvertido, ver copias del certificado de patente municipal número MPC00001; del oficio número ACM-94-2006-2008 del trece de febrero del dos mil ocho suscrito por la Secretaria Municipal de Mora dirigido al Administrador Tributario de esa misma Municipalidad; del oficio número AT-109 del diecinueve de febrero del dos mil siete suscrito por el Administrador Tributario de la Municipalidad de Mora y dirigido a A.R.M. Juguetón Sociedad Anónima, a folios 3, 16 y 17 del expediente administrativo y respaldos audiovisuales de las audiencias de medida cautelar anticipada y preliminar); e) Que a las ocho máquinas de pin-ball, cuya explotación por parte de la empresa actora fue autorizada por el Concejo Municipal de Mora, no se les colocaron las placas o calcomanías que acreditan su operación, hasta tanto no se verificara si eran o no legales (ver declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); f) Que el primero de julio del dos mil ocho, funcionarios de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, realizaron una inspección en el negocio en que funcionan las ocho máquinas de pin ball autorizadas a la empresa actora y Juan Carlos Mena Campos, en su condición de funcionario municipal, procedió a comunicar a dicha empresa, una "Notificación de Cierre de Local" , ya que "...las máquinas de juego son máquinas que no se permiten en el Cantón de Mora..." (ver copias de la "Notificación de Cierre de Local" a folio 28 del expediente judicial de medida cautelar; de la resolución número R-002-2008AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho, de folios 40 a 43 del expediente judicial principal; declaración testimonial rendida por Marta Eugenia Cortés Benavides, en su condición de funcionaria de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia, y sentencias orales número 474-98 dictada el veintidós de julio del dos mil ocho por el Tribunal Contencioso y Civil y de Hacienda, y 115-TC-2008 dictada el veinticuatro de setiembre del dos mil ocho por el Tribunal de Casación de lo Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, que constan en los respaldos audiovisuales de las audiencias de medida cautelar anticipada y para conocer el recurso de apelación interpuesto por la demandada); g) Que el dos de julio del dos mil ocho, la empresa actora interpuso recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra la "Notificación de Cierre de Local" que les fue comunicada el primero de julio del dos mil ocho, escrito en el que también solicitó, que se suspendieran los efectos del acto impugnado (ver copia del recurso de revocatoria con apelación en subsidio interpuesto por la actora, a folios 29 a 31 del expediente judicial de la medida cautelar; de la resolución número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho, de folios 40 a 43 del expediente judicial principal) ; h) Que el catorce de julio del dos mil ocho, la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora procedió a clausurar las ocho máquinas de pin ball que funcionaban en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, pues se alegó que se trataba de una actividad no permitida, ya que conforme a la inspección realizada el primero de julio del dos mil ocho, las máquinas que operaban en ese negocio eran ilegales (ver copias de la "Notificación de Clausura Actividad No Permitida" a folio 32 del expediente judicial de medida cautelar; de la resolución número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho, de folios 40 a 43 del expediente judicial principal; declaraciones testimoniales rendidas por Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, y por Marta Eugenia Cortés Benavides, en su carácter de funcionaria de esa misma Unidad, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que constan en el respaldo audiovisual de dicha audiencia; las imágenes fotográficas de las máquinas de pin ball que fueron selladas por la Municipalidad de Mora, que constan en el respaldo audiovisual de la audiencia de medida cautelar anticipada); i) Que el dieciséis de julio del dos mil ocho, la actora interpuso ante el Concejo Municipal de Mora, un recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra la "Notificación de Cierre de Local" del primero de julio del dos mil ocho y la "Notificación de Clausura Actividad No Permitida" del catorce de julio del dos mil ocho (hecho no controvertido, ver copia del recurso de revocatoria con apelación en subsidio interpuesto por la actora ante el Concejo Municipal el dieciséis de julio del dos mil ocho, de folio 61 a 63 del expediente judicial de medida cautelar y respaldo audiovisual de la medida cautelar); j) Que el dieciséis de julio del dos mil ocho, la empresa actora planteó ante el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, una solicitud de medida cautelar anticipada (ver escrito de interposición de folio 44 a 48 del expediente judicial de medida cautelar); k) Que por sentencia número 452-2008 de las once horas cuarenta y cinco minutos del dieciséis de julio del dos mil ocho, la Jueza Tramitadora adoptó provisionalmente una medida cautelar, que consistió en ordenar a la Municipalidad de Mora "...la apertura inmediata del local comercial que ocupa dicha sociedad destinado a la explotación de máquinas tragamonedas, estrictamente de pin ball o de destreza, dentro de los horarios y lugares reglamentariamente autorizados, siendo obligación de la Municipalidad de Mora Fiscalizar dichas actividades, a fin de dar protección de los menores de edad del cantón..." (ver sentencia número 452-2008 de las once horas cuarenta y cinco minutos del dieciséis de julio del dos mil ocho, de folio 49 a 54 del expediente judicial de medida cautelar); l) Que por sentencia oral número 474-08 dictada el veintidós de julio del dos mil ocho, la Jueza Tramitadora declaró con lugar la medida cautelar y revocó "...parcialmente la sentencia 452-2008 únicamente en cuanto a los considerandos de fondo expuestos. Se modifica parcialmente la sentencia 452-2008 en el sentido de que se acoge la medida cautelar y se condena a la Municipalidad de Mora a mantener abierto el local comercial y eliminar los sellos de clausura de las máquinas de "pin ball", para lo cual se le concede un plazo máximo de 24 horas. Se condena en costas a la Municipalidad de Mora." (ver minuta de audiencia de medida cautelar anticipada a folio 82 del expediente judicial de medida cautelar y respaldo audiovisual de esa audiencia); m) Que a las quince horas quince minutos del veintitrés de julio del dos mil ocho, el Coordinador de la Unidad de Inspecciones, la Asesora Legal y la funcionaria de la Unidad de Inspecciones Marta Cortés Benavides, se presentaron al local comercial que ocupa la empresa actora, a fin de proceder a la remoción de los sellos que se habían colocado desde el catorce de julio del dos mil ocho, a las ocho máquinas de pin ball ubicadas en ese lugar, conforme a lo ordenado por la Jueza Tramitadora en sentencia oral número 478-08 del veintidós de julio el dos mil ocho (ver escrito presentado por el Alcalde Municipal de Mora y recibido por este Tribunal a las diez horas cuarenta y cinco minutos del veintinueve de julio del dos mil ocho; copia certificada del acta de levantamiento de los sellos colocados a las 8 máquinas de pin ball ubicadas en el negocio de la empresa actora; e impresión de seis fotografías, de folio83 a 91 del expediente judicial de medida cautelar); n) Que por sentencia oral número 115-TC-2008 dictada por el Tribunal de Casación de lo Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, el veinticuatro de setiembre del dos mil ocho, se declaró "...sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de Mora y se confirma la resolución recurrida en tanto dispuso mantener abierto el local comercial y eliminar los sellos de clausura de las máquinas de pin ball..." (ver minuta de la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación a folio 127 del expediente judicial de medida cautelar y respaldo audiovisual de esa audiencia); ñ) Que las máquinas de pin ball que fueron selladas por la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora el catorce de julio del dos mil ocho, son las mismas que la Municipalidad inspeccionó antes de otorgar la patente a favor de la empresa actora (ver declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y la contestación que la Licenciada Karen Calderón Chacón de la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora dio a la pregunta formulada por el Magistrado Román Solís Zelaya en la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de Mora, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia). IIIo.-LA DISFUNCIÓN ADMINISTRATIVA Y EL EJERCICIO ARBITRARIO DEL PODER DE POLICÍA COMO MEDIOS DE VIOLACIÓN DEL PRINCIPIO DE INTANGIBILIDAD DE LOS ACTOS PROPIOS. La parte actora, pretende que se ordene a la Municipalidad de Mora abstenerse de incurrir en conductas que perturben el ejercicio del derecho subjetivo que le fue otorgado por medio de la patente número MPC00001, para la explotación de ocho máquinas de pin ball, tal y como las que acontecieron en fechas primero y catorce de julio del dos mil ocho, en que se clausuraron las ocho máquina de pin ball que funcionan en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, bajo el argumento de que eran ilegales, a pesar de que la Municipalidad de Mora -previa inspección de dichas máquinas- le otorgó una licencia municipal para el ejercicio de dicha actividad. En ese sentido, este Tribunal considera que: a) De conformidad con lo dispuesto en los artículos 79 y 81 del Código Municipal, para el ejercicio de cualquier actividad lucrativa, los interesados deberán contar con una licencia municipal y sólo podrá ser denegada cuando la actividad sea contraria a la ley, la moral o las buenas costumbres; cuando el establecimiento no cumpla los requisitos previstos en el Ordenamiento Jurídico o cuando la actividad, en razón de su ubicación física, no esté permitida por la leyes o los reglamentos municipales vigentes; b) El hecho de que la Municipalidad haya otorgado una patente para el ejercicio de una determinada actividad lucrativa, no implica que ésta no deba ejercer un poder de policía, a efecto de fiscalizar si el ejercicio de la actividad autorizada se adecua o no a los requisitos previstos por el Ordenamiento Jurídico o si por el contrario, en el local o establecimiento respectivo, se está realizando una actividad diversa a la que fue autorizada al momento de otorgar la patente, potestad que encuentra sustento en lo dispuesto en los párrafos 1 y 3 del artículo 81 bis del Código Municipal; c) Ahora bien, en el supuesto de que las autoridades municipales competentes, encontraran anomalías que pudieran provocar la imposición de las sanciones que prevea el Ordenamiento Jurídico -por ejemplo la suspensión de la patente-, o bien, la anulación o la revocatoria de la licencia, deberá iniciar el procedimiento respectivo, a efecto de garantizar la garantía del debido proceso al titular del derecho subjetivo, pues en caso contrario incurrirá en una disfunción administrativa de carácter material (vía de hecho), que resultaría contraria al Ordenamiento Jurídico y por ende, a los derechos subjetivos de las personas a quienes se les haya otorgado la patente municipal para el ejercicio de una actividad lucrativa; d) En el caso concreto, este Tribunal ha tenido por demostrado que no obstante, el Concejo Municipal de Mora, le otorgó a la empresa actora la patente municipal número MPC00001, para la explotación de ocho máquinas de pin ball en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, dado que cumplió todos los requisitos previstos al efecto en el Reglamento para el Funcionamiento e Instalación de Máquinas Electrónicas o Mecánicas, Pin Ball, Saca Peluches, Tragamonedas y Similares, en Locales Permanentes u Ocasionales en el Cantón de Mora (ver folios 16, 17, 28 y 35 del expediente administrativo y declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia) , también lo es, que la Municipalidad de Mora incurrió en un ejercicio arbitrario del poder de policía, ya que procedió a clausurar las ocho máquinas de pin ball que ella misma le había autorizado a la parte demandante, bajo el argumento de que ".. las máquinas de juego son máquinas que no se permiten en el Cantón de Mora" y por ende, de que eran ilegales (ver folios 28 y 32 del expediente judicial de la medida cautelar), ello a pesar de que eran las mismas máquinas que la Municipalidad de Mora había inspeccionado de previo a otorgar la patente a la empresa actora (ver declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y la contestación que la Licenciada Karen Calderón Chacón de la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora dio a la pregunta formulada por el Magistrado Román Solís Zelaya en la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de Mora, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); e) Que resulta paradójico que si la Municipalidad de Mora tenía dudas sobre la legalidad o no de las máquinas de pin ball, haya procedido a autorizar su explotación por medio del otorgamiento de la patente número MPC00001, pues tal y como se desprende de la declaración testimonial rendida por el Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, durante la audiencia de medida cautelar anticipada, no se procedió a colocar a las ocho máquinas de pin ball que explota la empresa actora, las placas o calcomanías que acreditan su operación, hasta tanto no se verificara si eran o no legales (ver declaración testimonial que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); f) Que en consecuencia, aún y cuando la Municipalidad tiene el deber de ejercer las potestades de fiscalización que le otorga el Ordenamiento Jurídico, a fin de controlar que el ejercicio de las actividades lucrativas que autorizó a la empresa actora por medio del otorgamiento de la patente MPC00001, se adecuen a la normativa aplicable, también lo es, que si detectó una anomalía que pudiera implicar la revocatoria o la nulidad de un acto declarativo de derechos, no debió haber ejercido actuaciones materiales que implicaban dejar sin efecto un acto declarativo de derechos subjetivos (ver folios 28 y 32 del expediente judicial de medida cautelar) , sin observar de previo el procedimiento establecido en los artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración Pública, para declarar la nulidad absoluta de un acto de esa naturaleza, pues dichas actuaciones resultan contrarias a la garantía del debido proceso, al principio de intangibilidad de los actos propios y a los artículos 173 y 183 de la Ley General de la Administración Pública, más si se toma en consideración, que fue la propia Municipalidad de Mora la que autorizó el ejercicio de una actividad lucrativa, que con posterioridad estimó ilegal; g) Que tan es así, que por resolución número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho, el Administrador Tributario de la Municipalidad de Mora, procedió a "...revocar las notificaciones emitidas por la Unidad de Inspecciones en fecha 01 y 14 de julio del 2008, a la empresa ARM Juguetón S.A., indicándose la necesidad de determinar por los medios legales establecidos la legalidad o ilegalidad de las máquinas existentes en el local comercial..." (folios 40 a 43 del expediente judicial principal); h) Que en virtud de todo lo expuesto y tomando en cuenta que la patente municipal número MPC00001 otorgada a la empresa actora se encuentra vigente hasta el veintiocho de febrero del dos mil nueve (folio 3 del expediente administrativo), se ordena a la Municipalidad de Mora abstenerse de incurrir en actuaciones materiales que resulten contrarias al Ordenamiento Jurídico, y que provoquen una perturbación en el ejercicio del derecho subjetivo de la empresa actora, que se deriva de la patente número MPC00001, que le fue concedida por esa Municipalidad para la explotación de ocho máquinas de pin ball, en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados. IVo.- CONDENATORIA EN ABSTRACTO EN DAÑOS Y PERJUICIOS. La empresa actora estima que tiene derecho a que le indemnicen los daños y perjuicios causados, a consecuencia de que la Municipalidad de Mora clausuró desde el catorce de julio hasta el veintitrés de julio del dos mil ocho (folios 32 y 87 del expediente judicial de la medida cautelar) , las ocho máquinas de pin ball cuya explotación fue autorizada por el Concejo Municipal de Mora, al otorgarle la patente número MPC00001 vigente hasta el veintiocho de febrero del dos mil ocho. En ese sentido, este Tribunal considera que: a) De conformidad con lo dispuesto en el artículo 122 inciso m del Código Procesal Contencioso Administrativo, siempre que el Tribunal estime que como consecuencia lógica o natural de la conducta administrativa o de la relación jurídico administrativa objeto del proceso, se pueden o pudieron darse daños y perjuicios, debe pronunciarse oficiosamente sobre aquellos, aún y cuando no conste ni su existencia ni su cuantía; b) Ahora bien, este Tribunal ha tenido por demostrado que la Municipalidad de Mora incurrió en una vía de hecho, al clausurar las ocho máquinas de pin ball cuya explotación y funcionamiento le había autorizado a la empresa actora (folios 28 y 32 del expediente judicial de la medida cautelar, 40 a 43 del expediente judicial principal y sentencias orales número 474-08 del veintidós de julio del dos mil ocho y 115-TC-2008 del veinticuatro de setiembre del dos mil ocho, dictadas por el Tribunal Contencioso y Civil de Hacienda, y el Tribunal de Casación de lo Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, que constan en los respaldos audiovisuales de las audiencias de medida cautelar y para resolver el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad demandada) , razón por la cual, estima que el giro normal de la empresa actora, resultó afectado porque durante el período comprendido entre el catorce y el veintitrés de julio del dos mil ocho (folios 32 y 87 del expediente judicial de la medida cautelar) , las ocho máquinas de pin ball que se ubican en su negocio, fueron clausuradas por la Municipalidad de Mora con el argumento de que eran ilegales, a pesar de que eran las mismas que habían sido objeto de inspección de previo a que el Concejo Municipal de Mora le otorgara a la actora la licencia para la explotación de las mismas ( ver declaración testimonial rendida por el Luis Enrique Jiménez Mora, en su condición de Coordinador de la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora, en la audiencia de medida cautelar anticipada, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia y la contestación que la Licenciada Karen Calderón Chacón de la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora dio a la pregunta formulada por el Magistrado Román Solís Zelaya en la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de Mora, que consta en el respaldo audiovisual de dicha audiencia); c) En consecuencia, al habérsele impedido a la empresa actora, a través de una conducta administrativa material ilegítima, el objeto de la actividad autorizada por medio de la patente otorgada por la propia Municipalidad demandada, este Tribunal considera que se pudieron haber causado daños a la empresa actora, al habérsele mantenido la clausura de las máquinas de pin ball autorizadas por la Municipalidad, desde el catorce hasta el veintitrés de julio del dos mil ocho, plazo que se extendió hasta ese último día, dado que no obstante, la Jueza Tramitadora en sentencia número 452-2008 de las once horas cuarenta y cinco minutos del dieciséis de julio del dos mil ocho, dispuso una medida cautelar provisionalísima, que fue notificada al Alcalde Municipal de Mora desde el diecisiete de julio del dos mil ocho (folio 55 del expediente judicial de medida cautelar), la Municipalidad no la cumplió, bajo el argumento de que la parte dispositiva de ese pronunciamiento, no era clara, ya que el Tribunal ordenó la apertura inmediata del local comercial que ocupa la empresa actora, orden que no podían cumplir, puesto que lo que clausuraron no fue el establecimiento, sino sólo las ocho máquinas de pin ball (ver lo manifestado por la Licenciada Karen Calderón Chacón de la Asesoría Legal de la Municipalidad de Mora, durante la audiencia de medida cautelar, que consta en el respaldo audiovisual de esa audiencia) , renuencia que provocó que la Jueza Tramitadora al dictar la sentencia oral número 452-2008 del veintidós de julio del dos mil ocho (folio 82 del expediente judicial de medida cautelar) , ordenara a la Municipalidad demandada que en el plazo máximo de veinticuatro horas, eliminara los sellos de clausura de las máquinas de pin ball que funcionan en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, lo cual, se ejecutó el veintitrés de julio del dos mil ocho ( folios 87 y 88 del expediente judicial de medida cautelar); d) Si bien es cierto, que el Administrador Tributario de la Municipalidad de Mora, revocó por resolución número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho (folios 40 a 43 del expediente judicial principal), las notificaciones de "cierre de local" y de "clausura actividad no permitida" emitidas por la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora del primero y catorce de julio del dos mil ocho, por ser contrarias al Ordenamiento Jurídico, ese hecho no tiene la virtud -tal y como afirmó la Representante de la Municipalidad de Mora durante el período de conclusiones de la audiencia preliminar-, que no existió un daño para la empresa actora, a consecuencia de las conductas administrativas materiales ilegítimas empleadas por la demandada para dejar sin efecto la patente otorgada por el Concejo Municipal y por ende, para violar el derecho subjetivo que surgió a favor de la actora del otorgamiento de esa patente; e) Aunque no consta en el expediente que la actora haya presentado la certificación emitida por un contador autorizado, con la descripción detallada de los daños y perjuicios, tal y como indicó en el memorial que consta a folio 88 del expediente judicial principal (ver respaldo audiovisual de la audiencia preliminar, en que se discute este extremo al revisar la pretensión número 7 del escrito de demanda), también lo es, que la actora hizo una estimación prudencial de esos extremos en ese mismo memorial y que la Jueza Tramitadora en auto de las once horas cuarenta y dos minutos del siete de octubre del dos mil ocho (folios 88 y 89 del expediente judicial) tuvo por cumplida la prevención hecha a la parte actora por auto de las diez horas veintiún minutos del siete de octubre del dos mil ocho (folios 84 y 85 del expediente judicial principal) , razón por la cual, este Tribunal considera que por todo lo expuesto con anterioridad y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 190 de la Ley General de la Administración Pública, aunado al apoderamiento oficioso que para tales efectos otorga al Juzgador el artículo 122, inciso m) aparte iii) del Código Procesal Contencioso Administrativo, procede imponer a la Municipalidad de Mora la condena en abstracto sobre esos aspectos, para que sea en fase de ejecución de sentencia de este Tribunal, donde se discuta acerca de su existencia y cuantificación. Vo.- SOBRE LAS EXCEPCIÓN DE FALTA DE INTERÉS ACTUAL INTERPUESTA POR LA MUNICIPALIDAD DE MORA . Este Tribunal llega a la conclusión de que el interés, se mantiene actual, en el tanto la conducta impugnada sigue surtiendo efectos en la esfera jurídica de la demandante, aún y cuando este Tribunal ordenó cautelarmente a la Municipalidad de Mora a abierto el local comercial y eliminar los sellos de clausura de las máquinas de pin ball y que Administrador Tributario de la Municipalidad demandada ordenó revocar por resolución número R-002-2008-AT de las catorce horas del veintinueve de julio del dos mil ocho , las notificaciones de "cierre de local" y de "clausura actividad no permitida" emitidas por la Unidad de Inspecciones de la Municipalidad de Mora del primero y catorce de julio del dos mil ocho, por ser contrarias al Ordenamiento Jurídico (ver documentos a folios 40 a 43 del expediente judicial principal; minuta de audiencia de medida cautelar anticipada a folio 82 del expediente judicial de medida cautelar y respaldo audiovisual de esa audiencia, y minuta de la audiencia celebrada para resolver el recurso de apelación a folio 127 del expediente judicial de medida cautelar y respaldo audiovisual de esa audiencia) -, no sólo porque la patente se encuentra vigente hasta el veintiocho de febrero del dos mil nueve, sino también por los daños y perjuicios que pudieron darse como consecuencia de las conducta administrativa objeto del proceso, aspectos que requiere de una resolución jurisdiccional que la resuelva. VIo.SOBRE COSTAS. Conforme a lo estipulado en el numeral 193 del Código Procesal Contencioso Administrativo, se condena a la Municipalidad de Mora, como parte vencida, al pago de las costas personales y procesales causadas, las cuales se liquidarán en la etapa de ejecución de sentencia, ya que a juicio de este Tribunal, la Municipalidad demandada no se encuentra en los dos supuestos de excepción previstos en los incisos a) y b) del artículo 193 del Código Procesal Contencioso Administrativo. POR TANTO. Se rechaza la defensa de falta de interés actual. Se declara con lugar la demanda, en los siguientes términos, entendiéndose por denegada en lo que no se indique expresamente: a) Se ordena a la Municipalidad de Mora abstenerse de incurrir en actuaciones materiales que resulten contrarias al Ordenamiento Jurídico, y que provoquen perturbación en el ejercicio del derecho subjetivo de la empresa actora, se deriva de la patente número MPC00001 -vigente hasta el veintiocho de febrero del dos mil nueve-, que le fue concedida por esa Municipalidad para la explotación de ocho máquinas de pin ball, en el local ubicado en Ciudad Colón, frente a las Oficinas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados; b) Se impone a la Municipalidad de Mora la condena en abstracto sobre daños y perjuicios, para que sea en fase de ejecución de sentencia de este Tribunal, donde se discuta acerca de su existencia y cuantificación; c) S e condena a la Municipalidad de Mora, parte vencida, al pago de las costas personales y procesales causadas, las cuales se liquidarán en la etapa de ejecución de sentencia de este Tribunal. Marianella Alvarez Molina Otto González Vílchez Roberto Garita Navarro