PARA ESTABLECER EL SISTEMA DE HUSOS HORARIOS EN LA

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PARA ESTABLECER EL SISTEMA DE HUSOS HORARIOS EN LA REPUBLICA MEXICANA, A CARGO
DEL C. DIP. ISAEL PETRONIO CANTU NAJERA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO DE LA
REVOLUCION DEMOCRATICA
Diputados federales de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática en la LVII Legislatura,
con fundamento en los artículos 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 55, fracción II,
62 y 63 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estado Unidos Mexicanos,
sometemos a consideración del H. Congreso de la Unión, el siguiente proyecto de Iniciativa de Decreto que
establece el sistema de Husos Horarios en la República Mexicana, conforme a la siguiente:
Exposición de Motivos
1. En 1884 se realizó la Conferencia Internacional de Meridianos, con sede en la ciudad de Washington, DC. El
evento tuvo la finalidad de establecer un sistema de husos horarios coherente entre las 25 naciones asistentes, para
facilitar las actividades de intercambio económico que éstas realizaban cada vez con mayor frecuencia.
Entre los acuerdos alcanzados en dicha Conferencia se resumen los siguientes:
a) Se consideró propicio adoptar un sistema único de medición del tiempo basado en sólo un meridiano,
para remplazar los numerosos sistemas individuales existentes.
b) El meridiano que pasa por el centro del Observatorio de Greenwich fue el meridiano inicial de longitudes
adoptado por la Conferencia. Por ello, el sistema completo actualmente es denominado Meridiano de
Greenwich. Este representará el meridiano 0º, desprendiéndose de él 12 meridianos al este y 12 al oeste,
cada uno aumentando en 15º y representando una hora del día, en orden ascendente, y que confluyen en el
meridiano 180º.
c) Todos los países adoptaron un día universal que será un día solar medio, comenzando en la media noche,
tiempo medio, en Greenwich, y continuando 24 horas en el reloj.
De esta forma, entre los países que adoptaron este sistema, los días medirán siempre 24 horas y las diferencias de
horarios que se presenten entre un país y otro, siempre serán de un determinado número exacto de horas, sin que
existan diferencias de minutos o segundos. Del mismo modo, si un país quiere mover sus husos horarios, tendrá
que ubicarlos dentro de uno de los meridianos del sistema de Greenwich para no alterar este orden.
2. En la actualidad, nuestro país está dividido en tres diferentes zonas de husos horarios, toda ellas dentro del
sistema de Meridiano de Greenwich: la primera se ubica en el meridiano 90º, dando origen al conocido horario del
"Centro"; la segunda zona, atrasada una hora con respecto al Centro, y por lo tanto ubicada en el meridiano 105º, es
conocida como la zona del Pacífico; y la tercera, atrasada una hora con respecto al Pacífico y, por ello, dos horas
con respecto al Centro, está ubicada en el meridiano 120º y es denominada zona del Noroeste.
El huso horario del meridiano 120º corresponde únicamente a los estados de Baja California y Sonora. En tanto que
el de meridiano 105º corresponde a los estados de Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Nayarit. Y al resto del
territorio nacional le corresponde el huso horario del meridiano 90º.
3. Adicionalmente, con excepción del estado de Sonora, en el país cada año se implementa un sistema de horarios
estacionales denominado "Horario de Verano". Esta medida consiste en recorrer los husos horarios un meridiano
hacia el este durante la época de verano, es decir, a partir del primer domingo de abril y hasta el último domingo de
octubre. Esta medida implica adelantar una hora el horario de cada zona al entrar al Horario de Verano, y atrasar
esa misma hora al salir de éste.
Así, durante el horario de verano las zonas quedan de la siguiente forma: el huso horario para Baja California y
Sonora se ubica en el meridiano 105º; el correspondiente a Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Nayarit se
ubica en el meridiano 90º; y el resto de los Estados quedan comprendidos dentro del huso horario del meridiano
75º.
4. Sin embargo, la conformación actual de las zonas aludidas pocas veces está en correspondencia con los
meridianos del sistema de Greenwich, así, por ejemplo, la mayoría de los estados que se encuentran
geográficamente dentro del meridiano 105º en el sistema de Greenwich, se encuentran utilizando el huso horario
correspondiente al meridiano 90º de este mismo sistema.
Lo anterior se debe a que en 1927, cinco años después de la incorporación legal de México al sistema de
Greenwich, se modificaron dichos husos horarios con la pretensión de beneficiar con mayor tiempo de luz a los
ciudadanos y para el ahorro de energía eléctrica. La modificación consistió en situar el territorio de Baja California
en el huso horario de meridiano 105º, y el resto del territorio nacional en el meridiano 90º. Es decir, mediante el
adelanto de una hora en el horario normal se consiguió que en la época de verano los atardeceres contaran con luz
solar una hora más que antes. Sin embargo, con esta medida los atardeceres fuera del tiempo de verano reducían
una hora de su luminosidad. De cualquier manera, se decidió que entre las conveniencias de verano y los
inconvenientes que se presentaban en invierno el balance obtenido con el adelanto del horario era positivo.
Con algunas modificaciones (pues los estados de Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit regresan al
meridiano 105º y Baja California se recorre al meridiano 120º), este sistema se consolida en el país a partir de 1942
y de esta forma llega hasta enero de 1996, cuando se emite el primer decreto presidencial que implanta a nivel
nacional el sistema de husos horarios estacionales conocido como Horario de Verano. Debe observarse que,
estando la mayoría de los estados utilizando un horario que no les corresponde, pues usan el horario del meridiano
90º cuando debieran usar el del 105º y ya que en verano se les desplaza un meridiano más hacia el este, el Horario
de Verano implica para la mayor parte de los estados un desplazamiento de dos meridianos con respecto al que les
corresponde por su ubicación geográfica.
5. Este doble desplazamiento causa incomodidad a los ciudadanos de una parte considerable de los estados de la
federación, que se pronuncian en contra de la aplicación del Horario de Verano, tanto por medio de sus propios
poderes estatales como por medio de la organización ciudadana. Y estas expresiones de rechazo obligaron al
Ejecutivo federal a modificar el sistema implementado en 1996 mediante decretos presidenciales en 1997, 1998 y
en el mes de marzo de 1999.
6. En el Foro Nacional de Horario de Verano, realizado por la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados
los días 17 y 18 del mes de febrero del presente año, fue evidente la pugna ciudadana en contra de las opiniones
oficiales en lo referente a la utilidad del Horario de Verano. Tenemos conocimiento también de la existencia de
diversas peticiones ciudadanas y de órganos oficiales estatales, realizadas a esta Cámara a efecto de que intervenga,
como representación federal, en la problemática abordada.
7. Por otro lado, hemos arribado a la conclusión de que el Presidente de la República no tiene facultades para emitir
los decretos relativos a la adopción de sistemas de husos horarios, por lo que no tiene facultades tampoco para la
implementación del programa Horario de Verano.
La fundamentación de todos los decretos presidenciales alude a la facultad reglamentaria del Ejecutivo sustentada,
según informes de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía, en los compromisos internacionales que
México adquirió en un convenio presuntamente firmado tras la Conferencia de 1884. Al respecto, caben las
siguientes consideraciones:
a) En efecto de la fracción primera del artículo 89 constitucional se deriva la facultad del Ejecutivo federal
para reglamentar mediante decretos el cumplimiento de la legislación, pero tal facultad debe respetar dos
principios jurídicos:
* El de subordinación jerárquica: que exige que el reglamento que se emite esté precedido por una ley
cuyas disposiciones desarrolle, complemente o pormenorice y en las que encuentre su justificación y
medida, no pudiendo por ello modificar o exceder el contenido o el alcance de dicha ley.
* El de reservas de ley, por el cual no puede regularse mediante decreto de esta naturaleza una materia
exclusiva para la legislación.
b) En una investigación documental fueron localizados los acuerdos a los que se llegó en la referida
Conferencia Internacional de Meridianos, así como los datos de su realización. Sin embargo, en la
indagación realizada en documentación y bases de datos directamente en la Secretaría de Relaciones
Exteriores, no fueron localizados datos referentes al convenio que, según se expresa, derivó de dicho
evento.
c) El artículo 133 constitucional dispone que los tratados internacionales serán parte de la Ley Suprema de
la Unión siempre que se celebre por el Presidente de la República y sean aprobados por el Senado; la
fracción primera del artículo 76 del mismo ordenamiento aplica tales condiciones a las convenciones
internacionales, y la fracción X del artículo 89 permite al Presidente de la República conducir la política
exterior y celebrar tratados y convenios vinculantes para el país, con la aprobación del Senado. Sólo de la
forma descrita por estos artículos es posible incorporar a la legislación nacional un tratado o convenio
internacional, es decir, convertirlos en ley.
De tal forma que para que la facultad reglamentaria tenga sustento en este caso, es necesario que se hubiera
firmado un convenio por el Presidente y, una vez aprobado por el Senado, se convirtiera en ley nacional.
La conclusión sobre la inconstitucionalidad de los decretos aludidos se desprende de la inexistencia de tal convenio
y, por lo tanto, la insustentabilidad en el mismo de la facultad reglamentaria del Presidente de la República. De lo
contrario, se violenta el aludido principio de subordinación jerárquica que prevalece para la aplicación de la citada
facultad reglamentaria.
Pero es conveniente aclarar que la inexistencia de un convenio no exime al país del cumplimiento de los acuerdos
alcanzados por la Conferencia, toda vez que éstos, por su implementación cotidiana, han alcanzado ya el carácter
de "costumbre internacional" al que se refiere el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, organismo bajo cuya
jurisdicción se encuentra nuestra nación, como fuente de derecho internacional.
8. La inconstitucionalidad de los decretos que desde 1921 establecen en México el sistema de husos horarios de
Meridiano de Greenwich, deja un vacío legal que debe necesariamente solventarse para, por un lado, dar el debido
cumplimiento a los acuerdos de la Conferencia de 1884, y, por otro lado, definir el marco legal, y las facultades o
atribuciones que de él pudieran desprenderse, que fundamente los mecanismos de modificaciones futuras en el
sistema de husos horarios adoptado para la nación, como puede ser el sistema de husos horarios estacionales.
9. Con respecto a las facultades para definir los sistemas de husos horarios en el país, esta comisión argumenta que
en la fracción XVIII del artículo 73 constitucional se dispone la facultad del Congreso de la Unión para adoptar, y
lógicamente variar, un sistema general de pesos y medidas. Ahora bien, de la sola lectura no se desprende que en
tal sistema queden incluidas las variaciones del sistema de medidas de tiempo, y esta conclusión no surge tampoco
de la revisión del debate respectivo en el Constituyente de 1917. Sin embargo, si se tiene en cuenta que estos
sistemas de medición de tiempo se establecen por razones de carácter económico, al igual que los sistemas
métricos y de pesaje, puede inferirse de una interpretación analógica la facultad del Congreso para legislar en esta
materia. Pero mucho más contundente en la argumentación resulta la fracción XXIX-E del mismo artículo 73, en la
cual se establece la facultad del Congreso para legislar en materia de "programación, promoción, concertación y
ejecución de acciones de orden económico", especialmente aquellas referentes al abasto o a la "producción
suficiente y oportuna de bienes y servicios, social y nacionalmente necesarios". Por lo cual, siendo el Horario de
Verano una medida dirigida al ahorro de energía o a fortalecer el intercambio comercial, lo que la inviste sin duda
con el carácter de acción de orden económico dirigida a mejorar el abasto energético o de bienes y servicios, es
evidente la facultad del Congreso para legislar en la materia.
10. Además de los aspectos jurídicos, que de por sí son suficientes para fundamentar la competencia del Congreso
con relación a la materia de esta Iniciativa, se considera que la intervención de este órgano es fundamental, toda
vez que en él se encuentran suficientemente representados todos los estados partes de la Unión, por lo que se
resuelve la problemática que generaron los decretos presidenciales. Es decir, que contrario a lo que sucedió con las
pasadas decisiones del Ejecutivo, un decreto legislativo tiene la necesidad de generar un mayor consenso entre los
representantes de las entidades federativas y de un buen número de sectores sociales de nuestra nación.
Por otra parte, no cesa la participación del Ejecutivo en la definición de los husos horarios, pues gran parte de los
estudios pertinentes en el caso son generados por los organismos que directa o indirectamente dependen de ese
nivel de gobierno (CFE, Conae, SE). Además de que ese órgano de gobierno sigue teniendo la facultad de iniciar
modificaciones a la legislación relativa a la materia.
11. En la presente Iniciativa se tienen en cuenta los aspectos fundamentales que deben incidir para la toma de
decisiones en la materia: los acuerdos de Greenwich y, por ende, la posición geográfica de los estados, el
intercambio comercial en las fronteras o con el Distrito Federal, el aprovechamiento de la luz solar y los
pronunciamientos que los mismos estados hicieron llegar a esta Cámara.
12. Como es necesario reinsertar el acuerdo al que se llegó en la Conferencia Internacional de Meridianos de 1884,
el artículo primero dispone el reconocimiento expreso de los husos horarios en el país; en tanto que el artículo
segundo establece la división de los días en 24 horas, cuyo inicio se contará a partir de la hora 0 que coincide con
la media noche, tiempo medio. A pesar de que esta conformación de los días es ya una parte de nuestra vida
cotidiana, y no hay una necesidad práctica de instituirla en la legislación para que se observe positivamente, resulta
conveniente incorporar la normatividad internacional al sistema jurídico nacional para dar cumplimiento a los
tratados que sobre materia de obligatoriedad del derecho internacional ha suscrito México. Por ello se utiliza la
sencilla fórmula consignada en este primer artículo.
13. El artículo tercero divide el territorio nacional en tres zonas de husos horarios, pues son éstos los que han
demostrado a lo largo del tiempo que tienen la mayor viabilidad por pertenecer a los tres meridianos que, según el
sistema de Greenwich, cruzan parte del territorio nacional, y por su oportunidad, dadas las circunstancias del
comercio interno o internacional, el aprovechamiento de la luz solar y la conformidad que la sociedad en general
observa hacia dichas zonas.
14. Se ha determinado la pertenencia de estados completos, nunca fraccionados, a zonas cuya identificación de por
sí es ya conocida en el ambiente cotidiano: la zona del Centro, la zona del Pacífico y la zona del Noroeste. Y
mediante esta identificación se han asignado en el artículo cuarto los husos horarios para cada zona.
15. En todos los casos, se ha procurado no romper con la conformidad que tácitamente se ha manifestado con los
husos horarios que hasta la fecha se han venido observando, pues es esta conformidad la mejor expresión que
puede observarse en cuanto a la utilidad que los determinados husos horarios representan para la sociedad
mexicana en su organización por entidades federativas. Y en los casos procedentes, se han asimilado las
manifestaciones expresas de inconformidad de los ciudadanos de determinados estados, toda vez que fueron estas
manifestaciones las que motivaron la presente Iniciativa.
Por lo anteriormente expuesto y con fundamento en los artículos 71, fracción II, y 73, fracción XXIX-E, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 45 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estado
Unidos Mexicanos, y 55, 62, 63 y 87 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estado
Unidos Mexicanos, sometemos a consideración del H. Congreso de la Unión, el siguiente proyecto de Iniciativa:
Decreto que establece el Sistema de Husos Horarios en la República Mexicana
Artículo 1º.- De conformidad con los acuerdos tomados en la Conferencia Internacional de Meridianos, y
atendiendo a su ubicación geográfica, en la República Mexicana se reconoce la aplicación de los husos horarios
90º, 105º y 120º oeste, referidos al Meridiano de Greenwich.
Artículo 2º.- En todo el territorio nacional las horas se contarán de 0 a 24, partiendo a la media noche, tiempo
medio.
Artículo 3º.- Dentro del territorio nacional regirán tres zonas de husos horarios como sigue:
I.- Centro: Comprende la mayor parte del territorio nacional, con excepción del comprendido en las zonas
Pacífico y Noroeste;
II.- Pacífico: Comprende los territorios de los estados de Baja California Sur, Sinaloa, Sonora y Nayarit; y
III.- Noroeste: Comprende el territorio del estado de Baja California.
Artículo 4º.- Los husos horarios correspondientes a cada zona se disponen conforme al sistema de Meridiano de
Greenwich, quedando como sigue:
I.- La zona del Centro corresponde al meridiano 90º al oeste de Greenwich;
II.- La zona Pacífico corresponde al meridiano 105º al oeste de Greenwich;
III.- La zona Noroeste corresponde al meridiano 120º al oeste de Greenwich.
Artículo 5º.- Todos los años, a partir de las dos horas antes meridiano del primer domingo de abril y hasta las dos
horas antes meridiano del último domingo de octubre, regirá en la zona Noroeste el huso horario correspondiente al
meridiano 105º al oeste de Greenwich.
Artículo 6º.- Las modificaciones a las zonas o husos horarios definidos en los artículos que anteceden se harán con
la conformidad de las legislaturas correspondientes a los estados involucrados.
Artículo 7º.- Todos los órganos encargados del ejercicio del poder público de la nación, en el ámbito de sus
respectivas competencias, realizarán las medidas necesarias a efecto de difundir y ejecutar con la debida
oportunidad las adecuaciones de sus actividades según los husos horarios correspondientes.
Transitorios
PRIMERO.- El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
SEGUNDO.- Se derogan todas las disposiciones que se opongan al presente ordenamiento.
Diputado Isael Cantú Nájera (rúbrica)
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