accidentes de trabajo o enfermedad profesional - Juris-Line

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Ediciones Jurisprudencia del Trabajo, C.A.
Jurisprudencia
SENTENCIA QUE AUTORIZA QUE LOS ABOGADOS NO COTICEN AL SSO
Procedencia: La Corte Suprema de Justicia en Sala Político-Administrativa.
Magistrado Ponente: Dr. Saúl Ron.
Vistos. En escrito de fecha veintiséis de junio de mil novecientos sesenta y siete, el
doctor Manuel Enrique Certad Chaumer, abogado de este domicilio, ha ocurrido a la
Corte para denunciar la colisión que a su juicio existe entre determinadas
disposiciones de la Ley de Seguro Social , publicada en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela, Nº 1.023, Extraordinario, de fecha 11 de julio de 1.966 y
algunos artículos de la Ley de Abogados, publicada en la edición extraordinaria de la
Gaceta Oficial de la República, Nº 1.068 de fecha 22 de diciembre de 1.966. Como
consecuencia de la denuncia planteada, el solicitante pide a la Corte se sirva declarar
cual Ley debe prevalecer en el caso.
Estos son los argumentos de la denuncia:
...Conforme a la Ley de Seguro Social se hallan sometido a sus previsiones las
siguientes personas: 1) "Las personas que presten sus servicios en virtud de un
contrato o relación de trabajo cualquiera que sea el monto de su salario y tiempo de
duración". (Artículo 3º ejusdem). 2) "Las personas que presten sus servicios a la
Nación, Estados, Territorios, Distrito Federal, Municipios, Institutos Autónomos y en
general a las personas morales de carácter público". (Aparte 1º del Artículo 4º
ejusdem).
"Posteriormente fue publicada la novísima Ley de Abogados, la cual establece, entre
otras disposiciones, las siguientes:
1) Quien haya obtenido el Título de Abogado, de conformidad con la Ley, deberá
inscribirse en un Colegio de Abogados y en el Instituto de Previsión Social del
Abogado para dedicarse a la actividad profesional". (Artículo 7º ejusdem). 2) A los
efectos de la presente Ley se entenderá por actividad profesional del abogado, el
desempeño de una función propia de la abogacía o de una labor atribuida en
razón de una Ley especial a un egresado universitario en Derecho, o aquellas
ocupaciones que exijan necesariamente conocimientos jurídicos. Se entiende por
ejercicio profesional la realización habitual de labores o la prestación de servicios a
título oneroso o gratuito, propios de la abogacía, sin que medie nombramiento o
designación oficial alguna. Parágrafo Único: Quedan sometidos a la presente Ley,
y en consecuencia, sujetos a los mismos derechos y obligaciones, los abogados
que sean: profesores en las Universidades del país; Magistrados de la Corte
Suprema de Justicia o jueces de la República; Secretarios de los Tribunales;
Defensores; Fiscales del Ministerio Público; Registradores; Notarios, Consultores o
Asesores Jurídicos de personas individuales o colectivas, públicas o privadas".
(Artículo 11 ejusdem). 3) Todo lo relativo a la previsión social del Abogado se
regirá por la presente Ley, por el Reglamento y por los Reglamentos internos que
dicten los organismos competentes, los cuales se publicarán en la Gaceta Oficial
de la República. (Artículo 75 ejusdem). 4) Se crea el Instituto de Previsión Social
del Abogado, con personalidad jurídica y patrimonio propio. (Artículo 76 ejusdem)
5) Los abogados y procuradores de la República deberán inscribirse en el Instituto
de Previsión Social del Abogado dentro de los seis meses siguientes a la fecha de
promulgación de la presente Ley". (Artículo 85 ejusdem).
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Por su parte el artículo 1º de la Ley de Seguro Social , es-blece: "La presente Ley
regula el régimen del Seguro Social obligatorio en las contingencias de enfermedad y
accidentes, invalidez, vejez, sobrevivientes y paro forzoso"; y el artículo 2º ejusdem.
Dispone: "El Seguro Social Obligatorio otorgará: 1º Prestaciones de asistencia
médica integral; 2º Prestaciones en dinero para los casos de incapacidad temporal; 3º
Prestaciones en dinero en casos de: a) incapacidad parcial o invalidez; b) vejez; c)
sobrevivientes; d) nupcias".
El artículo 77 de la Ley de Abogados reza así: "El Instituto tiene por objeto procurar el
bienestar social y económico de los profesionales del Derecho y a sus familiares, y en
tal sentido, deberá asegurarles medios idóneos de protección social frente a las
eventualidades derivadas de la muerte, enfermedad o incapacidad de aquel, fomentar
el ahorro entre sus miembros y propiciar la adquisición de viviendas propias y en
general, cualesquiera otras actividades encaminadas a cumplir el objeto esencial de
su existencia. En tal virtud, el Instituto podrá promover la constitución y funcionamiento
de otras entidades que coadyuven al mejor logro de sus fines". Y, a su vez, el artículo
46 del Reglamento Interno del Instituto de Previsión Social del Abogado dice
textualmente: "El Instituto otorgará a sus miembros las siguientes prestaciones: a)
Retiro profesional; ayuda temporal; b) Indemnización por incapacidad definitiva; c)
Indemnización por fallecimiento, que comprende: 1º) ayuda inmediata; 2º)
indemnización por muerte; d) préstamos personales e) préstamos hipotecarios para
vivienda; f) servicios médicos; g) cualquiera otros servicios de protección y asistencia
mutua que se estimen convenientes".
La Corte, en la oportunidad de decidir, observa:
Como consideración previa se advierte que el solicitante no denuncia claramente una
colisión entre un precepto determinado de la Ley de Seguro Social y otro de la Ley de
Abogados sino que, en forma general, habla de colisiones entre ambos textos legales,
lo cual viene a complicar el estudio del caso. No obstante, como resulta impropio
admitir la colisión global de las leyes mencionadas, es necesario examinar los
fundamentos de la denuncia, para poder apreciar si existe una antinomia entre una o
varias normas de los mencionados instrumentos.
Conforme a los artículos 3º y 4º, aparte 1º de la Ley de Seguro Socia!, están sujetos
al régimen establecido en dicho estatuto, los que presten sus servicios en virtud de un
contrato o relación de trabajo, cualquiera que sea el monto de su salario y tiempo de
duración y quienes presten sus servicios a la Nación, Estados, Territorios, Distrito
Federal, Municipios, Institutos Autónomos y en general a las personas morales de
carácter público. La razón que sirve de fundamento a las disposiciones citadas,
atiende a la circunstancia de ser la persona protegida un trabajador que presta sus
servicios en virtud de un contrato o relación de trabajo, extendiendo ese beneficio a
los empleados públicos que no estaban amparados "por un sistema orgánico y general
de protección", "al menos en las contingencias de invalidez, vejez y muerte". Esta
carencia de ayuda para el funcionario público y de un sistema legal unificado que
regulara las relaciones del Estado con sus servidores, dio pie para que se llevaran a la
práctica métodos empíricos para otorgar pensiones de retiro sin ninguna orientación
sistemática y sin adaptarse a los criterios técnicamente aplicados a hechos o
circunstancias de la misma naturaleza. De esta manera y en virtud de su sola
condición de trabajador del Estado, se agrega el empleado público al régimen del
Seguro Social con las siguientes miras: a) elevar los salarios y sueldos de aquél en la
medida exigida por la necesidad de recibir una pensión sustancial; b) establecer un
sistema complementario de pago adicional para asegurar al empleado público un
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suplemento en la pensión, buscando así colocarlo en plano de igualdad con los
empleados privados que por el monto de sus salarios y sueldos gozan de mejores
condiciones de trabajo y de seguridad social; c) establecer un régimen especial para
los empleados públicos, administrado por el Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales que los coloque en plano de igualdad con los empleados de la empresa
privada, dentro de un sistema permanente, no ocasional. En este orden de propósito,
los empleados públicos, de acuerdo con los objetivos de la Ley de Seguro Social
obligatorio (artículo 1º de la Ley) resultan amparados "en las contingencias de
enfermedad y accidente, invalidez, vejez, sobrevivientes y paro forzosos", debiendo
recibir, en consecuencia, por fuerza de las circunstancias que puedan sobrevenir en
cada caso, (artículo 2º ejusdem) "prestaciones de asistencia médica integral;
prestaciones en dinero en casos de incapacidad parcial o invalidez, vejez,
sobrevivientes, nupcias". En este sentido y en orden a las razones que inspiraron esta
reforma legal, se ha querido que "los empleados públicos estén asegurados en las
mismas condiciones que los trabajadores privados, tratando de llegar a una pensión
cuyo tope sería lo suficientemente alto dentro de un régimen de Seguro Social
Obligatorio, para ser considerado como ayuda sustancial".
Ahora bien, de conformidad con los artículos 3º y 4º de la Ley de Seguro Social , los
abogados que presten sus servicios profesionales en virtud de un contrato o relación
de trabajo están sujetos al régimen establecido en esta Ley e igualmente, lo están,
todos los abogados que ejercen su actividad profesional como funcionarios o
empleados públicos al servicio de las entidades a que se refiere el citado artículo 4º.
A su vez, la Ley de Abogados vigente, sancionada con posterioridad a la promulgación
de la Ley de Seguro Social, establece para los abogados un sistema propio de
seguridad social contra los riesgos que pueden ser objeto de previsión social ,
creando a tal efecto el Instituto de Previsión Social del Abogado, conforme a las
reglas señaladas en los artículos 75, 76 y 77 de la Ley de Abogados y 79 de su
Reglamento, transcritos en la primera parte de este fallo. A este respecto, se observa
que fue propósito del Legislador, atendiendo a razones de carácter gremial que
demandaban una protección social adecuada a los requerimientos de la vida
moderna, sustituir la vieja institución del Montepío, que por su estructura y naturaleza
no responde a cabalidad a tales exigencias, por la nueva institución, creada para dar
protección económica, hospitalaria, quirúrgica y de maternidad al abogado y sus
familiares, en vida de aquél y aún después de su muerte, estableciendo así, un
sistema autónomo de Seguridad Social a favor de los profesionales de la abogacía.
Ahora bien, teniendo en cuenta que la colisión existe cuando dos normas que afectan
a un mismo supuesto de hecho tienen consecuencias jurídicas incompatibles, no
podría asegurarse, tal como lo afirma en su dictamen el Fiscal General de la
República, que una y otra Ley, sean absolutamente colidentes o excluyentes entre sí,
precisamente, porque los presupuestos legales y las proposiciones jurídicas que los
contienen, aun que coincidentes en la materia que contemplan no lo son en los
hechos a que se contraen. Sin embargo, como a la Ley debe atribuírsele el sentido
que aparece evidente del significado propio de las palabras según la conexión de ellas
entre sí y la intención del Legislador, conviene hacer al respecto las siguientes
consideraciones:
Primera: Frente a la situación planteada por la denuncia, es necesario partir del
principio de que las disposiciones contenidas en las leyes nacionales especiales se
aplicaran con preferencia en las materias que constituyan la especialidad y que
cuando dos leyes tienen distinta fecha de vigencia, debe regir el precepto que haya
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entrado en vigor en fecha posterior o más reciente, en virtud del principio de la
derogación tácita.
Segunda: Que la Ley de Abogados prevé la Seguridad Social de todos los abogados,
atendiendo a su condición profesional que dura toda la vida y la Ley de Seguro Social
protege sólo a un grupo de abogados, en su condición de empleados públicos, contra
determinados riesgos, limitados también en el tiempo por cuanto no existe una Ley de
Carrera Administrativa que establezca su inamovilidad como trabajadores del Estado.
Tercera: Que la permanencia y amplitud de la protección que ofrece la Ley de
Abogados al profesional del Derecho, sin atender a su condición transitoria de
empleado público y extendiéndola al bienestar económico y al beneficio social del
abogado y de sus familiares, permite el desarrollo progresivo del sistema de seguridad
social, proclamado en el artículo 94 de la Constitución.
Cuarta: Que la Ley de Seguro Social al contemplar una situación parecida a la
planteada en autos con relación a los Miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales,
excluyó a estos del régimen legal del Seguro Social , cosa que no podía hacer
respecto a los abogados porque aún no había sido creado por la Ley especial el
Instituto de Previsión Social del abogado, más existiendo éste, rige respecto al mismo
la exclusión expresa establecida en la Ley de Seguro Social para el régimen
autónomo de seguridad social creado en favor de los Miembros de las Fuerzas
Armadas Nacionales.
Quinta: Que de aplicarse a los abogados, en materia de su seguridad social, el
régimen establecido en la Ley general a la par del régimen estatuido en su Ley
especial, se les estaría obligando a pagar una doble cotización por un solo servicio,
con violación de los principios de la igualdad ante la Ley y la igualdad antes cargas
públicas, dándole así un tratamiento injusto y discriminatorio.
En virtud de las razones expuestas y dentro de una interpretación amplia del concepto
de colisión, es lógico concluir que en cuanto a la seguridad social del abogado,
existen normas contradictorias que rigen en forma diferente una misma materia, entre
la Ley de Seguro Social y la Ley de Abogados, motivo por el cual debe aplicarse con
preferencia esta última, y así lo declara la Corte, en nombre de la República y por
autoridad de la Ley.
Publíquese, regístrese y comuníquese. Archívese el expediente.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Audiencias de la Sala Político-Administrativa de
la Corte Suprema de Justicia, en Caracas, a los diez días del mes de octubre de mil
novecientos sesenta y ocho. Años: 158º de la Independencia y 110º de la Federación.
El Presidente, J. M. Padilla.
El Vicepresidente, Martín Pérez Guevara.
Los Magistrados, Saúl Ron., J. Barrios E. y Miguel Angel Landáez D.
El Secretario, Enrique Sánchez Risso.
Modelo Carta Abogado solicitando la no afiliación o el retiro del Seguro Social
Obligatorio
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Caracas, ___ de ________ de 20___
Señor (es):
XXXXXX
Yo, ___________ (Nombre del Trabajador), titular de la Cédula de identidad Nº
_____________, inscrito (a) en el Inpreabogado bajo el Nº ________, en mi cargo de
_____________(identificar cargo del Trabajador), por medio de la presente me dirijo a
usted (es), con el fin de notificarle (s) mi voluntad de no afiliarme (o retirar mi afiliación
si fuere este el caso) al Seguro Social Obligatorio, ello en atención a lo dispuesto en
Sentencia de fecha 10 de Octubre de 1.968, dictada en Sala Político Administrativa
de la anterior Corte Suprema de Justicia -actual Tribunal Supremo de Justicia-, en la
cual se decide que “los abogados sujetos a un Contrato de Trabajo o Relación de
Trabajo e inscritos en el Inpreabogado, no están sujetos al Seguro Social Obligatorio”.
Firma del Trabajador
(Anexar Fotocopia Carnet del Inpreabogado)
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