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Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-2339/11)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1°: Modificase el primer párrafo del artículo 183 – Capítulo
VII, “Daños”, del Código Penal de la Nación, el cual quedará redactado
de la siguiente forma:
“Art. 183: Será reprimido con prisión de quince días a un año, el que
derribare, demoliere, destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o de
cualquier modo dañare una cosa mueble o inmueble o un animal, total
o parcialmente ajeno, siempre que el hecho no constituya otro delito
más severamente penado”.
Artículo 2°: Incorporase al inciso 5 del artículo 184, Capítulo VII
“Daños” del Código Penal, lo siguiente;
“Artículo 184 inciso 5. “Ejecutarlo en “establecimientos educativos de
todos los niveles” archivos, registros, bibliotecas, museos o en
puentes, caminos, paseos u otros bienes de uso público; o en tumbas,
signos conmemorativos, monumentos, estatuas, cuadros u otros
objetos de arte colocados en edificios o lugares públicos; o en datos,
documentos, programas o sistemas informáticos públicos”.
Artículo 3º: Incorporase como artículo 184 Bis en el Capítulo VII –
“Daños” del Código Penal de la Nación, lo siguiente:
“Art. 184 Bis: La pena de será de seis (6) meses a 6 años de prisión si
se demoliere, derribare, destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o
de cualquier modo dañare, total o parcialmente, monumentos u otros
bienes declarados en el marco de la Ley Nacional 12.665. En estos
casos, el juez o tribunal competente, si hubiere razones suficientes,
podrá ordenar a cargo del autor del hecho, la reconstrucción o
restauración de la obra, sin perjuicio de las indemnizaciones debidas a
terceros de buena fe.
Artículo 4º: Incorporase al inciso 3º del artículo 186 – Título VII “Delitos
contra la Seguridad Pública”, Capítulo I “Incendios y otros estragos”
del Código Penal de la Nación, lo siguiente:
Art. 186, inciso 3º: Con reclusión o prisión de tres a quince años, si
hubiere peligro para un monumento y otros bienes declarados en el
marco de la ley nacional Nº 12.665, para un archivo público, biblioteca,
museo arsenal, astillero, fábrica de pólvora o de pirotecnia militar o
parque de artillería.
Artículo 5º: Incorporase como artículo 248 Ter en el Título XI “”Delitos
contra la Administración Pública” Capítulo IV “Abuso de autoridad y
violación de los deberes de los funcionarios públicos”, el siguiente
texto:
“Art. 248 Ter: Será reprimido con prisión de dos (2) meses a cuatro (4)
años e inhabilitación absoluta por el mismo tiempo el funcionario
público que haya informado favorablemente proyectos de demolición,
destrucción o alteración de monumentos y otros bienes declarados en
el marco de la ley nacional 12.665.Artículo 6°: Modificase el artículo 8° de la Ley 12.665, el cual quedará
redactada de la siguiente manera:
Art. 8°: Las personas que infringieran la presente ley mediante
ocultamiento, demolición, destrucción, transferencias ilegales o
exportación de documentos históricos, serán sancionadas con una
multa en moneda de curso legal, equivalente al valor de venta al
consumidor final de entre mil trescientos (1.300) a ciento treinta mil
(130.000) kilos de cemento del mayor precio del producido y
comercializados en el país. En caso de reincidencia dicha multa podrá
alcanzar un valor de hasta doscientos sesenta mil (260.000) kilos de
cemento con las mismas características.
Artículo 7°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.Juan C. Romero. –
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El Patrimonio histórico de cualquier país es el principal testigo de la
contribución histórica de sus con nacionales a la civilización universal y
de su capacidad creativa contemporánea. Es la expresión fundamental
de la identidad de una comunidad, de sus relaciones con el territorio y
al mismo tiempo, la expresión de la diversidad cultural del mundo.
En verdad, lo que en cada lugar se ve o se deja de ver, lo que se ha
conservado y lo que se demolió, expresan la concepción que esa
sociedad tiene sobre su pasado y sobre la manera de conservar sus
huellas. Es, en síntesis, la expresión material de una política sobre la
identidad cultural de un pueblo según expresa el Licenciado Antonio
Elio Brailovsky en el Informe Final de su Proyecto de Código Ambiental
para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
En síntesis el patrimonio histórico testifica la experiencia humana y sus
aspiraciones y por lo tanto la protección y el enriquecimiento de los
bienes que lo integran constituyen obligaciones fundamentales que
vinculan a todos los poderes públicos.
En consonancia con lo expresado, el 8 de octubre de 1940 se tuvo por
Ley de la Nación la 12.665, a través de la cual se creó la Comisión
Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos.
La norma, citada, tiene por objeto la superintendencia inmediata sobre
los museos, monumentos y lugares históricos nacionales declarados
de utilidad pública por el Poder Ejecutivo a propuesta de una Comisión
nacional - creada a esos efectos -, y en concurrencia con las
respectivas autoridades de las instituciones que se acojan a la ley,
cuando se trate de museos, monumentos y lugares históricos.
La comisión, que por la ley que nos ocupa se crea, interviene en la
clasificación y formulación de la lista de monumentos históricos del
país, ampliándola en las oportunidades convenientes con la
aprobación del Poder Ejecutivo y los mismos no podrán ser sometidos
a reparaciones, restauraciones, ni destruidos en todo o en partes o
enajenados sin la aprobación o intervención de la comisión nacional.
Esta norma cuyos conceptos de “patrimonialización” se limitan a las
grandes obras arquitectónicas y a sitios o lugares donde haya ocurrido
un hecho histórico significativo, prevé a su vez - tal expresara en el
párrafo anterior -, que las tareas esté en manos de una Comisión, la
cual desarrolla, según determina la norma, sus funciones ad-honorem,
con lo cual más allá del compromiso de sus miembros y la posibilidad
de contratar asesores, la dedicación es limitada, y sobre todo, tienen
un acotado poder de policía para hacer cumplir con sus decisiones y
lograr la protección y conservación de los bienes protegidos, a través
no sólo de los poderes públicos, sino de la sociedad en su conjunto.
Es por eso que proponemos, estas modificaciones al Capítulo VII –
Titulo “Daños” de nuestro Código Penal, a través de las cuales no sólo
se aumentan penas, sino se trata de hacer especial enfoque en los
daños que se le puedan ocasionar a los bienes declarados en el
marco de la Ley 12.665 y para ello:
Agregamos en el artículo 183 los términos
“derribare y
demoliere” Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española “demoler y “derribar” son sinónimos porque significan
deshacer o arruinar. Sin embargo, se establece una diferencia entre
ambos: Derribar es lo contrario a construir, es deshacer lo construido,
echar a tierra, abatir una obra. Destrucción sistemática de un edificio u
otra construcción. Demoler: es deshacer lo derribado, romper,
fragmentar los elementos derribados. Ambas acciones deben también
encontrarse explícitamente incorporadas para ser sancionadas cuanto
se llevan a cabo.
En los artículos 3º y 4º por los cuales se incorporan, por un lado,
el artículo 184 Bis y por otro al inciso 3º del artículo 186 del Código
que nos ocupa: el objeto sobre el que recae la conducta típica son “los
monumentos u otros bienes declarados en el marco de la Ley Nacional
12.665.
En cuanto al texto del artículo 5º y por el cuál proponemos el
nuevo artículo 248 Ter, tenemos que el bien jurídicamente protegido
es de carácter doble. Por un lado se trata de proteger los monumentos
y otros bienes declarados en el marco de la ley nacional Nº 12.665 y
por otro lado, la protección penal va dirigida a preservar que las
resoluciones administrativas de los que tienen especialmente
asignadas funciones públicas estén, no tanto ajustadas a Derecho (lo
cual tienen los cauces administrativos pertinentes) como que no estén
en abierta contradicción con el ordenamiento jurídico, castigándose a
las autoridades o funcionarios que actuaren maliciosamente.
Adecuamos a la realidad las multas determinadas en el artículo
8º de la ley 12.665 por no estar acorde a la realidad y aplicamos un
sistema que hará permanecer los valores vigentes por tener como
referencia el costo del cemento.
Debe quedar en claro además, que en la legislación penal vigente
podemos encontrar diversas figuras delictivas que, estando fuera de
los artículos que proponemos incorporar a nuestro ordenamiento legal,
también tienen asignada la misma finalidad. Entre las mismas cabe
destacar los tipos agravados de hurto; robo con violencia; apropiación
indebida; apropiación de una cosa perdida; malversación de caudales
públicos; delito de contrabando, entre otros.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que nos estamos refiriendo a
leyes penales en blanco o leyes que necesitan de complemento, es
decir, que el presupuesto no se consigna específicamente en la propia
ley penal, pues ésta se remite a otra fuente del derecho del mismo o
de distinto rango, en este caso puntual a la Ley 12.665.
Además, aprovechamos este proyecto para hacer una defensa
irrestricta a los establecimientos educativos de todos los niveles,
incorporando en el inciso 5º del artículo 184 del mismo capítulo y
título, antes mencionado, a los “establecimientos educativos en todos
los niveles públicos o privados” es decir aquellos en los que se imparte
enseñanza educativa; se incluye, por tanto, los establecimientos
dedicados a la Educación infantil; primaria, secundaria y universitaria
así como la enseñanza de regímenes especiales. Ahora bien, la
protección penal precisa - en este caso puntual -, no sólo es que el
daño recaiga en un bien integrante del patrimonio histórico sino que el
mismo forme parte o se halle en un centro de educación declarado
administrativamente por la autoridad competente y fuere el mismo
público o privado. Esta incorporación la efectuamos teniendo a la vista
los desmanes que en forma permanente soportan nuestros centros
educativos y queden por ello especialmente protegidos.
Sr. Presidente, la reforma de la Constitución Nacional de 1994 permitió
que se reconocieran nuevos derechos sociales y culturales y en su
artículo 41 establece expresamente “…….el de la preservación del
patrimonio natural y cultural..” e incluso se incorporaron dichos
preceptos mediante el reconocimiento de tratados internacionales
suscriptos por nuestro país.
Por otra parte, la Conferencia General de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 17ª
reunión, celebrada en París el 17 de octubre al 21 de noviembre de
1972, consideró que el deterioro o la desaparición de un bien del
patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del
patrimonio de todos los pueblos, estos antecedentes mencionados y
tantos otros que sostienen dichos principios dan respaldo a la presente
modificación que presentamos y es por todo ello es que solicitamos la
aprobación de este proyecto.Juan C. Romero. -
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