Constitución española de 1978. El artículo 18.4 de la CE de 1978, establece el principio “la Ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos. Esta protección se cumple en el ámbito de la automatización de la información sobre los datos personales y familiares, ante la preocupación de un posible abuso en la utilización de las nuevas tecnologías, lo que da lugar a plantearse que posibilidades de protección tiene una persona frente a la utilización de sus datos personales y cuales son los límites de esta protección. La CE establece un derecho de protección frente al uso de la informática constituyendo un derecho fundamental especialmente protegido. Por lo tanto se refiere concretamente al derecho al honor personal y familiar, y a la intimidad personal y familiar de los ciudadanos respecto l tratamiento informático. La protección de este derecho se manifiesta también en el artículo 20.4 de la CE, poniendo límites a la libertad de expresión y de información. Para interpretar el contenido del artículo 18.4 de la CE, hay que tener en cuenta el Convenio para la protección de las personas con respecto al tratamiento automatizado de datos de carácter personal, celebrado en Estrasburgo, el 28 de enero de 1981, y ratificado por España el 27 de enero de 1984 (BOE de 15 de noviembre de 1985), y la doctrina del Tribunal Constitucional conforme a los principios de los tratados Internacionales ratificados por España. Además hay que señalar el artículo 12 de la Declaración Universal de derechos Humanos y el artículo 8 del convenio Europeo de 1995. La CE Española, por tanto establece una protección al Derecho a la intimidad y al honor, así como a la libertad de ejercicio de los derechos constitucionales de la persona física frente al uso de las nuevas tecnologías de la información. Código Penal (Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre) La aparición del ordenador ha supuesto en la actividad jurídica la llegada de un gran abanico de delitos llamados “delitos informáticos”, son ilícitos penales que atentan contra el orden público y que suponen una conducta desviada de los comportamientos usuales y morales, tal y como indica el Código Penal en su artículo 1 “son delitos o faltas las acciones u omisiones voluntarias penadas por la Ley” Hay que esperar a la publicación de la Ley Orgánica 10/95, de 23 de noviembre, del Código Penal para poder ampliar la tutela del derecho a la intimidad en la legislación penal, y poder incriminar los delitos contra la intimidad. El artículo 197.2 del Código Penal, atiende a las conductas que deben ser incriminadas en el ciclo operativo del banco de datos automatizado, estableciendo las penas que se impondrán a quien sin autorización acceda por cualquier medio a los datos personales y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los mismos. Real Decreto Legislativo 1/1996 de aprobación del texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual (TRLPI, de 12 de abril de 1996). En los últimos años las nuevas tecnologías han hecho posible el nacimiento de Internet y de la llamada Sociedad de la Información, con ello se plantea el problema de cómo puede verse esta materia afectada, es decir ¿cómo puede Internet lesionar las distintas manifestaciones del derecho de autor?, por un lado supone una mayor posibilidad de difusión de la Propiedad Intelectual de las obras, pero al mismo tiempo genera problemas para los intereses tanto de los propios autores, como de los prestadores de servicios en línea. Con el fin de proteger estos intereses, se publica en el marco de la Unión Europea la Directiva 2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo, relativa a la armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines en la Sociedad de la Información(DDASI). Se puede definir la Propiedad Intelectual como, “el conjunto de derechos que se reconocen al autor sobre la obra producto de su inteligencia”. El artículo 10 del TRLPI, de 12 de abril de 1996, reguladora del derecho de autor y otros derechos afines, señala que se entienden protegidas por el derecho de autor, todas las creaciones literarias, artísticas o científicas, expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible, actualmente conocido o que se invente en el futuro, además de adaptaciones, traducciones y las colecciones de obras ajenas. Ley 34/2002, de 11 de julio de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSI) Uno de los motivos esenciales de la elaboración de esta Ley, es la regulación del uso de Internet, debido a la alarma social suscitada por múltiples ilícitos que utiliza la red, así como la necesidad de garantizar una protección al consumidor garantizando su seguridad jurídica. Esta ley por tanto tiene por objeto la regulación de los servicios de la sociedad de la información y de la contratación por vía electrónica en lo que respecta a las obligaciones de los prestadores de servicios e intermediarios en la transmisión de contenidos mediante las redes de telecomunicaciones. El concepto de “sociedad de la información” viene determinado por la expresión de las redes de telecomunicación y por Internet como medio de transmisión e intercambio de información. La Ley se aplica a los prestadores de servicios establecidos en España, entendiendo por establecimiento el lugar desde el que se dirige y gestiona una actividad económica, en virtud del cual dependerá el ámbito de aplicación de la Ley y autoridades competentes par el control de su cumplimiento. Se aplica también a quienes sin ser residentes en España prestan servicios de la sociedad de la información a través de un establecimiento permanente situado en España, en este caso la Ley se aplica parcialmente. Real Decreto 994/1999, de 11 de junio que aprueba el Reglamento de Medidas de Seguridad. El objetivo de este Reglamento supone llenar el vacío reglamentario que existía con la promulgación de la Ley Orgánica 5/1992, de 29 de octubre, de tratamiento automatizado de datos de carácter personal. Establecí en su articulo 9 la obligación para el responsable del fichero de adoptar las medidas de índole técnica y organizativas que garantizaran la seguridad de los datos de carácter personal y así evitaran su alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado. El actual Reglamento determina las medidas de seguridad para garantizar la seguridad que deben reunir los ficheros automatizados, los centros de tratamiento, locales, sistemas, programas y personas que intervengan en el tratamiento automatizado de los datos de carácter personal sujetos a la LORTAD, de esta manera garantizar la integridad y confidencialidad de la información, preservando del derecho al honor, intimidad personal y familiar y el pleno ejercicio de los derechos personales rente a su alteración, pérdida o acceso no autorizado. Las medidas de seguridad se clasifican en tres niveles: básico, medio y alto según la naturaleza de la información tratada en relación con la mayor o menor necesidad de garantizar su confidencialidad e integridad. Todos los ficheros que contengan datos de carácter personal tienen que cumplir las medidas de seguridad calificadas de nivel básico, según establece el artículo 4.1. Los de nivel medio deberán de cumplir además de la anterior, las calificadas de nivel medio, según el artículo 4.2 y finalmente el artículo 4.3 establece que los de nivel alto tienen que cumplir además de las dos anteriores las calificadas de nivel alto. Ley Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de Carácter Personal. La promulgación de la actual Ley de Protección de Datos es consecuencia de la necesidad de incorporar las normas que protegen los datos de carácter personal a la Directiva 95/46/CE del parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de octubre de 1995. Al mismo tiempo tiene el poder de rectificar los artículos de la Ley anterior de Protección de Datos (LORTAD) considerados inconstitucionales. El objeto de esta Ley, es garantizar y proteger las libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas, en especial el derecho al honor y a la intimidad personal y familiar, respecto al tratamiento de los datos de carácter personal. Dicha protección se realiza con independencia de que el tratamiento sea automatizado o convencional, y su objeto de protección se refiere a la totalidad de la Sección Primera del Capítulo II del Título I de la CE, aunque con expresa referencia al artículo 18.1, relativo al derecho al honor y a la intimidad personal y familiar. En cuanto a su ámbito de aplicación, se refiere a los datos personales “registrados en soporte físico que los haga susceptibles de tratamiento y a toda modalidad de su uso posterior, en los sectores público y privado”. Se refiere tanto a ficheros automatizados como convencionales, que contengan datos de carácter personal de personas físicas.